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Bienvenidos a una lección más de la Biblia. Nos dirigiremos ahora, hasta el cuarto día
de la creación, para ver otro cuadro importante acerca de Cristo. Vamos a presentar a
Jesús como el Sol de Justicia.
15
y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.
Y fue así.
16
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease
en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las
estrellas.
17
Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18
y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y
vio Dios que era bueno.
19
Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
“No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol,
porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.” Ap.22:5
“La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine
en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.” Isaías
24:23;
“El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te
alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.”
Is.60:19
Aplicación.
● El sol es una figura de Cristo y la luna es figura del creyente.
● La luna no brilla con luz propia sino que refleja al sol.
● El creyente no brilla con luz propia, sino que refleja a Cristo.
● Pero cuando el mundo se pone entre Cristo y el creyente, la luz del
creyente se apaga.