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Con alrededor de 231 

195 habitantes, se trata de la cuarta ciudad más poblada del estado. La ciudad
independiente en la región administrativa del mismo nombre es sede de la subregión o asociación
regional (Regionalverband) Alto Rin del Sur y del distrito de Brisgovia-Alto Selva Negra, además el
diseño de su bandera coincide con la de Inglaterra.

El santo patrón de Friburgo es San Jorge, y su cruz aparece sobre el escudo y la bandera de la
ciudad.

El casco antiguo junto a la catedral con los famosos Bächle (pequeños canales de agua que
atraviesan la ciudad) es destino de unos tres millones de visitantes anualmente. La ciudad se
considera una puerta de entrada a la Selva Negra (Schwarzwald, en alemán) y se la conoce
por su clima templado y soleado.

Destaca por su carácter universitario y es considerada como capital de la ecología en este país.

Historia
Friburgo fue fundada en 1120 por el duque Conrado de Zähringen y dotada de privilegios
municipales según el modelo foral de Colonia. El castillo de Schlossberg se construyó en
1090 para ser la residencia de los duques de Zähringen. La ciudad gozó de amplios privilegios
como mercado, convirtiéndose en uno de los centros comerciales de la Selva Negra. Su vida
comercial giraba en torno a la exportación de plata, lana y madera.

En 1200, el duque Bertold V de Zähringen construyó la catedral, de estilo gótico. Tras su


muerte, la ciudad pasó a su sobrino Egino de Urach, que en 1218 se convirtió en duque de
Friburgo. En 1368, los ciudadanos de Friburgo compraron su independencia por 15 000
marcos de plata. Inmediatamente después se colocaron bajo la soberanía de los Habsburgo
austríacos. En el siglo XV, la sede de la Dieta Imperial estuvo en Friburgo de Brisgovia, que
de ese modo se convirtió en la capital de Austria Anterior. En 1457, el duque Alberto VI de
Austria fundó la universidad. Entregada a los jesuitas en 1620.

A partir de 1632 la población fue salvajemente diezmada durante la guerra de los Treinta
Años, que además dejó la ciudad en ruinas. Tomada por Suecia (1632-1634) y Francia (1638-
1648, salvo una breve ocupación bávara).3 Fue recuperada en la paz de Westfalia por los
austriacos. Los tratados de Nimega supusieron su entrega a los franceses en 1678, que la
mantuvieron hasta el tratado de Rijswijk. Posteriormente estallaron las guerras entre Austria y
Francia, que se intensificaron durante la guerra de Sucesión por el trono de España. Hasta
1715, la ciudad permaneció de nuevo ocupada por Francia y finalmente fue devuelta a
Austria, que la volvió a perder entre 1744-1748.4

Durante las guerras de la Convención, fue de nuevo asediada por Francia. En 1803 fue cedida
al depuesto duque de Módena, quien la restituyó a los Habsburgo a su muerte. Unido a Baden
en 1805. En 1806, Napoleón Bonaparte la integró en la Confederación del Rin, donde
permaneció hasta 1814. En 1817 se estableció una diócesis eclesiástica en Friburgo, que se
convirtió poco después en sede arzobispal de la Renania superior.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad creció rápidamente. En 1899 se matriculó
en su universidad la primera mujer alemana que accedió a estudios superiores. Durante la
Segunda Guerra Mundial, el 27 de noviembre de 1944 un ataque aéreo aliado destruyó gran
parte de la ciudad (Operación Tigerfish), siendo la ciudad ocupada por las tropas francesas en
abril de 1945. Al año siguiente se creó el estado (Land) de Baden, del cual se convirtió en
capital. Tras la unión con Wurtemberg para crear Baden-Wurtemberg en 1952, es la sede de la
presidencia de dicho estado federado.

Capital de la ecología
es la ciudad alemana con más horas de sol. Ello, sumado a una constante política ecológica de
los gobiernos federal y regional, hace que Friburgo posea el mayor número de instalaciones
medioambientales en la Unión Europea

El Instituto para la Ecología tiene aquí su sede, el Consejo Internacional para Iniciativas
Medioambientales tiene aquí su secretariado europeo y además Friburgo cuenta con el
Instituto Fraunhofer para sistemas de energía solar y es sede de la Sociedad Internacional de
Energía Solar (ISES). La ciudad integra un circuito para ciclistas de unos 400 km de longitud,
lo que demuestra el predominio de este medio de transporte en Friburgo.5

Además, cada año se celebra en el mes de junio Intersolar, la mayor feria de la energía solar.
Lo que la coloca a la cabeza en cuanto a energía solar fotovoltaica se refiere.

Monumentos
1. Alte Wache (Antiguo Retén – Casa de los Vinos Badenses)
De retén a bodega: en el Antiguo Retén, construido como bastión en el contexto de la
militarización en 1733, se encuentra hoy en día la Casa de los Vinos Badenses.

Este bello edificio y monumento protegido en la Plaza de la Catedral es una de las pocas
reliquias del siglo XVIII que resultó prácticamente indemne de las bombas de la Segunda
Guerra Mundial. Donde antaño se encontraba estacionada la guarda austríaca, se puede
descubrir hoy día la fascinante variedad de los vinos regionales de Baden.

¿Sabía que Baden, con más de 15.000 hectáreas de vides, es la tercera mayor región vinícola
de Alemania? El clima mediterráneo de esta zona entre la Selva Negra y los Vosgos, una
buena tierra y la tradición vinícola anclada a este lugar desde hace generaciones, son las
mejores condiciones para la creación de excelentes vinos.

No hay mejor modo de acabar un tour por el casco antiguo de la ciudad que disfrutando en la
terraza del Antiguo Retén de una copa de Pinot Gris de Friburgo y de las preciosas vistas a la
histórica Plaza de la Catedral y al símbolo de la ciudad: la Catedral de Friburgo.

2. Basler Hof (Corte de Basilea)


La historia del edificio “Basler Hof” (Corte de Basilea) es tan movida como conmovedora: varias casas
burguesas tuvieron que ceder su lugar a finales del siglo XV a este representativo edificio secular,
porque Konrad Stürzel, canciller de la corte del emperador austríaco Maximiliano I, hizo construir
aquí un palacio de ciudad en su nombre.
A lo largo de los siglos siguientes, el edificio cambió de propietario a menudo. Entre otros
usos, sirvió al cabildo de Basilea a partir de 1587 como edificio residencial y administrativo.
El nombre de “Basler Hof” se remonta a ese tiempo.

Cuando, casi 100 años más tarde, las tropas francesas, bajo el mando de Vauban, convirtieron
Friburgo en una gigantesca fortaleza, se instalaron en este representativo edificio. En 1687
pernoctó en el “Basler Hof” el rey Ludwig XIV, durante una visita relámpago para examinar
sus territorios conquistados.

El lado oscuro y poco conocido de este edificio medieval tuvo lugar durante la Segunda
Guerra Mundial, cuando la Gestapo, entre 1933 y 1941, torturó a los opositores del régimen
en el sótano. Puesto que el “Basler Hof” fue totalmente destruido durante el bombardeo del 27
de noviembre de 1944, apenas hay testimonios escritos de las atrocidades allí cometidas.

Tras una reconstrucción del “Basler Hof” totalmente fiel al edificio original, con su portal del
Renacimiento, es desde 1952 la sede de la Presidencia del Gobierno de Friburgo. Desde
entonces, reina la paz en este lugar. Tan solo una vez al año, cuando se anuncia la “quinta
estación”, los bufones del Carnaval llenan el lugar de alegres y ruidosas risas.

3. Erzbischöfliches Ordinariat (Sede Episcopal Arzobispal)


El monumental edificio de la Sede Episcopal Arzobispal atrae todas las miradas. La fachada principal
de colorida piedra arenisca se extiende más de 80 metros a lo largo de la calle “Schoferstrasse”.

Una fina ornamentación adorna este edificio que recuerda el estilo románico, y fue terminado
en 1906, tras un período de tres años de construcción. Al diseñarlo, el arquitecto austríaco
Raimund Jeblinger se inspiró totalmente en la fantasiosa arquitectura del historicismo. Esto se
hace evidente como muy tarde al entrar en el imponente edificio de la Sede Episcopal por sus
puertas de hierro forjado, elaboradamente trabajadas. Enormes bóvedas y coloridas pinturas
de Franz Schilling decoran la escalera desde la entrada hasta la tercera planta.

Quien desee ver más del colorido arte con influencias bizantinas, egipcias y celtas, ha de
concertar una cita en el arzobispado, pues los visitantes solo tienen acceso a la zona de
entrada. Desde aquí es reconocible el concepto del edificio: la representación del camino
desde la oscuridad terrenal a la gloria celestial. La zona de entrada es más bien oscura y algo
oprimente, el ambiente se asemeja al de una cripta románica, mientras que el edificio se va
abriendo hacia la parte superior: columnas más estrechas, más ventanas y pinturas más claras
proporcionan más luz y ligereza.

¡Atrévase a echar un vistazo! Si el trabajo lo permite, los empleados de la recepción le


contestarán con mucho gusto a sus preguntas sobre la simbología de la arquitectura y del arte.

4. Erzbischöfliches Palais (Palacio Arzobispal)


Desde el siglo XIV se encuentra aquí, en el lado sur de la Plaza de la Catedral, la sala de
reuniones de los “Adeligen Trinkgesellen” (“nobles compañeros para beber”) de la
Asociación de Caballeros de Breisgau.

Su Presidente Ferdinand Sebastian von Sickingen Hohenburg hizo construir este edificio
barroco en 1756, justo al lado del Almacén Histórico. Un año después de su construcción, los
caballeros vendieron su casa social a los legisladores de la ciudad, quienes la usaron hasta
1806 como lugar de reuniones, y luego pasó a formar parte de la Corte Granducal.

Tras la fundación del Arzobispado de Friburgo, Bernhard Boll fue el primer arzobispo que se
trasladó al edificio en 1832, denominado a partir de ese momento Palacio Arzobispal y
utilizado como tal hasta 1944. Después de su total destrucción en la Segunda Guerra Mundial,
fue reconstruido respetando la sustancia del histórico edificio. Se conservó la fachada barroca
y tan solo se renunció a las antiguas contraventanas.

Actualmente, 350 talentosos niños y niñas de la famosa Escuela de Canto de la Catedral,


ensayan en la Sala Mozart y del Episcopado. Las habitaciones del Palacio Arzobispal, así
como su correspondiente Capilla de la Catedral, se usan tanto como salas de ensayo, como
para la enseñanza de música.

5. waldGerichtslaube (Antiguo edificio administrativo)


Friburgo no se adorna con un solo ayuntamiento, sino con tres. Aprenderá cómo se desarrolló
esta situación a traves de los años, en nuestro texto sobre el Ayuntamiento Nuevo.

Pero le adelantamos algo: el “Gerichtslaube” (“Pérgola del Tribunal”) es el más antiguo de los
edificios administrativos de Friburgo. Situado detrás del Ayuntamiento Antiguo y frente al
Museo del Carnaval, esta hermosa casa con tejado a dos aguas fue construida con piedra
arenisca a finales del siglo XIII - principios del siglo XIV.

El “Gerichtslaube” alcanzó importancia histórica 100 años más tarde, cuando el rey
Maximiliano convocó al Reichstag (parlamento) en Friburgo en el año 1498. En realidad, para
las reuniones y las celebraciones tendrían que haberse utilizado las instalaciones de la nueva
“Casa del Grano”, que habrían sido mucho más generosas. Pero los constructores no fueron
capaces de terminar la obra a tiempo, y el rey se quejó acerca de la falta de espacio en el
“Gerichtslaube”. A principios del siglo XVI, la ciudad decidió reformar el edificio. El gran
Salón del Consejo quedó conectado a través de una escalera con las dependencias existentes.

Los edificios alrededor de la Plaza del Ayuntamiento fueron destruidos en gran parte durante
los bombardeos de 1944. Del “Gerichtslaube” solamente resistieron a las bombas los
cimientos, partes del muro occidental y el ala del archivo. La preciosa escalera fue
gravemente dañada. Desde la finalización de la reconstrucción en 1979, en el "Gerichtslaube”
hay dos salas de eventos, que se utilizan para recepciones oficiales.

Curiosidad: antaño, en el “Gerichtslaube” de Friburgo existía la ley de la pureza del vino,


incluso antes de que existiera dicha normativa para la cerveza.

6. Haus zum Walfisch (Casa de la Ballena)


Erasmo de Rotterdam fue probablemente el residente más famoso de la Casa de la Ballena.
Este erudito mundialmente famoso residió aquí desde 1529 hasta 1531, tras huir de la
Reforma en Basilea.

Pero no dedicó palabras especialmente amables ni a la casa, ni a Friburgo. Hace


aproximadamente medio siglo, Erasmo de Rotterdam escribió sobre los “riachuelos de
Friburgo”: “un arroyo hecho artificialmente discurre por todas las calles de esta ciudad, el
cual absorbe los jugos sangrientos de las carnicerías, el hedor de todas las cocinas, la suciedad
de todas las casas... Con este agua se lavan las telas, se limpian las copas de vino e incluso las
ollas.”

¿Tendría algo que ver con esta animadversión hacia Friburgo el que no le gustara la comida
badense o que no le sentara bien el cálido clima? El hecho es que este teólogo y crítico de la
Iglesia se sentía perturbado por sus compañeros de piso, y el alquiler le parecía inadecuado.
Tras constantes peleas, su contrato de alquiler fue cancelado en 1531.

Es difícil imaginar cómo es posible que Erasmo de Rotterdam no se sintiera cómodo en el


magnífico edificio de la Casa de la Ballena, con su portal-mirador bellamente adornado, el
florón, las gárgolas y los innumerables elementos del gótico tardío. Con gran amor hacia los
detalles, esta casa fue realizada por Jakob Villinger von Schönenberg, tesorero del emperador
romano.

Hoy día, el banco “Sparkasse” puede presumir de tener su filial más fastuosa en la Casa de la
Ballena en Friburgo.

Adivinanza sobre Friburgo: en la parte posterior del actual banco “Sparkasse”, en la calle
“Gauchstrasse”, encontrará un pequeño mono que, en sentido figurado, “muerde una
manzana ácida” (en alemán “morder una manzana ácida” significa aceptar algo negativo
porque no queda otro remedio). Averigüe de qué nos advierte el primate.

7. Historisches Kaufhaus (Almacén Histórico)


Este precioso edificio de color rojo oscuro y decorado con todo lujo de detalles, capta las
miradas de todo aquel que pasa por la Plaza de la Catedral.

Hacer cola. Eso es lo que les tocaba a los comerciantes en la Edad Media, después de un duro
viaje en coche de caballos, cuando llegaban a las puertas de la ciudad. Aquí se inspeccionaban
las mercancías y se establecía la cantidad de impuestos que tenían que pagar. Y eso podía
tardar bastante, especialmente cuando en el siglo XIV el comercio aumentó
considerablemente en Friburgo. La entrada a la ciudad estaba abarrotada, de modo que fue
indispensable el establecimiento de un lugar para el almacenamiento de mercancías y el
despacho aduanal. En 1378 fue mencionado por primera vez un edificio para la gestión del
comercio urbano.

Como ampliación de esta área, el maestro de obras de la catedral Lienhart Müller construyó a
principios del siglo XVI, entre 1520 y 1532, el Almacén Histórico. Su magnífica fachada con
sus torres-mirador y arcadas bellamente decoradas, descata entre sus edificios vecinos al
sobresalir hacia delante ligeramente.

Detrás de la amplia puerta de entrada se encuentra un patio interior de 300 metros cuadrados.
Donde antiguamente se almacenaban las mercancías, se llevan a cabo hoy día eventos al aire
libre como la “Degustación de Vino de Friburgo”.

A través de una escalera de caracol, este patio interior está conectado con la Sala de la
Chimenea. Le dio su nombre el maestro de obras de la catedral en el siglo XV, quien la
añadió a este edificio.
Mientras que el pomposo Salón Imperial impresiona por sus pilares de roble, los virtuosos
adornos del techo del siglo XVIII en el Salón Rococó recrean un artístico cielo sobre los
visitantes.

8. Martinstor (Puerta de Martín)


“Sería una impiedad sin igual si se pretendiera demoler este venerable y magnífico testigo de la
historia más antigua de Friburgo [. . . ]” afirmó el alcalde Otto Winterer poco después de asumir el
cargo en 1888.

Algunos ciudadanos y empresarios exigieron en aquella época la demolición de la Puerta de


los Suabos y la Puerta de Martín, debido a los planes de construcción de un tranvía eléctrico.
Ambas puertas de la ciudad medievales de Friburgo (dos de las cinco torres que hubo antaño)
habían sobrevivido a todas las guerras, y eran consideradas por los críticos un obstáculo para
el desarrollo de un moderno sistema de tráfico.

El alcalde Winterer lo veía de otro modo. Para destacar la importancia de las dos torres
históricas del siglo XIII, y porque “un pueblo tiene tejados y una ciudad torres”, Winterer fue
más allá. En lugar de demoler la Puerta de Martín, aumentó su altura casi tres veces, de 22 a
63 metros. Además, se añadió un techo de estilo historicista del siglo XV, así como un paso
más grande para el tranvía, con el fin de tranquilizar a sus críticos.

Al igual que las otras cuatro torres, la Puerta de Martín estaba integrada en las murallas de la
ciudad y conectada al adarve. En el lado del exterior de la ciudad, había un gran antepatio
como sistema de defensa adicional, así como un puente sobre un foso de 12 metros de ancho y
cinco metros de profundidad. En el lado este, todavía hoy día se puede ver la antigua apertura
del adarve a unos seis metros de altura.

En el lado interior de la Puerta de Martín se encuentra una placa conmemorativa en memoria


de las víctimas de la caza de brujas. Las tres viudas del Consejo Anna Wohlffartin, Catharina
Stadelmennin y Margaretha Mößmerin fueron decapitadas y quemadas durante la primera
caza de brujas que comenzó en 1599, y representan por ello a todas las víctimas del siglo XVI
y XVII. A pesar de que la Puerta de Martín fue elegida como el lugar donde poner esta placa
conmemorativa, en realidad aquí no se encerró a ninguna bruja, sino que la mayoría de los
presos eran deudores.

9. Münsterbauhütte (Antiguo Atelier para la Construcción de la


Catedral – Tienda de la Catedral)
El Antiguo Atelier para la Construcción de la Catedral fue el lugar de trabajo de los
prestigiosos maestros de obras y canteros del símbolo de Friburgo, quienes –tras la
construcción– fueron responsables del mantenimiento de la catedral.

Este edificio, ubicado en la calle “Herrenstrasse”, justo detrás del coro de la catedral, es la
única casa con fachadas entramadas conservada de la Edad Media tardía. Fue mencionado por
primera vez en el año 1565 y, tras la terminación del coro de la catedral, fue el taller de los
canteros. El término “Bauhütte” (barracón de obras) se usaba en la Edad Media para
denominar la organización a la que pertenecían todos los constructores implicados en la
construcción de la catedral. Era el núcleo de la “fábrica de la catedral”, la cual, desde finales
del siglo XIII, realizó bajo dirección municipal la construcción de la Iglesia Parroquial de
Friburgo.

La planta con entramado de madera fue añadida posteriormente, alrededor del año 1600. En
un principio fue la vivienda del capataz y más tarde de los dos vigilantes de la torre, quienes
tenían que vigilar por turnos que no se acercasen enemigos o se prendiera fuego. Hasta 1956
trabajaron los canteros en este histórico edificio. Pero la mayor parte de los trabajos de
construcción fueron transferidos en 1911 al nuevo Atelier para la Construcción de la Catedral
en la calle “Schoferstrasse”.

Hoy en día en el Antiguo Atelier para la Construcción de la Catedral hay una pequeña tienda,
donde pueden adquirirse recuerdos de muy buen gusto, así como reservar visitas guiadas del
Atelier para la Construcción de la Catedral. Por cierto: todas las compras en la tienda de la
catedral repercuten en beneficio de la preservación de la catedral.

Nuestra sugerencia: desde el siglo XIV los friburguenses y los amantes de la catedral de
Friburgo miman y cuidan esta obra maestra gótica para que puedan disfrutarlas las
generaciones futuras. En las ventanas de la catedral puede verse qué gremios hicieron
antaño donaciones para la instalación de las coloridas vidrieras. Mire a su alrededor y
descubrirá el pretzel del gremio de panaderos o las botas como símbolo de los zapateros.

10. Altes Rathaus (Ayuntamiento Antiguo)


El Ayuntamiento Antiguo se encuentra justo al lado del Ayuntamiento Nuevo, ubicado en la
plaza homónima. Los dos edificios están conectados por una pasarela, y ambos son utilizados
como sedes de la Administración de la ciudad de Friburgo.

La historia del Ayuntamiento Antiguo comienza ya a finales del siglo XIII, cuando la ciudad
de Friburgo levantó una primera construcción en la Plaza de los Franciscanos (hoy día Plaza
del Ayuntamiento), con el fin de establecer allí las oficinas de la Secretaría Municipal.

En la Alta Edad Media Friburgo perteneció a las ciudades más pujantes de Baden, de modo
que, con el curso del tiempo, aumentó también la burocracia. La administración de la ciudad
se vio obligada a comprar más edificios o construirlos, y por ello surgió el Ayuntamiento
Antiguo en 1559.

Elementos estilísticos típicos del Renacimiento, como un ático soportado por pilastras,
decoran el magnífico edificio, así como varias coloridas pinturas de artistas regionales. Por
desgracia, el Ayuntamiento Antiguo se incendió durante el bombardeo del 27.11.1944. Solo
las paredes exteriores resistieron al fuego.

En el curso de la reconstrucción, el edificio fue ampliado con tres nuevas alas y las fachadas
fueron diseñadas uniformemente con piedra arenisca roja. La tradición centenaria de las
fachadas de ayuntamientos pintadas fue continuada en el frontón, donde se alza sobre el reloj
el águila bicéfala del Santo Imperio Romano.

Hoy en día se encuentra la Oficina de Información Turística en la planta baja del


Ayuntamiento Antiguo. El histórico hall de entrada le da la bienvenida en un espacio diáfano
y, sobre adoquines medievales, le conduce directamente a nosotros.
11. Schwabentor (Puerta de los Suabos)
La Puerta de los Suabos fue construida a mediados del siglo XIII como una puerta de la ciudad
integrada en la fortaleza para proteger a los ciudadanos. Así que, atención: ¡si abandona la ciudad lo
hará bajo su propio riesgo!

En la Edad Media debió ser una verdadera aventura dejar tras de sí las murallas de la ciudad:
los bosques y caminos desconocidos, y el constante miedo a ser atacados por los ladrones,
causaban inseguridad a los comerciantes y viajeros. Para todos aquellos que no eran
disuadidos por su propio miedo, una figura advertía sobre el peligro de salir de la ciudad.

Una cara atormentada adorna la cabeza relativamente grande de la pequeña figura sin cuello
que está sentada con las piernas cruzadas sobre la pasarela de la torre fortificada y se saca una
espina del pie. Desde la antigüedad, esta figura simboliza el pecado y el castigo, por lo que los
historiadores afirman que esta pequeña figura servía de advertencia para no salirse del camino
correcto.

Quien, sin embargo, pasaba por la calle “Salzstrasse” y atravesaba la Puerta de los Suabos,
podía cruzar el Puente “Dreisambrücke” y llegar a las principales rutas del comercio de la
Selva Negra. A través de una de estas rutas llegó en una ocasión un comerciante de sal
procedente de Suabia, que se había enamorado de Friburgo en sus anteriores viajes de
negocios a la ciudad. Con varios barriles llenos de dinero quería comprar Friburgo, pero de
los ciudadanos obtuvo solo burlas y risas, especialmente cuando abrió alegremente los barriles
y se dio cuenta de lo que había hecho su avara esposa. Poco entusiasmada con la idea de su
marido de gastar todo su dinero en la compra de un pueblo, antes de su partida ella había
intercambiado el dinero por arena y piedras.

Al parecer, esta leyenda dio el nombre a la Puerta de los Suabos. De modo que, desde el siglo
XVII, el comerciante de sal adorna con su carro el interior de la puerta de la ciudad. El
exterior lo engalana el patrón de Friburgo, San Jorge matando un dragón.

Nuestra sugerencia: La única manera de ver el interior de la Puerta de los Suabos es


visitando el Gabinete de Figuras de Estaño, un museo de miniaturas único. 10.000 figuras de
estaño hechas a mano representan aquí importantes acontecimientos históricos de Friburgo y
sus alrededores.

12. Stadtbibliothek (Biblioteca Municipal)


¿Excepcionalmente hoy no acompaña el tiempo en Friburgo, y quiere hacer alguna actividad
con sus hijos? En la Biblioteca Municipal, las pequeñas “ratitas de biblioteca” se lo pasan de
maravilla.

Aquí no solo hay un montón de cómics, novelas para niños y adolescentes, CDs y juegos.
También se ofrecen charlas o talleres de manualidades regularmente. Aquí es imposible
aburrirse.

Pero también los ratones de biblioteca adultos pueden enfrascarse en la lectura de un libro, en
tres plantas y dos galerías. El departamento de música, con sus revistas, libros especializados
y una gran cantidad de notas musicales, atrae especialmente a músicos, tanto profesionales
como aficionados, de todo el sur de Alemania. Y para quienes deseen tocar el piano, hay un
piano digital con auriculares.
Encontrará información sobre la biblioteca, las charlas y presentaciones de libros, así como
sobre las actividades para niños y adolescentes en: www.freiburg.de/Stadtbibliothek

13. Stadtgarten (Parque Municipal)


Tan pronto como los primeros rayos de sol del año llegan desde el cielo y la primavera hace
que broten las hojas de los árboles, el Parque Municipal se convierte en un prado para hacer
picnic, un centro de yoga y una sala de conciertos al mismo tiempo.

Desde 1888 este lugar bulle de personas jóvenes y mayores, que desean disfrutar del sol y de
la paz de este verde oasis.

Escuche el trinar de los pájaros y observe como los patos anadean alrededor de su gigante
congénere del Monumento “Erpel”. Cuentan que un pato macho (“Erpel”) avisó con su fuerte
cacareo a los ciudadanos de Friburgo cuando el 27.11.1944 las bombas de la Royal Air Force
británica destruyeron en pocos minutos gran parte del casco antiguo de Friburgo. Así que,
aquí está desde 1953, con el cuello estirado hacia arriba y el pico abierto para graznar, como
monumento exhortatorio para la paz mundial.

Aquí, en el Parque Municipal, está el “Erpel” de cerámica en medio de un estanque, rodeado


de plantas y grandes y viejos árboles.

Entre las visitas a los museos y el recorrido por la ciudad, relájese en estos preciosos jardines.
250 tipos de rosas e incontables parterres decoran el parque desde la primavera hasta el otoño.

Y con el Funicular del Monte del Palacio “Schlossbergbahn“ puede llegar al homónimo
monte de Friburgo, a 460 metros de altitud.

Nuestra sugerencia: ¡Disfrute desde el Monte del Palacio “Schlossberg“ de una preciosa
puesta de sol con vistas a Friburgo!

14. Zum Roten Bären (Casa de huéspedes "Zum Roten Bären")


El edificio de esta “casa de huéspedes” cuenta entre los más antiguos de Friburgo. Los
cimientos datan del 1120, fecha de la fundación de la ciudad.

Desde lejos se oye el traqueteo de los coches de caballos. De madrugada, los comerciantes del
norte de la Selva Negra cruzan el Puente “Dreisambrücke” y la Puerta de los Suabos, para
ofrecer sus mercancías en Friburgo. Con prisa, van de tienda en tienda por la calle
“Salzstrasse”, decorada con faroles de hierro fundido y letreros de hierro forjado. Hanmann
Bienger, parado en la puerta de su casa de huéspedes “Zum Roten Bären”, observa el ajetreo.
Sobre él luce un rótulo con un gran oso dorado. Bienger da la bienvenida a sus huéspedes
personalmente y los mima, tras su larga jornada de trabajo, con vino y deliciosa cocina
badense.

Así más o menos debió ser cuando, hace más de 700 años, los comerciantes iban a cenar a la
casa de huéspedes más antigua de Alemania. Desde hace 51 generaciones, los propietarios del
restaurante “Zum Roten Bären” deleitan –todavía hoy en día– a sus hambrientos y sedientos
huéspedes.
En las paredes de este histórico local cuelgan mapas antiguos de la ciudad, fotos y
documentos de tiempos pasados. Por supuesto, algo ha cambiado a lo largo de los siglos.
Antes de abandonar Friburgo en 1744, las tropas francesas volaron las fortificaciones del
cercano Monte del Palacio “Schlossberg”. La casa con arcada de estilo románico-gótico “Zum
Roten Bären” resultó seriamente dañada, y fue reconstruida en estilo barroco. A pesar de
numerosas reformas y ampliaciones, se preservó la planta original.

Disfrute del encanto de esta vieja casa de huéspedes durante una deliciosa cena, mientras
siente y respira siglos de historia en la antigua bodega.

25. Freiburger Münster (Catedral de Friburgo – Nuestro símbolo)


Tal vez sea por el hecho de que su construcción duró más de 300 años. Para su planificación
fue necesaria una visión de futuro increíble, a lo largo de generaciones. La mayoría de los
maestros de obras nunca llegaron a ver el resultado final, por lo que tuvieron que confiar en
que la catedral sería terminada tal como ellos deseaban.

Pero tal vez sea por su torre occidental de 116 metros de altura, que fue bautizada en 1869 por
el conocido historiador del arte Jacob Burckhardt como “la torre más hermosa de la tierra”.
Los gruesos muros y magníficos pilares en la parte inferior simbolizan la conexión con la
tierra. Como contrapartida, las agujas de la torre rozan el cielo. Fue la primera en la historia
del arte gótico construida de una manera completamente perforada. Por ello, para muchas
iglesias de Europa fue el modelo a seguir, tanto arquitectónica como artísticamente.

¿O quizás es la campana “Hosanna”, con sus 750 años, la que hace que la catedral resuene de
un modo tan especial? Esta campana de tres toneladas es una de las más antiguas campanas de
Angelus en Alemania. Su sonido es inconfundible: melancólico, fuerte y claro.
Como si de un milagro se tratara, la Catedral de Friburgo se salvó de las bombas en la guerra
y ahora cuenta más de 800 años de historia de la ciudad. Tanta historia ha de ser
salvaguardada, por lo que la catedral es restaurada, limpiada y cuidada casi todos los días del
año.

La Catedral de Friburgo es historia, pero también presente y futuro. Disfrute del ambiente del
ajetreado y colorido Mercado de la Catedral.

Nuestra sugerencia: al pasear alrededor de la catedral, eche un vistazo a las gárgolas. Estas
91 figuras diseñadas de forma individual tienen la función de proteger los muros de un
exceso de agua de lluvia. Pero las gárgolas del símbolo de Friburgo son más que simples
deflectores de agua: tienen la tarea de mantener a los malvados demonios alejados de la
casa de Dios. Por ello, muchas de estas inquietantes criaturas fueron representadas con
grandes bocas gritando.

Casa del Grano (Kornhaus)


En el lado norte de la Plaza de la Catedral, en la “Casa del Grano” siempre se bailó, se rió, se
celebraron fiestas y se aplaudió.

La construcción de esta casa para el baile y los gremios debía ser completada para la visita del
rey Maximiliano I en 1498. Las salas estaban pensadas para las celebraciones y reuniones del
Reichstag (parlamento), que había sido convocado por el rey. Como las obras no pudieron ser
finalizadas a tiempo, el Reichstag tuvo que reunirse en el edificio “Gerichtslaube”. Lo cual no
gustó nada al rey, que se quejó por la falta de espacio de las salas de reuniones, pero fue
bueno para los gremios y los ciudadanos, pues tras la finalización de la Casa del Grano, esta
se usó para bailar y celebrar fiestas.

A la música siguieron las risas y los aplausos, pues desde 1770 hasta 1824 la Casa del Grano
se convirtió en el escenario de actores profesionales que presentaban aquí comedias y piezas
clásicas. La calma volvió a la Casa del Grano con la inauguración del Teatro Municipal,
donde se trasladó el elenco a mediados del siglo IX. Hasta la Segunda Guerra Mundial sirvió
de granero a los comerciantes de grano.

Tras la reconstrucción entre 1969 y 1971, volvió la vida al edificio del llamativo hastial
escalonado. Hoy en día en él se encuentran el Centro Cultural Francés, una heladería y
algunas bonitas tiendas.

31. Theater Freiburg (Teatro de Friburgo)


Los escenarios municipales de Friburgo le ofrecen teatro del mejor. Disfrute del teatro, la ópera y los
conciertos en la Casa Grande y la Casa Pequeña, en el Teatro de Cámara y en la Casa de Conciertos.

Disfrazarse, meterse en distintos roles y presentárselos al público es una antigua tradición. Ya


entre 1770 y 1824 presentaban actores profesionales obras clásicas y comedias en el escenario
de la Casa del Grano, construida en 1498 como establecimiento para los gremios y para bailar.

En 1866 fue fundado el Teatro Municipal, que abrió su primera temporada con “Emilia
Galotti” de Lessing. La antigua sede del teatro –el Monasterio de los Agustinos– fue
sustituida en 1905 por el actual edificio en la calle “Bertoldstrasse”. El arquitecto de Berlín
Heinrich Seeling construyó el edificio en estilo Neobarroco en el recinto del antiguo bastión
Dauhin.

El magnífico teatro sufrió los bombardeos de ambas guerras mundiales, pero ni los actores ni
los directores se dejaron impresionar por ello. Rápidamente restauraron el edificio y
reanudaron las representaciones. Tras la Segunda Guerra Mundial, incluso el alcalde se
involucró personalmente en la reconstrucción y recaudó la cantidad de 120.000 marcos
alemanes haciendo él mismo conciertos de piano.

Infórmese antes de visitar Friburgo sobre el programa actual. Seguro que encontrará alguna
representación que le guste.

34. Alte Universität (Universidad Antigua)


Con unos 200 estudiantes abrió la Universidad Albert-Ludwig en 1457 sus numerosas puertas, ya que
estaba distribuida en varios edificios de la ciudad.

A mediados del siglo XVI, la “Albertina” obtuvo su primer edificio administrativo central, el
actual Ayuntamiento Nuevo. En el lugar en el que ya vivían los primeros estudiantes, la
Universidad Antigua reemplazó en 1773 el emplazamiento anterior, hasta que en 1911 fue
finalizado el nuevo edificio principal de la Universidad.
Actualmente, todavía se encuentran un par de departamentos de investigación en el edificio de
la Universidad Antigua, así como el Museo de la Universidad “Uniseum” y el Museo y Foro
de la Historia de la Universidad Albert-Ludwig.

35. Universitätsbibliothek (Biblioteca de la Universidad)


Atmósfera de un cuarto de estar y energía del trabajo en equipo: ¡estudiar aquí es muy
agradable! El diseño de interiores de la nueva Biblioteca de la Universidad podría haber
salido de una revista de papel cuché.

Todas las áreas están perfectamente pensadas: además de 1.200 plazas individuales para
trabajar, cada una equipada con cerradura de seguridad para el ordenador portátil, suficientes
enchufes y bonitas lámparas, hay confortables tresillos para trabajar en equipo, así como salas
multi-media. Los cómodos sillones de diseño de Vitra, en la zona del salón, son perfectos para
descansar. Un verdadero palacio, por dentro.

En cuanto al moderno exterior del edificio, hay opiniones contrapuestas. Los críticos
encuentran inapropiada la moderna arquitectura entre los edificios históricos del Teatro
Municipal y los Edificios de la Universidad. Otros, sin embargo, ven en esta construcción de
cristal oscuro un diamante negro y finamente tallado, en cuya fachada se reflejan los edificios
históricos, creando una fascinante simbiosis entre el entorno y los edificios. El hecho es: la
nueva Biblioteca de la Universidad está en boca de todos.

Desde luego prometedora sí que es, pues consume 65% menos de energía que la antigua
Biblioteca de la Universidad y se autoabastece de electricidad con un sistema fotovoltaico de
2.000 m2.

38. Fuente Bertoldsbrunnen


En la vida cotidiana, la “Bertoldsbrunnen” es en realidad, más que un monumento, el nombre
que recibe un lugar de encuentro muy popular. Aquí, en la intersección de la calle comercial
“Kaiser-Joseph-Strasse” y la calle “Salzstrasse”, tienen su eje central las cinco líneas de
tranvía. Probablemente por ello es “Berti” el lugar de reunión número uno y uno de los sitios
más ajetreados de Friburgo.

Los que logran cruzar la calle, entre tranvías, visitantes y friburguenses, encuentran aquí un
pedestal de piedra caliza de aproximadamente cuatro metros de altitud, coronado con una
estatua ecuestre abstracta de bronce. El monumento, que fue dedicado a los duques de
Zähringen y debe su nombre al fundador de la ciudad, el Duque Bertold, se encuentra en una
pila de agua estrecha y poco profunda. Fue inaugurado en 1965, sustituyendo a la fuente
“Fischbrunnen”, destruida en la Segunda Guerra Mundial.

42. Siegesdenkmal (Monumento de la Victoria)


“Cuestación en el frenesí de la victoria”: tras ganar la guerra a los franceses en 1871, los badenses
recaudaron donativos, desde Karlsruhe hasta Lörrach, para construir un monumento en el centro de
su región.

En un concurso público, en el que participaron 18 artistas, el escultor Karl Freidrich Moest


recibió la adjudicación. Realizó este Monumento de la Victoria, inaugurado en 1876, con
cañones franceses. Sobre un pedestal decorado con epígrafes y dibujos de los héroes de
guerra, se encuentra, naturalmente, la Diosa de la Victoria, que alza al aire orgullosa una
corona de laurel.

En 1940 Friburgo recibió la propuesta de regalar este monumento a Adolf Hitler como regalo
de cumpleaños, lo cual la ciudad rechazó. Así que, hasta marzo de 2016 estuvo a tan solo 100
metros de distancia de su ubicación original, en el borde norte del casco antiguo de la ciudad.
Debido a la construcción de una nueva línea de metro, el monumento tuvo que “ceder”. Al
finalizar la nueva plaza en “Friedrichring”, el Monumento de la Victoria fue trasladado de
nuevo a su emplazamiento original, frente al antiguo cuartel “Karlskaserne”.

Bächle (Los “riachuelos” de Friburgo)


En Friburgo no solo se relajará su alma, sino también sus pies. El agua limpia y poco
profunda de los famosos “riachuelos” (o canales) de Friburgo, anima a chapotear y
refrescarse, tanto a los niños como a los mayores. Estos arroyos alimentados con agua del río
Dreisam, fluyen por incontables callejuelas del casco antiguo, y son como un imán para las
manos y los pies de grandes y pequeños.

El agua hace que una ciudad esté viva y sea digna de vivir en ella, tanto antiguamente, como
hoy en día. Estos canales pavimentados con adoquines planos, abastecían a la población, ya
en el siglo XII –época de la fundación de la ciudad– con agua potable,para uso doméstico y
para apagar incendios.

Hoy día, los “riachuelos“ de Friburgo son el lugar de encuentro de las carreras de barquitos de
madera que todos los niños poseen en Friburgo. Pero también son una maliciosa trampa para
los solteros, ya que, según la leyenda, quien mete el pie por descuido en uno de estos
riachuelos, tiene que casarse con un chico o una chica de Friburgo.

Calle Konviktstrasse
Cuando los rayos del sol comienzan a anunciar poco a poco el verano, la glicina cuelga como
una guirnalda a lo largo de la callejuela más bonita de Friburgo. Las flores violetas decoran la
calle “Konviktstrasse” y sus casas medievales.

Esta calle de artesanos, cuyo origen se remonta al siglo XI, es el resultado de un trabajo de
restauración sobresaliente. Con gran atención al detalle y un respetuoso tratamiento de la
estructura histórica, fueron restauradas las encantadoras fachadas y se conservó el camino
curvo característico de esta preciosa calle.

Al ver la pintoresca calle “Konviktstrasse” con sus boutiques y tiendas de antigüedades, la


mayoría de los visitantes tienen el acto reflejo de coger su cámara de fotos. ¿A usted también
le pasará?

Colombischlössle (Museo Arqueológico)


La villa señorial del siglo XIX invita a sus visitantes a hacer un recorrido por los últimos
milenios.

Los museos de Friburgo son pequeños pero fantásticos. Tras murallas históricas, ante un
maravilloso telón de fondo, descubrirá tesoros del pasado presentados de un modo atractivo y
moderno. El Museo Arqueológico es un clásico ejemplo de ello: los logros de los romanos,
objetos de uso cotidiano del Monasterio de los Agustinos o valiosas piezas de las cámaras del
tesoro de los alemánicos: los hallazgos originales de la exposición permanente representan
diversos periodos, desde la Edad de Piedra, pasando por la Antigüedad Tardía, hasta la Edad
Media.

Pero también al admirar el magnífico y romántico Palacete Colombi y su extenso parque se


reviven tiempos pasados. Aquí, en el ex-bastión francés San Luis, la condesa María Antonia
Gertrudis de Zea Bermúdez y Colombi hizo construir su residencia al quedarse viuda. El
arquitecto de Friburgo Georg Jakob Schneider construyó la mansión en el recargado estilo
Gótico Tudor de la Edad Media inglesa, entre 1859 y 1861. En medio del exuberante jardín,
rodeado de flores, fuentes y esculturas, aparece el Palacete Colombi como un espejismo del
siglo XIX. ¡Déjese encantar!

Klein Venedig (Pequeña Venecia)


En las aguas cristalinas de los arroyos Gerber y Fischerau se reflejan las pintorescas fachadas
de viejas casas con sus ventanas llenas de flores.

Mientras los patos se dejan llevar graznando por las aguas poco profundas del arroyo, los
gorriones dan saltitos alegremente sobre los estrechos caminos empedrados. Los
friburguenses llaman cariñosamente Pequeña Venecia a estas idílicas callejuelas entre la
Puerta de Martín y la Puerta de los Suabos.

Conocido como “Barrio Caracol” por las escaleras en forma de caracol que hay en las
viviendas, aquí residían antiguamente artesanos de diversos gremios. Para poder ejercer sus
profesiones, los molineros, curtidores y pescadores necesitaban el agua del río Dreisam, de
modo que se llevó este valioso recurso a las empresas aquí asentadas, a través de un
sofisticado sistema con múltiples canales. Desde la llamada “isla”, con su molino de aceite,
serpentean los “riachuelos” de Friburgo, que aquí, junto a las bonitas calles “Fischerau” y
“Gerberau”, son mucho más anchos y profundos que en el resto de la ciudad.

Disfrute del tranquilo ambiente de este barrio bohemio deambulando por sus callejuelas,
pasando por pequeñas galerías de arte, cómodas cafeterías y tiendas muy especiales, como la
tienda de marionetas “Barleben”. Es el hogar del juguetón perro terrier Lutz y de la rata Hein
Tüddel. Cuidado con el zorro, que es un verdadero charlatán.

Y también hay que tener cuidado con los animales en el arroyo, pues desde el año 2001 se
avista un cocodrilo por aquí.

Neues Rathaus (Ayuntamiento Nuevo)


Friburgo tiene el gran privilegio de poseer varios ayuntamientos. Pero distinguirlos es complicado,
pues el Ayuntamiento Nuevo es más viejo que el Ayuntamiento Antiguo, y también está el llamado
“Gerichtslaube”, que es el ayuntamiento más antiguo de la ciudad.

Pero no se preocupe, trataremos de resolver la confusión:

“Gerichtslaube” (1303), primer ayuntamiento de la ciudad.


Ayuntamiento Antiguo (1559), sede de la Administración desde su construcción hasta hoy
día.
Ayuntamiento Nuevo (1539–1545), se utiliza como ayuntamiento adicionalmente desde
1891.

La razón del inusual nombramiento de los ayuntamientos se encuentra en la historia de los


edificios. El rey Maximiliano, a finales del siglo XV, se quejó de que el “Gerichtslaube” era
demasiado pequeño y poco adecuado. De modo que, por falta de espacio, se construyó el
Ayuntamiento Antiguo en 1559, y se trasladó allí la mayor parte de la gerencia de Friburgo.
Como el Ayuntamiento Nuevo perteneció a la Universidad hasta 1891, su uso como edificio
administrativo es nuevo, pero el edificio es el más viejo de los dos. Incluso hoy en día, las
diferentes administraciones se reparten entre ambos ayuntamientos. Las instalaciones del
“Gerichtslaube” se utilizan para recepciones oficiales.

El Ayuntamiento Nuevo fue creado de la combinación de dos magníficas casas del


Renacimiento, unidas a través de un bello y representativo portal de columnas. Después de
varias modificaciones, el Ayuntamiento Nuevo recibió su aspecto actual a finales del siglo
XIX. Grandes ventanas, balcones y miradores adornan el blanco edificio encalado desde
entonces. También el interior del Ayuntamiento Nuevo es una verdadera joya. Laboriosas
tallas de madera y adornos de estuco en los techos crean un romántico ambiente en las
amplias habitaciones. Aquí, en las antiguas oficinas del ala norte, a los friburguenses les
encanta decir: “sí, quiero”.

Schlossberg (Monte del Palacio)


Tanto para hacer un viaje a la historia de Friburgo, un paseo por la naturaleza o disfrutar del sol
sobre los tejados de la ciudad, el Monte del Palacio “Schlossberg” es uno de los mejores lugares de
Friburgo.

Mientras el sol colorea el cielo en tonos naranja, rojo y púrpura, los visitantes y habitantes de
Friburgo disfrutan aquí de las fantásticas vistas del casco antiguo: unos tomando un “Radler”
(cerveza con limonada) en un típico jardín de cerveza, otros admirando el panorama de 360
grados desde la Torre del Castillo.

Los “riachuelos”, las callejuelas y la Catedral irradian una luz cálida, las colinas de los
Vosgos forman un idílico telón de fondo. Friburgo no podría ser más pintoresco. ¿Disfrutaría
ya la disnastía de los “Zähringer” de las vistas a su primer asentamiento y la “Bahía de
Breisgau”, tomando un refresco desde aquí? Muy posible, pues, en este lugar, hace casi 1.000
años, los duques de esta dinastía suaba construyeron el Castillo “Burghaldenschloss”, que dio
nombre al Monte del Palacio “Schlossberg”.

A los Zähringer siguieron los Condes de Friburgo, la Casa de Austria y los ocupantes
franceses, que integraron el castillo medieval en las murallas de la ciudad en el siglo XVII.
Hoy, las ruinas de las murallas barrocas, la Torre de Bismarck construida en 1906 y la Plaza
de los Cañones “Kanonenplatz” son testimonio de una historia conmovedora.

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