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CARRERA:

LICENCIATURA EN MATEMÁTICAS (5TO. SEMESTRE)

ASIGNATURA:
ANÁLISIS MATEMÁTICO I (MT-MAMT1-2202-B1-001)

DOCENTE EN LÍNEA:
ELSA FRÍAS SILVER

ALUMNO:
HÉCTOR HUMBERTO RODRÍGUEZ SILVA

NÚMERO DE MATRÍCULA:
ES1821013343

TRABAJO:
UNIDAD 3, ACTIVIDAD 1
(UN POCO DE HISTORIA)

LUGAR Y FECHA:
AGUASCALIENTES, AGS., 19 DE AGOSTO DE 2022.
Actividad 1. Un poco de historia

Desarrollo:

Realiza una investigación para identificar los tipos de problemas que motivaron a definir y
demostrar los conceptos de Cálculo diferencial e integral hacía el análisis matemático. (Evita
colocar la información en el foro) Presenta en un documento tipo PDF.

Contenido de la investigación:

Introducción (historia y nacimiento del Cálculo)

El Cálculo constituye una de las grandes conquistas intelectuales de la humanidad. Una vez
construido, la historia de la matemática no fue la misma: la geometría, el álgebra y la aritmética,
la trigonometría, se colocaron en una nueva perspectiva teórica. Detrás de cualquier invento,
descubrimiento o nueva teoría, existe, sin dudas, la evolución de ideas que hacen posible su
creación.

El Cálculo Diferencial e Integral, cristalizan conceptos y métodos que la humanidad estuvo


tratando de dominar por más de veinte siglos. Una larga lista de personas trabajó con los
métodos "infinitesimales", pero hubo que esperar hasta el siglo XVII para tener la madurez
social, científica y matemática que permitiría construir el Cálculo que utilizamos en nuestros
días.

Sus aplicaciones son difíciles de cuantificar porque toda la matemática moderna, de una u otra
forma, ha recibido su influencia; y las diferentes partes del análisis matemático interactúan
constantemente con las ciencias naturales y la tecnología moderna.

En el siglo XVII Newton y Leibniz descubren independientemente el análisis matemático o


cálculo infinitesimal, una potentísima herramienta que revolucionó el tratamiento matemático
de la física y la geometría, y que más tarde impregnaría las más diversas ramas de la
matemática, como la estadística o la teoría de números.

Por otro lado, Barrow y Fermat, desarrollaron la unidad algorítmica y la precisión necesaria
como método novedoso y de generalidad suficiente para su desarrollo posterior. Estos
desarrollos estuvieron elaborados a partir de visiones de hombres como Torricelli, Cavalieri, y
Galileo; o Kepler, Valerio, y Stevin. Los alcances de las operaciones iniciales con
infinitesimales que dichos autores lograron, fueron también resultado directo de las
contribuciones de Oresme, Arquímedes y Eudoxo. Finalmente, el trabajo de estos últimos
estuvo inspirado por problemas matemáticos y filosóficos sugeridos por Aristóteles, Platón,
Tales de Mileto, Zenón y Pitágoras.

Para tener la perspectiva científica e histórica apropiada, debe reconocerse que una de las
contribuciones previas decisivas fue la Geometría Analítica desarrollada independientemente
por Descartes y Fermat.

Sin la contribución de éstos y muchos autores más, el cálculo de Newton y Leibniz


seguramente no existiría. Su construcción fue parte importante de la revolución científica que
vivió la Europa del siglo XVII. Los nuevos métodos enfatizaron la experiencia empírica y la
descripción matemática de nuestra relación con la realidad. La revolución científica supuso
una ruptura con las formas de pensar, estudiar y vincularse con la naturaleza que dominaron
casi absolutamente en Europa entre los siglos V y XV. Esta ruptura y salto en la historia del
conocimiento estuvieron precedidos por las importantes transformaciones que se vivieron
durante los siglos XV y XVI con el Renacimiento y la Reforma Protestante. El Cálculo
Diferencial e Integral están en el corazón del tipo de conocimiento, cultura y de sociedad de la
que, esencialmente, somos parte.

El extraordinario avance registrado por la matemática, la física y la técnica durante los siglos
XVIII, XIX y XX, se lo debemos al Cálculo infinitesimal y por eso se puede considerar como
una de las joyas de la creación intelectual de la que el hombre puede sentirse orgulloso.

Motivación

Esencialmente, el cálculo infinitesimal (o análisis numérico) consistía por una parte en analizar
o descomponer la dependencia entre varias magnitudes estudiando el comportamiento de
unas al variar o diferenciar levemente otras (lo que constituía el cálculo diferencial) y por otra
parte en integrar los resultados diferenciales para obtener de nuevo resultados globales sobre
las magnitudes en consideración (el llamado cálculo integral).

Es difícil que un lector que no tenga ya algunas nociones de cálculo pueda entender el párrafo
anterior, pero las nuevas ideas eran aún más difíciles de entender de la pluma de sus
descubridores. El primer libro de texto que se publicó con el fin de explicarlas sistemáticamente
fue el “Análisis” del marqués de L’Hôpital. Veamos algunos pasajes:

“La parte infinitamente pequeña en que una cantidad variable es aumentada o


disminuida de manera continua, se llama la diferencial de esta cantidad.”

Siguiendo la notación leibniziana, L’Hôpital explica que la letra 𝑑 se usa para representar uno
de estos incrementos infinitamente pequeños de una magnitud, de modo que 𝑑𝑥 representa
un incremento diferencial de la variable 𝑥, etc. En ningún momento se precisa qué debemos
entender por un aumento infinitamente pequeño de una cantidad, pero en compensación se
presentan varias reglas para tratar con diferenciales. Por ejemplo:

Postúlese que dos cantidades cuya diferencia es una cantidad infinitamente pequeña
pueden intercambiarse una por la otra; o bien (lo que es lo mismo) que una cantidad
que está incrementada o disminuida solamente en una cantidad infinitamente menor,
puede considerarse que permanece constante.

Así, por ejemplo, si analizamos el incremento infinitesimal que experimenta un producto 𝑥𝑦


cuando incrementamos sus factores, obtenemos

𝑑(𝑥𝑦) = (𝑥 + 𝑑𝑥)(𝑦 + 𝑑𝑦) − 𝑥𝑦 = 𝑥 𝑑𝑦 + 𝑦 𝑑𝑥 + 𝑑𝑥𝑑𝑦 = 𝑥 𝑑𝑦 + 𝑦 𝑑𝑥,


donde hemos despreciado el infinitésimo doble 𝑑𝑥𝑑𝑦 porque es infinitamente menor que los
infinitésimos simples 𝑥 𝑑𝑦 e 𝑦 𝑑𝑥.

Es fácil imaginar que estos razonamientos infinitesimales despertaron sospechas y polémicas.


Baste citar el título del panfleto que en 1734 publicó el obispo de Berkeley:

“El analista, o discurso dirigido a un matemático infiel, donde se examina si los objetos,
principios e inferencias del análisis moderno están formulados de manera más clara, o
deducidos de manera más evidente, que los misterios religiosos y los asuntos de la fe.”

En esta fecha el cálculo infinitesimal tenía ya más de medio siglo de historia. La razón por la
que sobrevivió inmune a estas críticas y a la vaguedad de sus fundamentos es que muchos de
sus razonamientos infinitesimales terminaban en afirmaciones que no involucraban
infinitésimos en absoluto, y que eran confirmados por la física y la geometría. Por ejemplo,
consideremos la circunferencia formada por los puntos que satisfacen la ecuación:

𝑥 2 + 𝑦 2 = 25

Aplicando la regla del producto que hemos “demostrado” antes al caso en que los dos factores
son iguales obtenemos que 𝑑𝑥 2 = 2𝑥 𝑑𝑥 e igualmente será 𝑑𝑦 2 = 2𝑦 𝑑𝑦. Por otra parte,
𝑑25 = 0, pues al incrementar la variable 𝑥 la constante 25 no se ve incrementada en absoluto.
Si a esto añadimos que la diferencial de una suma es la suma de las diferenciales resulta la
ecuación diferencial:

2𝑥 𝑑𝑥 + 2𝑦 𝑑𝑦 = 0,

de donde a su vez

𝑑𝑦 𝑥
=−
𝑑𝑥 𝑦

Esto significa que, si tomamos, por ejemplo, el punto (3, 4) de la circunferencia e


incrementamos infinitesimalmente su coordenada 𝑥, la coordenada y disminuirá en 3/4 𝑑𝑥.
Notemos que esto es falso para cualquier incremento finito de la variable 𝑥, por pequeño que
sea, pues si valiera para incrementos suficientemente pequeños resultaría que la
circunferencia contendría un segmento de la recta:

3
𝑦 − 4 = − (𝑥 − 3),
4

lo cual no es el caso. Vemos que ésta se comporta igual que la circunferencia para variaciones
infinitesimales de sus variables alrededor del punto (3, 4), aunque difiere de ella para cualquier
variación finita. La interpretación geométrica es que se trata de la recta tangente a la
circunferencia por el punto (3, 4). El argumento será nebuloso y discutible, pero lo aplastante
del caso es que nos proporciona un método sencillo para calcular la tangente a una
circunferencia por uno cualquiera de sus puntos. De hecho, el método se aplica a cualquier
curva que pueda expresarse mediante una fórmula algebraica razonable, lo que supera con
creces a las técnicas con las que contaba la geometría analítica antes del cálculo infinitesimal.
A lo largo del siglo XIX la matemática emprendió un proceso de fundamentación que terminó
con una teoría formal donde todos los conceptos están perfectamente definidos a partir de
unos conceptos básicos, los cuales a su vez están completamente gobernados por unos
axiomas precisos. Las ambigüedades del cálculo infinitesimal fueron el motor principal de este
proceso. En los años sesenta del siglo XX se descubrió que una delicada teoría lógica,
conocida como análisis no estándar, permite definir rigurosamente cantidades infinitesimales
con las que fundamentar el cálculo a la manera de Leibniz y L’Hôpital, pero no es ése el camino
habitual ni el que nosotros vamos a seguir. Lo normal es erradicar los infinitésimos de la teoría,
pero no así el formalismo infinitesimal. En ocasiones los símbolos 𝑑𝑦, 𝑑𝑥 aparecen en ciertas
definiciones “en bloque”, sin que se les pueda atribuir un significado independiente, como
cuando se define la derivada de una función 𝑦 = 𝑦(𝑥) mediante

𝑑𝑦 𝑦(𝑥 + ∆𝑥) − 𝑦(𝑥)


= lim .
𝑑𝑥 ∆𝑥→0 ∆𝑥

De este modo, el cociente de diferenciales tiene el mismo significado que para Leibniz, en el
sentido de que al calcularlo obtenemos el mismo número o la misma función que él obtenía,
pero con la diferencia de que ya no se trata de un cociente de diferenciales, no es un cociente
de nada. La definición anterior nos permite hablar de 𝑑𝑦/𝑑𝑥, pero no de 𝑑𝑦 o de 𝑑𝑥. No
obstante, se puede ir más lejos y dar una definición adecuada de 𝑑𝑥 y 𝑑𝑦 de modo que se
pueda probar la equivalencia

𝑑𝑦
= 𝑓(𝑥) ↔ 𝑑𝑦 = 𝑓(𝑥)𝑑𝑥.
𝑑𝑥

Es algo parecido al paso de una relación algebraica como 𝑥𝑦 2 = 𝑥 + 4𝑦 3 , donde 𝑥 e 𝑦 son,


digamos, números reales indeterminados, a la misma expresión entendida como una igualdad
de polinomios, donde ahora 𝑥 e 𝑦 son indeterminadas en un sentido matemático muy preciso.
Por ejemplo, según una definición habitual del anillo de polinomios 𝑅[𝑥, 𝑦], la indeterminada 𝑥
es la aplicación de los pares de números naturales en ℝ dada por 𝑥(1, 0) = 1 y 𝑥(𝑖, 𝑗) = 0
para cualquier otro par, es decir, algo que en nada recuerda a “un número real indeterminado”.

Adicionalmente, es importante ver cómo el análisis matemático moderno da sentido a las


fórmulas y métodos clásicos evitando en todo momento las “cantidades infinitesimales”, a la
vez que presentamos los resultados más importantes del análisis matemático real.
Concretamente abordamos el cálculo diferencial e integral de una y varias variables y las
ecuaciones diferenciales ordinarias.

Tipos de problemas que motivaron a definir y demostrar los conceptos de Cálculo


diferencial e integral hacía el análisis matemático.

Como ya se mencionó, en el último tercio del siglo XVII, Newton (en 1664 - 1666) y Leibniz
(en 1675) inventaron el Cálculo (de forma independiente):

 Unificaron y resumieron en dos conceptos generales, el de integral y derivada, la gran


variedad de técnicas diversas y de problemas que se abordaban con métodos particulares.
 Desarrollaron un simbolismo y unas reglas formales de cálculo que podían aplicarse a
funciones algebraicas y trascendentes, independientes de cualquier significado geométrico,
que hacía casi automático, el uso de dichos conceptos generales.
 Reconocieron la relación inversa fundamental entre la derivación y la integración.

Newton llamó a nuestra derivada una fluxión y una razón de cambio o flujo; Leibniz vio la
derivada como una razón de diferencias infinitesimales y la llamó el cociente diferencial.
También hizo sus primeros descubrimientos diez años antes que Leibniz quien, sin embargo,
fue el primero en publicar sus resultados. Adicionalmente, desarrolló una serie de algoritmos y
redujo muchos problemas como determinación de tangentes, máximos y mínimos, áreas y
superficies, curvaturas, longitudes de arcos, centros de gravedad etc., a dos problemas
fundamentales que pueden formularse tanto en términos mecánicos como en términos
matemáticos:

Problema 1 Determinación de la velocidad de movimiento en un momento de tiempo dado


según un camino dado. De otro modo: dada la relación entre las cantidades fuentes, determinar
la relación de las fluxiones.

Problema 2 Dada la velocidad de movimiento, determinar el camino recorrido en un tiempo


dado. Matemáticamente: determinar la relación entre las fuentes dada la relación entre las
fluxiones.

Por otro lado, las principales ideas que guiaron a Leibniz en la invención del Cálculo, se pueden
enlistar como se muestra a continuación:

 La creación de un simbolismo matemático que automatizara los cálculos y permitiera


formular fácilmente procesos algorítmicos.
 La apreciación de que las sucesiones de diferencias pueden sumarse fácilmente, y que el
proceso de formar la sucesión de diferencias y después sumarla recupera la sucesión
inicial, es decir, que se trata de operaciones inversas una de la otra.
 La consideración de las curvas como polígonos de infinitos lados de longitudes
infinitesimales y de las variables como sucesiones que toman valores consecutivos
infinitamente próximos.

Fuentes de información:

 Bartle, R. Introduction to real análisis. John Wiley & Sons. 1992.


 Bartle, R. The elements of Real Analysis. Jhon Wiley and Sons. Inc. New York, 1964.
 Boyce, W., DiPrima, R. Ecuaciones Diferenciales y problemas con valores en la frontera.
Editorial Limusa, 1985.
 Dieudonné, Foundations of Modern Analysis. New york: Academic Press, 1969.
 Goffman, C. Real Functions. New York: Prindle, Weber and Schmidt, 1953.
 Halmos, P. Measure Theory. New York:Van Nostrand, 1950.
 Hewitt, E. and Stromberg, Real and Abstract analysis. Heidelberg:SpringerVerlag, 1965.
 Iborra, C., (s.f.), Análisis Matemático. Universidad de Valencia. España. Recuperado de:
https://www.uv.es/ivorra/Libros/An.pdf
 Kelley, J.L. General Topology. Princeton, NJ: Van Nostrand, 1955.
 Kolmogorov, A. N., Fomin, S. V. Elementos de la Teoría de Funciones y del Análisis
Funcional. Editorial Mir Moscú. 1975.
 Lang, S. Real Analysis. Addison-Wesley Publishing Company. Reading. Massachusetts,
1983.
 Royden, H. L. Real Analysis. The Macmillian Company, New York. 1968.
 Rudin, W. Principles of Mathematical Analysis, New York:McGraw-Hill, 1974.
 Rudin, W. Real and Complex Analysis. McGraw Hill. New delhi, tercera edición, 1988.
 Simmons, G.F., Introduction to Topology and Modern Analysis. New York: McGraw-Hill,
1963.
 Taylor A.E., General theory of Functions and Integration, Waltham, MA: Blaisdell, 1965.
 UNL, (s.f.)., Un poco de historia y el nacimiento del Cálculo. Universidad Nacional del
Litoral. Facultad de Ciencias Agrarias. Argentina. Recuperado de:
https://www.fca.unl.edu.ar/Intdef/Historia1.htm

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