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Masculinidad y violencia en el nuevo cine


mexicano. Las películas de Luis Estrada*
Fecha de recepción: 04 de septiembre de 2015
Fecha de aprobación: 18 de enero de 2016

Resumen
En este artículo exploraremos la conformación de las Claudia Elizabeth Puente
masculinidades a través de las representaciones cinematográficas Vázquez
en América latina, específicamente en la obra del mexicano Luis Universidad Nacional
Estrada, parte fundamental del llamado Nuevo cine mexicano en sus Autónoma de México
obras exhibidas entre 1999 y 2010. Aunque el universo de estudios Doctoranda en estudios
de masculinidades es cada vez más amplio, las representaciones latinoamericanos, UNAM.
cinematográficas no han sido muy exploradas. Este artículo pretende elibrugge@gmail.com
hacer un análisis de las representaciones masculinas y su relación
con las representaciones femeninas en el nuevo cine mexicano en *Artículo de reflexión derivado
un contexto de violencia desde una perspectiva crítica feminista. de investigación en Doctorado
de Estudios Latinoamericanos,
Palabras clave: cine latinoamericano, masculinidades, crítica CONACYT.
feminista, cine mexicano, representaciones masculinas.

Citar: Puente Vázquez, C.E. (enero-junio de 2016). Masculinidad y violencia en


el nuevo cine mexicano. Las películas de Luis Estrada. La Palabra, (28), 61-74.
doi: http://dx.doi.org/10.19053/01218530.4788

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Masculinity and violence in New Mexican


Cinema: the Films of Luis Estrada

Abstract
This article seeks to explore the formation of masculinities through their representations in Latin
American cinema, specifically in the films of the Mexican director Luis Estrada, a fundamental artist in
what has been called New Mexican Film; particularly in his works between 1999 and 2010. Even though
the universe of masculinity studies is growing broader each day, its representation in cinema has not been
widely explored. This article aims at examining the representation of masculinities and their relation to
the representation of the feminine in New Mexican Film, amidst a context of violence, from a feminist
critical perspective.

Palabras clave: Latin American film, masculinities, feminist criticism, Mexican film, masculine
representations.

Masculinité et violence dans le nouveau


cinéma mexicain. Les films de Luis Estrada

Résumé
Dans cet article on s’intéresse par la construction des masculinités dans les représentations
cinématographiques en Amérique Latine, en particulier chez Luis Estrada qui fait partie du Nouveau
cinéma mexicain (1990 et 2010). Bien que l’univers d’études de masculinités soit de plus en plus large, les
représentations cinématographiques n’ont pas été très explorées. On fait une analyse des représentations
masculines et leurs rapports avec les représentations féminines dans le nouveau cinéma mexicain dans
un contexte de violence à partir d’une perspective critique féministe.

Mots clés: Cinéma latino-américain, masculinités, critique féministe, cinéma mexicain,


représentations masculines.

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Masculinidad y violencia en el nuevo cine mexicano. Las películas de Luis Estrada


Claudia Elizabeth Puente Vázquez

Introducción análisis, desde la crítica fílmica en sus protagonistas en relación


feminista, a dos cintas del di- con otros personajes.
El interés de este artículo es rector mexicano Luis Estrada,
analizar desde la mirada crítica La ley de Herodes (1999) y El II. Crítica feminista, cine y
feminista la obra de un director Infierno (2010), desde la forma representaciones masculinas
mexicano contemporáneo, Luis en que se construyen las mascu-
Estrada. Esto, por la posibilidad linidades en sus dos personajes Para comenzar el análisis de
que ofrece este enfoque de ar- protagónicos: Juan Vargas y el este artículo, comenzaremos por
ticular las relaciones del sujeto “Benny”, respectivamente. Esto hacer explícita la teoría crítica
con la ideología, así como por debido a que “Entre la variedad feminista desde la que se anali-
la necesidad de reconceptualizar de personajes destaca siempre zará la obra de Luis Estrada, por
cómo se da la representación de la acción del protagonista que lo que es menester hablar acerca
las masculinidades en función del se convierte en el agente causal del surgimiento de dicha teoría
espacio relacional con lo femeni- principal y, por consiguiente, en así como de sus principales he-
no en ámbitos de representación el lugar privilegiado de la iden- rramientas de análisis. La crítica
en donde se hacen evidentes la tificación del público. Su deseo feminista es una crítica de la cul-
violencia, el amor y la sexuali- marcará la trayectoria del relato, tura que cuestiona cómo opera el
dad. La crítica feminista apuesta que se desarrollará en función de aparato cinematográfico, cuya
por una comprensión más riguro- las dificultades que encuentra labor se opone al cierre totali-
sa y políticamente útil de los pro- para conseguir la finalidad que zador de las afirmaciones sobre
cesos de creación de imágenes en desea” (Coll, 2000, p. 178). Lo imaginarios y representaciones
el cine, en la obra de un director que nos permitirá encontrar un en las diferencias de género
que se ha considerado como uno punto focal para determinar los que se contienen en el espacio
de los más críticos al sistema puntos de encuentro entre ficción narrativo del cine clásico domi-
político y económico actual, y realidad y mostrar cómo el nante (de Lauretis, 1984). Esta
e incluso ha sido considerado cine es un documento histórico visión considera a la tecnología
como el director “incómodo” de con impacto social debido a su como un mediador que construye
México (Estrada, 2014). carácter global y performativo. realidades como si éstas fueran
autónomas, aunque mantienen
El cine, como espectáculo ma- Este trabajo se dividirá, para una relación estrecha con la
sivo y globalizado, se torna una su mejor desarrollo, en una ideología dominante (Colaizzi,
ventana de representaciones exploración de la crítica fílmica 2001), por lo que la intención
cuyos efectos performativos feminista, el punto de enun- de la crítica feminista radica en
son tangibles, por lo que es ne- ciación de este artículo, para repensar los problemas de la sig-
cesario desarrollar herramientas posteriormente hablar de los nificación genérica: la represen-
críticas para abordar su análisis, estudios de masculinidades y tación y los procesos subjetivos
en este caso, desde una crítica cómo éstos se han desarrollado respecto a las masculinidades en
a los estereotipos construidos a lo largo del tiempo, así como un contexto histórico determina-
culturalmente a través del bi- la forma en la que nos servire- do, con miras a reformular una
nomio de género. Lo anterior mos de sus herramientas para perspectiva de significado menos
con la intención de desmontar analizar las representaciones rígida, no desde una noción dada
las representaciones constantes fílmicas. Continuaremos con el de masculinidad sino mediante
del deber ser masculino dentro estudio de caso particular en el un acercamiento desde los meca-
de contextos de violencias. En que hablaremos de la diégesis de nismos de la tecnología social en
este artículo realizaremos un ambas cintas y la masculinidad la que ésta se construye.

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Es interés de este trabajo resal- del psicoanálisis. La segunda hacia los procesos históricos y
tar la relación del feminismo línea de investigación trata de culturales que han excluido siste-
con el cine y la representación valorar el cine realizado por mu- máticamente a las mujeres de la
de las masculinidades a través jeres, sobre todo de los años 30 a esfera de la producción cultural
de imágenes, representaciones, los años 50 del siglo pasado. La (Colaizzi, 2001, pág. viii)
significados e ideologías; aunque tercera, de índole histórica, hace
también, hacer alusión a la posi- una relectura sistemática del cine La teoría crítica feminista en torno
ción social e histórica de las mas- clásico “patriarcal por excelen- a la creación cinematográfica
culinidades, lo cual es una de las cia” y expone a la luz los valores busca develar cómo a partir de las
mayores contribuciones teóricas dominantes en el cine: la mujer representaciones de género y el
de los feminismos de segunda y como espectáculo, como objeto lugar asignado a la mujer dentro
tercera olas, dada su insistencia y como terreno de la sexualidad de las industrias cinematográficas
en las posiciones de clase y raza (Casetti, 1994). Es a partir de se ha mantenido a éstas en un
que afectan al género, en espe- esta escuela de donde comen- plano subalterno en la jerarquía
cial cuando adoptan la forma de zarán a desarrollarse diversos social y de organización de
representaciones dominantes y estudios críticos feministas en dichas empresas; por lo que
constituyen jerarquías sociales. torno al cine. articula la identidad de género
con otras categorías como la
De acuerdo con Francesco Ca- A partir de la segunda mitad del raza, la sexualidad, la clase,
setti (1994), la teoría fílmica siglo XX se dará una producción lo nacional, etcétera, en los
feminista acoge un trabajo polí- rápida de los estudios feministas espacios de creación y crítica
tico, una práctica fílmica y una en torno al cine, a lo largo de cultural que tienen que ver con
investigación académica. De esta distintas latitudes, de modo que dispositivos y tecnologías de
manera, va más allá de la mera el análisis textual del mainstream construcción género normativas.
reflexión sobre el cine y se dirige y trabajo en los archivos marcan Por otro lado, se examina el
a la actividad social, a los signi- esta primera producción críti- universo femenino desde la
ficados lingüísticos y semióticos ca, fundada sobre la noción de composición de la audiencia y se
y a la crítica ideológica. Esto género como diferencia sexual, plantean contribuciones relativas
implica también que la teoría que permite la articulación de al papel de las mujeres en la
fílmica feminista lleva consigo un nuevo objeto teórico, el “cine creación de ciertos modos de ver
una práctica que tiene que ver de mujeres”. La elaboración las cosas y del peso específico de
con el análisis de la producción y de dicho concepto es un hecho algunos motivos iconográficos
la recepción de la realización ci- reivindicativo que tiene, como en la participación femenina,
nematográfica que tiene impacto tal, sus límites y limitaciones y, al tiempo que se escribe una
dentro del campo de los estudios como hemos observado en otro historia feminista al hacer visible
culturales, la sociología, el psi- lugar (Colaizzi, 1997), tiene que la contribución de las mujeres a
coanálisis y los estudios sobre ser entendido en su función es- la industria fílmica.
medios de comunicación. La tra- tratégica: no pretende apuntar a
dición estudiada por Cassetti nos una cualidad intrínseca al hecho La crítica feminista adopta el
muestra 3 líneas de investigación de ser mujer que pueda marcar concepto de representación
fílmica feminista: la primera sustancial u ontológicamente como parte de un constructo
es de naturaleza metodológica, la relación con la cultura de los social e ideológico y considera
desde una mirada feminista que sujetos históricos identificados que el aparato cinematográfico
profundiza sobre instrumentos con el género femenino, sino contribuye a la construcción
de análisis semiótico y nociones pretende focalizar la atención de la diferencia sexogenérica.

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En general, las teóricas del cine te una diversidad de abordajes, II. Masculinidades y repre-
critican el modelo de represen- el cine con mayores estudios es sentación
tación hegemónico al que se ha el producido en Hollywood por
destinado a la mujer y proponen su carácter masivo globalizante. En los filmes de Luis Estrada,
la realización de un cine dife- podemos observar los imagina-
rente, con otro tipo de represen- En el caso del cine mexica- rios de patrones de comporta-
taciones femeninas que rompan no, los estudios feministas han miento machistas. A través de
los modelos tradicionales. Las dado cuenta de los estereotipos la representación y narrativa fíl-
formas de analizar dichas re- femeninos, como el de María mica podemos también observar
presentaciones, según Rivera Félix (Castro Ricalde, 2002), la forma en que se representan
(2013), van desde la situación que mantienen roles establecidos los cuerpos, la sexualidad, la
mirada/poder a través de la ob- para la femineidad. Por su parte, relación con lo femenino, los
jetivización sexual, como hace las masculinidades en el cine la- personajes que atraviesan los
Colaizzi, y pasan por el placer tinoamericano, específicamente conflictos propios de la migra-
del espectador masculino. De de la cinematografía comercial ción, del desarraigo, de la super-
tal forma, podemos encontrar mexicana, han mostrado general- vivencia en tiempos de la crisis
a una mujer ficción/represen- mente un machismo extremo y económica, social y política que
tación/objeto y mujeres como violento. El análisis de películas viven nuestros países. ¿Cómo el
seres históricos reales que no del cine de oro mexicano nos lenguaje del cine contribuye a re-
necesariamente son reflejados muestran con evidencia la for- presentar ciertos imaginarios de
en pantalla. mación de ideas que performan las masculinidades en contextos
relaciones intergénero como el históricos determinados?
En este tenor, las representacio- matrimonio y el noviazgo (Mer-
nes masculinas, aunque diversas, cader Martínez, Matrimonio y Para responder a esta pregu-
también mantienen ideas sujetas mortaja del cine baja: estudio ta, podemos afirmar con Scott
a un deber ser hegemónico. A de su representación en el cine (1990) que el género es “un
pesar de encontrar personajes mexicano, 2004) y la formación elemento constitutivo de las
de diversas razas y clases socia- de masculinidades tradiciona- relaciones sociales basados en
les, los estereotipos de género les (Mercader Martínez, 2002) la diferencia que distinguen
se representan constantemente frente a las cuales los roles fe- los sexos […] el género es una
de la misma forma una y otra meninos se sujetan a posiciones forma primaria de relaciones
vez. Las fuentes de estudios de subalternas con características significantes de poder” (p. 29),
masculinidades en el cine son determinadas correspondientes a por lo que podemos sostener
recientes aunque cada vez más ideas de feminidad hegemónica; que esas construcciones mar-
abundantes, y se realizan desde es decir, a mujeres sumisas y de- can sitios de enunciación para
diferentes puntos de vista: repre- pendientes. En el cine mexicano hombres y mujeres de maneras
sentaciones de masculinidades contemporáneo resulta llamativo distintas, en épocas concretas.
homosexuales, desde la épica que los estudios de género que La interpretación de esta cate-
y el cine clásico (Coll, 2000), ponen atención en masculinida- goría como algo relacional es
desde puntos de vista descolo- des y relaciones sexo amorosas útil porque implica entender la
niales abordados desde miradas hallan puesto sus ojos en los fil- idea de masculinidad, no como
interseccionales (Castro Ricalde, mes de González Iñárritu, espe- una categoría aislada sino en
2002), entre otras. Todas ellas cialmente sobre la cinta Amores relación con la de feminidad y
parten de origen de las teorías perros (Torres San Martín, 2008) como parte de la construcción
críticas feministas. Aunque exis- (Prado, 2012). simbólica de los imaginarios

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sociales y culturales. Dichas coherente respecto a ella” (p. y que permiten que puedan
construcciones simbólicas a tra- 31). Según Escutia (2015), existir simultáneamente distin-
vés de representaciones sociales existen tres líneas generales para tas identidades masculinas. El
corresponden a relaciones de estudiar las masculinidades: los privilegio masculino no deja
poder, por lo que es menester no profeministas, los mitopoéticos y de ser una trampa y encuentra
sólo estudiar las características los neomachistas. Los primeros su contrapartida en la tensión
del género oprimido. abordan los estudios de las permanente, a veces llevada
masculinidades desde un punto de al absurdo, de imponer a cada
Si bien las posiciones feministas vista crítico y realizan una crítica hombre el deber de afirmar en
en la academia y el activismo, a sus privilegios; los segundos, cualquier circunstancia su viri-
dieron cuenta de la situación se piensan de forma tradicional lidad. Ésta, entendida como una
de la mujer en un sistema de y apuestan por la continuidad de capacidad reproductora, sexual
jerarquías de género, también las masculinidades a partir de los y social, pero también como
comenzó a repensar al sujeto cambios en los roles femeninos; aptitud para el combate, y para
varón, y con ellos las ideas en los terceros, se encuentran en el ejercicio de la violencia, que
torno a la masculinidad. La déca- contra de cualquier cambio puede llegar a ser una pesada
da de los ochenta se ubica como en la estructura jerárquica del carga. Todo contribuye así a
el momento histórico que marcó binomio de género. De tal hacer del ideal imposible de la
el desarrollo de los estudios de forma que, encontramos que los virilidad, el principio de una
masculinidad. Maurice Godelier estudios de masculinidad no son inmensa vulnerabilidad.
y Michael Kaufman son referen- homogéneos y se encuentran,
tes reconocidos en este campo. en algunas ocasiones, en polos Es posible definir que la mascu-
Las reflexiones científicas en opuestos. Hay que partir de linidad es un constructo histórico
torno a los hombres, aún sin que la masculinidad es una cultural, de modo que se encuen-
hacerse muy recurrentes y to- categoría no coherente de la tra lejos de determinismos bio-
mando caminos muy definidos, cual se pueda producir una lógicos o la mirada etnocéntrica
continuaron en Norteamérica ciencia generalizada, aunque sí que tiende a la universalización
y Europa, extendiéndose hasta es posible tener un conocimiento de una forma particular de ser
América Latina con Matthew coherente acerca de los temas, las hombre, como si ésta fuese la
C. Gutmann, David D. Gilmo- discusiones y debates surgidos a única posible y verdadera. La
re, Michael Kimmel, Robert raíz de esos esfuerzos. realidad es que las concepciones,
Connell, Luis Bonino y Rafael lo socialmente atribuido, las exi-
Montesinos. Los principales te- Cuando hablamos de masculi- gencias, los roles y las prácticas
mas desde los que se abordan son nidad, la idea nos remite a un en torno a este concepto, varían
violencia, paternidad, identidad, modelo histórico sociocultural según los tiempos y lugares. Las
salud-enfermedad, homosexuali- de ser hombre que se construye condicionantes que propician la
dad, entre otros. sobre la base del sexo biológico. dominación masculina, que se
Aunque el sistema social bus- expresa de manera generalizada
A pesar de la cada vez mayor ca asignar una sola identidad por la cultura patriarcal, descan-
diversidad en los estudios de masculina a todos los hombres, sa en un orden simbólico. Pierre
masculinidades, Connell (1997) de dominio y control, conocida Bourdieu plantea que la violen-
apunta: “las principales corrientes como la masculinidad hege- cia simbólica a través de la cual
de investigación acerca de las mónica, hay otros elementos se perpetúa dicha supremacía, se
masculinidades han fallado en el externos e internos que inciden localiza en el habitus y se realiza
intento de producir una ciencia en la construcción de la misma a través de “un acto de cognición

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y de falso reconocimiento que vida. Desde la antropología patriarcal, y la sumisión de


está más allá de, o por debajo de, social, podemos comprender la mujer.
los controles de la conciencia y que “[…] la masculinidad no 4) Masculinidad marginada:
la voluntad” (Bourdieu citado en se expresa de manera universal, se suele relacionar con los
Lamas, 2000). pues no se trata de un rasgo grupos étnicos minoritarios, y
social constante, sino de mani- frecuentemente marginados.
La masculinidad debe ser enten- festaciones propias de diferen- Aquí entran los individuos
dida como un sistema simbólico cias culturales coexistentes en con conductas delictivas
con múltiples posibilidades de un momento determinado de la o patologizados desde el
significación (Connell, 1997), historia, sin negar el predominio discurso médico, situados
de tal forma que se presenta de formas de expresión de la pro- como hombres en el sitio de
como un concepto complejo. La pia masculinidad” (Montesinos, lo abyecto.
identidad masculina se construye 2002, p. 75).
bajo el criterio de lo que no es Esta tipología de masculinidades
exclusivo de las mujeres, no se Así, las masculinidades han será la que usaremos en el
define por sí mismo, sino sólo en sido clasificadas por Connell análisis de nuestros personajes
función de la otra. Ese deslinde, (1997) según los roles que cada más adelante.
esa marcación de fronteras, se una adopta en la organización
da en todos los campos de la patriarcal, de la siguiente forma: Los estudios de la masculinidad
práctica social (Badinter, 1993). más destacados de entre los
Para Matthew Gutmann (2000) 1) Masculinidad hegemónica: es protofeministas sostienen que los
se establecen tres definiciones la practicada por los varones esquemas patriarcales no ayudan
claves de masculinidad: heterosexuales que monopo- a comprender quiénes son los
lizan el poder, el prestigio, hombres, ya que marginan las
1) La masculinidad es por defi- y la autoridad legítima no identidades masculinas que no se
nición cualquier cosa que los sólo dentro de su grupo, sino ajustan a los valores y símbolos
hombres piensen o hagan. también en la relación con las de su sistema. Éstos hacen la
2) Todo lo que los hombres mujeres. distinción entre lo masculino y
piensen y hagan para ser 2) Masculinidad subordinada: patriarcal e insisten en que el
hombres. hace referencia a formas de patriarcado es “una construcción
3) Algunos hombres, inherente- masculinidad divergentes de específica de un tipo de
mente o por adscripción, son la posición de poder hegemó- masculinidad heterosexista,
considerados más hombres nica de los varones. Se suele homófoba, racista y machista”.
que otros hombres. asociar a los homosexuales o (Martín, 2007, p. 90).
a los “afeminados”.
Así, es posible entender que 3) Masculinidad cómplice: se Por su parte, Margarita Pisano
la masculinidad es cualquier trata de las formas de mas- (2004) nos dice que el patriarcado
cosa que no sean las mujeres. A culinidad silenciosa, que no y la globalización mantienen una
partir de ahí es imprescindible forma parte de la mayoría he- lógica de dominación a través
remitirse a la idea de que los gemónica pues no concuerda de valores como la conquista,
mecanismos culturales y sociales con algunas de sus prácticas la lucha, el sometimiento por la
empleados para demostrar que se y no siguen sus discursos y fuerza que se ha modernizado en
es un “hombre de verdad” varían posiciones ante determina- una masculinidad neoliberal y
en función de la época histórica, dos temas, pero que disfruta globalizada que controla, vigila
la clase social o la etapa de la de las ventajas del sistema y sanciona igual que siempre,

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aunque esta vez a través de el tema de la corrupción en el prestigio a través del arribo a
un discurso retorcido, menos sistema político mexicano. En El posiciones de privilegio de un
desentrañable y en aparente infierno (Estrada, 2010), aborda sistema corrompido. Estrada
diálogo con la sociedad en su la violencia propiciada por el además utiliza al mismo actor
conjunto, donde invisibiliza crimen organizado en el país. como protagonista de ambas cin-
una misoginia más profunda, Ambas películas son contro- tas, lo que nos permite observar
escondida y, por tanto, más versiales y provocadoras y han la evolución de dos personajes
devastadora que la del viejo desatado polémica por criticar con trayectorias similares en dos
sistema patriarcal. símbolos sociales y políticos que situaciones diferentes.
eran intocables en la cinemato-
Hablar de representación de las grafía comercial mexicana pos- El cine construye sus modelos
masculinidades en el cine lati- revolucionaria. En lo particular, de género y expresa el consenso
noamericano, específicamente y a pesar de la mirada crítica del de la ideología dominante, “Una
en el contexto mexicano entre director sobre dichos procesos representación es ante todo una
1990 y 2010, es mirar un cruce sociales e históricos, nos interesa construcción lingüística dotada
de diversos ejes: políticos, eco- explorar cómo se representa la de cierta convencionalidad” (Ca-
nómicos, sociales y culturales, masculinidad en los personajes, setti, 1994, p. 151). Es decir, el
que determinan discursos y dentro de un contexto situado, cine tiene un lenguaje específico
prácticas sobre lo que se entiende en el que imperan relaciones caracterizado por sus represen-
y simboliza como lo masculino. sociales determinadas por la vio- taciones y formas narrativas;
Las representaciones masculinas lencia, la corrupción y el narco- las representaciones de género
en el cine de Luis Estrada están tráfico. Desde nuestro punto de que hay en él se circunscriben
atravesadas por imaginarios de- vista, los personajes masculinos a dicho lenguaje, que consta de
rivados de la cultura política y proyectan una serie de actitudes, imágenes, sonidos y en algunos
social occidental, de contextos valores y comportamientos que casos, omisiones. Este lenguaje
que son globales, nacionales y marcan imaginarios de género, hace evidente la construcción
continentales. lo que sostiene narrativas y es- de modelos sociales, ya que
téticas específicas en respuesta aunque el cine no es un espejo
Nos interesa explorar desde la a cierta dinámica que produce de la realidad, en él es posible
perspectiva de la crítica feminista y reproduce imaginarios de una detectar posiciones que se con-
del cine, las representaciones masculinidad específica. traponen en el espacio social,
de la masculinidad en el cine “La realidad se falsifica, se susti-
latinoamericano; en específico, Se seleccionaron estas dos pe- tuye al mantener lo primitivo, lo
los filmes del cineasta mexicano lículas porque responden al exótico, lo sexual como lo Otro
Luis Estrada: La ley de Herodes uso de personajes tipo que nos […]” (Castro Ricalde, 2002, p.
y El infierno. muestran, a través de las repre- 35). Además, debemos recordar
sentaciones corporales y sus que estas obras son medios de
III. Masculinidades en el in- perfiles psicológicos, carac- comunicar situaciones y estilos
fierno, el cine de Luis Estrada terísticas de formas concretas de vida. Para Krin Gabbard,
de masculinidades en contextos “No hay duda que los hombres
Los filmes de Luis Estrada son de violencia y corrupción a aprenden a ser hombres yendo
una crítica desde la sátira al sis- partir de la idea de llegar a ser al cine. Probablemente no existe
tema político mexicano. En La el “más fuerte”. Esto a partir de otro lugar más significativo don-
ley de Herodes (Estrada, 1999), cualidades físicas, aunque sobre de se formen nuestras nociones
el director ofrece su mirada sobre todo de astucia para conseguir incuestionables de virilidad”

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(Gabbard, 2008). A lo largo de su masculinos que transitan los principal referente al protagonis-
historia, el cine nos ha mostrado filmes de Estrada forman parte ta de ambas cintas, el tránsito que
a través de imágenes masculinas de un universo de cambios eco- éstos tienen desde una posición
las características que la con- nómicos, políticos y culturales, de vulnerabilidad para trans-
forman: el vaquero, el héroe, el que son producto a la vez que formar su subjetividad y su yo
guerrero, etcétera. inciden en la construcción de (representación externa) hacia
estereotipos: políticos, curas y una masculinidad mucho más
La ley de Herodes y el Infierno narcos. Esto da la posibilidad típica. Para eso, mostraremos
se inscriben en un contexto que de que sus juicios y acciones se cómo se relaciona con otros
corresponde a una dinámica de conviertan en un medio de co- personajes masculinos, primero
profundos cambios sociales y municación ideológico poderoso desde una posición subalterna,
económicos en Latinoamérica: respecto a las masculinidades. y con los personajes femeninos,
desigualdad, desempleo y pre- En los filmes analizados se re- que cierran un ciclo de violen-
carización del trabajo, empo- presenta la dinámica cultural de cias trasladadas. Para realizarlo
brecimiento, recorte de derechos las relaciones heteronormativas comenzaremos con una breve
y decadencia democrática, re- donde sobresalen las figuras y descripción de la cinta; después,
vueltas populares, represión del representaciones de las mujeres analizaremos la conformación
Estado y colapso social; además como esposas insatisfechas, pu- del personaje principal en cada
de corrupción, militarización, tas resignadas y/o profesionistas una de las películas. Esto a partir
intensificación de las dinámi- fálicas; por otro lado, tenemos de la idea de Todorov que subdi-
cas del crimen organizado y el al estereotipo de la bruja: mujer vide el análisis de una narración
narcotráfico. El contexto de la mala y masculinizada, hundida según la historia o argumento,
industria fílmica mexicana es la en el mundo de la corrupción, que nos permite observar las
puesta en marcha de políticas de inmoral y perversa, como ocurre lógicas en las que se mueven
cine en gobiernos de crisis neoli- en la Ley de Herodes con Doña los personajes, y el discurso, que
beral, en medio de una supuesta Lupe, la matrona del prostíbu- nos ayuda a comprender la forma
abolición a la censura de temas lo del pueblo, mujer de edad en la que está dispuesto el relato
políticos, en donde se otorga in- avanzada, de origen mestizo y (Barthes, 1977).
centivos estatales, sobre todo de un arreglo personal descuidado,
tipo fiscal, que se quedan en pro- corrupta y la única capaz de ha- La ley de Herodes, masculi-
yectos poco críticos, vinculados blar y negociar con los hombres nidades de chingas o jodes
a grandes empresas productoras de poder: el cura y los políticos.
o televisoras, o permiten que la De este modo, las representa- En primer lugar, analizaremos
gran industria hollywoodense ciones producen y reproducen la cinta La ley de Herodes
utilice el territorio mexicano identificaciones subjetivas con (Estrada, 1999), una comedia
como gran escenario a cambio los personajes que establecen negra en la que se denuncia
de promoción turística. imaginarios y simbolismos sobre el funcionamiento del sistema
lo que se entiende debería ser o político mexicano. Esta película
La representación de las mas- definirse como masculinidad, ha sido analizada como parte
culinidades y su relación con lo aun cuando no correspondan a de una crítica al México post
femenino están en función de modelos hegemónicos. revolucionario, como un fracaso
roles en determinados contextos, de la revolución mexicana y su
como es el caso de México de Para analizar la conformación ánimo nacionalista (Rangel,
finales del siglo XX y principios de las masculinidades en las 2006) (Haas, 2007), aunque
de siglo XXI. Los personajes cintas elegidas, tomaremos como también se la ha señalado como

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una obra que refleja la época pronto lo desilusionará y le dirá por el actor Damián Alcazar, un
de oro del cine mexicano (Cyr, que debe gobernar a punta de hombre de edad media, de baja
2010). La trama se ubica en pistola con la constitución en estatura, de piel morena y rasgos
1949 durante el sexenio del la mano. fuertes, va a encarnar a una
presidente Miguel Alemán, masculinidad cómplice, según
pero con claras referencias a Juan Vargas regresa a San Pedro las clasificaciones de Conell
momentos posteriores. En ella y comienza a “ejercer la ley” a mencionadas anteriormente.
se cargan las tintas contra el través del poder y la violencia. Esto implica a un sujeto que
PRI, partido de gobierno, pero Se transforma en un tirano más aunque no cumple con las
también contra su oposición, el del gobierno corrupto. Su labor formas de una masculinidad
PAN y el PRD, así como contra la es sacar el mayor beneficio hegemónica, se encuentra en una
Iglesia, al ser parte de una misma posible de la situación. Lejos posición de privilegio respecto
casta dirigente. La película es de ser castigado, es protegido a las mujeres con las que se
una crítica a la burocracia, la y llega a ser diputado en relaciona; es decir, disfruta de las
corrupción y el funcionamiento el Congreso de la Unión. La ventajas del sistema patriarcal.
de las instituciones del Estado iglesia también está implicada, Este tipo de masculinidad
al servicio de unos pocos negocia y saca beneficio del se encuentra supeditada a la
privilegiados. El filme cuenta mismo modelo de corrupción. masculinidad hegemónica
la historia de Juan Vargas, un La película también permite encarnada en los políticos más
politiquillo de tercera que es observar la otra cara del sistema encumbrados dentro de su
nombrado presidente municipal de corrupción generalizado, la partido y tiene prebendas frente a
de San Pedro de los Saguaros, cara de los pobres sobre los que las masculinidades marginadas,
pueblo de miseria, sin carreteras, se sustentan los privilegios de las que en este caso son encarnados
con construcciones de adobe autoridades. En el caso particular por hombres de rasgos étnicos,
semidestruidas, con pocos del pueblo de San Pedro de los con lengua indígena.
habitantes de mayoría indígena. Saguaros, nos encontramos con
que la mayoría de la población, La masculinidad de Vargas no
Juan Vargas arriba a la presidencia de origen indígena, no habla va a ser constante a lo largo de
municipal con un golpe de suerte; español porque no hay escuelas la cinta, que nos enfrenta a una
es apenas un pobre diablo al que y viven en una situación de temporalidad dilatada en la que
sus superiores le dan el puesto extrema exclusión social. Se el personaje de “El Gringo”
porque nadie está interesado trata de una población sobre la detonará la transformación de
en ocupar tan peligroso lugar. que se construyen discursos de Vargas hacia una masculinidad
El presidente municipal que lo modernización y progreso, los hegemónica, esto es, hacia una
antecedió fue linchado por los que justifican infraestructuras y actitud más violenta y que encaja
indígenas del lugar. Él cree que planes de desarrollo, que se tornan de mejor manera en el micro
su función es traer: “la paz, el posibilidades de negocio. Una sistema de corrupción dentro
progreso, la modernidad y la población en realidad relegada y del pueblo que gobierna, así
justicia social”, y se propone marginada por las autoridades del como en el macro sistema de
trabajar realmente por ello; al Estado, que sólo se relacionan con corrupción en el que se mueve
poco tiempo se da cuenta que ellos en términos de ejercicio del el partido político nacional al
no puede hacer nada contra la poder y de obtención de recursos. que pertenece. Hacia el final de
corrupción de los principales la película, encontramos a un
poderes del pueblo: la iglesia y En esta cinta podemos observar personaje principal convertido
el burdel. La cúpula de su partido cómo Juan Vargas, personificado hacia prácticas de corrupción

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y violencia contra mujeres y municipal. Es posible observar captar incluso en la posición


hombres subalternos; su mas- cómo las construcciones de de la cámara. La cámara gira
culinidad ha adoptado rasgos de género atraviesan otros factores siempre en un plano secuencia
las masculinidades hegemónicas como raza, clase y edad, ya que no se detiene. El poder de la
dentro de un sistema patriarcal que las mujeres explotadas mirada es masculino. Juan Vargas
que reserva las posiciones de sexualmente en el burdel del demuestra su hombría a través de
privilegio a unos cuantos. pueblo son jóvenes con rasgos su virilidad. La cámara nunca
étnicos, mientras su proxeneta es frena, como tampoco él. Vargas
El tránsito de la masculinidad una mujer de edad avanzada con es “tan potente sexualmente”
de Vargas va de la mano con la rasgos masculinizados, quien que puede estar con todas las
escalada de actitudes agresivas tiene tratos con las autoridades prostitutas del burdel al mismo
y la apertura a prácticas ilegales civiles y eclesiales y forma parte tiempo y satisfacerlas.
y de despojo, así como de enri- del microsistema de corrupción.
quecimiento ilícito. El lema de El infierno, de migrante a
la película, “O te chingas o te Otros personajes masculinos sicario
jodes” hace alusión a un compor- son retratados a partir de una
tamiento profundamente machis- contraparte femenina. Tal es el En la película El infierno (2010),
ta, ya que utiliza dos verbos que caso del candidato de la oposi- se narra la historia desafortu-
tienen que ver con el acto sexual; ción, el médico del pueblo que nada de Benjamín García, “El
es decir, apuntan al uso sexual de busca cerrar el burdel, mientras Benny”, quien es un migrante
un hombre sobre otro. La com- su esposa es ninfómana. De tal ilegal deportado de los Estados
petencia entre masculinidades es forma, podemos afirmar que Unidos. Al llegar a la frontera, el
otra de las constantes que pode- Estrada retrata extremos de femi- policía norteamericano le quita
mos observar: por los espacios de nidad y masculinidad en donde las esposas y le dice Welcome to
poder, por la pareja, por recursos es posible observar las jerarquías Mexico, don’t come back. Ense-
producto de la corrupción. de género que se establecen guida comienza su recorrido de
socialmente. El cine, en este regreso a través de la ventanilla
En cuanto a la relación de la sentido, es el medio ideal para del autobús: un panorama de
masculinidad del protagonista representar de qué manera lo pobreza y desolación. En el
con los personajes femeninos, personal deviene en una catego- camino, “El Benny” es asaltado
podemos observar cómo también ría expansiva. Aunque se trata de dos veces, la primera por un
se modifica a lo largo de la una obra retrospectiva, los este- ladrón convencional, la segun-
cinta. Mientras al principio Juan reotipos formados a lo largo del da es despojado por soldados.
Vargas aparece como un esposo periodo posrevolucionario del En este viaje, el protagonista es
condescendiente e influenciable, siglo XX en México asistieron a privado de sus bienes, de sus ro-
conforme avanza la trama y se la conformación de un profundo pas y prácticamente, de su opor-
constituye como una figura de machismo que mantiene en un tunidad de ganar un sustento, de
poder, que es lo que ella buscaba, lugar subalterno a las mujeres y a su condición humana.
Vargas comenzará a relacionarse los otros feminizados, los indios
con las mujeres en general y del pueblo que esperan pacientes Al regresar a su pueblo, “El
con su esposa en particular el momento de la venganza que Benny” comienza “su des-
desde una posición de privilegio. no siempre llega. censo al infierno”. Su pueblo
Las mujeres comenzarán a ser está prácticamente desolado,
objetos sexuales a disposición de El tránsito de la masculinidad desmantelado y solitario. Justo
Vargas por tratarse del presidente de La ley de Herodes se puede al llegar, Benjamín se topa con

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una balacera, de la que resulta masculinidad se encontrará En El Infierno, la forma de aban-


un hombre muerto, y en donde constantemente subordinada a donar la masculinidad marginada
se le informa que se encuen- la de sus jefes, “Los Reyes”, es a través de la violencia que
tran en guerra. Posteriormente, que gozan de poder político incrusta al protagonista en un sis-
vemos al protagonista en la y poseen el monopolio de la tema de necroempoderamiento
vulcanizadora de su tío, Roga- violencia soberana e ilícita. Su (Valencia, 2012); el desprecio de
ciano García; un sitio a punto masculinidad será retada por la la vida es requisito para escalar
de la quiebra. Don Rogaciano figura de su sobrino, mientras en la jerarquía masculina en un
le explica a Benjamín la situa- que las relaciones con otros horizonte desolador.
ción del país, y en especial de personajes masculinos se llevan
San Miguel Arcángel: “Crisis, a cabo a partir de la violencia Conclusiones
desempleo, violencia… Casi, cómplice o infligida. Hacia el
casi como una guerra civil. Nos final de la película, la venganza Luis Estrada realiza un par de
cayó la maldición a todos. En es el móvil para enfrentar a la obras desde la sátira, comedias
este pueblo te matan nomás por principal figura masculina de negras que sirven para mostrar de
cualquier cosa”. Este pueblo, el poder, aunque sólo a través del forma irónica la realidad política
infierno, San Miguel Arcángel, asesinato, la forma retratada en histórica de corrupción y el con-
o bien el norte de México, son la hiperviolencia de la cinta. texto actual de violencia y crimen
mostrados como espacios sin organizado. Aunque no podemos
ley. Un fenómeno producido por Los personajes masculinos de afirmar que el cineasta también
el narcotráfico y la corrupción, su familia van a encarnar mas- busque plasmar de forma sarcás-
factores de expresión de la crisis culinidades hegemónicas, de tica las relaciones de género, po-
postindustrial del capitalismo carácter fuerte, sin el miedo ni la demos observar que las películas
y la globalización. Es en ese subordinación que caracterizarán están plagadas de chistes relativos
infierno en el que “El Benny”, al personaje protagonista. Por a la hipersexualidad masculina
se encuentra a su amigo “Co- otra parte, “El Cochiloco” es un que responde a los estereotipos
chiloco”, quien lo llevará con personaje que mostrará las di- de machismo más extremo en el
“los Reyes”. “Los Reyes” son el versas facetas que puede adoptar país. En ellos, el homoerotismo se
cartel dominante en San Miguel una masculinidad en diferentes muestra de formas tradicionales,
Arcángel. Benjamín García se espacios: de matón a padre de entre la sorna y la violencia. Las
enrola con ellos empujado por la familia. Los personajes femeni- relaciones con las mujeres son de
necesidad. El patrón lo recibe en nos también mantendrán un símil dominación, se trata en muchos
su despacho y le explica el tra- con las mujeres representadas casos de humanos abyectos. To-
bajo, advirtiéndole no consumir en La ley de Herodes: objetos das estas formas de presentar el
lo que se trafica, advertencia que sexuales dentro de espacios género corresponden a un orden
el protagonista va a desoír. de prostitución o esposas que social sostenido a partir de la vio-
retratarán a una incipiente clase lencia y la corrupción generadas
A lo largo de la cinta, en un alta de pueblo. En ambos casos a lo largo de procesos históricos,
símil con Vargas de La ley de es posible observar los factores sobre los que el director de ambos
Herodes, “El Benny” transitará de clase en las formas femíneas, filmes toma la decisión de reír
de una masculinidad marginada, que retratan a algunas como mu- para no llorar. El capitalismo gore
del migrante deportado, a jeres hipersexuales, las de clase (Valencia, 2012), puede resultar
una masculinidad cómplice baja, y a las de clase media como más aterrador que su contraparte
en el sentido de Connell: su burguesas hipócritas. ficcional.

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