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Una noche, con poca neblina, inicia la búsqueda de nuevas tierras, lograron
espectar tipos de diferentes especies mitológicas. Por otro lado, Artemis
terminaba de especular la teoría de “seguir al Unicornio de cuerno dorado y
te será de brújula hacia tu destino”, suspira y agarra un cuerno de plata para
llamar a aquel unicornio dorado. Tras al intentar sonar el cuerno, este no le
funcionó, pues se dio cuenta de que le faltaba una pieza. Artemis se va hacia
un tótem no muy lejano, le indica lo ocurrido, y le pide un cuerno de plata
nuevo. El tótem lanza su primer acertijo, – Tengo un arco, no soy flecha y sí
de madera. –
Artemis después de haber pensado por el arpa, se le sale decir – violín. –
El tótem mueve su cabeza principal y da correcto
Piensa que la suerte puede que esté de su lado. Terminando los tres
acertijos el tótem le da el cuerno a Artemis, él se dirige hacia a fuera de los
árboles tocando el cuerno, esta vez sí funciona, dando paso a ver desde los
arbustos salir una belleza de unicornio alado brillantemente dorado.
El semi dios le habla sobre la misión de la concurrencia y le ordena llevarlo
hacia una localidad desconocida, el ser con alado le asienta la cabeza en
señal de aceptar sus órdenes; Artemis ya montado en aquel unicornio, aquel
empieza a cabalgar y el viaje comienza.
Ya el unicornio se encontraba cabalgando, un tiempo después empieza a
oscurecer y enseguida el animal fantástico inclina su cabeza para después
hacer brillar su cuerno.
Unas cuevas de grifos después, ya se encontraban en el Río Tíber y el
unicornio vuela hasta llegar a tierra firme, Artemis queda atónito al ver que
el cuerno del unicornio pestañó 4 veces, lo que significa que han encontrado
el lugar indicado. Artemis pregunta:
– ¿En verdad toda esta tierra es la indicada?
Pakma, quien parecía estar observándolo desde que oscureció por medio
una estrella, aparece afirmando que encontró el lugar indicado, el dios saca
una lira y la toca suavemente en aviso del ganador de la concurrencia. De
pronto aparecen los demás semi dioses para el nombramiento del ganador.
Dan espacio totalmente ara Artemis y Pakma en aquel lugar, el dios se
inclinó al frente de él, dándole con su cetro derecho hacia la corona de
Artemis mientras le dice:
– Hoy, ante todas las estrellas y demás semi dioses, te nombro próximo
fundador estas tierras. Artemis, pronta deidad, quedas con el máximo cargo
hacia tu localidad.
Todos alrededor se reverencian ante Artemis y él agradece prometiendo
hacer de este lugar un imperio eterno de dioses.
Ahora, así es como Roma obtuvo el nombre de “la ciudad eterna”, porque
está llena de historia mitología y dioses. También, el unicornio quedó como
el animal representativo de Roma.