Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción:
Todos nacemos con desobediencia, esta es la principal causa de muchas malas decisiones que el
hombre y la mujer han tomado, y que sus consecuencias han sido devastadoras para todos, pero
debemos entender que hemos sido creados para vivir en Obediencia voluntaria a Dios.
Este mundo cada vez se está volviendo más y más hostil, las personas quieren ser independientes
e imponer sus ideales y no se dan cuenta el riesgo a lo que se exponen, también quieren ser vistos
como hombres y mujeres triunfantes con sus propios logros y así tener el mérito de las personas
que los rodean. Cuando Dios crea al Hombre y a la Mujer le coloca en el huerto una regla que
debían cumplir, mostrándoles la importancia de la “obediencia”
Pero hoy en día la obediencia no es más que una absurda costumbre de tiempos pasados, para
otros es un fantasma mental que ha contribuido a embrutecer a las masas. (Escuchen mis amados)
La obediencia es y será la principal puerta para acceder a toda clase de bendiciones.
Texto: Juan 15:10. NVI. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo
he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. (La vid verdadera, el
obedecer nos hace permanecer).
Según el diccionario de la RAE define obediencia como el acto de cumplir la voluntad de quien
manda; precepto del superior, especialmente en las órdenes regulares.
Definición según el Concepto Bíblico: La obediencia a Dios es considerada una virtud y se le define
como someterse a Su voluntad, aceptar sus propósitos, someterse a Su autoridad.
Es por tanto una actitud que el ser humano debe aprender, no viene de manera innata, es algo
que debemos decidir desarrollar.
La disciplina, constancia y motivación son tres elementos que nos ayudarán a ser más obedientes.
• Bajo autoridad
• Sometidos
• Ordenados
• Nos da Identidad
• Propósito
• Seguridad
• Confianza
• Aceptación
Existe un hombre en la Palabra de Dios que no dudo en hacer lo que Dios le estaba encargando a
pesar de cualquier circunstancia adversa y podríamos pensar que su papel fue el de un actor poco
importante en la historia. No obstante, él debió ser un individuo sumamente extraordinario,
porque de lo contrario Dios no lo hubiera escogido para que se responsabilizara de su Hijo.
Permítame hablar un poco sobre este hombre que en lo que yo puedo pensar sobre él es que
tiene mucho para enseñarnos acerca de la obediencia, un hombre que a veces parece “poca cosa”
ante otros personajes bíblicos pero cuyo testimonio nos da tremendas lecciones respecto a la
obediencia; consideremos a este hombre que jamás dudó en hacer lo que Dios le mandaba.
José debió ser un individuo sumamente extraordinario porque de lo contrario Dios no lo hubiera
escogido para que se responsabilizara de su Hijo.
En el relato de Mateo 1:18-25 (versión RV 1960) encontramos varias cualidades de este hombre
que valen la pena mencionar. Éstas son:
Quiero destacar aquellas personas que han decidido ser obedientes a Dios y a su Palabra y que lo
están haciendo lo hacen no importando ser vistos para tener alguna recompensa de los hombres,
que su trabajo ha servido para que otros sean impulsados a lograr su propósito (papa, mama,
personas que encontramos en nuestro caminar). Dios los está mirando a cada persona obediente a
su Palabra y va a honrar su obediencia, su recompensa será grande, José solo obedeció y por su
obediencia el Salvador fue exaltado como el Gran Hombre de la historia, la Salvación del mundo y
todavía está consecuencia continúa por la eternidad.
CONCLUSIÓN.
Seguramente hay personas que están esperando que cosas grandes sucedan en sus vidas, ya sea
una sanidad, la cancelación de su deuda, una reconciliación con su cónyuge, que su hijo vuelva al
hogar, que su marido entregue su vida al Señor, salir de una situación complicada, en fin, ¡todos
esperamos un milagro! Sin embargo les puedo afirmar que esto tan esperado no sucederá a
menos que al igual que José estemos dispuestos a obedecer a Dios y dejar que nuestras vidas sean
guiadas por Él.
Dios nos ayude a obedecer y no dudar; debemos hacer de la obediencia un hábito en nuestras
vidas; si lo hacemos muchas bendiciones nos aguardan, ¿saben por qué? porque la obediencia a
Dios siempre es recompensada. La obediencia es uno de los principales distintivos de quienes
trabajan en la Obra del Señor.
Señor Jesús, así como tú fuiste obediente ayúdame a mí a ser obediente también, que yo lo pueda
hacer con disciplina, constancia, compromiso y amor. Gracias porque sé que si soy obediente
permanezco en ti y tu en mí. Señor ahora sé que mi obediencia tiene consecuencias que se
convierten en bendiciones para mi vida y la vida de los que me rodean, en el nombre de Jesús te
lo pido con todo mi corazón AMEN…