FUNDACION DE CAÑETE

La Villa de Santa María de Cañ ete, nace a raíz de un mandato real que para concretarse transita por
un largo recorrido geográ fico y cronoló gicoEn Bruselas, el 10 de agosto de 1555, el Jefe supremo
Carlos V españ ola, escogió y llamó Virrey del Perú a Andrés Robado de Mendoza, Marqués de
Cañ ete.

El virrey Robado de Mendoza se logró cargo de un territorio que recientemente fue pacificado; y se
encaminó a realizar la orden de la fundació n de la villa. El 29 de junio de 1556, el virrey alcanzó
Lima, trayendo las normas para la fundació n de las villas en el Perú . Al día siguiente martes 30 de
junio, Robado de Mendoza envió ofrecer el “pregó n” “real” de su majestad en la plaza de armas de
Lima por “voz del negro Andrés de Frías”.

El virrey Robado de Mendoza cumplió con la primera parte de

la fundació n de la Villa de Santa María, recibiendo de paso la
orden para que se “haga un ó ptimo procedimiento de los
naturales ni en sus sementeras y excusar otros inconvenientes”,
que día a día se ofrecían, ademá s para que ciertos españ oles
tengan con qué vivir y ocuparse en esta parte del dominio
españ ol.

Por esta razó n la corona vio por adecuado fundar un poblado

de españ oles en el Valle del “Guarco”, que se “encontraba a
veinte leguas de la metró poli de los Reyes”, por ser ademá s
parte correcto y ya que “hay un puerto de océano y tierras a virrey Andrés Hurtado
disposició n para ellos”.

Para eso el virrey confió el encargo al capitá n Jeró nimo de

Zurbano. El fundador elegido entendía “este comercio como
convenga al servicio de su majestad”; asimismo, el virrey ordenó partir al valle del “Guarco” al
dicho Capitá n, llevando consigo una instrucció n redactada, la cual debía observarse en el instante
de la fundació n.

Robado de Mendoza aconsejó y ordenó a Zurbano, seleccionar el sitio má s adecuado y que una vez
ejecutada la orden real, en especial hecho el trazo y població n de la Villa, el fundador debía llevar
frente a el virrey toda la interacció n de lo efectuado y de esta forma poder ofrecer los víveres del
caso. De esta forma, utilizando las facultades y el poder virreinal, el capitá n Jeró nimo de Zurbano,

Luyo jimenez
viajó al valle del “Guarco”; y sobre la base de sus anteriores recorridos que hiciera con Diego de
Meza, Andrés Incoces, Pedro de Quinoces y otras personas que residen en dicho valle y que poseen

vivencias de lo cual hay en él.

La Villa de “Santa María” que debía de fundarse en “Coaldas” al dá rsele “horca y picota o
jurisdicció n civil y criminal”, la “picota” estaría ubicada en la Plaza Primordial y la “horca” estaría
en el sitio de “mejor parecer”.

El 30 de agosto de 1556 se comenzó la fundació n de la Villa en nombre del todopoderoso

edificando el santuario, el poblado llevó el
nombre de “Santa María”, cuya advocació n ha
sido de su natalicio del 8 de septiembre.

Hecho el ceremonial de la fundació n,

comenzando por el pedazo del templo, el
reverendo Papá FRAY Juan De Aguilera,
“comisario susodicho” que estaba presente, se
vistió para bendecir el templo y realzar las
rituales episcopales primordiales y
acostumbradas para tales actos por ventaja y en Puerto Fiel, Cañete
nombre del Papa Leó n X.

Empero, el asentamiento de los vecinos

españ oles en la Villa, no ha sido completamente
halagador debido a que apenas implantada esta, ellos abandonaron el sitio destinado y se
dispersaron hacia varios aspectos del Valle del “Guarco”.

El 17 de enero de 1558 a pedido de Hernando Alonso, procurador de la Villa, procedió a pregonar

su segunda fundació n, cuya administració n quedó cumplida una vez que las autoridades El 22 de
abril de 1558, se proporciona el precepto para los efectos asignados y el 1 de mayo del mismo añ o
se otorgó el primer “pregó n” dá ndose cumplimiento al precepto el 22 de abril.

Tras la “refundació n” de la Villa, los moradores permanecieron en Coaldas hasta el añ o de 1578,

añ o en que han tenido que renunciar a el sitio frente a la devastació n que provocara un movimiento
sísmico (Terremoto de Cañ ete de 1578) y pues ademá s el naciente poblado toleró el saqueo del
corsario inglés Francis Drake.

En la era colonial y republicana,

Cañ ete ha sido el sitio de residencia de

Luyo jimenez
diversos equipos de inmigrantes extranjeros, que desembarcaban en los puertos de Monte Azul y
Santa Bá rbara, como los esclavos de Á frica, chinos, japoneses, italianos, entre otros.

Luyo jimenez