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Como ingenieros civiles, estamos en la capacidad y responsabilidad de planificar, proyectar y construir infraestrutura hidráulica que
capte, regule, trate y conduza las aguas hacia los diferentes hogares. Este es el recurso natural más importante para la vida humana ya
que es utilizado para el consumo siendo una prioridad muy importante, por lo que las dimensiones de saneamiento deben tener un nivel
muy alto, con un carácter muy minucioso y riguroso atendiendo principalmente a criterios y normas de saneamiento de los proyectos.
Muchas veces en algunas regiones no es tan importante y no hay disposiciones normativas, en el seguimiento para regular la presencia
de productos farmacéuticos en las fuentes de agua y tener un indicador de medición sostenible. Partir del agua potable a escala nacional
no sería nunca conveniente, ya que las regiones menos favorecidas entre ellas suman una gran cantidad de personas. Las aguas deberían
reutilizarse en algunos casos muy particulares en los que las circunstancias sugirieran la posibilidad de concentraciones y dureza
elevadas como en el caso de las grandes fábricas industriales con descargas de efluentes en el curso superior de una fuente de agua
potable, así se podría dar espera hablando del presupuesto por parte de los grupos interesados. En este sentido es primordial el
seguimiento e investigación como se realiza en este artículo e incluso con algunas pruebas domésticas que también se han hecho notar
en los últimos años. Tal y como se hablaba de las aguas superficiales y subterráneas, en ellas es sumamente importante desde nuestra
profesión evaluar los niveles de presencia y exposición de evaluaciones de los riesgos potenciales para la salud humana derivados de la
exposición a los productos farmacéuticos por medio del agua potable. Tanto las aguas subterráneas y superficiales están estrechamente
vinculadas y por lo tanto este compartimento puede hacer que se contaminen unas a otras hasta el último paso de eliminación definitiva
de los compuestos antes de la distribución del agua potable, es decir, el paso por las plantas de tratamiento. Como menciona la
Organización Mundial de la Salud, OMS, [2], sobre la base de los resultados de esa evaluación de riesgos se podrían examinar posibles
medidas de control, como parte de un plan de seguridad del agua. Entre las dificultades prácticas asociadas con la ejecución de
programas de seguimiento de los productos farmacéuticos se incluyen la falta de protocolos estandarizados de muestreo y análisis, los
elevados costos y la limitada disponibilidad de los instrumentos de análisis necesarios para medir la diversa gama de productos
farmacéuticos que podrían estar presentes.
Pero aun así, si lo ponemos en una balanza, los procesos convencionales de tratamiento de agua, por ejemplo, la cloración, pueden
eliminar aproximadamente el 50% de estos compuestos, mientras que los procesos de tratamiento más avanzados, tales como la
ozonización, la oxidación avanzada, el carbón activado, la nanofiltración y la ósmosis inversa pueden lograr mayores tasas de
eliminación; la ósmosis inversa, por ejemplo, puede eliminar más del 99% de las grandes moléculas de productos farmacéuticos. Como
cualquier intervención de salud pública, el financiamiento de toda medida para mejorar la seguridad del agua procede de recursos
limitados que se deben asignar cuidadosamente, teniendo en cuenta sus efectos benéficos. Sería buena la introducción de sistemas
adicionales especializados y costosos para el tratamiento de agua potable, en particular para reducir las concentraciones de trazas de
productos farmacéuticos, pero si esto también puede mantener un equilibrio beneficio en la economía. Por ejemplo, uno de los fármacos
más peligrosos son los antineoplásicos que generalmente se utilizan en tratamientos para el cancer, en ellos se reportan concentraciones
entre 5 y 50 g/L siendo desechados libremente en los efluentes hospitalarios generando un blucle, un círculo vicioso tanto para la
humanidad como para el daño ambiental. El problema es que las personas ponemos nuestra necesidad de salud como inmediata y no
miramos una posible gestión de asignación de capital a este tipo de tratamiento del agua. Se sigue pensando en mayoría que este recurso
de alguna manera es ilimitado y que las implicaciones no son tan graves como en realidad lo son.
[2] OMS. (2019). Productos farmacéuticos en el agua potable. Agua, saneamiento e higiene. Recuperado de:
https://www.who.int/water_sanitation_health/emerging/info_sheet_pharmaceuticals/es/