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entreguerras
Francesc Veiga Rodríguez
P09/74529/00362
© FUOC • P09/74529/00362 El mundo de entreguerras
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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
5. El Estado soviético............................................................................. 50
5.1. La construcción de la URSS ........................................................ 50
5.2. La industrialización acelerada ..................................................... 51
Resumen....................................................................................................... 63
Actividades.................................................................................................. 65
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 65
Solucionario................................................................................................ 66
Glosario........................................................................................................ 67
Bibliografía................................................................................................. 69
© FUOC • P09/74529/00362 5 El mundo de entreguerras
Introducción
Sin embargo, sobre todo, se debe reconocer el efecto revolucionario que tu-
vieron las transformaciones sociales que supuso la posguerra de 1918 en este
periodo:
del Imperio Otomano –el último imperio islámico de la historia– no debe ser
menospreciado a la hora de entender, aunque sólo sea en parte, la evolución
de los actuales fundamentalismos.
© FUOC • P09/74529/00362 7 El mundo de entreguerras
Objetivos
1. Saber cuáles son los temas propuestos como fundamentales para este pe-
riodo.
4. Comprender las causas de la gran crisis económica de los años treinta, así
como sus consecuencias.
El programa de Wilson
1) Discusión y conclusión pública de los tratados de paz, con exclusión de las cláusulas
secretas y de los acuerdos particulares entre dos países.
4) Reducción de armamentos.
5) Solución imparcial a los problemas coloniales, teniendo en cuenta los intereses de los
nativos.
6) Evacuación de todo el territorio ruso con el fin de garantizar con plena independencia,
y con la cooperación de todas las naciones del mundo, el desarrollo político y la organi-
zación nacional de todos los rusos.
7) Independencia de Bélgica.
Thomas Woodrow Wilson (1858-1924)
8) Alsacia y Lorena, francesas.
11) Rumanía, Serbia y Montenegro, libres. Libre acceso al mar para Serbia.
12) Libertad para los pueblos dominados por Turquía. Libertad de navegación por los
estrechos.
14) Creación de una Sociedad de Naciones que garantice la soberanía territorial y política
a todos los estados, grandes o pequeños.
Ahora bien, las mayores extorsiones del principio de los derechos nacionales
radicaban en la prohibición del Anschluss –la unificación de Austria y Alema-
nia, deseada por la mayoría de los austriacos–, y en el mantenimiento de los
imperios coloniales inglés y francés, aumentados con el reparto de los despojos
del Imperio alemán extraeuropeo, de los cuales Japón recibió algunas migajas.
El Tratado de Versalles
Por otra parte, el artículo 231 del Tratado de Versalles proclamaba la respon-
sabilidad exclusiva de Alemania y sus aliados en el estallido de la guerra.
© FUOC • P09/74529/00362 13 El mundo de entreguerras
Por lo tanto, éstos tenían que afrontar una doble exigencia: sanciones militares
y reparaciones económicas en concepto de los perjuicios causados durante la
guerra.
La pieza maestra que tenía que organizar las relaciones internacionales a partir
de 1919 fue la Sociedad de Naciones (SDN).
La Asamblea de la SDN
Estaba formada por los representantes de todos los países integrados en la organización.
Tenía la sede en Ginebra; se reunía con una periodicidad anual y tomaba acuerdos que,
con carácter de resolución o recomendación, votaban todos sus miembros.
El Consejo de la SDN
El secretariado de la SDN
A pesar de algunos éxitos parciales, las esperanzas puestas en la SDN se
vieron frustradas. Su incapacidad para solucionar los grandes conflictos Estaba constituido por los fun-
cionarios de origen multinacio-
internacionales y el catastrófico desenlace que supuso el estallido de la nal, que preparaban la infor-
mación y documentación para
Segunda Guerra Mundial cuestionaron seriamente su razón de ser. el Consejo y la Asamblea.
4) La eficacia� muy� limitada de los medios que podía utilizar la SDN para
hacer valer sus decisiones. Recomendaciones, condenas morales y sanciones
económicas se revelaron como recursos insuficientes para evitar o poner re-
medio a las agresiones de las naciones con plena capacidad soberana.
© FUOC • P09/74529/00362 16 El mundo de entreguerras
En el futuro, los estados democráticos tenían que superar las diferencias en el Lectura recomendada
marco de instituciones internacionales sin abandonar nunca más los límites
Podéis obtener una buena vi-
de la diplomacia. El derecho de los pueblos a establecer estados nacionales te- sión del periodo de entregue-
nía que cumplirse en una doble dirección: en Europa, los pueblos sometidos rras en: M.�Kitchen (1992).
El período de entreguerras en
a las monarquías vencidas obtendrían de manera inmediata la liberación na- Europa. Madrid: Alianza.
cional, que cristalizaría en la aparición de nuevos regímenes democráticos; el
continente se convertiría así en un "panteón de la democracia". En el mundo
colonial, la independencia debía producirse a lo largo de un periodo más ex-
tenso bajo la tutela de la Sociedad de Naciones.
La rebelión de Pascua
Con este nombre se conocen los disturbios que en el año 1916 enfrentaron a los nacio-
nalistas irlandeses y el ejército británico en el marco de la lucha para la independencia de
Irlanda. Aunque la revuelta fue reprimida duramente desde Londres, facilitó la división
de la isla y la creación de dos parlamentos, uno en Belfast y otro en Dublín.
La misma socialdemocracia, aliada coyunturalmente con los mandos milita- Lectura recomendada
res y los representantes de las elites económicas del país, afilió a los líderes
J.A.�Gallego (1979). Los mo-
y seguidores de la Liga�Espartaquista, de filiación comunista, que intentaba vimientos revolucionarios euro-
impulsar la revolución. El brazo militar encargado de reducir los focos violen- peos de 1917-1921. Universi-
dad de Sevilla.
tos –en ausencia de un ejército regular en peligro de descomposición– fueron
los Freikorps o Cuerpos Francos, unidades de voluntarios sólo parcialmente de-
pendientes del alto mando militar, en los cuales se gestó la semilla del nazis-
mo. Con la disolución de la efímera República Soviética Bávara, en abril de
1919, se apagó el último fuego de la revolución.
Las fuerzas del Antiguo Régimen, que hasta 1914 habían opuesto una fuerte
resistencia a la pérdida de sus parcelas de poder e influencia, cedieron. Es decir,
se rompió la tendencia de la alta burguesía a buscar un apoyo institucional en
la nobleza –y pasó a integrarse en sus filas– en un continente en el cual las mo-
narquías, apoyo institucional de las aristocracias todavía potentes, presidían
la cúpula de poder de la mayoría de los estados. Al revés, la nobleza tendió a
"aburguesarse", a basar su poder en el dinero o los negocios, y no tanto en la
sanción de las monarquías o en la posesión de las tierras.
Las reformas agrarias, la desaparición de los imperios y las coronas en toda el Palabras de Winston
área centroeuropea, la institución del sufragio�universal –con lo que compor- Churchill
ta de pérdida de poder para las cámaras altas– y la apertura de ciertos "feudos" "Ésta ha sido una guerra de
de la administración pública –cuerpo diplomático u oficialidad del ejército, los pueblos y no de los gobier-
nos."
por ejemplo– trastocaron los equilibrios sociales. Sin embargo, fue sobre todo
decisiva la actitud de las masas, ya que la guerra se había manifestado como
una empresa colectiva. Además, las trincheras habían sido, de hecho, un ám-
bito de intensa convivencia interclasista para centenares de miles de hombres
durante cuatro años.
Por otra parte, crecieron los sindicatos y aumentaron las bases de mili-
tantes y de votantes de los partidos políticos, a los cuales los ex comba-
tientes trasladaban los hábitos de disciplina y solidaridad adquiridos en
las trincheras. Desde esta postura de fuerza, las masas se beneficiaron
de la legislación de ciertos avances sociales, como la jornada de ocho
horas o la seguridad social.
El caso británico
Por lo tanto, el peso de los más jóvenes, que habían sobrevivido porque
no tenían edad de servir con las armas, se revaloró todavía más en la
sociedad: sobre ellos recayeron prematuramente muchas de las respon-
sabilidades que pertenecían a sus hermanos mayores y a sus padres. Y
fueron más instrumentalizados: los partidos de todo el espectro político
se dieron prisa en crear las secciones juveniles, mientras que la extrema
derecha y la extrema izquierda intentaban aparecer como movimientos
de jóvenes y para los jóvenes.
En este contexto, la opinión publica se vio influida por toda una serie de acon-
tecimientos tratados a menudo de manera exagerada. Por una parte, la agita-
ción social y las huelgas eran interpretadas como el resultado de una conspi-
ración extranjera al servicio de los bolcheviques. Por otra, la ingratitud de los
aliados europeos, que no pagaban las deudas de guerra, se añadió al descon-
tento de las minorías de origen alemán e italiano, contraria la primera a la par-
ticipación americana en el conflicto, y frustradas las dos por las consecuencias
de la paz, hecho que reforzó el sentimiento generalizado de que sólo podían
surgir problemas para América de la política europea.
Tendencias como las que hemos expresado más arriba cristalizaron en dos re-
sultados:
3.1.1. El aislacionismo
La política exterior de EE.UU. se caracterizó durante esta época por la nega- Ved también
tiva a asumir compromisos derivados de la participación norteamericana en
Recordad que en el apartado
cualquier organismo internacional. La fuerza de esta corriente se puso de ma- 1.2 se ha hablado de la no ali-
nifiesto en la oposición del Senado, en dos ocasiones, a aceptar la ratificación neación americana en la SDN
y sus consecuencias.
del Tratado de Versalles y del pacto fundacional de la SDN, inspirados, para-
dójicamente, en los principios del presidente Wilson, que entonces todavía
ocupaba la Casa Blanca.
© FUOC • P09/74529/00362 24 El mundo de entreguerras
Sin embargo, más que de un repliegue sobre los mismos EE.UU. y de la renun-
cia a desarrollar una política activa, se trataba de separar los problemas euro-
peos y de sustituir parcialmente la fuerza de las armas por la supremacía�eco-
nómica como instrumento principal del expansionismo americano. América
Latina y el Pacífico sustituyeron a Europa como escenarios principales de los
intereses norteamericanos.
El�asociacionismo�obrero reflejaba doblemente esta situación. No sólo se de- Escena de Gold Rush (La quimera del oro, 1925)
de Charles Chaplin
tuvo el crecimiento del número de afiliados a los sindicatos, en contraste con
la incorporación anual de 500.000 obreros al mercado de trabajo, sino que el
sindicalismo cambió de carácter.
Cine, radio y deporte espectáculo tenían cada vez más importancia como fe-
nómenos económicos. Eran negocios prósperos, constituían una parte impor-
tante de los gastos habituales y eran un campo excelente para la difusión de
la publicidad. También eran creadores de ideología: el "héroe americano" era
un arquetipo muy relacionado con las estrellas de cine, los triunfadores del
deporte y los protagonistas de los seriales radiofónicos. Ponían de manifiesto
que la sociedad de la abundancia permitía el desarrollo de una cierta civili-
zación del ocio perfectamente compatible con la exaltación del trabajo y del
éxito individual como valores sociales fundamentales.
Ahora bien, los nuevos cambios en la vida social de la mujer permitieron sobre
todo el abandono del hogar familiar sin integrarse inmediatamente en una
nueva dependencia de tipo matrimonial.
El apogeo del fundamentalismo tuvo lugar entre los años 1920 y 1925, con Lectura complementaria
las campañas contra la enseñanza de la teoría de la evolución de las especies,
D.�Lecourt (1998).
considerada totalmente incompatible con la ortodoxia bíblica. A pesar de la L'Amérique entre la Bible et
decadencia progresiva de esta corriente en la segunda mitad de los años veinte, Darwin. París: Presse Univer-
sitaires de France. Co. Qua-
todavía en la década siguiente los conflictos esporádicos que surgieron en las drillages, 256.
escuelas del oeste medio ante las teorías de Darwin dan fe de la perdurabilidad
de esta tendencia.
el oeste, sino también dentro de las nuevas aglomeraciones urbanas del centro
y del norte y allí donde existían núcleos de población blanca, "cien por cien
americana", marginada por la nueva prosperidad.
Ku Klux Klan
Sociedad secreta que surgió en el sur de Estados Unidos en el año 1866, durante la época
de la Reconstrucción subsiguiente al final de la Guerra de Secesión. El nombre proviene
del griego Kuklos ('círculo'), y la palabra Klan se añadió por eufonía. Estaba dirigida contra
los esclavos negros liberados. En el año 1867 se constituyó como organización interes-
tatal. Aunque se disolvió en el año 1869, reapareció en 1915 y creció durante los años
veinte a raíz de la emigración de trabajadores negros del sur hacia el norte, a causa de
la movilización generada por la Gran Guerra, el aumento de las tendencias fundamenta-
listas, el aislacionismo, el incremento del antisemitismo y, más tarde, por la depresión
económica. En el año 1924 el Klan tenía 4.500.000 miembros.
La prohibición de las bebidas alcohólicas, conocida con el nombre de Ley La Ley Seca
Seca, fue el resultado de la aplicación de la 18ª enmienda de la Constitución
Durante la Ley Seca, sólo en
americana aprobada en el año 1919 y no derogada hasta 1932. En sus orígenes, Nueva York llegaron a contar-
coincidía con la tradición puritana más estricta. Los partidarios de la ley seca se más de 32.000 locales dedi-
cados a la venta clandestina de
provenían mayoritariamente de las zonas dominadas por los fundamentalistas alcohol a millones de consumi-
dores.
y el Klan, excepto en las áreas más urbanizadas del oeste, pero también era
posible encontrar prohibicionistas entre los miembros más eminentes de la
América de la prosperidad, que veían en los abstemios a unos obreros más
rentables que los bebedores.
Al Capone
Las limitaciones a la inmigración se articularon mediante las leyes de 1921 y
1924. En este último año se fijó la cuota anual de emigrantes en un 2% para Durante los años veinte, Alp-
honso Capone (1895-1947)
cada país de procedencia con relación a los habitantes del mismo origen según fue el gángster más poderoso
de Chicago. A pesar de sus ac-
el censo de 1890. Dado que en esta fecha la mayoría de la población ameri- tividades facinerosas, disfruta-
cana estaba compuesta sobre todo por personas de origen nórdico europeo, ba abiertamente de todos los
lujos que le permitían los más
es decir, por WASP (Whites, Anglosaxons & Protestants, blancos, anglosajones de 20 millones de dólares que
sus negocios producían anual-
y protestantes), el carácter selectivo de esta medida coincidía con la defensa mente. Nunca se pudo demos-
de la América tradicional. trar su relación con el comer-
cio de bebidas alcohólicas, y
los jueces se tuvieron que con-
formar con una acusación de
Sin embargo, las limitaciones a la inmigración también eran apoyadas por los fraude fiscal para su detención
en 1931.
sectores mejor pagados de la clase obrera, que veían en la entrada masiva de
emigrantes miserables una amenaza para su nivel de vida; y para los patrones,
que desconfiaban del carácter revolucionario atribuido a los emigrantes llega-
dos del Mediterráneo o de la Europa oriental.
© FUOC • P09/74529/00362 28 El mundo de entreguerras
Para entender la génesis del proceso que condujo al Crack, se debe tener en
cuenta la particular dinámica financiera norteamericana, con una gran vita-
lidad propia, relacionada al mismo tiempo también con la estructura econó-
mica del país.
Farmers y artesanos estaban habituados a tratar de manera cotidiana con fi- Herbert Hoover (1874-1964)
El mercado donde operaban sus valores era la Bolsa de Nueva York, conocida
como Wall�Street, que creció hasta convertirse en el corazón financiero de Es-
tados Unidos. No obstante, esta red financiera gigantesca no era una estructu-
ra estable. A lo largo del siglo XIX, entre 1819 y 1896, se habían producido una
serie de crisis cíclicas –entre ocho y diez, según cómo se mire– en la economía
norteamericana. Eran grandes colapsos que afectaban a todo el país o a una
buena parte, y que en 1893 llegaron a detener Wall Street. Las razones moto-
ras de estas situaciones eran variadas, aunque se acostumbran a relacionar de
manera muy genérica con crisis agrarias que se reproducían de manera cíclica.
Leyes antitrust
Mecanismo legal norteamericano por el cual el gobierno federal puede actuar para resta-
blecer y conservar la libre competencia en todos los campos de la economía, evitando
el acaparamiento del mercado por trusts o monopolios. El precedente es la Ley Antimo-
nopolios Sherman de 1890.
© FUOC • P09/74529/00362 29 El mundo de entreguerras
Uno de los primeros síntomas de que algo iba mal en el panorama de la pros-
peridad fue el endeudamiento progresivo de muchos farmers que habían con-
tratado préstamos para comprar más tierra y aumentar de esta manera su capa-
cidad productiva de cara a la exportación. Sin embargo, los agricultores ame-
ricanos se encontraron, con toda la adversidad que esto comportaba, con que
hacia la mitad de los años veinte la agricultura europea se había recuperado
más de lo que era previsible gracias, en cierta medida, a la mecanización.
Algo parecido ocurrió con la industria, que también por aquellas fechas empe-
zó a encontrar los mercados saturados. La capacidad de consumo de los nor-
teamericanos todavía no llegaba a las cuotas de veinte años después, y Euro-
pa pronto empezó a sustituir las importaciones con productos propios. Con-
siguientemente, las inversiones fueron desviándose poco a poco de los valores
industriales o productivos hacia la especulación.
© FUOC • P09/74529/00362 30 El mundo de entreguerras
Los mejores expertos, como J.K. Galbraith, quitan importancia a este tipo de Lectura recomendada
explicaciones y remarcan el argumento psicologista, la mentalidad de opti-
J.K.�Galbraith (1976). El
mismo que llenaba a los norteamericanos, acompañada de las facilidades para Crack del 29. Barcelona: Ariel.
invertir en Bolsa.
El sistema más utilizado para las inversiones bursátiles se basaba en las acciones a crédito
o títulos a plazo con fianza. El particular podía comprar acciones pagando sólo del 30
al 50% del valor de los títulos con unos intereses del 10 al 12%. El agente o corredor
conseguía el resto del valor mediante el préstamo de un banco, y cobraba un interés
variable; éste, a su vez, recurría a préstamos del Banco de la Reserva Federal, que cargaba
un 5% de interés.
Si las acciones subían, todos los implicados ganaban, pero sólo unos escasos intereses.
En cambio, si las acciones iban a la baja, el corredor se veía obligado a vender enseguida
para proteger su margen de beneficios. Dicho de otra manera, el alza provocaba el alza,
pero la baja también se provocaba a sí misma.
un estado de entusiasmo febril. 1928 fue el año en el que las alzas empeza-
ron a superar todas las previsiones hechas hasta entonces. En unos cuantos
meses, las cotizaciones alcanzaron cuotas que anteriormente costaba todo un
año conseguir.
El alza especulativa
Media de todas las acciones cotizadas en Wall Street
Periodo Variación�del�índice
Día Variación�del�índice
bienes de los bancos para poder liquidarlos. El resultado fue la falta de liquidez
de numerosos bancos, con las bancarrotas consiguientes. Esto llevó al colapso
creciente del crédito e, inmediatamente, a la paralización de la inversión y de
las ventas, y a la bancarrota de numerosas empresas –que ya tenían problemas
de superproducción.
Francia y Gran Bretaña se vieron afectadas de manera menos seria, porque sus Lectura recomendada
respectivos imperios sustituyeron en parte la parálisis del mercado interior y
J.�Heffer�(1982). La Gran De-
exterior. presión. Madrid: Narcea.
© FUOC • P09/74529/00362 33 El mundo de entreguerras
Las soluciones que se arbitraron en la depresión fueron tan simples como ine-
fectivas en la mayoría de los casos.
Finalmente, una cierta salida a la situación vino dada por los acuerdos� de
clearing, o intercambios bilaterales en la misma moneda. Esto implicaba la
compra de un producto a un determinado país sin tener en cuenta precios o
calidades o, más sencillamente, recurriendo al intercambio.
© FUOC • P09/74529/00362 34 El mundo de entreguerras
Sin atenerse a ninguna ortodoxia rígida, Roosevelt tomó medidas atrevidas Brain trust
para enfrentarse a la crisis, muchas veces de manera contradictoria con sus
El brain trust era el grupo de
planteamientos iniciales, y promulgó, ya en los tres primeros meses, un alud origen intelectual y universita-
de leyes. Desde una perspectiva amplia, se puede definir un primer periodo que rio que, en contraste con los
empresarios que habían copa-
llega hasta 1934, y que se caracteriza por la atención prestada a los aspectos do la administración republica-
na, estuvo detrás de la política
más significativos de la gran depresión: la crisis bancaria y la generalización de Roosevelt.
del desempleo obrero.
A partir de 1934, el New Deal cambió su carácter pasivo de defensa ante la crisis
por una actitud más agresiva: relanzar la economía. La devaluación del dólar
en un 41% obedecía a una opción claramente inflacionista.
De esta iniciativa se esperaba obtener una doble ventaja social con vistas a
estimular la demanda de manera indirecta. Esta doble ventaja consistía en:
la producción, que aumentó un 10% en los años treinta, porque los subsidios
del Estado se dedicaron a fertilizantes. Si finalmente los precios subieron un
75% en dos años, fue por la gran sequía que sufrió el oeste en 1935 y en 1936.
La Tennessee Valley Authority (TVA) fue el proyecto más espectacular del New
Deal; básicamente consistió en la transformación de una región agrícola aban-
donada y yerma del sur, el estado de Tennessee, mediante un plan coordinado
de desarrollo, que consistía en:
4) La erradicación de la malaria.
Para hacer una valoración del New Deal deben tenerse en cuenta distintos pun-
tos de vista.
Ejemplo
Superar los efectos de la crisis económica era complejo, ya que coexis-
tían diferentes problemas difíciles de resolver al mismo tiempo. El New Con la dificultad de aplicar
equitativamente las medidas
Deal tenía que auxiliar a un país con una gran diversidad social y eco- del New Deal, se observa cómo
iniciativas que apoyaban a la
nómica. En realidad, el New Deal no siguió una estrategia socioeconó- población que trabajaba en la
mica global. Faltaban fuentes de información estadística, y muchas me- agricultura estaban en contra-
dicción con las medidas de so-
didas se aplicaron sin pensar en las consecuencias. El valor del New Deal corro a la población urbana.
Con respecto a la política y los problemas sociales, hubo resultados bien pal-
pables. El éxito político de Roosevelt fue indudable. Reelegido en 1936, volvió
a ganar las elecciones en 1940. La virulencia de una oposición extremista, po-
larizada entre los que lo acusaban de destruir las libertades de la sociedad libe-
ral americana y los que señalaban el carácter simplemente reformista, y a veces
reaccionario y monopolista, de sus reformas, no le impidió ser el presidente
más popular y carismático de EE.UU. en el siglo XX. A pesar de los enfrenta-
mientos con el poder judicial –el Tribunal Supremo declaró inconstitucionales
la NRA y la AAA–, el poder presidencial se afirmó como poder superior del
sistema político americano.
El IRA
En el año 1919, Italia vivía una crisis profunda. La guerra no había resuelto
graves problemas estructurales como las profundas desigualdades entre el nor-
te y el sur, la escisión entre la sociedad y el Estado o la frustrante política exte-
rior que cuestionaba su peso en el continente europeo. La situación económi-
ca era precaria, con una acusada inflación en la cual la lira había perdido hasta
el 80% de su valor, el campo se había empobrecido y la pequeña y mediana
empresa estaba arruinada a causa de la concentración industrial.
La Gran Guerra, en la cual Italia participó a partir del año 1915, resultó par-
ticularmente dura para el país. Al inmenso esfuerzo bélico de librar la bata-
lla en un frente alpino, con trincheras en las montañas, fortificaciones muy
Benito Mussolini
costosas y desplazamientos difíciles, se añadían los generales incompetentes
y también las miles de víctimas, que en noviembre de 1918 ya llegaban a la Hijo de un herrero y una maes-
tra, había sido un conocido
cifra de 600.000. militante socialista antes de la
guerra. Ferviente antibelicista
en 1914, cambió de postura
al año siguiente; se enfrenta a
su partido y crea, con fondos
Además, la declaración de guerra a los imperios centrales había sido to- provenientes del Partido Socia-
mada por el gobierno conservador al margen de la sociedad italiana en lista Francés, un diario que de-
fendía la entrada de Italia en la
su conjunto, e incluso de buena parte de las fuerzas políticas. Las pro- guerra.
Los gobiernos liberales tuvieron que enfrentarse, con poco éxito, a una agita-
ción social alimentada por el desempleo, que se tradujo en huelgas, ocupacio-
nes de grandes propiedades y creación de consejos obreros a la manera sovié-
tica (1919-1920). Como reacción, Benito Mussolini creó en 1919 los Fasci di
Combattimento, escuadras de activistas que dos años más tarde se transforma-
rán en el Partido�Nacional�Fascista.
2) Aunque existen partidos que nacen, se desarrollan y mueren como fascistas no siem-
pre es así. El fascismo puede ser una alternativa temporal, una manifestación pasajera
susceptible de afectar a cualquier partido del abanico político.
3) A partir de estas dos consideraciones iniciales, tres puntos caracterizan a los movi-
mientos fascistas.
Establecido plenamente en el poder, el movimiento fascista tuvo el apoyo más Los Pactos de Letrán
o menos implícito de tres instituciones fundamentales en Italia: la monar-
La firma, en 1929, de los Pac-
quía, el�ejército y la�Iglesia. El conservadurismo de estos estamentos dio es- tos�de�Letrán, acuerdo entre
tabilidad alrégimen y, al mismo tiempo, dificultó la posibilidad de una evolu- el Estado italiano y el Vaticano,
cicatrizó las diferencias que el
ción política tan radical como la de la Alemania nazi. proceso de unificación de Italia
había abierto entre los dos es-
tados.
Paralelamente, el régimen depuró los elementos más radicales del Partido, por-
que eran una amenaza a la estabilidad y a la respetabilidad de un régimen al
cual daban apoyo las clases medias. Por otra parte, el PNF fue abandonando
progresivamente toda pretensión de reforma social y renunciando al elitismo,
para acabar abriendo sus puertas a todos aquellos que lo desearan; esta aper-
tura llegó al punto de hacer obligatoria la adscripción de los funcionarios al
Partido.
© FUOC • P09/74529/00362 42 El mundo de entreguerras
La Batalla del Trigo fue una campaña de signo autárquico emprendida por el Estado fas-
cista italiano entre 1925 y 1933, destinada a reducir al máximo las importaciones de este
cereal. Este objetivo se consiguió en parte mediante el cultivo de tierras marginales, y
también persuadiendo a los agricultores para que abandonaran otros cultivos.
Para los nacionalistas alemanes, el armisticio que puso fin a la Guerra y los
tratados de paz siguientes constituyeron una "puñalada por la espalda", una
traición al ejército cuando éste defendía las fronteras de la patria, que todavía
no habían sido traspasadas por el enemigo. Desde la izquierda, por el contrario,
se veía en la república un freno definitivo a la revolución socialista empezada
en el año 1918. Una serie de alzamientos de carácter contrapuesto estallaron
como resultado de esta doble oposición:
• En el año 1919, el gobierno, de mayoría socialista, tuvo que hacer frente Los Freikorps
al alzamiento�espartaquista (comunista), aplastado por los Freikorps. Los
Los Freikorps eran unidades vo-
duros combates registrados en enero por las calles de Berlín tuvieron como luntarias constituidas por ofi-
colofón el asesinato de los dirigentes espartaquistas Rosa Luxemburg y Karl ciales de derechas, ex comba-
tientes veteranos y jóvenes re-
Liebknetch. clutas.
Donde más se reflejaron estas dificultades fue en el sector financiero. Los gas-
tos de guerra alemanes se habían elevado a 140.000 millones de marcos-oro.
Un 60% de aquella cifra colosal había sido financiada recurriendo a fomentar
la inflación. Acabada la guerra, este recurso continuó siendo utilizado para cu-
brir nuevos gastos: reparaciones a los vencedores, pensiones a las víctimas de
guerra y subvenciones destinadas a facilitar la reconversión de la industria a
la situación de paz. De 1919 hasta 1923 la moneda alemana sufrió un proceso
de devaluación de una magnitud sin precedentes, y cayó, en este último año,
en una auténtica bancarrota�financiera.
Valor�de�un�dólar�en�marcos
1914 4,2
1919 8,9
1920 64,8
1921 66,7
1922 493,2
Enero 17.792
Julio 353.410
Agosto 4.600.000
1923
Septiembre 98.800.000
Octubre 25.200.000.000
• Para la clase obrera, el valor real de los salarios cayó, al menos en una
cuarta parte, por debajo del nivel de 1914.
La devaluación de la moneda
Durante la crisis, los sueldos se cobraban con carretillas, el pan costaba millones de mar-
cos, los sellos valían menos que el papel de cartas y ahorros de toda una vida ni siquiera
daban para comprar un billete de metro.
Lectura recomendada
La primera medida ante la crisis, que consistió en restringir las impor-
taciones y bajar los precios en un 15%, quedó parcialmente anulada por A.�Ferguson�(1984). Cuando
muere el dinero. EI derrumba-
la devaluación de la libra esterlina en un 30%, lo cual daba una limpia miento de la República de Wei-
mar. Madrid: Alianza.
superioridad a las exportaciones británicas.
Año Total�de�desempleados
1930 3.000.000
1931 4.700.000
1932 6.000.000
La caída de la producción industrial fue tan rápida como lo había sido su ex-
pansión. La fundición, por ejemplo, pasó de 13 millones de Tm a tan sólo 3.
Adolf Hitler
Nacido en Austria en 1889. En 1914 se alistó al ejército alemán y tomó parte en la gue-
rra. Desde 1920, actuando en ámbitos próximos a las organizaciones de ex combatientes,
aglutinó a su alrededor a una serie de seguidores, que formaron el núcleo del Partido
© FUOC • P09/74529/00362 47 El mundo de entreguerras
Tampoco se pueden despreciar los factores culturales: los alemanes habían pa-
sado repentinamente de vivir en un Imperio en el cual las libertades políticas
estaban limitadas, a una República en la cual éstas eran la norma, pero en la
que no acababan de creer. Las frecuentes convocatorias electorales los descon-
certaban, principalmente teniendo en cuenta que sólo salían gobiernos ines-
tables. Todo esto pasaba en un tiempo de catastróficas crisis�económicas que
enardecían las izquierdas más radicales y acobardaban a las clases medias, cada
vez más arruinadas.
Desde su radicalismo, los nazis prometían orden dentro de un marco que re-
cordaba el tradicional, anterior a la guerra, pero modernizado, adaptado a los
nuevos tiempos de la era de las masas. A todo esto se añadió la fragmentación
y la indecisión de la derecha y del centro liberal que, como en Italia, acabaron
confiando en que se podría "amansar" a Hitler dándole una parcela de poder,
situación que sólo debería ser transitoria.
© FUOC • P09/74529/00362 48 El mundo de entreguerras
Comunistas 54 77 100 81
Zentrum 62 68 79 74
Nacionalalemanes 73 41 52 52
Reichstag, suceso atribuido a los comunistas pero realizado, de hecho, por los
nazis. Hitler obtuvo el 44% de los escaños para su partido. Apoyado por los
nacionalistas, consiguió la mayoría necesaria para liquidar el sistema republi-
cano desde arriba, al ganar la concesión de poderes dictatoriales por la Ley de
Plenos Poderes del 23 de marzo de 1933.
La Gestapo
La Gestapo era la policía política y principal órgano represor del régimen hitleriano; fue
creada por Göring y Himmler entre 1933 y 1934. Se dividía en dos cuerpos: policía de
orden y policía de seguridad. Su actuación estaba al margen de la ley, por lo cual actuó
impunemente contra la disidencia política.
5. El Estado soviético
Luchando contra los partidos socialistas, estigmatizados por el fracaso Lenin reunido con una comisión del Segundo
congreso del Komintern.
de la II Internacional, que no consiguió evitar la Gran Guerra, el Komin-
tern contribuyó a crear por todo el mundo unos partidos comunistas
nacionales fuertemente jerarquizados y dependientes del centro revo-
lucionario que era el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
© FUOC • P09/74529/00362 51 El mundo de entreguerras
El koljós
Era la granja colectiva. La tierra y los medios de producción eran del Estado y el campe-
sino quedaba convertido en un "obrero del campo". A cada granja o grupo de granjas
le era asignada una cuota de producción que se tenía que comprometer a cumplir. Para
cada grupo de koljós existía una estación de tractores y maquinaria que les enviaban para
trabajar, así como técnicos y peritos agrícolas, según las necesidades locales. El sistema
permitía a las autoridades controlar férreamente la producción agrícola. Los campesinos
sólo retuvieron pequeñas parcelas para el consumo propio.
Las críticas internas en el seno del Partido y entre los técnicos encargados de
aplicar los planes quinquenales fueron apaciguadas por medio de purgas su-
KoIjós de Turkmenistán dedicado al cultivo del
cesivas que a lo largo de los años treinta fueron abrazando peldaños cada vez algodón.
más bajos del PCUS, y acabaron por tocar al ejército y amplios sectores de
la sociedad. Los millones de condenas generaron un enorme terror, principal-
mente porque al final golpeaban aleatoriamente a supuestos integrantes de
conspiraciones antiestalinistas imaginarias.
Causa Número�de�víctimas�estimadas
El stajanovismo
El minero AlexeI G. Stajanov (1906-1977) consiguió, en los años treinta, batir marcas
absolutas de extracción de carbón, al conseguir superar en distintas ocasiones el listón de
las 12 toneladas por día. Stalin lo convirtió en modelo de trabajadores e incluso se llegó a
organizar un movimiento "stajanovista". Las competiciones "stajanovistas" entre equipos
de trabajadores para batir marcas de velocidad, puntualidad o producción se convirtieron
en características del periodo estalinista en la URSS y en los estados satélites. Del término
stajanovista deriva la palabra castellana "destajo" (trabajar a destajo).
Sin embargo, estos esfuerzos se realizaron a costa del nivel de vida de la po-
blación, que no tenía los recursos mínimos y que, muchas veces, durante los
duros años treinta, se alimentó por el sistema de racionamiento.
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Las transformaciones políticas europeas que resultaron del nuevo orden inter-
nacional surgido de la Gran Guerra tuvieron sus repercusiones en los imperios
coloniales. Desaparecieron las posesiones alemanas en África, Asia y Oceanía.
El Imperio Otomano se volatilizó.
Sin embargo, era evidente que este organismo no tenía capacidad para ejercer
por sí mismo la tutela de las colonias, y el artículo 22 del Tratado de Versalles
acabó por establecer que Gran Bretaña y Francia, porque tenían experiencia,
asumirían aquella tarea en nombre de la Sociedad de Naciones mediante un
"mandato", y con el objetivo final de preparar para la independencia a las más
idóneas.
Por lo tanto, el sistema de mandatos no fue sino una perpetuación del dominio
colonial francobritánico en Oriente Medio, que de hecho las dos potencias se
habían repartido por adelantado en 1916 en virtud de los acuerdos secretos El presidente de Estados Unidos Mr. Roosevelt
y el panameño A. Amador frente a las tropas
Sykes-Picot. Londres creó un sistema de estados títeres (Iraq y Transjordania), norteamericanas destacadas en Panamá en el
año 1906.
y Francia intentó hacer esto mismo en Siria y el Líbano, con menos éxito que
los británicos.
La guerra había legado otros problemas que tenían que solucionarse de ma-
nera inmediata. Durante la Primera Guerra Mundial, los árabes habían sido
instrumentalizados por los aliados y por los turcos, y todavía persistían focos
de rebeldía contra las autoridades coloniales francesas, italianas y británicas
entre los tuareg, los árabes de Adén y los senusis libios, que habían derrotado
© FUOC • P09/74529/00362 55 El mundo de entreguerras
a los italianos durante la guerra apoyando a los turcos con eficacia. La rebe-
lión de Abd�el-Krim en el Rif contra los españoles tiene que entenderse, en
parte, en este macrocontexto. Los británicos continuaron enfrentándose con
problemas en la indócil frontera noroeste de la India, y en Egipto el naciona-
lismo tomó cuerpo en el partido denominado Wafd.
Sin embargo, todos los conflictos que surgían en los territorios coloniales eran
controlados de manera rápida y contundente por los ejércitos occidentales.
Los arsenales y las tácticas de la Gran Guerra se trasladaron a las colonias, de
manera que la aviación, los vehículos blindados o incluso los gases tóxicos
disuadían rápidamente a los insurrectos. Las dificultades del ejército español
en el Rif fueron la excepción que confirma la regla.
Con respecto a los nuevos y todavía muy escasos brotes nacionalistas, fue-
ron tratados con dureza o controlados otorgando concesiones y fomentando
divisiones. La India, especialmente a partir de la aparición de Mohandas Ka-
ramchand Gandhi, el gran líder de masas que llevó la idea nacional al pueblo,
constituyó el caso más complejo, sobre todo teniendo en cuenta que durante
la Primera Guerra Mundial Londres había asumido el discurso democrático
americano, y por este motivo se había presentado a la India como socio cola-
borador en la construcción de un mundo nuevo.
Años cuarenta
Hasta los años cuarenta en el mundo occidental imperaba la idea de que las colonias eran
una reserva humana que confería una parte sustancial de la supremacía militar de las
grandes potencias. No en vano, durante la Gran Guerra las unidades coloniales utilizadas
por británicos y franceses habían combatido en los frentes de guerra europeos con buenos
resultados.
El caso de la India
Sin embargo, incluso en la agitada India los administradores británicos demostraban una
notable habilidad para conducir la situación: hay que tener en cuenta que el mismo
Gandhi admitió el fracaso de las campañas de desobediencia civil de 1934, después de ser
enfrentado por los británicos al problema de las castas. La Government of lndia Act de 1935
remató la jugada apoyando todavía más el dominio británico en los príncipes indios, y
al permitir al Partido del Congreso el ejercicio de un gobierno autonómico eficaz. Los
británicos aplicaron con éxito una vez más, pues, su estrategia de dividir para gobernar.
Dentro de las colonias, el progreso material era palpable. A lo largo de los años
veinte acabaron de apuntalarse las estructuras administrativas esbozadas en la
primera década del siglo. En la mayoría de los territorios ya existían sistemas
© FUOC • P09/74529/00362 56 El mundo de entreguerras
Algunas capitales
En algunas capitales la imagen era esplendorosa, como es el caso de Bombay, centro in-
dustrial y financiero de la India. En la paradisíaca Kenia, la aristocracia inglesa conseguía
revivir formas de vida propias de un pasado idealizado. En Argelia, el tráfico automovi-
lístico igualaba el de las ciudades francesas más agitadas.
Con respecto al aspecto económico, por primera vez las colonias en su con-
junto empezaban a ser rentables. La India, Argelia y Malasia ya no eran las
excepciones de finales del siglo XIX.
La Primera Guerra Mundial había comportado un notable desarrollo tanto de Plantación de café en África
las vías de comunicación como de la infraestructura comercial. La presencia de
colonos blancos empezaba a ser una realidad en aquellas colonias de adquisi-
ción reciente, por ejemplo en las modélicas Kenia y Rodesia, donde afluyeron
militares británicos desmovilizados reconvertidos en granjeros.
Años de entreguerras
Durante los años de entreguerras muchas de las colonias eran todavía parajes salvajes en
los que la vida no resultaba fácil para los granjeros o administradores blancos. Predomi-
naba todavía la impresión de que aquél era otro mundo, muy diferente del europeo. Sin
embargo, en las explotaciones ya vivían familias enteras que no sufrían por su seguridad.
Los estados europeos que no tenían colonias envidiaban las grandes potencias
imperialistas, y la actuación de Gran Bretaña durante la Gran Depresión de los
años treinta acabó por ratificar la idea de que estas posesiones eran un seguro
para los malos tiempos. La aventura fascista en África y los proyectos nazis para
colonizar Rusia con población alemana no eran extraños a aquel sentimiento.
© FUOC • P09/74529/00362 57 El mundo de entreguerras
La gran paradoja era que casi todos los elementos que los administradores
y sociedades blancas recibían como desarrolladores eran, al mismo tiempo,
factores de desintegración del orden establecido. Los enormes contingentes
de hombres movilizados para ir a combatir a Europa durante la Gran Guerra
fueron testigos privilegiados y cómplices de los profundos odios existentes
entre blancos. Esto, por sí solo, ya contribuyó a socavar el respeto y el miedo
hacia la raza dominante.
Además, los reclutas coloniales aprendieron a utilizar armas modernas a gran Ejemplo
escala, se imbuyeron de los sistemas de organización militares occidentales,
Durante la Primera Guerra
se familiarizaron con formas de vida europeas y, sobre todo, asimilaron con- Mundial la India movilizó en
ceptos políticos nuevos para ellos, especialmente aquéllos por los cuales los total a 1.400.000 nativos,
Argelia acabó la guerra con
aliados decían que luchaban: democracia, libertad e igualdad. La resonancia 176.000 combatientes en el
ejército francés, y Senegal con
de la propaganda americana y de la Revolución Rusa les llegaba perfectamente 136.000.
clara.
Ejemplo
En definitiva, los colonizadores estaban creando un mundo de urbani-
zación y servicios y de economía monetarizada que rompía las formas En la India los 280.000.000 de
habitantes de 1900 se habían
sociales y de poder basadas en la tradición. Con esta ruptura, toda la transformado en 305.000.000
en el año 1921, 340.000.000
delicada red de equilibrios que controlaba el crecimiento demográfico en 1931, y 390.000.000 en
se fue al traste. Las mejoras en la alimentación y, sobre todo, la exten- 1941.
Esto, al mismo tiempo, significaba debilitar las bases mismas del poder colo-
nial que, por debajo de sus macroestructuras, se fundamentaba en la colabo-
ración de las formas de poder tradicionales.
Hay que insistir en que, a los ojos de los dominadores, los cambios que estaban
experimentando las colonias, y que con el tiempo contribuyeron a desintegrar
el poder colonial, no fueron percibidos durante los años de entreguerras como
una amenaza global consistente. Si había algún peligro real parecía que ven-
dría de fuera, más que del interior de las colonias.
Los Jóvenes Turcos fue un movimiento político nacido en Turquía en 1868. Su lucha iba
dirigida hacia la occidentalización del país. Mustafá Kemal, líder de la formación, dirigió
la revuelta del 27 de Julio de 1908 y posteriormente, en 1913, asumió el gobierno de la
nación.
© FUOC • P09/74529/00362 59 El mundo de entreguerras
La postergación de Sultangaliev
A pesar de todo, la dinámica de la guerra civil rusa y la lucha contra las po-
tencias intervencionistas llevó a los bolcheviques a un sordo enfrentamiento
con el Imperio Británico en Afganistán y Persia a lo largo de 1919 y 1920.
También se forjó una alianza tácita de intereses entre la Rusia bolchevique y
la Turquía kemalista, las dos internacionalmente aisladas al principio de los
años veinte. En marzo de 1920 se inauguró en Moscú el Primer�Congreso�de
la� Internacional� Comunista�o Komintern, y en septiembre se celebró en la
ciudad de Bakú (Azerbaiyán) el primer Congreso de los Pueblos de Oriente.
Entonces se creía en la inminencia de la revolución mundial, y el Congreso
de Bakú fue una reunión de entusiasmos desordenados más que una sesión
de planificación.
Cuando a partir de 1925 quedó claro que la esperada revolución con epicen-
tro en Alemania nunca llegaría a concretarse, la URSS se alejó del escenario
europeo, al menos hasta el año 1933. Como compensación, la cuestión de la
revolución en Asia pasó a asumir características de teoría geoestratégica. China
fue el puntal de la gran revolución antiimperialista que llevó al hundimiento
del Imperio británico, el mayor del mundo. Esto significó el fin del resto de
los imperios y, a partir de entonces, la revolución llegó a Europa por la puerta
trasera.
© FUOC • P09/74529/00362 60 El mundo de entreguerras
A lo largo de los años de entreguerras fue quedando claro que los soviéticos
pretendían un proceso colonialista modernizador. Sin embargo, el proyecto
japonés también tenía, a su manera, parámetros modernizadores e integrado-
res. La administración de Corea, Formosa y Manchuria fue llevada por los ja-
poneses con el mismo desprecio racial hacia sus habitantes que el que demos-
traban los dominadores blancos hacia los indígenas de sus colonias. A pesar
de todo, los coreanos fueron asimilados como japoneses de segunda categoría
e integrados en el juego imperial a partir de 1910. En el protectorado de Man-
churia, convertido por los japoneses en el Estado independiente de Manchu-
kuo en 1932, y en Imperio dos años más tarde, se llevó a cabo un proceso de
creación de infraestructuras económicas sin comparación en las colonias de
los blancos.
Así pues, entre 1919 y 1939 al statu quo colonial francobritánico parecían ha-
berle salido nuevos y agresivos competidores. Desde esta perspectiva, el peligro
mayor era Asia. Más tarde, en los años treinta, la conquista italiana de Etiopía
atrajo la atención sobre el peligro fascista en África.
Los agitadores
El resultado final fue más bien pobre. Los efectos de la presencia soviética a
duras penas llegaron más allá de Asia Central, China del Norte y Mongolia,
y las actividades nazis en Oriente Medio sólo fueron importantes una vez em-
© FUOC • P09/74529/00362 61 El mundo de entreguerras
La situación era más complicada porque los árabes habían tenido un papel
importante en la destrucción del califato otomano. Durante la Gran Guerra, la
revuelta árabe encabezada por el jerife�Husayn�I�de�Al-Higaz (1916), y apoya-
da por los británicos, se hizo con la esperanza de restaurar un gran Estado ára-
be que sustituiría el imperio regido por los turcos. El resultado fue muy frus-
trante: ingleses y franceses incumplieron flagrantemente las promesas hechas
durante la guerra, y con la aplicación del tratado secreto Sykes-Picot (1916) se
repartieron Oriente Medio en zonas de influencia que más adelante fueron en-
marcadas en el sistema de mandatos propugnado por la Sociedad de Naciones.
Resumen
Los años veinte y treinta son, por definición, los años de entreguerras. Están
profundamente marcados por la imperfecta reordenación política de Europa
que siguió a la Primera Guerra Mundial, lo cual generó un cúmulo de contra-
dicciones que llevaron a un segundo conflicto mundial en el año 1939. Por
este motivo, este periodo se puede presentar como una especie de pausa entre
dos grandes guerras que marcaron y transformaron profundamente los años
centrales del siglo XX.
Los fenómenos que relacionan directamente los dos conflictos son la defec-
tuosa arquitectura de los acuerdos de paz después de la Gran Guerra, y la res-
puesta que dio Alemania, destinada a anularlos de una u otra manera. Como
consecuencia directa aparecieron el nazismo y el fascismo, aunque este fenó-
meno se relaciona, también, con la profunda impresión que causó en Occi-
dente el triunfo de la Revolución Rusa y su consolidación en el Estado sovié-
tico, un fenómeno tan nuevo como desconcertante.
Actividades
2. Haced una lista con la fecha de introducción del sufragio universal en los países de Europa
y la Commonwealth, y en Estados Unidos.
4. Haced una reseña del libro siguiente: Amo J. Mayer (1995). La persistencia del Antiguo Ré-
gimen. Madrid: Alianza Universidad.
Ejercicios de autoevaluación
1. ¿Qué proclamaba el artículo 231 del Tratado de Versalles?
3. ¿De qué manera quedó afectada la estructura social europea por el impacto de la Gran
Guerra?
4. ¿Cuál fue la cadena de consecuencias del Crack, que inmediatamente descoyuntó la eco-
nomía norteamericana?
7. ¿Qué tipo de medidas básicas se arbitraron en los años treinta y a escala nacional para
contener las consecuencias de la Gran Depresión?
9. ¿Qué dos crisis económicas intervinieron en el origen del malestar social que se extendió
en Alemania durante los años de entreguerras, y del cual se aprovechó el nazismo para subir
al poder?
10. ¿En qué consistían los planes quinquenales y cuándo se lanzó el primero?
11. ¿Hasta qué punto el denominado sistema de mandatos instituido después de la Primera
Guerra Mundial era un mecanismo totalmente nuevo?
12. ¿Qué consecuencias tuvo para el mundo musulmán el hundimiento del Imperio Otoma-
no en el año 1918?
© FUOC • P09/74529/00362 66 El mundo de entreguerras
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
3. Se produce una mayor fluidez en el ascenso y descenso por la escala social. Particularmente,
el poder político y económico de la nobleza como clase quedará definitivamente roto.
4. La bancarrota de la Bolsa provocó el cierre de miles de bancos, hecho que, a su vez, paralizó
la inversión y las ventas, y provocó la bancarrota de numerosas empresas.
6. Deflacionaria.
7. Por una parte, control y restricción de los intercambios con el exterior, reduciendo las
importaciones al mínimo y bajando los precios de la producción propia con el objetivo de
hacerla competitiva en el extranjero. Por otra parte, devaluación de la moneda, lo cual im-
plicaba la renuncia a mejorar el nivel de vida de la propia población, a cambio, sin embargo,
de abaratar todavía más las exportaciones.
10. Planes para industrializar de manera acelerada y masiva la Unión Soviética replanteados
cada cinco años. Empezaron en la época de la dictadura de Stalin, en el año 1927.
12. Con el mismo desapareció el último imperio musulmán en los trece siglos de existencia
del islam. También desapareció la autoridad religiosa centralizada en el califato.
© FUOC • P09/74529/00362 67 El mundo de entreguerras
Glosario
Banco de la Reserva Federal m Banco estatal de Estados Unidos.
comunismo libertario m Régimen en el cual cada uno tiene que trabajar sin imposición,
vivir a su conveniencia y tomar lo que le guste según sus necesidades. Las rentas, el provecho
y los intereses se suprimen y los instrumentos de producción se ponen a disposición general.
Por contra, el comunismo marxista es autoritario, se apoya en la clase obrera y enfatiza la
fórmula de "cada uno recibirá en función de su trabajo".
Diktat m Dictado; es un término alemán que se utiliza para designar aquellos acuerdos
internacionales impuestos por una parte fuerte sobre otra débil.
espartaquistas m pl Seguidores de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg dentro del USPD o
Partido Socialdemócrata Independiente (escisión de izquierdas del SPD o Partido Socialista
Alemán de antes de la guerra). El 30 de diciembre del año 1918 fundaron el Partido Comu-
nista Alemán o KPD.
inflación f Exceso de la oferta del dinero sobre el volumen de mercancías que se pueden
ofrecer.
jerife m Del árabe sarif. En el mundo islámico, persona de linaje noble porque desciende
de la familia del profeta Mahoma, especialmente a partir de Fátima y Alí. La condición de
jerife no lleva asociada en sí misma honores ni riquezas; de hecho, la mayoría de los jerifes
han vivido en la pobreza.
© FUOC • P09/74529/00362 68 El mundo de entreguerras
káiser m Título dado a algunos emperadores alemanes, derivado del latín Caesar.
pangermanismo m Origen etimológico derivado del vocablo griego pan ('todo'). Doctrina
que proclama la unión y predominio de todos los pueblos de origen germánico.
panislamismo m Origen etimológico derivado del vocablo griego pan ('todo'). Doctrina
que proclama la unión y predominio de todos los pueblos de religión musulmana.
plebiscito m Consulta a todo un pueblo o nación por voto directo para que apruebe o
desapruebe una determinación de gran trascendencia. Vocablo derivado del término plebs.
Putsch m Vocablo alemán muy utilizado para designar golpes de Estado con intervención
de fuerzas militares o paramilitares.
soviets m pl Palabra rusa. Consejos de obreros, soldados y campesinos durante la revolución
rusa, que después del establecimiento del nuevo Estado se convertirían en órganos de poder
local.
tipo de redescuento m Porcentaje que el Banco de la Reserva Federal aplicaba a los bancos
comerciales sobre los préstamos que éstos le solicitaron, cantidades que en buena medida se
transformaban a su vez en préstamos a particulares. Por este motivo, la subida o bajada del
tipo de redescuento restringía o favorecía el crédito y, por lo tanto, las operaciones a plazo
con fianza en la Bolsa.
teoría de la evolución de las especies f Teoría biológica que se aplica a todas las formas
de vida, según la cual éstas provienen de otras anteriores y los grupos vegetales y animales
conocidos no son sino fruto de la evolución de grupos ancestrales a través de largos perio-
dos biológicos y de numerosos cambios individuales relativamente pequeños. El concepto
de evolución adquirió en el siglo XIX sanción y significación científica gracias al sabio fran-
cés Jean Baptiste de Lamarck (1744-1829) y, sobre todo, al naturalista inglés Charles Darwin
(1809-1882). Durante el siglo pasado y principios del presente, fue habitual el abuso y forza-
miento de la teoría de la evolución de las especies para argumentar en política y sociología,
hecho que se conoce como darwinismo social.
tradición puritana f Tiene el origen en el puritanismo inglés del siglo XVI, que abogaba
por la depuración de la religión oficial, rechazaba la autoridad de los obispos y arzobispos, y
pretendía la estricta adaptación de la vida cristiana a las normas bíblicas. La persecución de
los puritanos en la Inglaterra del siglo XVII llevó a muchos al Nuevo Mundo, pero también
estuvo en el origen de la guerra civil de 1639. Las colonias de Nueva Inglaterra, particular-
mente Boston, sirvieron de refugio a los hermanos perseguidos, que antes de 1640 llegaban a
30.000. Allí, clérigos y magistrados improvisaron pequeñas teocracias bíblicas, aunque hacia
finales de siglo perdieron el control político. El ataque puritano al principio tradicional de
poder absoluto indujo a la formulación de las doctrinas de la libertad humana, los derechos
humanos y la responsabilidad del gobierno frente al pueblo gobernado, doctrinas que cons-
tituyen la base de la democracia moderna.
Turquía kemalista f República turca fundada por Mustafá Kemal (Ved el apartado 6.3).
Bibliografía
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Evans, R. (1980). Las feministas. Los movimientos de emancipación de la mujer en Europa, Amé-
rica y Australasia, 1840-1920. Madrid: Siglo XXI.
Rees, G. (1972). La Grande Crise de 1929. Le capitalisme remis en question. París: Albin Michel.