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IGLESIA CRISTIANA “SOLO CRISTO SALVA”

CARACTERÍSTICAS DE UN SOLDADO DE CRISTO


Serie: El carácter
Texto bíblico: 2 Timoteo 2:1-7

“1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 


2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que
sean idóneos para enseñar también a otros. 
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a
aquel que lo tomó por soldado. 
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 
7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.”

Desarrollo del estudio:

¿Qué es ser un soldado de Cristo?


 Ser un soldado de Cristo es estar dispuesto hacer la voluntad de Dios en
nuestra vida sin importar cuál sea el precio.
Los soldados del ejército de la nación siempre están dispuestos a ser enviados a
guerras con la misión de defender la nación, defender el honor defender a la
gente. Normalmente cuando vemos pasar a los militares se ven con admiración y
muchos desean ser como ellos.
Los militares deben detener ciertas características físicas para poder pertenecer a
este grupo de servidores de la nación.
Hay un ejercito mayor y es el ejército de Cristo al cual aún mas debemos tener la
disposición y el deseo de pertenecer. Pero hay algunas características que
debemos tener.

1.- Es fuerte 2 Timoteo 2:1


1 tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Debemos fortalecernos en la Fe para que cuando vengan los problemas, estemos
firmes y no puedan derribarnos.
Fe: confianza, creer, fidelidad, obediencia y seguridad.
Como tema de este capitulo dice: Un buen soldado de Jesucristo
Un soldado necesita de armas para poder ir a la guerra, o acaso hemos visto
algún soldado sin arma o protección, de la misma manera nosotros debemos
vestirnos con la armadura de Dios como nos dice en Efesios 6:10-13
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su
fuerza. 
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. 
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
La realidad es que estamos en una lucha espiritual constante 1 Pedro 5:8-9
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar; 
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.  
Somos llamados a resistir, a estar preparados para el ataque y firmes en la fe. Es
una lucha intensa, pero Dios no nos deja indefensos. Él provee la armadura que
necesitamos para vencer. ¡Sólo tenemos que ponerla y usarla!
Debemos tener en cuenta que es una armadura, no varias, y debemos llevarla en
su totalidad ya que nos equipa para hacer frente a todos los ataques del diablo. No
nos ponemos hoy el casco y mañana el escudo. ¡No! Los soldados se preparan
con toda la armadura cuando salen a la batalla y nosotros, como buenos soldados
de Jesús debemos hacer lo mismo.
Al usar todas las armas que Dios nos ha provisto, estaremos protegidos y listos
para la batalla. Esa es la forma en la que resistiremos firmemente hasta el fin,
hasta que estemos con Jesús por la eternidad.
Efesios 6:13
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día
malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 
Pablo sabía que como cristianos, nos enfrentamos a una guerra espiritual intensa
y debemos estar preparados. Pablo habla sobre la armadura de Dios, las
herramientas que Dios da a sus hijos para que podamos vencer los ataques del
diablo.
Al vestirnos y usar la armadura de forma efectiva podremos hacer frente a todas
las trampas del maligno y saldremos victoriosos.
1. El cinturón de la verdad
El cinturón que llevaban los soldados era bastante ancho. Servía para mantener la
túnica interior en su lugar a la vez que protegía y daba soporte al cuerpo. De esa
misma forma, el cristiano debe conocer la verdad sobre quién es en Jesús y vivir
una vida íntegra que honre su posición en Cristo
Cómo usar el cinturón: Llena tu mente y tu corazón con la verdad de la palabra de
Dios. Cultiva una amistad profunda con Dios a través de la oración. Fortalece tu
espíritu cada día alabando a Dios y pasando tiempo con él. Vive una vida íntegra y
sé veraz en todas tus acciones y palabras.
2. La coraza de la justicia
La coraza iba enganchada al cinturón y protegía órganos vitales. Una herida en el
pecho puede ser mortal y por eso el soldado debe cubrirlo bien. Así mismo
debemos vestirnos con la justicia de Dios que tenemos a través de Jesús. Somos
justificados por nuestra fe en Cristo
Romanos 5:1-3
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo; 
2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos
firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo
que la tribulación produce paciencia; 
Una definición breve de justificación es “la acción de hacer a alguien justo ante
Dios.”
Lo que nos dice o recuerda este texto es que nosotros éramos culpables pero el
señor Jesús tomó nuestro lugar para que nosotros podamos ser justos delante de
Dios.
3. El calzado para proclamar el evangelio de la paz
Los pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla. El enemigo
puede colocar objetos cortantes o trampas para hacernos caer y evitar que
avancemos. Su meta es impedir que salgamos a proclamar el evangelio de la paz.
Puede atacar con tentaciones, complejos, sentido de inferioridad, ansiedad, gente
que se burla... la lista es larga. Pero en Cristo nuestros pies están firmes y
dispuestos para llevar el evangelio de la paz.
Cómo usar el calzado: Permite que la paz de Dios llene tu corazón cada día. Pasa
tiempo con Jesús y fortalece tu espíritu. No dejes que las trampas del enemigo
impidan tu avance y efectividad. Afirma tus pies, pide a Dios que te de valentía y
comparte su evangelio de paz con todos los que te rodean.
4. El escudo de la fe
El escudo al que se refiere era uno grande que cubría y protegía toda la parte
delantera del soldado. Era resistente y estaba cubierto de cuero porque a veces el
enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero actuaba como aislante
protector.
Con el escudo de la fe podemos apagar todas las flechas que nos dispara el
maligno. El ataque del diablo puede venir de cualquier lugar, por eso es importante
estar alerta para poder colocar el escudo en el lugar preciso y protegernos.
Cómo usar el escudo: Alimenta tu fe leyendo y memorizando la palabra de Dios,
pasa tiempo con Dios. Llena tu mente de la verdad sobre él y sobre quién eres en
él para que puedas usar esa verdad cuando lleguen las dudas.
5. El casco de la salvación
El casco protege la cabeza. Nuestra mente debe estar llena de la certeza de
nuestra salvación. Hemos de vivir cada día la vida que Dios quiere que vivamos
como hijos suyos, anclados en esa certeza y con nuestros corazones llenos de
gratitud.
6. La espada del Espíritu
Esta es la única arma de ataque, las otras son armas de defensa. La espada sirve
tanto para la defensa como para atacar al enemigo. La palabra de Dios alumbra
nuestro camino (Salmo 119:105) y nos ilumina con la enseñanza del evangelio.
Con la espada del Espíritu nos defendemos y hacemos frente a los ataques del
enemigo (mentiras, engaños). A la misma vez, atacamos con la verdad.
Recordemos el ejemplo de Jesús cuando fue tentado, cómo usó la palabra de
forma efectiva para vencer las tentaciones del diablo
Hebreos 4:12
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de
dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 
2.- Es recto 2 Timoteo 2:3-4
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel
que lo tomó por soldado. 
Debemos ser sinceros delante de Dios nos dice el Texto que no vemos a ningún
militar enredado en las cosas que lo pueden hacer fallar en su labor, cuanto más
nosotros cada día debemos de estar firmes y no dejar que los deseos y la
vanagloria de este mundo nos distraiga y no podemos negociar nuestra posición
como soldados de Cristo por placeres temporales que nos llevan a perdición.

Muchas veces algunos tratan de encajar con sus compañeros de trabajo, con los
amigos, haciendo lo mismo que ellos hacen, comportándose como ellos pero
Jesús les dijo a sus discípulos que serían aborrecidos por seguirlo.
De la misma manera nosotros como soldados e hijos de Dios en algún momento lo
podemos llegar a sentir, o quizás usted lo sintió o lo está pasando en la actualidad
dice en Mateo 10:22
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere
hasta el fin, éste será salvo.
Debemos permanecer con rectitud en lo que hemos creido y no solo por tratar de
encajar en grupos sociales decaer en los placeres temporales de este mundo.
3.- Es disciplinado 2 Timoteo 2:5
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
Muchos de los que estamos aquí sabemos lo que es competir en algún deporte,
sabemos que hay ciertos sacrificios que conllevan para alcanzar los
resultados esperados, mas nosotros las disciplinas que debemos de tener en
nuestras vidas es la oración, el ayuno y la lectura de la palabra mantenernos
firmes en estas cosas importantes, nos garantiza estar listos para el llamado de
Dios.
Gálatas 5:7
7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? 
Que nosotros podamos decir como el apóstol Pablo
2 Timoteo 4:7-8
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.
4.- Está seguro
Debemos de estar dispuestos a entregar nuestra vida por defender el evangelio, si
morimos militando en sus filas morimos por él. Los militares van a las guerras con
el conocimiento que pueden morir en batalla a causa del enemigo, pero a
diferencia de nosotros los soldados de Cristo tenemos la certeza, la fe y la
esperanza de que morir en Cristo es ganancia para los hijos de Dios.
Filipenses 1:20-21
20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes
bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en
mi cuerpo, o por vida o por muerte. 
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 

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