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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN

CIENCIA Y TECNOLOGÍA “UMECIT”


MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN Y PLANIFICACIÓN EDUCATIVA.
PANAMÁ

Materia: Gestión Financiera En Educación

Paradoja de la Financiación de la Educación Superior en Colombia

Estudiante: Arlen Arleth Argel González


Cedula de identidad: 30.665.211
Estudiante: Gabriela José Correa Rodríguez
Cedula de identidad: 1063169624
Estudiante: Yulis Milena Correa Maza
Cedula de identidad: 1072522469

Profesor: Mg, Carlos Francisco Monterrey de León


PARADOJA DE LA FINANCIACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN
COLOMBIA

Es bien sabido que la educación es lo que impulsa el desarrollo de la


sociedad, es por ello que una de sus características esenciales es la calidad y que
por ende siempre se procure la mejora de la misma, así mismo, se pretende que
muchas más personas tengan acceso a ella y para este fin se busca ampliar su
cobertura.

La educación como bien público, ha constituido durante mucho tiempo un


principio fundamental del discurso internacional sobre el desarrollo de la educación.
Tradicionalmente, ha supuesto la responsabilidad primordial de las instituciones
públicas de impartir y financiar las oportunidades educativas. Sin embargo, esta
función se pone cada vez más en cuestión por la mayor diversificación de los
agentes implicados y de las fuentes de financiación a todas las escalas de la
educación.

Lo anterior, obliga a revisar el principio de la educación como bien público a


la luz de las tendencias actuales de privatización y mercantilización de la educación,
teniendo en cuenta las implicaciones tanto económicas como políticas de la
privatización, se reformula el debate teórico sobre la educación en el ámbito público,
partiendo de la necesidad de restablecer un espacio democrático de participación,
por ello se afirma que el concepto de educación como bien común puede
representar un marco complementario útil para su gobernanza en un contexto
cambiante.

Cuando se habla de la educación superior en Colombia, es necesario decir


que es una educación que se encuentra rezagada, pues se encuentra por debajo
de los estándares internacionales en relación con las ofertas educativas y la
investigación, siendo así, en búsqueda de elevar su calidad, ampliar su cobertura y
superar el rezago, en el año 2011 se pretende hacer una reforma a la Ley 30 o Ley
de Educación Superior en Colombia, reforma que nace de forma autónoma de parte
del aparato estatal y que finalmente no llegó a feliz término.
Ahora bien, el proceso de financiación de la educación superior en Colombia
se da por aportes directo de la nación y entidades territoriales, generación de
recursos propios, créditos y subsidios de mantenimiento al estudiantado, teniendo
en cuenta esto, la paradoja de la financiación se hace visible cuando en la
pretensión de reformar lo establecido en la Ley 30, se intenta establecer una reforma
que impone dentro de la educación un modelo mercantil, donde a los estudiantes
se les hacen créditos para costear sus matrículas que en la medida del tiempo se
les vuelve insostenible pagar como estudiantes y luego como profesionales, lo que
se traduce en insolvencia de pagos; este modelo mercantil no es más que la
intervención del capital privado en la educación pública, que vendría convirtiéndose
en privatización de la educación.

En este orden de ideas, privatizar la educación para resolver la ampliación


de cobertura lleva a que la educación pierda su esencia como bien común y también
su calidad se vea afectada, puesto que una empresa privada necesita rentabilidad,
lo que indica abaratar los costos por estudiante, todo lo contrario que sucede
naturalmente en el sector educativo, donde anualmente los costos por estudiante
han ido en aumento con el fin de que la calidad educativa sea mejor y que el
educando esté involucrado con la revolución tecnológica que avanza día tras día.

Todo lo anterior traduce que la nación no está invirtiendo lo suficiente en la


educación superior y que su inversión ha caído anualmente desde los inicios de la
Ley Superior de Educación hasta estos días, financiando las mismas universidades
por lo menos la mitad de lo que se invierte en educación superior, a través de la
venta de servicios para subsanar el déficit, pero en este intento la universidad pierde
su norte y naturaleza: la educación, la formación y la investigación, convirtiéndose
en una empresa. Aquí el llamado es a que el Estado sea más responsable y brinde
más recursos a la universidad pública si realmente se busca elevar su calidad y
generar más cobertura.

Bien sea por beneficio institucional o por requerimientos gubernamentales,


las instituciones de educación superior están adoptando dentro sus procesos
administrativos la academia y la investigación como una formula clave para el
ascenso de las universidades. Para el caso de Colombia son pocas las
universidades que están incluyendo esta fórmula con éxito, por lo que representa
un pequeño porcentaje.

La investigación cumple diferentes papeles en las universidades uno de ellos


es el de educar a los estudiantes universitarios, capacitar a los profesionales,
quienes van a ofrecer un servicio a la sociedad, adaptándose a las exigencias del
mercado laboral, transfiriendo sus conocimientos con alto grado de producción de
nuevos conocimientos en el área de la ciencia y la tecnología, todo esto amparado
en el acuerdo al Decreto No. 1330 de 2019, el cual busca regular los procesos de
registro calificado y calidad académica.

A lo anterior se suma a las exigencias que tienen las instituciones de


educación superior, estas están llamadas a tener una visión que trascienda del
campo nacional a lo transnacional, porque el espectro de competitividad se extiende
a nivel global, y es que, como efecto positivo de la globalización educativa,
encontramos la acción de aumento de la competitividad a nivel mundial y que esta
no es más que el resultado del esfuerzo constante de las personas que a diario
adquieren mayores conocimientos y así, el mundo avanza a mayor velocidad dando
como resultado final una calidad de vida.

En cuanto a la formación docente lo académico, pedagógico y la evaluación


de los aprendizajes van de la mano con el componente de las TIC, que favorecen
el desarrollo de las habilidades en el manejo de las herramientas tecnológicas
tecnologías de aprendizaje y conocimiento (TAC), tecnologías de emprendimiento
y participación (TEP) y tecnologías emergentes (TE), los componentes antes
mencionados son utilizados en mayor porcentaje en la educación virtual.

Como último punto, es oportuno mencionar la crisis de financiación que


afronta el sistema educativo de educación superior pública, originada en los
artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992, en la poca inversión del gasto en este sector
en relación con el PIB nacional que por lo general se mueven entre el 0,5 % y 0,8
%, que representan un mínimo porcentaje en comparación con otros países. A lo
anterior, se le debe prestar total atención, pues el mundo contemporáneo exige una
educación con calidad y equidad que tenga en cuenta el desarrollo humano y la
competitividad en un mundo globalizado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

M. D. Unimedios. (2012). Paradojas de la financiación de la educación superior en


Colombia – UNAL [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=5ZqllNaQn5c&t=3s

García, M., Espinosa J., Jiménez F., y Parra, J. D. (2013). Separados y desiguales.
Educación y clases sociales en Colombia. Bogotá: Ediciones Antropos.
http://www.dejusticia.org/files/r2_actividades_recursos/fi_name_recurso.591
.pdf

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