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El documento discute si la edad legal para consumir alcohol debería ser mayor o menor. Argumenta que la edad legal de 18 años permite que los adolescentes tengan fácil acceso a bebidas alcohólicas, lo que representa un alto riesgo para su salud dado que sus hígados aún no están completamente desarrollados. Sugiere aumentar la edad legal a 21 años para reducir los problemas de salud entre los jóvenes asociados con el consumo de alcohol.
Descripción original:
Título original
La edad para consumir bebidas alcohólicas es apropiada
El documento discute si la edad legal para consumir alcohol debería ser mayor o menor. Argumenta que la edad legal de 18 años permite que los adolescentes tengan fácil acceso a bebidas alcohólicas, lo que representa un alto riesgo para su salud dado que sus hígados aún no están completamente desarrollados. Sugiere aumentar la edad legal a 21 años para reducir los problemas de salud entre los jóvenes asociados con el consumo de alcohol.
El documento discute si la edad legal para consumir alcohol debería ser mayor o menor. Argumenta que la edad legal de 18 años permite que los adolescentes tengan fácil acceso a bebidas alcohólicas, lo que representa un alto riesgo para su salud dado que sus hígados aún no están completamente desarrollados. Sugiere aumentar la edad legal a 21 años para reducir los problemas de salud entre los jóvenes asociados con el consumo de alcohol.
¿La edad para consumir bebidas alcohólicas es apropiada?
¿Debería ser mayor o
menor? Introducción El consumo de alcohol a nivel mundial es alarmante, ya que en general hay una tasa muy elevada de personas que consumen alcohol y que a lo largo de su vida provocan diversos problemas de salud. Pero las cifras mas alarmantes son la de los jóvenes, adolescentes y estudiantes, que legalmente la edad para beber alcohol son 18 años, sin embargo, muchos jóvenes menores de edad tienen acceso a estas bebidas, lo que puede significarse un alto riesgo en su salud. Por lo que si apelamos a las autoridades para que promulguen una ley que establezca que la edad legal para consumir alcohol sea de 21 años, podríamos tener cambios notables en la sociedad. Desarrollo Es abusivo porque la embriaguez se entiende como sinónimo de placer. Sin embargo, además del peligro de coma o la posibilidad de vómitos y dolores de cabeza, los expertos advierten que este comportamiento social puede conducir a problemas de salud graves para los adolescentes. El efecto más común y menos obvio es en el hígado. Las personas menores de 16 años tienen un órgano inmaduro, por lo que metabolizan el alcohol más lentamente y tienen niveles más altos de intoxicación alcohólica que los adultos. Más del 69% de los jóvenes peruanos de 12 a 17 años beben alcohol en algún momento de su vida. El último Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar revela esta cifra, dejándonos con la duda de cuáles son las responsabilidades de los adultos mayores en este sentido. Si bien los jóvenes que beben son ilegales, también lo son quienes les venden alcohol o simplemente facilitan o no evitan que suceda. La sociedad en su conjunto tiene la responsabilidad de prevenir y abordar este fenómeno La "madurez hepática" recién se alcanza entre los 18 y 20 años. "El alcohol pasa así más rápidamente al sistema nervioso central, provocando la sintomatología clásica que comienza con una fase de excitación, sigue con la de embriaguez y finaliza con el coma. Los adolescentes llegan en menos tiempo a la intoxicación alcohólica aguda y con menor cantidad de bebida" (Doctora. Graciela Morales). Sin embargo, las reglas se ven limitadas por la falta de un mayor control por parte de las autoridades sobre los lugares donde los jóvenes compran alcohol con más frecuencia: las pequeñas tiendas de barrio. De acuerdo con información del Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, más del 70 por ciento de los escolares en Perú manifiestan adquirir fácilmente bebidas alcohólicas. Específicamente, entre los encuestados de 14 a 16 años, esta percepción alcanzó el 60%. Conclusión Finalmente, como incluso ha enfatizado la Organización Mundial de la Salud, es necesaria la coordinación institucional y sectorial para aplicar la ley, llenar los vacíos legales que aún existen y capacitar a todos los involucrados en el cumplimiento de las normas y procedimientos (comisionados y defensores de familia, policía, etc.), hacer efectiva la educación y las sanciones económicas y priorizar los derechos de los niños y jóvenes por encima de los beneficios económicos o políticos del alcohol. Pero dadas las presiones sociales, lo importante es ser conscientes del daño que se puede estar causando al organismo para cuidarlo y para, al menos, regular la cantidad de bebida que se consume.