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Una reflexión alrededor del cambio de contexto de las The debate around the co ntextu al change 01 th e Ava nt -garde
vanguardias demuestra como insostenible una actitud de shows the unten able attitude 01tho se who believe in arc hitec tural or-
thodo xy. Opposite the eclectic pos itions which have beco me tri vial
ortodoxia arquitectónica. Frente a las posturas eclécticas
criticism 01 Modernity, hetherodoxy is proposed as a meth odolog -
que han banal izado la crítica a la Modernidad , se propone ycal means where to state a pursuit lor unive rsa lity lound ed on a
la heterodoxia como un recurso al método desde donde sy nthesis 01 plural ity.
enunciar una universalidad sustentada en una síntesis de
pluralidades.
L
a acción de la crisis na- reacción defensora de la imagen por la En los años que circundaron la Se-
cida de la pérdida del imagen. gunda Guerra Mundial, las utopías so-
sentido utópico de las Esa pérdida de "significado original" ciales y políticas de las vanguardias fue-
propuestas del Movi- de que habla Colin Rowe, es la pérdida ron quebrándose una tras otra. "La
miento Moderno y, muy de la fuerza de ser "movimiento", de ser postguerra presenció el desmorona-
especialmente, la constatación empíri- búsqueda no sistematizada ni manipu- miento de muchas convicciones arqui-
ca de sus fracasos gravita sobre el pa- lada por los medios comerciales, de ser tectónicas. La fuerza motriz de la antiar-
norama arquitectónico de los años se- un organismo vivo en proceso de com- quitectura era el deseo de prescindir de
tenta generalizando un sentimiento de plejización, para quedarse en código la estética"l . Se debe apostillar: en la
rechazo. Esta etapa de búsquedas soli- cumplido y venerado, con la consiguien- medida en que esa estética respondía a
tarias y, en gran medida, ajenas a la te desviación de atenciones hacia mun- un determinado mundo de universales,
otrora triunfante "Ortodoxia Moderna" dos extra-arquitectónicos. El Movimien- puesto que se necesitaba desintegrar
no ha hecho sino facilitar la efectiva for- to Moderno sigue siendo hoy un camino un orden ya no hegemónico.
malización del sentido crítico y la apari- abierto, "un proyecto inacabado", frente Esta actitud que no es sino la revan-
ción de un fenómeno de nostalgia. a una sociedad mucho más capacitada cha contra el orden establecido por la
Los datos reiteran la importancia del para asumir todo aquello que de creador cultura occidental, hasta el momento la
momento histórico en que la conciencia poseía, una vez que se han superado las cultura por excelencia, llevó a las gene-
moderna se encuentra ante la imposibi- fases programáticas e inquisitoriales, racicw.es de postguerra a intentar la pro-
lidad de conciliar sus visiones morales y una vez que se ha decidido rescatar la pia o ajena destrucción como medio de
formales de un mundo en el que se ha Arquitectura de las manos heréticas en aniquilar la propia o impuesta concien-
hecho patente la crisis de la denomina- que la dispersión utópica de los "ilumi- cia apesadumbrada por los "monstruos"
da "Unidad Occidental" en la común ac- nados" la había dejado, una vez que, por que el "sueño de la razón" había produ-
ción del arte y la cultura. fín, se ha asumido la necesidad de pasar cido. Era la liberación de la férrea disci-
Los arquitectos de la Primera Gene- "cuarenta días en el desierto". plina de un sistema cultural, en favor de
ración creían firmemente en la unidad Más adelante volveremos sobre ello, recuperar todos los mundos marginales
ética y estética de sus propuestas con ahora debemos deternernos en el fenó- y remotos, desde el Underground a las
una amplitud de miras mayor de la que meno específico de la recomposición prácticas budistas.
se presupone, abordaron los temas de cultural de nuestra civilización occiden- En arquitectura, este espíritu produjo
modo parcial y se fijaron unos objetivos tal. una desmesurada orientación hacia lo
selectivos que el desarrollo posterior no escultórico o lo anónimo, lo cual, al hilo
supo incardinar en la necesaria evolu- de una superabundancia técnica y la li-
ción del Movimiento. Evolución que, de quidación de una conciencia rectora
cualquier modo, no puede plantearse unitaria, puso los cimientos de un cami-
hoy desde los mismos supuestos de los no sin retorno hacia la Muerte del Arte.
años treinta. Nadie quiso entender con Válery que "lo
Esta falta de desarrollo y la dispersión más bello es necesariamente tiránico "2.
de esfuerzos plásticos fue una eviden- De hecho, la belleza como ideal había
cia para los arqu itectos de la "Tercera dejado de ser un valor apreciable.
Generación". Se produjo en este mo- Actualmente, tras la inflexión cultural
mento una espectacular división entre el producida por la asunción de la crisis de
Análisis y la Formalización de los fenó- la "modernidad" en los años setenta,
menos arquitectónicos de un modo co- aparece una reacción no inspirada ya en
mo no lo habían sufrido las generacio- la "destrucción" propuesta en los años
nes renovadoras que se apoyaban en sesenta, sino en la "construcción " de
un cierto análisis científico para confor- una teoría arquitectónica a partir de la
mar sus utopías hacia una nueva arqui- reconsideración de las propuestas de
tectul"a y un nuevo arte. Esta dicotomía una tradición vernácula y/o histórica.
se hizo mucho más evidente a través de Después de la caída de las posiciones
los anáiisis semiológicos que intenta- globalizadoras se alienta una variada
ban interpretar en clave estructural has- lectura de la situación del arquitecto an-
ta los más recónditos sentidos del arte. te su obra.
La división llegó a impedir la acción Esa vuelta a la realidad peculiar que
creadora para producir después una Ludwig Mies va n der Rohe. 19 19 se manifiesta en repercusiones urba-
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Antonio Sant'Elia, 1913 nido social que simbolizar"4. El Lissitzky, Mart Stam, 1924
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El funcionalismo ha dejado de tener podemos tener la conciencia de encon- quitectos" de Rudofsky hasta la arqui-
interés ideológico y hemos pasado de trarnos al final del ciclo racionalista, más
tectura culta que recupera sus imáge-
unas teorías económicas que incidían allá del mundo de la ciencia absoluta. nes arquetípicas. Todos sienten la ne-
en los problemas de producción, "del cesidad de exculparse del caos que re-
máximo rendimiento al mínimo coste", a "Todas las intuiciones latentes, todas presenta la ciudad contemporánea y de
aquellas que inciden en la información y las certezas presentidas, todas las an- no abandonar el discurso cultural que
la imagen dado que el objetivo funda:- gustiadas adivinaciones encontrarán en pertenece a lo que Giedion, en un mag-
mental es la venta, el consumo. "Esta el pensamiento de Soren Kierkegaard y nífico cambio de pie respecto a sus pri-
venta exige una diversificación de una más tarde en las palabras de Martín Hei- meros panegíricos, llama El presente
oferta que se centra más en la creación degger y en el discurrir de Sartre o de eterno, las raíces de una civilización.
de imágenes que en la de productos"6. Marcel, con distintas posiciones, los he- Nuestro mundo ha descubierto que
raldos anunciadores de que el genio de es más fácil deshacerse de sus utopías
Es el mundo del neocapitalismo des- Europa había vuelto a descubrir, pasado revolucionarias y sus ideales masifica-
provisto de toda conciencia, incluso de el tiempo y por la fuerza de dolor, que la dos y racionalistas, que dejar de recono-
la utópica conciencia del funcionalismo, razón no es la medida universal del co- cer la necesidad del eterno cambio des-
que pasa del dominio del ser al de pare- nocimiento del bien, de la verdad, de la de las propias raíces hacia lo desconoci-
cer. Posiblemente los errores de los fun- belleza y del amor"?
cionalistas fuesen graves pero nunca do, apoyándose en el trabajo -la Histo-
apoyaron una falacia moral semejante a Para la Arquitectura el cambio ha si- ria- de quienes se afanaron antes que
la que hoy padecemos y gracias a la cual do paralelo y desde Ronchamp a Mó- nosotros.
toda posición ética hoyes desmontada dena el profundo recelo hacia el mundo Esta vuelta a los orígenes es, en reali-
desde la ironía y el glamour comercial. de la razón se ha ido desvelando, pal- dad, la palmaria demostración de una in-
maria o vergonzantemente, desde una capacidad teórica para proponer líneas
Sin enloargo, el mecanismo de la nos- primera reconsideración de la realidad culturales integradoras de una civiliza-
talgia ha sido disparado y a pesar del vernácula y el anonimato del arquitecto ción occidental convulsa entre la ruina y
cambio de "vanguardias" y "entornos", no visionario, del "Arquitectura Sin Ar- el desperdicio.
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Por ello no se pueden concluir certe- El rechazo de la "Ortodoxia de la Mo- Los heterodoxos creen en la autori-
zas sino caminos, vías a través de las dernidad" ha supuesto la apertura cultu- dad de la tradición, los eclécticos no.
cuales será posible alcanzar fragmen- ral de nuevos mundos genéricamente Mientras los primeros tratan de atisbar
tos de verdad en un momento en el cual calificados como eclécticos en los que el valor de unidad que existe en cada
se está produciendo un desarrollo ar- se hace necesario distinguir entre el va- una de las acciones de la historia, los
quitectónico complejo y hasta cierto lor cultural del Eclecticismo frente a la eclécticos unen las piezas de la historia
punto libertino de las tesis enfrentadas Heterodoxia, según su dictado subjetivo. El heterodo-
de aquellos que defienden una tradición xo busca el conocimiento intuitivo de la
La actitud anti-ortodoxa que anima a
de lo "antiguo" a riesgo de dilapidar una unidad el ecléctico usa su razón y su ex-
ambos les conecta únicamente en la no periencia.
herencia que poseía el coraje intelectual
negación de un sistema frente a otro. Sin
de la utopía optimista capaz de renovar- Frente a la ortodoxia que en su acción
embargo, el Eclecticismo no reconoce la
se desde cero, y los que defienden una sistemática rechaza por igual lo particu-
autoridad de la tradición ni se involucra
tradición de lo "moderno" a riesgo tam- lar y lo heterodoxo, ésto, que no niega
en ella puesto que toma de cada sistema
bién de quedarse enquistados en los mi- principios sino reconoce un valor relati-
estilístico, o de la herencia del pasado,
tos vanguardistas ya caducos, vo a las normas, plantea el método como
aquello que es codificable en el momen-
"La única posible utilización de esta to según el dictado de la experiencia y procedimiento inclusivo que en cada
gran aventura espiritual que ha sido la dentro de una posición evidentemente una de sus acciones tiene como refe-
arquitectura moderna -en palabras de rencia la búsqueda unitaria, la sublima-
metodológica.
Portoghesi que suscribimos- es la de ción de lo plural.
servirse de ella como de la escalera de El Eclecticismo es una actitud carente
Wittgenstein, para mirar desde arriba lo de principios generales mientras que la El sentido de la ortodoxia como re-
que está alrededor y lo que está detrás y Heterodoxia, partiendo de una posición chazo guarda especial relación con la
tirarla después rápidamente sin añoran- también metodológica, refiere a todos evolución de las teorías culturales a par-
zas porque, aunque sea indisper,sable los principios a un orden superior que tir del momento "ilustrado", en el cual se
para subir, se convierte una vez arriba, los engloba y trasciende: El Orden Su- rechazaron en pos del sistema razona-
en un estorbo inútil"B, premo. ble y perfecto, tanto los popularismos
como las heterodoxias.
Cuando la "ortodoxia" de la razón
rompió en el XVIII con la tradición creó
una dicotomía entre lo culto y lo popular,
una división que aún hoy perdura y que
ha sido una de las quiebras del Movi-
miento Moderno a través del "Kitsch" y la
revolución "Pop",
Sobre la base de aquella actitud orto-
doxa e idealista se elaboraron todas las
visiones de la tradición que conocemos
y que, desde el Tradicionalismo al Histo-
ricismo, son excluyentes y por lo mismo
incapaces de asumir la doble vertiente
de la realidad viva y total de un pensa-
miento integrado en la historia que en
cuanto es, es cambio y en cuanto cam-
Taller de Arquitectura/ Ricardo Bolill, 1980 bia, permanece fiel a sí mismo.
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