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El Sistema Preventivo de Don Bosco trata de hacer que los jóvenes se desarrollen en un
ambiente educativo donde las relaciones de cercanía, unas normas razonables y
una preocupación por el desarrollo integral de la persona le conviertan en parte activa
dentro su proceso de enseñanza-aprendizaje.
El amor, la razón y la fe son los tres pilares base de este sistema que debe hacer posible el
desarrollo integral de la persona en su proceso de crecimiento y aprendizaje. Así, Don Bosco
tuvo la función de ser un padre que guía y aconseja a sus jóvenes, creando un ambiente de
confianza, alegría y familiaridad en el que hacer posible la enseñanza en valores cristianos.
La persona en el centro, recogido en un lema que tenía Don Bosco “Da mihi animas,
caetera tolle” (Dame almas, y llévate lo demás). Ya que aquí lo que nos preocupa es
cada persona y su crecimiento.
Educar es cosa de corazón, por eso Don Bosco tuvo claro que a los jóvenes hay que
amarlos y que se den cuenta que se les ama. Solo con una relación educativa
cercana, y basada en la “amorevollezza” (amor hecho detalle), dará sus frutos.
Educar-evangelizando y evangelizar-educando. Tener en cuenta que tenemos
como horizonte de persona a Jesús de Nazaret. Sabiendo que el evangelio y sus
valores inspiran nuestras acciones educativas.
Y todo esto bañado por la alegría, el clima de familia y el protagonismo juvenil como
bandera.»
La escuela salesiana
La Comunidad Educativo–Pastoral
Nuestra escuela intenta lograr sus finalidades con el estilo, el espíritu, el método y
la experiencia educativa de Don Bosco, caracterizado por: