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Comenzó una época en la que todas las corrientes musicales, comenzaban a tener
referencias sobre épocas anteriores, y un ejemplo de magistral es Sinfonía de Berio.
Obra para 8 voces amplificadas y gran orquesta sinfónica. Compuesta en 1968, es una
de sus más emblemáticas obras, en la cual utiliza la técnica de collage, cada vez más
utilizada durante la década de 1970. Esto era llamado la “música sobre la música”.
Las obras tanto literarias como musicales, durante una larga parte de la historia han
estado supeditadas a una sola explicación, normalmente dada por el autor, sin embargo
durante la segunda mitad del S.XX las obras comienzan a ser consideradas como
composiciones con infinitas valoraciones, según el oyente.
Berio, con Sinfonía, “cita” una gran cantidad de obras, tanto musicales como literarias.
Se pueden encontrar elementos de compositores como Ravel, Berlioz, Stockhausen,
Bach y en mayor medida Mahler. Y para el texto superpone citas de la novela de
Samuel Beckett ‘’El innombrable’’ o de la opera Wozzeck de Alban Berg. Fue
encomendada por la Orquesta Filarmónica de Nueva York, y está dedicada a Leonard
Bernstein, célebre compositor y director de orquesta, curiosamente una figura esencial
en la “resurrección” de Mahler. Compuesta originalmente en IV movimientos, más
adelante agregó el V movimiento.
Berio cimenta la obra utilizando como pilares compositivos la Sinfonía N.º 2 de Mahler
y la novela ‘’El innombrable’’. Mediante la unión de estas obras infiere un tono
irónico, alejándose de los debates morales representados en esta sinfonía de Mahler. En
parte gracias al texto de esta novela, final de la trilogía de novelas de Beckett, mediante
un tono nihilista y por medio de preguntas inconexas llega a una conclusión final, la de
seguir siempre adelante.
Tratándose de un collage, podemos asignar la forma compositiva a una de las
características de las bandas sonoras, en la que las realmente brillantes composiciones,
no deben llamar la atención, sino acompañar a la imagen. Esto es representado en esta
obra, en la cual las armonías utilizadas en ningún momento igualan en importancia los
fragmentos utilizados de esta sinfonía de Mahler.
En los momentos en los que las referencias a otras obras son imperceptibles, transfiere
sensaciones de inestabilidad, que en ocasiones son tratadas de forma humorística por las
intervenciones vocales, las cuales hacen preguntas como: “¿Ahora dónde?.