Está en la página 1de 1

Los padres esperan rabietas de los

niños de 2 a 3 años de edad, pero los


arranques de enojo no necesariamente
se detienen después de la primera
infancia. Los niños mayores a veces
también tienen problemas para manejar
el enojo y la frustración.
Algunos niños solo pierden la calma
ocasionalmente. Pero a otros parece
costarles más trabajo cuando las cosas
no salen como ellos quieren. Los niños
que, por naturaleza, tienden a tener
reacciones fuertes necesitarán más
ayuda de sus padres para controlar sus
rabietas.
Controlar los arranques puede ser difícil
para los niños, y ayudarlos a aprender
a hacerlo es un trabajo difícil para los
padres que los aman. Intente ser
paciente y positivo, y tenga en cuenta
que desarrollar estas habilidades toma
tiempo y que prácticamente todos los
niños pueden mejorar con la
orientación adecuada.

También podría gustarte