Está en la página 1de 3

¿Quién soy yo?

Me tomo unos minutos para calmar mi cuerpo y pensar con que cosas llego a este momento, si me sirve
puedo tomar una posición corporal que me ayude a entrar en tónica de oración.

Pienso en aquella gracia que le quiero pedir al señor que en este caso será: ¨Señor dame la gracia de
poder mostrarme sin máscaras. ¨

Reflexiono por un momento sobre que me dice el siguiente texto bíblico:

"Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos
vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es
Espíritu."

II Corintios: 3,18.

Luego de reflexionar me pregunto y consigno en mi diario:

¿Hay máscaras en mi vida?

¿Qué cosa de mí no dejo ver nunca?

¿Quiénes me conocen de verdad?

Me tomo un tiempo para hablar con Dios sobre aquello que encontré en esta oración.
Termino con el siguiente poema:

Así, mi nombre

Mi nombre en tus labios

Escuché de ti mi nombre

como nunca antes. en tus labios

No había en tu voz reproche rompió los diques

ni condiciones. que atenazaban

Mi nombre, en tus labios, la esperanza.

era canto de amor,

era caricia, y pacto. José María R. Olaizola, sj

Con solo una palabra,

estabas contando mi historia.

Era el relato de una vida,

que, narrada por ti

se convertía en oportunidad.

Descubrí que comprendías

los torbellinos de siempre,

las heridas de antaño,

las derrotas de a veces,

los anhelos de ahora,

y aún sin saber del todo

en qué creía yo,

tú creías en mí,

más que yo mismo.

También podría gustarte