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Antecedentes del cálculo

¿QUÉ PROBLEMA ESTABAN BUSCANDO RESOLVER LOS QUE DESCUBRIERON EL


CÁLCULO?

Bueno, más que un problema, eran cuatro problemáticas distintas las que se estaban buscando
resolver cuando el cálculo fue descubierto, resolviendo las cuatro al mismo tiempo:

a)¿Cómo medir el área bajo una curva?

Las áreas bajo o dentro de figuras con lados rectos pueden


seccionarse de forma tal que queden triángulos y rectángulos que
permitan encontrar el área de la figura completa, basándonos sólo en
conocimientos de la educación primaria, pero ¿qué pasa cuando
alguno de los lados no es recto, sino curvo? Para ciertas figuras,
como el círculo, se lograron encontrar fórmulas. Las demás necesitaron esperar al cálculo para
conocer su área exacta.

Quizá para saber cuál es el área bajo la curva del arco iris no sea necesario el cálculo, porque
entiendo que tiene forma circular, pero es una curva bonita para ilustrar esta sección, ¿no creen?

(Paréntesis cultural: encontrar la cuadratura del círculo significa encontrar una figura cuadrada con la
misma área que un círculo de un diámetro dado. Por lo tanto, encontrar el área bajo una curva
sería cuadrar la curva).

b)¿Cómo calcular la velocidad a la que se mueve un objeto en un instante dado?

La velocidad promedio se calcula como la distancia recorrida entre el tiempo


usado para recorrerla, es algo que se aprende en la educación secundaria,
pero ¿el objeto se movió a esa misma velocidad todo el tiempo que duró en
movimiento? Normalmente no ocurre eso, entonces ¿a qué velocidad iba en
cada instante distinto?

c)¿Cómo determinar la pendiente de una curva?

Las pendientes, o inclinaciones, son sencillas de calcular cuando se tiene


una forma recta, como en varias de las rampas para patineta de la
imagen. Es algo que también se aprende en la educación secundaria: sólo
se divide el incremento en vertical entre el incremento en horizontal entre
cualquier par de puntos de la recta y listo! pero ¿qué pasa cuando la línea
no es recta, sino curva? ¡La pendiente es diferente en cada punto! ¿Cómo
determinarla?

d)¿Cómo encontrar el valor de la variable independiente (x) en el que la variable dependiente (y)
tiene un valor máximo o mínimo local?

Si tenemos una función que modela un comportamiento:


ingresos, costos, utilidades, todas en función de la cantidad
vendida, altura al lanzar un objeto, en función del tiempo
transcurrido, la altura inicial y velocidad inicial, así como la
gravedad, etcétera, ¿cómo saber en qué punto exacto ese
comportamiento tiene un valor máximo o mínimo dentro de un
intervalo de valores o a lo largo de toda la función? Con ello
podríamos saber la altura máxima que alcanzará el objeto, así como la cantidad que debemos vender
para maximizar nuestras utilidades, o las fechas en las que una acción tuvo valores más altos que el
día anterior y el posterior.

Todas las problemáticas anteriores tienen más o menos importancia según el contexto.

Algunas veces obtener esos resultados de forma aproximada es suficiente.


Sin embargo, las aproximaciones no sirven para hacer cosas como mandar
un cohete a la Luna o poner un satélite en órbita para que proporcione
servicio de Internet

¿A nadie se le había ocurrido cómo resolver esos cuatro problemas antes del siglo XVII?

La verdad es que sí hubo muchos intentos, con más o menos éxito:

El área de superficies con orillas curvas se logró determinar con


bastante exactitud en la antigua Grecia hace unos 2500 años, por
un método llamado exhaustivo (o por agotamiento), que no
significaba propiamente que los matemáticos quedaban exhaustos
o agotados después de hacer los cálculos. Más bien significaba
que hacían triangulitos o rectangulitos cada vez más pequeños,
(como se muestra en la Figura 1) hasta cubrir el área en cuestión lo
Figura 1 más exhaustivamente posible. Sumaban todas esas áreas y con
ello aproximaban el área total.

Suficientemente bueno para las necesidades de la época. Pero… para los matemáticos,
“suficientemente bueno” puede no ser realmente suficiente, así que siguieron buscando hasta dar con
un método que pudieran sí considerar exacto, que fue encontrado en el Cálculo Integral.

Galileo Galilei (1564-1642), años antes del descubrimiento del cálculo había encontrado la forma de
expresar lo que equivaldría a la función integrada de la velocidad instantánea.
Con respecto a la pendiente de una curva, Isaac Barrow (1630 – 1667) que, por cierto, fue profesor
de Isaac Newton, encontró un método que también puede considerarse previo, pero que estaba
limitado a ciertos casos.
Por otro lado, Pierre de Fermat (1607-1665) desarrolló un método que le permitía encontrar los
máximos y mínimos de una función, que puede considerarse una base para el que se usó después ya
con cálculo diferencial. La desventaja del método de Fermat es que, al igual que lo hecho por Barrow,
estaba limitado a ciertos casos.
Hubo más aportaciones, pero dejaremos hasta aquí la lista, con la cual buscaba explicar por qué Isaac
Newton dijo esta frase

“Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes” reconociendo que sus
descubrimientos estaban basados en los de sus predecesores.

¿QUIÉN(ES) SE CONSIDERA(N) PADRE(S) DEL CÁLCULO?

Es una historia razonablemente conocida: el Cálculo tiene dos padres:

Isaac Newton (1643-1727) Más popular por la Ley de la Gravitación


Universal, sus tres leyes de la dinámica y, por supuesto, por la manzana
que se dice que le cayó en la cabeza y lo inspiró para entender la ley de la gravedad. El prolífico
Newton también trabajó en diversos temas de matemáticas, descubriendo los principios del Cálculo
Diferencial mientras buscaba determinar velocidades instantáneas.

Gottfrey Leibniz (1646-1716) Quizá menos popular que Newton, también


aportó muchos avances en distintas ciencias. Descubrió el Cálculo Integral
mientras buscaba cómo determinar, de forma exacta, áreas bajo curvas.

Ambos llegaron a un punto en el que se dieron cuenta que el cálculo


diferencial y el cálculo integral son procesos inversos. Juntas, ambas
disciplinas se llamaron por un tiempo Cálculo Infinitesimal, veremos más
adelante por qué.

Ah, pero antes les comento que, como Newton tardó en publicar sus
descubrimientos alrededor de esta materia y Leibniz fue más rápido
en mostrar sus hallazgos al público, se desató una disputa intensa
entre los seguidores de ambos sobre la paternidad de ese
conocimiento. Los expertos actuales consideran que ninguno le
copió al otro. Ambos desarrollaron, a partir de todos los
conocimientos generados por la humanidad hasta entonces, sus
propios métodos, que en los documentos de cada uno podrán verse
muy distintos, dados sus diferentes enfoques, pero, en esencia son
lo mismo y son la base de lo que aprendemos actualmente en la
escuela. Observa el siguiente video al respecto. https://www.youtube.com/watch?v=fOIPCSpCNVA

¿POR QUÉ EL CÁLCULO SE PUDO DESCUBRIR HASTA EL SIGLO XVII?

Como vimos en el apartado anterior, se necesitaron muchos avances matemáticos, uno tras otro, para
poder sentar las bases para descubrir el cálculo. Haré una lista de algunas de las principales.

Aritmética: para calcular valores y como apoyo para las manipulaciones algebraicas.


Álgebra: para escribir las funciones y manipularlas antes y después de derivar o integrar, que son los
procesos propios del cálculo.
Geometría: para plantear funciones relacionadas con longitudes, áreas y volúmenes.
Trigonometría: para plantear funciones relacionadas con ángulos.
Geometría analítica: permitió llevar la geometría al plano cartesiano, para trabajar con ella
algebraicamente y, con ello, ser susceptible de ser derivada o integrada.

El sistema numérico decimal, el cero, el infinito y los infinitésimos.

Además de todo lo mencionado en el apartado anterior, para que se descubriera el cálculo fue
necesario, primero, que se adoptara el sistema numérico decimal, con su característico cero y su
facilidad para escribir todo tipo de cantidades. Imagínense a Newton intentando hacer derivadas con
números romanos, ¡una locura! En cambio, con el práctico sistema de numeración decimal, llevado de
la India a Arabia e introducido en Europa por Fibonacci en el siglo XIII, el desarrollo de la matemática
despegó como nunca antes.
El cero, el sistema numérico decimal y los intentos previos de resolver los problemas mencionados
anteriormente no fueron suficientes. Para poder desarrollar conceptualmente el cálculo se necesitó
comprender dos conceptos más:
El infinito, que no es un número como tal, pero representa a aquella cantidad que es más grande que
cualquier número.
El infinitésimo, que tampoco es un número como tal, pero representa a aquella cantidad que es más
chica que cualquier número, sin llegar a ser cero. Digamos que es un número infinitamente pequeño.

En un principio, el cálculo se desarrolló con base en los infinitesimales, de ahí el nombre de cálculo
infinitesimal. Posteriormente, con la introducción de los límites, los infinitesimales dejaron de usarse.

¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS INFINITÉSIMOS Y LOS INFINITOS EN EL CÁLCULO?

Empecemos por el área bajo la curva:

Puedo calcularla si hago una serie de rectángulos que tengan una altura relacionada con la posición
de la curva (puede ser el inicio, el centro o el final del rectángulo) y un ancho dado. Mientras más
pequeño sea el ancho que escoja, más rectángulos usaré y más cercano al valor exacto será mi
cálculo, pero siempre sobrará o faltará un poco. ¿Cómo hacer que sea exacto?

Si logro que el ancho sea prácticamente cero, sin ser cero, es decir, que su ancho sea un infinitésimo,
el número de rectángulos será prácticamente infinito y no faltará ni sobrará nada. Obtendré el área
exacta.
Eso es una integral: una suma de infinitos rectángulos de ancho infinitesimal, conseguida mediante un
método que no implica hacer un número infinito de operaciones, sino un pequeño proceso
llamado “integración” de la función que modela la curva para la que estamos calculando el área.
En ocasiones me lo he imaginado como si usara espaguetis, cortados a diferentes alturas siguiendo la
curva, para calcular el área bajo la misma.

Ahora la pendiente de la curva.

Otra de las dificultades era encontrar la pendiente (línea azul) de una curva en un punto determinado
(punto naranja). Una vez que Newton resolvió esto las condiciones estaban dadas.

NOTACIONES

Una vez descubiertos los procesos, se necesitaba un lenguaje matemático para indicarlos al escribir.
Parece que Newton no fue muy metódico en eso, al grado que su nomenclatura es poco usada en la
actualidad. A la función derivada le llamaba fluxión, a los cambios de coordenada de la curva les
llamaba fluentes y a la integración le llamaba método de fluentes. A Leibniz, por otro lado, le
importaban mucho los signos, los símbolos y la buena comunicación de las ideas, por lo que fue más
cuidadoso al diseñar su nomenclatura y es la que se utiliza actualmente. Lagrange y Euler aportaron
sus propias notaciones, siendo la de Euler muy poco usada.

¿Qué hace diferente al cálculo de todo lo anterior que se había hecho en matemáticas?

La geometría nos permite, entre otras cosas, saber cuánto mide algo. Es estática.
El álgebra nos permite, entre otras cosas, saber cómo está estructurado algo y como se relacionan
dos o más variables. También es estática.
El cálculo nos permite, entre otras cosas, saber cómo se mueve algo, cómo se comporta en diferentes
momentos. Es dinámico.

Todo lo anterior tiene implicaciones muy interesantes, dependiendo del contexto. Ayuda a decidir
cuánto producir para maximizar la utilidad, a determinar la velocidad de propagación de una epidemia,
a calcular el volumen de un sólido generado por la revolución de una función sobre uno de los ejes, a
minimizar el área lateral para un volumen dado, a maximizar el área con un perímetro fijo, a minimizar
el perímetro con un área fija, calcular el diseño y la colocación de los satélites…

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