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La Santa de 1918: primera versión fílmica

de una obsesión

Julia Tuñón*

La obsesión es el personaje de una prostituta


y se planteó primeramente en una novela. Fede-
Luis G.Peredo ".3 Lo anterior propicia, según el
cronista, que " ...en el público metropolitano
rico Gamboa publicó en 1903 un libro que habría existe verdadera expectación por conocer este
de darle la fama y el dinero que otras actividades film que promete ser uno de los más logrados por
le negaron. De las varias versiones fílmicas que nuestros artistas mexicanos" .4 Efectivamente la
ha tenido la novela, la Santa más afamada es la novela tenía un éxito probado: Santa era ya un
dirigida por Antonio Moreno en 1931, porque best seller.
durante mucho tiempo se consideró la primera Elena Sánchez Valenzuela, la actriz princi-
película sonora. Ahora sabemos que la precedie- pal, era una muchacha muy joven y de la alt a
ron al menos siete cintas ,1 aunque sí inaugura el sociedad , que actuó a escondidas de su familia .5
sonido directo , a cargo de los hermanos Roberto En esos años , las actrices, llamadas despectiva -
y Joselito Rodríguez. A esta Santa tan mencio- mente "cómicas" , eran mal consideradas. La fil-
nada la precede , en 1918, una primera versión de mación en exteriores se hizo en locaciones de la
Luis G. Peredo 2 y la siguen, en 1943 la dirigida ciudad de México y de Chimalistac y para los in-
por Norman Foster y en 1968 la de Emilio Gó- teriores se utilizó el patio del Cine Olimpia. 6
mez Muriel. Orson Welles escribió un guión para La película se estrenó el 11 de julio de 1918.
Santa en 1940 y la historia se ha adaptado pa- Costó cuarenta mil pesos y las ganancias fueron
ra televisión . aproximadamente de trescientos mil, 7 lo que su-
¿Qué existe en la historia que se nos cuenta giere éxito, a pesar de las críticas negativas . Jai-
para tener tanta estimación?La versión muda me Torres Bodet ("Celuloide" ), escribe del filme
establece un paradigma que habrá de pautar las que " ...la influencia del cinematógrafo italiano
versiones que le siguen. Precisar su carácter es se percibía en todos los momentos [...] sin grada-
el propósito de este ensayo. ción y casi sin arte . Los tipos y las costumbres se
seguían con cierta fidelidad no exenta de mo-
notonía , pero la esencia de la técnica nueva no
La primera Santa de celuloide existía aún". 8
Conviene apuntar cuál era la situación del
Santa de 1918 se anuncia como una película cine mexicano en estos años. En sus incios las
" ...basada en la popular y conocida novela de películas habían expresado la obsesión por la ob-
Federico Gamboa [. ..] cuidadosamente dirigida jetividad, con el consecuente énfasis en el docu-
y adaptada al lienzo por el inteligente periodista mental ,9 muy de acuerdo con el espíritu de los

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hermanos Lumiere, con el carácter breve de las 1919 ) anticipa las películas de corte histórico, Te-
vistas y el positivismo. Pero en los años que nos peyac (Carlos E. González, 1918), las de tono re-
ocupan -según ha analizado ampliamente Au- ligioso.15Endefensapropia (Joaquín Coss, 1917),
relio de los Reyes-- el cine mexicano inicia su es un melodrama casero: "La primera película
veta argumental de ficción. La actuación del ac- que se basa en las relaciones familiares; boceto
tor adquiere, entonces, importancia. Se trata de del tema de las madres que proliferarán en el ci-
filmes que se pretenden de arte y la influencia ne sonoro. " 16Una película muy importante será
estilística del cine italiano es notable: " ...se bus- La tigresa (19 17), que tiene una influencia italia-
caba una expres ión corporal similar a la de los na palpable. Conviene mencionar la descripción
actores italianos, con espasmos y exageración de del personaje femenino:
gestos". 1º Los t emas más comunes son melodra-
mas familiares y pasiones tormentosas, triángu- ...símbolo de la mujer pérfida y felina que
los amorosos, incestos. La primera película con en su cabeza loca de eterna soñadora siente
argumento fue La luz (lEzequiel Carrasco?) de las ansias continuas de ser la protagonista
1917 y está inspirada en El fuego, película italia- de "un poema cruel y doloroso", no impor -
na de Piero Fosca actuada por Pina Menichelli .11 tándole destrozar corazones ni agotar sen-
La cinematografía mexicana apostó al melo- timientos, sino que su eterna inconformi-
drama y al culto de estrella frente al espíritu ob- dad la arrastra hasta engañar a un pobre
jetivo de los primeros años. Esto implicó cierta mancebo que no tiene más desdicha que la
enajenación de la realidad propia: "Las cinco pe- de ser pobre y humilde. Eva, la suprema mu-
lículas hechas por Mi.míDerba se referían a con- jer falaz, fomenta la pasión de un obrero. Le
des, duques y palacios por completo fuera del hace consentir en ser su amada, lo provoca
contexto mexicano." 12 Son películas que se diri- con sus ansias y lo hipnotiza con sus ojos. 17
gen a un público que busca distraerse, cansado
de los problemas derivados de la Revolución me- Más tarde, continúa el crítico: ''Surg e el zar-
xicana. Hacia 1919 la influencia norteamerica- pazo. Eva se casa con Ernesto, joven de su alcur-
na en la industria se hace presente. 13 Es intere- nia, de su clase." 18 El muchacho acaba en el ma-
sante la opinión de Alfonso Reyes al respecto: nicomio en donde , pese a su encierro, tendrá
oportunidad de ahorcar a la mujer. Me he dete-
El cine italiano -tan cursi y tan sentimen- nido en plantear el sentido de esta película por
tal- es lento, porque posee una "virtu d los contrastes que podremos apreciar con respec-
dormitiva ", no por preñez de intenciones y to a Santa.
de matices; es lento , además, porque pade- El cine de estos aftos está pautado por un pro-
ce "delectación morosa" [...] está lleno de pósito nacionalista. De los Reyes ha destacado
compases muertos[ ...] Frente a esta concep- entre sus corrientes al "nacionalismo cosmopo-
ción del cine, la concepción yanqui repre- lita" que muestra la influencia italiana en es-
senta el gusto por la aventura folletinesca , cenarios natural es y el "nacionalismo románti-
por el exceso de movimientos y de episo- co", derivado del género chico, con una tesitura
dios; y se encuentra, así, más cerca de los reali sta y naturalista. 19Éste es el estilo de Santa,
orígenes, más cerca de la etimología del ci- a pesar de su influencia italiana, pues, como El
ne.14 fuego, se organiza como un tríptico: Pureza, Vi-
cio y Martirio. Cada uno de los episodios es pre-
En estos primeros años del cine argumental cedido por actitudes simbólicas de la bailarina de
se observan los temas que la industria cine- origen ruso Norka Ruskaya. La película que se
matográfica mexicana desarrollará en los años conserva y que yo pude trabajar carece de esta
venideros: la influencia del paisajismo y los ti- estructura: el inicio se ha perdido y también la
pos populares será notable en el cine de Emilio introducción al "Martirio", aunque conserva el
Fernández; Cuauhtémoc (Manuel de la Bandera, baile de Ruskaya en ''Vicio".

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"Santa es el germen del tema de la 'buena best seller y un long seller, por su éxito durable .27
prostituta'." 2º En 1919 se filma María, por Ra- En su Diario , Gamboa escribe sobre sus ilusio-
fael Bermúdez Zataráin, basada en la novela ho- nes de que Santa le permita holgados medios pa-
mónima de Jorge Isaacs. Los modelos femeninos ra vivir , porque ninguna de sus obras (Apar ien-
en las pantallas mexicanas se apuntan: la madre cias, Suprema ley, Del natural , Metamorfosis ) lo
(En defensa propia), la mujer ideal o "la amada", había hecho. El cine fue una de las maneras de
en términos de Silvia Oroz 21 (María), la buena lograrlo . De la película muda de 1918, Gamboa
prostituta (Santa) y la devoradora (La tigresa). recibe 200 pesos, aunque según él le habían pro-
Es un catálogo de obsesiones respecto a la mujer . metido 500~ y con el éxito de la primera sonora
Lo anterior tiene importancia si tomamos en recibió el 5 por ciento de regalías. 29 Esto explica
cuenta la preocupación que existe en esos años el diálogo con José Rubén Romero , autor de La
por la influencia del cine. Los críticos se pregun- vida inútil de Pito Pérez. Decía Gamboa : "Así co-
tan si las películas tienen la culpa de que los jó- mo me ve de decente vivo de una mujer: de mi
venes se besen 22 o de los delitos callejeros. Hipólito Santa ", a lo que Romero le contesta: "pues yo le
Seijas realiza una encuesta y concluye que " ...el gano, porque vivo de mi Pito ". 30
cinematógrafo no es el único responsable [...] es Santa narra la historia de una ingenua mu-
sólo uno de los instigadores, uno de los cómpli- chacha campirana de Chimalistac, cuidada celo-
ces -y no de los de primer orden- de nuestra samente por su madre y hermanos, que es sedu-
alarmante y creciente criminalidad , pero tiene cida y abandonada por un militar de paso por la
en ella su parte y su responsabilidad" .28 Se deba- zona . Cuando la muchacha s:µfre un aborto es
te ampliamente qué sentido debe tener la cen- echada de su casa a instancias de la madre y se
sura.24 incorpora como pupila en un burdel de lujo de la
En este marco podría pensarse que la factura capital, la casa de Elvira. En esta nueva vida
de Santa permite presentar un modelo de celu- Santa llega a tener un éxito notable y a ser po-
loide para las mujeres , alternativo de la madre y seedora de joyas , perfumes y ropa fina, mientras
la amada y construido como reacción aLa tigresa. transcurre una vida disipada y alegre en la que
Un crítico de Revista de Revistas confiesa" ...que no podrá evitar la vigilancia del estado ni una en-
me pongo de buen humor al ver esa invasión de fermedad venérea , común en esos años y en esos
tigresas en este país de costumbres patriarcales ambientes. Santa intenta hacer vida de pareja
y de puchero español... aquí, donde la mayoría de en dos ocasiones: con el torero "El jarameño " y
nuestras mujeres rezan el rosario junto a la rue- con un estable hombre casado de apellido Rubio .
ca familiar, y viven amuralladas en sus habita- En ambos casos ella destruye la relación por su
ciones ..." .26 Santa ofrece una versión edulcorada carácter irreflexivo y su talante infiel , debidos
de la novela, aunque aprovecha el morbo que ambos a una naturaleza congénita que la orilla
producía como gancho comercial. El modelo fe- a esa profesión, a los "gérmenes de antigua las-
menino es muy diferente al de La tigresa . civia", "conformidad fisiológica"31 con el desorden
erótico, según escribe Gamboa . Las crisis nunca
dejan de ser atisbos en su conciencia y la mujer
La novela sufre un deterioro creciente, siendo auxiliada en
los últimos tiempos por su enamorado Hipólito,
Elena Sánchez Valenzuela decía que Santa era un concupiscente pianista ciego que animaba
una " ...novela que leían a hurtadillas las muje- con su música el burdel de Elvira . Cuando Santa
res de México, de tal manera que su circulación muere de cáncer cervical, metáfora de la enfer-
enorme era subterránea" .26 Federico Gamboa la medad venérea, Hipólito la venera y con sus re-
escribió con el nacimiento del siglo, en el auge del zos y devoción parece salvar su alma.
porfirismo, siendo secretario de la Legación Me- Se trata de una novela de influencia francesa,
xicana en Centroamérica. del naturalismo , cuyos exponentes más precla-
Al decir de José Emilio Pacheco Santa fue un ros son Stendhal, Balzac , Flaubert, Zolá, con su

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pretensión de narrar la verdad de la vida huma - Gamboa gustó de frecuentar prostíbulos y cen-
na . El naturali smo abreva del positivismo en su tros de vicio y declaraba que sólo el matrimonio
búsqueda de objetividad, y por eso muestra el y el nacimiento de su hijo lo habían salvado. Se-
mundo cotidiano y sus miserias : la prostitución , gún él, escribir Santa le sirvió de catarsis y re-
el adulterio, los engaños. Gamboa le llamaba dención. Declaraba : "Tengo la conciencia de ha-
"sincerismo". 92 Rafael Sagredo piensa que se ber hecho casto y austero este libro sin que en
trata de la historia de una prostituta famosa por ningún momento l.apágina escapada de la natu-
razón de un crimen, María Villa, "La chiquita ", raleza delicada y quemante de mi tema aporte al
que asesina a "la malagueña", hecho que Gamboa espíritu de mi lector nada que no sea una medi-
consigna en su Diario. Por su parte, en una en- tación triste. '' 38 Se trata de un libro edificante
tevista, el escritor explica que se inspiró en la que "previene a las muchachas contra la sedÚc-
vida de la campesina Emeteria. 33 ción y a los jóvenes contra la prostitución" .39
En Santa, Gamboa participa de las ideas de su Sin embargo, se trata de un libro muy contra-
época en torno a las clases bajas : el darwinismo dictorio: es una novela lujuriosa que pretende
social considera que cada grupo social ocupa el promover la castidad. Hay en el libro una des-
lugar a que su naturaleza le obliga, de manera cripción gozosa de la-sensualidad y un gusto evi-
que la pobreza es el signo de una inferioridad dente en mostrar la buena vida de su protagonis-
moral previa .34 Por eso su Santa es irreflexiva y ta. La carne de Santa se nombra "carne fresca,
banal, corrupta por su propio gusto, comodina joven y dura ", "sabrosa ", "picante ", "mórbida ",
y sin voluntad, lujuriosa . No se trata de una ma - "carne man sa y obediente, que no se rehusaba ni
la persona, pero forma parte de los "pobres cuer· defendía, carne de extravío y de infamia ".40 La re-
pos de alquiler con sus atrofiados cerebros de lación con "El jarameño" es pretexto para la
apestadas sociales". 35 Se ha comparado a Santa descripción evidente del placer. También la vi-
con N aná, 36 pero mientras aquella destruye, ésta da de lujos y diversiones de Santa es exaltada: las
es destruida por los hombres "en el eterno odio joyas que recibe , su ropa fina, las fiestas a las que
que en el fondo separa a los sexos", 37 según G~- asiste ..., baste decir que su prestigio inicia cuan-
boa. En Santa el provocador del mal , el seductor , do acepta ser desnudada y bañada con champa-
no es castigado. ña. 4 1 Santa es una reina y su triunfo en el mun-
Santa es una novela descriptiva que permite dillo de las famas eróticas es notable. José Emilio
fácimente su transcripción a la pantalla , aun- Pacheco dice que "Hay que reconocerle a Gam -
que en el cine las largas descripciones deben ser boa el intento de devolver a la luz pública temas
representadas con gestos, elipsis y metáforas . El vedados por la generalizada hipocresía y darle a
lenguaje del cine toma de la novela los recursos la sexualidad en la literatura la misma impor-
de los diálogos, la narración, la descripción , pero tancia que tiene en lo cotidiano. "42 Por todo eso
en ese proceso de traducción a imágenes en mo- fue acusado de pornógrafo o erotómano y Maria-
vimiento, el contenido se simplifica , generaliza y no Azuela hablaba de su obra como de una mez-
estereotipa, se produce una imagen concreta y no cla de "gazmoñería y sensualidad". 4 3
la abstracta que permiten las palabras. Por eso No es gratuito ese énfasis en el cuerpo . Duran-
es importante destacar los elementos que se eli- te el porfirsmo el cuerpo define a la mujer. El dis-
gen para la narración fílmica, pues en la trama curso médico se convierte en la autoridad frent e
que se construye, indudablemente hay una crea- al religioso, pero, aunque son tiempos que se
ción del autor. quieren laicos, existe una continuidad palpable
Como sucede a menudo con las novelas des- con las ideas católicas de separación entre cuer ·
criptivas del siglo XIX el tema de Santa narra el po y alma y la observación del femenino con dos
conflicto entre el sujeto y su ambiente , entre funciones excluyentes : como recinto de la ma-
el mundo externo y el interno y tiene la intención ternidad y/o como objeto de placer. La con-
precisa de despertar la emoción en su lector, pe- ducta del género femenino se norma e11forma
ro en este caso procura también una enseñanza. estricta: a las mujeres las define su biología, pero

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lo correcto es que ellas desconozcan su cuerpo. Hollywood. Su gran novedad es el sonido y, por
La prostitución se considera, entonces, la nega- ende, la música: escuchamos Santa, la célebre
ción absoluta de los valores y normas de conduc - canción de Agustín Lara, pero además vemos
ta debidos . bailar <lanzones, música española y norteameri-
Pese al ideal, durante el porfirismo la prosti- cana, como un fox-trot. Carlos Monsiváis ha
tución estaba muy generalizada y se considera- dicho que la película se convierte en un modelo
ba que las mujeres que se dedicaban a ella lo ha- para el cine mexicano:
cían por su natural y congénita debilidad moral. 44
El estado tenía un papel preci so como vigilante Esa que pecó por hambre y miseria y a la
y organizador de la actividad, pues privaba un cual un amor redimió y consumió viene a
sistema reglamentista, con atención policial e ser la esencia de un personaje fundamen-
inspecciones sanitarias periódicas y obligatorias tal: la sufrida mujer mexicana [...] Santa se
bajo pena de arresto. Las muchachas eran or- convirtió así en símbolo y destino del ci-
ganizadas en jerarquías: las había de primera, ne mexicano [...] esencializa el destino de la
segunda, tercera o de ínfima clase y según su ca- mujer en el melodrama mexicano: un su-
tegoría pagaban sus impuestos. Su conducta frimiento callado, eterno, sin un reproche,
quedaba rígidamente regulada pero las reglas una sonrisa de plena abnegación , la ternu-
no involucraban ni a clientes ni a lenones. La no- ra constante, el padecimiento generoso. 4·5
vela da cuenta de la constante violación a las nor-
mas. Para Jorge Ayala Blanco : "La cinematograña
En 1913 se suprime el reglamento existente sonora nacional comienza rescatando la biogra-
desde 1898 y en 1914 se plantea uno nuevo para fía de una prostituta y desde entonces no ha podi-
la ciudad de México. En 1916 los dos congresos do liberarse de la tutela de ese personaje . Todas
feministas de Yucatán, auspiciados por el mili- sus producciones lo incluyen o lo implican. "46
tar de ideas avanzadas Salvador Alvarado, deba- Sin embargo, a pesar de la difusión de la Santa
te el tema de la prostitución y lo trata como un de 1931, es la versión muda la que establece la
problema de índole social. Entre 1915 y 1917, en pauta a las que le siguen. Basarse en una nove-
Yucatán, se suprimen prostíbulos y los impues- la de gran dimensión obliga al guionista a elegir
tos que sus integrantes pagan; se declaran nulas una serie de contenidos a expensas de otros, y los
las deudas de las prostitutas a sus patrones; se que elige Peredo conforman un modelo. El filme
dedican dos salas del hospital para el cuidado de modifica las ideas de Gamboa, que presenta a
las mujeres y se les permite libertad de movi- su personaje como un ser irreflexivo y banal,
mientos, además de castigar con pena corporal al sugerir su tesitura bondadosa y espiritual. La
al hombre que inocule enfermedades venéreas. película despoja de lo "grosero y prosaico" a la no-
En 1918 se crea , a nivel nacional , el Consejo y vela, 47 pero, al hacerlo, define un pro t otipo. Pe-
Departamento de Salubridad, como parte de la redo declaraba que el filme era absolutamente
lucha contra las enfermedades de origen sexual moral " ...por haberse desechado de la novela
que se habían incrementado por la crisis deriva- aquellos detalles de crudo realismo que Gamboa
da de la Revolución. Son años de discusión res- consigna en su novela" ; se trataba de una pelícu-
pecto al tema, lo que podría explicar , en parte , la la "eminentemente moral". 48 Pese a lo anterior ,
factura del filme que nos ocupa. durante la filmación, el operador se escondía por
miedo a incurrir en algún pecado. 49
No obstante las modificacione s, la película es
De la novela a los filmes muy fiel a la novela, al grado de que no se enten-
dería si no se conociera previamente el texto li-
De las diferentes versiones fümicas, la más fa- terario. Las escenas no tie nen una coherencia
mosa ha sido la de Antonio Moreno, que se hace narrativa y se dan por sabidas las diferentes si-
con un equipo humano y técnico importado de tuaciones, aun aquellas básicas, como el oficio

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que desempeña la muchacha, pues nada en las sensato leer el libro y dejar de asistir al es-
imágenes o en el discurso da cuenta de que ella pectáculo. 54
es una prostituta. El burdel, por ejemplo, nun-
ca se nos muestra y los lugares que vemos son to- No cabe duda de que el mundo de las imágenes
talmente neutros. Es evidente que el filme se di- todavía no se maneja con precisión. La cámara
rige a un espectador que ha sido antes lector . fija y los limitad os encuadres del filme son parte
Otro elemento de raigambre literaria son los de lo mismo.
intertítulos, pues el filme toma de manera tex- La Santa fílmica representa a la chica pobre
tual muchos de los diálogos que son a menudo, caída en la prostitución, que logra separar los
por esta razón, excesivamente largos, al grado de actos de su cuerpo y mantener la pureza de su al-
ocupar varios cuadros o de tener que reducir la ma para redimirse por el amor. La película se
letra para incluir más información. En ocasio- conserva incompleta e inicia con el abandono de
nes aparecen entre comillas. Cuando Santa llega su seductor y el descubrimiento del pecado
al burdel la portera le pregunta: "¿por qué viene de Santa, por lo que es echada de su casa. Inicia
usted a echarse a esta vida?", cita textual de la entonces el segundo segmento del tríptico , "Vi-
novela. En ésta la muchacha no le contestará a cio", con el baile de Ruskaya , y vemos la ciudad
ella (como sucede en el filme), sino a la encarga- de México de la que aparecen algunas calles,
da: "Vengo[ ...] porque ya no quepo en mi casa; Chapultepec y el centro. Santa llega en coche a
porque me han echado mi madre y mis herma- casa de Elvira. La película brinca al idilio en casa
nos, porque no sé trabajar, y sobre todo porque ... de "El jarameño", con besos incluidos, los prepa-
porque juré que pararía en esto y no me creye- rativos para la corrida de toros y Santa que se
ron ."5º La fidelidad al texto es notable. entrega a su amigo Ripo (Ripoll en la novela) du-
Tambien la escena del repudio de la madre es rante la ausencia del torero. En esta secuencia el
calcada de la novela. Leemos: "La madre agran- intertítulo nos informa que a Santa la mueve
dada, engrandecida, sacra", y observamos que " ...la voluptuosa atracción que el peligro ejerce
actúa con gran dureza: "iVete, Santa!... ordenó en los temperamentos femeninos [...] la curiosi-
la madre mancillada en sus canas iVete ... que dad enfermiza de desafío", texto tomado de la
no puedo más! "51 y cuando en la salida Santa la novela. 55 Miramos la suspensión de la corrida, el
mira por última vez tiene todavía la diestra le- descubrimiento de la traición y el intento de
vantada, "en solemne grupo patriarcal de los jus- asesinar a Santa. El filme nos lleva a la declara-
ticieros tiempos bíblicos". 52 El diálogo que apa- ción de amor del ciego Hipólito, al abandono del
rece en intertítulos y la descripción en imágenes segundo amante, Rubio, y al alcoholismo de
son fieles al libro. Estamos en tiempos previos a Santa, que aparece bebiendo con un charro. Un
la construcción de las madrecitas del cine mexi- intertítulo nos informa de su deterioro y vemos
cano, marcadas por las lágrimas y el apoyo in- que Hipólito la recoge y la lleva a su casa. Sigue
condicional a la prole. la visita del médico, la operación y muerte de
Alfonso Reyes escribe en 1920: "El letrero es Santa. Las últimas secuencias son el entierro, la
enemigo del cine [...] Hay que esforzarse por re- visita de Hipólito al cementerio y santificación de
ducir a especie mímica todo lo que no es de esen- Santa. Este desenlace había sido anunciado en
cia literal ", 53 y Jaime Torres Bodet , refiriéndose las reflexiones acerca de la salvación del alma
a Santa, consignaba que: más allá de las conductas del cuerpo.
Es curioso que algunas de las escenas que el
Un defecto muy grave [...]erala difusión fime destaca, como el descubrimiento de la infi-
inexpresiva de los letreros, que fatigaba al delidad por "El jarameño'' y el intento de asesi-
espectador y hacía, en cierto modo, ridícula nato o la del final tienen en la novela un espacio
-por inútil- la presencia de los intér- reducido. La película minimiza el talante gozoso
pretes. Cuando el actor se convierte en de la mujer, la aceptación comodina de su vida y
ilustración movediza de un libro, va siendo su carácter irreflexivo. La supresión de escenas

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completas del texto convierten a Santa en una pas y la conducta. La novela de Gamboa refiere
víctima y al afecto de Hipólito en un amor no- constantemente al cuerpo de Santa y las sensa-
ble. 56 Podría pensarse que algunas escenas del ciones que produce en quien lo ve o lo toca. Para
filme se han perdido, como sucede con el inicio, él era codiciado porque permitía acceder "al deli-
pero no hay indicadores al respecto. cioso sitio único en que radica la suprema ventu-
Las Santa(s) que le siguen completan algunos ra terrenal y efímera". 57 Hipó lito pide a su laza-
de los detalles mientras otros se modifican, pero rillo una descripción minuciosa de los atributos
todas siguen la línea de Peredo en cuanto a la de la muchacha, para poder participar de la ad-
tónica asexual de Santa y la moral propuesta. En miración general. En la película se borran las
la Santa de 1931 la infidelidad a "El jarameño" escenas que dan cuenta de su cuerpo y sólo se ob-
no la realiza con un amigo de él, tal como plantea serva su cara y antebrazos, lo cual p~ece ade-
la novela y en el filme de Peredo, sino con Mar- cuado al "buen gusto" de su tiempo.
celino, el militar que la había seducido. Con este La ropa que viste Santa es siempre amplia,
detalle se sugiere que su móvil era el amor y se esconde sus atributos físicos y sólo el cabello pa-
limpia más una figura que la novela insiste en rece expresar un contenido erótico. Veamos: San-
presentar como concupiscente. Esta versión mo- ta aparece peinada con una trenza y vestida con
délica sí incluye escenas del burdel. La de 1943 una blusa amplia, falda larga fruncida y rebozo
dota a la casa de Elvira de una atmósfera lujosa, cuando es una inocente pueblerina. En el episo-
como la describía Gamboa e incorpora algunos dio con "El jarameño" la vemos vestida con una
episodios significativos, como el del repudio que especie de bata hasta el tobillo, de color claro y
sufre Santa en la iglesia cuando va a rezar por la zapatos de tacón, el cabello recogido. Durante su
muerte de la madre, que habían suprimido las decadencia aparece otra vez con ropa sencilla,
dos anteriores y tiene una fuerza narrativa inne- pero sucia y despeinada. Cuando Hipólito la re-
gable. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, coge cubre su cabeza con una pañoleta blanca y
en todas se mantiene la figura de la buena mucha- lleva abrigo, y en las escenas que le siguen vuelve
cha victimizada y convertida en prostituta. al atuendo popular. El cabello de Santa había
Probablemente en esta imagen influye la crí- sido descrito en la novela con lujo de adjetivos, 58
tica a las ideas del darwinismo social que se ex- pues en esos años era un recurso erótico de las
presaron de manera precisa en los congresos fe- mujeres y me parece que es el único elemento
ministas de Yucatán en 1916: la prostitución se que Peredo toma como metáfora del cuerpo.
observa como un problema social y no como el Cuando "El jarameño" está a punto de asesinarla,
destino merecido para las mujeres que tenían la su cabello se suelta y aparece desordenado y agi-
lascivia en su naturaleza, para decirlo como lo tado: es el único elemento corporal en todo el
hubiera expresado Gamboa. En otros aspectos, filme que sugiere vitalidad. En la Santa de 1931
en cambio, el filme parece muy cercano al por- también las trenzas parecen simbolizar la pure-
firismo, por ejemplo en el énfasis dado a la ope- za y el peinado corto a la moda la vida disipada
ración de Santa, que muestra el interés por la del burdel, pero en esta cinta la muchacha luce
práctica médica. Es curioso que, durante la se- escotes, calza zapatos de tacón y en una escena
cuencia de la intervención quirúrgica, Hipólito memorable aparece en ropa interior. Su conduc-
y el lazarillo aparecen dentro del quirófano, pa- ta muestra el estereotipo que ya se construye
ra mostrar la angustia que el suceso les produ- para las mujeres de vida liviana: ella fuma y bebe
ce. La Santa de 1931 ya recurre a la edición para alcohol. La importancia del cabello aparece mi-
mostrar escenas simultáneas en diferentes es- nimizada frente a la variedad de imágenes.
pacios. Sería interesante conocer el vestuario y los
Hemos dicho que la película de Peredo omite, peinados de La tigresa, para comparar y analizar
sobre todo, la sensualidad y los lujos de la vida de cómo se construía el prototipo de la devoradora,
que hace gala la novela. Ésta se manifesta en pues en el lenguaje cinematográfico la ropa es un
gran medida por la descripción del cuerpo, las ro- símbolo que muestra y define a los personajes.

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La intención de Peredo no es mostrar la perver- esta escena una escasa página . Este filme santi-
sidad de Santa sino su asexualidady su situación fica a una prostituta y transmite la enseñanza de
de víctima. la necesidad del sacrificio para obtener la reden-
El intertítulo de la parte final del filme nos ción. Se distancia así, en forma notable, de las
explica: "Mandó poner Hipólito en el sepulcro pasiones novedosas que sugiere La tigresa. En el
una lápida consistente, para poder leerla y re- marco de una Revolución que procura cambios
leerla de la única manera que sabía leer, con el sociales se privilegia un rasgo de la mentalidad
tacto de sus dedos", y miramos entonces al hom- católica tradicional: esta película ofrece algo que
bre recorriendo con sus manos las letras del quería ver un sector de la sociedad, ávido de
nombre de Santa, mientras reza y ruega para tranquilidad: la reiteración de los conceptos co-
que sobrevenga "lo que nuestras madres nos en- nocidos que, a pesar del desorden, otorgaran un
señan cuando niños", o sea la fe. La pantalla se mínimo reposo, lo que podía verse "de la única
regodea en el horizonte cargado de luz y el rostro manera que se sabía leer", "lo que las madres
de iluminación del ciego. La novela dedicaba a nos enseñan cuando niños": la esperanza.

Notas
1
Entre otras El águila y el nopal (1929) y Dios y ley Guzmán , Federico de Onís , Frente a la pantalla, México,
(1929). Emilio García Riera, Historia documental del ci- Dirección General de Difusión Cultural (Cuadernos de
ne mexicano, vol. I, México, Cal y Arena/Universidad de Cine/6), 1963, pp. 51-52.
15
Guadalajara, 1992, p. 11. Aurelio de los Reyes, 1981, p. 208.
16
2
Director Luis G. Peredo . Argumento basado en Aurelio de los Reyes, 1996, p. 41.
Federico Gamboa. Producción Germán Camús. Fotogra- 17
"La tigresa",Hípólito Seijas (Rafael Pérez Taylor ),
fía Manuel Becerril. Intérpretes: Elena Sánchez Valen- "ElUniversal. Por la pantalla, 28 de agosto de 1917. Ci-
zuela, Alfonso Busson , Ricardo Beltri, Fernando Nava- tado por Manuel González Casanova, Las vistas. Una
rro, Clementina Rebolledo, Norka Ruskaya. Aurelio de época del cine en México, México, INEHRM, Secretaría
los Reyes, Filmografía del cine mudo mexicano. 1896- de Gobernación/Museo Casa de Carranza, 1992, p. 137.
18 Manuel González Casanova, ibid., p. 138.
1920, México, Filmoteca de la UNAM (Colección Filmo-
19 Aurelio de los Reyes, Medio siglo de cine mexicano
grafía Nacional, 5), 1986, p. 122.
3 Excélsior, 26 de junio de 1918 . Citado por Felipe Ga- (1896-1947), México, Trillas, 1987, p. 68.
rrido, Luz y sombra. Los inicios del cine en la prensa de 20
Aurelio de los Reyes, 1996, p. 42.
21
la ciudad de México, México, lmcine, 1997, p. 314. Silvia Oroz, Melodrama. El cine de lágrimas de
• Felipe Garrido, op. cit., p. 314. América Latina, México, UNAM-Dirección General de
5 Gabriel Ramírez , Crónica del cine mudo mexicano, Actividades Cinematográficas, 1995, p. 64.
México, Cineteca Nacional, 1989, p. 95. 2"l "El cine y la moralidad", El Universal, 1 de sep-
6 Jaime Torres Bodet (Celuloide), "El cinematógrafo tiembre de 1919. Citado por Angel Miguel, Los exalta-
enMéxico",RevistadeRevistas, 16de mayo de 1926. Ci- dos. Antología de escritos sobre cine en periódicos y re-
tado por Garrido, op. cit., p. 521. vistas de la ciudad de Méxi,co. 1896-1929, Guadalajara,
7
Gabriel Ramírez, op. cit., p. 97. Universidad de Guadalajara/Centro de Investigación y
s Felipe Garrido, op. cit., p. 521. Enseñanza Cinematográficas, 1992, p. 124.
9 Aurelio de los Reyes, Los orígenes del cine en México 23
Hipólito Seijas (Rafael Pérez Taylor), "Los delitos
(1896-1900), México, UNAM-Dirección de Difusión Cul- callejeros y los crímenes del cinematógrafo", El Univer-
tural (Cuadernos de cine/21), 1973. sal, 3 de julio de 1918. Citado por Manuel González Casa-
10
Aurelio de los Reyes, Cine y sociedad en México , nova, op. cit., p. 151.
24
1896-1930, vol. I, Vivir de sueños (1896-1920), México, Según la prensa norteamericana, en 1917 Carranza
UNAM-Cineteca Nacional, 1981, p. 202. implantó la censura para detener las películas denigran-
H Aurelio de los Reyes, 1981, p. 204. tes para México. En octubre de 1919 el Diario Oficial pu-
12
lbid.' p. 206. blicó el decreto de censura, con el principal fin de contro-
13 Aurelio de los Reyes, A cien años del cine en México , lar los mensajes antimexicanos.
25
México, lmcine/Miguel Ángel Porrúa/INAH, 1996, p. 43. "Películas nacionales", Revista de Revistas, 2 de sep-
1• Alfonso Reyes, "Jules Romains , Danogoo-Tonka , tiembre de 1917. Citado por Aurelio de los Reyes, 1981,
au les miracles de la science", La.Nouvelle RevueFra~ai - p. 207.
se, París, 1920. Citado en Alfonso Reyes, Martín Luis 26
José María Sánchez García, "Historia del cine mexi-

88
44
cano", Cinema Reporter, 22 de septiembre de 1957. Cita- Véase Laray Pardo ,Laprostitucwn en México , Li-
do por Gabriel Ramírez , op. cit., p. 94. brería de la Vda. de Ch. Bouret, 1908. José Álvarez Améz-
27 José Emilio Pacheco, "Santa cumple noventa años" ,.
quita , Historia de la salubridad y la asistencia en Mé-
Intermedios, México, Secretaria de Gobemación-RTC, xico, México, SSA, 1960. Julio Guerrero , La génesis del
febrero-abril, 1993, p. 7. crimen en México, la . ed., París, Librería de la Vda. de
28 Gabriel Ramfrez , op. cit., pp. 96-97. Ch. Bouret, 1901, 2a. ed., Porrúa, 1977. Sergio González
29
Según un testimonio de Gustavo Sáenz de Sicilia. Rodríguez, Los bajos fondos. El an_tro, la bohemia y el
Citado por Emilio García Riera, op. cit., p. 50. café, México, Cal y Arena, 1990. Rafael Sagredo , op. cit.
30 José Emilio Pacheco, op. cit., p. 9. .s Carlos Monsiváis, "Santa: el cine naturalista ", en
31
Federico Gamboa, Santa, en Novelas, México, Fon- Anuario 1965, Departamento de Actividades Cinemato-
do de Cultura Económica (Letras mexicanas), 1965, gráficas, México, UNAM, 1966, s.p.
p. 768. 46 Jorge Ayala Blanco La aventura del cine mexicano ,
32
José Emilio Pacheco, op. cit., p . 9. México, Era, 1968, p. 128.
33 El Universal Ilustrado, núm. 328, 23 de agosto de 47
Aurelio de los Reyes, 1987, p. 70.
1923. Citado por Gabriel Ramírez, op. cit., p. 95. ta Cinema Repórter, núm. 713, 15 de marzo de 1952.
34
Véase Rafael Sagredo Baeza, María Villa (a) La Citado por Gabriel Ramírez, op. cit., p. 98.
49
Chiquita, núm. 4002. Un parásito social del porfiriato , José María Sánehez García, "Historia del cine mexi-
México, Cal y Arena (Los libros de la Condesa), 1996. cano", Cinema Rep6r.ter, 26 de abril de 1952. Citado por
35
Federico Gamboa, op. cit., p. 846. Gabriel Ramírez , op. cit., p. 97.
36 Protagonista de Les Rougon-Macquant de Zolá. 50
Federico Gamboa, op. cit., p. 724.
37 Federico Gamboa, op. cit., p. 767. ól !bid., p. 755.
38 José Emilio Pacheco, op. cit., p. 9. 1,2 !bid., p. 756.
39 José Emilio Pacheco, op. cit., p. 10. 53
Alfonso Reyes, op. cit., p. 55.
• 0 A modo de ejemplo va la siguiente descripción: la
54
Jaime Torres Bodet , "Celuloide", op. cit., por Garri-
matrona observa a Santa que viste una bata y se fija en do, op. cit., p. 521.
" ...las rápidas y fragmentarias desnudeces de Santa: un 55 Federico Gamboa, op. cit., p. 838.

hombro, una ondulación del seno, un pedazo de muslo; 66


Se suprimen episodios completos de la vida de la
todo mórbido, color de rosa, apenas sombreado por finí- prostitución en que se deleita la novela: las fiestas, chan-
sima pelusa oscura (.·..] una de sus axilas puso al des- zas, riquezas que esa vida le procuran a Santa y también
cubierto, por un segundo, una mancha de vello negro, las anécdotas que dan cuenta de un ambiente ~la decla-
negro". Gamboa, 1995, p. 730. ración ante el juzgado de un crimen en el que le toca de-
• Federico Gamboa, op. cit. , p. 757. clarar, el desarrollo de la enfermedad, su estadía en el
1
42
José Emilio Pacheco, op. cit., p. 9. hospital Morelos, las pulsiones homosexuales en el bur-
43
José Emilio Pacheco, "Introducción" a Federico del, el carácter concupiscente de Hipólito y otras que no
Gamboa, Mi Diario. Mucho de mi vida y algo de la de los conviene enumerar.
57 Federico Gamboa , op. cit., p. 784.
otros, vol. I, México, Conaculta (Serie memorias me-
xicanas), 1995, p. xvm. 68
[bid., pp. 798-799.

89
Galo Galecio, La guamoteña, :xilografía, 1946. Colección "Lunes" .

90

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