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La violencia sexual es cualquier actividad o

contacto sexual que ocurre sin su


consentimiento. Puede involucrar fuerza física o
amenaza de fuerza. También puede ocurrir
debido a coerción o amenazas. Si usted ha sido
víctima de violencia sexual, no es su culpa. La
violencia sexual nunca es culpa de la víctima.
La agresión sexual, el abuso sexual, el incesto y la
violación son todos tipos de violencia sexual. La violencia sexual es un
problema de salud pública grave. Afecta a personas de toda:
• Edad
• Género
• Orientación sexual
• Etnicidad
• Capacidad intelectual
• Clase socioeconómica
La violencia sexual ocurre con más frecuencia en las mujeres, pero los
hombres también son víctimas. Aproximadamente 1 de cada 5 mujeres y 1
de cada 71 hombres en los Estados Unidos han sido víctimas de una
violación que se llevó a cabo o de un intento de violación (penetración
forzada) en su vida. Sin embargo, la violencia sexual no se limita a la
violación.
La violencia sexual es cometida con mucha más frecuencia por hombres. A
menudo, es alguien que la víctima conoce. El perpetrador (persona que
causa la violencia sexual) puede ser un:
• Amigo
• Compañero de trabajo
• Vecino
• Pareja íntima o cónyuge
• Miembro de la familia
• Persona en una posición de autoridad o influencia en la vida de la víctima
• Si está bajo presión para a tener una actividad sexual que no desea, estos
consejos de RAINN (Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto, por sus siglas en
inglés) pueden ayudarle a salirse de forma segura de la situación.
• Recuerde que no es su culpa. No tiene obligación de actuar de una manera en la
que no está de acuerdo. La persona que la está presionando es la responsable.
• Confíe en sus instintos. Si algo no parece estar bien o le incomoda, confíe en lo
que siente.
• Está bien dar excusas o mentir para que pueda salirse de la situación. No se
sienta mal de hacerlo. Puede decirlo que se sintió enferma de repente, tiene
que atender una emergencia familiar o que solo necesita ir al baño. Si puede,
llame a un amigo.
• Busque una vía de escape. Busque la puerta o ventana más cercana para que
pueda salir rápidamente. Si hay gente cerca, piense cómo llamar su atención.
Piense a dónde ir después. Haga lo que sea para estar a salvo.
• Piense con anticipación acerca de una palabra o código especial con un amigo o
familiar. Así, puede llamarlos y decirles la palabra, código o oración si se
encuentra en una situación en la que no quiere estar.

• Póngase a salvo. Si sufrió una agresión sexual,


trate de ponerse a salvo tan pronto como
pueda. Si se encuentra en peligro inmediato o
con una lesión grave, llame al 9-1-1 o al
número local de emergencia.
• Consiga ayuda. Una vez que esté a salvo puede
encontrar recursos locales para las víctimas de
agresión sexual
• Obtenga atención médica. Es una buena idea
buscar atención médica para revisar y tratar sus lesiones. Es posible que sea
difícil, pero trate de NO ducharse, tomar un baño de tina, lavarse las manos,
cortarse las uñas, cambiarse la ropa o lavarse los dientes antes de recibir
atención médica. De esa manera tendrá la opción de que se pueda recolectar
evidencia.

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