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INFORME
Datos informativos:
Estudiantes:
Asignatura:
Simbolismo y Ritual.
Tema:
Escuela:
Antropología Social.
Facultad:
Centro de estudios:
UNAP
Año lectivo:
2022
EL MITO Y SU ESTRUCTURA
¿Qué es un mito?
Su estructura
La estructura del mito puede ser fácilmente identificada por todos, aunque a veces
puede confundirse con las leyendas, los mitos por regla general tienden a ser
puramente fantasiosos, mientras que las leyendas poseen como historia original
un hecho real que con el tiempo se fue magnificando o bien distorsionando a favor
de las creencias populares, así que entonces tenemos nuestra primera definición
de la estructura del mito, la cual es contar un hecho que de por si es increíble y de
origen fantástico o místico.
Como segunda regla dentro de la estructura general de un mito debemos
encontrar seres sobrenaturales, deidades o dioses, así como también deben estar
implicados derivados de los mismos, es decir, hijos de dioses, poderes divinos, u
obras realizadas por los mismos, esta es una cualidad ineludible de cualquier mito,
puesto que siempre se intenta explicar sucesos para los cuales es necesario
contar con un personaje sobrenatural capaz de realizar proezas imposibles, así
que al estar implicado este tipo de personajes, podemos entender entonces que
estamos ante un mito.
Podemos decir que el mito entonces basa su estructura general en los puntos
anteriormente mencionados, guarda relación con deidades y dioses, explica los
orígenes de las cosas cotidianas que rodean al hombre, poseen protagonistas
increíbles y excepcionales, eran creídas como verdades por las culturas en las
cuales eran difundidas, a todo esto hay que agregarle el hecho de que los mitos
en sus orígenes eran transmitidos de generación en generación a través de la
palabra, es por esto que no es extraño encontrarse con distintas versiones de un
mismo mito, lo cual se debe a que no existían registros escritos en aquel tiempo y
cada persona que la contaba le agregaba o quitaba detalles a la historia central,
esta situación se multiplicaba a lo largo de los años, entonces ocurrían variaciones
en la historia original que cambiaban algunos detalles manteniendo siempre la
esencia del mismo, esta es otra de las características que hay que considerar
cuando se quiere entender como está compuesto un mito.
EL ENFOQUE DE LA MITOLOGÍA
La mitología constituye el estudio de la agrupación de fábulas, ficciones, cuentos,
historias o mitos especialmente relacionados con dioses, semidioses y héroes
legendarios surgidos de grupos sociales y dotados de cualidades sobrenaturales.
Es, pues, una rama del conocimiento que se ocupa precisamente de los mitos. De
acuerdo con Campbell (1984), cada pueblo crea su propia mitología, y en el caso
de los occidentales, es razonable afirmar que los orígenes de sus mitologías
particulares están relacionados con la antigua mitología griega, la cual se propagó
a otros territorios modificando o matizando las visiones del mundo que allí existían.
Ricoeur aborda al mito desde tres ángulos. En primer lugar, desde la constitución
de su forma, ya que la hermenéutica no puede comprender sin explicar, es decir,
sin llegar a la semántica profunda del mito. En segundo lugar, por su intención de
decir algo, ya que el lenguaje no está encerrado en la clausura de los signos, sino
que dice algo de la realidad, tiene una referencia a la realidad extralingüística. En
tercer lugar, el mito es enfocado como un lenguaje en que se revela el ser, como
desocultamiento de la verdad, ya que para Ricoeur el lenguaje no es tanto hablado
por los hombres sino hablado a los hombres. Y también en el mito hay un decir del
ser que habita en el hablar del hombre.
a) Sólo hay que tener en cuenta las reglas de juego del lenguaje, no los
acontecimientos; es decir, hay que oponer la lengua (langue) a la palabra (parole)
o discurso.
Sin embargo, como relato de los orígenes, el mito no queda limitado a un evento
pasado, sino que experimenta una expansión de su significación en dirección de la
representación, la acción y el sentimiento. En los mitos aparecen dioses y seres
sobrenaturales, pero llegan a ser seres míticos en la medida en que son los
personajes de un drama en que se relaciona el tiempo histórico con un tiempo
primordial, por eso interesan más por la función de instauración que cumplen en
ese drama que por lo que ellos son. Es decir, que la representación de seres
sobrenaturales es secundaria por relación al drama del origen.
Ahora bien, la repetición ritual del relato de los orígenes transporta al hombre
desde el tiempo histórico al tiempo fundamental. Esto significa que el hombre es
llevado a un nivel distinto del cotidiano y profano; el mito transporta al hombre a un
ámbito que es sagrado. En este ámbito el hombre puede experimentar
sentimientos de otro nivel que los sentimientos profanos. En la repetición ritual del
mito el hombre experimenta el sentimiento de lo sagrado, que Ricoeur describe
como sentimientos de temor y de amor ante lo tremendum fascinosum. Por lo
tanto, también hay una expansión del mito en dirección del sentimiento y la
emoción. Ricoeur sugiere que el recitado del mito y la acción ritual suscitan en el
hombre una especie de interiorización emocional que engendra lo que se podría
denominar el núcleo mítico-poético de la existencia humana y que Ricoeur
estudiará luego dentro del enfoque ontológico del mito.
Aproximación ontológica al mito
Ricoeur dice que esta tercera lectura del mito supone los dos enfoques
precedentes y trata de decir el ser que habita en el hablar del mito. Ricoeur la
aborda apelando al planteamiento de la cuestión de la verdad según el primer
Heidegger y a la reevaluación del mito que Hans Jonas y Rudolf Bultmann han
propuesto en conexión con el replanteo heideggeriano de la cuestión de la verdad.
Para desarrollar el enfoque ontológico del mito, Ricoeur sostiene que es necesario
superar la distancia que hay entre la cultura moderna y la cultura en la que se
inscribe el mito para poder hacer nuestro algo que ha llegado a ser extraño para
nosotros en tanto modernos.
Ricoeur añade que se trata de una lucha contra el olvido moderno de la cuestión
del origen y del sentido de nuestra vida. Como se puede observar, la distancia
cultural que impone el proceso moderno de secularización es una distancia no
sólo entre nosotros y la cultura en que se ha expresado el mito, sino también entre
nosotros y la cuestión de la que se trata en él. Por ahí que deconstruir las
seguridades modernas para despejar el espacio de interrogación en que la
cuestión del ser tenga sentido y posibilitar de esa manera que el mito recupere su
poder de revelación ontológica y que la hermenéutica vea franqueada la vía para
una recuperación de esta revelación.
Ricoeur cree que la cuestión del ser debe ser analizada en el nivel del lenguaje
mismo. Como parte del ser del hombre (no como una facultad entre otras) Ricoeur
sitúa el lenguaje en relación con la imaginación entendida como órgano de la
exploración ontológica de las posibilidades existenciales más propias del hombre.
Entonces, lo que el lenguaje tiene que decir es la apertura del hombre a sus
posibilidades de ser y los proyectos por los que el hombre avanza hacia su ser. De
esta manera, el lenguaje mitológico puede ser conectado con una precomprensión
ontológica y, así, visto como un lenguaje que revela y desvela una posibilidad de
existir propuesta al hombre.
El aspecto común a las diversas tendencias y disciplinas que se dan cita en esta
corriente interpretativa, es la consideración del simbolismo mítico como un modo
de expresión que difiere sustancialmente del pensamiento conceptual, en tanto
que posee "categorías" propias diferentes a las de éste y directamente
relacionadas con la emotividad humana; la noción de "símbolo" y su diferencia y
especificidad respecto al "signo" del lenguaje conceptual es el eje central en torno
al cual giran los planteamientos simbolistas, tanto los de corte psicológico-
psicoanalítico, como los de corte filosófico-hermenéutico.
Podemos decir que, desde el simbolismo, la relación del signo con aquello que
refiere es arbitraria, y el signo 'representa' a otra cosa distinta y ajena a él,
mientras que el símbolo se refiere a sí mismo, y 'es' aquello que designa (en
puridad, este ser del símbolo no es intrínseco al mismo, sino que es establecido
mediante convención social aunque, desde la vertiente psicológica del simbolismo,
se contempla esta cuestión más como "similitudes biológicas", i.e., 'mente' en
tanto que 'órgano', que como "convención social"). Esta concepción del símbolo
universal permite dos interpretaciones contrapuestas del mito, según situemos al
lenguaje simbólico "por debajo" o "por arriba" respecto del lenguaje conceptual: la
primera interpretación es la que asume Freud, al considerar a los mitos como
producto de las pulsiones afectivas (y así el lenguaje mítico puede reducirse a
"instintos" y "pulsiones"), situando al símbolo "por debajo" del concepto; la
segunda interpretación es la adoptada por Jung, Kerényi, Van der Leeuw, Otto,
Eliade y otros, quienes relacionan al símbolo mítico con la necesidad de los
hombres de expresar aquello que sobrepasa los límites del concepto, aquello que,
en terminología kantiana, "no puede ser conocido, pero sí puede ser pensado" y
que, en última instancia, apunta hacia la totalidad, lo absoluto, lo incondicionado.
Entonces, el mito expresaría mediante símbolos aquellas emociones
constitutivamente humanas que el pensamiento conceptual no llega a acotar; esta
última asunción conduce a la asimilación total de mito y religión, cuestión en la que
no coinciden todos los autores contemporáneos, dado que es restrictiva y
coercitiva respecto a la relación existente entre los mitos, las leyendas y los
cuentos.
Como vemos, son dos posturas extremas las concedidas desde el psicoanálisis al
estatuto de los sueños: o bien son expresión de "lo más bajo" de las
profundidades de la psique humana, o bien son manifestación de "lo más alto" y
común a todos, esto es, de una "sabiduría interior" universal. Frente a esta
divergencia, Fromm, hegelianamente, sintetiza y supera los planteamientos de
Freud y Jung (en esta cuestión, ya que en otras cuestiones se adhiere
abiertamente a Freud), adoptando una perspectiva sincrética en la que los sueños
son concebidos como "la expresión de las funciones mentales más bajas e
irracionales y también de las más elevadas y valiosas" Según Fromm, los mitos
guardan similitud con los sueños en tanto que ambos participan de un mismo tipo
de lenguaje: el lenguaje simbólico.
https://www.scbicf.net/nodus/contingut/article.php?
art=195&rev=28&pub=1#:~:text=En%20la%20estructura%20del%20mito,su
%20estructura%20que%20es%20discontinua.
https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?
article=1329&context=abya_yala
https://concepto.de/mito/#:~:text=Los%20mitos%20presentan%20las
%20siguientes,por%20los%20primeros%20seres%20humanos.
https://delphipages.live/filosofia-y-religion/religiones-y-mitologia-antiguas/
approaches-to-the-study-of-myth-and-mythology
https://mitosleyendascortas.com/estructura-del-mito/
https://www.uv.es/~japastor/mitos/b2-1.htm
https://wwwfile:///C:/Users/Lenovo/Downloads/ecob,
+RESF0000220099A.PDF.pdf