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Aquel hombre al escuchar estas palabras dejó caer el arma de sus manos y se desplomó gritando
¡Tu Dios es grande!, ¡Tu Dios es poderoso! y con lágrimas decía ¡yo también necesito conocerlo!
Pero hoy por la gracia del Señor, después que logramos entender el significado del evangelio,
tenemos la salvación de nuestras almas, y gozamos de su favor y nunca más quisiéramos estar
separados de Él, (1Timoteo 1:13; Gálatas 2:20). No importa la crítica de la gente porque ahora
sabemos que el evangelio es ¡poder de Dios para salvación!
CONCLUSIÓN
La Palabra de Dios se puede comparar con la dinamita, si hablamos del poder que libera al explotar.
Así el Evangelio en todo lugar donde es predicado, trae cambios impredecibles transformando la
vida de pueblos y naciones enteras (Hechos 17:6). Mejorando el estilo de vida donde antes solo
había desorden y consternación, dando lugar a la paz y la prosperidad. Hoy también usted puede
llenar su corazón del mensaje de las Sagradas Escrituras y no caer fácilmente en el error, y dedicar
su vida para compartir con las personas que viven a su entorno, sedientas de las palabras del Dios
de amor (Hechos 16:9-10), y que desconocen la eficacia de sus preceptos, para poder alcanzar la
salvación (Hebreos 4:12).