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CONGRESO BAUTISTA LATINOAMERICANO JUBLA, 2007

HACIA UNA IDENTIDAD BAUTISTA


Por, Dr. Joselito Orellana, PhD
Octubre 8 del 2007

INTRODUCCIÓN

Se ha dicho con razón que, Un pueblo que no conoce su historia está


condenado a repetirla, pero no necesariamente en lo que a sus gestas se
refiere, sino por el contrario, a los errores imperdonables. Conocer,
reflexionar y sobre todo, enriquecer la historia, es siempre asignatura
pendiente para creyentes serios y comprometidos con el Reino de Dios
primero, y luego con la historia.

Se ha dicho también que ha llegado el tiempo del post


denominacionalismo. Pues yo creo que hay dos extremos que evitar. Por
un lado el denominacionalismo, y por otro lado, lo que yo llamo: el
independentismo. El primer error nos vuelve sectarios, fanáticos y
dogmáticos; mostrándonos como exclusivo pueblo de Dios, que en
realidad no lo somos. Puesto que la multiforme gracia de Dios se expresa
en medio de una verdadera policromía de creyentes de todo “pueblo, tribu,
lengua y nación” Mientras que por el otro lado, no existen las iglesias
“independientes” a la luz del Nuevo Testamento. Si han de ser iglesias
bíblicas, entonces en principio han de estar sujetas a Aquel quien es la
Cabeza de la iglesia: Cristo. Por otro lado, deberán estar sujetas al influjo
del Espíritu Santo y al testimonio de la Sagrada Escritura. Y aún
administrativamente, e incluso por cuestiones de fraternal compañerismo;
deberán estar asociadas entre sí, bajo una mínima estructura
instrumental. De tal manera que no hay espacio bíblicamente para el
independentismo.1

No hay nada de malo en honrar y patentar la herencia rica de nuestra


denominación, mientras ese ejercicio humilde, no nos torne en un pueblo
sectario y arrogante. Las denominaciones en suma, han sido
históricamente instrumentos valiosos de identidad, cooperación, y enfoque
ministerial.

Uno de los debates actuales muy fuertes entre los bautistas en todo el
mundo: es lo que hace referencia a su identidad denominacional y
teológica. Tanto que la Alianza Bautista Mundial dedicó hace pocas
semanas un Simposio para tratar el tema. En el presente documento 2
queremos conjugar brevemente teología e historia. Ya que pretendemos
teologizar sobre la historia, pero sin historizar nuestra teología que
celosamente busca responder solo a lo establecido en la Sagrada
Escritura, especialmente el Nuevo Testamento.
1
Es curioso y aún gracioso, pero quienes defiende apasionadamente el carácter de independientes, no se dan
cuenta que el mero hecho de definirse como tales, los hace denominacionales, puesto que presentan un perfil
que los identifica y diferencia de los demás (¡!)
2
Este documento es un extracto de dos capítulos, tomados del último libro del autor: Los Bautistas: Herencia
y Mensaje; que será publicado próximamente en los USA.

Joselito Orellana Mora, PhD Página 1 07/06/2011


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PRINCIPIOS TEOLÓGICOS BAUTISTAS

El autor bautista Justo Anderson, en el primer tomo de su monumental


obra sobre la historia de los Bautistas, sistematiza siete principios
fundamentales de los bautistas (Anderson: 1987, p., 37ss). Aquellos son
una especie de descripción de lo que se podría llamar una “teología
bautista” y que me permito sistematizar, ampliar y explicar desde mi
perspectiva teológica. Así:

 El Principio Cristológico: El Señorío de Cristo


 El Principio Bíblico: La Autoridad del Nuevo Testamento
 El Principio Eclesiástico: Una Membresía Regenerada
 El Principio Sociológico: Un Orden Democrático
 El Principio Espiritual: La Libertad Religiosa
 El Principio Político: La Separación entre Iglesia y Estado
 El Principio Misionológico: La Evangelización y las Misiones 3

1. El Principio Cristológico: El Señorío de Cristo

Es el principio fundamental, sobre el cual giran todos los demás. Los


antecedentes históricos y sobre todo los bíblicos, señalan el señorío de
Cristo como la doctrina fundamental. De hecho en el lema de la CBE es:
“Jesucristo Único Fundamento”, señalando de este modo lo prescrito en la
Escritura (Cf., Fil. 2:11, y 1 Co. 3:11). Esta afirmación es el primer credo
de la iglesia apostólica y novotestamentaria: “Jesucristo es el Señor”.

Se dice que el futuro de la denominación bautista dependerá de la


fidelidad a este principio. Asumir este dogma de fe, significa oponerse a
todo tipo de totalitarismo. Esta declaración del señorío de Cristo implica
absoluta sujeción y sumisión del creyente como de la iglesia. Si Cristo es
el Señor –como lo es- entonces nosotros somos solamente esclavos que
debemos obediencia plena. Pues, si Cristo no es Señor, entonces no es
nada (Cf., Jn. 9:1ss; Rom. 10:9-10; Fil. 2:1-11; Ap. 1:1ss).

2. El Principio Bíblico: La Autoridad del Nuevo Testamento

No es caer en la bibliolatría.4 Los bautistas buscan amoldarse al modelo


de la iglesia del NT, entendiendo que hay diferencias culturales, históricas
y aún administrativas. Consideran más el NT como una fuente histórica,
normativa y divina; y no un manual eclesiástico. El NT es la “tradición”
definitiva de los bautistas. Los bautistas se basan en el NT, interpretado
bajo la dirección del Espíritu Santo. El AT, es importante pero siempre se
lo debe interpretar desde el NT., nunca al revés.

3
Anderson llama a este principio “evangelístico”, pero yo creo que es más adecuado hablar de
misionológico. Además, él usa la palabra “evangelismo” que en mi opinión es inadecuada porque la iglesia
tiene además otras tareas que hacer en misión.
4
O culto a la Biblia (latría significa, adoración)

Joselito Orellana Mora, PhD Página 2 07/06/2011


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En resumen: este principio es bautista, porque primeramente fue


apostólico. Por ello se estima a los bautistas como “biblicistas” porque se
aferran al NT como la única norma de fe y práctica. Este principio está
hoy más vigente que nunca, debido al subjetivismo teológico y doctrinal
que impera en el mundo católico, protestante, pentecostal y evangélico,
inclusive.

3. El Principio Eclesiástico: Una Membresía Regenerada

Este constituye el principio cardinal y punto de partida de los bautistas en


torno a la eclesiología. Los bautistas creen que la iglesia cristiana es la
confraternidad de todos los creyentes en Cristo, o sea una comunidad
espiritual, cuya expresión concreta en el mundo es una iglesia local y cuyo
fin es el entendimiento del Reino de Dios. Los bautistas para aceptar
nuevos miembros insistirán en dos aspectos antes de la admisión: 1.
Evidencias de una conversión genuina y personal; y, 2. Que el creyente
sea bautizado bíblica y correctamente.

Según los bautistas el bautismo novotestamentario exige al menos cuatro


cosas: 1. Ser creyente (candidato correcto); 2. Por inmersión (modo
correcto); 3. El bautismo como símbolo (significado correcto); 4. Ministro
autorizado (administrador correcto). Creemos que el bautismo es la
representación dramática de la regeneración (Cf., Rom. 6:4). Por eso los
bautistas creen que su práctica bautismal es bíblicamente correcta,
psicológicamente verdadera, intelectualmente libre, y simbólicamente rica
(Anderson: 1987, p., 61).

En suma, los bautistas creen que el bautismo novotestamentario


simboliza: la purificación personal del pecado, la recepción del don del
Espíritu Santo y la unión mística con Cristo en sus hechos redentores. El
bautismo es el símbolo del nuevo nacimiento, y por ello se celebra una
sola vez.

4. El Principio Sociológico: Un Orden Democrático

La persona que acepta el señorío de Jesucristo no podrá tener otro


principio sociológico que no sea el considerar a los demás como iguales
ante Jesús; y en consecuencia, luchará por la eliminación de todo tipo de
barreras, sociales, religiosas, políticas, raciales, etc. Este principio emana
de otro grande y colosal pensamiento de los bautistas, que además fue
grito de guerra en la Reforma: El sacerdocio universal de los creyentes.
Eso significa que el creyente es regenerado por gracia una vez para
siempre, y por medio de la fe. Tiene libre acceso a Dios por medio del
único Mediador (sacerdote) que es Jesús. Y asume su responsabilidad
sacerdotal de cuidado frente a los otros.

La democracia y la autonomía, palabras bautistas distintivas; no significan


ni la anarquía individual, ni la independencia social; sino que significan

Joselito Orellana Mora, PhD Página 3 07/06/2011


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un esfuerzo por dejar libre el acceso entre Dios y el hombre, entre el


Espíritu Santo y la congregación.

Ante Jesucristo todos los hombres son iguales. Una élite no puede existir
en una congregación bautista. Por ello los bautistas luchan por la
democracia en todo orden y contexto posible; con el fin de someterse
mejor a una monarquía absoluta: la de Jesús y su bendito Reino eterno.
El sacerdocio del creyente y la autonomía de la congregación local,
presuponen un profundo sentido de responsabilidad ante Dios.

5. El Principio Espiritual: La Libertad Religiosa

Tolerancia religiosa no es lo mismo que libertad religiosa. Según los


bautistas, libertad religiosa es: “La libertad dada por Dios, de creer
(conciencia) de adorar (culto) y de propagar (prensa, radio, etc.) la fe sin
coerción gubernamental o interferencia clerical” (Anderson: 1987, p., 72).
Además, creo firmemente, que la libertad religiosa debe estar signada
también por la igualdad en términos de derechos y privilegios. De otro
modo, el favoritismo abierto o soterrado, evidenciaría tolerancia, más no
libertad; que en este contexto es sinónimo de igualdad.

En resumen: la libertad religiosa es de culto, conciencia, y proclamación


de lo que creemos. Creemos que la libertad religiosa esta arraigada en la
naturaleza del hombre: él fue hecho libre aún ante Dios.5 Aquella libertad
se ejercita en el contexto del orden social y debe estar gobernada y
motivada por el amor cristiano. Esa libertad involucra la aceptación de la
responsabilidad del discipulado cristiano; y ello implica que el ejercicio de
la libertad demanda fe y sacrificio; humildad y fidelidad; inteligencia y celo
(Anderson: 1987, p., 77).

Y por último, aquella libertad debe ser ejercida –y es solo tal- bajo la
dirección del Espíritu Santo de Dios. Este principio nos obliga a seguir
siendo contestatarios (aspecto negativo según la lectura de los demás),
pero también a ser proactivos, porque debemos demostrar, positivamente,
la disciplina y la adaptabilidad nuestra en la sociedad.

6. El Principio Político: La Separación entre Iglesia y Estado

Este principio es el corolario del anterior, y nació de la interpretación


bíblica de la política.6 El fundamento bíblico para tal y radical separación,
se puede esgrimir en los siguientes puntos:

 El señorío de Cristo, Mt. 28:18


 La naturaleza del reino de Cristo, Jn. 18:36
 El estado pecaminoso del hombre, Rom. 3:23
 El sacerdocio del creyente, Ef. 2:5-10

5
Sin embargo, Martín Lutero decía que para lo único que es libre el creyente, es para servir a Dios.
6
Viene de dos voces griegas: polis = ciudad; y ethos = costumbre: la costumbre o ética de vivir en la ciudad.

Joselito Orellana Mora, PhD Página 4 07/06/2011


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 El carácter espiritual de la iglesia de Cristo, Mt. 16:18


 La doble ciudadanía del creyente, Mt. 22.21: Fil. 3:20

En términos prácticos, la separación absoluta y definitiva entre la iglesia y


el Estado, implica aspectos como:

 Debe darse en el contexto público y legal


 Las iglesias existen sobre una base de voluntariedad
 No existencia de impuestos eclesiásticos
 No habrá instrucción religiosa “oficial” en las escuelas públicas
 Perseguir el bienestar de las iglesias dentro del estado.

7. El Principio Misionológico: La Evangelización y las Misiones

Si la mente de los bautistas está en la teología bíblica y en el NT, su


corazón está en las misiones. La Biblia toda es el relato de la obra
misionera de Dios. La piedra fundamental en cuanto a la base bíblica, son
dos textos referentes a la llamada Gran Comisión (de otro modo seguirá
siendo la Gran Omisión): Mt. 28:18-20, que implica el “hacer” de la misión
(dimensión teleológica), “hacer discípulos”; y Hch. 1:8, que implica el “ser”
(dimensión ontológica) de la misión, “ser testigos de Jesús”. Pero a ello se
añade otra acción fundamental: la de “decir” el evangelio a toda criatura,
en un contexto de predicación (dimensión kerygmática; Cf., Mr. 16:15).

La sola presencia de la iglesia en el mundo, implica la misión, porque


existe y fue sembrada en la historia para ello. Los bautistas tienen miles
de misioneros en el mundo y toda una superestructura de agencias
misioneras, ofrendas e instituciones de apoyo logístico.

¿Cómo hacemos los bautistas las misiones? Pues con la mente inquisidora
de las Sagradas Escrituras; con un corazón apasionado por los perdidos;
con rodillas quebrantadas en oración intercesora; con bolsillos generosos
que ofrendan7; y finalmente, con pies que caminan hacia los no
alcanzados (Cf., Is. 52:7).

¿QUÉ SIGNIFICA SER BAUTISTA HOY?

Ser bautista hoy puede resultar: un gran privilegio; una gran tontería; o
simplemente una cuestión que no importa. Para algunos creyentes esta
pregunta es una preciosa oportunidad para reflexionar sobre la generosa,
gratificante y significativa herencia histórica y teológica de los bautistas. Y
por supuesto tendrían muchas cosas positivas que responder. Ellos
estarían tan estimulados que dirían: ¡Al fin un libro sobre los bautistas!

Sin embargo para otros creyentes, la simple pregunta ya plantea un grave


problema e incomodidad, pues consideran que no viene al lugar hablar

7
Pues como ha dicho Martín Lutero: Todo hombre necesita de una triple conversión; de mente, corazón, y de
bolsillo. ¡Por ello yo creo que debemos bautizar a los conversos con la billetera incluida!

Joselito Orellana Mora, PhD Página 5 07/06/2011


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sobre un “asunto” que ya es caduco. Este es el punto de vista de los post


denominacionalistas. Ellos dirían ¿Otro libro más sobre los bautistas?8
Finalmente están aquellos para quienes ser bautistas no representa en
absoluto nada más que un simple nombre que conjugan folclóricamente
con otros nombres más, desembocando en un sincretismo contra natura.

Hace mucho tiempo –década de los 80s- tuvimos en nuestra CBE como
slogan, la frase: “Los Bautistas: La gente que se interesa en Ti” Se
hicieron camisetas, afiches y a través de varios medios se la promocionó y
posicionó en el corazón de los bautistas ecuatorianos. Que pena que no ha
permanecido en el tiempo, al menos como declaración estratégica. Sin
embargo, es una afirmación que grafica en términos pastorales, el alma
misma de lo que significa ser bautista.

Los bautistas son un pueblo apasionado: ya por el estudio de la Palabra


de Dios; y ya por su corazón tan involucrado en la actividad misionera
(local, regional y mundial). Por ello puedo afirmar, que un buen bautista
es aquel que tiene su mente acuciosa en la Sagrada Escritura; su corazón
compasivo en los perdidos; y sus manos prestas en el arado de las
misiones.

No obstante de todo esto, existe otra lectura posible para definir lo que
significa ser bautista hoy. El Dr. Juan Carlos Cevallos, ThD 9, prominente
teólogo bautista ecuatoriano, argumenta lo que somos y lo que no somos
los bautistas. Y creo que estos dos aspectos antitéticos nos dan una pista
fundamental para rastrear el alma teológica de los bautistas. Veamos.

Respecto a lo que somos, Cevallos destaca que: en primer lugar, ser


bautista es una opción; y además una opción de ser contestatario, esto es,
no conformista10 (Orellana: 1987, p. 6). Y en esencia esto es así, porque
como ya se ha reiterado, los bautistas no tenemos declaraciones de fe que
seguir ciegamente. Nuestra tradición es de amplia cultura bíblica, y de
profunda reflexión y pensamiento crítico.11 Sin embargo y por ello, no ha
faltado alguien que con sarcasmo o desconocimiento vergonzoso diga que:
donde hay dos bautistas hablando sobre doctrina o teología, hay tres
posiciones; la de uno, la del otro y la correcta.

El Dr. Cevallos afirma que: “Hemos sido siempre una denominación


contestataria, esperando que nuestra actitud esté siempre iluminada por la
luz de la Biblia, es decir, jamás nos hemos contentado con lo que está
pasando” (Orellana: 1987, p. 6).

8
Aunque a decir verdad, los bautistas hemos escrito muy poco sobre nosotros mismos. Nuestra producción
literaria se enfoca más en otras áreas, descollando la bíblica y la teológica.
9
Ex Rector del STBE, y actual Editor de la CBP en los USA.
10
De hecho, existe actualmente una corriente fuerte de bautistas autodenominados Bautistas No-
Conformistas.
11
Por ello es muy conocido entre los académicos católicos el dicho de que: los bautistas son a los
evangélicos, lo que los jesuitas son a los católicos. Expresando de este modo el celo y erudición bíblicos de
los bautistas.

Joselito Orellana Mora, PhD Página 6 07/06/2011


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En cuanto a nuestra identidad, desde una perspectiva negativa, el Dr.


Cevallos precisa que ser bautista es: “no ser reduccionista” (…) “no ser
litúrgicamente impávido” (…), y “no ser conformista” (Orellana: 1987, pp.,
7-8). El Dr. Cevallos concluye su artículo expresando lo siguiente:

“Ser bautista hoy, es ser bautista como fueron los que nos
antecedieron, gente libre de ataduras denominacionales,
gente que se dio la libertad de pensar y buscar respuestas
concretas a los problemas de la sociedad a la luz de la
Biblia. Ser bautista es pensar únicamente bajo la dirección
de la lectura bíblica que se abre en diálogo con la vida
misma, vivir y enseñar la centralidad de Jesucristo, vivir y
enseñar el sacerdocio universal del creyente. En resumidas
cuentas, ser bautista es luchar porque “El evangelio una vez
dado a los santos” se encarne en cada persona y así ser
instrumentos de Dios para un pueblo que está perdiendo la
esperanza (…) Se requiere una reflexión crítica sobre lo que
hacemos, decimos que somos y predicamos, para buscar una
ruptura con sistemas e ideologías predominantes que están atrás
de nosotros, someter a estos sistemas al tamiz del Reino de Dios.
Esto nos ayudará a no permanecer engañados y triunfalistas con
el crecimiento que se está dando, pero al mismo tiempo no ser
conformistas a este mundo. No podemos seguir viviendo sin una
ética social pertinente y arraigada en la Palabra. Ser fiel a la
Palabra, pertinente a la realidad y ser radical en nuestra
ética, eso es ser bautista hoy 12, no importa sino estamos de
acuerdo en todo” (Orellana: 1997, p. 8).

Pues, los bautistas tomamos muy en serio aquel postulado paulino de no


rehusar predicar “todo el consejo de Dios” (Cf., Hch. 20:27), o según las
propias palabras del Señor, “… enseñándoles que guarden todas las cosas
que yo os he mandado” (Cf., Mt. 28:20). Nadie tiene el derecho de sujetar
el mensaje del evangelio al cautiverio de dos o tres textos bíblicos, ya que
el evangelio es todo lo que Jesús modeló y enseñó.

Con este trasfondo quisiera esbozar unas líneas de reflexión crítica y


contextual, sobre lo que creo hoy, que es pertinente rescatar del “espíritu
bautista”, para patentarlo como parte sustancial de nuestra identidad.
Creo que ser bautistas hoy es ser:

 Bíblicamente cimentados
 Teológicamente reflexivos
 Axiológicamente radicales
 Socialmente involucrados
 Pastoralmente compasivos
 Misionológicamente comprometidos
 Históricamente trascendentes

12
Negrillas puestas por el autor de este libro.

Joselito Orellana Mora, PhD Página 7 07/06/2011


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1. Bíblicamente cimentados

Como se ha expresado, los bautistas no tenemos declaraciones de fe. En


su lugar, hemos hecho de toda la Escritura, en especial del NT, por el
hecho de la revelación progresiva y final; nuestro “credo” exclusivo. Si hay
una pasión característica y compartida por todo bautista en el mundo, es
el estudio exhaustivo proactivo –no simple lectura- de la Sagrada
Escritura. Leer la Biblia es bueno, estudiarla es mejor, pero practicarla es
excelente. Estudiamos la Escritura no solo para conocerla, sino sobre todo
para obedecerla; pues ese es el auténtico fin de la tarea exegética y
hermenéutica.

Por la palabra estamos dispuestos a dar la vida misma; no sólo por la


palabra en sí misma, sino sobre todo por el Dios de la Palabra que nos
reconcilió en Cristo y puso en nosotros el vivo celo de comprenderla,
cumplirla y pregonarla. Tenemos bajo nuestra piel y en nuestra sangre el
axioma exegético de: El texto y solo el texto, y nada más que el texto.

2. Teológicamente reflexivos

No entendemos la teología como el estudio de Dios, ya que aquello es


completamente utópico y atrevido (de otro modo Dios no sería Dios, y el
hombre tampoco sería un simple mortal). Quizás es mejor asumir la
teología como la ciencia de Dios. Pero sobre todo se debe entender la
teología como la reflexión de nuestra fe sobre la base única de la
revelación escrita de Dios.

Esa revelación especial de Dios nos muestra básicamente tres aspectos de


Dios: ¿Quién es Él? (Su Persona); ¿Qué es lo que ha dicho? (Su Mensaje);
y, ¿Qué es lo que ha hecho? (Sus Obras). Entendemos la teología más allá
de formulaciones dogmáticas que se han de aprender acríticamente. La
Teología es más bien una práctica comunitaria de la iglesia como entidad
hermenéutica. Tarea que además es dinámica y vivencial.

3. Axiológicamente radicales

No existe la neutralidad en términos de los valores, sean estos, éticos,


morales espirituales, etc. La ética del Reino de Dios, es absolutamente
radical, y no lo es menos el compromiso de vida con el Resucitado y su
Reino de justicia. Los bautistas no negociamos los valores del Reino de
Dios, la doctrina novotestamentaria, ni los sagrados propósitos de la
iglesia.

La Ética –como la Axiología misma- son el producto de la interacción


histórica y dinámica de varias fuentes, como: el entorno cultural; el
sustrato religioso; y, el referente de la jurisprudencia. Pero sobre todo, y
desde una perspectiva cristiana; de los fundamentos de la Teología Bíblica
(que además constituye el valor agregado más importante, en relación a
cualquier otro sistema ético fuera de la Biblia).

Joselito Orellana Mora, PhD Página 8 07/06/2011


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Un verdadero creyente muere por sus principios pero no claudica ante la


relatividad ni tampoco los negocia; como tampoco lo hicieron aquellos que
prefirieron orgullosamente ofrendar sus vidas, en lugar de negar su
fidelidad al Nombre de Jesús como Señor Salvador.

4. Socialmente involucrados

Este aspecto no tiene nada que ver con la ya fundamentada doctrina de la


separación absoluta de la iglesia con el estado. Más bien tiene que ver con
la dimensión interdisciplinaria de la teología, como del lugar inexorable
que ocupa la iglesia en el mundo. Como reza una vieja analogía: El mundo
es el mar, y la iglesia es una canoa; el lugar natural de esta es en el mar,
por más riesgosa y compleja que sea la tarea. De igual manera, el lugar de
la iglesia es en el mundo, por ello no podemos abstraernos de la
dimensión de nuestra responsabilidad social.

Es lo que Dietrich Bonhoeffer denominaba, la “santa mundanalidad” Esto


es, la iglesia para poder cumplir con su misión, responsablemente,
necesariamente debe “mundanalizarse” O lo que en palabras del Señor,
parafraseando diría: no podemos ser luz debajo de un mueble; o sal que
desinfecta y da sabor, fuera de la comida. ¡Simplemente no se puede!

No existe la neutralidad política. El creyente como tal, tiene


responsabilidades con el estado que se espera ha de cumplir fiel,
responsable y objetivamente. El involucramiento social tiene que ver con
la idea de ser fermento de cambio, precisamente allí donde las tinieblas
imperan, pero sin negociar ni perder jamás la sustancialidad de la fe y la
naturaleza de lo que somos, y el propósito por el cual vivimos.

5. Pastoralmente compasivos

La pasión de Dios son los seres humanos, en su integralidad histórica, y


no meramente en su dimensión etérea. Tenemos que huir como de los
reduccionismos, también de los espiritualismos baratos e inconsistentes.
El evangelio del Reino de Dios, no es un evangelio del “corazón”, de las
“almas” del “espíritu” De hecho, jamás el NT, asocia el Reino de Dios a un
reinado netamente espiritual (como dice Oscar Cullmann). A Dios le
importan los seres humanos en su realidad integral, por ello diseñó una
salvación en esos mismos términos. Por lo tanto, la pasión de los
creyentes en Cristo, no puede ser otra que no haya sido la de Jesús de
Nazaret.

La compasión es una actitud que se contrapone con el emocionalismo


piadoso y pasajero; expectante y lastimero, pero intrascendente. La
compasión fue la base de la tarea pastoral de nuestro Señor Jesucristo
(Cf., Mt. 9:36; 14:14; 15:32). Sin compasión no puede haber bendición
para los demás. La compasión nos permite ver a los demás, tal cual Dios
los ve. Nos posibilita amar, perdonar, entender, tolerar, sufrir, etc. Yo creo
que la compasión es esa habilidad espiritual de poner bajo nuestra piel el

Joselito Orellana Mora, PhD Página 9 07/06/2011


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dolor (tragedia, situación, conflicto) de los demás. Para asumir la


compasión necesitamos a veces cerrar la boca y abrir los ojos para “ver” la
condición de marginación de los demás. La compasión es parte de un
proceso pastoral patentado por Jesús que consiste en: ver, compadecerse
y consolar (Cf., Lc. 7:11-17)13

6. Misionológicamente comprometidos

La iglesia de Cristo es consustancialmente misionera, no puede ser de otro


modo. Muchos son los involucrados pero poco los comprometidos. Como
reza el viejo pero muy ilustrativo cuento de la gallina y el cerdo: en el
desayuno, la gallina se involucra (porque puso huevos que no le quitaron
la vida); pero el cerdo se compromete (pues para ofrecer el jamón, tuvo
que ser sacrificado). Los bautistas somos una entidad eminentemente
misionera; pero entendiendo por misión, no el simple y burdo
proselitismo, sino sobre todo la misión al estilo de Jesús: Una misión
integral.14 La historia de Gedeón presenta una maravillosa ilustración y
analogía histórica de lo que debiera ser el compromiso misionero de los
creyentes. Fueron 300 hombres los que bastaron para destruir a los
enemigos, bajo la estrategia de Dios, y provocar una portentosa victoria y
una vergonzosa derrota.15

7. Históricamente trascendentes

Herman Ridderbos, considerado el teólogo protestante más importante en


todo el mundo durante el pasado siglo XX, ha dicho que: La iglesia es el
escenario del Reino de Dios. Si esto es así, cual debe ser, entonces la
iglesia de Cristo no puede pasar desapercibida en el mundo y la historia.
Debe dejar una huella indeleble, no sólo en el área “espiritual” Sino
además, en todas y cada una de las áreas vitales del ser humano.

Los bautistas tenemos esta rica tradición de haber sido –y seguir siendo-
un pueblo trascendente, porque nos hemos involucrado con la historia de
la humanidad; en sus luchas, conflictos y anhelos. Hemos participado y
dejado grandes y valiosos aportes en prácticamente todos los campos de la
ciencia y del convivir humano.

Tenemos que honrar aquella gran herencia y la mejor manera –quizá


única manera- de hacerlo es continuar la brega en defender los derechos
civiles, la libertad religiosa, la defensa de los valores inalienables de la
vida (como la lucha contra el aborto); y, el respeto por los valores
milenarios a favor de la vida y la familia en el diseño de Dios. 16 ¡Amén…!

13
Para más detalles sobre este texto, favor de referirse a mi libro: Comentario Exegético y Pastoral del
Evangelio de Lucas, escrito para la CBP, y que es parte del Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 16.
14
Para una magistral exposición bíblico-teológica sobre el tema, conferir en la bibliografía, la obra del Dr. C.
René Padilla (insigne teólogo bautista ecuatoriano, fundador de la FTL).
15
Algunos misionólogos han llamado a esta experiencia –o modelo- el “Factor Gedeón” Es decir, los que
tienen la visión de Dios y están dispuestos a todo por conseguir la victoria de Dios en el mundo.
16
Ahora que está de moda en el mundo el asunto de legalizar la homosexualidad, los matrimonios
homosexuales, e incluso la posibilidad de que “aquellos” adopten niños formando “familias homosexuales”

Joselito Orellana Mora, PhD Página 10 07/06/2011


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TAREAS URGENTES PARA LOS BAUTISTAS de HOY

1. Dinamizar nuestra liturgia, considerando la riqueza de nuestras


culturas; sin que este violente los normativos principios de culto
establecidos en la Palabra de Dios.
2. Estudiar y afirmar la neumatología bíblica, huyendo de todo tipo de
esnobismo, novelería y práctica sensorial. El fruto auténtico del
Espíritu no es sensualidad, sino verdadera espiritualidad
evidenciada en la práctica por las virtudes del fruto expresadas en
Gál. 5:22
3. Distinguir en la práctica y a la luz de la Sagrada Escritura, y de la
dirección del bendito Espíritu Santo de Dios, la diferencia entre
sensualidad religiosa, y verdadera espiritualidad cristiana.
4. Revisar exegética y contextualmente nuestra eclesiología, para
encontrar las mejores estrategias de expresión de iglesia local para
el mundo moderno, sin que ello implique de modo alguno negociar
la estructura fundamental del Cuerpo de Cristo.
5. Conocer y releer críticamente la historia de los bautistas en
Latinoamérica, para continuar la agenda de servicio y celo por la
Palabra. Huyendo de los reduccionismos y exclusivismos teológicos.
6. Definir una identidad contextual y coherente con nuestra realidad
pluricultural ecuatoriana y latinoamericana.
7. Admitir que hoy en día, hay varios matices de expresión
eclesiológica bautista, y entre los más desafiantes, una especie de
carismatismo bautista.
8. Entender y aceptar que hay otras formas auténticas de expresión
del Reino de Dios en la tierra, y que además tenemos la obligación
espiritual y moral de cooperar con ellas en misión.
9. Releer la herencia histórica y misionera proveniente del mundo
anglosajón, para discernir: qué es parte del evangelio y por lo tanto
absoluto; y por otro lado, qué es parte de la cultura, y por lo tanto
relativo, y no normativo.
10. Amarnos como Jesús nos mandó, y celebrar y disfrutar la
unidad de los hijos del Reino lograda con la sangre preciosa del
Cordero de Dios en el Calvario; de modo que esa evidencia sea una
motivación histórica “para que el mundo crea” en Jesús como su
Señor y Salvador personal

CONCLUSIÓN

La denominación es simplemente una coyuntura de misión, servicio y


fraternidad. Jamás es el fin en sí misma. Siempre la identidad
denominacional debe estar al servicio de la misión bíblica, pero nunca la
misión al servicio de la identidad; lo cual daría paso a todo tipo de
cautiverio ideológico. Sin embargo, hoy más que nunca es preciso ajustar
el perfil denominacional a lo prescrito en la Sagrada Escritura, tanto en lo
que refiere a la ortodoxia y la ortopraxia. El punto no es ser mejores
bautistas, sino sobre todo ¡mejores protagonistas del bendito Reino de
Dios aquí y ahora…! Que así sea…

Joselito Orellana Mora, PhD Página 11 07/06/2011


CONGRESO BAUTISTA LATINOAMERICANO JUBLA, 2007

ACERCA DEL AUTOR:

Dr. Joselito J. Orellana Mora


MET. MGE. MSE. PhD.
Maestro, Pastor, Escritor, y Consejero

Ministerios Actuales:
Pastor Asociado de la Iglesia Bautista Universitaria, de Quito, IBU
Director y Profesor de la Escuela de Ministerio de la IBU
Rector y Profesor del Seminario Teológico Bautista del Ecuador, STBE
Consejero Nacional de la Juventud Evangélica Bautista Ecuatoriana, JEBE
Profesor de la Universidad Cristiana Latinoamericana, UCL
Profesor de la Universidad Internacional Visión, USA
Misionero y Representante Legal de PMM Inc - Filial de HCJB Global
Miembro del Comité de Oralidad del Pacto de Lausana, Suiza
Escritor para varias casas editoriales

E-mail, chelomg7@hotmail.com Celular, 094-792489. Box 17-17-691


Sitio Internet, www.joselitoorellana.blogspot.com o, www.palmministries.com
Dirección casa: Conjunto Rinconada del Sol Uno, Casa D-6. Av. García Moreno, Fono casa
2827770, Calderón-Quito
Dirección iglesia hogar, IBU: Calle Marchena Oe3-119 y Av. América, Fono 2563207. Quito

Créditos Académicos:
Licenciado en Teología, STBE
Profesor de Enseñanza Media, UTPL
Licenciado en Ciencias de la Educación, UTPL
MET. Master en Estudios Teológicos, Universidad FLET-STBI-Cali
Diplomado en Pedagogías Innovadoras, PUCE-UTPL
Especialista en Liderazgo Educativo, PUCE-UTPL
MGE. Master en Gerencia Educativa, PUCE-UTPL
MSE. Master en Sagrada Escritura, SEMISUD
Doctor PhD en Teología, Vision International University-USA

STBE Seminario Teológico Bautista del Ecuador


UTPL Universidad Técnica Particular de Loja, La Universidad Católica de Loja
FLET Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos
STBI Seminario Teológico Bautista Internacional, Cali
PUCE Pontificia Universidad Católica del Ecuador
SEMISUD Seminario Ministerial Sudamericano
UIV Universidad Internacional Visión, West Palm Beach, FL-USA

Nació en Ecuador, en la ciudad de Piñas, provincia de El Oro, en Abril de 1965. Reside en


Quito, desde el año ´85. Pastor bautista desde los 18 años de edad. Está casado con Anita
Vera González, y tiene cuatro hijas: Gabriela Michelle (14, adoptada); Génesis Alondra (10);
Orquídea Galilea (7); y Ana Belén (3). Es misionero para América Latina, de una Junta
foránea de los USA. Y está involucrado en los ministerios de Docencia Teológica Superior,
Entrenamiento Pastoral, Pastoral Familiar-Eclesial, Consejería, Literatura, Grupos de USA,
y Administración.
Quito, Abril del 2007.

© DERECHOS RESERVADOS POR EL AUTOR


Documento de uso exclusivo para la Convención Bautista Ecuatoriana (CBE) y la
Juventud Bautista Latinoamericana (JUBLA)

Joselito Orellana Mora, PhD Página 12 07/06/2011


CONGRESO BAUTISTA LATINOAMERICANO JUBLA, 2007

Quito, Octubre del 2007

Joselito Orellana Mora, PhD Página 13 07/06/2011

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