Facultad de Filosofía y Humanidades

Profesor Técnico-Profesional
Puerto Montt

Universidad Austral de Chile

Centro de Educación Continua

Capacitación progresiva a docentes de especialidad

Alumna : Jessica A. Leiva Cid

Módulo : Evaluación de Procesos
Pedagógicos
Profesor : Mg. Guillermo de Armas P.
Fecha : 05 de Junio de 2020
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Centro de Educación Continua

Capacitación progresiva a docentes de especialidad

Introducción
En esta ensayo será posible tener una visión general del impacto que genera una
capacitación progresiva para los docentes de especialidad abocados a la educación
técnica profesional, en esta línea se puede constatar que durante los últimos años se
muestra que alrededor del 50% de la matrícula de la formación superior técnico
profesional está contemplada por Institutos Técnicos Profesionales (IP) y Centros de
Formación Técnica (CFT), donde el 60% de los estudiantes pertenece al sector más
pobre de la población chilena (Barrientos Delgado & Navío Gómez, 2015)

Las instituciones de educación coinciden en su totalidad en que los estudiantes

constituyen el cimiento principal de su funcionamiento y en ese sentido toda estrategia
que se realice será en función de favorecer los aprendizajes que los estudiantes
adquieren, lo que está relacionado directamente en los contenidos entregados por los
educadores y la metodología utilizada para aquello. Es en el docente donde recae la
responsabilidad de formar las futuras generaciones de adultos que contribuirán al
desarrollo de las naciones (Arancibia Herrera, Miranda Jaña, Pérez San Martín, & Koch
Ewertz, 2008).

La tendencia de la educación en general en el último siglo se aboca a que un formador

debe cumplir el rol de facilitador del aprendizaje de los alumnos, otorgándole cada vez
mayor protagonismo al estudiante en su proceso de formación (Salas, 2005). Cuando se
habla en la Educación Técnica Profesional de metodologías de enseñanza, es decir,
cuando se refiere a la forma en la que se entregan los conocimientos, es importante
mencionar que los docentes de especialidad, en su gran mayoría, no poseen la formación
pedagógica necesaria para realizar un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo. La
experiencia indica que estos profesionales no cuentan con las herramientas necesarias
para ser formadores (Barrientos Delgado & Navío Gómez, 2015) o educadores
propiamente tal, pues la razón fundamental se centra en que generalmente son expertos

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en la disciplina de especialidad que se dedican a enseñar y se encuentran insertos en su

mayoría en el sector productivo.

Es por lo anterior, que se hace preciso que los docentes de especialidad tengan como
acompañamiento a su labor una formación en el ámbito pedagógico, lo cual tendrá como
uno de sus objetivos facilitar la transferencia de sus conocimientos basados en la
experiencia a los estudiantes.

Desarrollo
Desde la década de los 90’ se introdujo una importante modificación cualitativa en el
sistema de Enseñanza Técnica Profesional, la cual consistió en un cambio de paradigma
en términos de los propósitos de este tipo de enseñanza, cambiando el de capacitar para
la ejecución de un trabajo o tarea específica, a una enseñanza que le posibilitará al
estudiante, una vez incorporado al mundo del trabajo, adaptarse rápidamente a los
cambios tecnológicos que se suceden en dicho espacio laboral (Servat Poblete, 2017).

De acuerdo con este nuevo propósito, surge en Chile la implementación del enfoque
pedagógico basado en competencias, tanto básicas como específicas, lo cual cambia la
modalidad asignaturista por una estructura modular para desarrollarse en cada una de
las especialidades. Desde el Mineduc se proporciona a los establecimientos
educacionales técnicos una propuesta de aprendizajes esperados y criterios de
evaluación (Calisto et al., 2014).

Debido a lo anterior, la labor docente juega un papel fundamental en la formación de

los técnicos para nuestro país, puesto son ellos los responsables de llevar a cabo la
transferencia de conocimientos mediante un proceso de enseñanza aprendizaje
efectivos. Dicho proceso de transferencia de experiencia de los formadores a los
estudiantes no sólo se reduce a la transmisión de conocimientos técnicos a través de la
práctica, sino que, además, existe un gran proporción de otras habilidades y actitudes
que dan cuenta de una formación integral que les permite estar atentos a los avances
tecnológicos y curriculares (Barrientos Delgado & Navío Gómez, 2015).
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Con la finalidad de lograr un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo es que se

debe considerar una capacitación permanente de los formadores profesionales que se
dedican a la docencia, esto remarcando que las instituciones educativas buscan
profesionales que sean expertos en alguna especialidad de sus programas curriculares
y no expertos en transferir conocimientos por lo que es hoy en día de sentido común decir
que los requerimientos actuales hacia el profesional formador, deben centrarse en la
actualización de su conocimiento y en el apoyo de su quehacer pedagógico, asumiendo
la necesidad del cambio e innovación educativa, puesto que es evidente que estos
requerimientos son necesarios y adecuados para el desarrollo económico y social de una
nación preocupada por formar alumnos críticos, creativos y pensantes (Arancibia
Herrera, Miranda Jaña, Pérez San Martín, & Koch Ewertz, 2008)

Barrientos Delgado y Navío Gómez, (2015) mencionan que los profesionales cuya
dedicación a la docencia es parcial, sitúan su trabajo técnico por sobre el docente durante
su jornada de trabajo y ellos son quienes deciden en qué tarea creen desempeñarse
mejor, participar o comprometerse en el tiempo. En consecuencia, se identifican con la
tarea que está en primer lugar: su profesión técnica. De esto se deriva que la docencia
suele no ser considerada como una actividad profesional que requiere principios técnicos,
científicos, conceptuales, axiológicos, filosóficos e ideológicos, sino un oficio que se
deriva del sello vocacional. Por lo anterior, se puede deducir que los profesionales tienen
poca preocupación por inscribirse en programas de capacitación, tanto por falta de tiempo
como de voluntad para gastar, viéndolo como una pérdida que no están dispuestos a
asumir para complementar sus competencias, sin embargo, si esto lo analizan con una
mirada a futuro, se puede transformar en una verdadera inversión que le permitiría abrirse
puertas como docentes. En estas circunstancias, donde la institución educativa tiene un
compromiso permanente con las formas de entregar una educación de calidad, sería
posible hacer partícipe la capacitación hacia los docentes, quienes en definitiva tendrán
desarrollada una herramienta más para entregar los programas curriculares a sus
estudiantes de forma eficiente.

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Conclusión
Las instituciones que hoy entregan Educación Técnica, tienen el imperativo de buscar
conceder un servicio educativo de calidad, pertinente con el entorno productivo, acorde
a las nuevas tecnologías y que en lo posible se adelanten a las futuras necesidades de
la industria. En sus programas de formación no solo se precisa la entrega de
conocimientos, sino que además la entrega de herramientas que faciliten las
adquisiciones de habilidades sociales que favorezcan la formación de competencias
blandas o transversales que son tan demandadas por las empresas.

Para lograr lo anterior, es preciso que el docente que está encargado de la formación
del futuro profesional, posea las herramientas para llevar a cabo un proceso de
enseñanza aprendizaje efectivo que favorezca el aprendizaje significativo y en
consecuencia, la incorporación de competencias que transformen al profesional en una
persona integral y competente. Es por lo anterior que se hace preciso que los docentes
de especialidad tengan como acompañamiento a su labor una formación en el ámbito
pedagógico, lo cual tendrá como uno de sus objetivos facilitar la transferencia de sus
conocimientos basados en la experiencia a los estudiantes. En virtud de que, por lo
general, el profesional que se dedica a la docencia, en su gran mayoría no está dispuesto
a invertir a priori tiempo ni recursos para fortalecer su enseñanza, debe ser la institución
educativa que tenga un compromiso con la calidad la que debería entregar las
herramientas necesarias para preparar y fortalecer en primera instancia a los docentes,
para que estos puedan replicar sus conocimientos y habilidades en los educandos.

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Bibliografía

Arancibia Herrera, M., Miranda Jaña, C., Pérez San Martín, H., & Koch Ewertz, T. (2008).
Necesidades de formación permanente de docentes técnicos. Estudios Pedagógicos,
34(1), 7-26. Obtenido de
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-07052008000100001

Barrientos Delgado, C., & Navío Gómez, A. (2015). Formador de la educación superior
técnico profesional: Percepciones sobre su trabajo docente. Estudios Pedagógicos,
41(1), 45-61. Obtenido de https://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052015000100003

Calisto, R.; CID, J.; Cuadra, L.; Cuevas, S. Desafíos y perspectivas de la enseñanza
media técnico profesional en la Región del Bío-Bío: Investigación sobre las necesidades
de perfeccionamiento docente. Universidad de Concepción: Concepción, 2014.

Salas, W. (2005). Formación por competencias en educación superior: Una aproximación

conceptual a propósito del caso colombiano. Revista Iberoamericana, 36(9), 1-10.

Servat Poblete, B. (2017). Origen, trayectoria y efectividad de la formación de enseñanza

media técnico profesional en Chile. História da Educação, 21(52), 111-135.
doi:http://dx.doi.org/10.1590/2236-3459/67121