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Los CUATRo pájARos

y el árbol
MITO

Los CUATRo pájARos espiRiTUALes y


el árbol perfecto
Paco Lerín (06/20)

Fuente principal:
El Árbol Universal y los Cuatro Pájaros, de Ibn Arabi
"Unificación cósmica en presencia de testigos esenciales, a través del ensamblaje del Árbol Humano y los Cuatro Pájaros Espirituales".
Publicación: “The Universal Tree and the Four Birds”, tratado sobre la Unificación (al-Ittihåd al-kawnï), Ibn Arabi,
traducción y comentarios Angela Jaffray. Anqa Publishing, Oxford, 2006.
El Mito de LOS CUATRO PÁJAROS ESPIRITUALES Y EL ÁRBOL PERFECTO

Érase que se era una nube, antes del tiempo, del espacio y de la oscuridad, que decidió mirarse a
si misma.

Algunos dicen que esa nube no fue nunca porque es y será siempre, ya que es la existencia misma,
pero eso son cuentos de abuelos, que abandonan aquí nuestra historia.

Una de las luminosas gotas que rodeaba aquella nube fue elegida para esa misión de crear un
espejo, esta gota escuchó la llamada y respondió obedientemente; ella se transformó en el primer águila
blanca y voló setecientas ochenta y seis mil parasangas, que es una unidad de distancia antigua muy
grande. Y cuando cesó su vuelo el águila se dio cuenta de que ya no podía volver, estaba en el exilio y se
sentía solitaria. La familiaridad y unión con la nube ya era imposible. Pero en el mismo águila estaba su
bálsamo para curarse del aislamiento y la soledad, aunque no lo sabía. Aún sin saberlo se entregó a la
desesperación y lloró y lloró; y eso fue una llamada; y continuó llamando hasta que hizo aparecer en la
realidad, ante él, cara a cara, su bálsamo. El águila no sabía que esto iba a ocurrir, solo lamentaba la
separación de la unión; pero de su interior surgió la paloma torcaz como compañera. Esta fue la segunda
armonía y unión a través de la duplicación. Cuando el águila redobló su demanda apareció la paloma, y tan
pronto como la vio se enamoró de ella, pero ella no le permitió ni que la besara aunque el águila deseara
abrazarla y acostarse con ella. La paloma se había manifestado desde sus entrañas porque la nube la llamó
a la existencia de esa manera, y había una inclinación del uno para el otro, la paloma emanaba del poder
del águila y se manifestaba a través de su forma. La paloma solo tenía dualidades, se le habían confiado
dos realidades y dos hilos sutiles; una realidad por la que comprendía y otra por la que actuaba trayendo a
la existencia lo que deseaba por medio de su ocasión; un hilo atado al águila, que es enviado cuando la
paloma desea al águila y entonces el hilo le atrae a su presencia; y otro hilo atado a la nube, que es enviado
a la paloma cuando le llama la nube.

Cuando el águila escuchó que un sutil hilo se extendía entre los dos, descendió hacia la paloma a lo
largo de ese hilo y sus esencias y cualidades se mezclaron, la boda espiritual tomó lugar y las dos aguas
fluyeron en el vientre del momento. El amante se recuperó de su enfermedad y encontró descanso en el
deseo de responder al llamado divino. El hilo de la nube llamó a la paloma y le dijo: "Exhala cuando me
menciones para que la palabra de mi mandato se manifieste desde ti", la paloma exhaló como un oprimido
y quedó embarazada del ‘Anqa, que llenó su refugio de vida.

El ‘anqä, la primera hija de la paloma, habita en el oeste y no tiene una realidad existente pero el
secreto de su significado debe ser buscado. Otorga la gnosis a sus más íntimos seres. Elemento de luz y
oscuridad, lugar de confianza y sospecha. Es capaz de soportar cualquier forma. Ha recibido el don de
transmitir las ciencias aunque no es un conocedor, y de otorgar determinaciones aunque no es un juez. Se
pasea entre los humildes de cabeza inclinada.

Es el Polvo y la materia universal y tiene un hermano, hijo del águila y la paloma, que posee dos
parejas de realidades, en total 4 verdades que a veces son siete; como las Pléyades cuyo número de
estrellas depende de la cercanía y agudeza de la visión que la observa. El hermano y el ‘Anqä tuvieron un
hijo, el nieto de águila y paloma, el cuervo negro.

El cuervo negro es el cuerpo de luces y el portador del receptáculo de los secretos, el receptáculo de
la calidad y la cantidad, y la causa de la alegría y la tristeza. De él surge el mundo de los cuerpos
materiales. Es la fuente de las figuras, y las semejanzas se golpean de acuerdo a los niveles de mi forma.
Su altura no ha dejado de estar frente a su esencia, a través de la eternidad sin principio ni fin, desde que
fue traído a la existencia. Por su causa, algunos son aceptados y otros rechazados. Es la forma de la esfera
celestial y el lugar de la realeza. Sobre él se estableció el trono y se le dio el nombre de "lugar donde se
estableció". (La conexión entre la línea ecuatorial, el lugar de establecimiento del Trono, y los "cuerpos oscuros" que son los
más lugares seguros para esconder las luces divinas) Él es el posterior que no es superado, así como el Águila es el
precedente que no es superado. Él águila es el primero y el cuervo es el último. La de águila es la
dimensión no manifiesta y la del cuervo es la manifiesta. La existencia se ha dividido entre uno y otro. El
cuervo manifiesta el poder del águila y su creación, mientras que el juicio del águila depende del cuervo.
El conocimiento del cuervo fluye en él águila, y el conocimiento del águila fluye en el cuervo.

También fue revelado un árbol cuya raíz es firme y cuyas ramas están en los cielos. Entre sus ramas
se encontraban el cuervo y el extraño ‘Anqå, y al abrigo de sus ramas se encontraban el águila y la paloma
torcaz. El Árbol decía:
“Soy el Árbol Universal de la similitud, la síntesis y la semejanza. (El Ser Humano Perfecto es a menudo
descrito, también, como el semejante (mithl), ya que fue creado sobre la forma de lo Real). Tengo raíces profundas y mis
ramas son altas. La mano del Uno me plantó en el jardín de la eternidad, protegido de las vicisitudes del
tiempo. Tengo espíritu y cuerpo. Mi fruto se recoge sin que ninguna mano lo toque. Estos frutos contienen
más ciencias y conocimientos de los que los intelectos sanos y los corazones sutiles pueden soportar. Mi
centro es la meta deseada. Mis ramas se acercan y bajan perpetuamente. Algunas bajan para dar beneficio
y ayuda, mientras que otras se acercan poco a poco para dar favor. Mi constitución es como la esfera
celeste en su redondez y mis ramas son el hogar de los espíritus alados. Mis flores son como las estrellas
cuyo curso engendra los minerales, fluyendo en sus cuerpos. Soy el árbol de la luz, la palabra y el bálsamo
de ojos de Moisés, sobre el cual está la paz.”

El águila se sentó en las ramas derechas más elevadas del árbol, con majestuosidad y severidad; y la
Paloma en las ramas izquierdas más elevadas, con belleza y compasión. También estaban, en la parte
elevada, el ‘anqa, su hermano y el cuervo. Sus descendientes se situaron más abajo y eran 4 familias: el
trono, el doble escabel, las doce torres y las 28 estrellas. Debajo estaban las 4 ramas de los ríos del
conocimiento sobre las siete ramas planetarias. Y encima de los frutos de los seres visibles, los cuatro
elementos. Los seres visibles tienen semejanzas con las etapas del embrión humano; los seis reinos de lo
mineral o reptiliano, lo vegetal o de las aves o los herbívoros, lo animal o de cuadrúpedos o carnívoros, lo
angélico o facultades, los genios o impedimentos, y lo humano superior.

Situada la creación ella fue el espejo, y para no pertenecer al mundo y que la nube pueda mirarse,
solo queda ascender por la escala hacia el origen: El objetivo es la cegadora Nube. El espíritu está en los
cielos. El reino está en el Trono y la autoridad en los dos pies de equivalencia (Los dos pies de equivalencia
(sawå¤) se encuentran al nivel del Escabel (al-kurs¨).Es a este nivel que el cosmos está polarizado en Nombres y
Atributos opuestos.). La constelación está en la esfera celestial. El juicio está en este mundo mientras que el
fin es el siguiente mundo. La intimidad está en el amigo íntimo Abraham (saturno). Las conversaciones
están en Moisés, que habló con Dios cara a cara (Júpiter). La vicegerencia está en Aarón, el sabio (marte).
La elevación está en Idrïs (sol). La forma está en José y su belleza (Venus). El conocimiento en su
diversidad y multiplicidad está en Jesús (mercurio). El cuerpo está en Adán, el padre de la humanidad
(luna). El corazón es de Abraham, el más grande de los maestros. Y el marco físico está en los cuatro
elementos

El águila esta en la estación más elevada y la luz más brillante. Le convoca la existencia y la
obedece. Es instrumento de su franqueza. Lleva a cabo todo de acuerdo a su rango. Las realidades buscan
en ella su plenitud. La parte más secreta de su ser se convirtió en su Trono, el divino nombre que todo lo
abarca. Sus dos visires, el que da y el que retiene, y sus dos chambelanes, el que confiere el perjuicio y el
que confiere el beneficio se sentaron en sus dos estribos; y le dieron los nombres de “poderoso” y
“sublime”. Subsistencia y aniquilación aparecieron y les siguió un curso alternado de expansión y
contracción. Se dividieron las luces entre meritos y gracias.
La paloma es la de los elogios repetidos a menudo. Solo tienen dualidades. Toda la creación
termina en su existencia. Esta en equilibrio entre el alfarero y el cacharro. Destierra a los que están lejos y
acerca a los que están cerca. Es amiga de los amigos y aflige a los desdichados. Hermosas realidades
descienden sobre los hilos hacia los corazones que vuelven sus adornos hacia el que trasciende el tiempo.
Su autoridad es útil para los más lejanos y cercanos. Cuando cae en picado es con el espíritu de la difusión.
Cuando se eleva por encima, las constituciones corporales se disuelven.

“Les he explicado algunas de las estaciones de las fuentes de las criaturas: el ser humano
universal, el primer intelecto, el alma única, la materia prima y el cuerpo universal. Investígalas como un
hombre inteligente que busca la salvación de su alma”. (Ibn Arabi)

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