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INTRODUCCIÓN
El tejido óseo es un tejido conjuntivo que se caracteriza por una matriz
extracelular mineralizada, su gran consistencia. El tejido óseo forma la mayor
parte del esqueleto, el armazón que soporta nuestro cuerpo y protege nuestros
órganos y permite nuestros movimientos. Este tejido representa el pate más
importante del esqueleto, y a pesar de su dureza y resistencia posee cierta
elasticidad. Al igual que el cartílago, el tejido es una forma especializada de tejido
conectivo denso, además provee al esqueleto de la fortaleza de funcionar como
sitio de inserción y satén del peso para los músculos y le da rigidez al organismo
para protegerlo de la fuerza de gravedad. Las funciones más importantes del
esqueleto son la de protección, rodeando al cerebro de la médula espinal y parte
d ellos órganos del tórax y del abdomen. Una modificación especial del tejido
óseo es el marfil, el cual posee un cemento de tejido óseo reticular. Al igual que
los demás tejidos conjuntivos está compuesto por células, fibras y sustancia
fundamental amorfa. Sus componentes extracelulares están calcificados,
haciendo de él un tejido duro y resistente. El hueso posee la notable
característica de combinar una gran dureza con un alto grado de plasticidad. La
dureza del hueso depende de las sales inorgánicas de que está impregnado, las
cuales representan aproximadamente 2/3 de su peso seco. La plasticidad del
hueso, por el contrario, está dada por el componente orgánico de la matriz y, en
particular, por las fibras colágenas que le confieren cierto grado de plasticidad.
La estructura de un hueso largo, como el húmero, es la siguiente:
Diáfisis: La parte alargada del hueso.
Epífisis: Extremos o terminaciones del hueso.
Metáfisis: Unión de la diáfisis con la epífisis.
Cartílago articular: Fina capa de cartílago hialino que recubre la epífisis donde
el hueso se articula con otro hueso. El cartílago reduce la fricción y absorbe
choques y fricciones.
Periostio: Membrana que rodea la superficie del hueso no cubierta por
cartílago. Función de las células del tejido óseo El tejido óseo está constituido
por una matriz en la que se encuentran las células dispersas. La matriz está
constituida por 25 % de agua, 25 % de proteínas y 50 %de sales minerales. Hay
cuatro tipos de células:
Células osteoprogenitoras: Células no especializadas derivadas de la
mesénquima, el tejido del que derivan todos los tejidos conectivos. Se
encuentran en la capa interna del periostio, en el endostio y en los canales
del hueso que contienen los vasos sanguíneos. A partir de ellas se generan los
osteoblastos y los osteocitos.
Osteoblastos: Células que forman el tejido óseo, pero que han perdido la
capacidad de dividirse por mitosis. Segregan colágeno y otros minerales
utilizados para la construcción del hueso. Se encuentran en la superficie ósea y
a medida que segregan los materiales de la matriz ósea, esta los va envolviendo,
convirtiéndolos en osteocitos.
Osteocitos: Células óseas maduras derivadas de los osteoblastos, al igual que
estos han perdido la capacidad de dividirse. Los osteocitos no segregan
materiales de matriz ósea y su función es la de mantener las actividades celulares
del tejido óseo como el intercambio de nutrientes y productos de desechos.
Osteoclastos: Células derivadas de monocitos circulantes que se asientan sobre
la superficie del hueso y proceden a la destrucción de la matriz ósea. Clasificación
del tejido óseo. Se organiza de dos formas diferentes: tejido óseo esponjoso
y tejido óseo compacto.
Hueso esponjoso o areolar: Formado por delgadas trabéculas que, en los
huesos ya formados, corresponden al tejido óseo laminillar rodeadas por
células de revestimiento óseo. Este se localiza en el interior de los huesos del
cráneo, vértebras, esternón y pelvis y también al final de los huesos largos.
Hueso compacto o denso: Se localiza en porciones externas a todos los huesos
y ramificaciones de los huesos largos. Poseen una estructura dura y predominan
matriz ósea. Aquí se localizan los osteocitos dentro de las lagunas alrededor de
los conductos de Havers u osteón, esta forma una capa exterior sólida sobre los
huesos, lo cual evita que sean fácilmente rotos o astillados. El sistema de
laminillas óseas o del hueso compacto están distribuidas por cuatro sistemas
que son especialmente externas, laminillas circunferenciales internas,
sistema de los conductos de Havers que están comunicados por conductos de
Volkmann y laminillas intersticiales.
ACTIVIDAD:
1. Realice un comentario sobre el artículo titulado “Nuevo flujo sanguíneo
es necesario para la regeneración ósea”, que se presenta a continuación:
Hueso esponjoso
Cavidad medular
Hueso compacto
3. Complete el siguiente cuadro de acuerdo a las células del tejido óseo: