Conclusiones

1. Se cree que han estado relacionados con la muerte del exalcalde, pero hasta el
momento sólo cumplen penas de prisión. Algunos están en libertad condicional,
otros tienen prohibido comparecer ante el tribunal y algunos tienen órdenes de
arresto. No se puede llamar justicia, especialmente después de seis años de
ignorancia. Anteriormente, la investigación realizada por la Auditoría del Estado
concluyó que el alcalde asesinado no era culpable de corrupción ni nepotismo.
2. El caso en sí ilustra un conjunto de necesidades insatisfechas que tienen un
componente local y se vienen manifestando en el país desde hace casi una
década. Diez años después, demuestra que estos problemas fundamentales
todavía existen. Nos embarcamos con entusiasmo en un frenesí de crecimiento,
pero lamentablemente no estuvo acompañado de una visión de un país más
profundo, más amplio, más democrático e igualitario.
3. El público todavía necesita recuperar esa confianza y credibilidad. Esto se debe
en gran medida a que las instituciones públicas desempeñan sus funciones.

Recomendaciones

o No establecer lineamientos generales para la llamada "muerte civil" significaría

una reducción de derechos fundamentales, y en última instancia lo mismo
ocurriría con las sanciones a quienes actúen de manera deshonesta o corrupta.
o Imponer una pena de inhabilitación permanente sería una recomendación
alternativa a la pena. Rodríguez (2016) afirma que las sanciones anteriores son
efectivas siempre que no desemboquen en pena de prisión.
o La voluntad de escuchar las razones de los demás al tomar decisiones políticas
que en última instancia pueden afectar la vida y otros derechos fundamentales se
ha convertido en una práctica cada vez más común en el Perú neoliberal.

Referencias:

RODRÍGUEZ VÁSQUEZ, Julio. Principio de resolución y la inhabilitación

permanente. Disponible en: Consultado el 20/ 06/ 2016.
https://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2012/07/Boletin-FEBRERO-
IDEHPUCP-6-111.pdf