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REFLEXIONES EN TORNO A LAS IDENTIDADES DE LAS POBLACIONES CANOERAS,

SITUADAS ENTRE LOS 44º Y 48º DE LATITUD SUR, DENOMINADAS “CHONOS”.


(Artículo aparecido en los Anales del Instituto de la Patagonia, serie Ciencias Humanas, Vol: 30, 79-
86, 2002).

Ricardo Alvarez Abel∗

RESUMEN

El siguiente artículo tiene por objetivo presentar una reflexión antropológica en torno a las
identidades de los desaparecidos pueblos canoeros que subyacen bajo el término ‘Chono’, quienes
habitaron entre los 44º y 48º de Lat. Sur, aprovechando datos etno-históricos.

SUMMARY
Next paper is about to establish an antropological thought around identities of diseappeared
“canoe people” wich underlie the term ‘Chono’ and who inhabited between 44º and 48º south
latitude. Making use of etnohistorical data, at least are considered seven identity denominations
wich can be involved under the term, regarding them clearly along the time.

Alberto Achacaz Walakial, referido por grupos multi-identitarios hasta el siglo XVIII,
Carlos Vega (1995), dice en sus memorias: momento en el cual comienzan a perderse
“(...) yo conocí a los chonos, del registro etnohistórico.
que llamábamos aksana o también kawéskar
igual que nosotros (...) ¡esa raza eran, los El siguiente trabajo no trata por
chonos! ¡claro! esos se llevaban con nosotros, ningún motivo exponer antecedentes
a veces no” ( p. 111-112). novedosos al problema de descifrar quienes
fueron los Chonos, sino plantear una reflexión
La designación de identidades acerca de las posibles identidades que se
referida por Achacáz, distinguiendo y a la vez evidencian a través del registro etnohistórico,
emparentado a los Chono con su propio en forma bastante confusa y fragmentaria, las
grupo, puede ser considerada como un que dan cuenta de una realidad mucho más
fenómeno común en la historia de los compleja culturalmente de lo que puede ser
pueblos canoeros situados entre los 44º y 48º percibido asumiéndolos como un todo
de Latitud Sur, registrados por cronistas y indiferenciado, problema que ha sido
viajeros en el pasado. Sin embargo es abordado inicialmente por Cooper (Stewar
necesario plantear lo extraño de este 1963), Ocampo, Aspillaga y Rivas (1984,
encuentro si consideramos la época, 1990, 1994 y 1999), Gallegos (1983) y por
suponiendo que el último avistamiento de Cárdenas, Montiel y Grace Hall (1991), entre
Chonos ocurrió hacia finales del siglo XIX otros.
(Bridges 2000). Se trata en este sentido de una
Los antecedentes dejados por éstos, construcción antropológica e histórica de la
entre los que destacan Ferrufino identidad ausente, asumiendo por un lado
(Enrich1891), Cortes Ojea (Latcham 1928), que la elaboración de tales poblaciones solo
Diego de Torres (finales del siglo XVII. cuenta con relatos fragmentarios y confusos,
Cárdenas, Montiel y Grace Hall 1991), Fco. sus restos materiales, y no su voz y decisión
Esquivel (Enrich 1891), José García respecto del relato final que los describe y
(Enrich1891), Byron (1955), Moraleda (1888), explica.
Machado (1889), Beranguer (siglo XVIII, en Es más, en este caso inicialmente la
Tribero 1990), Simpson (en Steward 1963), identificación de autoadscripciones
entre otros, permiten afirmar que las identitarias es abordada principalmente a
poblaciones canoeras denominadas Chonos través de las observaciones dejadas por
por Cooper en 1917, como término genérico quienes se encontraron directamente con
(Stewar 1963), que habitaron entre los 44° y ellos, quienes a su vez utilizaron
48° de latitud sur, fueron distinguibles como principalmente como referente la mirada


Antropólogo. taijataf@yahoo.es
Huilliche, o Veliche de Chiloé (planteada por No hay que confundir en este sentido
Copper (1917), Gallegos (1983), Ocampo, límites geográficos determinados
Aspillaga y Quiroz (1990), entre otros), a culturalmente con límites entre identidades,
manera de interlocutores y traductores entre en una suerte de determinismo geográfico,
el europeo y el Chono. Cabe por supuesto la tendiendo a suponer para cambios
posibilidad de considerar que realmente se ecosistémicos (obstáculos geográficos)
trataba de un solo grupo identitario, lo que cambios en ella, pues los límites de tal yacen
será dilucidado aproximativamente en el más bien en el establecimiento básico de
transcurso de este trabajo, radicando el acuerdos sociales, que aprovechan hitos
origen de haber sido confundido como más espaciales por su permanencia en el tiempo.
de una población en la posible subdivisión en Es así como es necesario más bien poner
grupos emparentados, asociados a territorios atención en las reglas y normas que regulan
más o menos delimitados (García 1889). socialmente la existencia de tales
separaciones (Barth 1976).
Retomando la frase inicial de Alberto
Achacaz Walakial, el contacto entre Es extremadamente complejo el
kawéshkar y Chonos no fue por tanto panorama al intentar distinguir diferencias de
extraña, ni menos circunstancial para lo que este tipo cuando los portadores de tal están
uno pudiese pensar en relación a considerar ausentes, y solo han quedado algunos restos
tradicionalmente a poblaciones discretas con fragmentarios de objetos y relatos parciales
territorios fijos geográficamente (Barth 1976, de ellos. En este sentido podemos hablar de
Castro 1998). su búsqueda a través de la estratigrafía de la
memoria (Alvarez y Godoy 2001) de quienes
Es posible afirmar para una misma ocupan hoy en día estos territorios. Esto es,
cultura la existencia de diferentes identidades en la estratigrafía del suelo y la estratigrafía
(Barth 1976, Castro 1998), las cuales así de la memoria que refiere sus objetos
mismo portan en su interior otras identidades (resignificados a partir del presente, como
de carácter local, de tal manera que las sustrato conceptual que permite definir el
poblaciones involucradas tienden a entorno espacial y temporal). Y también en la
autoadscribirse no solo con un patrón cultural estratigrafía del registro etnohistórico, que
establecido y heredado, sino además con contiene en sí mismo sesgos importantes
aquellos elementos construidos en su habitar producidos por las distintas maneras con que
y ‘comunitar’ inmediato (lo que conlleva la cronistas y viajeros abordaron el problema de
generación de una memoria y percepción-uso distinguirlos, atribuyendo desde su
particular del entorno utilizado), estableciendo perspectiva y experiencia diferencias,
una organización flexible a la interacción con utilizando la percepción de otros grupos para
otras, para mantenerse como tal. ello. Y por, sobre todo, el problema
agravatorio de no acceder directa y
Podemos considerar a la identidad lingüísticamente a los portadores de tal
cultural como una noción de pertenencia a un identidad.
grupo a base de un código compartido que se
transmite a través de la memoria colectiva, y ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS Y
que se transforma en el tiempo para hacerse ETNOHISTÓRICOS ENTRE LOS 44° Y 48°
parte de los cambios y contactos a los cuales DE LAT. SUR:
se ve enfrentada tal población. Tal
autodistinción se exhibe a través de la Chiloé fue mencionado
vestimenta, diseño, arquitectura, tecnología, arqueológicamente en trabajos de diferentes
lengua o variaciones lingüísticas, entre otras autores, entre los que podemos considerar a
particularidades, haciendo mención a J. Bird (1938;1946), Vásquez de Acuña
distinciones, o conjuntos de conceptos que (1963), Ruperto Vargas e Isidoro Vásquez
refieren la realidad (Arnold y Robles; 2000), (1954), Jorge Kaltwasser (1967), J. Palma y
que pueden ser comparadas con respecto a M. Garretón (1971). Más tarde se sumaron
otra cultura distinta, o con respecto a los trabajos realizados por C. Ocampo y E.
variaciones espaciales de una misma cultura Aspillaga en la zona del archipiélago de las
(Castro 1998). Guaitecas, en la década de los ‘80, así como
la práctica profesional del primero (1981). Y
para la década del ’90 las labores de rescate
y excavación del sitio Puente Quilo, con la En este sentido, Ocampo y Rivas (1999) son
presencia de Carlos Ocampo, Pilar Rivas, claros al establecer que tal cultura se
Eugenio Aspillaga y Juan Carlos Olivares. remonta seguramente a los inicios de la
El archipiélago de Guaitecas, de los fundación de una, a su vez, cultura marítima,
Chonos y la zona de golfo de Penas fue por cuanto sin un conocimiento apropiado de
referida arqueológicamente por Simpson (en las propiedades de cada especie arbórea no
Steward; 1963), Emperaire (1963), Latcham se hubiese logrado ocupar tan vasto territorio,
(1928), Ocampo y Aspillaga (1984). ‘canoeramente’.

Etnohistóricamente para todo este BREVES NOTAS ACERCA DEL CONTACTO


territorio podemos mencionar a los PP. CHONOS - EUROPEOS:
Venegas, Ferrufino y Esteban (Enrich; 1891.
Steward; 1963), Marín, Real (Steward; 1963), Quienes provocarían la desaparición
Mascardi, de Torres, Cubero, Flores, Huever, de tales poblaciones vinieron por mar,
Esquivel, García (Enrich; 1891), entre otros. utilizando este medio como vía para la
A militares y navegantes como Cortés Ojea colonización del continente. Misioneros y
(Steward; 1963), José de Moraleda (1888), militares se preocuparon por tales regiones
Byron (1955), Campbell (en Steward; 1963), en un principio, entregando las primeras
Bulkeley (en Steward; 1963), Cummings (en descripciones de tales grupos a partir del
Steward; 1963), Beranger (Latcham; 1928: p. siglo XVI, las cuales se mantendrían
211), Machado (1889), Simpson (en Steward; constantes hasta finales del siglo XVIII,
1963), Fitz Roy (1839), entre otros, y a momento en el cual dejan de ser
historiadores como Barrientos (1997), Urbina mencionadas, salvo por el encuentro que
(1983), Cárdenas, Montiel y Grace Hall sostiene brevemente Thomas Bridges a
(1991), entre otros. finales del siglo XIX, sorprendiendose: “(…)
cerca de la isla Wellington, se nos acercó una
EL TERRITORIO CHONO: canoa. Sus ocupantes no vestían ni siquiera
el parco delantal que era costumbre entre
El territorio archipielágico estos indígenas – refiriéndose a los
comprendido entre los 44º y 48º de latitud sur Kawéshkar- al igual que entre los Yaganes
fue el espacio de reproducción de este grupo (…) Ni Acualisnan ni Sailapaiyinij los
cultural, y de las identidades locales entendieron, pero sí uno de nuestros jóvenes
involucradas. Es allí también donde yacían alacalufes; en esa forma poco usual, a través
los recursos alimenticios básicos, así como de una doble interpretación, supimos que
gran parte del imaginario y espectro eran Chonos de más al norte.” (p.127,
cognoscitivo y ritual, nicho desde el cual se Bridges 2000); más el comentario de Alberto
construyó el mundo cultural chono. Achacaz en el siglo XX que es de por si
Se trata de innumerables islas, causa extrañeza (Vega 1995).
canales y fiordos, poblados por bosques Estas primeras incursiones europeas
siempre verdes que varían según su altitud y por la zona solo tuvieron un carácter
proximidad a la costa. Parte desde el territorio esporádico, cuyo objetivo fundamental era
insular chilote hasta las costas inhóspitas del reconocer geográficamente las costas de
golfo de Penas e inmediaciones, enriquecidas islas y continente en busca de rutas más
por un sinnúmero de ambientes y fáciles para transitar (evitándose el dificultoso
biodiversidad particulares a este territorio. paso por mar abierto), y para acortar
distancia con el Atlántico. También era de su
Se ha planteado en relación a estos interés el establecer colonias en el
pueblos canoeros el término de ‘cultura de la continente, y reconocer a los indígenas que
madera’ (Ocampo, 1981; Ocampo y Rivas, habitaban la zona para entablar alianzas
1999; entre otros autores), en referencia al frente a uno u otro enemigo (que también era
uso fundamental de tal material en aspectos externo).
tan variados como era construir las viviendas, Hacia el siglo XVII se estableció
accesorios complementarios de armas de comunicación con los indígenas, pero sólo
caza, etc.; pero fundamentalmente radicando eventualmente, pues su interés de momento
su importancia en que permitió realizar el radicaba en los conflictos cada vez mayores
habitar marítimo, al ser la materia prima con con ‘araucanos’, Cuncos, Poyas y otros
la cual se confeccionaron las embarcaciones. grupos radicados en el continente (Enrich;
1891). Es recién en el siglo XVIII que derivan término genérico de Chonos, lo hace
su interés por convertirlos, estableciendo considerando sólo a tres identidades más,
primero una misión en Calbuco, y luego en aparte de los ya mencionados Chonos:
Chiloé, exactamente en isla Guar (Enrich; Guaiguenes, Caucahues y Huillis.
1891: p.76). Más tarde las misiones durante Primero es necesario abordar la
el mismo siglo se multiplicarían (Achao, referencia que hace de estos últimos, pues
Cailín, Apiao, Chaulinec, Chonchi), utilizando es Goicueta, cronista de la expedición de
a los propios indígenas para abordar a sus Cortes Ojea en el siglo XVI (Latcham, 1928;
congéneres aun no evangelizados. Se Steward; 1963) quien refiere la presencia de
realizaron viajes constantes siguiendo las indígenas ‘Huillis’ en la zona de golfo de
mismas rutas utilizadas por tales Penas, interpretada por Latcham (1928)
comunidades, hasta la altura del golfo de como Chonos. Este último autor a su vez dice
Penas (48° Lat. sur), trayendo siempre de que los mismos Chonos maloquean a los
regreso a Chiloé a familias enteras de Huillis para intercambiarlos a los españoles, o
Caucahues, Taijatafes, Calenes y Chonos. para usarlos como servidumbre.
Algunas de ellas regresaron hacia sus Los Caucahues son mencionados
territorios marítimos, o huyeron más al sur consecutivamente por Pedro Flores, Baltazar
aun, ocupando espacios antes solo visitados Huever, Francisco Esquivel, José García,
esporádicamente, entrando en contacto entre otros (siglo XVIII), y el mismo Enrich
intensivamente con los kawéshkar. (1891) plantea lo mismo sin definir
Sin embargo, la gran mayoría de claramente el autor de la observación.
ellos se quedó en la Isla Grande, hasta que a De los Guaigüenes, o Guaihuenes,
finales del siglo XVIII y tras la expulsión de hablan Ferrufino (1611), Machado (1768-69)
los Jesuitas la imagen de todos esos grupos y José de Moraleda (1792-93).
desapareció, consecuentemente con la Los Payos son mencionados por
disminución notable ya evidenciada algunas Moraleda (1792-93), Enrich (1891) (este
décadas antes, y que ya tenía de todas último sin referir concretamente la
maneras referentes en el siglo XVII (Enrich; referencia).
1891. Cárdenas, Montiel y Grace Hall; 1991). Los Taijatafes son mencionados por
Hacia finales del siglo XIX Thomas Bridges y García (1766-67).
su hijo sostienen el encuentro referido Los Calenes, o Calenches, referidos
anteriormente, y por último, Alberto Achacaz por García (1766-67).
menciona haberlos conocido cuando niño, lo Los Chonos son mencionados por
que permite suponer la existencia de Chonos Ferrufino (Enrich 1891), Venegas en el siglo
(como identidad reconocible, pues él los XVII (Enrich 1891), Mascardi (Enrich 1891),
percibe y denomina así) a comienzos del Cubero (Enrich 1891), Moraleda (1888),
siglo XX, en territorio considerado García (1889), Byron en el siglo XVIII (1955),
Kawéshkar. Simpson (Steward 1963) y Bridges (2000) en
el siglo XIX y Achacaz en el siglo XX (Vega
1995). Steward (1963) agrega para el siglo
EL PANORAMA IDENTITARIO: XVIII a Campbell, Bulkeley y Cummings, sin
embargo no fueron revisadas sus
Durante los primeros tres siglos de impresiones en este trabajo, sobre todo para
contacto son mencionadas varias identidades determinar si directamente hablan de
canoeras cohabitando un amplio espacio Chonos, o es el propio autor quien asume de
archipielágico que no tiene fronteras fijas, sus escritos tal categoría.
sino por el contrario límites simbólicos, Los Wuagheseneches son
expresados físicamente en áreas insulares mencionados directamente por Enrich (1891)
‘flexibles’ en el tiempo, que refieren sin dejar clara la referencia. Y los
aparentemente el lugar de origen de cada Requinagüeres y Lechey o Lecheyeles sólo
grupo (García; 1889). son mencionados por García en el siglo XVIII
Cuando Cooper (1917, en Steward (1766-67).
1963) decide nombrar a tales grupos bajo el

Por lo tanto:
Siglo Grupos indígenas nombrados
Siglo XVI Huillis
Siglo XVII Chonos/Guaiguenes
Siglo XVIII Chonos/Guaihuenes/Caucahues/Taijatafes/Requinagüeres/Lecheyeles/
Payos
Siglo XIX Chonos
Siglo XX Chonos

Si nos basamos en tales referencias Taijatafes, Calenes o Calenches,


podemos asumir que los Chonos, como Requinagueres, Huagheseneches y
denominación identitaria, aparecen hacia el Lecheyeles son referidos siempre a la latitud
siglo XVII, para desaparecer, si tomamos en de 48° sur, por lo cual constituyen
cuenta a Achacaz (Vega 1995), recién poblaciones que habitan esos TERRITORIOS
entrado el siglo pasado (s. XX). La mayor (poner en minúscula) y que son trasladados a
referencia de ellos yace en el siglo XVIII, Chiloé por las misiones.
íntimamente ligado a las exploraciones de
reconocimiento indígena efectuado por los MOVILIDAD Y COMUNICACIÓN ENTRE
jesuitas, por lo cual esta multiplicación puede GRUPOS CANOEROS:
ser interpretada como efecto de un
reconocimiento más concienzudo e intensivo A través de los relatores ya
de la zona, o como respuesta de las propias nombrados, principalmente aquellos referidos
poblaciones locales frente a este nuevo a los Jesuitas, se establece un patrón de
interlocutor que perturba fuertemente la movilidad común que los lleva desde sus
dinámica establecida con anterioridad. Puede lugares de nacimiento y caza a incursionar a
tratarse de ambas a la vez, sin embargo en la isla de Chiloé (principalmente García), y
este trabajo no es posible dilucidar con mayor que será más intenso según la distancia que
profundidad el problema. los separe; por tal razón los Chonos tendrían
estrecha proximidad con los habitantes de la
REFERENCIAS QUE CONFIRMAN LAS isla, mientras que para Taijatafes, Calenes y
DIVERSAS IDENTIDADES: Caucahues los encuentros habrían sido
menores, salvo durante el siglo XVIII en el
A base de los autores antes que estos últimos principalmente se
mencionados, es posible establecer que los transforman en colaboradores constantes de
Payos habitaban el extremo sur de la isla de los jesuitas para evangelizar y atraer a los
Chiloé hacia el siglo XVIII, por cuanto se dice demás. Por otro lado, sobre la base de lo
de ellos que “la otra misión - (Achao) - se anterior, los contactos entre ellos, y la
hallaba en la isla grande; y aunque hubiese formación de grupos multi-identitarios que se
sido fundada para los Payos, que vivían en mencionan, considerando además que los
las regiones más australes de ella” (Enrich; relatores establecen para ellos distintos
1891: p.262). En la misma afirmación se dialectos o variantes lingüísticas, hace
establece que los Chonos habitaban hacia el suponer que se trata de poblaciones
sur, en el archipiélago de Guaitecas (p.41),: políglotas, tanto así que igualmente
“que de su archipiélago habían inmigrado á manejaban el castellano y el veliche para
aquellos contornos – Chiloé -”(p.42). Al relacionarse con Chiloé.
mismo tiempo Byron está haciendo mención El hecho es que para el caso de tales
a que tales poblaciones están estrechamente relatos debemos de todas formas ser
asociadas a las inmediaciones de Chiloé, en precavidos, por cuanto las misiones, como ya
el archipiélago de Guaitecas, pues dice: fue establecido, constituyeron un importante
“Entre ellos venía un indio de la tribu de los elemento de atracción de poblaciones
chono, que habitaba en las vecindad de canoeras, pues les entregaban objetos y
Chiloé. Hablaba en español (...) Era algo alimento que eran escasos de adquirir.
como cacique, o cabecilla de la tribu, cuya Confirma esta escasez Enrich (1891), a
autoridad le habían confirmado los propósito de que los Chonos ‘maloqueaban’ a
españoles” (p.79). Aquí se hace referencia a los otros grupos, incluyendo incursiones
la relación política con los misioneros y dentro de la misma isla grande, para ser
españoles entablando alianzas. luego perseguidos y atacados por los
españoles, por lo que “cansados, por fin, de
tan triste vida los infelices chonos, se vinieron radicaban hacia las costas del continente,
hasta Calbuco, á pedir á los españoles los entre los 48° y 49° de lat. sur. Igualmente
admitieran en sus tierras” (p.76). A su vez plantea cómo Calenes y Lecheyeles están
Steward dice que los Chonos capturaban a comunicados, así como Taijatafes con
Huillis, que comerciaban con los chilotes, o Requinagüeres.
los dejan para sí como sirvientes. Lo interesante del caso es que tal
Las diferencias que se expresan a característica puede estar relacionada con la
través de estas identidades igualmente se estructura de tales poblaciones, en términos
hacen evidentes cuando García habla de de tratarse de identidades locales de carácter
cómo los Calenes asesinaron a varios familiar, que igualmente se trasladan aun
Caucahues durante una cacería de lobos cuando lo hacen principalmente en territorios
marinos (recuerdo de un Caucahue que lo más o menos específicos reconocidos por los
acompaña), y que a su vez el grupo formado demás. Las identidades de cada grupo
por Taijatafes, Calenes y Caucahues para (expresadas, como ya se dijo, confusamente
viajar con él a Chiloé se deshizo por por los viajeros y cronistas, por cuanto usan
diferencias internas. Establece igualmente un denominaciones propias o basadas en la
dato interesante al respecto, referente a que percepción Huilliche) contendrían estas
no solo existe el enfrentamiento directo como identidades familiares, las que a su vez
medio de dañar a estos ‘otros’, sino que estarían contenidas, si hacemos caso a la
además es posible causar su muerte y recomendación de Cooper, en una sola
enfermedad a través de maleficios identidad étnica que abarca todo este
provocados a través del manejo de territorio y cultura similar. O al mismo tiempo,
mechones de pelo de los adversarios, por lo como igualmente fue referido, fueron estas
cual todos ellos llevan cortado el cabello a la agrupaciones emparentadas por lazos
altura de la coronilla (García; 1889: p. 29). No familiares las que confundieron a los
entraré a detallar las particularidades observadores, otorgándoles denominaciones
culturales de cada grupo, por cuanto tan diversas como familias de esta clase se
pretendería abarcar demasiado por ahora, sin encontraron, a pesar de lo cual me parece
embargo este elemento mágico común, más más probable la suposición anterior.
muchos otros evidenciados en los distintos En definitiva, la imagen de tal
relatos, confirman que sí se trata de grupos territorio hasta el siglo XVIII muestra
altamente emparentados culturalmente, sin identidades móviles, que comparten códigos
que por ello debiesen confundirse como una culturales similares, lo que les permite
sola identidad. intercambiar rápidamente información o
Byron por su lado menciona la formar grupos multi-identitarios, sin perder
asociación de dos grupos de distinta aparentemente por ello su diversidad.
identidad, por cuanto uno de ellos, que no
distingue, habría comunicado a los Chonos CONCLUSIONES:
de las proximidades de Chiloé el naufragio de
la fragata Wager, en Guayaneco, Los pueblos canoeros mencionados
evidenciando que las noticias circulaban por cronistas y viajeros hasta el siglo XVIII,
rápidamente por los archipiélagos, de un compartían un patrón cultural común,
grupo a otro. El mismo náufrago en sus facilitando con ello la formación de grupos
recuerdos plantea que, siendo llevado por multi-identitarios. Punto seguido Sorprende la
tales indígenas hacia Chiloé, se encontró con rapidez con que circulaba la información, a
familias lingüísticamente distintas a los pesar de las distintas lenguas o variaciones
Chonos, que viajan en sentido contrario. lingüísticas de cada uno (lo que implica a su
Retomando a García, plantea otra vez que eran políglotas en relación al
particularidad interesante - que Byron universo cultural conocido), y por compartir
igualmente expresa al plantear grupos flexiblemente tan vasto territorio (44° hasta
formados por hasta 50 personas (también los 49° lat. sur).
evidenciado parcialmente en otros relatos Es imposible sin embargo atender a
(Enrich 1891)) - al mencionar a una familia de diferenciar sus autodenominaciones en forma
Calenes, denominada Jorjuip, que habitaba concreta, por cuanto contamos
en las inmediaciones de Guayaneco. Estaba principalmente con la percepción Huilliche,
compuesta por 47 personas, más 20 que ya hispana, y personal de cada uno de los
vivían en la misión de Cailín, y otro tanto que relatores; ni aclarar aun la complejidad y
particularidad de las formas en que se ALVAREZ, RICARDO y GODOY, MARCELO
organizaban unos con otros, así como 2001. “Experiencias rurales de
internamente, de manera más exacta, Educación Patrimonial en la décima
quedándonos solo con estas escasas región”. Revista Austral de Ciencias
referencias que pueden ser interpretadas Sociales, Nº5.
hasta cierto punto. ARNOLD, M. y ROBLES, F. 2000: 2000:
Por tanto, podría tratarse en definitiva “Explorando caminos neoilustrados
de grupos emparentados culturalmente, por más allá del positivismo.
lo que la recomendación inicial de Cooper Epistemologías para el siglo XXI”.
respecto de que ellos pueden ser Cinta de Moebio n°7, Facultad de
denominados genéricamente Chonos es Ciencias Sociales, Universidad de
válida. Sin embargo debemos atender a la Chile
posibilidad de formas de organización ASPILLAGA, E.; OCAMPO, C.; OLIVARES,
complejas con relativa autonomía identitaria, J.; ARENSBURG B. y MEYER, J.
que fueron pasadas por alto por la mayoría 1995. “Una visita a los canoeros de
de los navegantes y cronistas, pero Quetalmahue”. Revista Museos, p.19
observadas con más sensibilidad por los BARRIENTOS, P. 1997. “Historia de Chiloé”.
Jesuitas a partir del siglo XVII, quienes Ed Andujar
profundizaron los contactos con tales grupos. BARTH, F. 1976. “Los grupos étnicos y sus
Al ser expulsados en el siglo XVIII, tal fronteras”. Fondo de Cultura
percepción detallada desapareció, retornando Económica. Méjico (se trata sólo de
las descripciones superficiales que sólo la introducción).
incurrían en aspectos principalmente físicos, BONFIL BATALLA, G. 1992. “Pensar nuestra
sin preocuparse por contenidos culturales. cultura”. Alianza Editorial, Méjico
La movilidad de tales grupos
adquiere dos sentidos a través del tiempo: BRIDGES, L. 2000. “El último confín de la
por un lado la presencia de naves europeas, tierra”. Ed. Sudamericana.
principalmente españolas, genera un
desplazamiento hacia latitudes aun más BYRON, J. 1955. "El naufragio de la fragata
extremas, mientras que los encuentros con 'Wager'". Ed. Zig Zag
los jesuitas demuestran el desplazamiento de CÁRDENAS, R. Montiel, D. y Grace Hall, K.;
numerosas familias, principalmente durante 1991. “Los Chonos y los Veliche de
los siglos XVII y XVIII, hacia la Isla Grande de Chiloé”. Ed. Olympo
Chiloé, buscando beneficios que los mismos CASTRO, V. 1998. “La dinámica de las
PP. se encargan de entregar gratuitamente, identidades en la subregión de río
hasta su expulsión a finales del mismo siglo. Salado, provincia del Loa, II región”.
Es posible suponer que los miembros Programa de desarrollo de
de estos grupos se asimilaron, por un lado, a identidades culturales. Ed. Manuel
la cultura chilota que se formaba en aquella Danemann; I° Encuentro Nacional
época, voluntariamente o por la fuerza, como Interdisciplinario de Investigaciones
fue el caso de muchos niños y jóvenes que de Identidades Culturales.
eran secuestrados y usados como loberos COOPER, J. 1963. “The Chono”. En Steward,
por las embarcaciones provenientes de J (editor): “Handbook of South
Chiloé en sus recorridos hacia los canales American indians”. Vol. I
australes. Por otro lado, deben haberse DÍAZ, C. y GARRETÓN M. 1971. "El
fundido y desaparecido identitariamente entre poblamiento prehispánico del arrea
grupos kawéshkar al huir hacia latitudes más insular septentrional chilena".
extremas. Con esto, sólo nos queda presumir Separata del VI Congreso de
que si bien las identidades mencionadas Arqueología Chilena.
desaparecieron, muchos rasgos culturales EMPERAIRE, J. 1963. “Los nómades del
deben permanecer como práctica y memoria mar”. Ed. De la Universidad de Chile.
tanto en la Isla Grande como en los canales ENRICH, F. 1891. “Historia de la Compañía
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