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Producción

Este capítulo comienza presentando lo que muchas veces se consi-


dera el aspecto más ineludiblemente material y objetivo del proce-
so de producción: el medio ambiente. El argumento me llevará a
una crítica de las nociones ahistóricas simplistas de un entorno na-
tural «dado». Mi perspectiva, por el contrario, parte de que el me-
dio ambiente siempre es producto de los procesos sociales históricos.
Una crítica similar se planteará en relación con la «tecnología»: la
mediación material por excelencia entre los seres humanos y su en-
torno. Las dos últimas secciones del capítulo se centran en las rela-
ciones sociales que construyen la diferenciación en torno a la «pro-
ducción». También aquí intentaré demostrar, por ejemplo, que las
divisiones del trabajo ligadas al género no son naturales. El capí-
tulo finaliza con un largo debate sobre el concepto y las realidades
del «trabajo» en las sociedades contemporáneas, que nos llevará
inevitablemente, espero, a la conclusión de que el ámbito delimi-
tado de la «producción» debería dar paso a un marco más amplio.

El ecosistema

Espacio; recursos; poblaciones

Las actividades económicas son aquellas destinadas a la satisfac-


ción de las necesidades materiales de las poblaciones humanas.
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Esta perspectiva presupone la existencia de un contexto «natural» gía. Para los humanos, este intercambio se refiere al aprovecha-
dado de antemano, un medio ambiente, donde habitan los grupos miento de recursos. Lo que se entiende como «espacio» y «recur-
humanos, que está' ahí para ser intervenido y del cual dichos gru- sos» debe relacionarse con las poblaciones humanas, es decir, con
pos pueden tomar lo_ necesario para subsistir. El medio ambiente, los procesos sociales - a diferencia de las poblaciones de cual-
a su vez, responderá a la acción humana suscitando respuestas de quier otra especie-, si queremos que el enfoque ecológico sea
retroalimentación que afectarán, de un modo u otro, a las dife- significativo para la antropología económica.
rentes especies que comparten un espacio definido. Desde esta Para las poblaciones humanas, el espacio no es tanto un hecho
perspectiva, los seres humanos son tratados principalmente como material y objetivo determinado como una experiencia vivida.
una especie más que interactúa con otras especies en el espacio y Las barreras geográficas pueden convertirse en vías de comunica-
en el tiempo. Los intercambios de energía constituyen el vínculo ción mediante el uso de determinados conocimientos tecnológi-
que relaciona a los seres vivos, y estos intercambios se producen cos. Un río, por ejemplo, puede ser un obstáculo que aísla o una
de una manera determinada y predecible. El marco metodológico vía navegable que permite el transporte de larga distancia. Una
es el de un sistema, donde unos elementos claramente reconocibles cadena montañosa no constituye el mismo tipo de obstáculo para
se relacionan en lo que pretende ser una totalidad funcional. La una sociedad humana que domina las técnicas de la aviación
idea subyacente es que el sistema, librado a sí mismo, tiende ha- como para otra que no las domina. La distancia en terreno llano
cia el equilibrio, si bien no un equilibrio estático. De ahí se de- depende de los medios de transporte disponibles, etcétera. Las
duce que en el ecosistema la especie se adapta a los cambios am- restricciones materiales del espacio para los grupos humanos de-
bientales producidos por los intercambios efectivos de energía a ben relacionarse con el conocimiento y la disponibilidad de la
través del tiempo y por las catástrofes impredecibles --disconti- tecnología (es decir, de los artefactos materiales concebidos por el
nuidades- que pueden afectar a cualquier sistema. La adaptación intelecto humano). Por consiguiente, para la antropología econó-
al entorno cambiante conduce a un renovado equilibrio inestable. mica el espacio no puede abstraerse de la interacción humana.
Así, la transformación forma parte de los ecosistemas. No obstan- Algo similar ocurre con los recursos: un recurso no existe hasta
te, esta transformación es regular, ya que los efectos de los inter- que no es reconocido como tal por un grupo humano. Por ejemplo,
cambios elementales pueden ser descritos, y las variaciones cuan- la mera existencia de un mineral en el terreno habitado por un
titativas resultantes pueden tener resultados predecibles en el grupo humano no lo convierte en recurso. Primero, su presencia
sistema en su conjunto. Estas suposiciones deberían ser conside- debe ser conocida; segundo, deben comprenderse sus aspectos
radas el polo más materialista del enfoque de la antropología eco- útiles para la vida humana; tercero, deben descubrirse los medios
nómica. Constituye un punto de partida útil y un recurso meto- para aprovechar este aspecto; y cuarto, la organización social de la
dológico. En el próximo capítulo veremos cómo, de hecho, el sociedad debe permitir la explotación del recurso. Puede que to-
contexto que limita y sobre el que actúan los seres humanos en la das estas condiciones no se den de forma simultánea en un grupo
búsqueda de su sustento es un contexto social e histórico, en el humano. Además, es probable que no sean compartidas de forma
que las fuerzas culturales y materiales se confunden en un proce- homogénea por todo el grupo, y el acceso diferencial a los recur-
so dialéctico de transformación continua. sos evidenciará diferencias políticas y económicas. Por otra parte,
Desde esta perspectiva de la ecología humana, entonces, el aunque los recursos están situados en el espacio y, por tanto, sean
medio ambiente puede definirse como un espacio en el que las atribuibles a las poblaciones humanas que habitan un espacio es-
poblaciones humanas y las de otras especies intercambian ener- pecífico, por lo general no ocurre así. Por ejemplo, podríamos
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considerar los numerosos supuestos en que las sociedades indus- Esto significa que debemos explorar las cuestiones políticas a fin
triales occidentales han explotado recursos situados en países del de comprender gran parte de la variación «ecológica». Además,
tercer mundo. Una vez más, debe tenerse en cuenta el conoci- uno de los aspectos importantes de las poblaciones humanas con-
miento tecnológico y las relaciones entre las sociedades humanas siste en que el crecimiento puede ser controlado conscientemente
que habitan diferentes espacios pero que son siempre móviles e de diversos modos. Hay que tener en cuenta que el control se re-
interactivas. Así, las demandas sobre los recursos y el énfasis en fiere no sólo a las prácticas que limitan sino también a las que in-
los factores restrictivos de un medio ambiente deben considerar- crementan el crecimiento de la población. Entre las prácticas que
se un proceso económico y político complejo. limitan el crecimiento, los períodos prolongados de lactancia pos-
Los seres humanos obtienen energía de los recursos ---otras es- teriores a cada nacimiento parecen constituir un método bastante
pecies y elementos materiales localizados en el espacio- pero común. Existen dos factores que parecen contribuir a una fertili-
también producen energía, y ellos mismos pueden ser utilizados dad menor durante la época de lactancia: la menor proporción de
como recursos por otros seres humanos. El control del trabajo hu- grasa con respecto al peso corporal y la presencia de la hormona
mano constituye una de las fuerzas principales en la organización prolactina. Entre otros métodos de control restrictivo figuran el
de las sociedades . posponer la edad del matrimonio en las mujeres, la prohibición
Un aspecto importante de la perspectiva ecológica viene dado ritual de mantener relaciones sexuales durante largos períodos, el
por la influencia del espacio y de los recursos en las poblaciones hu- infanticidio --en particular, femenino- y la guerra.
manas. Una población puede tener diferentes tasas de crecimien- Entre las prácticas que incrementan la fertilidad se incluyen
to o de declive como resultado de la disponibilidad de recursos en hábitos de nutrición destinados a anticipar la edad de aparición
un lugar determinado. Por una parte, el crecimiento de la pobla- de la menarquía, el acortamiento del período de lactancia o la su-
ción puede provocar la expansión de un grupo humano a zonas presión total de la misma a través del uso de sustitutos alimenti-
vecinas cuando los recursos se tornan escasos. Esto puede ocasio- cios o de amas de cría, la edad temprana del matrimonio para las
nar la invasión del asentamiento de otro grupo y provocar un con- mujeres, y algunas formas de matrimonio como la monogamia
flicto. No obstante, si un grupo humano se encuentra seriamente (en contraposición a la poliginia), donde se incrementan las posi-
limitado por barreras geográficas, es posible que el crecimiento bilidades de que el coito ocurra durante el período fértil de los ci-
de la población conduzca al cambio tecnológico a fin de aprove- clos de ovulación. El énfasis en los períodos prolongados de lac-
char recursos locales hasta el momento inaccesibles (Carneiro, tancia en muchas sociedades también puede tener como objetivo
1970). Por otro lado, la disponibilidad de ciertos recursos ali- incrementar las posibilidades de supervivencia de las criaturas en
menticios influye sobre la fertilidad femenina. Las mujeres deben entornos donde el alimento sustitutorio resulta inaccesible o
alcanzar una proporción determinada de grasa corporal respecto escaso.
al peso para que los ciclos de ovulación sean regulares. Esto de- Las poblaciones humanas, entonces, responden a factores me-
penderá no sólo de la cantidad total de consumo alimenticio sino dioambientales como la existencia de recursos escasos o abundan-
también de la proporción de grasa con respecto a otros nutrientes tes, pero nunca de un modo mecánico «objetivo» . Debemos pen-
en la dieta. sar en términos de una política de poblaciones, que tenga en cuenta
Así, es preciso explicar la variación en las tasas de fertilidad la estructura del poder que incide en la fertilidad, la morbili-
entre diferentes sociedades pero también dentro de la misma so- dad, la mortalidad, la migración, y que expresa el acceso diferen-
ciedad, según el acceso diferencial a los recursos alimenticios. cial a los recursos locales y al control del espacio.
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Uno de los aspectos más interesantes de la perspectiva de in-
Inversión/obtención (input/output) de energía; la cuestión tercambio de energía en la ecología humana, es el cuestionamien-
de la prodttctividad; valor ecológico contra valor económico to del concepto de prodttctividad. Éste constituye un concepto
teórico central en la mayor parte de los modelos económicos. Es
La ecología humana pretende explicar las relaciones entre los re- más, se ha convertido en un parámetro de desarrollo económico,
cursos y las poblaciones en un espacio determinado. La relación se expresado en la mayor productividad obtenida a través de la in-
expresa en términos de intercambios de energía. La cantidad de novación tecnológica en las sociedades industriales occidentales.
energía que un grupo humano invierte en su subsistencia y en Esta posición podría cuestionarse a la luz de un modelo de «ener-
otras actividades se compensa con la cantidad de energía que gía» . Por un lado, la productividad del trabajo debería diferen-
obtiene para la subsistencia y otros objetivos sociales. Ello ha per- ciarse de la productividad de la tierra en los sistemas agrícolas,
mitido la realización de estudios cuantitativos que miden en di- por ejemplo. La productividad se define como una relación de in-
ferentes sociedades la aportación de energía humana en activida- versión/obtención, pero mientras que, por lo general, el producto
des de subsistencia, frente a la energía obtenida, algo interesante -medido en energía u otro parámetro--- se considera la unidad
a efectos comparativos. El estudio detallado de asignación del producida, la unidad invertida puede ser energía humana o ener-
tiempo a diversas actividades muestra una diferencia en cuanto a gía total, pero también tiempo, tierra o dinero Oochim, 1981:
la carga de trabajo, según parámetros de género y edad en todas 65-90). El incremento en la relación inversión/obtención expre-
las sociedades, a las que debe añadirse, en algunos casos, divisio- sará, por lo tanto, alternativamente recompensas al trabajo pro-
nes de clase, étnicas o nacionales. Los análisis de inversión/obten- medio invertido, a la energía rotal invertida, o a la cantidad de
ción de energía presentan, por un lado, el gasto de energía labo- tiempo, tierra o dinero utilizado. Las diferentes interpretaciones
ral en relación con la energía obtenida; así se demuestra si un de las relaciones económicas provendrán de que se subraye la efi-
grupo definido cualquiera es más eficiente en cuanto a la obten- ciencia en relación con uno u otro parámetro de inversión. Por re-
ción de energía. Por otro lado, puede evaluarse el gasto de energía gla general, «las personas tienden a trabajar sólo lo necesario en la
en trabajo en relación con la energía adjudicada a diferentes acti- producción, a menos que se vean presionadas por una escasez im-
vidades, consumida y controlada por diferentes grupos de perso- portante de tiempo, tierra o dinero». Así, la eficiencia laboral re-
nas --es decir, hombre adulto, mujer adulta, ancianos y jóvenes, sulta al parecer «un objetivo fundamental cuando no parecen
etcétera-. La medición de intercambios de energía proporciona existir limitaciones de tierra ni de tiempo» Oochim, 1981: 72).
datos «sólidos» interesantes sobre un número de factores relativos Por otro lado, si consideramos la productividad energética,
a la organización social de los procesos económicos en las socieda- tendremos que considerar la relación entre la energía toral utili-
des. No obstante, cabe mencionar algunas desventajas. En lama- zada -incluyendo la energía humana, química y mecánica- y la
yor parte de los estudios antropológicos, la energía expresada se energía total recuperada. Allí donde los índices de productividad
refiere únicamente a la obtención de comida y deja de lado acti- «clásicos» señalarían un incremento --de producción por hectá-
vidades cruciales como el procesamiento de la comida, la cons- rea en la agricultura, o de producto por hora de trabajo en la in-
trucción y mantenimiento de viviendas, la fabricación de vesti- dustria-, y expresarían así el «desarrollo económico», un índice
menta, la alfarería y otro tipo de fabricación de herramientas, así de productividad de la energía total podría señalar una pronun-
como el cuidado de los niños, todas ellas actividades necesarias ciada disminución, e implicar una involución en el empleo efec-
para la reproducción material de cualquier grupo humano. tivo de la energía. Por ejemplo, en la agricultura se produce un
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rendimiento mayor por hectárea cuando se utilizan la irrigación,


fertilizantes químicos, pesticidas, especies específicas genética- Capacidad de sustentación; eficiencia tecnológica
mente modificadas, etcétera. El valor monetario coste/beneficio
resultante, es decir, la definición de «productividad económica» Las poblaciones humanas emplean recursos localizados en el espa-
estrictamente orientada al mercado, puede mejorar, en particular, cio. Existe una relación, mediada por la tecnología, entre las po-
si no se incluyen como costes la regeneración del suelo a largo blaciones, los recursos y el espacio. El concepto de capacidad de
plazo y los suministros de agua, y no se tiene en cuenta el agota- sustentación pretende estudiar dicha relación y señalar algunos
miento de fuentes de energía no renovables como el combustible. factores especialmente significativos en cada sociedad. El índice
No obstante, desde la perspectiva de inversión/obtención de ener- de eficiencia tecnológica intenta medir la relación inversión/ob-
gía, donde lo que cuenta no es el valor de mercado de la inversión tención de energía para las actividades de subsistencia en socieda-
y obtención de energía (debemos considerar que muchas fuentes des que utilizan diferentes tecnologías. Las sociedades pueden ser
de energía no se comercializan), sino el balance energético toral comparadas, entonces, desde una perspectiva de ecología huma-
(sea cual fuere su valor en el mercado), cuanto más técnicamente na, buscando comprender las transformaciones de las poblacio-
«desarrollado» sea un sistema agrícola, tanto menor parece ser la nes, de los recursos y el uso del espacio dentro de un modelo sis-
productividad energética total (Jochim, 1981: 34). témico de intercambio de energía (Harris, 1986: 194-214).
La productividad es un concepto complejo y ambiguo que La capacidad de los recursos localizados en un área determina-
aparece muy relacionado con la idea de «desarrollo económico», da para sustentar un tamaño máximo de población humana se co-
es decir, con la expresión del modo más eficiente de acceder a los noce como capacidad de sustentación de ese espacio geográfico. Los
bienes materiales. No obstante, ante cada definición de «de- recursos dependen de los avances tecnológicos. Cuando la pobla-
sarrollo» podríamos formular algunas preguntas: ¿qué relación ción aumenta por encima de la capacidad de sustentación de la
inversión/obtención se enfatiza -tiempo, dinero, energía- Y zona, los recursos se agotan y el rendimiento del trabajo dismi-
por qué? ¿Quién define la forma de bienestar material que se uti- nuye. Además, el entorno se transforma sustancialmente. Se con-
liza como objetivo a alcanzar? ¿Por qué la «eficiencia» --es de- sidera que algunos recursos son factores /imitadores ya que las po-
cir alcanzar una meta con una «economía de medios»- debería blaciones no pueden sobrevivir si se ven privadas de ellos por
co~stituir un objetivo universal? La ambigüedad del concepto de debajo de un cierto umbral, durante un cierto período. El agua es
productividad indica que está cargado de connotaciones políti- un factor !imitador en muchas sociedades; los recursos proteicos o
cas. El empleo de este concepto de un modo mecánico y abstrac- la tierra para el cultivo podrían constituir factores !imitadores en
to oculta, de hecho, los campos de poder tanto locales como glo- otros entornos. La disponibilidad mínima de factores !imitadores
bales, dentro de la comunidad y entre las naciones, que llevan a durante el ciclo de variación estacional anual establece la pobla-
construir los objetivos de un grupo de personas como si éstos ción máxima que un entorno puede sustentar, teniendo en cuen-
fueran los de todos. Un claro ejemplo del problema que consti- ta los logros tecnológicos de la sociedad en cuestión.
tuye aplicar mecánicamente modelos de eficiencia a las socieda- Las poblaciones humanas intentan reaccionar cuando alcanzan
des humanas puede verse en el concepto de «capacidad de sus- la capacidad de sustentación de su entorno. Se observan diversas
tentación» . estrategias, que se utilizan solas o en combinación. Una de ellas
es la restricción de la población a través de diversas técnicas. Otra
estrategia consiste en extenderse a espacios vecinos a fin de incre-
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mentar la cantidad de recursos en términos absolutos o la dispo- Kalahari, comparado con el estudio de Wilmsen (1989) en la
nibilidad crucial de un factor !imitador. La migración temporal o misma zona. El de Lee es un pormenorizado estudio ecológico, en
definitiva de parte de la población constituye otra posibilidad a el que se describe exhaustivamente el medio ambiente --consi-
fin de reestablecer el equilibrio previo población/recursos. No derado como un contexto ahistórico dado-- y su uso por parte del
obstante, otras opciones buscan adaptarse a la transformación del pueblo !kung. El contenido calórico y proteico de los alimentos
medioambiente por medio de innovaciones tecnológicas. Ello im- obtenidos por medio de la recolección y la caza se compara con los
plica el uso de recursos conocidos de forma novedosa, y el descu- requisitos energéticos según las necesidades de edad/sexo y la car-
brimiento de nuevos recursos en el entorno antiguo. Por lo gene- ga laboral, y el balance promedio de energía obtenida resulta po-
ral, estos dos procesos desembocan en una intensificación del sitivo (1979: 269-272). Si bien se reconoce cierto estrés nutricio-
trabajo y una organización diferente de las relaciones sociales. nal, éste resulta mucho menor que el que se observa en el caso de
Históricamente, la adopción de la agricultura de tala y quema los agricultores vecinos y se asocia con la falta de movilidad de al-
primero y, posteriormente, la intensificación de la agricultura a gunos miembros de la banda en torno al pozo principal tras un
través de la irrigación y las técnicas de abono, parecen ser adapta- período (temporada seca) de uso intensivo de los recursos cir-
ciones tecnológicas en respuesta a la presión de la población sobre cundantes, cuando pueden hallarse mejores recursos ahora (tem-
la capacidad de sustentación de un entorno determinado (Bose- porada de lluvias) mediante el traslado a los pozos temporales
rup, 1965; Cohen, 1977). Los obstáculos a la movilidad de lapo- (1979: 301-302).
blación debido a barreras geográficas pueden haber sido factores En la conclusión, se propone un modelo de adaptación a la re-
determinantes en la búsqueda y adopción de técnicas más inten- colección, donde «el tamaño de los grupos, el empleo del espacio
sivas de trabajo. Así, la innovación tecnológica se relaciona con la y el esfuerzo en trabajo constituyen variables interconectadas sis-
necesidad de superar un factor !imitador en un entorno determi- temáticamente» (1979: 443) y «la constante, o el elemento dado,
nado. No obstante, como señalan las críticas al concepto de capa- en este modelo simple es el sistema productivo: las herramientas,
cidad de sustentación, la presión sobre los recursos puede obede- el conocimiento y la organización necesarios para ganarse la vida
cer, no a un aumento de la población, sino a un aumento de la en ese entorno» (1979: 444). Además, «la propiedad colectiva no
producción ocasionado por demandas de mercado (Martínez exclusiva de la tierra y de los recursos: la costumbre generalizada
Alier, 1992). La innovación tecnológica no debería confundirse de compartir la comida dentro del grupo y entre los grupos loca-
con una mayor eficiencia tecnológica. les» (1979: 117) debería añadirse a este «Sistema de subsisten-
Es posible que la eficiencia energética no aumente con la in- cia», junto al hecho de que la movilidad «establece límites a la
novación tecnológica. De hecho, como ya se ha señalado, algunas cantidad de riqueza material que una familia puede poseer»
nuevas tecnologías pueden ser energéticamente ineficientes. Por (1979: 117). Así, la recolección no sólo constituye un «modo
otra parte, la capacidad de una sociedad para mantener una po- de subsistencia» --es decir, una técnica, un sistema-, sino tam-
blación mayor no constituye una señal de mayor eficiencia tecno- bién un «modo de producción», una «forma de vida acabada»
lógica ni tampoco un valor positivo y evidente. (1979: 116-117).
De especial importancia son las críticas que señalan la limita- La impresión que se obtiene es que los recolectores !kung han
da comprensión de una sociedad que puede ocasionar una mera estado fundamentalmente aislados de otras formas de provisión y
perspectiva ecológica. El mejor ejemplo lo constituye el estudio organización de subsistencia, y de los empeños sociales, políticos
realizado por lee (1979) del pueblo !kung san en el desierto del y económicos de otros pueblos. El estilo de vida !kung aparece es-
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trictamente como un producto de la adaptación ecológica a la dería» y aquellos que «contimían con la actividad recolectora», se
«naturaleza» -un medioambiente ahistórico-, que produce explican como el resultado de la tensión entre «dos modos de
una forma de acceso igualitaria a los recursos y a la distribución vida»: la agricultura y la recolección (1979: 412-413, el énfasis es
de los mismos. Sólo en dos momentos (1979: 76-86 y 401-431) mío). Este enfoque inhibe la posibilidad de considerar esta «con-
se cuestiona esta impresión. Primero, al hablar de «una historia tradicción» como el resultado de un acceso diferencial a los re-
de contactos», Lee sitúa «los primeros contactos» alrededor de la cursos y de las diferentes posiciones que ocupan los !kung en el
década de 1870, cuando los tawana, pueblo ganadero de habla complejo entramado de relaciones de producción presentes en
tswana, se establecieron en los alrededores. Lee nos informa de roda zona.
que «el principal comercio del período 1890-1925 lo constituían La crítica de Wilmsen (1989) se basa en dos cuestiones princi-
los puestos ganaderos dirigidos por los !kung en el interior» y pales. Por una parte, señala el hecho de que, según los registros
que «según la versión !kung de los hechos, eran ellos quienes de- arqueológicos y escritos de la zona, las relaciones de los pueblos
sempeñaban un papel activo en el pastoreo de ganado hacia el in- del Kalahari con otros grupos de la región se remontan a mil años
terior durante todo el año» ( 1979: 79). Además, al parecer los o más. Asimismo, existen indicios de la existencia de economías
!kung participaban en el sistema rnafisa de aparcería tswana pastorales para una extensión de tiempo similar, así como de di-
(1979: 79-80). ferenciación social y económica (1989: 64-7 5 ). En el siglo XIX el
La segunda ocasión aparece cuando se habla del «Cambio eco- área ya formaba parte de las rutas comerciales europeas de marfil,
nómico y social en las décadas de 1960 y 1970». Aquí resulta sor- plumas y ganado: «La participación san en la economía mercantil
prendente que estos recolectores ecológicamente adaptados, en la en rápida expansión no estuvo de ningún modo limitada al papel
época en que Lee realizó su primer trabajo de campo (1963), tra- de guía ... fueron probablemente los principales proveedores tan-
bajaban bajo el sistema rnafisa en puestos ganaderos, plantaban to de marfil como de plumas, y también de pieles» (Wilmsen,
las cosechas (antes de 1966, hasta el 5 5 por ciento de los hombres 1989: 119, 121). Al mismo tiempo, las comunidades políticas
participaba en la agricultura de una u otra forma), poseían algu- tswana estaban imponiéndose en todo el Kalahari y estructuraban
nas cabezas de ganado, trabajaban a cambio de un sueldo, cazaban nuevas formas de diferenciación. Wilmsen señala que la impre-
con armas de fuego (prestadas) (1979: 403-412). Sin embargo, al sión de aislamiento podría haberse debido a la caída del comercio
describir el estilo de vida de recolección de los !kung, nada de esto del marfil y a la peste bovina, que a finales del siglo XIX arrasó la
ha sido tenido en cuenta. Cuando finalmente aparecen estas rela- mayor parte del ganado, junto con la disminución de la demanda
ciones «DO recolectoras» económicas, sociales y políticas, relacio- de trabajo a nivel local (1989: 123-127, 133, 157).
nes múltiples y complejas, éstas se presentan como un efecto re- Por otra parte, Wilmsen señala el fallo fundamental que supo-
pentino del cambio, de la transformación de un «estilo de vida ne entender las relaciones sociales como el resultado igualitario
recolector» que ha sido «siempre el mismo» durante «miles de de los flujos de energía. Destaca la diferenciación existente en la
años» (1979: 438). Si bien las relaciones del tipo rnafisa en el pas- actualidad ( 197 5-1980) en el seno de las comunidades zhu (san)
toreo de ganado han sido reconocidas desde principios del siglo XX y cómo ello se relaciona con los derechos locales de tenencia de la
(1979: 79), la situación observada en las décadas de 1960 y 1970 tierra, que favorecen a las personas con una historia más larga de
se presenta desde el supuesto de un sistema completamente reco- residencia lo cual, a su vez, es el resultado de las relaciones de pa-
lector. Así, las contradicciones que pueden observarse entre los rentesco y alianza estratégicas. Esta diferenciación se expresa en la
!kung «que han comenzado a dedicarse a la agricultura y a la gana- capacidad variable de las comunidades y de los individuos que las
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componen de acceder, no sólo a los recursos de recolección y caza, la sociedad. No obstante, rara vez ocurre así. El modo en que las
sino también al ganado, a los caballos, a las armas y al empleo asa- tecnologías son utilizadas en las diferentes sociedades nos habla
lariado, sino también a las inversiones subsiguientes en ganado de la organización social de la producción y, de forma más gene-
(1989: 195-271). Así: ral, de las relaciones sociales en las que las personas consiguen su
subsistencia.
El supuesto de que todos los habitantes zhu tienen acceso a los recursos La tecnología constituye no sólo un instrumento material, o
bajo condiciones previstas de igualdad resulta inapropiado dadas las un dispositivo inrelecmal, sino también un proceso social. Debe-
condiciones actuales de estratificación, que constituyen una caracterís- ríamos pensar enronces en procesos tecnológicos que incluirían los dj-
tica destacable de las relaciones sociales zhu. (1989: 2 54) versos instrumenros, el conocimiento y las personas ~nergía
humana- articulados en el espacio y en el tiempo en secuencias
Además: controladas por individuos o grupos específicos en diferentes eta-
pas del proceso total.
... así se adquiere ventaja mediante posiciones políticas ventajosas lo- Los instrumentos constituyen el núcleo semántico de nuestro
gradas históricamente en el lugar que permiten a los propietarios here- concepto de tecnología; sin embargo, resultan inseparables del
ditarios apropiarse de oportunidades económicas para sí, a exclusión conocimiento humano. El conocimiento es necesario para conce-
casi completa no sólo de personas no emparentadas sino también de ri- bir el uso y el diseño de un instrumento; en la creación material
vales colaterales. (1989: 25 5-256) del instrumento --<.:onocimiemo de la resistencia del material, de
los movimientos eficientes ... - y al utilizar cualquier instrumen-
La crítica de Wilmsen demuestra que la perspectiva ecológica to, pues no existe un empleo «natural» ni siquiera del hacha más
debería siempre formar parte de un marco más amplio de relacio- simple.
nes de producción, es decir, que considere el acceso a los recursos El objetivo de un proceso tecnológico concreto consiste en ob-
y la distribución del poder. Por otra parte, el entorno no debería tener y/o cransformar un producto específico. En el proceso, una o
ser considerado un supuesto ahistórico. La historia está inscrita en más personas utilizarán diversos insrrumenros. El empleo de un
el entorno. Las relaciones pasadas habidas entre individuos, gru- inscrumenro requiere el conocimiento de numerosos movimiemos
pos, comunidades y comunidades políticas más amplias están ex- minuciosos coordinados en el ciempo. Cada movimiento específi-
presadas en el enromo y, a su vez, se convierten en elementos que co puede describirse como una acción técrúca que debe ser aprendi-
restringen las relaciones futuras. da y dominada. Numerosas acciones técnicas son coordinadas para
alcanzar un resultado cualicarivo significativo como, por ejemplo.
la perforación de una plancha metálica. Esto se describe como una
Procesos tecnológicos semencia técnica. A su vez varias secuencias técnicas se articulan en
una cadena operativa que conduce a la finalización de una etapa de
Instrumentos; conocimiento; cadenas operativas Ja producóón. Por lo general el proceso tecnológico que lleva al
producto final deseado esrá formado por la suma de una serie de
Muchas veces de modo inocente pero equívoco el hecho de ha- cadenas operativas en las gue cooperan diferentes personas, in-
blar del nivel tecnológico de una sociedad presupone que la tec- vierren su energía en diferentes secuencias técnicas y dominan el
oolog ía es un dispositivo difundido de forma homogénea en toda conocimjenro necesario para el funcionamjenro del proceso (Bal-
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fet, 1975). Resulta interesante señalar que las características espe- Después de la cosecha, también debe evitarse el almacena-
cíficas del producto primario o materia prima a procesar pueden miento prolongado en sacos, ya que se acelera el proceso de fer-
condicionar en extremo determinados aspectos del proceso tecno- mentación. A fin de evitar el almacenamiento y sus consecuencias
lógico (Narotzky, 1988c). En consecuencia, determinados puntos negativas, el ritmo de producción de aceite en la almazara --don-
de las cadenas operativas se enfatizarán porque se consideran cru- de se trituran y prensan las aceitunas- debe ser continuo y se-
ciales. Además, las variaciones en el producto primario o materia guir el ritmo de la recolección.
prima probablemente afectarán al proceso tecnológico asociado. En consecuencia, el grado de control sobre el molino de aceite
Por ejemplo, el nivel del suelo en el que se encuentra un mineral es un elemento crucial en el establecimiento de las relaciones de
en un lugar específico, como también las cualidades especiales de producción de la zona. A finales del siglo XIX, algunos propieta-
los diversos minerales que proporcionan carbón, determinarán di- rios privados de molinos de aceite ejercían un monopsonio sobre
ferencias concretas en los procesos tecnológicos de extracción. A su la totalidad de la cosecha de aceitunas producidas en la zona (es
vez, ello afectará a la organización de la producción y a las relacio- decir, eran los únicos compradores). Los pequeños y medianos
nes de producción en la mina. propietarios , así como los aparceros, se veían obligados a vender
En la comunidad productora de aceite de oliva de la Cataluña sus aceitunas a los propietarios de las almazaras al precio que és-
rural, donde realicé mi trabajo de campo, el ciclo de maduración tos estuvieran dispuestos a pagar. Asimismo, los pequeños pro-
de la aceituna resulta importante para comprender algunas limi- pietarios, que trabajaban también como jornaleros para los gran-
taciones técnicas de la producción que acarrean consecuencias des terratenientes propietarios de almazaras, tenían que demorar
económicas y sociales. La calidad del aceite obtenido y, por lo tan- su propia cosecha hasta finalizar la de su patrón. Para entonces sus
to, su precio en el mercado, está relacionado con los diferentes aceitunas estaban demasiado maduras o en el suelo, y generaban
momentos de la cosecha y el procesamiento de la aceituna. Las precios muy bajos. Los propietarios medianos, por otra parte, te-
aceitunas están listas para cosechar a finales de noviembre, y la re- nían suficiente producción para permanecer independientes, pero
colección suele finalizar en enero o febrero, pero puede extender- no tenían acceso al mercado de aceite donde se obtenían las ga-
se hasta marzo. Durante este período las aceitunas pueden clasifi- nancias, y se veían obligados a vender sus aceitunas a precios de
carse en cuatro categorías diferentes : monopsonio a los propietarios de las almazaras. Con el objetivo
de evitar el control que ejercían los molinos de aceite sobre el pro-
1. Las aceitunas todavía están verdes; el rendimiento del aceite es ceso de producción y sobre el acceso al mercado de aceite, los pro-
menor, el sabor es amargo y afecta a la calidad. pietarios medianos fundaron en 1914 en el pueblo estudiado una
2. El fruto está maduro y el contenido de aceite está en su nivel cooperativa de molinos de aceite. Así se integraron plenamente
máximo. en las relaciones de mercado capitalistas, como productores inde-
3. El fruto está demasiado maduro, tiene un mayor contenido de pendientes de una mercancía comercializable fuera de la locali-
grasa pero menos aceite; pierde agua y puede sufrir la helada. dad: el aceite.
Todo ello afecta negativamente al sabor del aceite. Por lo tanto, la propiedad del molino de aceite --el medio
4. Las aceitunas recogidas del suelo constituyen la última cate- para transformar las aceitunas en un producto plenamente co-
goría. Por lo general el fruco está estropeado lo que contribu- mercial- resultaba fundamental. En efecto, determinaba las re-
ye a su fermentación; el resultado es un mayor grado de acidez laciones de producción en el marco más amplio de la economía de
en el aceite y, por lo tanto, un menor valor en el mercado. mercado capitalista; designaba al propietario de la almazara como
40 Antropología económica Producción 41

el único con control sobre el producto del trabajo, sin importar si un «especialista». Entonces, aunque los derechos de acceso a la
la rierra le pertenecía o no. Él decidía cuánro se deb.ía pagar a los almazara sean compartidos entre los copropietarios, todos depen-
productores según normas de «Calidad » basadas en ~l ciclo de den, para la transformación del producto, del individuo que con-
maduración de la aceimna y su tiempo de almaceoam1emo antes trola el conocimiento sobre su uso.
de ser llevada al molino. En la medida en que la producción de los La propiedad de los instrumentos se enmarca en dos categorías
campesinos independientes permanecía cautiva en el mercado lo- básicas que, a su vez, poseen muchas variaciones, todas ellas con
cal de aceitunas, e1 trabaj o del p roductor era mano de obra «de- consecuencias importantes para las relaciones de producción. La
pendiente » de los propietarios de los molinos de aceite (Na- propiedad del instrumento puede ser privada --cuando el acceso
rotzky, 1989). está restringido a una persona o a un grupo de personas específic~
o común, cuando el acceso está abierto a todos los miembros de una
comunidad . No obstante, el grado de institucionalización de la
Los Lugares de control: propiedad de los instrumentos. propiedad varía según Las sociedades. Algunas poseen definiciones
transmisirfn del conocimiento; dise1fo del proceso labaml muy vagas de la propiedad, otras cuentan con regulaciones meticu-
losas y explícitas. Es más, dentro de las sociedades el concepto de
La tecnología, en consecuencia, es un proceso complejo que com- propiedad puede variar según la importancia de Los instrumentos
bina recursos, seres humanos, conocimiento e instrumentos de específicos en los procesos tecnológicos concretos. Asimismo, el
trabajo en una relación articulada. El proceso tecnológico expresa mismo instrumento puede ser «propiedad » de diferentes personas
de muchos modos la organización social de una sociedad . Los rns- de forma diversa. Este es el caso cuando Los derechos de uso difie-
trumentos , por ejemplo, pueden ser fáciles o difíciles de fabricar ren de los derechos de propiedad, ya sea explícita o implícitamente.
y dicha fabricación puede realizarse de fo~ma in~ividual o _coope- El conocimiento constituye otro factor crucial en el control de
rativa; pueden hacerse circular entre soc10s de rntercambio o en los instrumentos . Por una parte , el conocimiento puede ser «po-
ocasiones ceremoniales, etcétera. Los instrumentos en sí mismos seído » con exclusión de los demás, o puede ser compartido am-
incorporan una amplia variedad de relaciones sociales. Cuand_o pliamente dentro de una sociedad. Por otra, el conocimiento de
forman parte de un proceso tecnológico, los instrumentos constl- facto debe distinguirse del conocimiento socialmente reconocido. El
tuyen puntos importantes desde donde puede ejercerse control. modo en que se realiza la transmisión del conocimiento expresa
Existen dos medios básicos de control: la propiedad del instru- las relaciones sociales en una sociedad . Y el control efectivo del
mento y el conocimiento de su uso . Ambos pueden o no ser a~ri­ conocimiento constituye el campo de batalla de muchos conflic-
butos de las mismas personas, si bien expresan poder sobre dife- tos que tienen que ver con las relaciones de producción. El cono-
rentes aspectos del proceso de producción. Es más, dentro de un cimiento del uso de un telar, por ejemplo, puede ser compartido
proceso tecnológico específico , diferentes instrume~tos probable- en algunas sociedades por todos los hombres y mujeres sin dis-
mente sean controlados de formas diferentes por distintas perso- tinción, mientras que en otras únicamente los hombres sabrán
nas. Las etapas cruciale.s en las cadenas operativas, aquellas que cómo utilizarlo, y aún en otras sólo un pequeño grupo de artesa-
comprometen de modo significativo el resultado del proceso to- nos que cumplen con estrictas reglas de aprendizaje tendrán acce-
tal, por lo general concentran más poder. Así, por ejemplo, u~a so a los privilegios de uso y ocuparán posiciones según una jerar-
almazara puede ser propiedad de una cooperativa, perod ~º?ºci­ quía de grados de conocimiento que, a su vez, influirá en su
miento de su uso puede constituir el privilegio de un md1v1duo, capacidad para poseer determinados instrumentos .
Producción 43
42 Antropología económica

tecnológico y el conocimiento de su uso constituyen activos im-


La transmisión del conocimiento necesario para manejar ins-
portantes en el control del proceso de producción. No obstante,
trumentos puede real izarse en un continuo que abarca modalida~
vale la pena recordar que diferentes personas pueden ocupar estos
des que son desde muy formales hasca muy info rmales. P or lo ge-
lugares de poder, lo cual suscitará conflictos por el control del pro-
neral, cuanto más i.nfocmal es la transmisión , m ás abie rto e el
ceso laboral. Taylor, propulsor del taylorismo o gestión científica
acceso al conocimiento; cuanto más fo rmal, más resuingido. No
del trabajo que se estableció como modelo de organización pro-
es raro que conocimientos similares sean transmitidos de diferen-
ductiva en la fabricación industrial a principios del siglo xx, se-
tes maneras dentro de distintas instituciones sociales, lo cual
ñala clarame~te el problema que afectaba a las fábricas en esa épo-
afectará el valor social del conocimiento que, a su vez, se verá re-
ca: los trabaiadores poseían un conocimiento completo de los
flejado en el valor de mercado de ese conocimiento (en sociedades
instrumentos que utilizaban, así como del proceso laboral total.
donde la institución del m ercado es hegemónica). El conocimien-
Est.o les concedía poder para controlar la tasa de producción y la
to que dom inan las niñas al aprender de su mad re a diseñar, con-
calidad de la producción en el taller. Además, las mejoras tecno-
feccionar y con.a r patrones, a hi lvanar y a coser las par:ces de un
lógicas y organizativas del proceso laboral quedaban en sus manos
vestido, probablemente sea muy si milar al q ue dominan los jó-
(Taylor, 1970; Braverman, 197 4). En esa situación, resultaba más
venes aprendices varones que aprenden el oficio con un sastre.
fácil resistirse a los intereses de los gerentes y de los propietarios.
No obstante, estos últimos recibirán un reconocimiento social
La gestión científica buscó responder a estos problemas expro-
por sus saber es, mientras que las primeras son consideradas so-
piando el conocimiento de los trabajadores y transfiriéndolo a la
cialmente carentes de cualificación. R esulta interesante señalar
gestión. Sin el conocimiento, los trabajadores carecían de poder y
-como lo han hecho las estudiosas feministas- que el conoci-
se convertían en meros «braceros», energía humana.
miento transmitido en el seno de la familia de un modo informal,
No obstante, incluso cuando los trabajadores conservan algún
por lo general no se reconoce como una cualificación. ad icional,
conocimiento, éste se inserta a la fuerza en el marco de un diseño
si no que se subsume en las cualidades naturales por e¡emplo, en
de proceso laboral específico. Quienes controlan este aspecto del
la habilidad para realizar tareas mo nótonas o en la desu eza de
proceso de producción poseen la clave del control general. En al-
«dedos ágiles» característica en las niñas de la mayor parte de las
gunos procesos laborales, el diseño puede ser de carácter inme-
sociedades (Phill ips y Tay lor, 1980; Elson y Pearson, 1981). Gran
diato y depender en gran parte de las condiciones medioambien-
parte del conoci miento q ue adquieren las mujeres en el g:upo fa-
tales, con poca planificación y gran flexibilidad: ese es el caso de
miliar desde muy temprana edad, a través del entrenamiento en
la recolección donde, además, los instrumentos y el conocimien-
las tareas y habilidades domésticas --eocina, limpieza, cuidado
to están a disposición de la mayoría de los miembros de un gru-
de niños, planchado, costura, etcétera- es de este tipo. Esta cu~­
po, si bien a veces existen distinciones de género o en torno al ac-
lificación es considerada natural y no puede valorarse como cuali-
ceso diferencial a los recursos. Un cazador que obtiene un éxito
ficación en el mercado. Por lo tanto pese a q ue g ran. parte de los
repentino puede llegar a dominar una cierta capacidad para dise-
empleos ofrecidos a las mujeres específicamente requ.iere ? i.c.hos
ñar el proceso laboral, al igual que las mujeres mayores cuya pro-
conocimientos y preparación (trabajos en el área de serv1c1os y
longada experiencia sobre la variación de recursos locales consti-
cuidado de la salud, industria de la confección o elecrrónica, etcé-
tuye un conocimiento adquirido que las recolectoras más jóvenes
tera), las mujeres acceden al mercado como mano de obra «no
aún deben dominar. Un mayor control puede también encontrar-
cualificada». se en manos de los «propietarios» de los recursos de la tierra,
La propiedad de los instrumentos necesarios en un proceso
44 Antropología económica
Producción 45
aquellos con la residencia comprobada más prolongada (Wilm-
dad» --el conocimiento general del proceso laboral- constituía
sen 1989). Sin duda ello confiere cierro poder a quienes pueden
la clave del poder institucional jerárquico de las corporaciones.
controlar, aunque sea por tiempo limirndo, el diseño del proceso Así, la propiedad de la cualificación no sólo consistía en el conoci-
laboral. En esros casos, este control y poder circunstanciales rara
miento adquirido sino también en la sanción institucional del lo-
vez se insriruciooalizan, pero pueden incremeorar la diferencia-
gro de una determinada categoría predefinida en el marco de las
ción, y es probable que influyan en la posibilidad de acceder a un relaciones sociales de producción. Diferenciaba a los trabajadores
abanico más amplio de recursos. según categorías institucionalizadas de conocimiento y destreza.
Por otra parte, el diseño de los procesos laborales industriales Asimismo, propiciaba solidaridad entre quienes compartían el mis-
clásicos requiere una cooperación articulada de un modo ---esta- mo estatus_ de «cualificación» y, por tanto, compartían una po-
ble y predecible- altameme jerárquico y .rígido. Si bien recien - SKIOn eqmvalente en las relaciones de producción. Durante el
temeore se ha propuesta la «flexibilización » de los procesos labo- siglo XIX, «la propiedad de la cualificación» fue el concepto ideo-
ral-es, rara vez se elimina la rígida jerarquía de conrrol. Así, el
lógico central que utilizaron los trabajadores para organizar los
modo en que se organiza el proceso tecnológico, cuál es la se- prim_eros sindicatos. Sólo después de la batalla taylorista, para ex-
cuencia cécnica que precede a ot ra, gué actividades pueden ser proptar la «cualificación» de los trabajadores, tomaron impulso
realizadas en paralelo, qué parre del proceso esrablece el ritmo del otros conceptos para la organización de la solidaridad.
resto y demás, consriruyen plloros esenciales. A su vez, lo ante- El conocimiento específico y general del proceso laboral difie-
rior esrrucrura los nodos de con crol de capataces, gerentes del de- re del concepto de «cualificación» tal y como lo utilizan los eco-
parrarnenro de producción, etcérera. En general, el objetivo coo- nomistas, sociólogos y legisladores. Mientras que el primero es
iste en sirua.r las actividades Laborales en un marco estricro meramente descriptivo de las destrezas técnicas que se poseen, el
predefinido, concrolado por la gerencia. La capacidad y autono- segundo implica el reconocimiento institucional de dichas habi-
mía laboral quedan así restringidas desde el principio por su ads- lidades. Sin este reconocimiento, la valoración social y económica
cripción a secuencias específicas predefinidas del proceso tecnoló- de las habilidades técnicas se ve dificultada. No obstante, el reco-
gico. Asimismo, la fuerza de trabajo e define como «cualificada» nocimiento de las habilidades técnicas no resulta homogéneo en
o «no cualificada)» no tanto según sus destrezas inherentes sino una sociedad . Expresa líneas de conflicto en las relaciones sociales
de acuerdo con su posición en el proceso tecnológico. de producción. Por ejemplo, en las sociedades industriales occi-
dentales, los trabajadores pueden reconocer las habilidades técni-
cas de sus compañeros de trabajo, pueden institucionalizar ritua-
La mestión de la «malificación» les y sanciones sociales que atribuyen explícitamente categorías
es~ecíficas de conocimiento, mientras que la gerencia y los capi-
«Cualificación» es el conocimiento socialmente reconocido que se in- talistas 01egan la existencia de «cualificación» en las actividades
corpora al trabajo. Se trata del conocimiento acerca del uso de los de esos trabajadores. Los trabajadores pueden reconocer como
instrumentos, del conocimiento ligado a la gestión del trabajo. «cualificación» la actividad técnica de sus compañeros de trabajo,
Existe a menudo un elemento manual en el uso común de la pa- Y negársela a las mujeres gue realizan la misma tarea. El Estado
labra «cualificación» que proviene de la «habilidad». De hecho, puede reconocer una «cualificación» formalmente adquirida en
el concepto proviene de la organización productiva artesanal du- cualquier institución autorizada mientras que los empresarios
rante el medioevo, cuando el dominio progresivo de una «habili- pueden negar esa «cualificación» a quienes la aprendieron en al-
46 Antropología económica Producción 47

guno de esos establecimientos. Por lo tanto, debemos prestar laciones específicas de producción entre los participantes de un
atención al hecho de que la «cualificación» no constituye una proceso productivo. En cualquier sociedad encontramos distin-
cualidad «objetiva» incorporada al trabajo, sino que expresa la ciones referidas a quién posee derechos sobre uno u otro recurso.
lucha por el acceso y la valoración del conocimiento como medio Por lo general, no existe un patrón consistente y único de acceso
de producción. De hecho, la construcción de las relaciones de po- a los distintos recursos. Por ejemplo, uno se puede apropiar de la
der en el proceso laboral se manifiesta muchas veces en el lengua- tierra de diferentes modos para distintos usos, como en el caso en
je de la «Cualificación». que se abren los campos de cereales segados privados al uso co-
U na consecuencia interesante es que únicamente la «cualifica- munitario dejando los rastrojos como pienso para animales des-
ción» puede ser «apropiada», sólo la «Cualificación» constituye pués de la cosecha, o cuando los olivares privados se abren a cual-
«capital», como en el concepto de «capital humano». Únicamen- quier persona de la comunidad para la rebusca de aceitunas caídas
te la «cualificación», en las sociedades de mercado, posee valor de y abandonadas en el suelo. Asimismo, los derechos plenos de pro-
cambio. Es importante tenerlo en cuenta al reflexionar sobre la piedad pueden diferir de los derechos de uso, como cuando el
oposición «cualificado»/ «no cualificado» que segmenta el merca- viudo o viuda posee derechos de uso sobre la propiedad del di-
do laboral y guía las políticas gubernamentales y las estrategias funto, aunque los derechos plenos de propiedad hayan sido trans-
de los sindicatos. Es preciso que nos preguntemos: ¿de quiénes feridos a los hijos. Por otra parte, diferentes personas pueden
son las categorías de «cualificación» que se utilizan, y cómo se re- apropiarse de formas diversas de los distintos recursos necesarios
fieren a las relaciones de producción existentes? Quienes carecen para el proceso de producción y entonces ejercer posiciones dis-
de «cualificación», ¿están privados de las capacidades técnicas tintas de poder en relación con la organización productiva y con
adquiridas necesarias para llevar a cabo las actividades que se les la aplicación de estrategias divergentes.
exigen? ¿Se utiliza la «cualificación» como arena ideológica en la El modo en que el acceso al espacio -tierra, mar, aire- y a
lucha por establecer relaciones materiales de producción determi- los recursos está organizado en una sociedad expresa las relaciones
nadas? La dialéctica de la «Cualificación» es, al mismo tiempo, de producción presentes en esa sociedad. Existen cuatro modali-
ideológica y material y, por ende, crucial para la comprensión de dades principales de apropiación de recursos.
las relaciones sociales de producción. No obstante, la «cualifica- En primer lugar, el lihre acceso se refiere a la situación en la que
ción» sólo puede constituir una herramienta conceptual valiosa si no existen reglas que rijan el uso de un recurso ni restricción de
se distingue claramente de las habilidades técnicas y del conoci- acceso alguna. En la actualidad, el aire es un recurso de esta natu-
miento específico y general de un proceso laboral. raleza, y el intento de regular su uso por parte de organizaciones
internacionales encuentra una gran resistencia. Las pesquerías de
altura solían ser otro recurso de esta naturaleza, pero su uso y ac-
Acceso a los recursos ceso se ven cada vez más regulados por comités internacionales.
En segundo lugar, la propiedad privada se refiere a la restricción
Acceso diferencial al espacio, la tecnología, las fuentes de energía; de los derechos de acceso a un individuo o grupo de individuos,
cooperación y competencia ·es decir, a un grupo corporativo. Los derechos son alienables y
transferibles sin limitación alguna por parte de quienes los po-
El acceso a los recursos constituye el factor principal para deter- seen. No obstante, el Estado puede imponer reglas generales que
minar la organización de la producción. Crea el marco para las re- incidan en los derechos absolutos de uso y transferencia de la pro-
48 Antropología económica Producción 49

piedad privada y crear así un marco legal al que debe adaptarse la les y de montaña suelen describirse como propiedad comunal. Es
propiedad privada. Por otro lado, los derechos de uso no son equi- el caso, también , de la tierra agrícola y la pesca costera en muchas
valentes a los derechos de propiedad plenos, y deberían ser dife- sociedades.
renciados. Pueden ser transferidos siguiendo líneas divergentes. En cuarto lugar, la propiedad estatal se refiere a los recursos que
Los derechos de uso son diferentes de los derechos de alienación el Estado controla y cuyo acceso y derechos de uso regula. Muchos
plenos, y ambos pueden ser detentados de forma privada y ser de estos recursos se administran para su uso público bajo deter-
transferidos por una única persona o por distintos individuos o minadas condiciones: es el caso del agua corriente, caminos y ca-
grupos. La tierra agrícola en muchas sociedades se considera hoy rreteras, jardines públicos, etcétera. Otros se gestionan como em-
en día propiedad privada, así como la mayor parte de los instru- presas «privadas» que pertenecen a la «corporación» del Estado,
mentos e instalaciones que se utilizan para la producción indus- cuyas ganancias y pérdidas afectan al presupuesto estatal y de
trial en las sociedades de mercado occidentales. modo sólo indirecto a los ciudadanos. Otros recursos se transfie-
En tercer lugar, la propiedad comttna! se refiere a la regulación ren como concesiones que otorgan a un particular, a una corpora-
del acceso y uso de un recurso por parte de una comunidad, y ción o a una comunidad, el privilegio de los derechos de uso y la
debe distinguirse claramente del libre acceso. Los derechos a un explotación del recurso, este es el caso de muchos recursos mine-
recurso se asignan de forma colectiva y el principal factor restric- ros y energéticos.
tivo consiste en la definición de las reglas de inclusión en la co- Estos cuatro modos principales de apropiación de recursos de-
munidad. «Pertenecer» a una comunidad suele basarse en cri- ben considerarse como una tipología abstracta, que sirve de guía
terios tales como vínculos de parentesco real o putativo con para la comprensión de los sistemas complejos que de manera
miembros antiguos de la comunidad, residencia y otras referen- formal e informal regulan el acceso a los recursos. Por otra parte,
cias ideológicas al espacio como, por ejemplo, la filiación con li- hay que tener en cuenta varios factores. Las mencionadas formas
najes sagrados y santuarios, etcétera. La aplicación de estos crite- de acceso no son excluyentes y en la mayor parte de las sociedades
rios diversos de pertenencia en muchos casos da como resultado coexisten varios sistemas. Muchas sociedades no cuentan con nin-
una clara diferenciación y jerarquía de los miembros de la comu- gún equivalente del concepto de «propiedad », y la regulación del
nidad , lo cual, a su vez, afecta a su poder para regular el acceso co- acceso a los recursos y su uso puede resultar difusa y transformar-
munal a los recursos y, probablemente, también el derecho efecti- se según variables tales como el tamaño del grupo, las condicio-
vo de acceso a rales recursos . La propiedad comunal permanece nes del entorno, etcétera. Asimismo, diferentes entidades -indi-
abierta a los miembros de una comunidad bajo regulaciones espe- viduos, corporaciones, comunidades, el Estado, etcétera-
cíficas. Generalmente es inalienable pues, en última instancia, los pueden tener diferente acceso y derechos de uso sobre un mismo
derechos de propiedad están atribuidos a un grupo atemporal y recurso . La multiplicidad de los modos de acceso y exclusión so-
trascendente de personas, mientras que los individuos físicos sólo bre los recursos -regulado y desregulado, explícito e implícito,
poseen derechos de uso. Si bien la diferenciación no debe excluir- formal e informal- abona el terreno para el conflicto y la coope-
se, las regulaciones colectivas de acceso y uso de recursos y lama- ración entre los individuos y grupos en el contexto de circunscan-
nipulación estratégica de los criterios de pertenencia a la comuni- .cías históricas cambiantes.
dad por parte de individuos y/o grupos domésticos tienden a Las tribus indias que habitan en torno a los Grandes Lagos de
igualar los derechos de uso entre los residentes de la comunidad. América del Norte constituyen un ejemplo interesante de la
Los derechos a las tierras de pastoreo en las comunidades pastora- transformación histórica del acceso a los recursos, desde un siste-
50 Antropología económica Producción 51

maque era fundamentalmente comunal, a un acceso básicamente tos materiales del proceso tecnológico o en los aspeccos sociales de
restrictivo en relación con ciertos recursos específicos. Con ante- las relaciones de producción.
rioridad a la penetración del comercio de pieles en el siglo XVIII, Las relaciones sociales de producción se definen como la orga-
estas tribus seguían un patrón individual o familiar de caza del nización intencionada por parte de individuos o grupos humanos
caribú en invierno, cuando el animal tendía a estar disperso y a de trabajo, tierra e instrumentos con el fin de producir un resul-
pastar en solitario. En primavera y principios de verano y otoño, tado específico. El acceso y el control de los medios de producción
cuando el caribú y el salmón migraban en grandes grupos, se y las diversas formas de cooperación o resistencia estructuran las
practicaba la caza y la pesca colectiva. De nuevo, un patrón de ac- relaciones de producción. Pueden estar en juego diversos métodos
ceso a los recursos más autónomo, disperso y doméstico ocurría en coercitivos o consensuales de conseguir la conformidad con un
verano, cuando abundaban los vegetales y las bayas comestibles y proceso laboral predefinido. De hecho, los intereses individuales
diversas especies de animales. El acceso a los recursos situados en o colectivos pueden perseguirse a través de la adscripción real o
el área controlada por la tribu permanecía abierto a sus miembros ficticia a los fines de quienes dominan el proceso de producción,
y a los residentes de visita, los límites del área eran difusos y la o a través de la contestación y el conflicto cuyo fin es transformar
cooperación --que no la competencia- entre grupos más peque- la estructura productiva.
ños o más grandes manifestaba la relación irrestricta a los recur- El acceso diferencial a los recursos adquiere un significado es-
sos. Con la penetración y la extensión del comercio de pieles, el pecial cuando se considera desde el punto de vista del proceso
comerciante europeo comenzó a cerrar tratos comerciales de for- productivo, que implica a personas concretas situadas en diferen-
ma individual. En consecuencia, los cazadores comenzaron a com- tes relaciones con respecto a los medios de producción. Esta pers-
petir entre sí por los animales de piel, y el acceso a estos animales pectiva crea un modelo que destaca la producción como el proce-
quedó restringido dentro de determinadas tierras familiares de so fundamental que genera la estructura de las sociedades. Este
caza claramente delimitadas. Resulta interesante señalar que esta modelo deriva de los escritos de Marx, y subraya la necesidad bá-
restricción de acceso afectó únicamente a los animales de piel para sica, en todas las sociedades, de organizar los medios de subsis-
el comercio, y que los patrones comunales continuaron vigentes tencia material. Si bien diversas críticas interesantes han transfor-
para la subsistencia (Wolf, 1982; Leacock, 1978). mado y enriquecido esta posición -como veremos en los
próximos capítulos-, la producción continúa siendo el proceso
más significativo para la comprensión de las cuestiones «econó-
Agentes y medio.r de producción: la constmcción de las divisiones micas» que estructuran las relaciones sociales.
d:d trabajo El acceso a la tierra, al trabajo y a los instrumentos necesarios
en un proceso de producción puede ser asignado de forma libre,
El espacio, la tecnología y las fuentes de energía constituyen me- comunal o privada, o por el Estado, en la manera explícita, im-
dios de prod1tcción cuando su fin es obtener un resultado o produc- plícita o difusa que hemos descrito, con la frecuente superposi-
to específico. No debemos olvidar que el trabajo -la aplicación ción de varios derechos diferentes sobre el mismo recurso. El con-
inteligente del esfuerzo humano- constituye sin duda el ele- trol diferencial de los medios de producción por parte de
mento más importante en el proceso de producción. El conoci- individuos particulares define la distribución del poder a lo largo
miento y la energía del trabajo resultan esenciales en cualquier del proceso -la capacidad de formular y llevar a cabo decisiones
proceso de producción, ya sea que el énfasis recaiga en los aspee- referidas al proceso, de promover intereses particulares, etcéte-
52 Antropología económica Producción 53

ra-, así como las cuestiones sobre las que resulta más probable está legitimada y reforzada mediante constructos ideológicos y
que se produzcan fricciones y conflictos. El acceso y el control del culturales. Es común el empleo de criterios de género y edad para
trabajo pueden lograrse a través del uso y la manipulación de la- la construcción de las divisiones de trabajo: las mujeres están des-
zos reales y ficticios de parentesco, que permiten a los ancianos de tinadas a realizar algunas tareas y no otras, mientras que los varo-
una sociedad de linajes pastoral, por ejemplo, utilizar el trabajo nes también son canalizados y limitados en su abanico de activi-
de los miembros más jóvenes (Meillassoux, 1982, 1978). En ge- dades; y los varones y mujeres jóvenes tienen prohibido realizar
neral, el control del trabajo se asocia al control exclusivo de algún algunas tareas restringidas a las personas mayores. La legitima-
recurso fundamental, como el agua, la tierra o la información. ción muchas veces se apoya en la naturalización de tareas especí-
En algunos grupos campesinos occidentales, por ejemplo en la ficas: por ejemplo, ya que las mujeres dan a luz y amamantan,
Cataluña rural tradicional, la transferencia de la propiedad y los «por naturaleza» están destinadas a limpiar, cocinar, cuidar de los
derechos de uso de la tierra están separados. El hijo/hija que he- niños y adultos mayores, etcétera; las personas ancianas han vivi-
reda la propiedad con el matrimonio no tiene derechos de uso ni, do más tiempo y, por lo tanto, tienen más experiencia, conoci-
por tanto, control total, hasta la muerte de los padres. Así, el tra- miento e información para tomar decisiones importantes, mien-
bajo de un hombre -el del hijo o el marido de la hija- está li- tras que los más jóvenes son físicamente más fuertes y pueden
gado a la tierra por un legado que no otorga la capacidad para realizar el trabajo duro. Si bien no cabe duda de que las mujeres
tomar decisiones hasta muchos años después. No obstante, infor- dan a luz y amamantan, los ancianos han vivido más tiempo y los
malmente la responsabilidad del heredero en el control directo más jóvenes suelen gozar de mejor salud, el uso de criterios gené-
del proceso laboral aumenta a medida que la energía y capacidad ricos para construir las divisiones del trabajo es siempre una crea-
de su padre se ven afectadas por la edad . Los hijos que no heredan ción social, y no natural. Pues, incluso si todas las mujeres dieran
están excluidos de toda posición de control excepto, quizás, de a luz, no todas amamantarían; en muchas sociedades existen sus-
aquellas que se refieren directamente a su conocimiento específi- titutos de la leche materna. No todas las mujeres dan a luz y, lo
co del proceso tecnológico. Su trabajo está controlado por quienes que es más, el ciclo vital de cualquier mujer cuenta con períodos
poseen los medios de producción, pero no está vinculado a la es- fértiles e infértiles. Muchas veces la cadena lógica del razona-
tructura del proceso de producción. La migración en busca de miento resulta defectuosa y presenta incongruencias, como cuan-
mejores oportunidades laborales constituye una estrategia muy do el sedentarismo, la limpieza y la cocina se deducen del hecho
frecuente para quienes no poseen derechos sucesorios sobre la tie- de dar a luz y de amamantar. En consecuencia, la extensión de
rra. En esa situación, se produce un conflicto entre quienes tienen atributos específicos, socialmente circunscritos, a una categoría
derechos de uso y aquellos con derechos de propiedad plena (pa- general abstracta de personas no debe ser considerada una des-
dre/heredero); y entre quienes tienen algunos derechos y los que cripción de «Características» naturales o universales inherentes a
carecen de ellos en la misma generación (heredero/hermanos), en esas categorías. Estas características más bien deberían ser vistas
particular, cuando no existen otras oportunidades de obtener in- como expresión de las fuerzas sociales y políticas dentro del ám-
gresos. El poder y el conflicto que surgen del control diferencial bito del discurso de la cultura. Estos constructos ideológicos pue-
sobre los medios de producción quedan claros en este ejemplo den tornarse dominantes y arraigar en una sociedad, hasta el pun-
(Narotzky, 1989, 1991). to de ser aceptados como «naturales» por quienes se ven afectados
En la mayor parte de las sociedades, algún tipo de división del por ellos. Sin embargo, debemos procurar revelar de qué manera
trabajo forma parte de la organización general de la sociedad, y dichos constructos son negociados, llevados a cabo, resistidos y
54 Antropología económica Producción 55

transformados por los grupos de personas situados en diferentes dece a la ausencia de alternativas (es, por lo tanto, forzado), si
puntos de la estructura de una sociedad determinada, situados bien, y por lo general , se percibe como una decisión autónoma, li-
pues en diferentes campos de fuerza cultural y material. bre y voluntaria.
Por lo general, la división del trabajo se concibe como una se- Las formas de controlar los medios de producción -ya sea tie-
rie de criterios que afecta de modo homogéneo a la organización rra, trabajo, instrumentos, conocimiento o «Cualificación »-
total de una sociedad en sus esfuerzos productivos y reproducti- constiruyen factores importantes para definir la posición de indi-
vos, en sus aspectos tanto material como cultural. Al principio viduos o grupos particulares en la «división del trabajo » y para
fue un concepto funcionalista elaborado por Durkheim, que vin- determinar las mayores o menores limitaciones de su contribu-
culaba la especialización laboral con la «integración del cuerpo ción efectiva de esfuerzo laboral en el proceso de producción. For-
social» (2002 [1893]: 58-60) . mas jerárquicas u horizontales de cooperación serán concebidas
según la estructura de la «división del trabajo » en el proceso de
Es posible que la utilidad económica de la división del trabajo tenga producción y según el poder atribuido a quienes ocupan determi-
parte en esto, pero en todo caso, va más allá de los intereses puramente nadas posiciones en él. Estas «divisiones del trabajo» también
económicos, ya que consiste en el establecimiento de un orden social y tenderán a sustentarse en los discursos ideológicos de aquellos
moral mi generis. A través de él, los individuos están vinculados unos que detentan posiciones de poder, y los intentos de cuestionarlos
con otros. Sin él , serían independientes; en lugar de desarrollarse por se- y subvertirlos se basarán en justificaciones no sólo materiales sino
parado, aúnan sus esfuerzos. Son solidarios ... (Durkheim, 2002: 59) también ideológicas: culturales y morales.

El concepto resulta interesante ya que es amplio, y considera


como «trabajo » un número de actividades que no forman parte Relaciones sociales de produa:irín: el proceso /ahora/:
directa del proceso de producción como, por ejemplo, el trabajo la regulación y el Estado
doméstico. No obsrante, la proyección homogénea de las «divi-
siones del trabajo » en cuanto constituyentes de la estructura fun- La organización de la produccirín es la unidad analítica que se refie-
damental de la sociedad como un todo, tiende a pasar por alto la re al proceso de producción en su totalidad que conduce a un pro-
diferenciación dentro de estas «divisiones» ampliamente organiza- ducto deseado. Por lo general, se compone de varias unidades de
tivas, o bien a considerarla «excepcional». producción diferentes, articuladas como una totalidad funcional,
Asimismo, el concepto de «división del trabajo» se refiere a pero organizadas internamente de un modo autónomo o semiau-
procesos de producción específicos y a la asignación de individuos tónomo. Por ejemplo, la organización de la producción de auto-
o de grupos a posiciones determinadas dentro del proceso. Se re- móviles debería tener en cuenta todos los procesos y unidades de
quiere la cooperación entre los individuos y los grupos a cargo de producción referidos al producto final, incluyendo la extracción
los diferentes aspectos de un proceso productivo específico, a fin de minerales en un extremo y los sistemas de comercialización en
de articular y completar el proceso. La contribución de esfuerzo el otro. Esta perspectiva global resulta necesaria si deseamos
en un proceso productivo concreto puede realizarse de forma vo- entender las relaciones sociales de producción que intervienen en
luntaria o forzosa, o puede existir una combinación de ambos ele- las unidades de producción particulares, en el proceso completo
mentos. La «necesidad», la urgencia de conseguir bienes para la de producción y en el sistema económico en su totalidad. En con-
subsistencia, constituye un ejemplo de un sometimiento que obe- secuencia, resulta de suma importancia el estudio de las redes de
56 Antropología económica Producción 57

subcontratación, de los acuerdos comerciales con los proveedores (1976) en su estudio sobre las islas Trobriand, con el proceso de
de los insumos de producción, de las regulaciones estatales espe- reproducción total -material y simbólico-- de la sociedad . Las
cíficas que afectan a la producción en cualquier etapa del proce- relaciones de producción, entonces, son parte de la reproducción
so global. No obstante, el análisis detallado de las unidades de de la sociedad en su conjunto. Finalmente, todo el grupo domés-
producción articuladas en el proceso total también reviste im- tico se ocupa de la recolección de los tubérculos, a menudo con la
portancia para la comprensión de las relaciones sociales de pro- ayuda de otros miembros de la familia extensa, reclutados a tra-
ducción . vés de redes de favores recíprocos .
U na unidad de producción podría definirse como el espacio don- Las relaciones sociales de producción son el resultado del
de unas relaciones organizadas de producción dan como resultado modo en que la cooperación (voluntaria o forzada) y la coordina-
la producción de un producto (output) deseado . El espacio es con- ción se llevan a cabo entre quienes contribuyen, de un modo u
tinuo, como en una fábrica, o discontinuo, como en el caso de los otro, al proceso productivo. El acceso a los medios de producción
trabajadores a domicilio que forman parre de unidades de pro- y sus corolarios relativos al poder de control y de toma de deci-
ducción descentralizadas. En cada unidad de producción pueden siones constituyen los elementos principales en la construcción de
existir uno o varios procesos de trabajo, que se organizarán de un las relaciones de producción. Las relaciones sociales de produc-
modo específico a través de la aplicación de la capacidad de toma ción deberían ser observadas en el nivel específico del proceso la-
de decisión. Además, también deberán coordinarse los diferentes boral, y también en el nivel general de organización de la pro-
procesos laborales en la unidad de producción . Por lo general, se ducción. El análisis del proceso laboral puede ayudarnos a
emplean ya sea procesos jerárquicos u horizontales de toma de de- comprender la experiencia cotidiana del trabajo: cómo las perso-
cisiones, y en muchas unidades de producción --como en algunas nas administran su energía; cómo interactúan de manera organi-
fábricas de automóviles- se presenta una combinación de ambos zada o espontánea; de qué manera las restricciones limitan su ca-
sistemas: se supone que los grupos de trabajo poseen un control pacidad; cuáles son sus maniobras a fin de aumentar su poder;
directo sobre el proceso laboral y toman decisiones horizontales, cómo se genera la resistencia y la cooperación; de qué forma los
consensuadas, para obtener un rendimiento y una calidad ópti- intereses individuales y colectivos se redefinen de manera cons-
mos. Sin embargo, la fijación de objetivos y el control del proce- tante y se despliegan u obstruyen las estrategias, etcétera. El re-
so laboral siguen vinculados a una cadena jerárquica de mando, clutamiento laboral para una fábrica, por ejemplo, puede reali-
que desciende hasta el «líder» del grupo de trabajo. zarse en un momento dado a través de redes informales basadas en
En muchas sociedades la producción agrícola combina proce- lazos de parentesco y dirigidas a comunidades específicas. Así se
sos laborales que se organizan de diferentes maneras. La descrip- crean relaciones de patronazgo dentro de la fábrica, y al mismo
ción de Malinowski (1977) sobre las islas Trobriand, por ejemplo, tiempo se crean conjuntos de relaciones sociales densas al tiempo
demuestra cómo la limpieza y la preparación general del área cul- de naturaleza «económica» y «no económica», que afectan a la
tivada se lleva a cabo en grandes grupos por toda la comunidad, vida dentro y fuera de la fábrica . En otro momento, la gerencia
bajo la dirección del mago. La plantación, el cultivo y el mante- puede intentar pasar a un sistema más formal de reclutamiento, a
nimiento posterior los realiza el grupo doméstico, a quien el clan fin de quebrar los circuitos de control y poder que le son ajenos.
o el anciano del linaje ha asignado una parcela en particular. El Tamara Hareven 0 977b) ofrece como ejemplo el caso de una fá-
trabajo dentro del grupo doméstico sigue una división por líneas brica textil de Nueva Inglaterra a finales del siglo XIX .
de género que parece estar relacionada, como explica Weiner A través del análisis de la organización de la producción en su
58 Antropología económica Producción 59

conjunto, las relaciones sociales observadas en el nivel del proce- les obliga a aceptar posiciones específicas de dependencia en los
so laboral adquieren un significado que afecta a la organización procesos de producción, diseñados y controlados por otros .
total de la sociedad. La apropiación de los medios de producción,
ya sea de manera casi abierta o más restringida, obligará a las per-
sonas a entrar en el proceso productivo en determinadas posicio- La cuestión del «trabajo» en las sociedades occidentales
nes. Su capacidad para controlar la producción se verá limitada
consecuentemente. Un problema de definición: más allá de las relaciones de «empleo»
Por lo general, todas las sociedades regulan el acceso a los me- y de "dependencia»
dios fundamentales de producción, tales como la tierra y el agua.
Los miembros de la sociedad deben cumplir con normas defini- La separación de los medios de producción ha impedido a muchos
das. En muchas sociedades la fuerza física respalda las regulacio- trabajadores ganarse la vida de forma directa. Las relaciones de
nes relativas al acceso a los medios de producción. Ya sea que esté dependencia asalariadas se han incrementado en la agricultura y
controlada y gestionada de forma privada o pública, la fuerza im- la industria con la apropiación de tierras comunales y tecnologías
pone los límites de la interpretación y de la transgresión de las más competitivas por parte de particulares. En Europa, por ejem-
normas. Las sociedades cazadoras y recolectoras, como la !kung plo, las relaciones laborales se tornaron más dependientes cuan-
del Kalahari, parecen tener menos regulaciones y se refieren en su do el acceso a elementos básicos --como la leña, la caza menor, la
mayor parte a la limitación de los recursos ecológicos como el paja para tejados, etcétera- que antes estaban abiertos al uso co-
agua y la comida. El cumplimiento se logra en gran parte a través mún fue restringido y limitado para uso privado, y así se impidió
de una presión social difusa y de alianzas estratégicas. No obstan- el acceso de campesinos y jornaleros a fuentes necesarias de sub-
te, la necesidad de mantener redes sociales extensas en un contex- sistencia.
to de gran variabilidad ambiental, se compensa con los beneficios La tendencia a la generalización de las relaciones asalariadas de
positivos que logran algunos por medio de la restricción del acce- dependencia entre trabajadores y propietarios del capital ha sido
so a los recursos (Lee, 1979; Wilmsen, 1989; Weissner, 1982). En postulada como la marca de las relaciones industriales contempo-
la actualidad, la forma políticamente hegemónica del Estado na- ráneas de producción y, por extensión, de las relaciones sociales de
cional establece el marco para las regulaciones referidas al acceso producción en las sociedades occidentales de manera global. Al
a los medios de producción, y para las políticas de cumplimiento mismo tiempo, los ingresos han sido identificados con el sueldo.
normativo (que pueden ser monopolizadas por el Estado o com- Procurarse lo necesario para la vida dependía, supuestamente, del
partidas entre medios públicos y privados). No obstante, lo ante- sueldo que cobraban los que entraban en relaciones laborales de-
rior no excluye la existencia y operación de regulaciones autócto- pendientes.
nas, producidas a nivel local, formales o informales, restringidas Por otra parte, los modelos económicos han tendido a subrayar
a áreas tales como una comunidad o una región. El modo domi- el proceso de producción mientras que el proceso de consumo,
nante que regula e impone el acceso a los medios cruciales de pro- que se refiere de forma más directa a la subsistencia de las perso-
ducción establece un patrón general de las relaciones de produc- nas, ha sido considerado principalmente como el polo de deman-
ción. La propiedad privada, o la restricción de acceso a los medios da de la producción. Por lo general, lo que hicieran las personas
de producción, excluye a muchas personas del control directo del para procurarse la subsistencia y para organizar el proceso de con-
medio de vida en su aspecto más material -la subsistencia-, y sumo se consideraba una cuestión «económica» sólo en la medida
60 Antropología económica Producción 61

en que pertenecía o afectaba al proceso productivo. En conse- de la casa y otras tareas domésticas- han alcanzado una posición
cuencia, el trabajo como concepto económico en las sociedades oc- paralela a la de las actividades «productivas». Asimismo, la nece-
cidentales acabó por estar fuertemente vinculado al «empleo» y a sidad de entender que el proceso de subsistencia incluye tanto los
las relaciones laborales «dependientes». procesos productivo como reproductivo en el contexto del Esta-
Los antropólogos económicos, las estudiosas feministas y, más do, se ha convertido en uno de los principales asuntos a tratar de
recientemente, los que investigan la «economía informal», han la investigación feminista en cuanto a las relaciones sociales en
contribuido a aportar un concepto de trabajo más rico y comple- sociedades occidentales y no occidentales.
jo. Las sociedades no occidentales estudiadas por antropólogos La conciencia de que existe una gran parte de la producción
como Malinowski y Firth tuvieron que ser abordadas con un con- que no se refleja en las estadísticas oficiales ha impulsado a mu-
cepto flexible del trabajo, adecuado a todo tipo de actividades re- chos economistas, antropólogos y sociólogos que trabajan tanto
lacionadas con la subsistencia y la reproducción de una sociedad en sociedades occidentales «desarrolladas» como del tercer mun-
en su conjunto. Las tareas domésticas fueron consideradas «traba- do, al estudio de las economías «informales» o «sumergidas».
jo» de igual categoría «económica». Asimismo, las actividades Gran parte de esta producción informal sigue patrones de trabajo
como el mantenimiento de redes sociales - a través de activida- asalariado, si bien las relaciones de trabajo/capital están estrecha-
des ceremoniales o rituales- fueron consideradas trabajo desde mente vinculadas con otras relaciones «no económicas» (paren-
un punto de vista «económico». De hecho, estas redes han resul- tesco, amistad, vecindad), relaciones extracontractuales, de con-
tado ser una importante herramienta para asegurar el trabajo u fianza, que crean un contexto diferente de constricción de la
otros recursos en determinados puntos del ciclo económico anual, cooperación. Otras actividades económicas informales están rela-
o a lo largo del ciclo vital del hogar o del individuo. A medida cionadas no tanto con la «producción» como con ganar el susten-
que los antropólogos se centraban cada vez más en el estudio de to necesario, ya sea que ello signifique obtener un sueldo a cam-
sociedades más industrializadas y en vías de industrialización, y bio de trabajo, recibir cupones de comida del Estado, construir
tomaban conciencia de la articulación entre las sociedades «occi- una casa, reparar un enchufe, recibir ayuda para el cuidado de los .1
dentales» y «primitivas» -modos de producción capitalista y niños, cocinar o lavar platos, etcétera. Esta perspectiva también
precapitalista en la terminología marxista- esta apertura del amplía el significado del trabajo para incluir las actividades «re-
concepto de trabajo fue generalmente trasladada a su perspectiva productivas».
económica. Esta triple línea de investigación y de escritos teóricos --des-
Las estudiosas feministas se han enfrentado directamente al de las perspectivas de la antropología, del feminismo y de la eco-
problema del trabajo de las mujeres. La importancia económica nomía informal- ha contribuido a apreciar la necesidad de con-
de un trabajo invisible como el de las tareas domésticas, y un tra- siderar el trabajo, más allá de las relaciones laborales «de
bajo devaluado como el del trabajo a domicilio o trabajo de servi- dependencia» o «de empleo», como parte de un terreno econó-
cio «no cualificado», ha sido demostrada mediante el análisis de mico más amplio, que incluye relaciones sociales productivas y
la articulación material e ideológica de este trabajo en el contex- reproductivas en el proceso de la reproducción material de una
to de la reproducción social en su conjunto. En los enfoques eco- sociedad.
nómicos feministas las actividades de «reproducción» --entre las
que se incluyen la procreación, el cuidado infantil y de los ancia-
nos, la organización y realización del consumo, el mantenimiento
62 Antropología económica Producción 63

margen de aplicación. En un extremo podemos ver que se ofrece


Reflejar el trabajo invisible; ¿trabajo contra ocio o trabajo durante ayuda muy «informal» o «eventual», sin que medien cuestiones
el ocio? monetarias, cuando un pariente cercano la necesita. En el otro, se
encuentra el trabajo muy «formal», regulado, que se contabiliza
Un problema adicional, una vez adoptado el concepto más en horas trabajadas o tareas realizadas, incluso a veces referido a
amplio de trabajo, consiste en ver cómo se valora el trabajo que los precios del mercado laboral para actividades equivalentes,
no entra directamente en las relaciones de mercado. Las tareas pero que obvia el mercado y la monetización.
domésticas de las mujeres han sido abordadas una y otra vez, con En las sociedades occidentales, muchos de los elementos nece-
la intención de tratar la cuestión del valor. En general existen dos sarios para la subsistencia se suministran a través de intercambios
·perspectivas: una de ellas considera que las tareas domésticas de trabajo ajenos al mercado: es el caso de la vivienda ---cons-
poseen valor de cambio: es decir, valor referido a transacciones de trucción y reformas de la casa- y el cuidado infantil. Éstas pue-
mercado; la otra sostiene que únicamente poseen valor de uso, es den ser consideradas actividades «reproductivas», en las que el
decir, valor referido a la satisfacción de una necesidad. El debate producto se consume directamente y podría decirse que el traba-
conduce a preguntarse si puede considerarse que las tareas jo únicamente posee un «valor de uso». No obstante, numerosos
domésticas generan plusvalía, es decir, valor adicional generado intercambios de trabajo ajenos al mercado se refieren, para fines
por la diferencia entre el valor necesario para reproducir la fuer- contables, a la producción para el mercado, como muchas veces
za del trabajo y el valor obtenido por los bienes producidos. ocurre en el caso de la agricultura. Así, el problema del «valor de
¿Cómo pueden las tareas domésticas tener valor de cambio si no cambio» surge con fuerza. Del mismo modo, las actividades la-
responden a la oferta ni a la demanda, ni tampoco a la compe- borales en la agricultura de mercado hacen hincapié en la cues-
tencia libre de mercado? ¿Cómo se contabilizan los sentimientos tión del trabajo por cuenta propia: ¿es el trabajo o el producto el
como el amor, u otras motivaciones vinculadas a la identidad de que entra en el mercado? La energía consumida por el trabajador
género en la valoración de las actividades de las mujeres? En otro por cuenta propia o el pequeño empresario familiar en la produc-
capítulo profundizaremos en el debate sobre el «trabajo domés- ción de un producto o servicio comercial, ¿posee «valor de cam-
tico». bio» o tan sólo «valor de uso»? Por lo tanto, ¿puede la plusvalía
El problema del valor afecta no sólo a las tareas domésticas de ser creada y apropiada por el capital mediante el intercambio de
las mujeres sino también a las demás actividades que se realizan mercado? Aquí surge el problema de la mercantilización del tra-
fuera del intercambio del mercado, pero que claramente forman bajo y la cuestión de si el trabajo en las economías capitalistas
parte del trabajo necesario para la reproducción material de una sólo puede ser explotado a través de relaciones directas de merca-
sociedad. Es el caso de los intercambios no monetarios de trabajo do. Asimismo, se destaca que las relaciones sociales de produc-
Y de servicios comunitarios voluntarios. El primer caso ha sido ción ajenas al mercado -basadas en redes de parentesco, amistad
muy común en las pequeñas explotaciones agrícolas y la agricul- o vecindad, y en cualidades como la confianza, el afecto o la mera
tura campesina, donde se reclutaba la fuerza de trabajo necesaria frecuentación- deben ser analizadas como parte fundamental de
en determinadas etapas del ciclo agrícola a través de intercambios los procesos de producción de las economías de mercado.
de trabajo ajenos al mercado laboral. Los intercambios de trabajo Además, la articulación necesaria entre la producción y la re-
se insertan en las relaciones sociales «no económicas» o «ajenas al producción vuelven a surgir a la luz de las relaciones de traba-
mercado», como la amistad o el parentesco, y tienen un amplio jo/capital y de la organización de la producción en su totalidad.
64 Antropología económica Producción 65

Tomemos como ejemplo los servicios comunitarios voluntarios y Ven una tendencia general hacia la liberalización y flexibilización
el autoaprovisionamiento -en los que el trabajo únicamente se de las relaciones sociales de producción, y la transferencia de los
consume-, o bien las estrategias de marketing directo en red, servicios sociales a manos privadas y comunales (Pahl, 1984;
donde el trabajo participa de las relaciones de mercado. Si bien se Gershuny y Miles, 1985). Así, las relaciones económicas ajenas al
trata de actividades muy diversas, con motivaciones morales dife- mercado, personalizadas e informales, se han expandido hasta
rentes (altruismo, egoísmo o ánimo de lucro), comparten el hecho ocupar espacios de producción (y reproducción) que antes cubrían
de que se realizan en un marco tiempo/espacio definido por la so- las relaciones de mercado y los subsidios estatales. Se ha destaca-
ciedad como no productivo, apenas reproductivo o de «ocio» . En do la familia, los parientes y amigos, los vecinos y la comunidad
consecuencia, se excluyen de la categoría de «trabajo». Este es- local en tanto redes de relaciones económicas, que se ocupan de
fuerzo humano invisible y marginado se refiere directamente a un los procesos de producción formales e informales.
trabajo que contribuye al bienestar específico y general de los Además, esta conciencia suscita un interesante cambio de én-
miembros de la sociedad. De hecho, cada vez resulta más fre- fasis en el estudio de los procesos económicos. La organización
cuente que los servicios sociales se realicen a través de organiza- económica de las sociedades occidentales fue estructurada en tor-
ciones comunitarias voluntarias. Los bienes domésticos y el man- no a los procesos de producción, tomando el mercado como nexo
tenimiento de la casa se procuran a través de actividades de entre la producción y el consumo personal. El nuevo énfasis, en
bricolaje. Numerosos productos para el consumidor (Avon, Tup- cambio, propone pensar primero en las personas, en el modo
perware), se comercializan por medio de redes de amas de casa no en que éstas se ganan la vida. Las tesis de los «medios de subsis-
profesionales que, en reuniones a la hora del té, obtienen peque- tencia» señala de qué manera la gente consigue procurarse lo ne-
ñas sumas . Este esfuerzo laboral no sólo resulta necesario para la cesario para vivir. Las relaciones económicas formales, con la me-
reproducción de la sociedad en su conjunto, sino concretamente diación del mercado, como en el caso del empleo, y los sistemas
para la reproducción de una organización específica de la produc- informales, ajenos al mercado, para procurarse recursos, se consi-
ción, donde las relaciones laborales en el reino «visible» de la pro- deran sobre una base metodológica similar. Al mismo tiempo, el
ducción incluyen y dependen de relaciones sociales que tienen lu- concepto de ingreso personal o familiar se extiende más allá de su
gar en los terrenos «invisibles » de la «reproducción » y el «ocio». referencia habitual al sueldo monetario, para incluir no sólo los
bienes que constituyen pagos en especie referidos a valores de
mercado, sino también transferencias de bienes y servicios que
Un cambio de énfasis: rumbo a la tesis de los «medios de subsistencia » tienen lugar en un entorno ajeno al mercado y que se refieren a
valores tales como la amistad y la solidaridad filial. Como resul-
Los científicos sociales son cada vez más conscientes de que el tado de esta perspectiva, el papel que desempeñan las relaciones
aprovisionamiento de los medios de subsistencia ocurre no sólo formales -mediadas por el mercado- en las estrategias de sub-
en los terrenos relacionados con la producción y el consumo en el sistencia de la mayoría de las personas parece haberse reducido
mercado, sino también con los de la reproducción, el ocio y el de notablemente en los análisis recientes. Por una parte, el debilita-
los intercambios de bienes y servicios ajenos al mercado. Muchos miento de las regulaciones estatales relativas a las relaciones labo-
de estos estudiosos perciben que dicha situación surgió a par- rales -en particular, los beneficios de protección y de asistencia
tir del colapso de las regulaciones económicas estatales y del Es- social- y la fragmentación de los procesos de producción que
tado del bienestar establecidas tras la segunda guerra mundial. previamente estaban integrados (descentralización, subcomrata-
66 Antropología económica Producción 67
ción) se describe como el tránsito de las economías occidentales mercado consumidor del bricolaje. El capital, es decir, las empre-
hacia una organización productiva más flexible. El resultado ha sas de muebles, extrae plusvalía al incluir el trabajo futuro en el
sido una mayor ambigüedad en la definición de las relaciones de precio de bienes sin terminar -una mesa para armar se vende
trabajo/capital débilmente mediadas por los mercados y, como como una mesa-. es decir, que incluye como un coste de trabajo,
consecuencia, también en la identidad laboral de las personas. Por el trabajo que en realidad realizará el consumidor. Así, el consu-
otra parte, el desempleo masivo ha obligado a la gente a buscar midor no sólo realiza el trabajo sin recibir pago alguno, sino que
medios alternativos de subsistencia. le paga a la empresa por el trabajo que él va a tener que realizar.
De hecho, al concentrarse en el esfuerzo de las personas por No obstante, esto permite a la firma bajar precios y expandir el
procurarse un medio de subsistencia, la «producción» ha pasado mercado, fabricar productos estándar (las partes que serán ensam-
a ser un epifenómeno de los procesos de «reproducción». El mi- bladas), beneficiarse de las economías de «escala» sin por ello re-
croanálisis de las economías familiares y las relaciones sociales lo- nunciar a la personalización del producto final (ofreciendo a los
cales ha pasado a ocupar un primer plano. Esta perspectiva resul- clientes la posibilidad de elegir ciertas combinaciones de partes,
ta interesante ya que revela un amplio espectro de relaciones colores, y demás) y también sacar así ventaja de las economías de
sociales «económicas» ajenas al mercado, anteriormente ignora- «alcance» o de producción a medida, de pequeñas series. Es más,
das en los análisis de las ciencias sociales. Este marco de «medios transfiere la responsabilidad de la calidad del producto final al
de subsistencia» enriquece nuestra comprensión de los procesos consumidor/trabajador. Por último, algunas relaciones de traba-
económicos y se centra en los agentes humanos en sus relaciones jo/capital en el proceso productivo aparecerán como relaciones de
sociales cotidianas, en su lucha diaria por la subsistencia. consumidor final/proveedor, y las relaciones sociales de produc-
No obstante, las tesis de los «medios de subsistencia», al ha- ción explotadoras serán subsumidas en el terreno «reproductivo»
cer hincapié en lo que hacen las personas para ganarse el sustento, del «autoaprovisionamiento», los «medios de subsistencia» y las
tienden a olvidar que los elementos necesarios para la subsisten- «tareas domésticas».
cia se obtienen en un contexto en el que la acumulación de capi-
tal es la fuerza motriz que organiza la reproducción material de la
mayor parte de las sociedades. Deberíamos tener en cuenta, en-
tonces, tanto para las relaciones económicas de mercado como
para aquellas donde éste no interviene, la fuerza restrictiva del
impulso hacia la acumulación de capital. Por ejemplo, quienes
promueven la perspectiva de los «medios de subsistencia» han re-
lacionado el auge de la fabricación de muebles de bricolaje -o,
en general, las renovaciones del hogar-, con el aumento del ni-
vel total de ingresos hogareños que proporciona esta forma de au-
toaprovisionamiento en una época en que el dinero en efectivo re-
sulta escaso (Pahl, 1984), pero no con la organización productiva
en la industria del mueble.
No obstante, una estructura específica de las relaciones socia-
les que se dan entre trabajo y capital depende de la existencia del

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