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TEMA: BENDECIDOS PARA BENDECIR

TEXTO: 1 REYES 17:8-16


INTRODUCCIÓN
¿Quién tenía que sustentar a quién? La viuda tenía que sustentar al profeta pero la
viuda no tenía cómo hacerlo porque tenía lo último para comer y luego esperaría
la muerte, sin embargo, Dios deseaba bendecir a la viuda para que ésta bendiga la
vida del profeta.
Si queremos ser bendecidos parta bendecir, necesitamos cumplir algunos
principios que esta viuda cumplió.
I. EL PRINCIPIO DE LA OBEDIENCIA
A. El profeta recibió la orden de ir a Sarepta de Sidón, cuando llegó a la puerta
de la ciudad, vio a una viuda que estaba recogiendo leña, y el profeta la llamó y
le pidió que le traiga agua, la viuda sin pensarla dos veces, obedeció y estaba
yendo para traer agua.
B. No hay bendición sin obediencia. Muchas personas quieren ser bendecidas
pero si no practican este principio nunca disfrutarán de la bendición de Dios. Las
personas que no están dispuestas a obedecer no son dignas de ser bendecidas.
C. Dios está esperando nuestra obediencia, no deseche la palabra de Dios. Pedro
le dijo a Jesús que toda la noche habían pescado pero sin tener resultados, pero
estaba dispuesto a obedecer: “En tu palabra echaré la red” y cuando lo hizo fue
bendecido (San Lucas 5:5-6).
D. Muchas personas pierden su bendición por causa de su desobediencia, un
claro ejemplo es Saúl, el cual fue desechado por Dios por causa de su
desobediencia (1 Samuel 15:22-23).
E. Aprenda a caminar en obediencia, no escuche la voz del diablo, no crea lo que
diga la gente, solo camine en obediencia a Dios y su vida será de bendición para
otras personas.
II. EL PRINCIPIO DE DE DAR
A. Dios siempre bendice a las personas que dan. La Biblia dice: “Mas
bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
B. ¿Qué le pidió el profeta Elías a la viuda?
1. Le pidió un poco de agua en un vaso.
2. Le pidió un bocado de pan.
En ninguna de las dos ocasiones, la viuda se rehusó a dar, esa disposición de dar
hizo que sea bendecida.
C. Las personas que endurecen su corazón y no quieren dar, pierden bendiciones,
la Biblia es clara cuando dice que todo lo que el hombre sembrare eso también
segara (Gálatas 6:7). No se puede cosechar si no se siembra primero.
D. El practicar este principio nos lleva a ser bendecidos porque todo lo que
damos produce recompensa para nuestra vida (San Mateo 10:40-42). Dios no se
olvida de lo que damos (Salmos 20:3).
E. Sin embargo, eso no quiere decir que debemos dar por dar, nuestra ofrenda
tiene que ser agradable para Dios, y para ello, necesitamos aprender a dar con
alegría y no con tristeza (2 Corintios 9:7).
III. EL PRINCIPIO DE HONRAR A DIOS PRIMERO
A. Honrar a Dios, involucra ponerlo en primer lugar, antes que cualquier otra
cosa, y eso fue lo que le pidió el profeta: “Hazme para mí primero”.
B. Cuando dejamos de pensar en nosotros y comenzamos a pensar en Dios
primero, comenzamos a ser bendecidos. La viuda dejo de pensar en ella, dejó de
pensar en su hijo y comenzó a pensar en el hombre de Dios, le dio de comer
primero y fue así que ellos también fueron bendecidos y tuvieron para comer.
C. Honrar a Dios también involucra dar lo mejor para Dios. Muchas veces
deshonramos a Dios porque siempre traemos de último nuestros diezmos, porque
siempre damos lo que nos sobra.
D. Caín deshonró a Dios porque ofreció cualquier cosa en su ofrenda (Génesis
4:4-5). Jesús dijo que todos dan de lo que les sobra pero resalto la ofrenda de la
viuda, la cual dio todo el sustento que tenía (San Lucas 21:1-4).
E. Si queremos ser bendecidos tenemos que honrar a Dios con lo que Él nos ha
dado (Proverbios 3:9-10).
CONCLUSIÓN
Cuando vivimos en base a estos principios, somos bendecidos y con esa
bendición, tenemos que bendecir la obra de Dios.
Iglesia Ministerio Plenitud
Reverendo Nain Villagomez
Pastora Marlene Muñoz Soliz
Santa Cruz, Bolivia

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