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Breve introducción sobre la globalización y las telecomunicaciones

La globalización, en lo fundamental, es la integración de todo el planeta en un mercado


único y un ámbito universal de comunicaciones instantáneas. La globalización supone la
desaparición de fronteras geográficas, materiales y espaciales. Las redes de
comunicación, Internet y los teléfonos móviles, ponen en relación e interdependencia a
todos los países y a todas las economías del mundo.

La globalización económica se ve favorecida por la apertura y liberalización de los


mercados y por el impacto de la actual revolución tecnológica sobre las comunicaciones
tanto físicas como electrónicas.

Uno de los aspectos clave es la gran movilidad del capital financiero, la existencia de un
mercado planetario donde las redes electrónicas mueven e intercambian sin control miles
de millones de dólares. Sin embargo, la palabra globalización no sólo se refiere a
aspectos económicos o financieros, sino que abarca otras actividades económicas,
sociales, culturales, laborales y ambientales.

La globalización está integrando económicamente a todos los países, es decir, están


desapareciendo los mercados locales y están surgiendo grandes productores de bienes y
servicios, transnacionales que producen para un mercado mundial cada vez más integrado
y homogéneo. Esto genera presiones para aumentar la productividad y competitividad de
cada país para producir para la economía global.

Esta integración económica global tiene además otra consecuencia seria: lo económico
comienza a predominar sobre lo político. De aquí surge la impotencia de la política y
eventualmente la irrelevancia de los políticos. Las leyes del mercado llegan a prevalecer
sobre las leyes de los Estado y sobre la Constitución de los países.

Si bien ningúna sociedad puede excluirse del proceso de globalización, es necesario tener
en cuenta que este proceso está dividiendo al mundo en dos grupos de naciones: las
globalizadoras y las globalizadas. Las primeras imponen las reglas que aseguran la
defensa de sus intereses. Las segundas tienen pocas posibilidades de discutir y, menos de
superar, las normas y políticas que se les imponen.

De modo sintético puede afirmarse que la globalización es la integración del mundo en


una unidad económica, social y cultural propiciada por la revolución tecnológica de
nuestros días, sobre todo por los avances en materia de transportes y comunicaciones, que
tienen como base la informática y las aplicaciones de las electrónica y la computadora.

Es una generalización de relaciones, procesos y estructuras, modelos de producción y de


consumo, valores y conceptos compartidos en todas partes. No se limita a la estructura
económica, o mucho menos a sus componentes financieros, sino que comprende esferas
de la vida social que tiene que ver con lo cotidiano, como valores, relaciones familiares,
modas y una tendencia envolvente de homogenización de la cultura en todas sus
expresiones.
La globalización tiene que ver con grandes sistemas y vastos recursos económicos y
financieros, pero también con ideas y concepciones individuales y cotidianas, moldea
gustos y difunde modas, estilos, valores e ideologías.

En su dimensión tecnológica, y en especial en lo concerniente a las telecomunicaciones,


la globalización ofrece enormes oportunidades no solo a las empresas en lo económico
sino también a los ciudadanos para mejorar su calidad de vida. No obstante, también
conlleva riesgos importantes. Existe el riesgo de que el acceso y uso de las
telecomunicaciones se convierta en una nueva fuente de desigualdad creando ciudadanos
y países de primera y de segunda clase.

El acceso a las redes de comunicación, tal y como lo señaló Yoshio Utsumi, Secretario
General de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), aún se concentra en
unas pocas regiones y grupos poblacionales, y las líneas de esta nueva brecha digital
siguen de cerca y complementan las brechas existentes en materia de ingresos y
economía.

"Dado su impacto social y los inmensos desequilibrios históricos entre el Norte y el Sur,
las telecomunicaciones deben ser parte de un debate general y público sobre las políticas
de desarrollo. No es posible considerar a las telecomunicaciones como si se trataran de un
sector comercial de la economía, que debe quedar librado a las fuerzas del mercado
libre", ha afirmado Nelson Mandela 1.

Es evidente que la globalización en materia de telecomunicaciones enfrenta a las


sociedades a un conjunto importante de retos, los cuales, de no ser respondidos
adecuadamente, pueden acarrear inequidades, pérdidas en la calidad de vida y deterioro
democrático. Cada país tiene la responsabilidad de definir su propio camino y para ello
debe tomar en cuenta tanto su historia como sus aspiraciones y sueños de futuro.

JMV/3/10/05

1
Mandela, Nelson. en "Tercer Mundo Económico: Comunicaciones",
http://www.tercermundoeconomico.org.uy/TME-74/actualidades02.html

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