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Acción libertaria en George Brassens e Isaac Puente

El pasado año se cumplieron cien años del nacimiento (22 de octubre de 1921) y
cuarenta de la muerte (29 de octubre de 1981) de George Brassens, uno de los
representantes más notorios de la cultura francesa. Me pregunto qué pensaría si
leyera esta afirmación. “Hace algunos años, en el curso de una discusión literaria,
alguien preguntó cuál era el mejor poeta actual de Francia, y yo contesté sin vacilación:
Georges Brassens. No todos los que estaban allí habían oído antes ese nombre –unos
por demasiado viejos y otros por demasiado jóvenes–, y algunos que lo
menospreciaban porque era autor de discos y no de libros, dieron por hecho que yo lo
decía por desconcertar. Solo mis compañeros de generación, los que gozaron y
padecieron a París en los años ingratos de la guerra de Argelia, sabían no solo que yo
hablaba en serio, sino que además tenía razón”, narraba Gabriel García Márquez en El
País (1) a los pocos días del fallecimiento del excepcional artista francés.

En nuestro país le conocimos gracias a Paco Ibáñez, también por Loquillo, y


singularmente por Ensayos sobre George Brassens (Zafiro), publicado en 1975 por
Claudina y Alberto Gambino, estrenado tres años antes en Buenos Aires en el
espectáculo Mi amigo Brassens. El dúo argentino que ya lleva años entre nosotros –
reside en la actualidad en Zaragoza y anteriormente en el barrio de Hortaleza de
Madrid–, todavía se patea de tarde en tarde los escenarios recordando aquel
repertorio actualizado a los tiempos. Desde la capital aragonesa rememoran aquellos
momentos: “Nos abrió las puertas de los teatros en Buenos Aires, grabamos con sus
canciones nuestros dos primeros discos y aprendimos después de un largo trabajo de
dos años de traducción y adaptación de los textos en castellano a la medida de las
canciones, que Brassens era un poeta, un sabio, un genio, un cachondo como la copa
de un pino”. Pregunto cómo fue la respuesta del público: “En Argentina había más
público enterado, por lo que pudimos exponer los temas más filosóficos o literarios.
Aquí impresionaron más los tonos de humor, aunque fuera negro, y la problemática
social. Cantar “Cazando mariposas” y “El Gorila” en la plaza del Potro de Córdoba llena
a reventar, fue una experiencia alucinante”. Claudina y Alberto Gambino son una digna
representación de un buen número de artistas que cruzaron el charco huyendo de
dictaduras, contribuyendo al final de la nuestra: Olga Manzano y Manuel Picón,
Alpataco, Quintín Cabrera, Indio Juan, Carlos Montero o Toldería, son solo algunos de
esos nombres tan olvidados como escasamente reconocidos.

La mejor “mala reputación”

https://www.youtube.com/watch?v=_nPUPc5RIr0

“La mala reputación” (La mauvaise réputation) es el tema más conocido de Brassens.
Este que es un cántico para más de una generación, simboliza el pensamiento de aquel
trabajador de la fábrica de Renault de Boulogne-Billancourt, que tuvo que cumplir el
STO (Servicio de Trabajo Obligatorio) en el Berlín nazi. Colaborador de Le libertaire,
afiliado a la Federación Anarquista Francesa, de formación autodidacta, calificaba a
los gendarmes como “inútiles”, añadiendo “para abrirse camino en la profesión de
madero, no es en absoluto necesario estar en disposición de un intelecto avanzado”.
Comenta Dios es un escándalo de Baudelaire como “escándalo rentable”, rematando
la afirmación del primero “el comercio, es por naturaleza satánico”, aseverando “con
un mayor motivo cuando se ejerce con la mercancía divina”. Crítico con los sindicatos
oficiales proclamó: “la Confederación General del Trabajo, que en origen era un
organismo destinado a frenar las exigencias de la patronal en beneficio de la clase
obrera, pronto se convierte en el organismo encargado de frenar las legítimas
exigencias de la clase obrera en beneficio de la patronal… la CGT se supera a sí misma
abandonándose a las repugnantes caricias de la policía”. Y por supuesto con la clase
política francesa: “tras habernos insultado y envenenado… los mercachifles siguen
riéndose cínicamente en las barbas de la buena gente”, afirmando “para remediarlo no
hay más que un camino. Juntarse en la calle y demostrar a esas inmundicias de la
Cámara de Diputados que el pueblo ya no consiente dejarse subyugar sin resistencia”,
escribe con motivo del referéndum sobre la Constitución de la IV República,
concluyendo “¿Cómo podemos seguir dejándonos dominar por esas porquerías, por
toda esa materia excrementicia?”. Textos que forman parte de Escritos libertarios,
editado por Pepitas (https://www.pepitas.net) junto con la Fundación Anselmo
Lorenzo (https://fal.cnt.es), firmados con su propio nombre o como Géo Cédille.

El poeta-cantante nacido en Sète colaboró en varios medios libertarios, recuerda Diego


Luis Sanromán en su prólogo. El 5 de abril de 1947 publica Tres letritas (Trois petites
letres) en el primer número de Combat sydicaliste, “órgano de la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT), creada en diciembre de 1946 por anarcosindicalistas
españoles en el exilio y por jóvenes resistentes, que acababan de abandonar la CGT
para escapar del control de la CGT”, comenta desde Carabanchel el propio Sanromán,
responsable de la traducción al castellano.

En medios libertarios y anarcosindicalistas publicaba también Isaac Puente,


documentado y experimentado en los avances científicos de la época y defensor desde
El comunismo libertario de ideas para “realizar el paraíso en la Tierra”. Gracias de
nuevo a la alianza entre Pepitas y la FAL ha visto la luz Un médico rural, recopilación de
textos de Puente, asesinado por los fascistas en septiembre de 1936 a los pocos meses
del golpe militar. Un recorrido por la responsabilidad social del médico, la ciencia
mercenaria, la industrialización de la medicina, su falsa ruta o su comercialismo, temas
tristemente muy actuales. La oposición entre religión y ciencia, e incluso temas tan
controvertidos como “vacunar es asesinar. Dejarse vacunarse es asesinarse”, que
deben entenderse y relacionarse en el contexto de los momentos en que se firmaron,
es decir, en las primeras décadas del siglo pasado.

El crimen fue en Vitoria

Junto a apreciaciones relacionadas con su profesión y el cuidado del cuerpo, otras se


centran en su compromiso ideológico y político: el papel del anarquista, la decadencia
del Estado, la voluntad humana como factor de evolución social… que muestran el
pensamiento y la acción de un pensador libertario imprescindible. La edición
complementa otras relacionadas: Isaac Puente: el médico anarquista
(https://www.txalaparta.eus/es) de Francisco Fernández Mendiola, que recuerda la
memoria y las anécdotas de sus abuelos paternos: “Mi abuelo ejerció como cartero de
Maeztu desde finales de la década de 1920 y durante varios años de la década de 1930,
años en los que coincidió con Puente ejerciendo ambos su profesión. Por esa razón
establecieron contacto, ya que era mi abuelo quien entregaba y recogía la numerosa
correspondencia que éste generaba”, comenta en las páginas iniciales. Por su parte,
Piedra Papel Libros (https://piedrapapellibros.com) publicó Alpinismo, del propio
Puente: “Mi abuelo Isaac publicó este librito en 1925. Por entonces tenía casi 30 años y
vivía con su mujer y dos hijas en Maeztu, pueblo de la montaña alavesa del que era
médico titular. Mi abuelo se había criado en una familia tradicionalista de rosario y
misa diaria, pero en torno a 1921 entró en contacto con la CNT, y en 1923 ya era un
anarquista convencido. Con este folleto pretendió divulgar los beneficios del ejercicio al
aire libre en la línea del Naturismo, que propugnaba una relación armónica del hombre
con la naturaleza bajo este hermoso lema: «Buscar la verdad, practicar el bien y
contemplar la belleza»”, comenta su nieto Alberto Jiménez Puente en el prólogo.

Asesinado cuando estaba a punto de concluir una publicación sobre la educación


sexual de niños y adolescentes, la revista valenciana Estudios relataba en noviembre
de 1936 cómo padecieron sus compañeros aquellos momentos: “Llegó a nosotros la
noticia al mismo tiempo que una carta de un camarada de Bilbao, en el que nos daba
una esperanza de que tal vez no fuera cierta… Desgraciadamente, todos los informes
coinciden que nuestro querido camarada fue asesinado por los fascistas en Vitoria.
Entre el montón de víctimas inmoladas a la barbarie desatada por lo más repugnante y
cruel de esta sociedad envilecida que desaparece, el nombre de Isaac Puente
permanecerá imborrable en nuestro corazón y en nuestra mente”.

Publicaciones que ven la luz gracias a editoriales alejadas tanto de las grandes ciudades
como de las notables industrias culturales. Ediciones de gran valor histórico, narrativo
y pensamiento, para visualizar, conocer ideas, situaciones y escenarios velados, en
ocasiones tenebrosos. Trabajos y esfuerzos que rompen silencios, reconocen y
dignifican a muchas y a muchos ignorados, que forman parte de nuestra memoria
cultural.

(1) https://elpais.com/diario/1981/11/11/opinion/374281201_850215.html

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