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Procedencia del Recurso de Amparo ante las Resoluciones Judiciales

Los derechos consagrados en la Constitución Política (“Cn”)constitucionales, como el derecho a la


propiedad privada o a la libertad de empresa, son materialmente garantizados a través de los
mecanismos de protección reconocidos en la misma Constitución, siendo tal es el caso del Recurso
de Amparo uno de los referidos mecanismos de protección, según se establece en el Artículo 45 Cn.
que cita: “Las personas cuyos derechos constitucionales hayan sido violados o estén en peligro de
serlo, pueden interponer el Recurso de Exhibición Personal o de Amparo, según el caso y de
acuerdo con la Ley de Justicia Constitucionalde la Carta Magna”.

Los derechos y garantías consignados en el ordenamiento constitucional nicaragüense, incluidos


entre éstos el derecho a la propiedad privada o a la libertad de empresa, por ejemplo, son objeto de
amparo o protección constitucional. Este mecanismo puede ser utilizado por cualquier persona,
natural o jurídica, que considere que sus derechos constitucionales han sido transgredidos o están en
inminente peligro de ser transgredidos. De esta manera, el artículo 188 Cn. expresa que: “…Se
establece el Recurso de Amparo en contra de toda disposición, acto o resolución y en general en
contra de toda acción u omisión de cualquier funcionario, autoridad o agente de los mismos que
viole o trate de violar los derechos y garantías consagradas en la constitución política.”.

Hasta diciembre del año 2018 el Recurso de Amparo y otros mecanismos de protección
constitucional se encontraban regulados en la ahora derogada Ley número 49 “Ley de Amparo”.
Tras varias reformas sufridas, el artículo, cuyo artículo 55 de la referida Ley de Amparo citaba:
“No procede el Recurso de Amparo: 1. Contra las resoluciones de las autoridades judiciales en
asuntos de su competencia.” (Énfasis añadido.), La Dicha disposición antes citada originó
representaba una limitación implícita al alcance y la naturaleza protectora del Recurso de Amparo
como medio de protección de los derechos y garantías constitucionales, pudiendo interpretarse que
dicho Recurso de Amparo sería únicamente procedente únicamente cuando la resolución o
actuaractuación de la autoridad u órgano judicial esté fuera del ámbito de su competencia.

La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia como órgano competente para conocer de
los recursos de amparo se ha pronunciado de forma reiterada sobre la improcedencia de dicho
instrumento frente a resoluciones judiciales cuando estas son emitidas por autoridades judiciales en
el ámbito de su competencia objetiva y funcional. Por lo mismo, el Tribunal Supremo ha aclarado
que, durante la vigencia de la Ley de Amparo, sólo era procedente el Recurso de Amparo en contra
de resoluciones judiciales cuando el ciudadano afectado lograse demostrar que las autoridades
judiciales actuaron fuera del ámbito de su competencia (e.g. por razón de cuantía, materia, territorio
o grado).

De lo anterior, rResulta necesario recalcar que el actuar de las autoridades judiciales como garantes
y protectores de los principios fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses y deben ser estar
sujetas a supervisión por la Corte Suprema de Justicia como Tribunal Supremo, especialmente
cuando dicha supervisión tenga como propósito prevenir las violaciones a derechos constitucionales
originadas en los procesos judiciales y en las resoluciones emitidas. Es relevante destacar que el
artículo 159 Cn. establece que “Los Tribunales de Justicia forman un sistema unitario cuyo órgano
superior es la Corte Suprema de Justicia”, por lo que impedir a la Corte Suprema la facultad de
revisar y decidir sobre las violaciones a derechos constitucionales originadas por las resoluciones de
las autoridades judiciales significaría la desvinculación de dicha entidad con respecto al
supuestamente unitario sistema judicial.

Lla limitación a las facultades de supervisión revisión de la Corte Suprema de Justicia contenida en
la Ley de Amparo es apreciable también, por ejemplo, en la legislación laboral y penal nicaragüense
según se establece en el Artículo 136 de la Ley número 815 “Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social de Nicaragua” que establece: “Contra las sentencias dictadas por el Tribunal
Nacional Laboral de Apelación (TNLA) no habrá ulterior recurso… Las resoluciones que dicte el
Tribunal causarán estado de cosa juzgada”. De igual forma, el párrafo in fine del artículo 385 de la
Ley número 406 “Código Procesal Penal de la República de Nicaragua” establece en relación a las
faltas y delitos menos graves: “Contra la resolución que resuelva el recurso de apelación en causas
por faltas penales y delitos menos graves no cabrá ulterior recurso.”.

Vale la pena también señalar que la legislación nicaragüense, con excepción de la jurisdicción
laboral, otorga a los interesados un recurso extraordinario de casación para acudir ante la Corte
Suprema de Justicia para la revisión del fondo y forma del proceso judicial luego de obtener la
sentencia del tribunal de apelación respectivo. Este recurso brinda al interesado la oportunidad de
solicitar al tribunal supremo la revisión del proceso judicial. Sin perjuicio de lo anterior, resulta
necesario hacer hincapié en que dicho recurso es procedente cuando existe conflicto de
interpretación de la ley o criterios jurisprudenciales o cuando se detecte incumplimiento a las
normas procesales, no mediando como objetivo fundamental la protección de los derechos
constitucionales de los afectados.

No obstante, mediante la derogación de la Ley de Amparo y la aprobación y entrada en vigencia de


la reciente Ley número 983 “Ley de Justicia Constitucional”, la limitación ase amplía el alcance de
las facultades de la Corte Suprema de Justicia es matizada al modificar la condición de respecto a la
improcedencia del Recurso de Amparo ante resoluciones judiciales, adecuando la redacción de la
norma de tal forma que el artículo 52 actualmente cita: “El Recurso de Amparo no cabe en las
siguientes situaciones: 1. Contra las resoluciones judiciales, salvo si presentaren evidente violación
de derechos constitucionales…”.

La ampliación señalada en el párrafo anterior es de alta relevancia, ya que encamina el sistema


judicial nicaragüense hacia los estándares globalmente aceptados por el constitucionalismo
moderno. Dicha transformación obedece también a la evolución de las normativas de Derecho
Internacional referentes a la protección de derechos humanos que reconocen la importancia de la
revisión y fiscalización del actuar de las autoridades judiciales, como por ejemplo el artículo 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos que expresa: “… Durante el proceso, toda
persona tiene… derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior””; debiendo
comprenderse que la Corte Suprema es el “tribunal superior” reconocido por la Constitución
Política y órgano jurisdiccional responsable de la protección de los derechos en ella consagrados.

Si bien la reciente Ley de Justicia Constitucional representa de alguna manera un avance en el


interés proteccionista de la Constitución, resulta imperativo también criticar el hecho de que el
legislador no define lo que una “evidente” violación a los derechos constitucionales pudiera
significar. Por lo mismo, se ha relegado dicha facultad interpretativa a los magistrados de la Corte
Suprema de Justiciaal Tribunal de Apelaciones, quienes tendrán la facultad de definir las
limitaciones pertinentes al momento de decidir sobre la procedencia del amparo.

Habrá que permanecer atentos a los fallos de la Sala Constitucional para determinar cuál sería la
correcta interpretación del referido artículo y en cuáles casos se mostrará flexibilidad por parte de
dicho órgano para conocer de los casos judiciales por la vía del Recurso de Amparo.

Para mayor información sobre este tema, puede referirse a los siguientes contactos:

Gabriel Alvarez Rocha Uriel Ernesto Balladares

gabriel.alvarez@ariaslaw.com uriel.balladares@ariaslaw.com

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