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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Ingeniería - Departamento de Ingeniería Química


(Q1850) FUNDAMENTOS DE INGENIERIA AMBIENTAL

UNIDAD 2

CONTAMINACION AMBIENTAL

Un informe presentado por la Organización Mundial de la salud (OMS) calcula


que el 23 % de las muertes en el mundo son producto de vivir o trabajar en
ambientes poco saludables, siendo los niños y las personas mayores los más
afectados por la mala calidad ambiental. Entre los factores de riesgo ambiental se
cuentan la contaminación de aire, del agua y del suelo, la exposición a los productos
químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta. Estas causas contribuyen al
origen de más de cien enfermedades o traumatismos.

1.- Contaminación Ambiental

Toda alteración del equilibrio existente, genérica y globalmente, en el medio ambiente, en la


composición, características y propiedades de cada uno de los sectores que lo integran, y
de sus interacciones recíprocas, cualquiera sea la causa u origen de la misma y el sector
afectado, puede considerarse como una forma de contaminación. Tal amplitud de factores y
efectos involucran agentes de diferente naturaleza y acciones, continuas o discontinuas,
espontáneas o provocadas. (Cattogio, 1992)

La contaminación puede definirse entonces como la alteración del ambiente


(cambio indeseable en las características físicas, químicas o biológicas) a niveles
que llevan a la pérdida del uso benéfico de un recurso, a la degradación de la salud
o a la afectación adversa de la supervivencia de los seres humanos, la vida silvestre,
los organismos vivos o los ecosistemas.

La contaminación ambiental, causada por agentes biológicos (microorganismos,


cultivos celulares, parásitos humanos, que pueden ser causantes de diferentes
enfermedades), físicos (muy bajas y muy altas temperaturas y sus cambios bruscos,
ruido, radiaciones, vibraciones), químicos (elementos y compuestos inorgánicos y
orgánicos) y acciones que pueden producirse espontáneamente o ser provocadas
por la actividad del hombre (en especial cuando se concentra en grandes
comunidades que consumen recursos y transforman materias primas a través de
procesos industriales), es un problema generalizado en el planeta y es una de las
principales causas de la degradación de los diferentes componentes ambientales y
del deterioro actual de la calidad de vida y de la salud. Mientras que la
contaminación biológica se puede evitar porque, en general, es viable identificar el
origen, así como ponerle remedio en un plazo razonable, el crecimiento de las
ciudades y de las actividades industriales y agropecuarias ha puesto en primer plano
los agentes físicos y químicos como responsables de problemas de salud pública, ya
sea por el modo inadecuado de producción, de almacenamiento y/o disposición final
de los residuos. Entre los agentes físicos, las radiaciones ionizantes y no ionizantes
se diferencian por la energía contenida en ellas, capaz o no de dañar las
membranas celulares y el interior celular, y aunque existen muchas controversias,
hasta hoy no hay comprobación científica suficiente que asegure que las no
ionizantes sean perjudiciales para la salud, en las concentraciones o niveles
permitidos para su exposición.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 1


Todos los agentes ambientales nocivos presentan ciertos comportamientos
dentro de los ecosistemas. La dinámica o cinética de los contaminantes en el ambiente
analiza su movilidad, interacciones y degradaciones en él. Habitualmente, una
sustancia que ingresa al ambiente, se dispersa en el medio e interactúa con los
elementos propios de éste, se distribuye hasta cierto grado y puede ser transferida a
otros componentes ambientales.

Los elementos y compuestos inorgánicos, están representados por los metales y


sus compuestos, que, según sus propiedades y estados físicos (gases, vapores,
líquidos o sólidos) y dependiendo de su reactividad, su estabilidad ambiental y su
toxicidad, pueden afectar la salud individual y/o colectiva. Entre los primeros agentes
inorgánicos utilizados por el ser humano, desde hace siglos, se encuentran el
arsénico, el mercurio y el plomo, para distintas actividades productivas. Ciertos
elementos o iones, aparentemente inocuos, han demostrado ser partícipes en
afecciones graves, ya sea por predisposición o susceptibilidad de las personas, o
por sobredosis en ciertas etapas del desarrollo. Tal es el caso del aluminio, que se lo
consideró inerte pero hoy se sabe que bloquea ciertos grupos funcionales proteicos
que caracterizan enfermedades neurodegenerativas. Otro caso son los nitratos en
agua de consumo, que, al oxidar el hierro de la hemoglobina, la vuelve incapaz de
transportar el oxígeno, produciendo metahemoglobinemia, especialmente grave en
lactantes (síndrome del niño azul).

Los compuestos orgánicos son los de mayor abundancia y variedad como


consecuencia del crecimiento inmenso del número de mezclas sintéticas y de sus
múltiples aplicaciones. Son los que tienen mayores posibilidades de interferir con los
procesos biológicos normales por diferentes motivos, entre ellos: su mayor facilidad
para trasponer las membranas celulares y modificar su permeabilidad, su efecto
sobre enzimas y/o recombinación con funciones activas, y su acción sobre sistemas
de defensa e inhibición de procesos vitales (respiración, fotosíntesis). De acuerdo
con su estructura, propiedades generales y usos potenciales, existe una amplia
gama que va desde los hidrocarburos (asociaciones de C y H con todas sus
variantes: cadenas abiertas, lineales, ramificadas o anillos, ciclos con un
heteroátomo o más –N, O, S–), hasta las moléculas más complejas, pluriatómicas,
con distintos tipos de enlaces, configurando distribuciones espaciales longitudinales
y/o en retículos o armando macroanillos.

Dentro de esta categoría se ubican los solventes (hidrocarburos, derivados


clorados, éteres, ésteres, compuestos heterocíclicos) y los biocidas (organoclorados,
organofosforados, carbamatos, piretroides), que inhiben procesos enzimáticos
esenciales e impiden la formación de individuos adultos de especies indeseables. Es
por demás extensa la lista de compuestos orgánicos que tienen acción tóxica,
mutagénica, teratogénica o carcinogénica conocida. Además de los hidrocarburos,
revisten importancia sus derivados halogenados, usados como plaguicidas o
solventes en pinturas o en la limpieza a seco.

Lo cierto es que la gran mayoría de los compuestos, tanto orgánicos como


inorgánicos, tienen alguna contraindicación o son, en mayor o menor medida,
tóxicos. Tanto en unos como en otros, se debe dejar claro que el criterio de toxicidad
es función de las circunstancias y que en general tiene umbrales mínimo y máximo,
es decir que hay una cantidad del elemento que en bajas concentraciones es
esencial y que por sobre ciertos valores, a veces dentro de márgenes estrechos,
actúa desfavorablemente sobre el mismo organismo. Un caso típico es el flúor,
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 2
necesario para preservar el esmalte dental y evitar las caries, pero que en exceso
produce fluorosis y manchas en los dientes.

Los agentes ambientales, especialmente los químicos, presentan ciertos


comportamientos más o menos definidos dentro de los ecosistemas que permiten
estimar cuál es su destino final y de qué modo pueden afectar a la salud humana.
Habitualmente, el agente que ingresa a un componente ambiental (aire, suelo, agua,
alimentos) se dispersa en el medio e interactúa con sus componentes bajo diversas
modalidades físicas (líquidos, gases, vapores, humos, aerosoles o polvos y sólidos,
en el caso de los agentes químicos por ejemplo). Sólo para unos pocos
contaminantes se conocen sus ciclos completos de vida en los ecosistemas. Ello
implica que no se pueden advertir los cambios que la mayoría de ellos sufren desde
su generación hasta su disposición final y las posibles consecuencias que pudieran
tener para los organismos, incluyendo al ser humano.

Los agentes químicos que tienen un alto valor en la constante de la ley de


Henry y un bajo coeficiente de partición octanol-aire suelen presentarse en la
atmósfera principalmente en equilibrio. Se les llama aviadores porque, de acuerdo
con sus propiedades, se transportaran por el globo a través de la atmósfera. Los que
tienen un bajo valor en la constante de la ley de Henry y un bajo coeficiente de
partición octanol-aire suelen existir en principio en las aguas superficiales y se les
conoce como nadadores porque se transportan en las superficies del agua. Debido a
que el agua no viaja tan rápido como el aire (la velocidad de un rio normalmente es
menos de 5 m/s, en tanto que la velocidad del viento se encuentra en el rango de
1-30 m/s), los nadadores no se transportan tan velozmente como los aviadores. Los
químicos que tienen un valor intermedio en la constante de la ley de Henry y en su
coeficiente octanol-aire, suelen presentarse en sedimentos y suelos (saltadores
únicos) o en múltiples fases (saltadores múltiples).

Los principales factores que influyen en la dinámica de las sustancias en el


medio son:

 Cantidad de la sustancia.
 Frecuencia en la emisión.
 Características físico-químicas de las sustancias y del medio en el que ingresan.
 Presencia y naturaleza de los organismos vivos dentro de los ecosistemas.
 Grado y tipo de interacción entre los organismos vivos y las sustancias.

Entre los procesos que más influyen sobre el destino y transporte de las
sustancias químicas en el ambiente, respecto de los riesgos para la salud, se
encuentran la adsorción a las partículas del suelo y sedimentos, que impiden su
movilización y la degradación química, microbiológica o por radiación solar. La
capacidad nociva de un agente puede reducirse o eliminarse por rotura de enlaces
moleculares por la acción de la luz (fotólisis), descomponerse por la acción del agua
(hidrólisis) y transformarse por la acción del oxígeno (oxidación), entre otros
mecanismos.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 3


2.- Contaminación atmosférica

De todos los recursos naturales de la Tierra, el aire es el más compartido, y


se mueve a través de la atmósfera (que se considera un bien común) conectando
fuentes de contaminación a puntos de impacto, ubicados muchas veces a grandes
distancias, pues el aire no obedece a las fronteras geopolíticas, por lo que los
problemas de contaminación del aire transfronterizo son comunes y en especial
difíciles de resolver. El aire ambiental contaminado no se puede remediar con
tecnología, ya que si bien existen algunos procesos de limpieza naturales para la
atmósfera, son frecuentemente insuficientes para regresar a la atmósfera las
condiciones deseables dentro de marcos de tiempo razonables de interés para la
sociedad y el ambiente.

Desde tiempos remotos, la atmósfera ha sido contaminada de modo natural,


por ejemplo, a causa de las erupciones volcánicas, los efectos del polen, los
incendios de bosques, etc., y con el advenimiento de la era industrial, el problema de
la contaminación atmosférica adquirió gran magnitud, cometiéndose grandes
excesos por parte de los emisores de contaminantes.

La contaminación del aire es la presencia de sustancias extrañas o la variación


de sus constituyentes que pueden producir daños al ser humano y al ambiente (que
implique molestias o riesgos para la salud de las personas y de los demás seres
vivos, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir visibilidad o
producir olores desagradables). Las sustancias extrañas son los agentes
contaminantes, líquidos, gases y sólidos, o combinaciones de ellos, que provienen
de distintas fuentes (móviles y fijas), concentrándose en la atmósfera.(Ver Fig. 1, 2 y 3).

Para la Organización Mundial de la Salud, “el aire está contaminado cuando


en su composición aparecen una o varias sustancias extrañas en cantidades
considerables y permanecen durante un periodo de tiempo determinado, pudiendo
resultar nocivas para el hombre, los animales, las plantas o la tierra”.

La contaminación atmosférica depende de las fuentes contaminantes, de la


densidad de población, de la circulación atmosférica y de las condiciones
geográficas (la geomorfología de llanura por ejemplo favorece la dispersión de los
contaminantes por no presentar barreras para los vientos). Afecta a toda la
población, aunque los grupos de riesgo son aquellos que se ubican principalmente
en zonas vecinas a instalaciones industriales que generan emisiones que pueden
tener efectos sobre la salud agudos (irritaciones de las mucosas, aumento de
infecciones en las vías respiratorias, enfisemas pulmonares, crisis asmáticas, etc.),
crónicos (bronquitis, asma y EPOC) y diferidos (modificaciones del material genético
y efectos cancerígenos).

La contaminación del aire adquiere magnitudes diversas dependiendo de la


concentración y la calidad de los agentes contaminantes que se emiten y de las
condiciones meteorológicas que influyen sobre las mismas. Puede tener carácter
local o regional cuando los efectos ligados al foco se sufren en las inmediaciones del
mismo o a cierta distancia de él, pero puede llegar a ser global (planetaria) cuando,
por las características del contaminante, se ve afectado el equilibrio general del
planeta y zonas alejadas a las que contienen los focos emisores, como sucede con
el “cambio climático”.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 4


A escala regional, podemos identificar tres tipos de problemas: el transporte de
contaminantes urbanos, la emisión de contaminantes con velocidades de reacción
lentas en la atmósfera (que generan contaminantes secundarios a grandes
distancias, como por ejemplo SO3), y la pérdida de visibilidad debida a las emisiones
de determinados penachos de contaminantes con niveles de partículas significativos.
Los sistemas de alta y baja presión (procesos de transporte regional), son creados
por la interacción de masas de aire caliente y masas de aire frío cerca de la
superficie, originándose sistemas de baja presión cuando el aire que es calentado
por el calentamiento de la superficie comienza a elevarse, y sistemas de alta presión
cuando el aire está descendiendo hacia la tierra. Por lo tanto, los sistemas de
presión tienen tendencias de transporte vertical únicas: hacia arriba para la presión
baja y hacia abajo para la presión alta, pero sin embargo, existen más fuerzas que la
elevación o caída del aire, ya que con los cambios de presión a puntos diferentes en
la atmósfera, el aire también se empieza a mover lateralmente de sectores de alta
presión a sectores de baja presión.

A escala local, las ubicaciones costeras son propensas a patrones adicionales


de transporte creados por la interfaz tierra-mar y las diferencias de temperatura
resultantes que se desarrollan debido al calentamiento diferencial que ocurre. Esto
resulta en brisas de mar-tierra, ya que por la mañana, la tierra se calienta más
rápido que el agua, el aire sobre la tierra consecuentemente se calienta más rápido y
se eleva a través de convección, y a medida que el aire se eleva sobre la tierra, se
mueve aire sobre el agua para reemplazarlo (brisa de mar, un viento persistente del
océano o lagos extremadamente grandes, hacia la tierra). En el final de la tarde y
temprano por la noche, el sol es menos intenso, y debido a menos calentamiento
radiactivo, la superficie de la Tierra se comienza a enfriar más rápido, enfriando en
consecuencia de forma más rápida el aire que se encuentra sobre ésta, el cual se
vuelve más denso y desciende hacia la superficie. Finalmente, una celda de
circulación opuesta a la de la mañana resulta en una brisa persistente conocida
como brisa de tierra, soplando de la tierra hacia el océano. Estos patrones de
circulación pueden influenciar fuertemente la calidad del aire durante el curso de un
día, en particular en los medioambientes costeros urbanos, ya que por la mañana, el
aire relativamente limpio es transportado del mar hacia la tierra, siendo rápidamente
contaminado por las actividades humanas a medida que el aire se mueve
lentamente hacia el interior y enviado hacia el mar por la tarde, reduciendo la
contaminación del aire urbano pero con impactando potencialmente sobre el
ecosistema acuático. Dentro de una ciudad, este patrón diurno de brisa de mar y de
tierra asegura que los lados opuestos de la ciudad tomen turnos en la dirección del
viento a lo largo del día, pero sin embargo, si las emisiones se concentran en una
parte particular del día, entonces la gente que se encuentra en la dirección del viento
durante ese tiempo puede estar expuesta a una cantidad significativa de
contaminantes.

Existen dos tipos de problemas de contaminación atmosférica en las zonas


urbanas: la emisión de contaminantes primarios (directamente emitidos por los focos
emisores), y la formación de contaminantes secundarios (formados por reacción
química de los contaminantes primarios). Los primeros pueden ser causados por
focos individuales, generalmente pequeños y en gran número, dado que los grandes
focos industriales se están alejando cada vez más de las ciudades. Entre los
problemas causados por contaminantes secundarios, se ha identificado la formación
de O3 por reacción fotoquímica de óxidos de nitrógeno y diversas especies de
hidrocarburos.
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La atmósfera ha sido siempre un receptor de contaminantes, pero también
dispone de fuertes mecanismos para dispersar y eliminar la contaminación. Una vez
que el contaminante ha sido emitido a la atmósfera, está actúa como medio de
transporte, dilución y transformación, sin control posible. La atmósfera no es una
masa de gases en reposo, sino una capa gaseosa fluida y turbulenta, que se mueve
en el espacio y en el tiempo. Hay muchos procesos que eliminan contaminantes
como la absorción por el suelo y el agua, la precipitación, el arrastre de los mismos
por la lluvia y nieve y numerosas reacciones químicas que se desarrollan en el
ambiente y que dan origen a la modificación de distintos compuestos.

2.1.- Comportamiento de la atmósfera

La atmósfera de la Tierra está compuesta por diversas capas distintas, pero


sólo las dos capas más cercanas a la superficie de la Tierra (troposfera y
estratósfera) son las de interés primario para el estudio de la contaminación
atmosférica. La capa de aire más cercana a la superficie y que se extiende unos 10
a 15 km en altitud es típicamente una capa turbulenta de la atmósfera, debido al
calentamiento de la superficie y a los procesos de enfriamiento del alba y la puesta
del sol. Debido a esta turbulencia, o mezcla, esta capa es denominada troposfera
(tropos es mezcla en latín). Por arriba de la troposfera (a una altitud de 15 a 50 km)
hay una capa con muy poca mezcla, denominada estratósfera (estratos es capa o
estratificado en latín). La contaminación de actividades humanas y naturales se
emite primero a la troposfera, para que luego el proceso de transporte y
transformación comience a influenciar el destino final de los contaminantes. La
estratósfera tiene menos atmósfera encima, por lo que tiene radiación más intensa
que la troposfera y esta radiación (en gran parte ultravioleta), da origen a reacciones
fotoquímicas como la conversión de oxígeno molecular (O2) a ozono (O3), razón por
la que existe la capa de ozono en la estratósfera. El ozono atrapa efectivamente el
calor, por lo que la temperatura de la estratósfera se incrementa con la altitud, y esto
provoca que ocurra muy poca mezcla en esta capa.

En cuanto al comportamiento general de la atmósfera, desde el punto de vista


químico, el aire troposférico es una mezcla de gases esencialmente oxidante,
fundamentalmente debido a la presencia de O2 y al aporte de energía solar y esto
marcará la mayoría de las reacciones que tienen lugar en la atmósfera.

Desde el punto de vista físico, el aire se comporta como un fluido en régimen


turbulento, en lo que se denomina flujo libre (no encerrado por paredes sólidas). Los
factores que condicionan este flujo generando una gran complejidad de fenómenos
son: el movimiento de la Tierra, la orografía y rugosidad de la superficie terrestre, las
características del aire (densidad media, viscosidad cinemática) y los fenómenos de
intercambio de energía que se desarrollan en su seno, como los cambios de fase del
agua, el aporte de energía solar y de la superficie terrestre y los océanos.

Para el estudio de la contaminación atmosférica y su comportamiento será


necesario conocer algunos conceptos meteorológicos que la afectan directamente.
La mayoría de estos fenómenos se desarrollan en la denominada capa límite
atmosférica, definida como la capa más baja de la troposfera directamente afectada
en su flujo por la superficie terrestre, por lo que su altura es muy variable.

Se denomina "transporte" al mecanismo por el cual los contaminantes


atmosféricos se desplazan desde su foco emisor hasta un receptor. Si suponemos
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que, para una determinada masa de contaminante, tenemos un único foco emisor y
un único receptor, el viento es el principal fenómeno atmosférico mediante el cual el
contaminante se traslada o transporta hasta el receptor, siendo módulo y dirección
de la velocidad del viento, fundamentales para conocer los procesos de transporte.
Sin embargo, además de este desplazamiento, la masa de contaminante crece a lo
ancho y a lo alto, debido al proceso de mezcla que experimenta en la atmósfera
turbulenta, denominado difusión turbulenta, y puede serpentear debido a cambios en
la dirección y velocidad del viento. La suma de estos procesos se denomina
"dispersión", y es el mecanismo gracias al que la concentración de contaminantes en
los receptores (inmisión) es menor que su concentración en los focos emisores
(emisión). Por otro lado el estado físico y químico de la atmósfera junto con la
radiación solar son fundamentales para los procesos de transformación de los gases
que se transporta. En determinadas condiciones atmosféricas, un penacho puede
ser transportado a lo largo de cientos de kilómetros antes de impactar sobre
receptores en el suelo (proceso que se denomina transporte a larga distancia).

La difusión de contaminantes en la atmósfera por transporte y dilución en el


aire es causada por el movimiento de las diferentes capas de aire que la conforman.
Este movimiento es controlado por las variables meteorológicas como la dirección y
velocidad del viento, presencia de inversiones de temperatura, presión, temperatura,
humedad y radiación solar. Las distintas situaciones meteorológicas tienen una gran
incidencia en los procesos de dispersión de los contaminantes atmosféricos. La
importancia de las condiciones meteorológicas en el grado de contaminación
atmosférica se reconoce observando las variaciones de la calidad del aire en una
zona determinada de unos días a otros, aun cuando las emisiones permanecen
prácticamente constantes. Por ello, se puede decir que la distribución de
contaminantes en la atmósfera está directamente relacionada con los fenómenos
meteorológicos que en ella ocurren.

El control de la contaminación no sólo requiere el conocimiento de cómo se


comportan las capas inferiores de la atmósfera, sino que, como algunos
contaminantes se dispersan en toda ella, también es preciso estudiar las capas
superiores, además de conocer los hechos referentes al tiempo meteorológico y al
clima mundial, que son además de máxima utilidad al momento de diseñar proyectos
(obras públicas como sistemas de drenaje, represas y centros de depósito y
aprovisionamiento de agua, estructuras, sistemas de calefacción y
acondicionamiento de aire, sistemas de aislamiento, etc.).

2.1.1.- Fenómenos climáticos - Inversión térmica

La contaminación ambiental, dentro de ciertos límites, es corregida por la


lluvia y los vientos. El gradiente normal de temperatura de la atmósfera permite
visualizar que el aire inferior y contaminado es más caliente y menos denso que el
de las capas superiores. De esta forma, el primero tiende a ascender y desplaza el
aire frío hacia abajo. Así, durante el día, el aire que está sobre el suelo se calienta y
se eleva, más tarde, el aire frío y denso de alta presión desciende por sobre la zona
de baja presión que queda por el ascenso del aire caliente. Este movimiento eleva
también los contaminantes y los dispersa en la atmósfera.

Normalmente, la temperatura del aire disminuye con la altura, de tal manera


que en una atmósfera normal hay una disminución con la altura de 0,64 a 1 ºC cada
100 metros (-6.5 ºC/km) en la zona más próxima a la superficie de la tierra
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(troposfera); por encima de ella la temperatura disminuye más rápidamente. Este
sería el gradiente térmico normal, pero bajo determinadas condiciones orográficas y
climatológicas este gradiente puede alterarse de tal manera que a una determinada
altura la temperatura del aire es superior a la de una altura inferior. El problema que
esto crea es impedir la dispersión vertical de los humos y de otros contaminantes
enviados a la atmósfera por las industrias, calefacciones, motores de explosión,
actividades urbanas etc.

Bajo determinadas condiciones ambientales, entonces, se puede atrapar una


capa de aire frío debajo de una capa intermedia de aire caliente, menos denso, la
temperatura del aire aumenta con la altura (se invierte el perfil de temperatura de la
troposfera), esto hace cesar la circulación ascendente, produciendo el fenómeno de
inversión térmica. La inversión térmica es un fenómeno natural que, en principio, se
puede presentar cualquier día del año y a cualquier hora del día y que debido a su
carácter natural, por si misma no representa ningún riesgo para la salud humana;
solamente se vuelve peligrosa cuando, en la capa atmosférica en la que se
encuentre inmersa, existan altas concentraciones de contaminantes, puesto que
éstos no podrán dispersarse y por tanto diluirse a causa de la gran fuerza
estabilizadora de la atmósfera, pues una inversión térmica es sinónimo de
estabilidad atmosférica (es una categoría especial de aire fuertemente estable), al
menos temporal. La inversión térmica puede producirse a partir del suelo, se dice
entonces que es una inversión en superficie. Cuando la inversión se produce en una
capa situada a una altura cualquiera se denomina inversión en altura. Este
fenómeno produce una fuerte acción limitadora en la dispersión de contaminantes.

En consecuencia, la calidad del aire será peor en presencia de una inversión


térmica, cuya probabilidad de ocurrencia se verá incrementada por diversos factores
(principalmente geográficos). Ubicaciones comúnmente propensas a la inversión
incluyen los establecimientos costeros con colinas o montañas cercanas, planicies
en la dirección del viento de las montañas y valles. En los valles, al tiempo que llega
la noche, el aire se enfría y se vuelve más denso, acumulándose en el fondo del
valle. Sólo con calentamiento fuerte del sol durante el día el aire de la superficie se
entibiará, comenzará a elevarse y luego romperá la inversión, permitiendo que los
contaminantes que estaban atrapados puedan ser alejados por el viento. En estas
inversiones de superficie en valles no es inusual que la inversión se extienda hasta
la cima del valle.

La inversión de la temperatura del aire se puede producir como consecuencia


del enfriamiento del suelo, por la gran irradiación de calor que se produce en las
noches despejadas (inversión por radiación). El aire se va enfriando
progresivamente desde el suelo hacia arriba, produciendo una fuerte estabilidad
atmosférica que impide la difusión vertical de los contaminantes. La inversión
térmica se forma durante la noche y suele desaparecer progresivamente durante la
mañana, cuando la radiación solar calienta de nuevo el suelo y éste a las capas de
aire que están en contacto con él. Cuando el mismo perdura durante períodos de
tiempo considerables, se acumulan contaminantes que tienen efectos negativos
sobre el ambiente y la salud. (Ver Figuras 4, 5 y 6).

Existen otros tipos de inversiones que, generalmente, se producen a más


altura y que actúan como una capa que limita la dispersión de contaminantes en
sentido vertical, incrementando notablemente las concentraciones de contaminantes
en los estratos de aire que quedan bajo ellos. Estos tipos de inversiones son las
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llamadas de subsidencia (o subsistencia), que tienden a formarse en las áreas
anticiclónicas, las inversiones frontales, producidas por la superposición de una
masa de aire cálido sobre una de aire más frío (este tipo de inversión suele tener por
lo general una permanencia escasa) y las inversiones por advección, relacionadas
con el flujo horizontal del aire cálido cuando este se mueve sobre una superficie fría
(los procesos de conducción y convección enfrían el aire más cercano a la superficie
y conducen a una inversión basada en la superficie). (Ver Figuras 7, 8 y 9).

Las inversiones de subsidencia surgen de las masas de aire descendentes.


Los sistemas de alta presión pueden crear estas condiciones mediante el
movimiento hacia abajo. El aire que también se está moviendo de elevaciones altas
a bajas (por ejemplo, que han pasado a través de las montañas y ahora están
descendiendo hacia planicies) también pueden crear esta clase de inversión. A
medida que el aire desciende, encuentra alta presión atmosférica, se comprime y se
entibia, resultando en un aire tibio en lo más alto del aire de superficie más frío.
Debido a estos mecanismos, la inversión de subsidencia puede encontrarse muy
arriba del nivel de tierra, creando esencialmente un tope en el aire sobre un área.
Las emisiones de contaminantes por debajo de la inversión también se pueden
mezclar, pero no a través de la inversión.

Una diferencia crítica entre las inversiones de superficie y las inversiones de


subsidencia es su persistencia. Las inversiones de superficie frecuentemente se
deben al calentamiento y enfriamiento diarios (pueden ser ocurrencias comunes
para ciertas ubicaciones de valles), pero se reparan con la elevación del sol y el
calentamiento de superficie que le sigue. Las inversiones de subsidencia, en cambio,
son típicamente menos frecuentes para muchas ubicaciones, y pueden ser de larga
vida, permitiendo que la calidad del aire empeore durante varios días.

Generalmente, la inversión térmica se termina (rompe) cuando, por


calentamiento del aire que está en contacto con el suelo, se restablece la circulación
normal en la tropósfera. Esto puede ser cuestión de horas, pero en condiciones
meteorológicas desfavorables la inversión puede persistir durante días. Es un
fenómeno peligroso para la vida cuando se produce en áreas con contaminación
atmosférica, ya que se comprimen los contaminantes contra el suelo por la capa de
aire frío, aumentando su concentración por sobre los niveles permitidos.

Movimiento vertical del aire

Este fenómeno es más frecuente en invierno, permitiendo que una capa de


aire frío pueda ubicarse por debajo de capas más calientes. El aire caliente y
contaminado atraviesa la capa fría, pero rebota en la superior y se estanca. Se

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producen así episodios de contaminación atmosférica en grandes ciudades
industriales, sobre todo si se ubican en valles o áreas poco influidas por el viento.

Son conocidos muchos centros urbanos en los cuales se produce este


fenómeno bajo determinadas condiciones atmosféricas: Atenas, Tokio, Houston, Sao
Paulo, Nueva York, París, Bombay, Beijing, Singapur, Kuala Lumpur, Los Ángeles,
Londres, Santiago de Chile y la Ciudad de México son los más representativos. La
mala calidad del aire a que están sometidas estas ciudades da lugar al aumento de
la tasa de incidencia de asma y otras afecciones respiratorias, e incluso eleva la
mortalidad.

Un aspecto interesante de la contaminación atmosférica es el de la


micrometeorología urbana. Las grandes ciudades crean a su alrededor un
microclima propio, el efecto “isla urbana de calor”, produciendo un penacho térmico
que tiene gran incidencia en la capacidad de difusión de los contaminantes urbanos.
A menudo, da lugar a la circulación de vientos locales que elevan el aire caliente del
centro de la ciudad, creando una corriente compensada de aire frío de la zona rural
circundante que penetra en la zona urbana a niveles bajos. Las grandes ciudades
alteran el clima urbano de muchas formas, ya que por lo general, en las ciudades, la
temperatura es superior, hay menos viento, menos precipitaciones en forma de
nieve (aunque las precipitaciones totales son ligeramente superiores en la ciudad
que en las zonas rurales circundantes), y la radiación solar es más reducida
(especialmente la radiación ultravioleta) como consecuencia del efecto pantalla
producido por la contaminación urbana. (Ver Figura 10).

2.1.2.- Estabilidad Atmosférica - Tipos de estabilidades - Transporte convectivo

Relacionada tanto con la turbulencia atmosférica como con el gradiente


vertical de temperatura (perfil de temperatura) y las situaciones de inversión térmica,
aparece el concepto de estabilidad atmosférica. El grado de estabilidad atmosférica se
determina a partir de la diferencia de temperatura entre una porción de aire y el aire
circundante y permite obtener diferentes clases de estabilidad que pueden facilitar o
dificultar la capacidad de dispersión de los contaminantes en la atmósfera.

La variación de temperatura de la atmósfera puede causar el movimiento


vertical de la porción de aire (esto es, su elevación o caída). Este movimiento se
caracteriza por tres condiciones básicas que describen la estabilidad general de la
atmósfera:

a) En condiciones estables, el movimiento vertical se inhibe. Cuando las condiciones


son extremadamente estables, el aire frío cercano a la superficie es "entrampado"
por una capa de aire cálido sobre este. Esta condición, denominada inversión,
prácticamente impide la circulación vertical del aire. Estas condiciones están
directamente relacionadas con las concentraciones de contaminantes en el aire
ambiental. La contaminación atmosférica está altamente influida por estos
procesos de inversión térmica. (Ver Figura 11).

b) En condiciones inestables la porción de aire tiende a moverse continuamente hacia


arriba o hacia abajo. (Ver Figura 12).

c) Las condiciones neutrales no propician ni inhiben el movimiento del aire después del
gradiente de calentamiento o enfriamiento adiabático. (Ver Figura 13).
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 10
Por lo tanto, las principales variables meteorológicas a considerar por su
influencia sobre la difusión de contaminantes en la atmósfera son: el transporte
convectivo vertical, que depende de la estabilidad atmosférica y del fenómeno de la
inversión térmica de las capas de la atmósfera, y el transporte convectivo horizontal,
que depende de las velocidades y direcciones del viento.

Transporte convectivo vertical:

El principal factor que determina el grado de difusión vertical de


contaminantes es la variación vertical de temperaturas en la atmósfera, pudiéndose
determinar la capacidad de difusión vertical de contaminantes comparando la
variación vertical de temperaturas de un estrato de aire atmosférico con el gradiente
vertical adiabático del aire, que corresponde a una variación de -1° C por cada 100
metros de altura; y según que la variación de la temperatura con la altura sea mayor,
igual o inferior que la correspondiente al gradiente vertical adiabático, se obtienen
tres clases diferentes de estabilidad atmosférica en el estrato:

a) Si en la capa de aire la temperatura desciende con la altura bastante menos de un


grado cada 100 metros, los movimientos verticales del aire están muy limitados
por lo que hay poca o nula dispersión vertical de contaminantes, y en estas
condiciones se dice que la clase de estabilidad atmosférica es del tipo estable.

b) Cuando la temperatura del estrato desciende con la altura más de un grado cada
100 metros de altura, los movimientos verticales del aire están muy favorecidos,
difundiéndose los contaminantes verticalmente hasta donde alcance la
inestabilidad, y la estabilidad atmosférica será del tipo inestable.

c) Cuando coinciden la variación de temperatura del estrato con el gradiente vertical


adiabático, en estas condiciones la dispersión vertical de contaminantes no está
limitada, y tenemos el caso de la estratificación indiferente o nula.

Transporte convectivo horizontal:

El viento, al transportar los contaminantes, produce su dispersión horizontal y


determina la zona que va a estar expuesta a los mismos. Por lo general, una mayor
velocidad del viento reducirá las concentraciones de contaminantes al nivel del
suelo, ya que se producirá una mayor dilución y mezcla. No obstante, pueden
producirse circulaciones cerradas de viento, como en el caso de las brisas del mar y
las de valle y montaña, en las que los contaminantes lanzados a la atmósfera se
incorporan a la circulación del viento con lo que se produce una acumulación
progresiva de contaminantes, que da lugar a un aumento de la concentración de los
mismos en las zonas barridas por este tipo de vientos. Efectos similares se producen
cuando los vientos fuertes inciden perpendicularmente a las crestas montañosas, a
un valle o sobre los edificios altos; en estas condiciones, los efectos aerodinámicos
de estos obstáculos pueden tener consecuencias negativas para la dispersión de
contaminantes, acumulándolos en determinadas zonas.

2.2.- Deposición seca y húmeda

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 11


Pueden identificarse dos maneras mediante las cuales los contaminantes que
se encuentran en la atmósfera retornan a la superficie terrestre y afectan a los seres
vivos y a los minerales:

 Deposición seca: es la transferencia por gravedad y arrastre del viento, de


contaminantes gaseosos, aerosoles o material particulado hacia la superficie de la
Tierra, incluyendo suelo, agua y vegetación como medios de remoción.
 Deposición húmeda: corresponde a la absorción de contaminantes (partículas y
gases) en gotas, seguida de la remoción de estas gotas por precipitación,
identificándose dos procesos: Washout (se aplica a la eliminación de
contaminantes dentro de las nubes) y Rainout (se aplica a la eliminación de
contaminantes de la atmósfera, por debajo de las nubes, por la caída de lluvia,
nieve o granizo).

2.3.- Efecto invernadero

El efecto invernadero es un fenómeno natural y necesario producido por ciertos


gases de la atmósfera (vapor de agua, CO2, CH4, N2O, O3) que retienen parte de la
energía que el suelo emite luego de haber sido calentado por la radiación solar,
impidiendo que la radiación infrarroja (de longitud de onda larga) escape hacia el
espacio exterior, favoreciendo el calentamiento de la atmósfera. Estos gases de
efecto invernadero absorben la energía que emite la Tierra como luz infrarroja (muy
importante en la comprensión del efecto invernadero), mientras que la mayoría de
los componentes de la atmosfera (N2, O2, Ar) son incapaces de absorber la luz
infrarroja. (Ver Figura 14).

Es un factor esencial del clima de la Tierra y bajo condiciones de equilibrio, la


cantidad total de energía que entra en el sistema por la radiación solar se
compensará exactamente con la cantidad de energía radiada al espacio, permitiendo
a la Tierra mantener una temperatura media constante en el tiempo. Una parte de la
radiación que llega al planeta, principalmente en forma de luz visible, es devuelta al
espacio (reflejada) inmediatamente (fracción de energía que se llama albedo). Otra
porción es primero absorbida y luego emitida hacia el exterior, lo cual constituye el
efecto invernadero. Si esto no ocurriera, la temperatura de la Tierra sería de -18ºC.
Este efecto natural hace que la temperatura media sea entre 13,5 ºC y 15ºC. Al
retener buena parte de las ondas infrarrojas, permite que la temperatura en la
superficie del planeta se equilibre y sostenga la vida.

El rango de longitudes de onda que la atmósfera deja pasar hacia el espacio


se denomina “ventana de radiación” y permite que el calentamiento de la superficie
se modere. Desde hace varias décadas, el aumento de las emisiones generadas por
fenómenos naturales (vulcanismo, gases resultantes de la deposición de materia
orgánica por parte de los rumiantes, etc.) y de las emisiones antropogénicas
(actividad industrial, transporte, combustión energética, deforestación, actividad
agroganadera, etc.) están produciendo un aumento de los gases de efecto
invernadero, que han incrementado la cantidad de energía liberada por la Tierra que
es absorbida por la atmósfera, que ofrece mayor resistencia al flujo de regreso
necesario de la radiación hacia el espacio, y, de esta manera, retiene más calor y
devuelve a la Tierra aún más energía, contribuyendo, en parte, al calentamiento de
la superficie del planeta, causando un desequilibrio del balance radiactivo y un
calentamiento global.
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 12
Por otro lado, el ozono (O3) filtra (absorbe) en la estratósfera, todos los rayos
ultravioletas en el rango de 220-290 nm que penetran en la atmósfera de la Tierra
con un poco de ayuda de las moléculas de O2. Las moléculas de O2 localizadas
sobre la estratosfera filtran la mayoría de los rayos UV que llegan en un rango de
120-220 nm, y otros gases como el N2 filtran la luz UV de longitud de onda por
debajo de 220 nm a fin de que no alcance la superficie de la Tierra. Sin embargo, tan
solo el O3 por sí mismo filtra una fracción de la luz UV en el rango de 290-320 nm, y
el resto logra llegar a la superficie de nuestro planeta. La sobreexposición a esta
porción del espectro de luz resulta en cáncer de la piel maligno y benigno, así como
daños en el sistema inmunológico de los seres humanos e inhiben el crecimiento de
plantas y animales. La mayor parte de la luz UV que oscila entre 320-400 nm logra
llegar a la superficie de la Tierra, pero por fortuna este tipo de luz UV es el menos
dañino para los sistemas biológicos del planeta. Las reacciones fotoquímicas que
implican rayos UV son causas fundamentales del agujero de ozono y de la formación
del smog urbano. (Ver Figura 15).

Cada gas tiene una capacidad diferente para absorber el calor de la


atmosfera (el forzante radiactivo), por lo que sus efectos en el calentamiento global
difieren. El índice de potencial de calentamiento global (GWP) es un multiplicador
que se usa para comparar las emisiones de diferentes gases de efecto invernadero
con un constituyente común, en este caso el dióxido de carbono. Se determina el
GWP con base en un periodo establecido, típicamente 100 años, de los cuales
resulta el forzante radiactivo de cada gas especifico. El GWP permite comparar las
emisiones y la reducción de gases específicos. Los equivalentes de dióxido de
carbono son una medida métrica que se usa para comparar las emisiones masivas
de gases de efecto invernadero con base en un constituyente común, de acuerdo
con el potencial de calentamiento global específico de cada gas. Sus unidades
tienen a la masa como base y típicamente contienen millones de toneladas métricas
de equivalentes de dióxido de carbono. En ocasiones se reportan las emisiones de
gases de efecto invernadero como equivalentes de carbono. En este caso, la masa
de los equivalentes de dióxido de carbono se multiplica por 12/44 para obtener los
equivalentes de carbono. El multiplicador 12/44 es el peso molecular del carbono (C)
dividido por el peso molecular del dióxido de carbono (CO2).

Las emisiones de masa equivalentes de dos gases de efecto invernadero,


entonces, no tienen el mismo impacto en el calentamiento global. Por ejemplo, la
emisión de 1 tn de metano (GWP=25) es igual a la emisión de 25 tn de dióxido de
carbono (GWP=1) y la emisión de 1 tn de óxido nitroso (GWP=298) es igual a la
emisión de 298 tn de dióxido de carbono. Para el caso de los Hidrofluorocarbonos
(HFC) el GWP varía entre 124 y 14.800 (dependiendo del HFC específico), para los
Perfluorocarbonos (PFC), varía entre 7.390 y 12.200 (dependiendo del PFC
específico) y para el Hexafluoruro de azufre (SF6), el GWP=22.800 (Fuente: Valores
del Panel Intergubernamental del Cambio Climático).

Uno de los cambios ambientales más importantes que se están produciendo


en la actualidad es la acumulación de CO2 atmosférico. Sin duda, el CO2 adicional
proviene de la quema de combustibles fósiles, la tala de bosques y el desgaste del
humus del suelo. La actividad industrial desde 1850 viene descargando CO 2 a la
atmósfera. El siglo XX ha sido el más caluroso de los últimos seiscientos años por el
uso de combustibles fósiles (Banco Mundial, 2000). Los motores, los incendios
forestales y la ganadería intensiva, que produce metano (CH 4), aumentan la energía
rebotada sobre la Tierra. Además, existe el agravante de que otras actividades
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 13
humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la
atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, uno de los principales responsables
del efecto invernadero. Es probable que el resultado final de esta acumulación sea
un cambio en al clima, redundando especialmente en temperaturas más altas,
pudiéndose afectar en consecuencia la economía mundial.

Los gases de efecto invernadero (GEI), algunos de los cuales son vapor de agua
que forma las nubes, dióxido de carbono (CO2), ozono (O3), metano (CH4), óxido
nitroso (N2O) , compuestos clorofluorocarbonados (CFCs) y el hexafluoruro de
azufre (SF6), absorben y retienen las radiaciones comprendidas en la “ventana de
radiación” y consecuentemente aumentan el efecto invernadero.

Todos los GEI aumentan sus concentraciones atmosféricas con el incremento


de las actividades humanas. La quema de combustibles fósiles y la quema
intencional de bosques aumentan la liberación de CO2. La explotación agraria y/o la
ganadería intensiva, como los rellenos sanitarios de residuos o su acumulación a
cielo abierto, producen excesos de CH4. La fertilización de suelos y los desechos de
la agricultura y la ganadería también liberan N2O. Los clorofluorocarbonos (CFC) son
gases sintéticos (compuestos de carbono, cloro y flúor) considerados GEI muy
potentes (además de agotadores de la capa de ozono de la estratósfera), que han
sido muy utilizados en refrigeración, como espumas sólidas y aerosoles (propelentes
en latas de aspersión y para expandir espumas plásticas), y ya han comenzado a
ser reemplazados por otros compuestos con propiedades semejantes, para reducir
el efecto invernadero.

Las advertencias de la comunidad científica impulsaron acuerdos


internacionales como el Protocolo de Montreal (Canadá, 1987) para el reemplazo de
los CFC, en relación con la protección de la capa de ozono, que se ha ido
cumpliendo progresivamente. Por otra parte, son muy fuertes los intereses en torno
al uso de procesos que aumentan los GEI, como por ejemplo el predominio de los
combustibles fósiles en la producción creciente de energía. Estos intereses
involucran aspectos científicos y tecnológicos, por un lado, así como políticos y
económicos, por el otro.

El calentamiento de la superficie de la Tierra por el efecto invernadero artificial


ya se ha constatado: 1995 fue el año más caluroso desde 1850, mientras que en
1998 el promedio de la temperatura fue el superior de 118 años. La hipótesis de
máxima estima que para 2100 la temperatura media de la Tierra aumentará a 20ºC,
la de mínima la ubica en 15,5ºC. Ello podría ocasionar la elevación del nivel del mar
en un metro, con lo cual se inundarían regiones enteras, incluyendo ciudades
populosas, y exigiría el éxodo de alrededor de 150 millones de personas
progresivamente hasta 2050.

La prevención de la aceleración del proceso “invernadero” tiene diversos


mecanismos posibles (Martino, 2000):

 Estabilización del consumo de combustibles fósiles. Es el primero y más resistido,


en especial por los países más desarrollados.
 Sustitución de petróleo y derivados por gas natural, que, por unidad de energía,
produce un tercio menos de emisión carbonada.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 14


 Reducción de la emisión de metano por kilogramo de carne producida, mediante
innovaciones tecnológicas.

 Difusión de sumideros, que son sistemas de secuestro o mantención del carbono


en la biomasa vegetal mediante extensión de pasturas, introducción de bosques
nuevos (forestación), conservación de los bosques nativos, reducción de la
deforestación y ampliación de la agricultura de siembra directa.

 Desarrollo de fuentes de energía renovables e innovadoras.

Los efectos en la salud, son condicionados por la evolución del aumento de la


temperatura media del aire, que determina el grado de alteración de los
ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y disponibilidad de recursos alimentarios,
así como la destrucción de hábitats naturales. El derretimiento de los casquetes
polares y la consecuente subida del nivel del mar podrían promover migraciones
humanas y aumento de enfermedades transmitidas por vectores, por la elevación de
los índices de humedad.

2.4.- Cambio climático

El tiempo meteorológico es el estado de la atmósfera en un lugar y momento


determinados, cambiando en períodos de días y horas. El clima es el conjunto de
condiciones atmosféricas medias o normales que se presentan en un lugar y
perduran a lo largo del tiempo, variando de acuerdo con las diferentes estaciones.
Las variables interdependientes que determinan ambos fenómenos son la
temperatura, la presión atmosférica, la humedad, la altura y velocidad de las nubes,
las precipitaciones en forma de lluvia, nevadas o heladas, la dirección y fuerza de los
vientos y de las corrientes marinas, las trayectorias y los frentes de masas de aire,
las descargas eléctricas y otros fenómenos habituales o extremos. La dinámica de
estas variables se produce entre los distintos subsistemas que soportan el clima (la
atmósfera, la hidrósfera, la criósfera, la litósfera y la biósfera), y se relaciona con la
radiación electromagnética proveniente del sol. El subsistema de mayor variabilidad,
por su baja densidad y reducida capacidad calorífica, es la atmósfera.

Por “cambio climático” se entiende un cambio de clima atribuido directa o


indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera
mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante
períodos de tiempo comparables. Es un fenómeno de muy alta extensión que se da
en un mismo tiempo, afecta a todos los ecosistemas por igual y tiene además un
fuerte componente natural (por ejemplo: periodos glaciares e interglaciares, periodos
secos y húmedos).

El cambio climático que alerta a la humanidad de hoy ha comenzado a llamar


la atención de científicos mundiales desde la segunda mitad del siglo pasado. Se
tienden a descartar como causales algunos factores provenientes de la naturaleza,
mientras que son los factores antrópicos los que actúan con mayor severidad
acelerando o potenciando los procesos naturales, lo cual permite visualizar dichos
cambios en períodos cortos de tiempo, de sólo pocas décadas.

La atmósfera se comporta como un objeto casi transparente a la radiación de


onda corta, pero absorbe la mayor parte de la radiación de onda larga (rayos

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 15


infrarrojos) que se irradia desde la superficie terrestre. Los gases de invernadero
absorben y reemiten la radiación de onda larga, devolviéndola a la superficie
terrestre y causando el aumento de temperatura, lo cual produce el fenómeno del
efecto invernadero. Es así como el cambio climático actual se acelera en cortos
períodos históricos y por acción antrópica se generan mayores y más graves riesgos
ecológicos, que repercuten en toda la humanidad. Los efectos son diversos y
dispersos en el planeta, de compleja interpretación y difícil comprensión. Muchos
fenómenos externos, como las olas de calor y frío, las grandes inundaciones y
huracanes, se presentan con mayor frecuencia e intensidad, aunque no siempre se
comprende el posible factor común a todos ellos: el cambio climático acelerado.

Frente al problema de la generación excesiva de GEI por emisiones de


combustibles fósiles, las Naciones Unidas firmaron la Convención Marco sobre el
Cambio Climático, vigente desde 1994. La propuesta fue apoyada por una gran
cantidad de países que acordaron la disminución de los gases invernadero para el
año 2000, llevando dichos valores a los del año 1990, quedando finalmente librada a
la adhesión voluntaria de las partes. Tres años después, se firmó el Protocolo de
Kyoto (Japón, 1997), que regula los seis gases de efecto invernadero más
importantes y establece objetivos y obligaciones vinculantes para que 37 países
industrializados del mundo y la Unión Europea reduzcan progresivamente sus
emisiones de gases de efecto invernadero (entró en vigor en el año 2005).

2.5.- Disminución y/o agotamiento de la capa de ozono estratosférico

El ozono (O3) es un estado alotrópico del oxígeno, de color azul pálido, olor
algo picante y de fuerte capacidad oxidante, vital para los seres vivos, ya que sirve
como protección contra las radiaciones ultravioletas procedentes del sol. Está
continuamente formándose y destruyéndose en la estratósfera (en capas que se
encuentran entre 15 km y 40 km de altura sobre el nivel del suelo), en una serie de
reacciones llamadas “reacciones de Chapman”. Este proceso impide la llegada a la
superficie de un exceso de rayos ultravioletas, que afectarían la vida y la salud.

Las reacciones de Chapman se pueden simplificar de la siguiente manera:


1. O2 + hν (< 240 nm) ––––> O + O
2. O + O2 ––––––––––––––> O3
Formación del ozono
3. O3 + hν (< 320 nm) ––––> O + O2
4. O + O3 ––––––––––––––> O2 + O2
Destrucción del ozono (hν: fotón de radiación ultravioleta)
Como se observa en la reacción 1, los enlaces de la molécula de oxígeno se pueden romper al
absorber la energía de un fotón de radiación ultravioleta de longitud de onda menor de 240 nm,
formando dos átomos de oxígeno libre. En la reacción 2, un átomo de oxígeno libre reacciona con
una molécula de oxígeno formando una de ozono. En la reacción 3 se observa que las moléculas de
ozono absorben radiaciones ultravioletas de menos de 320 nm, rompiéndose en que son precursores
del ozono. Por acción de la luz solar, estas sustancias químicas reaccionan y provocan la formación
de éste. Esto suele ocurrir, principalmente, en las grandes ciudades, sitios de altas concentraciones
de contaminantes en el aire. El uso a gran escala de motores eléctricos, automotores, fotocopiadoras,
purificadores de aire, quemadores iónicos y otros equipos, aumentan los niveles de O 3 en el aire de
las ciudades, especialmente por la tarde, después de muchas horas de luz solar intensa, hacia finales
de primavera y principios de otoño. Las altas concentraciones de O 3 troposférico suelen producir
reducción de la función pulmonar en las personas sanas, fácilmente recuperable en veinticuatro
horas. Pueden asimismo generar irritación nasal y episodios de disnea, dolor toráxico, tos y
sibilancias transitorias. Los episodios agudos de asma tienden a aumentar.
Los átomos de oxígeno libre reaccionan con más moléculas de ozono, formándose oxígeno
molecular. La reacción 4 es bastante lenta en sí misma, pero diversas sustancias como el óxido

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 16


nitroso (N2O) que emana del suelo y de ciertos procesos industriales, y se oxida rápidamente en la
estratósfera a NO, el hidrógeno y sus óxidos (H, OH y HO 2) y el cloro y sus óxidos (Cl, ClO y ClO 2)
actúan como catalizadores acelerando la destrucción del ozono. En esta reacción es donde inciden
en forma relevante las sustancias de origen humano que destruyen la capa de ozono. En conjunto, en
condiciones normales, se forma un sistema en equilibrio en el que tantas moléculas de ozono se
forman por unidad de tiempo como las que se destruyen, por lo que su concentración permanece
constante. La mejor manera de describir estas reacciones fotoquímicas es con el uso del enfoque
cinético, ya que ocurren a través de la reacción directa o indirecta de las moléculas ante la luz, y se
catalizan con agentes químicos que se dan de manera natural en el ambiente o por sustancias
químicas emitidas por actividades humanas (ejemplos de fotoquímica en nuestra vida diaria son la
decoloración de los tintes de las telas expuestas a la luz solar y la fotosíntesis).

En la tropósfera, el O3 está presente de forma natural. Una parte proviene de


la estratósfera y es transportado hacia las capas de aire próximas a la superficie
terrestre, y otra parte resulta de procesos naturales de la biósfera que dan lugar a la
formación de ozono a partir de emisiones de óxidos de nitrógeno, que tienen su
origen en procesos biológicos y en la emisión de compuestos orgánicos volátiles
procedentes de la vegetación, como así también de procesos de fermentación o de
los volcanes. En la tropósfera, constituye sólo alrededor de 0,02 mg/m3 del aire
(Duval, 1965). Muchas actividades de las que realiza el hombre en la actualidad
emiten contaminantes a la atmósfera En la década de 1980 se detectó una
reducción (adelgazamiento) de la capa de ozono estratosférico que se relacionó con
la contaminación atmosférica producida por los compuestos clorofluorocarbonados
(CFCs), que son gases muy volátiles y químicamente estables, de extendido uso en
aparatos de refrigeración, de aire acondicionado, como pesticidas, como aerosoles y
espumas, como propelentes de aerosoles en spray (un ejemplo es el freón
-diclorofluorometano-, un CFC también muy utilizado en refrigeración). Estas
sustancias presentan un comportamiento principalmente derivado de su estabilidad y
persistencia, que las hace inocuas en la tropósfera, pero en la estratósfera, por
acción de los rayos ultravioletas se descomponen liberando átomos de cloro y flúor
que reaccionan con el O3 destruyéndolo y transformándolo en O2 y originando como
subproducto del proceso dióxido de cloro, que se disocia y repite el ciclo mediante
un proceso catalítico.

Dichos procesos pueden resumirse en las siguientes reacciones:


X + O3 ––––––– XO + O2 [e]
O3 + hν ––––––– O + O2 [f]
XO + O ––––––– X + O2 [g]
2 O3 + hν ––––––– 3 O2 [reacción neta]

(X: especies químicas, fundamentalmente radicales libres)


Las especies químicas mencionadas son capaces de catalizar la destrucción del ozono. Entre ellas
podemos encontrar algunas que proceden de fenómenos naturales, como el óxido nítrico (NO) o los
--
radicales hidroxilos (HO ), pero otras tienen un origen claramente antropogénico, como el bromuro de
metilo (BrCH3), el tetracloruro de carbono (CCl4), los halones y los ya mencionados CFCs. Para
comprender la magnitud del problema, este último grupo de sustancias alcanza la tropósfera y, por
acción de la radiación ultravioleta más energética, sus moléculas sufren procesos fotolíticos de
ruptura radicalaria, liberándose átomos de cloro altamente reactivos que inician el ciclo de destrucción
de ozono de acuerdo con las reacciones mencionadas. Un solo átomo de cloro puede llegar a destruir
más de 100.000 moléculas de ozono.
Asimismo, algunos autores alertan sobre una nueva amenaza: el óxido nitroso (N 2O). Este gas se
forma de manera natural en los procesos de desnitrificación bacteriana de los nitratos. Sin embargo,
el exceso de abonos en suelos agrícolas está contribuyendo a un acelerado crecimiento de las
emisiones a la atmósfera de N2O, que, debido a su estabilidad química, puede alcanzar la
estratósfera y en presencia de luz ultravioleta formar moléculas de NO que destruyen el ozono
siguiendo el proceso de reacciones ya mencionado, lo que produciría un desequilibrio perjudicial para
todos los seres vivos.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 17


El Protocolo de Montreal (Canadá, 1987) entró en vigor el 1 de enero de
1989. En el mismo, se asume el compromiso de las partes firmantes respecto de la
progresiva reducción de los niveles de emisión de sustancias que agotan la capa de
ozono. Dichas sustancias se enumeran en anexo al Protocolo, a fin de poder llevar a
cabo la evaluación y el control de emisión de las mismas. En ese protocolo se aplicó
el llamado “Principio de Precaución”, según el cual “la falta de certeza científica no
debe demorar la respuesta normativa internacional si la demora puede tener como
resultado un daño irreversible” (Banco Mundial, 2000). El consenso sobre la
eliminación progresiva de los CFCs involucró en primera instancia ocho productos,
luego se extendió hasta alcanzar noventa y siete. Esto fue posible porque ya se
estaban estudiando sustancias sucedáneas no cloradas y con alto costo-beneficio.
La disminución del ozono estratosférico se relaciona con el aumento de incidencia
de carcinomas en de piel, melanomas, cataratas e inhibición del sistema inmunitario.
Los perjuicios y riesgos para la salud han aumentado significativamente en las
últimas décadas debido a la disminución de la capa de ozono. Según un informe de
la OMS, se presentan entre dos y tres millones de casos nuevos de cáncer de piel
por año en todo el mundo (OMS, 2005).

El principal factor de riesgo para esta dolencia se estima que es la radiación


ultravioleta (UV), que el sol emite de tres tipos: UVA, UVB y UVC. La primera
penetra profundamente en la piel y produce arrugas y decoloraciones. Los UVB
causan las quemaduras del sol con inflamación, dolor, enrojecimiento, pérdida de
líquidos y pueden dejar lesiones permanentes. Los rayos UV en dosis normales
tienen una influencia benéfica sobre la salud, ejerciendo un rol importante en la
formación de la vitamina D10. Sin embargo, la exposición acumulativa a estas
radiaciones, en especial durante la infancia, aumenta el riesgo de padecer cáncer de
piel, también cataratas y podría reducir la respuesta inmune. La exposición es
máxima cuando el sol está en el cenit, mayor en las regiones ecuatoriales y en las
zonas de mayor altura sobre el nivel del mar. La reflexión de radiación UV es menor
del 10% desde el suelo, pasto y agua, de 15% desde la arena, de 25% desde la
espuma del mar y de 80% desde la nieve fresca. Las nubes la reducen, pero hay
exposición aun debajo de ellas (WHO, 2002). La capa protectora de ozono, al
reducirse, aumenta la exposición (WHO, 2002). Se estima que la reducción del 10%
de la capa de ozono produciría 300.000 cánceres de piel y 4.500 melanomas
adicionales (WHO, 2002). Sin embargo, la exposición no se percibe correctamente.
De allí que los servicios meteorológicos elaboren diariamente un pronóstico de la
intensidad de la radiación ultravioleta: es el UV Índice (UVI). Toma en consideración
distintas variantes, haciendo una estimación de la intensidad máxima a mediodía y
asumiendo un cielo libre de nubes; luego se corrigen los valores a través de la
aplicación de un factor relacionado con estas últimas.

Al igual que el efecto invernadero, el problema del agotamiento del ozono es


mundial y puede atacarse sólo por medio de una acción planetaria. Si bien la
atmósfera es un eficiente difusor de contaminantes, esto puede ser útil para
dispersar la contaminación local del aire pero también garantiza la dispersión de los
gases insolubles, creando desequilibrios químicos no previstos.

En la Conferencia sobre Ambiente y Desarrollo de la ONU, celebrada en Río


de Janeiro en 1992, las naciones presentes adoptaron el Convenio para el cambio
del clima, que confirmó la severidad de los problemas de calentamiento global y de
agotamiento del ozono e hizo un llamado a la acción para combatir la amenaza,
identificando acciones nacionales a emprender para estabilizar las emisiones de
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 18
gases de efecto invernadero y para controlar el problema de agotamiento del ozono.
Este último es un problema tecnológicamente manejable, puesto que ya han sido
identificados los gases que atacan la capa de ozono y se pueden controlar desde la
fuente (en plantas de fabricación), pero el control de las emisiones de GEI se torna
más difícil pues todo el mundo contribuye a que se agrave el problema debido al
consumo de combustibles fósiles (vital para el trabajo y la comodidad del ser
humano), por lo que los ingenieros enfrentan la necesidad urgente de avanzar hacia
una mayor eficiencia energética y de alejarse de los combustibles del carbón.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 19


Fig. 1: Contaminación Atmosférica.

Fig. 2: Contaminación Atmosférica.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 20


Fig. 3: Contaminación Atmosférica.

Fig. 4: Inversión por radiación

Evolución diaria de Z vs. T

Z
La temperatura de la superficie terrestre
disminuye pero en las alturas todavía
conserva el calor transmitido durante las
últimas horas del día produciéndose una
inversión

Noche

Fig.5: Inversión por radiación

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 21


Evolución diaria de Z vs. T

Z La capa de inversión crece


hasta su mayor valor y a
partir de entonces comienza
a calentarse nuevamente la
Tierra

Amanecer

Fig. 6: Inversión por radiación

Fig. 7: Inversión por subsidencia

Fig. 8: Inversión frontal Fig. 9: Inversión por advección

Fig. 10: Areas urbanas - Isla de calor

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 22


Fig. 11

Fig. 12

Fig. 13

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 23


Fig. 14: Efecto Invernadero. Fig. 15: Longitudes de onda en las que el sol irradia su energía.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 24


3.- Crisis del agua - Contaminación hídrica

El agua, considerada desde una dimensión ambiental, es el recurso


responsable de mantener la biodiversidad y la integridad de los ecosistemas. Es
fundamental tener en cuenta los múltiples servicios ambientales que el agua ofrece:
regulación del clima, reciclado de nutrientes, hábitat de especies, producción de
materias primas, entre otros.

Desde la dimensión social, el agua se considera como un recurso esencial


para la satisfacción de las necesidades humanas individuales y colectivas más
básicas. Se trata de un elemento vital que constituye un factor clave para generar o
restringir el desarrollo social, cultural y económico de los territorios.

La dimensión económica del agua hace referencia directa a los usos que
hacen del recurso las actividades económicas tradicionales: agricultura, industria,
minería y generación de energía.

Así, los recursos hídricos deben ser entendidos como un componente integral
de los ecosistemas, un recurso natural, pero también un bien social y económico.

Es habitual que la valoración económica del agua prevalezca sobre la


ambiental y la social. Pero es necesario tomar conciencia y considerar que el valor
del agua no significa lo mismo que su precio. Valor, costo y precio son términos con
significados muy distintos. Las reglas de mercado no pueden ser utilizadas para
cotizar el agua, ya que en muchos casos esto ha ocasionado que poblaciones con
menores recursos no puedan acceder a un bien fundamental para la vida, sobre
todo, cuando este recurso es un derecho humano. El aumento del consumo de
productos y servicios que requieren mucha agua, va acompañado de exigencias de
la población referidas a la conservación del ambiente, la protección de los derechos
de las comunidades indígenas y los intereses públicos locales. Ambos factores han
llevado a la proliferación de conflictos socio-ambientales, la mayoría de los cuales
están relacionados con el agua, lo que obstaculiza muchos grandes proyectos de
desarrollo de infraestructuras, sobre todo en la minería. (Martin y Justo, 2015)

3.1.- El recurso y sus características

El agua es un líquido incoloro e insípido que cubre el 71% de la superficie de


la corteza terrestre. El 96,5% se localiza principalmente en los océanos (es agua
salada), mientras que los glaciares y casquetes polares concentran el 1,74%; los
depósitos subterráneos, acuíferos y las masas glaciares (o nieves permanentes)
continentales suponen el 1,72% y el resto (0,04%) se reparte en orden decreciente
entre lagos (52 %), la humedad del suelo (38 %), el vapor de agua de la atmósfera
(8 %), embalses, ríos, vertientes (1%) y seres vivos (totalizando un 3,5 % de agua
dulce). (Ver Figura 16).

Las reservas de agua dulce del mundo consideran el total acumulado de agua
subterránea y superficial, son las fuentes de agua que son útiles o potencialmente
útiles para los seres humanos, y sólo el 3% de los 1.400 millones de km3 de agua que
se calcula que hay en la Tierra es agua dulce, teniendo en cuenta además que poco
más de dos tercios de este porcentaje está constituido por agua en forma de vapor,
por agua congelada en los glaciares y los casquetes polares, o por agua situada en

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 25


lugares inaccesibles. Aproximadamente el 70% de las aguas dulces superficiales se
encuentran en el presente contaminadas. (Ver Figura 17).

El conjunto de todas las aguas atmosféricas, superficiales y subterráneas


constituye una unidad y están interrelacionadas a través del ciclo hidrológico, que se
define por los caminos en donde el agua se mueve y se distribuye por el planeta. Es
imprescindible considerar que el agua que bebemos no es agua nueva, sino que ha
sido muchas veces reciclada gracias a ese ciclo hidrológico, que consiste en un
proceso continuo de transferencia de agua a través de diferentes fases (atmosférica,
terrestre, oceánica, biológica), que involucra una cantidad única de agua, y que esa
cantidad de agua, al igual que su calidad, varían de forma importante conforme se
mueve dentro del ciclo hidrológico. Comienza con la evaporación desde la superficie
del océano. El vapor se eleva y enfría, luego se condensa y precipita hacia la tierra.
Una parte será aprovechada por los seres vivos, otra escurrirá por el terreno hasta
llegar a un río, un lago o el océano, y otra filtrará a través del suelo, formando capas
de agua subterránea. Más tarde o más temprano, toda esta agua volverá
nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación y transpiración
de las plantas. (Ver Figura 18).

El agua es un recurso natural único y escaso, de fundamental importancia ya


que resulta esencial para la vida en el planeta, para el crecimiento y desarrollo de
los seres vivos (representa 2/3 del peso total del hombre y hasta 9/10 del peso en
vegetales) y de las civilizaciones, y ha desempeñado un papel vital en la evolución y
en el desarrollo de las comunidades, resultando indispensable su seguro
abastecimiento para que una comunidad se establezca permanentemente. Sólo un
pequeño porcentaje del agua existente en la tierra está disponible para las
actividades del hombre, por lo que teniendo en cuenta el concepto de agua como un
recurso natural, se concluye que debe administrarse cuidadosamente, tomando
acciones que aseguren un manejo racional, pues las poblaciones en desarrollo y
los complejos industriales tienen demandas de agua siempre crecientes.

En relación a los volúmenes de las reservas de agua dulce en el mundo:


América del Sur es la región con los mayores recursos hídricos renovables del
planeta (cerca del 31.8% del total), seguida por Asia (28.9%) y Europa (13.9%). En
contraste con esto, la región de América Central posee tan solo el 1.5% de la
reserva total. Con aproximadamente el 32% de los recursos hídricos renovables del
planeta, América Latina es la región con la disponibilidad más alta del mundo. Sus
3.100 m3 de agua disponible por persona/año duplican el promedio mundial. La gran
mayoría de los países de la región cuentan con disponibilidades catalogadas entre
altas y muy altas, pero disponibilidad del recurso no significa que éste sea accesible
a la totalidad de la población. La mayoría de los países que cuentan con niveles de
disponibilidad altos experimentan disminuciones en los niveles de cobertura de agua
potable para sus poblaciones. Si consideramos que los países de América latina y el
Caribe tienen disponibilidad de alrededor de un tercio de las existencias mundiales
de agua, la accesibilidad a este recurso es deficiente. (Ver Figura 19).

La disponibilidad de agua dulce de una región se ve reflejada en su balance


hídrico y así, la disponibilidad de recursos hídricos muestra diferencias importantes
en las diferentes regiones del planeta, debido fundamentalmente a que la
distribución de la precipitación y de la evapotranspiración varía notablemente,
haciendo heterogéneo el reparto del recurso. Mientras los países del Norte de
Europa disponen una media de agua en todos sus estados de 70.000 m 3 por
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 26
persona y año, en algunos países de la península de Arabia no pueden satisfacer las
necesidades básicas de agua para beber o de higiene. En ciertos casos, la
disponibilidad es limitada por la calidad del agua, ya que su nivel de degradación la
inutiliza para determinados usos. (Ver Figuras 20 y 21).

En Argentina, esta disponibilidad (en especial la del agua superficial) se


asocia a la ocupación del espacio, resultando áreas densamente pobladas en el
litoral húmedo que cuenta con una importante red fluvial, mientras la situación
cambia en las provincias más áridas, donde la ocupación de las tierras se vincula a
la disponibilidad de agua subterránea o al almacenamiento de aguas pluviales, que
son utilizadas en primer lugar para riego, luego para asentamiento humano, bebida
para el ganado y uso industrial. Es decir, que si bien nuestro país tiene una amplia
disponibilidad del recurso hídrico, el mismo no está distribuido de una manera
regular a lo largo del territorio.

Entre las principales cuencas hídricas de Argentina podemos mencionar la


Cuenca del Plata, conformada por los ríos Paraná, Uruguay, de la Plata, Bermejo,
Pilcomayo, Iguazú, Paraguay (que son compartidos con países vecinos), Pasaje-
Juramento-Salado, Carcarañá y ríos mesopotámicos (todos ellos transcurren
integralmente en territorio argentino). Sobre esta cuenca se asienta el 75% de la
población argentina, los mayores centros urbanos (Buenos Aires, Rosario, Córdoba)
y las principales industrias (cordón industrial San Lorenzo en la provincia de Santa
Fe - La Plata en la provincia de Buenos Aires). Otra cuenca importante para
destacar es la del río Desaguadero, conformada por los ríos San Juan, Mendoza,
Tunuyán, Diamante y Atuel, cuyas aguas son represadas para aprovechamiento
energético y regadío, originando importantes oasis agrícolas como el de San Juan,
Mendoza y San Rafael. También son sumamente importantes otros ríos cuyo
drenaje desemboca en el Atlántico, como los ríos patagónicos (Colorado, Chubut,
etc.), que irrigan las tierras de estas regiones áridas y generan energía, permitiendo
que en sus orillas se asienten poblaciones del sur del país como Carmen de
Patagones y Viedma. También existen ríos que nacen en la cordillera y desembocan
en el Pacífico, como los ríos Manso, Futaleufú, Carrenleufú y Pico los cuales se
utilizan principalmente para obtener energía. Asimismo, la región de la Puna
presenta cursos de aguas temporarios, de gran importancia en un ambiente tan
árido y de tan gran superficie.

La disposición orográfica del país determina la formación de tres vertientes


hidrográficas: Atlántico, Pacífico y Cuencas Endorreicas. Estas grandes vertientes, a
su vez, se subdividen en sistemas y cuencas hidrográficas. (Ver Figura 22).

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 27


SUPERFICIE
VERTIENTE SISTEMA DRENADA (*) PRINCIPALES CUENCAS
(km2)

Paraná, Iguazú, Santa Lucía,


Paraná Corrientes, Guayquiraró, Feliciano,
Gualeguay, Arrecifes.

3.092.000
Paraguay Paraguay, Pilcomayo, Bermejo.

Altántica Uruguay, Pepirí-Guazú, Aguapey,


Uruguay
Mirinay, Mocoretá, Gualeguaychú.

Río de la Plata y Provincia de


Buenos Aires hasta el río 181.203 Plata, Salado.
Colorado

Colorado, Vinchina, Jáchal, San


Colorado 92.840 Juan, Mendoza, Rio Desaguadero,
Tunuyán, Diamante, Atuel.

Neuquén, Limay, Negro, Chubut,


Ríos Patagónicos 356.033
Senguerr y Chico.

Hua-Hum, Manso y Puelo, Futaleufú,


Carrenleufú y Pico, Simpson,
Pacífico Aportes al Océano Pacífico 33.455
Pueyrredón, Mayer, Vizcachas,
Fagnano.

Cuencas Mar Chiquita, Región Serrana,


298.056
Endorreicas Pampeana y Salares

TOTAL 4.053.587

Fuente: Secretaria de Recursos Hídricos de La Nación


(*) Incluye la superficie completa de las cuencas de los cursos hídricos que drenan en Argentina.

En cuanto a las aguas subterráneas, éstas constituyen el 30% del total del agua
extraída en el ámbito nacional para diferentes usos, desconociéndose la cantidad
total, volumen y calidad de los reservorios existentes, debido a falta de
relevamientos y estudios de potencialidad y calidad. La importancia de las aguas
subterráneas ha crecido en los últimos años debido a los problemas de
disponibilidad de agua superficial a nivel mundial, sumándose en nuestro país la
creciente actividad minera en regiones con escasez de aguas superficiales y gran
necesidad de agua para realizar el proceso productivo. Esta situación se reproduce
en valles intramontañosos de la Puna, oeste Catamarqueño, La Rioja, San Juan y
Mendoza (provincias mineras por excelencia con fuertes proyectos mineros desde la
década del 90). Los acuíferos de Mendoza y San Juan donde abastecen el riego,
que depende fuertemente de ellos. En el conurbano bonaerense, la explotación del
agua subterránea se concentra frecuentemente en el Acuífero Puelches, que se
extiende entre los 15 y 120 metros de profundidad por el sur de Santa Fe, este de
Córdoba y nordeste de Buenos Aires siendo uno de los acuíferos más explotados
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 28
del país, sobre todo por su caudal y fácil acceso. En CABA, el agua subterránea
prácticamente no se explota, pues el abastecimiento proviene de las aguas del Río
de la Plata.

Un acuífero es como un vaso subterráneo con base y paredes de piedra


arenisca y basalto, donde el líquido puede desplazarse como un río subterráneo, a
profundidades de 50 a 1.200 metros, con temperaturas de 30 a 70 °C.

Un caso a destacar es el Acuífero Guaraní, el cuarto acuífero del mundo en


importancia, que se extiende por las cuencas de los ríos Uruguay, Paraná y
Paraguay, siendo compartido con Brasil, Paraguay y Uruguay. En Argentina, se
estima que se prolonga hasta la cuenca del Bermejo y más allá de la laguna Mar
Chiquita, desconociéndose el límite sur (no se descarta que se conecte con áreas
patagónicas). En 1974 se publicó en Brasil el primer estudio hidrogeológico
importante sobre la región, estimándose que explotando 80 km 3 (en pozos termales
de agua dulce en la provincia de Entre Ríos, Corrientes y explotación considerada
racional) podría abastecerse a 720 millones de personas con una dotación de 300
litros por habitante diariamente. En vastas regiones presenta surgencia natural (el
líquido tiene suficiente presión, no hace falta bombearlo hasta la superficie). El
espesor más común del acuífero es de 200 metros, pero supera los 600 y llega
hasta los 800 metros a lo largo del río Uruguay y 1000 y 1200 metros en zonas de
Brasil y Argentina. La temperatura del agua varía con la profundidad. En Argentina,
hay explotación Misiones, mientras que en Brasil alimenta a unas 300 ciudades. En
cuanto a las aguas del acuífero se sabe que son de excelente calidad para consumo
humano, industrial, hidrotermal y riego y que la relación costo-beneficio es
sumamente favorable comparado con el tratamiento de aguas superficiales. Con la
construcción de acueductos podrían abastecerse de agua pura a pequeñas y
grandes ciudades de las provincias Mesopotámicas, Noroeste, Córdoba y Buenos
Aires a muy bajo costo.

Los estudios realizados hasta hoy sostienen que el Sistema Acuífero Guaraní
(SAG) tiene una superficie aproximada de 1.194.000 kilómetros cuadrados de los
cuales 839.000 corresponden a Brasil (10% de su territorio), 226.000 a Argentina (6
%), 71.700 a Paraguay (18 %) y 59.000 a Uruguay (25 %). En Argentina, sus aguas
corren por debajo de las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Santa Fe,
Corrientes y Entre Ríos. Su volumen se estima en unos 55.000 km3 de agua potable
y su nivel de recarga anual es de entre 160 y 250 km3. El Acuífero, es capaz de
abastecer a la actual población mundial durante 200 años, pero corre el riesgo de
que aumente su salinidad (a diferentes niveles, coexisten grandes masas de agua
salada y dulce), de que se degrade su composición química hasta perder su
potabilidad y perder la presión natural que la hace surgir desde el subsuelo. Además
de los sistemas fluviales y acuíferos mencionados, Argentina presenta numerosas
lagunas, lagos y campos de hielo. (Ver Figura 23).

3.2.- Servicios ecosistémicos - Usos antrópicos del agua

• Abastecimiento de agua potable y agua para consumo humano.


• Abastecimiento de agua industrial (para alimentar equipos, operaciones industriales
y circuitos de enfriamiento, realizar la limpieza, generar electricidad, etc.).
• Abastecimiento de agua de uso agrícola y ganadero (agua de riego, agua de
bebida de los animales, etc.).
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 29
• Abastecimiento de aguas termales y de uso medicinal.
• Abastecimiento de agua para usos municipales (riego de parques y jardines).
• Generación hidroeléctrica.
• Usos para acuicultura.
• Usos para navegación, turismo, deportes acuáticos, pesca y recreación.

3.3.- Consumo de agua

Al momento de analizar el consumo de agua, debemos diferenciar entre


el consumo de agua necesario para sobrevivir (cantidad de agua imprescindible para
nuestras funciones vitales) y el consumo de agua que corresponde a los usos
prescindibles, desde el punto de vista biológico, relacionados con factores culturales
y sociales (por ejemplo los usos deportivos o recreativos). El primero aumenta de
forma proporcional al crecimiento demográfico, mientras que el segundo varía en
función del cambio de hábitos sociales, lo que explica que el consumo de agua se
haya multiplicado por seis desde principios del siglo XX hasta la actualidad mientras
la población de la Tierra se ha multiplicado casi por tres en el mismo periodo.

El consumo de agua está estrechamente relacionado con el nivel de


desarrollo socioeconómico de cada país. Así, países menos industrializados, como
el Congo, presentan un consumo medio de agua por habitante de 30 litros por
persona y día (se calcula al dividir el consumo total de agua de un país por su
población). En otros países como China, India, Alemania, y Estados Unidos, el
uso puede llegar a los 980, 1030, 1950, 2290 y 4.620 litros por persona y día
respectivamente, aunque debemos tener en cuenta que los últimos disponen de una
red avanzada de captación, tratamiento, almacenaje y distribución de agua potable,
además de hábitos de consumo para usos prescindibles mucho más acentuados. El
Consumo de agua para uso doméstico por persona por año puede estimarse por
ejemplo en 250 mil litros para Argentina, 110 mil litros para Estados Unidos, 104 mil
litros para Japón, 55 mil litros para la Unión Europea, 35 mil litros para Argelia y 9
mil litros para India. (Ver Figuras 24 y 25).

Las economías de la mayoría de los países latinoamericanos están orientadas


hacia la exportación y dependen en gran medida del precio de las materias primas.
Los productos de exportación regionales y el empleo relacionado con los mismos
utilizan el agua de manera intensiva, ya sea en el proceso de producción (en
particular la agricultura de regadío y la minería, los alimentos, la pulpa y el papel y
las industrias petroquímicas y textiles) o porque dependen de ella (como el turismo)
o porque utilizan el agua como componente básico de sus productos finales (por
ejemplo, la industria del agua embotellada). Si bien los terrenos de regadío no
representan una proporción muy grande de las tierras cultivables (13%), suponen
casi el 67% del total de las captaciones de agua. En varios países, como por
ejemplo Argentina, Brasil, Chile, México y Perú, el riego es un componente
significativo de la producción agrícola particularmente para los productos de
exportación. (FAO, 2015a)

La agroindustria con un 70% y la industria con un 20% son los rubros


socioeconómicos que hacen un mayor aprovechamiento del agua. También existe
una creciente dependencia en el uso de sus fuentes hídricas subterráneas: América
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 30
del Sur extrae de los acuíferos entre el 40% y el 60% del agua que consume,
mientras que América Central y México dependen en un 65% de estas fuentes. Con
una población en aumento que demanda mayor cantidad de servicios básicos y un
modelo de desarrollo sustentado en la explotación de materias primas, América
Latina se encamina hacia una agudización en la explotación de sus fuentes de agua.

En Argentina, aproximadamente el 70 % del agua disponible se utiliza para


riego, el 21 % es para uso industrial y el 9 % restante es utilizado para consumo
humano (destinándose entre un 70 y un 75 % de este valor en agua de
saneamiento, y solo el resto como agua de bebida).

Según los especialistas, por año son extraídos entre 4.000 y 4.500 Km 3 de
agua dulce de ríos, lagos y acuíferos del mundo entero. Esto significa un 200 % más
que hace 50 años. Debemos tener en cuenta cuánta agua se necesita para producir
cada tonelada de productos que comercializamos. Algunos ejemplos: una taza de
café necesita 140 litros de agua, 1 litro de leche necesita 800 litros de agua, 1 litro
de jugo de naranja requiere 22 litros de agua, 1 kg de maíz necesita 900 litros de
agua, 1 kg de trigo necesita 1.100 litros de agua, 1 kg de arroz necesita 2.300 litros
de agua, 1 kg de carne vacuna necesita 22.000 litros de agua, 1 kg de lana requiere
550 litros de agua, 1 kg de cebada necesita 500 litros de agua, 1 kg de papel
requiere entre 220 y 380 litros de agua, 1 kg de caucho sintético debe utilizar 1.400
litros de agua, 1 kg de azúcar necesita 1.800 litros de agua. (www.agrodiario.com.ar)

Las economías regionales se apoyan mucho en la explotación de los


recursos naturales especialmente la minería, la agricultura (incluyendo los
biocombustibles), la silvicultura, la pesca y el turismo. El patrón de uso del agua está
muy influenciado por la concentración de la población, los conglomerados urbanos y
las actividades económicas en zonas áridas y semiáridas. Esto ocasiona una intensa
competencia por obtener los escasos recursos hídricos en áreas concentradas o en
estaciones específicas. Estas prácticas no sostenibles en el uso del agua como la
creciente contaminación (no solo por las aguas residuales sino también por la
agricultura y la minería) pueden llegar a la destrucción de las cuencas. Estas
tendencias socavan la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico, mientras
que constituyen la mayor amenaza para el empleo y la creación de puestos de
trabajo.

El cambio climático intensifica también la presión sobre los recursos hídricos.


Sus efectos ya son visibles en la agricultura, la disponibilidad de agua, los bosques y
la biodiversidad, las áreas costeras, el turismo y la salud pública. El cambio climático
global genera problemáticas contrastantes en relación a los recursos naturales como
inundaciones y severas sequías que afectan directamente a las poblaciones
urbanas y rurales con estrecha relación al recurso agua. (CEPAL 2014b)

3.4.- Crisis del agua

Desde hace mucho tiempo viene gestándose una seria crisis que está
generando enfrentamientos en varias regiones del planeta. Esta crisis amenaza no
sólo el acceso y abastecimiento igualitarios para los habitantes, sino que también ha
puesto en riesgo la calidad y ha mostrado una inadecuada gestión del recurso. La
Declaración del Milenio de Naciones Unidas (2000) ha hecho un llamado respecto a
esta problemática para detener la explotación no sostenible de los recursos hídricos
y que se promuevan el acceso equitativo y el abastecimiento adecuado. Hoy día se
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 31
sabe que la tercera parte de la población mundial vive en zonas donde la
disponibilidad de agua no satisface la demanda, y más de mil millones de habitantes
del planeta carecen de acceso al agua potable.

La escasez de agua causa un deterioro de los recursos de agua dulce en


términos de cantidad (sobreexplotación de los mantos freáticos, que se sequen los
ríos, etc.) y de calidad (polución con materia orgánica, eutrofización, intrusión de
agua de mar, etc.). En los mapas se miden los índices de la deficiencia de agua
como la proporción de la disminución del agua respecto del total de los recursos
renovables. Es una proporción crítica que implica que la escasez de agua depende
de la variabilidad de recursos.

La escasez de agua se percibe cuando no hay agua suficiente para satisfacer


los requerimientos humanos normales. Quizá la definición que mejor visualiza el
acceso razonable a una fuente de suministro de agua para los requerimientos
humanos normales sea la de la Organización Mundial de la Salud: la disponibilidad
de al menos 20 litros per cápita por día de una fuente que se encuentre a menos de
1 km de la residencia del usuario. Se considera que un país atraviesa por una
situación de insuficiencia de agua cuando su suministro anual de agua desciende
por debajo de los 1700 m3 por persona, y cuando ese abastecimiento anual de agua
desciende por debajo de los 1000 m3 por persona, se considera que el país sufre de
escasez de agua. Según esta medida, casi dos mil millones de personas padecen
actualmente de una grave escasez de agua, y teniendo en cuenta que las reservas
de agua dulce en el planeta se calculan en aproximadamente 24 millones de km 3 y
que la calidad de éstas disminuye día a día a causa de la contaminación, se espera
que mil millones de personas enfrenten una situación de escasez de agua en el año
2025, un porcentaje de las cuales (aproximadamente un 20 %) enfrentarán esta
situación de escasez por efectos directos asociados al cambio climático (Vörösmarty et
al. 2000).

La demanda de agua supera ya la oferta en muchas partes del mundo y como


la población mundial sigue aumentando, también lo hace la demanda de agua, ya
que prácticamente todas las actividades humanas (agrícolas, industriales,
domésticas, de recreación, etc.) requieren de agua dulce. Si bien, el agua dulce es
un recurso renovable, sin embargo, la oferta mundial de agua limpia y fresca es cada
vez menor, y la conciencia de la importancia mundial de preservar el agua sólo ha
surgido recientemente durante el siglo XX.

El porcentaje de consumo de agua requerida por habitante aumenta debido al


crecimiento poblacional y a la mejora de los niveles de calidad de vida, con el
consiguiente aumento del consumo para usos no domésticos en las zonas
urbanizadas y el incremento de la superficie de cultivos de regadío, haciendo que,
en muchos lugares la cantidad de agua existente se vea superada con creces por la
demanda. En estos casos donde el requerimiento de agua es superior a la
disponibilidad del recurso, se habla de escasez. Si se suman las variaciones
espaciales y temporales del agua disponible puede decirse que la cantidad existente
para todos los usos comienza a escasear y nos llevará a una crisis hídrica.

América Latina es el continente más rico en términos de disponibilidad de


agua por persona, pero hay poblaciones que padecen una seria escasez. Países
como Perú, El Salvador y México sufren el denominado “estrés hídrico”. El estrés
hídrico es un fenómeno que provoca el deterioro de los recursos de agua dulce en
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 32
términos de cantidad y de calidad, y sucede cuando la demanda de agua es más
grande que la cantidad disponible durante un periodo determinado de tiempo o
cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.

Por otro lado, los recursos de agua dulce se ven reducidos por la
contaminación. Las poblaciones más pobres son las más afectadas, ya que un 50%
de los habitantes de los países en desarrollo se encuentra expuesto a fuentes de
agua contaminada. El cambio climático produce efectos sobre los recursos hídricos.
Con una tendencia perceptible hacia condiciones meteorológicas extremas más
frecuentes es probable que las inundaciones, sequías, avalanchas de lodo, tifones y
ciclones aumenten. Es posible que disminuyan los caudales de los ríos en períodos
de flujo escaso y que la calidad del agua empeore debido al aumento de las cargas
contaminantes y la temperatura.

Para analizar el concepto de accesibilidad al recurso se debe tener en cuenta el


abastecimiento de agua potable en cantidad y calidad suficiente, además de la
cobertura de saneamiento para toda la población considerada. Estos elementos
básicos tienen estrecha vinculación con la disponibilidad de agua como fuente
natural y las obras de infraestructura que se llevan a cabo. La accesibilidad al agua
potable generalmente está asociada a la densidad poblacional y al uso que los
habitantes hacen de ella. Por lo tanto, para evaluar la sostenibilidad del recurso
natural resulta imprescindible analizar en forma integral el contexto en que se
encuentra, sus características urbanas o rurales, los aspectos socio-económicos, los
bienes y servicios que presta y su componente cultural, entre otros.

Definición de los componentes del Indice de Pobreza Hídrica

Disponibilidad física del agua superficial y subterránea que tiene


Recursos en cuenta la variabilidad y la calidad del recurso así como la
cantidad total.

Nivel de acceso al agua para uso humano. No sólo la cantidad,


sino la distancia a una fuente de agua segura, la época de
Acceso recolección doméstica del agua y otros factores significativos. El
acceso hace referencia al uso de agua apta para el
abastecimiento humano, doméstico, agrícola e industrial.

Capacidad Eficacia de la capacidad de la población para manejar el agua.

Formas en las cuales el agua se utiliza para diversos propósitos.


Uso
Incluye uso doméstico, agrícola, ganadero e industrial.

Evaluación de la integridad ambiental que relaciona el agua con el


Ambiente uso del recurso natural, productividad agrícola y degradación de
tierras.

Fuente: Sullivan, et al. (2003)

El Indice de Pobreza Hídrica (IPH) permite evaluar este recurso si tenemos en


cuenta factores físicos y socio-económicos relacionados con su disponibilidad. Este

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 33


índice resulta de la suma de cinco componentes claves: recursos, acceso, uso,
capacidad y ambiente, en una escala de evaluación de 0 a 100. Constituye una
herramienta de diagnóstico de la oferta y demanda hídrica fundamentalmente para la
planificación de tierras secas y degradadas.

Si tenemos en cuenta los componentes del Indice de Pobreza


Hídrica descriptos en la tabla anterior surge una ponderación a escala mundial. Los
resultados se pueden apreciar en un mapa donde los colores diferenciales definen
rangos de IPH por país: Grave, Alto, Medio, Medio Bajo y Bajo. (Ver Figura 26).

Se espera que en el futuro el agua sea una fuente de tensión y de


cooperación, debido a que dos o más países comparten más de 215 de los ríos más
importantes y 300 mantos freáticos acuíferos. La Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE), constituida por 30 países miembros, asegura
que “las tensiones relacionadas con el agua pueden surgir a escalas geográficas
varias, pero el agua también puede ser el foco de medidas que mejoren la confianza
y la cooperación”.

Las reservas mundiales de agua, en sus diferentes estados, deben ser


preservadas en cantidad y calidad para lograr que las demandas proyectadas sean
sustentables.

3.5.- Calidad del agua

El agua químicamente pura no es favorable para el desarrollo de la vida. El


análisis de cualquier agua revela la presencia de gases, elementos minerales y
elementos orgánicos en solución o en suspensión, que tienen origen natural (rocas,
suelo, aire) o proceden de las actividades de producción y consumo humano. No se
puede hablar de “buena” o “mala” calidad en abstracto, ya que debemos considerar
dos conceptos implícitos en la definición de calidad del agua: la calidad natural y la
calidad útil. La calidad natural es el conjunto de características físico-químicas y
bacteriológicas que presenta el agua en su estado natural (temperatura, cantidad y
tipos de sales en disolución, gases disueltos, contenido en microorganismos, etc.) y
la calidad útil viene definida por las características físico-químicas y biológicas que
exigen los diferentes usos del agua y que proporcionan al hombre un beneficio
económico, social o psicológico. La calidad del agua, entonces, no es un término
absoluto, sino que es un concepto que indica relación con el uso o actividad a que
se destina, siendo la naturaleza y la cantidad de los elementos constituyentes los
que definen un agua y precisan y limitan su empleo para los diversos usos: agua
potable, agua industrial, agua para recreación, agua de riego, agua para la
conservación de la vida acuática, etc.

El oxígeno disuelto se requiere para mantener una comunidad balanceada de


organismos en lagos, ríos y el océano. Cuando un contaminante demandante de
oxígeno se añade al agua, la velocidad a la que el oxígeno es consumido al oxidar
dicho contaminante (desoxigenación) puede exceder la velocidad a la que el oxígeno
puede ser reprovisto o se vuelve a suplir desde la atmósfera (reaereación) y esto
puede llevar al agotamiento de los recursos de oxígeno, con concentraciones muy
por debajo de los niveles de saturación (capacidad del agua de retener oxígeno). El
agotamiento del oxígeno con frecuencia es lo suficientemente severo como para
desarrollar condiciones anaeróbicas, con una pérdida de asistencia de biodiversidad
y estética pobre (turbidez y problemas de olor), y cuando estos niveles de oxígeno
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 34
caen por debajo de los 4 a 5 mg O2/litro, la reproducción de los peces y los
macroinvertebrados es desproporcionada.

Una gran diferencia entre los lagos y los ríos yace en los medios de transporte
de masas. Los ríos están completamente mezclados, mientras que en las latitudes
templadas, los lagos se someten a estratificación térmica, dividiendo el sistema en
capas y restringiendo el transporte de masas. Los periodos de estratificación se
alternan con periodos de mezcla total con transporte de masas. La restricción de
transporte de masas durante la estratificación influye en el ciclo de muchas especies
químicas (como hierro, oxígeno y fósforo) y puede tener efectos profundos sobre la
calidad del agua.

La producción interna de la materia orgánica en los lagos, resultante del


crecimiento de algas y macrófitos (influido por las condiciones de luz y temperatura)
y estimulada por descargas de nutrientes limitantes del crecimiento (fósforo y
nitrógeno), consume oxígeno (existe poco reaprovisionamiento de oxígeno bajo
condiciones de estratificación), y puede resultar en un agotamiento del oxígeno, que
lleva a una aceleración en el ciclo de los químicos que residen en los sedimentos del
lago (en especial el hierro y el fósforo), la generación de varias especies químicas no
deseadas y potencialmente peligrosas (NH3, H2S, CH4) y la extirpación de peces y
macroinvertebrados. El agotamiento del oxígeno es uno de los problemas de calidad
del agua más importantes y más comúnmente observados en lagos, bahías y
estuarios, siendo también importante en las reservas de agua potable, donde
pueden encontrarse algas en la superficie y acumulaciones de químicos nocivos
cerca del fondo.

Las condiciones de calidad del agua en lagos y reservas se encuentran


influenciadas por la magnitud y ruta de los flujos químicos y energéticos que pasan a
través de ciclos biogeoquímicos. Las perturbaciones culturales de dos de dichos
ciclos, el fósforo y el nitrógeno, causan un problema de calidad del agua de amplio
interés: la eutrofización, que es un proceso de enriquecimiento de nutrientes de un
cuerpo de agua, con incrementos en la materia orgánica. Esto se considera como un
proceso de envejecimiento natural en los lagos.

La eutrofización se produce entonces, cuando las aguas reciben aportes de


sustancias inorgánicas como el fósforo, el nitrógeno o el azufre, que son factores
limitantes de crecimiento para los organismos fotosintéticos. Las algas planctónicas
aumentan mucho su número y las más superficiales impiden que llegue la luz a las
capas inferiores. Cuando las algas mueren, van al fondo, donde son descompuestas
por bacterias que llegan a consumir todo el oxígeno del agua, pudriéndose además,
toda la materia orgánica. (Ver Figura 27).

En relación a la calidad de las aguas subterráneas, se ha detectado a niveles


potencialmente dañinos, un amplio rango de sustancias tóxicas, incluyendo químicos
orgánicos sintéticos, trazas metálicas y microorganismos patógenos.

3.6.- Contaminación del agua

La contaminación del agua es cualquier cambio químico, físico o biológico en la


calidad del agua que tiene un efecto dañino en cualquier ser vivo que la consuma y
la vuelve NO APTA para el uso al que estaba destinada. Cuando los seres humanos
beben el agua contaminada tienen a menudo problemas de salud.
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 35
Por "contaminación de un recurso acuático" se entiende la introducción de
desechos u otras materias en los cuerpos de agua, resultante directa o
indirectamente de actividades humanas, que tenga o pueda tener efectos
perjudiciales tales como causar daño a los recursos vivos y a los ecosistemas
inmersos en ellos, entrañar peligros a la salud del hombre, entorpecer la actividades
que en dichos cuerpos de agua se desarrollan (incluidas la pesca y otros usos
legítimos), deteriorar la calidad del agua en lo que se refiere a su utilización y
menoscabar las posibilidades de esparcimiento.

Aunque los medios acuáticos reciben a diario miles de toneladas de residuos,


existen unos microorganismos, las bacterias descomponedoras, que transforman
todos los restos orgánicos del agua en materia mineral sencilla. Esta materia
mineral, o bien se disuelve, o bien precipita en el fondo, devolviendo al agua su
claridad y transparencia (autodepuración).

El poder de biodegradación de las aguas es grande, pero si la concentración


de sustancias contaminantes aumenta considerablemente y supera ciertos límites,
su degradación por medio de microorganismos agota el oxígeno disuelto en el agua,
pudiendo producir asfixia a los animales acuáticos. A partir de este instante la acción
de las bacterias aerobias, que son las que en condiciones normales mantienen el
poder autodepurador del agua, es sustituida por la acción de bacterias anaerobias,
que son las que contribuyen a la putrefacción de las aguas. De la misma manera, el
aumento de la temperatura de las aguas, supone al mismo tiempo un aumento en el
consumo de oxígeno que puede amenazar seriamente la vida acuática (la creciente
utilización de agua por parte de industria siderúrgicas, papeleras, etc., aumenta cada
día más dicho peligro).

La contaminación de las aguas origina problemas higiénicos que posibilitan la


transmisión de enfermedades (aguas de consumo, balnearios, contaminación de
alimentos, etc.), problemas de toxicidad, problemas económicos (mayor consumo de
productos químicos utilizados para el abastecimiento de agua, destrucción de
ambientes de pesca, disminución del valor de las propiedades) y problemas
estéticos (alteración del aspecto naturalmente agradable de los cursos de agua y de
las condiciones para el uso con fines recreativos y deportivos). El problema de la
contaminación de las aguas no afecta solamente al ser humano y a los animales
acuáticos, sino que constituye una preocupación cada día mayor para las propias
industrias, que se ven obligadas a utilizar aguas contaminadas río arriba,
incompatibles con ciertos tipos de instalaciones industriales, con la consiguiente
mayor complejidad en el tratamiento de aguas para la industria.

En el caso de las aguas subterráneas, la contaminación natural se puede


producir por dos vías distintas: a través del agua de lluvia que luego percola hasta
alcanzar las napas y por un movimiento lateral de los agentes contaminantes una
vez que han llegado al agua subterránea ya sea por percolación o por recarga
directa.

3.6.1.- Principales fuentes antropogénicas de contaminación del agua

 Actividades industriales: constituyen la principal fuente de contaminación de las


aguas. La mayoría de las industrias utilizan el agua en cantidades variables en
diferentes procesos de extracción, almacenamiento y fabricación, generando

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 36


efluentes líquidos (aguas residuales de procesos, aguas de enfriamiento,
derrames y fugas accidentales) que contienen sustancias químicas orgánicas e
inorgánicas, minerales, iones metálicos, hidrocarburos, detergentes, pesticidas,
etc. Los principales sectores contaminantes son los del petróleo y el carbón, los
químicos y los derivados de la celulosa.

 Actividades agrícolas-ganaderas: generan contaminación de tipo difusa, que proviene


principalmente de residuos de origen animal, de ciertos productos utilizados en
agricultura como fertilizantes, pesticidas, plaguicidas, nutrientes,
microorganismos, productos orgánicos (aminoácidos, ácidos grasos, éteres,
detergentes, amidas, etc.), compuestos inorgánicos (sales disueltas en forma de
iones, principalmente sodio, potasio, calcio, manganeso, cloruro, nitrato,
bicarbonato, sulfato y fosfato) y de las combinaciones químicas que producen.

 Actividades urbanas: generan aguas residuales domésticas (con materia orgánica,


jabones, detergentes y microorganismos como principales contaminantes),
efluentes pluviales (con aceites, materia orgánica, pesticidas, abonos, etc.),
efluentes cloacales y fugas de tanques sépticos (con materia orgánica y
microorganismos). Teniendo en cuenta los aspectos de higiene personal, doméstica
y de subsistencia, en las ciudades, una persona necesita una media de 50 a 60 litros
de agua por día, por lo que el volumen de aguas residuales urbanas va en constante
aumento, alcanzando en algunas ciudades cifras de 600 litros por persona/día, que
suponen alrededor de 50 kg de materias sólidas secas por habitante/año.

 Actividades de servicios: generan efluentes líquidos y contaminación de tipo difusa


(generación de energía, disposición final de residuos sólidos, lavaderos, lavaderos
industriales de ropa, laboratorios, expendio de combustibles, etc.) por vertido de
productos químicos orgánicos e inorgánicos, hidrocarburos, jabones y detergentes
entre otros.

 Actividades de transporte de hidrocarburos: dan origen mareas negras causadas por el


vertido directo y la dispersión de hidrocarburos en gran parte de la superficie de
los océanos.
3.6.2.- Contaminantes acuáticos

Los contaminantes del agua se dividen en varias clases. Cada clase de


contaminante tiene sus maneras específicas de introducirse en el ambiente y sus
peligros específicos. Todas las clases incluyen contaminantes importantes y son
conocidos por muchas personas, debido a sus diversos efectos sobre la salud. Estos
contaminantes se descargan en los sistemas acuáticos desde fuentes puntuales
(ubicaciones estacionarias como una tubería que conduce efluentes líquidos) y
desde fuentes no puntuales (también llamadas difusas) como el escurrimiento de la
tierra y la atmósfera, llegando a valores de decenas de millones de toneladas por
año en el caso de macrocontaminantes como nitrógeno, fósforo, materia orgánica y
sólidos suspendidos (el flujo de masa de un contaminante se denomina “carga” y se
expresa en unidades de masa por unidades de tiempo).

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 37


Particularmente, los contaminantes de las aguas subterráneas se originan de
una amplia variedad de fuentes naturales (composición mineral de materiales
acuíferos que aportan químicos inorgánicos patógenos de ocurrencia natural como
por ejemplo el arsénico, y radionucleidos como por ejemplo el uranio) y
antropogénicas: tanques sépticos diseñados o mantenidos inapropiadamente
(patógenos), fugas de tanques de almacenamiento subterráneo, actividades
industriales, disposición final de residuos sólidos, actividades mineras, derrames
químicos y extracción de petróleo (químicos orgánicos como solventes y productos
petroleros y químicos inorgánicos como nitratos y metales), actividades de
agricultura (pesticidas y nutrientes), instalaciones de procesos nucleares
(radionucleidos), etc.

Los líquidos de fase no acuosa son una clase especializada de contaminantes


orgánicos que no se mezclan fácilmente con el agua (el significado de no acuoso),
que una vez liberados en un acuífero, permanecen más o menos separados de las
aguas subterráneas (los más ligeros que el agua como la gasolina, tienden a
juntarse en la parte superior de la tabla de agua y los más densos que el agua, como
los solventes clorados, penetrarán la tabla de agua y migrarán verticalmente hasta
que encuentren un material acuífero con conductividad hidráulica baja como por
ejemplo, arcilla o roca). Casi no son solubles, por lo que una pequeña descarga
puede contaminar grandes volúmenes de agua; pero aún en estas bajas
solubilidades, sin embargo, generalmente logran concentraciones que exceden los
límites de toxicidad (Mayer y Hassanizadeh, 2005).

Los contaminantes del agua subterránea son transportados mediante dos


procesos: advección y dispersión. La advección sucede cuando el contaminante es
transportado con el flujo en volumen, esto es, agua subterránea en movimiento. Ya
que el movimiento en la subsuperficie puede darse en todas las tres dimensiones
simultáneamente y puede cambiar en tiempo y espacio, la predicción de transporte
advectivo puede ser complicada.

Los contaminantes tienden a esparcirse o mezclarse (dispersarse) según


sean advectados con el flujo del agua subterránea, haciéndose más diluibles y
ocupando un volumen cada vez más grande. Este segundo proceso de transporte, la
dispersión, resulta de los efectos de dos mecanismos: difusión y mezcla mecánica. La
difusión es llevada a cabo por gradientes de concentración, mientras que la mezcla
mecánica resulta de interacciones con la matriz sólida del acuífero.

Los contaminantes del agua subterránea rara vez se comportan


conservativamente, ya que pueden ser degradados por microorganismos o
reacciones químicas en el acuífero. Los rangos de reacción varían ampliamente en
los sistemas de aguas subterráneas y dependen de muchos factores como la
naturaleza del químico de interés y la biogeoquímica del acuífero. En el caso de
reacciones microbianas mediadas, las velocidades están influidas por los tipos y
abundancia de los microorganismos presentes, las propiedades químicas del
contaminante y las concentraciones de donadores y receptores de electrones (para
las reacciones redox), nutrientes y fuentes de energía. En muchos casos, las
reacciones de los contaminantes son benéficas, reduciendo los niveles de
contaminantes. Sin embargo, en algunos casos (especialmente en los solventes
clorados), los productos de la reacción pueden ser al menos tan tóxicas como los
químicos orgánicos originalmente liberados. Los contaminantes pueden también
interactuar con los materiales sólidos en el acuífero a través de la absorción.
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 38
Fig. 16: Distribución del agua en la Tierra

Fig. 17: Reservas de agua dulce en el mundo Fuente: PNUMA, (2002)

Fig. 18: Ciclo Hidrológico.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 39


Fig. 19: Reservas de agua dulce en el mundo por región Fuente: FAO Aquastast, (2012)

Fig. 20: Relación entre disponibilidad de agua y población por continente Fuente: UNESCO (2010)
En la figura se resume regionalmente la disponibilidad global de agua versus la población, pueden observarse
las disparidades continentales y en particular la presión ejercida sobre el continente asiático que alberga más
de la mitad de la población mundial.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 40


Fig. 21: Disponibilidad de agua en el mundo por país Fuente: UNESCO (2010)

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 41


Fig.22: Cuencas, vertientes y sistemas hidrográficos de Argentina. Fuente:Secretaría de Recursos Hídricos

Fig.23: Acuífero Guaraní

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 42


Fig. 24: Distribución global de uso del agua. Período 1995/2025 Fuente: http://www.iagua.es/

Fig. 25: Evolución de los usos del agua Fuente: http://www.iagua.es/

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 43


Fig.26: Indice de Pobreza del Agua (WPI) en escala mundial. Fuente:Lawrence, Meight & Sullivan,(2002)

Fig. 27: Eutrofización

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 44


4.- Procesos de degradación y contaminación del suelo

El suelo es la base que sustenta la vida en la Tierra. Es un cuerpo natural,


continuo, tridimensional e independiente, que posee una morfología propia, y
propiedades físicas y composición química y mineralógica definidas. Está formado
por constituyentes minerales y orgánicos en estado sólido, líquido y gaseoso y se
origina como producto de la interacción del material originario con un conjunto de
factores de formación: clima, biota, relieve local y tiempo.

El suelo es el producto de la alteración y de la reorganización de las capas


superiores de la corteza terrestre (situadas entre el lecho rocoso y la superficie), bajo
la acción de la vida, de la atmósfera y de los intercambios de energía que entre ellas
se producen (Aubert y Boulaine,1982).

El suelo es un recurso natural escaso y no renovable. Sólo la cuarta parte de


la superficie terrestre está constituida por masas continentales, y de ellas una gran
proporción está ocupada por desiertos y/o montañas, por lo tanto, los suelos
aprovechables constituyen una reducida superficie.

4.1.- Procesos de degradación del suelo: erosión, deforestación y


desertificación

En los ecosistemas terrestres, el suelo es el soporte en el que las plantas


extraen el agua y los nutrientes minerales y donde se producen los procesos de
reciclaje de la materia. Además, representa el medio natural en el cual el hombre se
asienta, realiza actividades y obtiene la mayor parte de los alimentos y fibras para su
indumentaria. La pérdida o disminución de alguna de las funciones del suelo
permiten inferir su degradación (pérdida de calidad y cantidad de suelo).

La degradación del suelo es la alteración negativa de sus propiedades por


modificación de su dinámica, debido a causas naturales o antrópicas. Esta
degradación puede ser: biológica (pérdida de biodiversidad), física (pérdida de
porosidad, permeabilidad, aireación debido a la compactación; erosión,
decapitación), o química (agotamiento por pérdida de contenido de nutrientes,
salinización, contaminación). Los procesos de degradación del suelo son variados,
pero si tenemos en cuenta que en la actualidad, los principales factores que influyen
en los procesos de degradación del suelo derivan de la actividad humana, podemos
concluir que los suelos se degradan normalmente por un uso no acorde con sus
aptitudes y limitaciones edáficas.

El empobrecimiento y degradación del suelo no debe entenderse como un


problema meteorológico o ambiental aislado, sino como una patología surgida de la
ruptura del equilibrio entre el sistema de producción de los ecosistemas naturales y
los métodos de explotación humana, que desencadena nuevos mecanismos de
degradación que dificultan e incluso impiden la conservación de los recursos
naturales imprescindibles para el desarrollo sostenible. La pérdida de las capas u
horizontes superiores, que contienen materia orgánica y nutrientes, y el
adelgazamiento de los perfiles del suelo, deterioran las propiedades físicas del
mismo y reducen su fertilidad, y la pérdida o deterioro de su estructura puede
deberse a la pérdida de materia orgánica, a la compactación (aumento de la
densidad aparente y disminución de la porosidad gruesa), o a la dispersión de los
materiales en el subsuelo.
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 45
Los suelos poseen un umbral específico de estabilidad, es decir, una
capacidad para asimilar las intervenciones humanas sin entrar en procesos de
deterioro, que varía en función del tipo de suelo y de su entorno. Por lo tanto, una
misma acción puede inducir efectos de diferente magnitud en función inversa de sus
umbrales de estabilidad

Desaparecen millones de hectáreas de tierras fértiles debido a las prácticas


productivas basadas en la sobreexplotación de los recursos naturales. El pastoreo
excesivo, el uso indebido de maquinarias pesadas, la deforestación indiscriminada,
constituyen las causas principales de esta agresión a la naturaleza, develando la
relación existente entre el modelo de producción y la degradación ambiental.
También podríamos agregar fenómenos de tipo climáticos originados igualmente por
la acción del hombre que terminan impactando sobre las superficies fértiles, como es
el caso de las inundaciones que despojan a los suelos de su manto fértil o
determinan su salinización. La Provincia de Buenos Aires ha padecido muy
especialmente este fenómeno.

El fenómeno de la erosión, considerado por los especialistas como uno de los


problemas ambientales más graves de la actualidad, con consecuencias que se dan
tanto a nivel local como regional y global, afecta al 20 % del territorio de la República
Argentina, lo que significa que cada año se degradan 200 mil hectáreas de campos
aptos para la producción. Se trata del más grave de los procesos de degradación,
entendiendo por éstos al fenómeno de disminución o pérdida de la calidad del suelo,
que es ni más ni menos que la merma de las capas más fértiles generalmente a
causa del agua o del viento.

La erosión es la pérdida parcial o total de su capa superficial, la más fértil, por


el desgaste generado por agentes bióticos o abióticos. La erosión natural del suelo
se produce por causas geológicas y por la acción del agua y del viento. La erosión
antrópica (erosión acelerada) tiene como causas primarias al sobrepastoreo y
pisoteo de animales (cuando se supera la capacidad de carga del suelo, provoca su
empobrecimiento y desgaste), la deforestación, la quema de vegetación o rastrojos,
la labranza, la construcción de caminos y la urbanización.

La erosión hídrica es el resultado del desgaste, remoción y transporte de


suelo por circulación del agua, y una parte de este proceso es la destrucción de los
agregados del suelo por impacto de las gotas de lluvia. En la Argentina, ha dañado
el 60 % de la pampa húmeda, afectando a los mejores suelos con aptitud agrícola y
ganadera.

Por su parte, la erosión eólica, producto de los vientos, perjudicó 6 millones


de hectáreas en las provincias patagónicas, el sector semiárido de la región
pampeana y la región chaqueña e importantes sectores de las provincias de
Mendoza, la Rioja, Catamarca y Salta.

En el segmento agrícola, donde el suelo constituye un recurso natural


fundamental, la erosión atenta contra la sustentabilidad de las actividades, y en
consecuencia contra la producción sostenible de alimentos. Por otra parte, el suelo
erosionado es eventualmente transportado como sedimento hacia los cuerpos de
agua produciendo su contaminación de manera directa o indirecta, degradando su
calidad, y limitando sus usos y funciones ecológicas, provocando problemas sobre la

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 46


navegación, la eficiencia de los embalses y el hábitat de la biota (la EPA consideró
a la sedimentación como un subproducto de la erosión).

Los problemas de erosión por fallas geotécnicas (márgenes de ríos, laderas


de montañas) pueden conducir a cuantiosas pérdidas materiales, a problemas de
comunicación (por ejemplo caída de puentes) e incluso a pérdidas humanas.

La deforestación (que avanza a un ritmo de unos 17 millones de hectáreas al


año en todo el mundo) se define como la destrucción a gran escala de los bosques
por la acción humana. Es una pérdida neta de superficie de bosques nativos con la
intención de destinar esas tierras a la agricultura u otros fines, lleva a la erosión del
suelo y, a largo plazo, a la desertificación. Esta práctica reduce drásticamente la
biodiversidad y consecuentemente los valores genéticos que podrían proveer
medicamentos y alimentos de variada calidad en el futuro, además de modificar las
características meteorológicas y climáticas a nivel local y regional, las redes de
drenaje y las cuencas hidrográficas, afectando y perturbando directa o
indirectamente las condiciones de salud de las poblaciones.

Los extensos bosques y selvas de las zonas cálidas y húmedas del planeta
constituyen un importante reservorio de especies vegetales y animales que forman
parte del patrimonio genético de la biosfera. Pero además son una fuente de
provisión de oxígeno para una atmósfera cada vez más contaminada. Sin embargo,
se talan y/o queman anualmente 20 millones de hectáreas de bosque; en algunos
casos con el fin de practicar la agricultura y la ganadería, y en otros, para obtener
maderas (leña, construcción, papel, etc.), savias, resinas, etc., con efectos tales
como extinción de especies vegetales y animales, deterioro de los suelos, alteración
química del aire y modificación de los ciclos de sequía e inundación, entre otros.

La pérdida de la capa superficial del suelo y su biodiversidad provoca el


aumento de las cantidades de CO2 en el aire, contribuyendo al cambio climático.

La desertización es un fenómeno que provoca un agravamiento de las


condiciones de aridez de una zona o región. El aniquilamiento de la vegetación, la
tala y quema de árboles, el pastoreo excesivo, la erosión a causa del agua y del
viento, la salinización y encharcamiento de los campos de regadío y la compactación
del suelo debido al ganado, a los tractores, a la desecación y al impacto de las gotas
de lluvia sobre la superficie desnuda de la tierra pueden ser generadoras de este
proceso. La desertización en su estadio terminal convierte los suelos en ecosistemas
degradados, hasta el punto de no proporcionar servicio alguno al hombre.

Si bien, el desmonte descontrolado, la deficiente utilización del agua y las


prácticas agrícolas y ganaderas inadecuadas (monocultivo, sobrepastoreo, etc.),
provocan cambios irreversibles en el equilibrio de cualquier tipo de suelo, en las
zonas áridas y semiáridas este problema se acentúa a tal punto, que el resultado
último de este proceso es el desierto.

Las actividades mineras y forestales también pueden ser responsables de la


desertificación. En nuestro país, los suelos patagónicos se encuentran en un
decreciente proceso de desertificación a causa del sobrepastoreo ovino que depreda
la cubierta vegetal, exponiendo los suelos a la acción erosiva de los fuertes vientos
que azotan la región. Los suelos de la meseta misionera también corren serio peligro

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 47


de convertirse en eriales a causa de la tala descontrolada y de la erosión hídrica
ocasionada por el impacto de las lluvias torrenciales sobre los suelos desnudos.

Hoy en día, puede observarse que el suelo ha cambiado de manera


drástica. Al menos la mitad de la cobertura forestal original del planeta ha sido
despejada para la agricultura o el pastoreo. Más de una cuarta parte del carbono
almacenado en el suelo del planeta ha sido oxidado y devuelto a la atmósfera como
dióxido de carbono a causa del arado de la tierra y el pastoreo excesivo. Sin duda es
necesario que la población se alimente, utilice leña, maderas y minerales, pero ello
ha dañado mucho el medio natural, y el deterioro continúa en aumento.

Todas las prácticas irracionales acarrean la pérdida de biodiversidad y


productividad de los ecosistemas y generan problemas sociales, como las olas de
migración por la pérdida de la tierra y del trabajo y, en consecuencia, el deterioro de
la calidad de vida y el desarraigo. Asimismo, al faltar los mecanismos de
autorregulación de los sistemas naturales, aparecen especies de vectores y plagas
que producen la emergencia y reemergencia de enfermedades trasmisibles.

En 1977 se celebró en Nairobi (Kenia) la Conferencia de las Naciones Unidas


sobre Desertificación, en la que se aprobó un Plan de Acción para la Lucha contra la
Desertificación. Tras el fracaso de dicho Plan, y después de duras negociaciones, se
acordó renovar esta lucha (París, 1994) con el consenso de más de un centenar de
países.

4.2.- Contaminación del suelo

El suelo ha sido desde siempre el vertedero por excelencia de una buena


parte de los residuos originados principalmente por el hombre. A diferencia de los
medios hídrico y atmosférico, en el suelo, el contaminante es, en principio poco
móvil, y no pesan los efectos diluyentes de aquellos, con la consiguiente alta
probabilidad de que un contaminante se incorpore a la cadena trófica.

Ciertos componentes del suelo tienen poder depurador, reteniendo los


contaminantes a partir de fenómenos de adsorción física o de interacción química, o
transformándolos al desarrollarse determinadas reacciones químicas. En este
sentido, merece destacarse la función que ejercen los materiales húmicos en el
suelo, ya que son capaces de fijar una gran variedad de sustancias disueltas en el
agua edáfica (en particular, cationes polivalentes de metales pesados). Hay que
señalar, que durante la percolación o bien en el medio hídrico edáfico, también se
desarrollan procesos bioquímicos que ayudan a la depuración de materiales tóxicos,
participando en estas reacciones bioquímicas muchos microorganismos, en especial
bacterias, que degradan los compuestos orgánicos en el subsuelo mediante un
proceso que libera energía, transformándolos (oxidándolos) en otros de estructura
más simple, y por último en CO2 más agua (al cabo de más o menos tiempo según
sea la naturaleza química del sustrato).

Básicamente, los factores que determinan el rendimiento de la biodegradación


son: la estructura del compuesto orgánico, el tipo de microorganismos que pueblan
el suelo, la densidad de los microorganismos, la concentración de contaminantes y
nutrientes, la temperatura, el pH y el grado de humedad del suelo.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 48


Pero el suelo presenta una capacidad limitada de autodepuración, por lo que
el vertido de sustancias en exceso, sean ajenas o no al suelo, sobrepasa su
capacidad de asimilación y genera contaminación del mismo. La modificación de la
calidad ambiental del factor suelo, de la geología, de la geomorfología y de la
edafología provoca entre otros, riesgos de erosión, inundación, derrumbes, pérdidas
del sustrato orgánico, y afectación de aguas subterráneas por suelos contaminados.
Estos cambios negativos en las propiedades del suelo pueden deberse a factores
naturales (volcanes activos que pueden aportar mayores cantidades de sustancias
externas y contaminantes, como cenizas, metales pesados, H+ y SO4=, que varias
centrales térmicas de carbón) o a la actuación antrópica.

Se considera contaminante del suelo a toda materia, energía o interacción que al


no ser metabolizada, reciclada o eliminada del sistema, entorpece o impide su
funcionamiento, parcial o totalmente. Entre los contaminantes orgánicos podemos
mencionar a los hidrocarburos y entre los inorgánicos, a los metales pesados (muy
tóxicos: Cd, As, Cr, Hg; medianamente tóxicos: Pb, Ni, Mo, Fe; y de baja toxicidad
(B, Cu, Mn, Zn). Los contaminantes inorgánicos no migran con facilidad a través del
perfil (excepto en suelos ácidos) ya que permanecen adsorbidos, enlazados con
materia orgánica formando complejos, asociados con carbonatos, formando óxidos e
hidróxidos (como es el caso de Fe y Mn), o formando sulfuros precipitados muy
insolubles.

Indirectamente se contamina no sólo ese suelo, sino también las aguas


superficiales y las subterráneas que están en contacto con él, interrumpiendo los
ciclos biogeoquímicos, y también la atmósfera. Estos efectos tóxicos dependerán de
las características toxicológicas de cada contaminante y de la concentración del
mismo. La enorme variedad de sustancias contaminantes existentes implica un
amplio espectro de afecciones toxicológicas.

En el hombre, los efectos se restringen a la ingestión y contacto dérmico, que


en algunos casos ha desembocado en intoxicaciones por metales pesados y más
fácilmente por compuestos orgánicos volátiles o semivolátiles.

4.3.1.- Factores que influyen en la contaminación

En los estudios de contaminación, no basta con detectar la presencia de


contaminantes sino que se han de definir los máximos niveles admisibles y además
se han de analizar posibles factores que puedan influir en la respuesta del suelo a
los agentes contaminantes:

 Poder de amortiguación
La mayoría de los suelos presentan una elevada capacidad de depuración.
Un suelo contaminado es aquél que ha superado su capacidad de amortiguación
para una o varias sustancias, y como consecuencia, pasa de actuar como un
sistema protector a ser causa de problemas para el agua, la atmósfera, y los
organismos. Al mismo tiempo se modifican sus equilibrios biogeoquímicos y
aparecen cantidades anómalas de determinados componentes que originan
modificaciones importantes en las propiedades físicas, químicas y biológicas del
suelo. El conjunto de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo lo
hacen un sistema clave, especialmente importante en los ciclos biogeoquímicos
superficiales, en los que actúa como un reactor complejo, capaz de
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 49
realizar funciones de filtración, descomposición, neutralización,
inactivación, almacenamiento, etc. Por todo ello el suelo actúa como barrera
protectora de otros medios más sensibles, como los hidrológicos y los biológicos.
 Vulnerabilidad
Representa el grado de sensibilidad (o debilidad) del suelo frente a la
agresión de los agentes contaminantes. Este concepto está relacionado con la
capacidad de amortiguación. A mayor capacidad de amortiguación, menor
vulnerabilidad.
 Biodisponibilidad
Se entiende la asimilación del contaminante por los organismos, y en
consecuencia la posibilidad de causar algún efecto, negativo o positivo.
 Movilidad
Se regulará la distribución del contaminante y por tanto su posible transporte a
otros sistemas.
 Persistencia
Se regulará el periodo de actividad de la sustancia y por tanto es otra medida
de su peligrosidad.

4.2.2.- Actividades contaminantes

Podemos considerar las siguientes actividades contaminantes: minería,


industrias, urbanizaciones y expansiones urbanas, actividad agrícola (erosión,
agroquímicos, compactación por el paso de animales), movimientos de suelo,
depósitos de residuos sólidos, efluentes líquidos, depósitos de sustancias químicas
(incluso material particulado que cae sobre el suelo debido a la contaminación
atmosférica) e hidrocarburos.

Las actividades extractivas, aunque necesarias, generan una importante


degradación del medio natural. La minería es una actividad altamente impactante y
transformadora del suelo, produciendo en muchas ocasiones efectos sobre el suelo
que son irreversibles. Entre los efectos más dañinos pueden citarse la destrucción
del paisaje, la alteración de cauces y riberas de ríos mediante la extracción de áridos
(arenas y gravas), el vertido y acumulación de residuos tóxicos, la compactación del
terreno por el tránsito continuo de maquinaria pesada, etc. Los fenómenos de
erosión se presentan tanto a nivel interno del subsuelo y sustrato rocoso por la
escorrentía e infiltración de aguas a nivel subterráneo como a nivel superficial,
generados por la escorrentía superficial, alta densidad de caminos y vías de acceso
y el constante tránsito de mineros y vehículos.

La minería siempre implica la extracción física de materiales de la corteza


terrestre, con frecuencia en grandes cantidades para recuperar sólo pequeños
volúmenes del producto deseado. Por eso resulta imposible que no afecte al
ambiente al menos en la zona de la mina. Un condicionante destacado de la
actividad minera, que marca diferencias sustanciales con otro tipo de industrias, es
su emplazamiento, ya que éste no puede elegirse por razones de yacencia
geológica, y la adecuación necesaria para el desarrollo de la actividad en
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 50
determinados lugares geográficos suele determinar la implantación de una
estructura alóctona.

Hay gran variedad de materiales que pueden obtenerse de dichos


yacimientos:

 Metales: metales preciosos (oro, plata y metales del grupo del platino), metales
siderúrgicos (hierro, níquel, cobalto, titanio, vanadio, cromo), metales básicos
(cobre, plomo, estaño y cinc) metales ligeros (magnesio y aluminio), metales
nucleares (uranio, radio y torio) y los metales especiales (litio, germanio, galio y
arsénico).
 Minerales industriales: cuarzo, trona, sal común, potasio, amianto, talco,
feldespato, azufre y fosfatos.
 Materiales de construcción: arena, grava, áridos, arcillas, caliza, esquistos,
pizarra, granito, travertino y mármol.
 Gemas: diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas.
 Combustibles: carbón, lignito, turba, petróleo y gas (aunque generalmente estos
últimos no se consideran productos mineros). Suele incluirse con frecuencia el
uranio entre los combustibles.

En el territorio bonaerense la actividad minera influye con distinto grado de


intensidad en el ambiente, de acuerdo al mineral que explota y a la región que éste
ocupa. Merecen especial atención tres variantes: la explotación de canteras de
“suelos seleccionados” y tosca, la extracción de arena del litoral y la actividad en el
sector serrano, dirigida a la extracción de minerales de segunda y tercera categoría
para las industrias de la cerámica, del cemento y de la construcción en general
(cales, rocas, etc.).

Las descargas mineras entran en un proceso de reciclaje ambiental,


dominado por la dinámica del ambiente receptor, llegando obligatoriamente a los
suelos, donde tenderán a ser acumuladas. Aportan al ambiente una carga adicional
de elementos persistentes y con alto potencial tóxico, muchos de ellos
biomagnificables y con largos tiempos de residencia en los suelos.

5.- Residuos Sólidos

Los residuos sólidos son protagonistas indeseados de la vida diaria y


continuarán siéndolo en los próximos años. Este hecho, no es más que la
consecuencia del desenfrenado aumento del consumo de productos de todo tipo (la
costumbre de usar y tirar de la sociedad occidental) y de la creciente presión
demográfica que tiene lugar en muchas partes del globo.

La palabra sólido es imprecisa ya que gran parte de los contaminantes


líquidos y gaseosos son en realidad suspensiones de sólidos en ese medio. Al final
de los procesos de tratamiento y tecnologías anticontaminantes, siempre se
contabiliza un aumento en la generación de residuos sólidos. La decantación y el
desempolvado de muchos efluentes líquidos y gaseosos convertirá el problema en
uno de tratamiento de residuos sólidos, produciéndose la aparente paradoja, de que
a medida que aumenta la depuración de las aguas residuales y las emisiones a la
atmósfera, se generan más residuos sólidos que se separan y concentran en forma
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 51
de fangos y residuos en fase sólida (lodos y polvos). Esto pone de manifiesto hasta
qué punto se encuentran relacionados los aspectos ambientales.

La diferencia fundamental entre un residuo sólido y un efluente gaseoso o


efluente líquido es su permanencia en el lugar de generación, ya que no se diluyen o
dispersan en cursos de agua superficiales, mares o atmósfera. Por eso el primer
problema planteado con los residuos sólidos ha sido y es, el de su eliminación. Los
agentes climáticos no los dispersarán, sino que hará falta una decisión humana. Allí
donde se concentren, constituirán un foco de contaminación del agua, del aire y del
suelo. No obstante, la generación de residuos sólidos y su posterior abandono en el
medio, puede originar serios problemas ambientales que, con el concurso de los
organismos vivos, favoreciendo la incorporación de los contaminantes a la cadena
trófica, y la ayuda de procesos fisicoquímicos naturales, dan lugar a su dispersión y,
por tanto a la magnificación del problema.

En general, los residuos sólidos que se generan como consecuencia de


cualquier proceso natural son convenientemente reciclados, de forma tal que no
existe ningún impacto ambiental negativo. Los problemas surgen cuando el ser
humano utiliza la naturaleza para su propio provecho, introduciendo factores de
estrés que desequilibran los ciclos naturales. En tiempos remotos, la conservación
de los residuos humanos, y otros, no planteaba un problema significativo, pues la
población era pequeña y la cantidad de terreno disponible para la asimilación de los
residuos era grande. No obstante, en muchos de los “países en desarrollo” se
reciclaban los residuos sólidos para ser utilizados como combustibles o fertilizantes.

En un comienzo, los residuos sólidos (principalmente de naturaleza orgánica)


se degradaban más o menos fácilmente debido a la acción de bacterias, levaduras y
hongos (residuos biodegradables), siendo aprovechados por la naturaleza los
productos de la biodegradación. Para que se origine la biodegradación, deben
intervenir los siguientes factores:

1. Temperatura y humedad del suelo: la acción conjunta de calor y humedad


contribuyen a aumentar la velocidad de reacción debido al incremento del
crecimiento y actividad de los microorganismos aeróbicos.
2. Acidez del medio: el terreno y las aguas con pH ácido actúan negativamente en el
desarrollo de los microorganismos.
3. Presencia de oxígeno: la disponibilidad de oxígeno es fundamental para la
degradación aeróbica, pues hay muchos compuestos orgánicos que no se
degradan en forma anaeróbica, tales como aceites, pesticidas, compuestos
orgánicos policlorados, etc.
4. Cantidad de residuos: la acción efectiva de los microorganismos es función
directa de del volumen de residuos, pues un exceso de nutrientes puede actuar
negativamente sobre el proceso de biodegradación.
5. Tipos de microorganismos: el tipo de microorganismo es muy importante, pues
puede ocurrir que las colonias de bacterias presentes en un cierto terreno no sean
capaces de biodegradar un residuo, mientras que si puedan hacerlo otras cepas
de microorganismos de otros tipos de terreno.

El ser humano comenzó a acumular residuos al abandonar la vida nómade y


agruparse en comunidades. Al asentamiento de comunidades en poblados, le siguió
la elección de lugares alejados del asentamiento para enterrar restos humanos y de
animales, como así también restos de cosechas y de otras actividades comunitarias,
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 52
además del depósito de basura a cielo abierto, con consecuencias no deseadas
debido a la presencia de roedores, insectos y alimañas, y la consiguiente aparición
de enfermedades infecto-contagiosas. La quema de basurales fue utilizada y
permitida en un comienzo para mitigar los inconvenientes expuestos, pero sabemos
que conlleva la emisión de gases y partículas desprendidos durante la combustión,
aportando a la contaminación del aire.

En la actualidad, se ha excedido la capacidad de asimilación natural de los


residuos sólidos (ya sea por dilución, degradación, absorción, etc.) que reducía de
alguna manera el impacto de los residuos en la atmósfera, el agua y el suelo, y se
han generado grandes desequilibrios ecológicos.

5.1.- Definición de residuo sólido

Residuo: Sobrante de cualquier actividad y que aparentemente no posee utilidad. Es


aquella sustancia u objeto generado por una actividad productiva o de consumo, de
la que hay que desprenderse por no ser objeto de interés directo de la actividad
principal.

En su sentido más amplio, el término Residuos Sólidos incluye todos los


materiales sólidos o semisólidos generados como consecuencia no deseada de
cualquier actividad humana (en general, de cualquier ser vivo) y que son
considerados por sus generadores, como indeseables, inútiles, superfluos,
desechables o carentes de un valor económico. En general, cualquier tipo de
actividad genera una gran cantidad de residuos, hecho al que han contribuido
históricamente el consumo, la obsolescencia (en algunos casos programada) y el
costo muy bajo que insume la disposición de residuos en vertederos.

En términos generales, se define como aquel desperdicio que se presenta en


estado sólido o semisólido (es decir con un contenido líquido insuficiente para que
este material pueda fluir libremente), que no es transportado por agua y que ha sido
rechazado porque ya no se va a utilizar.

Según EPA: “Cualquier basura, desperdicio, lodo y otros materiales sólidos de


desechos resultantes de las actividades industriales, comerciales y de la
comunidad.”

Según OCDE: “Aquellas materias generadas en las actividades de producción y


consumo que no han alcanzado un valor económico en el contexto en que fueron
producidas, debido tanto a la existencia de tecnología adecuada para su
aprovechamiento como a la inexistencia de mercado para los productos
recuperados”.

En general, todas las legislaciones suelen definir el residuo de una manera


similar: como aquella sustancia u objeto que no resulta útil para su poseedor y por la
cual tenga la intención, o bien la obligación de desprenderse de ella.

Definición: Es todo material en estado sólido o semisólido resultante como


consecuencia de un proceso de producción (fabricación, transformación),
distribución, utilización, consumo o limpieza que por su carácter no puede ser
utilizado nuevamente en dicho proceso, es decir, que no ha alcanzado un valor
económico en el contexto en el que es generado.
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 53
El progreso, lleva implícito el fomento del despilfarro y el consumo con la
moda de “usar y tirar” que genera una gran cantidad de residuos sólidos, y si todos
los países en vías de desarrollo intentaran lograr las cotas de bienestar o consumo
de los países desarrollados, se produciría un colapso tanto en el mercado de las
materias primas como en el suministro de las fuentes de energía, y los recursos
disponibles de la Tierra serían insuficientes. Actualmente el 20 % de la población
consume el 80 % de la producción mundial y de este gran desequilibrio nace el
concepto de desarrollo sostenible (sistema que permite un crecimiento no agresivo
con el entorno). El concepto de Residuo Sólido va evolucionando y está íntimamente
relacionado con las variables: ENERGÍA - TECNOLOGÍA - ECONOMÍA.
Conjuntamente con los beneficios de las nuevas tecnologías, vinieron asociados los
problemas de la gestión de residuos resultantes pero a la vez, el desarrollo
tecnológico pone a disposición del mercado una gran diversidad de tecnologías
industriales que permiten el aprovechamiento de los residuos producidos. En la
actualidad, dados los conocimientos tecnológicos, sólo un número reducido de
bienes son irrecuperables (un bien cuyo aprovechamiento puede ser negativo en un
determinado momento, puede convertirse en un bien positivo en otro momento
posterior).

5.2.- Etapas que transita un residuo sólido

Considerando las etapas que transita un residuo sólido desde que se convierte
en tal hasta su reincorporación al ciclo productivo o su disposición final, pueden
mencionarse:

1. Generación: Se produce en su fuente (generador individual o colectivo -


institucional-).
2. Disposición inicial
3. Recolección: general o diferenciada.
4. Transporte: a los Centros de tratamiento o disposición final.
5. Almacenamiento: disposición transitoria.
6. Procesamiento: valorización, reciclaje, reutilización o aprovechamiento como
recurso energético.
7. Tratamiento: valorización o acondicionamiento (reducción de toxicidad o
peligrosidad) previo a la eliminación de los residuos.

8. Disposición final

5.3.- Clasificación de los Residuos Sólidos

Existen varios criterios de clasificación, teniendo en cuenta su origen,


naturaleza (materiales inertes, materiales combustibles, materiales fermentables,
etc.), composición, actividad generadora, destino, efecto ambiental (ecotóxicos,
cancerígenos, mutagénicos, etc.), o la clasificación legal establecida en la legislación
vigente.

Principalmente, los residuos sólidos pueden clasificarse de acuerdo a su origen y


de acuerdo a su incidencia ambiental o peligrosidad:

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 54


 De acuerdo a su origen:
 Urbanos (RSU)
 Domiciliarios, domésticos o residenciales (restos de alimentos, papeles,
cartones, maderas, plásticos, envases y embalajes plásticos, metálicos y de
vidrio, textiles, cueros, cenizas, restos de mantenimiento de jardines, desechos
de construcción y demolición, etc.).
 Comerciales (restos de alimentos, papeles, cartones, plásticos, maderas,
vidrios, metales, desechos de construcción y demolición, etc.).
 Institucionales (restos de alimentos, papeles, cartones, maderas, plásticos,
vidrios, metales, desechos de construcción y demolición, restos de
mantenimiento de jardines, etc., generados en escuelas, hospitales, cárceles y
centros gubernamentales, que son asimilables a residuos domiciliarios).
 Municipales (restos generados por la limpieza de calles, espacios verdes,
playas, zonas recreativas, desagües pluviales, cuencas, tareas de poda, barros
provenientes de plantas de tratamiento de residuos cloacales, etc.).

 Industriales (residuos asimilables a residuos domiciliarios, residuos


provenientes de las operaciones y procesos industriales, de los sectores de
servicios auxiliares y depósitos, de limpieza y mantenimiento).

 Agrarios (residuos resultantes de actividades agrícolas, ganaderas,


agroalimentarias y forestales).

 Mineros (residuos de actividades extractivas de recursos minerales en superficie


o subterráneas, incluida la extracción mediante perforación y el tratamiento del
material extraído, tales como estériles, gangas, rechazos, mineral de baja ley,
colas de proceso, barros del sistema de tratamiento de efluentes, chatarra,
residuos de mantenimiento, tierra y cobertura vegetal..

 Biomédicos y hospitalarios (incluye patológicos o patogénicos)

 De aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

 Radiactivos

 Según la incidencia ambiental o peligrosidad (desde el punto de vista de los


daños que pueden causar a la salud o al ambiente):

 Residuos no peligrosos o no especiales


 Inertes: se generan en grandes cantidades, no necesitan tratamiento previo a
su disposición final y se usan a veces como relleno del terreno ya que se
caracterizan por su inocuidad y no causan agresión al ambiente, no sufren
transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas, no son solubles ni
combustibles, ni reaccionan física ni químicamente de ninguna otra manera, no
son biodegradables, no interaccionan con otros residuos o sustancias, ni
afectan negativamente a otras materias con las cuales entran en contacto de
forma que puedan dar lugar a contaminación del medio ambiente o perjudicar a
la salud humana (por ej.: vidrio, arena, cenizas, sobrantes de movimiento de

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 55


tierra, escombros, residuos de construcción o demolición, cerámicos, polvos
metálicos, escorias, chatarra, fangos inertes). La lixiviabilidad total, el contenido
de contaminantes de los residuos y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser
insignificantes, y en particular no deberán suponer un riesgo para la calidad de
las aguas superficiales y/o subterráneas.
 No inertes (asimilables a los urbanos dada la similitud de los sistemas de
tratamiento y eliminación que se aplican a los RSU): pueden causar agresión
pero con efectos moderados, interactuando con agentes externos (agua, aire,
suelo) y dando lugar a sustancias que tengan un impacto ambiental negativo
(por ej.: restos de materia orgánica, residuos combustibles -papel, cartón,
plásticos, maderas, cueros, celulosa-, lodos de plantas depuradoras de
efluentes cloacales).
 Peligrosos o Especiales
Dañan al hombre y/o al ambiente: suponen un grave riesgo para la salud
humana y el medio ambiente ya que contienen en su composición determinadas
sustancias en concentraciones tales que pueden conferirle el carácter de
peligrosos. Requieren un tratamiento particular y específico, así como mayor
control en su transporte y eliminación. Características: inflamabilidad,
corrosividad, reactividad, lixivialidad, toxicidad, infecciosidad, teratogenicidad,
mutagenicidad, carcinogenicidad, radioactividad).

5.4.- Residuos Sólidos Peligrosos


 Son aquellos que podrían ser dañinos para la salud de los humanos o de otros
organismos, o para el ambiente.
 En términos generales, son aquellos residuos sólidos en los que puede
reconocerse un carácter de peligrosidad o de nocividad que implique un riesgo
sobre las personas o el medio.
 Son aquellos que requieren precauciones especiales para su almacenamiento,
recolección, transporte, tratamiento o eliminación para evitar daños a personas o
propiedades, e incluyen residuos explosivos, inflamables, volátiles, radiactivos,
tóxicos y patológicos.
 Desecho sólido o combinación de ellos que, a causa de la cantidad,
concentración o características físicas, químicas o infecciosas puede:
 Causar o contribuir de manera significativa a un aumento en la mortalidad o
un incremento en una enfermedad grave irreversible o reversible que
produzca incapacidad; o

 Plantear un peligro presente o potencial considerable para la salud humana o


el ambiente cuando se trata, almacena, transporta, elimina o maneja de
alguna otra manera incorrectamente.

La definición de Residuo Peligroso se presenta ligada al marco legal dentro del


que se realiza y en el que se establecen los criterios y métodos para su clasificación
y caracterización. La elaboración de listas de sustancias o materias de carácter
peligroso constituye una estrategia frecuente para la catalogación de un residuo
como tal.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 56


5.5.- Residuos Sólidos Industriales

Son los generados como consecuencia de la propia actividad industrial,


siendo muy variados los tipos de residuos y su composición, debido a la gran
diversidad de procesos industriales existentes. Esta mayor variedad tanto física
como química, es la razón fundamental que los diferencia, sobre todo de los
residuos sólidos urbanos. Podemos mencionar:

 Productos vencidos o caducados.


 Productos fuera de norma o de especificación, defectuosos o deteriorados.
 Residuos sólidos de procesos y/u operaciones de fábrica y control.
 Impurezas asociadas con la materia prima que son separadas.
 Residuos sólidos del sector de mantenimiento.
 Recortes y residuos sólidos de servicios auxiliares (incluidos los asociados
con tratamiento de aguas residuales y emisiones gaseosas).
 Envases y recipientes de materias primas e insumos.
 Sales y lodos.
 Residuos sólidos de depósitos, oficinas, comedor y limpieza de instalaciones.

Los residuos generados en procesos industriales, sobre todo los de alta


toxicidad, requieren especial atención ya que su acumulación puede originar el
drenado (percolación) de lixiviados y la contaminación del suelo y de cursos de agua
superficiales y subterráneos.

El conocimiento de la composición y de las propiedades físico-químicas de


cualquier residuo industrial es fundamental para realizar una correcta gestión del
mismo y las operaciones desarrolladas para conseguir este conocimiento y la
información proporcionada por las mismas se conoce como caracterización o
identificación.

5.6.- Residuos Sólidos Biomédicos y Hospitalarios

Se denominan residuos sanitarios a todos los residuos, cualquiera que sea su


estado, generados en centros sanitarios y veterinarios, incluidos los envases y
residuos de envases, que los contengan o los hayan contenido. De todos los
residuos generados por las actividades sanitarias, solo un porcentaje corresponde a
residuos asimilables a residuos domiciliarios, mientras que el porcentaje restante se
considera material peligroso que puede ser, tóxico, radioactivo o infeccioso (contiene
microorganismos que pueden ser dañinos e infectar a pacientes de hospital, al
personal sanitario y a la población en general, además de liberar al ambiente y
propagar microorganismos farmacorresistentes).

Una parte significativa de los residuos producidos en el sector de la salud


pueden ser considerados como residuos peligrosos. Los riesgos para la salud y el
ambiente que implican estos residuos pueden ser muy bien definidos y las
condiciones para su manejo pueden diferenciarse claramente de las de los residuos
generados en otras áreas.

Los residuos biomédicos son residuos generados en los establecimientos de


salud durante las diversas etapas del cuidado médico como el diagnóstico,
seguimiento y tratamiento preventivo, curativo o paliativo, en los ámbitos de la

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 57


medicina humana y veterinaria, inmunización, investigación, etc., y pueden producir
contaminación y enfermedades si no se los maneja adecuadamente.

En los hospitales, además de generarse grandes cantidades de residuos


asimilables a domiciliarios, que pueden llegar a representar un gran porcentaje de la
corriente de residuos, también se generan residuos químicos (líquidos fijadores y
reveladores, formol, xilol, etc.), farmacéuticos, radioactivos, e infecciosos, que
requieren un manejo especial.

Dentro de las grandes categorías de residuos encontramos los residuos de


actividades sanitarias con riesgo infeccioso, denominados Residuos Patológicos
(potencialmente infecciosos ya que albergan microorganismos patógenos), que
contienen microorganismos viables o sus toxinas, y sobre los que se sabe o existen
motivos fundados para creer que, por su naturaleza, cantidad o metabolismo,
causan enfermedades en los seres humanos u otros organismos vivos, y que
presentan características tales que hacen que resulte importante prestar especial
cuidado a la gestión de los mismos.

Dichas corrientes residuales representan un riesgo significativo para la salud


humana, acentuándose tales riesgos cuando por desconocimiento las tareas de
manipuleo, recolección, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación no se
realizan bajo condiciones adecuadas de seguridad. Es entonces de fundamental
importancia que se establezcan y apliquen adecuadas normas de gestión.

Los Residuos Patológicos, también conocidos como Residuos Patogénicos, son


solo una de las clases de residuos obtenidos de los hospitales, que a su vez, pueden
ser generados también en otros ámbitos, tales como centros de asistencia médica u
odontológica privados, clínicas, laboratorios de análisis clínicos e investigaciones
biológicas, clínicas veterinarias, como así también lugares dedicados al body
piercing.

Otro aspecto a considerar es el relacionado con la cantidad de residuos


generados por cada establecimiento, que depende del tamaño, tipo (quirúrgico,
clínico, pediátrico), actividades que realiza (asistenciales, docentes, investigadoras)
y de la política adoptada en relación con el manejo del material desechable. Se
calcula que se producen aproximadamente entre 5 y 6 Kg de residuos sólidos por
paciente por día, y que sólo el 5 al 7% de esa cantidad consiste en residuos
patogénicos. Sin embargo, por diferentes razones se tiende a sobrestimar esta
cantidad llevándola a un 15 a 16% del total de residuos producidos por paciente y
por día.

Los residuos químicos y radioactivos generados en los centros sanitarios,


presentan riesgos para el ambiente, según diversos factores (tipo de sustancias,
dosis, resistencia del organismo, etc.). Pueden concentrarse directamente en el
interior de organismos vivos dando lugar a procesos de bioacumulación.

5.7.- Residuos Sólidos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

La vida moderna y el avance tecnológico de los últimos tiempos han


propiciado la presencia en nuestros hogares y trabajos de una gran cantidad de
artefactos electrónicos. Como consecuencia del uso masivo y de la facilidad con la

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 58


que se accede a estos aparatos, la generación de residuos electrónicos, también
llamados e-waste o basura electrónica, ha ido tomando una gran importancia.

El término genérico “residuos electrónicos” comprende diversos tipos de


aparatos eléctricos y electrónicos que han dejado de tener toda utilidad para sus
dueños. Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos representan una mezcla
compleja de materiales y componentes que presentan afecciones al ambiente y
conducen a la aparición de problemas crecientes cuando llegan al fin de su vida útil.
Debido al contenido de sustancias potencialmente peligrosas, los aparatos eléctricos
y electrónicos pueden dar origen a importantes problemas medioambientales si no
son gestionados adecuadamente. Sin embargo, en muchos países, aún no se han
adoptado adecuadas estrategias para la gestión de estos residuos y se estima que
más del 90% de los mismos acaba en vertederos, poniendo en riesgo el ambiente y
la salud humana. Por estos motivos, surge la evidente necesidad de que se adopten
una serie de estrategias y herramientas de gestión.

5.8.- Residuos Sólidos Radiactivos

Los materiales radiactivos utilizados en la medicina, la investigación, la


industria y la generación de energía eléctrica también generan residuos sólidos:
materiales que contienen o que están contaminados con sustancias radiactivas.

Los desechos radiactivos son los materiales radiactivos que se forman


durante el proceso de producción o utilización de combustibles nucleares o cuya
radioactividad se haya originado por la exposición a las radiaciones inherentes a
dicho proceso. Son el resultado del uso de la fisión nuclear, en el interior de los
reactores para generar energía eléctrica o la fabricación de armas atómicas.
Son muy peligrosos pues emiten radioactividad o han sido expuestos a
contaminación radioactiva durante el proceso de producción y utilización del
combustible nuclear. También deben incluirse los residuos de las etapas de minería,
molienda y purificación del uranio.

Los residuos sólidos nucleares han sido clasificados en cuatro categorías, de


acuerdo al nivel de radioactividad que contengan. Estas categorías son:

 Residuos sólidos de baja actividad o de bajo nivel: provienen principalmente de la


actividad industrial (por ejemplo, ensayos no destructivos), de investigaciones
académicas y científicas y de las centrales nucleares, y ello incluye a los
nucleidos radioactivos solidificados que se extraen del agua de refrigeración,
ropas protectoras y materiales de limpieza. Se producen en todas las etapas de
fabricación del combustible nuclear y su reprocesamiento, un ejemplo es el Iodo
131, sumamente peligroso. Estos residuos sólidos comprenden sólo al 1% de la
radioactividad de todos los residuos sólidos nucleares del mundo, pero
representan, sin embargo, el 99% de su volumen.
 Residuos sólidos de media actividad: su vida media varía entre 8.000 años como
el Americio, 24.000 años el Plutonio y 2 millones de años el Neptunio 237.
 Residuos sólidos de alta actividad o de alto nivel: surgen del reprocesamiento del
combustible, generan mucho calor y deben ser enfriados por 40 ó 50 años. Tienen
una vida media menor que los anteriores pero son muy peligrosos.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 59


 Residuos sólidos transuránicos: no se dan de manera natural en el ambiente;
provienen principalmente de las actividades nucleares militares (se obtienen del
reprocesamiento del combustible quemado de los reactores de los submarinos
nucleares y durante el reprocesamiento para obtener plutonio para la fabricación
de armas atómicas.

Además sabemos que las consecuencias de la exposición a una


radioactividad elevada son fatales para el ser humano. Está comprobado que puede
causar la muerte, y en dosis más bajas, provoca cánceres, enfermedades y
trastornos genéticos que alteran muy seriamente la descendencia del afectado.

5.9.- Residuos Sólidos Urbanos (RSU)

La importancia de los efectos de los residuos sólidos urbanos (RSU) en la salud


colectiva y en el ambiente es una temática que no ha sido objeto de investigaciones
que permitan tomar acciones efectivas para mejorar la calidad del manejo de los
RSU en América Latina y en nuestro país, siendo los factores que más contribuyen a
esta situación la poca atracción y el descuido que las autoridades públicas tienen en
cuestiones de salud relacionados con los residuos, la ausencia de capacitación
sobre ambiente y salud de los profesionales y de la comunidad en general. El
manejo de los residuos sólidos está relacionado con los niveles de educación de la
población. Aun cuando existe una gran variedad de programas y campañas de
carácter ecológico en muchos países de América Latina, la población en general no
ha asimilado aún el concepto de la responsabilidad que le corresponde en el manejo
de residuos sólidos y se muestra indiferente en cuanto a sus modalidades de
consumo. Las implicaciones del manejo inadecuado de los residuos sólidos son
amplias, y afectan la morbilidad y mortalidad de las comunidades involucradas en las
distintas etapas del proceso, desde la generación hasta la disposición final de los
mismos. Es sabido que los residuos sólidos urbanos, presentan riesgos para el
ambiente y la salud humana, tanto en la población expuesta como en las personas
que trabajan en contacto con la basura y la población circunvecina a los sitios de
disposición final. La disposición final constituye el aspecto más grave del manejo de
los residuos sólidos, ya que la basura que no se recolecta en general se deposita sin
ningún tipo de control en el ambiente, como calles o terrenos baldíos de ciudades,
bordes de caminos o rutas y orillas de arroyos y ríos. La amenaza de la inadecuada
disposición de residuos es diferente de acuerdo con las condiciones climáticas, en lo
que se refiere a temperatura y humedad, siendo más pronunciada en áreas
tropicales que en regiones templadas debido a que la degradación biológica y las
condiciones de crecimiento de los organismos patógenos son mayores. Este es otro
aspecto a tener en cuenta en virtud de los cambios climáticos y la tropicalización de
nuestro país en las últimas décadas. Los residuos peligrosos suelen ser frecuentes
en la basura domiciliaria (electrodomésticos, baterías, pilas, aceites, neumáticos).
Por ejemplo, muchos metales se disponen con la basura domiciliaria, a veces
desconociendo el perjuicio que producen al ambiente y a la salud. Asimismo, el
manejo inadecuado de estos residuos contribuye no sólo al aumento de la incidencia
de enfermedades infecciosas y afecciones a la piel, sino al aumento del riesgo de
incidencia de cáncer, trastornos neurotóxicos y malformaciones congénitas. Los
metales pesados presentes en los residuos peligrosos que son dispuestos en los
vertederos de residuos desarrollan una mayor capacidad de solubilidad, por el
ambiente ácido que prevalece en estos sitios, potenciándose así el daño que pueden
causar. El problema de la disposición de los residuos peligrosos es crítico en toda
UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 60
América Latina, y Argentina no está ajena a ello. También están presentes en los
RSU residuos patogénicos punzocortantes, que deberían ser tratados a través de
procesos especiales para reducir sus riesgos.

Los efectos en la salud derivados de la inadecuada gestión de los RSU se


producen por dos modalidades: directa o indirecta. Los efectos directos se producen
por el contacto inmediato, temporario o permanente, con los residuos, mientras que
los indirectos se generan por modificaciones del entorno natural, causadas por su
disposición sin control que actúa como fuente de dispersión y transmisión de
enfermedades.

En nuestro país, los residuos sólidos urbanos están constituidos por una alta
proporción de residuos orgánicos, que sufren un proceso de descomposición o
putrefacción y constituyen un medio apropiado para la proliferación de bacterias y
huevos de parásitos, como también de virus y hongos que pueden ser el origen de
trastornos infecciosos. Cada una de las etapas que recorren los residuos orgánicos
o inorgánicos, desde su generación hasta su disposición final, son posibles
desencadenantes, condicionantes o causales de afecciones o enfermedades al
hombre. El almacenamiento o disposición inadecuada de los residuos constituyen
medios propicios para la reproducción de roedores e insectos (moscas, cucarachas),
muchos de los cuales actúan como vectores en la transmisión de enfermedades.

Ver Bibliografía Adicional sobre RSU para completar el tema

6.- Sitio contaminado y Pasivo ambiental (Definiciones)


Sitio contaminado: Aquel suelo cuyas características químicas han sido alteradas
negativamente por la presencia de sustancias químicas contaminantes, en
concentraciones tal que en función del uso actual o previsto del sitio y sus
alrededores representa un riesgo a la salud humana o el ambiente.
Pasivo ambiental: Se considera pasivo ambiental a aquellos sitios contaminados por la
liberación de materiales o residuos peligrosos, que no fueron remediados
oportunamente para impedir la dispersión de contaminantes, pero que implican una
obligación de remediación. En esta definición se incluye la contaminación generada
por una emergencia que tenga efectos a largo plazo sobre el medio ambiente.

La existencia de suelos contaminados involucra principalmente la


manipulación equivocada de residuos sólidos tóxicos.

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 61


Bibliografía

1 - Desarrollo, salud humana y amenazas ambientales - H. barragán - edulp - 2010.

2 - Ingeniería Ambiental (Fundamentos, sustentabilidad, diseño) - Mihelcic/Zimmerman - Ed.


Alfaomega - 2011.

3 - Ingeniería Ambiental - J. Glynn Henry y Gary W. Heinke - Ed.Prentice Hall - 1999.

4 - Atmósfera, introducción a la contaminación atmosférica, comportamiento de la atmósfera, difusión


de contaminantes en la atmósfera - Dr. Jaime A. Moragues.

5 - Química Ambiental (El impacto ambiental de los residuos) - Xavier Domenech - Miraguano S.A.
Ediciones - 1993.

6 - Contaminación ambiental - Orozco/Delgado/alfayate Blanco/Pérez Serrano/Rodriguez Vidal -


Thomson Editores - 2008.

7 - Agua dulce en Argentina - Prof. Edith V. Fernández – 2009.

8 - http://aquabook.agua.gob.ar/

9 - https://www.ecologiahoy.com/

10 - https://istas.net/

UNIDAD 2 - Contaminación ambiental 62

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