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Historia del Diseño II | Cuestionario 3 Santiago Gastón Bardi 74698/2

Tomás Maldonado | “El debate modernidad posmodernidad” (1989) El movimiento moderno y la cuestión post.

1. Según el autor, todos los “post” (a Maldonado recurre al ejemplo del postindustrialismo para poder explicar mejor
partir de la década del 70) aparecen las diferentes perspectivas desde las cuales se puede definir al posmodernismo. El
como el prefijo mediante el cual la so- autor encuentra en ambos conceptos las mismas contradicciones. Los post, según él,
ciedad se persuade de tener un futuro. pueden tener varias interpretaciones, una de ellas tiene implícita una carga de pre,
Por ejemplo: la sociedad postindustrial un valor y afán por la vuelta del pasado y de lo tradicional, en el caso de postindus-
estadounidense. ¿Cuáles son las 3 ver- trialismo hablamos de una vuelta al modelo agrario y descentralizado, en el caso
siones diferentes sobre esta visión? posmoderno hablamos de los valores anteriores a la gran transformación moderna.
El otro camino que puede tomar es el post literalmente como un después, en el caso
del postindustrialismo como un viraje hacia el sector terciario o de servicios. También
hay tendencias que prefieren centrarse en el aspecto tecnológico del periodo postin-
dustrial, pero si tomamos al post como un después ¿no se estaría dejando de lado el
aspecto industrial que fue fundamental para desarrollar dichas tecnologías? Por eso
en este aspecto es preferible tomar al post como un super, superindustrial, o en el
caso del posmodernismo, supermodernismo.

2. Ante la complejidad de la definición Maldonado empieza por cuestionar aquellos que buscan descartar al concepto de
del posmodernismo, Maldonado conclu- posmodernidad como objeto de reflexión solamente porque sea difícil de explicar.
ye que, para muchos, el solo repudio al El autor a partir de aquí encuentra un hilo que conduce a los posmodernista y es el
Movimiento Moderno es lo que aparece repudio del Movimiento Moderno.
como denominador común entre todas Y el autor rechaza esta idea porque el repudio al Movimiento Moderno se lo hace
las posiciones. ¿Por qué cuestiona esa desde una perspectiva meramente morfológica, tildando al racionalismo-funcionalis-
idea? mo como el causante de todos los males. Para rechazar a esta morfología moderna,
los que Maldonado llama “los paladines del posmodernismo”, recurren a otras
morfologías que supuestamente se oponen al modernismo, sin caer en la cuenta de
la distorsión cultural a la que se llega al tomar estos elementos y estilos de la arqui-
tectura clásica y barroca, reduciendo la discusión a una esfera meramente visual y
estilística.

Andreas Huyssen | “El debate modernidad posmodernidad” (1989) Guía del posmodernismo

1. Su experiencia en Documenta 7 de Huyssen, luego de asistir a Documenta 7, hace una serie de reflexiones sobre esta lue-
1982 no la entiende ni como moderna go de entender el “cómo” estaban expuestas las obras de aquella exposición: de una
ni como posmoderna, sino como anti- forma que no se pudieran tocar, con una distancia entre ellas y el espectador, conside-
moderna. ¿Cómo lo explica? rando al museo como un templo y la obra como reliquia. El autor del texto se plantea
entonces, que la experiencia de dicha exposición dista de lo moderno y la vanguardia,
ya que ignora la preocupación de estas por un arte desarrollado en una sociedad
diferente, buscando en cambio alejarla de las presiones sociales y de una dimensión
crítica y reflexiva. El único aspecto vanguardista que refleja la muestra sería los rasgos o
corrientes estilísticas. Al mismo tiempo afirma que Documenta 7 es anti-posmoderna,
ya que ni siquiera se esfuerza por abordar críticas o reflexiones acerca del agotamiento
del modernismo. Este eclecticismo y confusión de códigos es el que empuja a Huyssen
a reflexionar sobre el papel del posmodernismo en los 60, 70 y 80.

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2. Las dos ideas que definen al posmo- Huyssen pretende descartar aquella perspectiva dicotómica respecto a la definición
dernismo (como una continuación del del posmodernismo, ya que es insuficiente para entender a esta etapa tan intangible
modernismo o como una ruptura radical y relativa del arte. El autor utiliza muchos ejemplos extraídos del campo de la arqui-
de aquel) no le resultan suficiente para tectura ya ésta proporciona los ejemplos más concretos en torno a este debate.
su análisis y definición. Desarrolle la El autor busca encontrar explicación a aquel afán del posmodernismo por traer sím-
postura del autor al respecto. bolos premodernos o primitivos, a aquella especie de insatisfacción del modernismo.
Habla sobre el posmodernismo como una consecuencia de la relación modernismo,
la euforia modernizadora y tecnológica, y la inevitable caída del mito de la moder-
nización luego de la segunda guerra mundial. Los proyectos modernistas que en un
momento habían sido concebidos para reconstruir una Europa rechazando al pasado
y erigiendo lo nuevo a partir de la estandarización y la racionalización, no lograron
adaptarse luego a la sociedad de la posguerra y terminaron siendo símbolos de la
alienación y la deshumanización. El movimiento posmoderno, entonces, existió en
ese choque contra la PERCEPCIÓN de la tradición modernista como un fenómeno ya
obsoleto y no articulable con la sociedad de los 60, y destaco percepción porque la
rebelión en ese periodo no fue en contra del modernismo en sí mismo, si no de la
versión que había sido apropiada por el consenso liberal-conservador y se alejaba de
actividades relacionadas con una cultura alternativa. El modernismo era víctima de
su propio éxito, la clase dominante ahora lo usaba a su favor.
Sin embargo el autor también da pruebas de que parte de la esencia del movimiento
posmoderno también se configura como una continuidad del modernismo. El pos-
modernismo, al menos en su primera etapa, se caracterizó al igual que el modernis-
mo por un poderoso sentido del futuro y las nuevas fronteras, de ruptura y conflicto
generacional. También destaca un rasgo que une al posmodernismo y al modernis-
mo, que fue el ataque hacia el arte institucional (que paradójicamente en los 60 era
un lugar ocupado en el modernismo) a través de manifestaciones en Estados Unidos
como el happening, el pop, el arte psicodélico, el teatro alternativo, etc. Temporal-
mente también hay sucesos que unen a estos dos movimientos tan distintos pero tan
parecidos, como el avance y experimentación con nuevas tecnologías. Por último,
Huyssen destaca el factor “populista” del modernismo, la validación de la cultura de
masas para luchas contra el canon del gran arte tradicional.
Podemos entonces concluir que Huyssen rompe con aquella perspectiva dicotómica
del modernismo vs. posmodernismo, y logra trazar puentes entre ambos movimien-
tos, pero sin leerlos como dos fenómenos continuos, sino como experiencias con
orígenes similares, pero que se dieron en tiempos y sociedades diferentes.

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