0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
4 vistas3 páginas
El documento ofrece consejos para seguir siendo bendecido por Dios. Recomienda (1) estimar el nombre que Dios nos ha dado y cuidar los resultados logrados, (2) ser sabio y esconderse del mal, (3) ser humilde de corazón, y (4) seguir respetando a Dios cumpliendo sus mandamientos. Siguiendo estas recomendaciones, continuaremos recibiendo las bendiciones de Dios.
El documento ofrece consejos para seguir siendo bendecido por Dios. Recomienda (1) estimar el nombre que Dios nos ha dado y cuidar los resultados logrados, (2) ser sabio y esconderse del mal, (3) ser humilde de corazón, y (4) seguir respetando a Dios cumpliendo sus mandamientos. Siguiendo estas recomendaciones, continuaremos recibiendo las bendiciones de Dios.
El documento ofrece consejos para seguir siendo bendecido por Dios. Recomienda (1) estimar el nombre que Dios nos ha dado y cuidar los resultados logrados, (2) ser sabio y esconderse del mal, (3) ser humilde de corazón, y (4) seguir respetando a Dios cumpliendo sus mandamientos. Siguiendo estas recomendaciones, continuaremos recibiendo las bendiciones de Dios.
INTRODUCCIÓN La Biblia dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro. El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo Jehová. El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño. Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.” (Proverbios 22:1-4). No hay una sola persona en el mundo que no quiera seguir siendo bendecida, todos quieren seguir siendo bendecidos. No corte la bendición porque la mano de Dios no se acorta para bendecirnos: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;” (Isaías 59:1). La bendición debe seguir porque Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,” (Efesios 1:3). Aunque este año empezó en aflicción, va terminar en bendición. I. ESTIME EL NOMBRE QUE DIOS LE HA DADO A. No sé cuál es su nombre, pero cualquiera sea su nombre, estime el nombre que Dios le ha dado. Cuando estima el nombre que tiene, Dios lo sigue bendiciendo. B. El nombre tiene un gran valor por eso tiene que estimarlo. Hay personas que no estiman su nombre porque no lo consideran valioso. Si alguien no estima su nombre no espere que otros lo estimen. C. El Apóstol Pablo dijo que, aunque otros no honraban su ministerio, el honraba su ministerio: “Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,” (Romanos 11:13). No se avergüence de su nombre, valórelo para seguir siendo bendecido. No se trata de ser idolatras, se trata de valorar lo que somos. D. No defendemos nombres ajenos, pero defendemos nuestros nombres. La única persona que puede quitarle estima a su nombre, es usted mismo. No importa lo que las personas dicen, lo importante es lo que usted dice sobre sí mismo. II. CUIDE LOS RESULTADOS QUE DIOS LE DIO A. La fama es el resultado de todo lo que ha logrado por causa de su trabajo. Nadie es famoso sin hacer nada. Hay quienes dicen: “Crea fama y échate a la cama”, pero eso es mentira. B. Debemos cuidar todo lo que Dios nos da. Si tiene amigos, cuídelos; si tiene discípulos, cuídelos; si alguien quiere seguir siendo bendecido por Dios, cuide los resultados que ha logrado alcanzar. C. Lo que recibimos de Dios no es para derrocharlo sino para cuidarlo. Si alguien logró avanzar hasta cierto lugar, tiene que cuidar lo que ha alcanzado, pero también tiene seguir avanzando. III. SEA SABIO Y ESCÓNDASE DEL MAL A. La Biblia dice que el avisado ve el mal y se esconde, pero los simples reciben el daño. B. El que es sabio nunca deja de crecer porque siempre está buscando aprender. La sabiduría la aprendemos cuando escuchamos a otras personas; también la aprendemos estudiando y por la experiencia. C. Dios quiere protegernos de todo mal, pero solo la persona sabia se esconde en Dios. Muchas veces no se trata de ser valiente, sino de ser sabios. D. La Biblia dice que debe escuchar el consejo y aceptar la corrección para ser sabio en la vejez: “Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.” (Proverbios 19:20). IV. SEA HUMILDE DE CORAZÓN A. La humildad nace en el corazón y se refleja externamente. Aunque Dios los bendiga mucho, tiene que seguir siendo humilde. Jesús dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” (San Mateo 11:29). B. La Biblia dice que antes del quebrantamiento viene la soberbia y la altivez y de espíritu: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Proverbios 16:18). El orgullo ha derribado a más personas que cualquier otro pecado. C. En la Biblia vemos que, por causa del orgullo, Lucero fue echado de los cielos a la tierra: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.” (Ezequiel 28:17). El primer rey de Israel perdió su corona por causa del orgullo (1 Samuel 15:22-23). D. La Biblia dice que sobre toda cosa guardada debemos guardar el corazón (Proverbios 4:23). El corazón orgulloso vive juzgando a los demás; sea humilde de corazón y siempre será bendecido. E. La humildad se demuestra por medio de la sujeción y obediencia a su cobertura espiritual. V. SIGA RESPETANDO A DIOS A. El temor habla del respeto que debemos tener para con Dios. El que respeta a Dios sigue leyendo la Biblia, sigue orando, y sigue cumpliendo sus mandamientos establecidos. B. Si quiere seguir siendo bendecido, siga respetando a Dios. El respeto a Dios, se demuestra por medio del respeto a su cobertura espiritual. Jesús dijo: “El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.” (San Lucas 10:16). C. El que deja de respetar a Dios, deja de obedecer sus mandamientos. La Biblia dice que el ama a Dios debe guardar sus mandamientos: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3). CONCLUSIÓN Recuerde que Dios quiere seguir bendiciéndonos, sin embargo, nosotros necesitamos poner de nuestra parte para seguir siendo bendecidos. Ponga en práctica estos consejos en su vida y siempre será un hombre bendecido. Iglesia Ministerio Plenitud Reverendo Nain Villagomez Pastora Marlene Muñoz Soliz Santa Cruz, Bolivia