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RESUMEN BARRERAS PARA EL APRENDIZAJE Y LA PARTICIPACION

Las barreras para el aprendizaje y la participación surgen de la interacción entre los estudiantes y
los contextos, pueden estar presentes en todas las circunstancias de interacción y, por ello, su
detección implica realizar un exhaustivo análisis de todas las formas posibles a través de las cuales
las escuelas y las aulas pueden marginar o excluir a los alumnos y alumnas.

La estrecha relación entre el modelo social de la discapacidad, el concepto de barreras para el


aprendizaje y la participación implica comprender que actualmente los entornos físicos, sociales y
culturales son inadecuados para permitir el aprendizaje y la participación de las personas con
discapacidad, por lo que la presencia de barreras en estos entornos limitan o restringen el ejercicio
pleno de sus derechos humanos

Las barreras presentes en los contextos fundamentalmente se encuentran asociadas a aspectos de


infraestructura, de comunicación, de acceso a la información, al uso de bienes y servicios, así como
con las actitudes discriminatorias o estereotipos culturales negativos en torno a la discapacidad.

Barreras políticas

Una de las principales barreras que impide la integración de una parte del alumnado en las aulas
es la existencia de unas leyes educativas en ocasiones contradictorias y confusas. Por ejemplo,
no existe una normativa clara sobre los criterios que imposibilitan la inclusión de un niño/a en un
aula ordinaria, siendo más conveniente que realice su escolarización en un CAM (CENTRO DE
ATENCION MULTIPLE)

Barreras culturales

Las alumnas/os que pertenecen a culturas minoritarias por origen, etnia o migrantes de otro país
(actualmente haitianos) requieren de estrategias diferentes de enseñanza debido a que las
alumnas/os hablan portugués, las maestras presentan  cierto nivel de discriminación en este tipo
de alumnas.

Barreras prácticas

Se subdivide en 2 Accesibilidad y didáctica

Accesibilidad

Didáctica

La excesiva competitividad en el aula, un currículo demasiado rígido o un tipo de organización de


la clase y de las actividades donde no se potencia demasiado la cooperación y el trabajo en
grupo, son algunos de los tics más habituales que impiden una verdadera inclusión e integración
de todos los alumnos. La idea de grupo cohesionado y de comunidad no suele estar demasiado
asumido ni entre los compañeros de clase ni tampoco entre los profesores. Otros problemas son
la escasa o nula formación específica de los profesores en técnicas y metodologías de
inclusión en el aula y ciertas actitudes poca abiertas al diálogo y el consenso entre las directivas
de algunos centros.
Por ejemplo, una práctica docente que tiene como base la homogeneidad, que pide a todos los
alumnos y alumnas un mismo ritmo y estilo de aprendizaje, que utiliza los mismos materiales para
todos, que desarrolla una sola metodología, que evalúa a través de un mismo instrumento, es
altamente probable que constituya una barrera para el aprendizaje y la participación en las
oportunidades que ofrece el currículum para los alumnos y alumnas con discapacidad. Por ello,
una vez identificadas las barreras en los contextos, es necesario establecer las estrategias
pertinentes para minimizarlas o eliminarlas. La identificación en los contextos de las barreras para
el aprendizaje y la participación y las acciones para su minimización o eliminación constituyen la
oportunidad para que la escuela y las aulas se adentren a un continuo proceso de mejora y
desarrollo, para crear condiciones idóneas de atención a la diversidad y ofrecer los recursos para
proporcionar oportunidades de aprendizaje de calidad a todos los alumnos y las alumnas. Es decir,
constituyen aspiraciones para superar las desigualdades y avanzar hacia sociedades más justas,
equitativas y democráticas. Las barreras para el aprendizaje y la participación que alumnos y
alumnas con discapacidad pueden enfrentar en la escuela son de diversa índole

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