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Artesanías yucatecas:

En todo Yucatán se elaboran artículos de los más diversos materiales, diseños y colores. joyería de
filigrana en oro y plata; artefactos de carey, concha, caracol, madera y piedra tallada; vasijas de barro;
instrumentos musicales; tejidos de fibra de henequén y de algodón; bordados, aplicaciones de encaje,
calados, y punto de cruz; ternos, guayaberas y hamacas; sombreros de paja y de palma del jipi; petates
de junco y bejuco; bolsas y zapatos de piel

Orfebrería

La platería, la escultura y la entalladura, fueron enseñadas por los conquistadores a la clase media,
formándose expertos escultores y decoradores. Luego estos discípulos extendieron su arte hasta la
confección de alhajas, perfeccionándose en el ramo de la filigrana. Esta rama de la orfebrería comprende
la fabricación de joyas por medio de finísimos filamentos de oro y plata para la confección de rosarios,
así como collares, cadenas y arracadas que han dado fama a la región.

Carey y cuerno de toro

Desde la época colonial se conoció en Yucatán la industria del conchero, que era un artesano que
trabajaba y pulía el carey, materia prima extraída del caparazón de la tortuga de carey y lo
transformaban en artículos de gran belleza. Actualmente, El cuerno de toro, por su similar consistencia,
es un sustituto ideal de los caparazones de la tortuga de carey, que se encuentra en peligro de extinción.
Los actuales concheros, fabrican anillos, collares, aretes, brazaletes y medallones con incrustaciones de
oro y plata y esmaltes de variados colores.

Concha y caracol

Desde la época prehispánica, los materiales de origen marino estuvieron presentes en la cultura maya,
sobre todo en los pueblos más cercanos a las costas. Conchas y caracoles de moluscos se usaron para
elaborar objetos de adorno, rituales y de uso cotidiano. Se confeccionaban collares, pulseras, orejeras,
pectorales e instrumentos musicales como las conocidas trompetas caracol. Con la madre-perla, llamada
también concha de nácar, confeccionan botones, pastas para devocionarios, cuentas de rosarios, aretes
y otros artísticos objetos. Con unos pequeños caracoles de forma oval se fabrican rosarios, utilizándolos
como cuentas, engarzados en filigrana, así como aretes y adornos para alhajeros.

Alfarería

La alfarería comienza su desarrollo en Yucatán durante el inicio de la cultura maya alrededor de 1200
a.C. Su elaboración es mediante el modelado directo del barro (una mezcla de agua, barro y arena
especial llamada sac-cab “tierra blanca”) con los dedos hasta lograr crear cualquier forma deseada por el
artesano. Para la elaboración de las piezas se emplea un torno o k’abal, que consiste en una pequeña
tabla rectangular sobre la que se coloca el barro asentada sobre un disco que se controla con los pies,
para hacerla girar. Después las piezas se dejan secar, se pulen y se colorean antes de introducirlas para
su cocción en un horno de barro, piedras y leña. Originalmente se fabricaban objetos de uso cotidiano,
recipientes para comer, cocinar, para almacenar agua, etc.

Madera
Los antiguos mayas ya trabajaban la madera. Fueron los frailes quienes enseñaron a los indígenas nuevos
diseños y técnicas para un mejor desempeño del trabajo con madera. En nuestros días el tallado de
madera aún persiste en tres grandes áreas: En el área sur se incluye la villa de Muna y localidades
aledañas a los sitios arqueológicos que comprenden la Ruta Puuc; en el poniente está Dzityá; y en el
oriente, se encuentra Pisté, Popolá, Cuncunul, Tixhualahtún y Chemáx. Se tallan aves y mamíferos
característicos de la zona, aunque también se elabora otro tipo de animales como elefantes y tucanes. La
materia prima para esta actividad es la madera de cedro, ya sea éste rojo o blanco, así como las raíces
jóvenes del pich o guanacastle. Otra materia prima importante es el guayacán y el chaká.

Henequén

Desde los tiempos prehispánicos el indio yucateco con la fibra extraída del henequén fabricaba y tejía
una gran variedad de objetos de uso personal: cordeles, sogas, bolsas o morrales y esteras para sus
lechos. Hoy se emplea también en una vasta gama de objetos, como telas, cestos, manteles, tapetes,
hamacas, sombreros para damas, bolsas de mano, pantuflas, cigarreras, monederos, carpetas con
motivos artísticos en preciosos colores y otros objetos primorosamente raros y de paciente labor, muy
estimados por los turistas extranjeros.

Textil bordado

En Yucatán una de las más importantes artesanías del estado es el bordado. En la época de la colonia se
elaboraban mantas tejidas por las indígenas, que eran confeccionadas utilizando la técnica del telar de
cintura; sin embargo las cuotas impuestas por parte de los conquistadores de sobre explotación hicieron
que esta técnica desapareciera, generando un mestizaje de técnicas, materiales, decoración,
destacándose el bordado entre otros elementos que dieron lugar al surgimiento del tradicional hipil, el
cual es una fusión entre la vestimenta utilizada por las mujeres mayas y los ropajes impuestos por los
españolas y que hoy en día continúa siendo la vestimenta cotidiana de gran parte de la población
yucateca.

Hamacas

Los conquistadores por primera vez encontraron hamacas en las Antillas, y su uso y elaboración, por el
tipo de clima del sureste, se fue difundiendo; así, aunque la hamaca no sea originaria del estado de
Yucatán, su elaboración y uso ya tiene más de cuatro siglos, y es gracias a la destreza de los artesanos de
esta región que ha llegado a su mejor desarrollo y elaboración. Los municipios en donde se elaboran la
mayoría de las hamacas son Tixkokob, Chumayel y Teabo. Se elaboran hamacas de diferentes clases,
entre ellas la de mecate corriente de cordeles de henequén que usan los indios, la de hilo fino de
henequén, que es la hamaca estándar de Yucatán, y la de hilera de algodón o de lino, que es la más fina.

Palma

La palma de huano crece prácticamente en todo Yucatán. Tradicionalmente se usa para techar las casas
mayas. Las hojas usadas para la fabricación de artesanías tienen un elaborado proceso en el que una
parte se tiene que realizar en cuevas bajo la tierra para que la humedad que ahí prevalece permita la
ductibilidad del material. Se distingue Halachó en la elaboración de artesanía de palma que da como
resultado hermosos trabajos de cestería, finos sombreros, sonajas, aviones y cualquier objeto que
manifieste la creatividad y destreza de los artesanos.
Bejuco

Aunque no existen evidencias materiales del bejuco en el tiempo anterior a la Conquista, las fuentes
etnobotánicas del siglo XVI aluden a bejucos para armar construcciones y para cestería. Los cestos han
sido tan indispensables para el traslado y almacenamiento de diversos productos, que podemos imaginar
que se han tejido los bejucos al menos desde que se inicia la agricultura en el área, si no es que en
épocas anteriores. En Yucatán se siguen realizando diversos objetos de bejuco, algunos para
autoconsumo, pero también para la venta. Se realizan principalmente en Ebtún y Kinchil.

Talabartería

El uso de pieles y cueros de animales para fabricar calzado o ropa, data en Yucatán de la época
prehispánica. Cuando llegaron los españoles, trajeron distintas especies de animales con cuyas pieles se
elaboraba calzado, cinturones, bolsas y artículos para caballería como las sillas de montar. La tradición
prehispánica, que ya confeccionaba artículos de otras pieles, se vio enriquecida con la introducción de
ganado vacuno, caprino, porcino y caballar. Actualmente esta actividad tiene su mayor auge en la zona
de Valladolid aunque también en Hunucmá y Ticul.

Piedra

La piedra se trabaja con cinceles martillos y pulidores de piedra caliza. La variedad es bastante amplia:
piezas para el uso doméstico, instrumentos de labranza, collares, objetos que representan deidades y
esculturas que forman parte de las construcciones religiosas y de los palacios. Actualmente, el tallado en
piedra se realiza en varios poblados de Yucatán, como Dzityá, Muna, Tixhualahtún, Halachó y Kankab.
Para la realización de las tallas se utilizan diferentes tipos de piedra como conchuela y piedra Rosa o
cantera, entre otras.

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