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Variaciones sobre el término: Proyección folklórica

Algunos limitantes
Muy brevemente podemos decir
a) Si se la concebía como una determinada muestra o exposición de aquel folklore
“real” debía no solo respetarlo, sino más aún prestigiarlo, para localizarlo aún
más en su función atribuída de reservorio de esencias. Incluso quitarlo de
“impurezas”.
Su función era de algún modo didáctica, y si además el folklore era la esencia nacional,
doblemente didáctica: se promovía una cierta imagen de esa esencia1.
”.

El artista (Chazarreta o Yupanqui) debían conocerlo, “recopilarlo” y eventualmente


difundirlo. Claro que ese otro público (el de las ciudades o campos, o incluso los
grupos folk de otras regiones, que accedieran a los medios masivos y apreciaran el arte
musical en otra inspirado), tenía su propio lenguaje, su propia cultura y modos. El
artista no solo debía hacerle llegar su canción, por caso, sino además hacérselo entender
y gustar. Para ello, éste debía ser transmitido en el idioma que el receptor pudiera usar.
En una parábola: si el receptor habla francés, y el mensaje del grupo folk original está
en alemán, se necesita un traductor…fiel, que maneje bien ambos idiomas, para hacerle
amar ese mensaje. En nuestro caso este dialogo de idiomas distintos se daría entre la
cultura tradicional2 y el arte, por caso, urbano. Claro que si, como el proceso cultural
muestra, el receptor además va cambiando su idioma (siguiendo la analogía, deriva
hacia una variante de dialectos), el traductor también deberá hacerlo, o no será
entendido. La Proyección no puede ser estática, estamos diciendo.

b) Mas hay otro aspecto. La ubicación socio-geográfica de ese “otro” también


resulta clave: no es lo mismo salir del patio para llevar al folklore “solo” hasta la
sala, en el Santiago de los veinte, que llevarlo hasta la Buenos Aires de los
sesenta.

Lo primero es lo que el Tata Farías Gómez hiciera en su piano, llevando las orquestas
de bombo, violín y guitarra al piano (respectivamente a la derecha, al centro o a la
izquierda) del piano, un instrumento ciertamente no “folklórico”. Fue una primer
proyección que brilló después en el estilo de los Ábalos, (particularmente en Adolfo, su
amigo íntimo). Una interpretación de los Ábalos que a su vez se convertiría en modelo
de “folklore” tradicional (en realidad de proyección tradicional), en las primeras
décadas del siglo XX.

Lo segundo es lo que hizo Chango al traducir ese mismo juego de sonidos a las voces
(siguiendo o inspirándose nos cuenta, en el tarareo de Hugo Díaz).

1 Y en ciertos momentos, cuando que era la patria y cual debía ser su destino se discutía fuertemente,
también dentro de ese “folklore” proyección se lo hizo.(Molinero,2011). Pero volvamos a la proyección
de inicios del siglo XX.

2 interesante denominación, alternativa a ¡”folklore” que la Dra. Claudia Forgione


prefiere
En ambos casos, la raíz estaba allí, aunque el medio fuera cambiando, como la armonía.

Ambos ejemplos son innovadores, usando herramientas (musicales) más del oyente
ciudadano que del grupo folk. Para hacerlo había que saber, bien que modificar y que
nó, para que se reconociera esa raíz. En ambos casos se preservó hasta ser columna
vertebral de la creación, el ritmo, que “lo” Farías Gómez estableció como piedra basal, a
lo largo de las generaciones. Claro que esos no serían el último cambio, sino el primero.

La evolución generaría su propia fuerza de realimentación, en la “segunda generación


de artistas” alimentadas de la primera, así como lo hace la “lectura” del oyente
constructor. Y así se va haciendo el camino que cada generación recorre… y el futuro. 3

La sintesis de nuestra problematizacion seria:


1) Proyección folklórica implica focalizarse en el saber anónimo. Centrarse en el valor
(¿superior?) del “folklore” (saber tradicional heredado, que los científicos inicialmente
fijaban en grupos reducidos, “folk”, y delimitado o no contaminado por la sociedad
cosmopolita o de masas, desde un extremo, ni integrado por los aborígenes, por no estar
“fusionados” en cultura, desde el otro) disminuye el aporte del artista creador y de la
sociedad “receptora”. Esto parece consecuencia de considerar al primero como el
verdadero saber, la esencia nacional, lo recipendario de todas las decantadas sabidurías,
desde el origen de los tiempos4.
2) Proyección folklórica implica un concepto unidireccional. Es, simplificando, un
camino de ida desde el folklore anónimo hacia la sociedad de masas… Derivado de la
centralidad antes citada, lo que podían hacer los artistas, era “mostrarlo”, proyectarlo
(como en una película cinematográfica) a los no-pertenecientes a esa cultura folk.
Traducirlo al lenguaje externo, general de la sociedad. Cuanto más apegado al saber
original, “tradicional”, mejor (en el sentido de cumplimiento de su función) la calidad
de la proyección. Claramente esta idea era de cierta manera “pedagógica”: mostrar,
enseñar, la verdadera cultura. Pero esto también tenía un sesgo de “poder”. El artista

3 Por otra parte, e independientemente de ese medio, los artistas van sumando capa tras capa evolución
del medio expresivo. No es la misma la pintura, de la época medieval que la de Miguel Angel, o la de
los impresionistas, los cubistas, o demás.
Sucesivamente cada uno de esas etapas han desarrollado, a partir de la base precedente, un modo de
relacion expresiva “superador” que a la vez ha “formado” al público, en nuevos “lenguajes. Esto se
realiza a través de afectar primero a otros artistas, de modo de habituarlos a recibir y sensibilizarse con
ellos. Difícilmente un espectador de Miguel Angel pudiera, entender como pintura, y menos disfrutar, a
Picasso ni a van Gogh, por haberse ”saltado” esas etapas que fueron formando el lenguaje
comunicacional y compartido artístico. Probablemente los vea como “ruido” (en ese caso como
“manchas”). Al revés, un espectador actual sí puede percibir a los pìntores medievales, y disfrutarlos,
aunque los sienta algo más lejanos a su lenguaje. En términos modernos probablemente los perciba como
“vintage”.
Así Atahualpa incluye a Chazarreta, y Falu a ambos, mientras Los Chalchaleros a éste, y Los Fronterizos
y el Cuchi los incluyen, como Los Huanca Huá a su vez a todos ellos. En ese marco podemos pensar que
La manija o Los Amigos del Chango, son la escala siguiente. Claro, si tienen “éxito”: entendido este
como entrar en rersonancia con su público, que completa la obra por su aceptacion y repetición.
Un espectador pre-Chazarreta ciertamente no reconocería sino como ruido a estos últimos, tal como
planteamos con Picasso y la pintura renacentista. No sucede al revés .

4La necesidad de reconstruir una historia mítica inmemorial para demostrar el


“permanente” ser de la nación, se dio también con las nacionalidades alemanas e
italianas, en la época de construcción de la “nación” de cada una de ellas. Para ello, las
tradiciones campesinas se vieron como el reservorio de esa nacionalidad esencial.
podía así ser considerado un auxiliar del científico, verdadero “recipendario” de los
“saberes sobre el saber”. Hablar sobre folklore, crear sobre folklore, sería de cierta
manera sujeto al escrutinio de “verdadero-falso”; por parte de los autorizados. Quienes
diagnosticarían y clasificarían…
Ambas limitaciones semánticas que esbozamos como presentes en el término
“proyección”, merecen remarcar ante todo que elegir un nombre, es una cuestión
(intelectual) de poder. Si la designación es efectuada por los investigadores, es de
esperar que no desmerezcan su rol a través del mismo.5 En la práctica en la primeras
tres cuartas partes del siglo XX, ese concepto del centenario prestigio y valorizó
socialmente a artistas e investigadores.
3) Proyección folklórica implica no considerar “su” propia evolución: La proyección se
modifica entonces no solo por la evolución o movilidad del inicio de la “flecha”, sino
por los cambios que suceden en la “llegada”, es decir por la “punta de la flecha”.
Ahora bien, esa evolución en el “gusto” (percepción y satisfacción) del público, no se da
directamente. Cada pintor, para seguir con la analogía, impacto más y antes en los otros
pintores, de las generaciones que de ellos bebieron y desearon construir a partir de ellos.
Es decir el efecto pedagógico es en gran medida indirecto. Cada maestro impactaba en
otros maestros.
Al igual que el folklore anónimo decanta, el arte que se va adaptando al lenguaje del
publico receptor, va sedimentando desde los cultores “de culto” hacia los “masivos, que
sucesivamente van impactando (y educando) al gran público. Sucesiva y
evolutivamente.
No es entonces casual que nominemos a Chango como Maestro de maestros, pues su
impacto, luego del masivo éxito (entendido como resonancia con el gran público) de
Huanca Huá, siempre se dio por ondas desde ese primer círculo, a los sucesivos
intérpretes. Los grupos Vocales, Peteco, Teresa, y demás son pedagogos del gusto
popular evolutivo, aprendiendo de él (aunque no solo)6.

5 Hemos visto, simétricamente, ciertas tonalidades de “preeminencia” pretendida y eventual tanto en los
“investigadores” respecto a los artistas, como a la inversa. En los primeros, criticando a los artistas por
no manejar “folklore” sino “otra cosa”, que a veces ni molestaban en determinar, justamente para reforzar
su superioridad. En los segundos, hasta desconociendo el trabajo de los primeros, basados en la masividad
de su propio alcance. Sin embargo ese poder, (ilusorio como todos) también era divergente. La
importancia dada por la sociedad, y por los políticos, con apoyo intelectual, como Lugones, primero, y los
políticos de diversas tendencias pero fundamentalmente el peronismo, incluso con Cortazar después, se
dio, por la necesidad de manejar las sociedades cosmopolitas…no las sociedades folk.
Complementariamente, creemos que lo que realmente funciona es una simbiosis de investigadores y
artistas
6 Una obra no es, no termina de ser completamente, sino hasta que cumple el ciclo: con el intérprete que
la re-crea y el “publico” que la completa adoptándola. Y esto se da cuando éste puede sentirla parte de su
narrativa existencial. Cuando todo un segmento social coincide en esa narrativa existencial (es decir de
cómo se ven o se describen a sí mismos, al menos en ciertos aspectos y aspiraciones, en función de su
época y lugar, auxiliados por una canción) es cuando podemos decir que una obra tiene éxito. No porque
la compran o la aplauden…sino porque es “hecha propia”. Pero esa “narrativa identitaria” no es hija de la
letra, no es “discursiva” en el sentido literario. Lo es en el sentido afectivo que juntos le dan música y
letra.
Cada una de las poesías de Manuel J. Castilla, Raúl Galán, José Augusto Moreno o Néstor Soria, por
caso, constituyen palabras… con una especial cadencia interna….hasta que una música de Rolando las
resignifica. Y el intérprete las potencia.
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Otros términos a considerar


Para resolverlo, nos tropezamos con términos como Pso folklore, usado en Chile para
(sintetizando demasiado) indicar la evolución del genero. Es un folklore procesado, de
construcción de imaginarios “conforme a las convenciones de la cultura mediática y
digital e influido por la estética posmoderna. El turismo, la industria del entretenimiento
o los medios de comunicación son los impulsores de estas reconceptualizaciones, es
decir, entienden el folklore como un discurso que se actualiza, un palimpsesto o lectura
midráshica por parte de la comunidad (…)su interés por el arte circense, el teatro
callejero, el pasacalle y el carnaval, hizo que las nuevas compañías privilegiaran la
música en vivo en sus montajes. De este modo, estos artistas revivían la comunidad
artístico-productiva autónoma de antigua data, pero ahora apoyada por fondos
públicos concursables”7
Los medios de expresión , integrales y perfomaticos, son puestos en le centro de lo que
se denomina artísticamente folklore.
Por otra parte los estudios de Luis Betrao, sobre la folk-communication, en Brasil, nos
lleva al intento de ver lo folk, como extendido a toda la sociedad, y no solo los grupos
aislados. El flujo de comunicación en las clases populares ( la masa de elevado índice de
analfabetismo en Brasil, en términos que usa) no solo radica en los “medios ortodoxos”
sino también por el folklore: las conversaciones “de boca de noche”, o por los
intercambios con el chofer del transporte colectivo, o el vendedor de lotería, etc. Y
también por los versos del poeta que recibe en los folletos que compra en la feria, que
en cierto momento forman masa crítica y llevan a una acción “uniforme y eficaz” 8. ,
Tqmbien esta formada “aún, por los versos del poeta distante, impresos en el folleto que se
compra en la feria, y por los 'martillos' del cantor ambulante; por los inflamados artículos del
periodista rústico o por las severas amoestaciones de los misioneros; del raciocinio del hombre
solitario en su trabajo en la floresta, en la cantina o en la loma - es que surgen, van tomando

7 POSFOLKLORE: RAÍCES Y GLOBALIZACIÓN EN LA MÚSICA POPULAR CHILENA, Juan Pablo


González, en
http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/viewFile/1362/1371

8 "No es solamente por los medios ortodoxos - la prensa, la radio, la televisión, el cine, el arte
erudito y la ciencia académica - que, en países como el nuestro, de elevado índice de
analfabetos e incultos, o en determinadas circunstancias sociales y políticas, así como en las
naciones de mayor desenvolvimiento cultural, no es solamente por tales medios y vehículos que
la masa se comunica y la opinión se manifiesta. Uno de los grandes canales de comunicación
colectiva es, sin duda, el folklore. De las conversaciones de boca de noche, en las ciudades del
interior, en la farmacia o en la barbería; del intercambio de impresiones provocada por las
noticias traídas por el chofer del camión, por el representante comercial o el 'lotero'(bichero);
o, aún, por los versos del poeta distante, impresos en el folleto que se compra en la feria, y por
los 'martillos' del cantor ambulante; por los inflamados artículos del periodista rústico o por
las severas amoestaciones de los misioneros; del raciocinio del hombre solitario en su trabajo
en la floresta, en la cantina o en la loma - es que surgen, van tomando forma, cristalizándose
las ideas-motrices, capaces en un momento dado bajo cierto estímulo, llevar aquella masa
aparentemente disociada y apática a una acción uniforme y eficaz".
forma, cristalizándose las ideas-motrices, capaces en un momento dado bajo cierto estímulo,
llevar aquella masa aparentemente disociada y apática a una acción uniforme y eficaz".
O sea la sociología comunicacional , no ligdaa 8 y hasta resitencte y contracultural)
circulante en los segmentos populares, de la sociedad masiva, es eje de otro modo de
efecto cultural del folk. Que si no es el “lore” en tanto por ejemplo generacionalmente
traspasado. Pero si no “pasado desde el poder.
A nuestro interés: La función de los artistas en ese proceso de “defensa
comunicacional popular”, es como la de líderes de opinión, que filtran o mejor adaptan y
reconfiguran, los mensajes y “respuestas desde abajo”, siguiendo los patrones consensuados
en los grupos primarios. Y este es el eje que deseamos remarcar para este vector de análisis
A partir de allí llegaremos, en su momento a nuestra propia denominación, que
realizamos en “La Tribu”: El enlace folklórico

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