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Lección 6
EL EVANGELISMO PERSONAL
Contenido
I. El evangelismo personal
II. Formas de evangelismo personal
III. Importancia y ventajas del evangelismo personal
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Hay dos clases fundamentales de evangelización, la que podríamos llamar
la “intensiva” y la “extensiva”. (Burt 2005)
Las dos son válidas y necesarias.
1) La primera es como si esparciéramos la semilla sin ocuparnos
mucho del terreno esperando que alguna parte de ella produzca
fruto (Mateo 13).
2) La segunda es como si plantáramos un árbol, con todo el trabajo
que esto implica: de limpiar el terreno, cavar el hoyo, colocar el
esqueje, regarlo y cuidarlo.
La primera es como pescar con red, la segunda es como pescar con caña y
anzuelo.
La primera es la que practicaba Jesús con las multitudes que le seguían, la
segunda es la que practicaba con los doce discípulos y en sus
conversaciones particulares. (Burt 2005)
Puesto que la segunda clase de evangelización, aunque en muchos casos
ideal en cuanto a su alcance, es demasiado compleja como para hacer un
trabajo más personalizado, y así formar un lazo con aquellos que puedan
tomar la decisión de seguir a Cristo.
Es necesario que, así como buscamos alcanzar a las masas con las redes de
la evangelización, tomemos conciencia de que hay personas que por
diversas razones nunca irían a una reunión multitudinaria y menos si se
trata de algo con tintes religiosos, es así el caso de personas que necesitan
que el evangelio llegue a sus vidas de manera más personal.
I. EL EVANGELISMO PERSONAL
El ministerio de Cristo nos da un alto ejemplo de trabajo personal, ya que
sus enseñanzas más profundas fueron dadas no a multitudes sino a
individuos.
A cierto escriba desconocido le declaró cuál era el más grande
mandamiento: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno
mismo”; una mujer pecadora cuyo nombre ignoramos, y solo nos es
conocida por la región donde vivía, proclamó Jesús el gran principio de la
adoración espiritual. A Nicodemo le explicó en privado el gran secreto del
Nuevo Nacimiento. (Vila, 2002, p.9).
A. QUÉ ES EL EVANGELISMO PERSONAL
El evangelismo personal, o de persona a persona, es la comunicación del
mensaje del evangelio de una manera personal y directa por parte de una
persona creyente a una persona inconversa, con el fin de que esta oiga,
entienda y reciba a Jesucristo como salvador de su vida. (Valenzuela, 2012,
p.39).
Por medio del evangelismo personal, tanto Jesús como los apóstoles
alcanzaron a personas del pueblo, y también a centuriones, tribunos,
prefectos, procónsules, magistrados, sacerdotes, príncipes, cancilleres,
gobernadores, reyes.
Ejemplos bíblicos de evangelismo personal:
● Jesucristo predicó a Nicodemo y a la mujer samaritana. Jn 3,4
● Los discípulos:
La iglesia primitiva.
o “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes
anunciando el evangelio”. Hch 8:4
o Felipe al Eunuco. Hch 8:34-39
● Los apóstoles:
o Pedro y Juan a un cojo en la puerta del templo que se llama la
Hermosa. Hch 3
● La Iglesia:
o “Id y predicad el evangelio a toda criatura”. Mr. 16:15
B. CAMPOS DE ACCIÓN DEL EVANGELISMO PERSONAL
El mismo Jesucristo dio la respuesta cuando les señaló a sus discípulos los
campos de acción en los que debían ir, pues les dijo:
“Y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo
último de la tierra”. Hechos 1:8
Usando como figura retórica la “antonomasia” (nombrar diferente), nos
vamos a tomar la libertad de hacer las siguientes interpretaciones a este
pasaje de las Escrituras, para aplicarlo de manera práctica y actualizada a
nuestra realidad actual:
(Valenzuela, 2012, p,44).
1. Qué es “Jerusalén” para nosotros hoy
Representa las zonas territoriales más cercanas a nosotros, las cuales
debemos alcanzar a los perdidos con el mensaje de salvación; estas zonas
son, a saber:
a. Nuestra casa
Cada creyente debe procurar, sin escatimar esfuerzos, evangelizar a todos
sus familiares inconversos a fin de ganarlos para el Señor. Pablo le dijo al
carcelero de Filipo:
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa”. Hechos
16:31
b. Nuestra iglesia
Cada creyente miembro de una iglesia debe, con su testimonio ejemplar,
edificar la fe de los demás miembros de su congregación, especialmente
de los nuevos creyentes. Debe, además, involucrarse activamente en las
actividades de evangelización local de su iglesia para alcanzar a las almas
perdidas de su comunidad.
c. Nuestros vecinos alrededor de nuestra casa
Si cada creyente se ocupara de testificar de Cristo a los vecinos de su casa,
es decir, evangelizar casa por casa a los que viven más cerca de él o de ella,
menos inconversos habría en el mundo, y por ende, hubiera más personas
salvadas.
d. Las cárceles y hospitales de nuestra comunidad
Las cárceles, los hospitales y los centros de rehabilitación de nuestra
comunidad son lugares estratégicos para que la iglesia los visite con el
mensaje de fe, de amor, de esperanza y de salvación.
Cada congregación debe entrenar y preparar equipos de evangelización
especializados para usar las diferentes estrategias para visitar esos centros
de salud tanto públicos como privados, para llevarles a los pacientes el
mensaje de salvación y vida eterna. (Valenzuela, 2012, p,45).
2. Qué es “Judea” para nosotros hoy
a. Los barrios, villas y campos del pueblo en donde vivimos
Nuestra “Judea” está representada por las urbanizaciones, barrios, villas y
campos cercanos pertenecientes al pueblo o provincia en donde vivimos.
Cada creyente debe esforzarse por evangelizar esos lugares, esa es una de
las tareas principales de la iglesia. Esta debe usar la estrategia de
evangelización que mejor se adecue.
b. Nuestros compañeros de trabajo
No debe existir una oficina, negocio o empresa en donde trabaje un
creyente, que quede una sola persona que no sea evangelizada por aquel
creyente.
Las horas de almuerzo deben ser muy bien aprovechadas para testificarles
de Cristo a nuestros compañeros y compañeras de trabajo.
c. Nuestros compañeros de escuela
Ya sea en el colegio o la universidad, nuestros compañeros de estudios y
aún nuestros profesores deben ser alcanzados con el mensaje del
evangelio, predicado por nosotros mismos.
d. Nuestros compañeros de viaje
Mientras viajamos de un lugar a otro, sea por avión, por bus, por carro o
por tren, debemos aprovechar esas oportunidades para testificarles de
Cristo a nuestros compañeros de viaje.
En esos casos, es bueno proveerse de tratados adecuados, con la finalidad
de poner en las manos de las personas un buen mensaje escrito.
Un tratado bien escrito y bien presentado puede muy bien convertirse en
un vehículo para conducir a un alma a los pies de Cristo.
3. Qué es “Samaria” para nosotros hoy
Es una figura representativa de los pueblos vecinos dentro de nuestro
propio país.
Es responsabilidad de nuestras congregaciones evangélicas evangelizar y
plantar iglesias en los pueblos, barrios y campos dentro de nuestro propio
territorio nacional.
4. “Lo último de la tierra”
Aquí están representadas las misiones transculturales; es decir, la
predicación del evangelio a los países extranjeros, incluyendo las naciones
no alcanzadas.
Todo creyente que tiene la oportunidad de viajar a otro País, debe tener
presente la gran comisión de Jesucristo (Mr. 16:15) y su gran
responsabilidad de compartir el evangelio a toda criatura.
C. REGLAS GENERALES EN EL EVANGELISMO PERSONAL
Se entiende por reglas generales a los aspectos que deberá tener presente
cada evangelizador, como un reflejo de su personalidad que deberá
moldear y corregir sus hábitos.
El exponente del evangelio deberá ser de carácter noble y sincero, por
tanto, pondrá todo su empeño para realizar un trabajo de excelencia,
además tenga presente lo que a continuación se sugiere:
● Estar plenamente consciente de la necesidad del hombre que está
alejado de Dios, y tener amor y compasión por él. Mr. 6:34
● Debe entender que el deseo de Dios es que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 1Ti. 2:4
● Tener convicción de la doctrina que profesa la cual constituye en él
una fuente inagotable de conocimiento y un generador de su
esperanza. 2Ti. 1:10-12
● Ser respetuoso y reverente en el desarrollo de su trabajo en todo
momento, tratar con seriedad y aún más cuando conoce al
evangelizado.
● No usar bromas, palabras o incidentes ajenos a lo que es el lenguaje
limpio y puro del evangelio, no llamar por apodos a ninguno de los
acompañantes.
● Familiarizarse con el lenguaje bíblico.
● Será impropio que el evangelizador al estar leyendo cualquier
lectura de referencia pronuncie mal, en ello causará mala impresión
(se aconseja leer en privado y en voz alta para lograr una mejor
pronunciación).
● Presentar con precisión los versículos citados pues de no hacerlo
sembrará la desconfianza y duda. He. 4:12
● Debe encauzar su conversación hacia un tema definido para que
deje una idea clara del mensaje presentado. 1Co. 2:2