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ATAQUE AL AVISO ARA ALFÉREZ SOBRAL

El 1 de mayo de 1982, con motivo del presunto desembarco británico frente a Puerto Argentino,
la Fuerza Aérea Argentina lanza sus aviones para contribuir a rechazarlos. Seis aviones
Canberra, que se aproximaron a las islas, fueron interceptados por una patrulla aérea de combate
que abatió a un avión argentino, del cual lograron eyectarse ambos tripulantes.
El Aviso ARA Alférez Sobral, que se encontraba en Puerto Deseado, recibió la orden de zarpar
en asistencia de la tripulación caída.
Su comandante, capitán de corbeta Gómez Roca, apreció que la seguridad de su buque se hallaba
seriamente amenazada, pues su tarea no se encontraba protegida por elemento alguno, ya que la
fuerza de tarea propia se encontraba alejada, no se contaba con cobertura aérea y debía penetrar
en zona controlada por las fuerzas enemigas, por lo cual, para enfatizar el carácter de la misión,
dispuso navegar con luces de posición y cubierta encendidas, una bandera blanca con cruz roja
izada, haciendo sonar la sirena y emitiendo con el radar en forma continua.
Llegado a las 2230 del 2 de mayo al punto dato, el Aviso comenzó el rastrillado de la zona, en
busca de los pilotos, cuando fue sobrevolado por un helicóptero no identificado. El comandante
ordenó apagar las luces y adoptar rumbo para salir de la zona de exclusión. Treinta minutos
después, el buque fue nuevamente sobrevolado por otro helicóptero; el comandante ordenó abrir
fuego con artillería antiaérea, el helicóptero realizó maniobras de evasión y logró alejarse.
Después de este hecho, la tripulación del Aviso no tenia duda que el ataque británico seria
inminente.
En efecto, 20 minutos después se avistó desde el puente, un resplandor que inicialmente fue
confundido con luces very, cuando en realidad eran los fogonazos que dejaban los mísiles al ser
lanzados. De ellos, por los menos uno impacto, produciendo daños en la superestructura y
provocando cortes en las antenas de comunicación.
El comandante dispuso desalojar los montajes y hacer que todo el personal posible permaneciera
protegidos bajo cubierta; quedando él en el puente junto al guardiamarina Olivieri y el personal
necesario.
Al las 0120 se produjo otro ataque. La explosión fue tan terrible que sacudió al Aviso.
Sobrepuesto de la sorpresa, el segundo comandante, teniente de navío Sergio Bazan, corrió al
puente y observó atónito su completa destrucción y la de la radio, y la desaparición de las ocho
personas que allí cubrían puestos de combate.
Rápidamente se izo cargo del comando y ordenó parar maquinas a fin de reparan el sistema de
gobierno y combatir el fuego.
Media hora después, luego de haber reparado el timón, el Aviso comenzó a navegar tomando
como guía la dirección del mar, ya que no había quedado ningún compás en servicio.
Se navegó todo el día 3 y la noche del 4 con una visibilidad nula por niebla y con reiterados
incendios en la zona del puente y la radio.
A las 0900 del día 4 de mayo, el Aviso comenzó a emitir señales con el transmisor de
emergencia, las que fueron escuchadas por la estación costera de Puerto Deseado.
La flota de mar recibió orden de proveer exploración sobre al ARA Alférez Sobral, ayuda que
fue reforzada al destacar al destructor ARA Py, ARA Cabo San Antonio y dos guardacostas de
Prefectura Naval.
Y así, dañado pero no vencido, a las 2115 del 5 de mayo, el ARA Alférez Sobral atraca en Puerto
Deseado poniendo fin a su odisea.
El Aviso ARA Alférez Sobral era una unidad naval de primera categoría, pero no por sus
características físicas ni por su armamento, sino por el sentir y valentía de toda su tripulación.
Su comandante, capitán de corbeta Gómez Roca, último comandante muerto en el puente desde
las guerras de la independencia, al igual que el resto de la tripulación que lo acompañaban,
encontraron su fin de la forma más heroica para un marino, en su puesto de combate, sin temer al
enemigo ni a la muerte, ofreciendo su vida en defensa de la patria.

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