Está en la página 1de 3

ALUMNO

JAFET NOEL HENRRIQUEZ ARGUETA

CURSO

HISTORIA DE HONDURAS

INSTITUCIÓN ACADEMICA

UNITEC

Agosto del 2022.


EL PERIODO DE REACCIÓN CONSERVADORA O ANÁRQUICO DE
HONDURAS 1838- 1876

Las 4 décadas comprendidas entre la ruptura de la Federación centroamericana y el


principio del proceso de reforma liberal en 1876, fase que es identificada por ciertos
autores como la era de la “restauración conservadora”, puede además considerarse como
un lapso de aguda contienda en medio de las fuerzas favorables a la centralización y el
fortalecimiento estatal, y esas que resistían propugnando la soberanía regional.

La lealtad hacia el Estado de parte de varias sociedades locales no se había completado


todavía, impidiendo que la autoridad estatal disfrutara del reconocimiento colectivo o
que su vida se tradujera en obediencia de la sociedad a las reglas de convivencia política
establecidas a lo largo del proceso de constitución nacional. Por otro lado, la
incorporación en una “comunidad nacional” sometida a un Estado centralizado, no
parece haber sido percibida como una virtud instantánea de parte de varias poblaciones
locales y regionales de Honduras, que se declaraban raramente en rebeldía para expresar
su desacuerdo frente a ciertas medidas centralizadoras.

Por lo general, los brotes de rebeldía se producían bajo el liderazgo de “caciques”


locales, empero de vez en cuando tenían como protagonistas a dirigentes surgidos de las
capas reconocidas, en especial una vez que el disgusto era causado por medidas de
carácter económico o fiscal que perjudicaban de manera directa las ganancias de las
mayorías empobrecidas. Raramente, se alcanzó a dialogar de “guerras de castas”, que
ponían en precario la dominación local de los criollos y evocaban el profundo
resentimiento prevaleciente en las “castas” por los agravios de que fueron víctimas en el
pasado.

La sociedad hondureña del lapso postcolonial y federal heredó de la era que la precedió
dicha ausencia casi absoluta de acuerdo social, característico de las comunidades
autoritarias. En su sitio se impuso el predominio de los conjuntos privilegiados surgidos
de la sociedad colonial (hacendados, mineros, comerciantes y criollos ricos), que
asumieron la dirección del Estado tras la libertad y se convirtieron en una especie de
“grupo de ocupación.”

El Estado hondureño del lapso en análisis carecía, como lo observaremos, de la


voluntad y el interés necesarios para producir una sociedad nacional articulada por
procesos cívicos participativos, según los ideales del republicanismo democrático. Esto
se debió, en enorme medida, a la persistente negativa estatal a reconocer los derechos
políticos y sociales de la mayor parte poblacional, un comportamiento que impidió la
construcción de instituciones, partidos y liderazgos políticos democráticos y pluralistas.
Otra causa por tener en cuenta es la sólida base de absolutismo e intolerancia derivados
de la tradición política del pasado colonial.

La finalidad de esta ponencia es el de exponer una aproximación universal de los


inconvenientes más relevantes que el Estado hondureño confrontó en su proceso de
constitución nacional, a lo largo del lapso comprendido entre los años finales de la
Federación centroamericana y el principio de la Reforma liberal (1839-1876).

El lapso en alusión engloba casi 4 décadas, en las que Honduras enfrentó los
inconvenientes más agudos para su constitución nacional: la inestabilidad política, la
carencia de legitimidad social de sus instituciones, la cuarentena económica, su
desarticulación regional y la persistente injerencia de los Estados vecinos en sus asuntos
interiores, recursos todos que condicionaron el proceso de constitución nacional a una
marcha lenta y llena de obstáculos.

Aquellos componentes, a los que debería agregarse el no menos decisivo de la falta de


un plan nacional con fines sociales y políticos compartidos colectivamente por la mayor
parte poblacional, aplazaron, sine die, la consolidación de un Estado nacional
centralizado y representativo del país en su grupo.

La fase inicial del proceso de constitución nacional de Honduras puede seguirse, en un


primer instante, por medio de las constituciones políticas decretadas a lo largo del lapso,
pues las mismas manifiestan las propiedades del Estado imaginado por la elite
dominante, así como el punto de vista ideológica a partir de la que se proyectó su
realidad.

También podría gustarte