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Los 4 pilares del corazón

HUMILDAD - SIMPLICIDAD - INFANCIA - TRANSPARENCIA.

Los elementos han sido desarrollados, desde Agosto del 2010, sobre las
Conciencias Elementales (Agua, Tierra, Fuego, Aire), inscritas en los
Triángulos de la Corona Radiante de la Cabeza. Encontrarán las explicaciones
detalladas de los puntos de la cabeza en el protocolo « las 12 Estrellas de
María »

Los protocolos que son comunicados, hoy, a continuación, tienen por


objetivo facilitar el despliegue de esas Conciencias Elementales, de la Corona
de la cabeza, en los 4 Pilares del Corazón.

Dos tipos de prácticas son posibles, según vuestra preferencia:

1ª. POSIBILIDAD.

Posar, delicadamente, durante una decena de minutos, el pulgar, el índice y


el dedo medio de una mano, al mismo tiempo, sobre cada punto Estrella de
un Triángulo Elemental. (Descrito en el Protocolo « Las 12 Estrellas de María
») y simultáneamente, posar el índice de la otra mano sobre un punto de una
Puerta Torácica.

Se puede realizar esto haciéndolo entre dos personas, una haciéndolo a la


otra.

2ª. POSIBILIDAD.

Permanecer sentados durante una hora aproximadamente en el centro de un


triángulo formado por 3 cristales colocados en el suelo. (Los que
corresponden a las Estrellas de la cabeza del Triángulo elemental practicado)
y llevando un cristal sobre el cuerpo que corresponde a uno de los Pilares del
Corazón.

Cualquiera que sea la práctica elegida (ya sea con los dedos o con los
cristales) conviene realizarla para cada elemento (Aire, Tierra, Agua, Fuego y
Éter).

El orden de práctica de los elementos no tiene importancia.

No es necesario observar un plazo de integración entre la práctica (dedos o


cristales) de cada elemento, que puedan entonces ser encadenados.

La práctica global de estos elementos puede repetirse con el fin de integrarse


mejor.

Como muy práctica, se dan algunas indicaciones como puntos de referencia


pero, siendo el progreso de cada uno específico, conviene seguir su propia
experiencia, que eso sea en el orden de las secuencias, su duración, su
modalidad, su repetición.

Los esquemas siguientes indican las posiciones, los cristales, por elemento.

ELEMENTO FUEGO

Puntos de la cabeza: ATRACCION (BIEN)   REPULSION (MAL)  y AL

Puerta Torácica: OD (en la Punta del Esternón) o Pilar de la INFANCIA


OD: Tourmalina Watermelon o Verdelita y Rubelita de lado a lado.

AL: Rodocrosita

REPULSIÓN: Esmeralda

ATRACCIÓN: Topacio Imperial

ELEMENTO TIERRA

Puntos de la cabeza: OD - VISION - KI RIS TI

Puerta Torácica: KI RIS TI (entre los omóplatos, a la altura de D5) o Pilar de


la TRANSPARENCIA
OD: Tourmalina Watermelon o Verdelita y Rubelita de lado a lado.

VISION: Hidenita

KI-RIS-TI: Cristal Fuente o Lemurian, o Cuarzo Fantasma tallado en forma de


Sello de Salomón o en placa.

ELEMENTO AIRE

Puntos de la cabeza: CLARIDAD - IM/HIC - UNIDAD

Puerta Torácica: UNIDAD (chakra de arraigo del Espíritu: (a Distancia de una


mano Arriba del seno izquierdo) o Pilar de la HUMILDAD
UNIDAD: Cuarzo fantasma o tallado en forma de sello de salomón o en placa.

CLARIDAD: Cuarzo Acqua Aura

IM/ICI: Octaedro de Fluorita azul o verde

UNIDAD: Cuarzo fantasma o tallado en forma de sello de salomón o en placa

ELEMENTO AGUA

Puntos de la cabeza: IS/NUNC - PRECISIÓN - PROFUNDIDAD

Puerta Torácica: AL (chakra de arraigo del Alma: (a Distancia de una mano


Arriba del seno derecho) o Pilar de la SIMPLICIDAD
AL: Rodocrosita

PROFUNDIDAD:  Kunzita

IS/NUNC: Peridoto

PRESICIÓN: Selenita.

ELEMENTO ETER

Punto de la cabeza: ER (7° chakra)

Puerta Torácica: ER (9° cuerpo o hueso en la cavidad del esternón)

Excepcionalmente, se practica acostado


ER: Beryl o Aguamarina - esternón

ER: Cuarzo tallado en forma de Merkabah - Cabeza.

INFANCIA

Soy ANA. Hermanos y Hermanas, presentes aquí y en otra parte, sobre la


antigua Tierra, soy la Estrella OD, soy la Fundación. Soy el elemento Tierra y
vengo a presentarles, por mi Presencia, por la Alegría y por el Amor (en mis
palabras y también en el canal establecido por MARIA), vengo a expresar y
vibrar, en su cuerpo y en su Conciencia, lo que es la Puerta Estrecha y la
Fundación de la Nueva Vida. Vengo a expresar y vibrar los elementos, más de
cerca, permitiéndoles entender y vivir la acción del Fuego, el del Amor, sobre
el paso de la Puerta, estableciéndoles en las nuevas fundaciones y, para
algunos de entre ustedes, sobre la Nueva Tierra.

La Puerta Estrecha, la que se nombró la de la Pobreza y también ha sido


llamada, por mi Hermana Teresa, la Vía de la Infancia o también de la
Inocencia. La Vía donde la vía del mental no puede existir más. La Vía donde
el fuego de la ilusión no puede ya atraerles. La Vía que viene a sustituir al
fuego que consume, en un Fuego que eleva. La Vía de la que también se dijo:
“Aquel que se ensalce será humillado y el que se humille será ensalzado”

Puerta Estrecha, vista desde vuestro lado. Puerta Real, vista desde Nuestro
lado. Lugar de Pasaje de la antigua vida a la nueva Vida. Último Pasaje donde
la Omega se convierte en el Alfa, por la acción del Fuego redimido y dado la
vuelta, encontrando su naturaleza ígnea y Unitaria. La llamada del Cristo les
compromete a que vayan hacia esta Puerta. El Fuego, llegando sobre la
antigua Tierra, viene a forjar y liberar la Nueva Tierra, haciéndoles pasar de
fallecimiento a Vida, de Ilusión a Verdad. Fundación y fundamento donde
más nada puede mentir, ya que todo es Transparente, donde todo es
liberado y donde todo es Comunión.

OD, Pilar de la Tierra, en la Nueva Tierra, curso del Fuego y Pasaje del
Fuego. Nueva Tierra que, como ustedes, bautizada en el Fuego del Espíritu,
se despliega en el Amor y en la Unidad. Último Pasaje aportando la
Conciencia, en una nueva ronda sin límite, sin opacidad, en la
Transparencia. Transición de Fuego, Alegría del Amor, consumando
perpetuamente el Amor, renovando perpetuamente el Amor, elevando eso
que está transmutado y transformado en la Respiración del Uno, en la Vida
del Uno.

Puerta OD, conectada a ICI (AQUÍ) (ndr. Punto del Sacro), elevándolos en la
nueva odisea: odisea del Uno, Fuente radiante y luminosa. Fuego del Amor
bautizando la Nueva Tierra, bautizando el Nuevo Cuerpo, en el Fuego de la
Resurrección. Amor que consume, Amor Verdadero, conduciendo el Espíritu
a la Libertad. OD que bendice el Fuego. Transubstanciación. Transgenización.
Nuevo Mundo. Nuevo Sonido y Nueva Vida. Vuestra Morada. Vuestra
fundación, forjada en el Fuego del Amor, llevándoles a consumir, en el Amor:
Fuego Perpetuo de Alegría y de Gracia. Cruzar la Puerta, al borde de la Tierra
Nueva, en el Espíritu regenerado, transmutado y elevado, quitando las
máscaras y los velos de la Sombra. Espacio no iluminado, pasando a un
espacio sin ninguna Sombra. Espacio de Alegría y de Transparencia,
consumiendo, de paso, todo lo que no es eterno, todo eso que es efímero,
liberando la Conciencia Libre donde el Fuego es el combustible y el
carburante de la dinámica eterna y del movimiento libre, más allá de tiempos
cíclicos.
METATRON les entregó y aportó el Fuego: ese de la Luz del renacimiento, la
Libertad, la Verdad. A ustedes corresponde resonar a la Llamada, pasar a ser
Verdaderos y Auténticos. Expansión de la Nueva Tierra, como la Conciencia
liberada, a fin de vivir en la Fusión de los Éteres y los Elementos, el Fuego del
Corazón. Corona Radiante eternamente encendida y luminosa, llamándoles,
por la Puerta Posterior (ndr: punto KI-RIS-TI, entre los omóplatos), a vivir en
la Respiración del Espíritu, por la animación del Fuego, el Êtreté, nueva
Morada. Morada de Verdad donde brilla el Amor, sin reflejo y sin Sombra.

El se los ha dicho: « Yo soy el Alfa y la Omega » El vuelve otra vez, por
Omega, por OD, en el bautismo del Fuego del Espíritu, bautizar la Conciencia
Una de su cuerpo de Fuego, el de Luz. Nueva densidad donde nada está
limitado, donde todo es Libertad. Como el Arcángel URIEL los ha invitado, a
escuchar y a oír el Canto de la Libertad, de la Liberación, abriendo la Puerta a
la Infancia y a la Inocencia, la del nacimiento en su propia Esencia, en la
Verdad, como Niños del Uno. Franquear la Puerta, por la acción del Fuego del
Éter, fusionando el Fuego de la Tierra y el Fuego del Cielo, abriendo la Puerta
de la Resurrección.

Bautismo de fuego, bautismo de Vida, sobre el cual ninguna noche puede


caer o volver a caer. Amanecer perpetuo, al borde del Mundo Nuevo, al
borde de las Dimensiones Unificadas. Vuestra Conciencia es llamada, por el
Sonido y el Canto, de la tierra y del Cielo, por el Fuego del Amor, y por la
llamada de MARIA, a vivir y a establecerse en el Corazón de la Vida, en el
Corazón de la Verdad, como Hijo Ardiente del Sol.

Niños KI-RIS-TI, Niños del Uno, la hora está a la Eternidad, por la Fusión de los
Éteres, realizada sobre la Tierra y en ustedes, por la Transmutación del
Fuego, animando y despertando el Espíritu, retornando el alma hacia el
Espíritu. Fuego que hace desaparecer la sombra de la personalidad, la
sombra de los sufrimientos y la sombra de los apegos. El tiempo del
nacimiento, el tiempo de la Resurrección ha llegado. Los Querubines
despliegan y tienden el último Capitel, ese de su Renacimiento, ese de su
Regeneración. La Puerta de la Eternidad está abierta. 

Están invitados por Cristo, están invitados por la Estrella, a pasar a ser la
Estrella. La semilla ha brotado, ella ha madurado en la sombra de la
personalidad. Ella debe traslucir su Transparencia, el día del amanecer de un
Mundo Nuevo, el día de la Verdad, del Amor. OD, llamándoles a vivir el Canto
de la Resurrección, el Canto de la Eternidad, que es vuestra Morada. El Fuego
del Amor viene a calentarles y despertarles, definitivamente.

Sean la Alegría, ya que esa es su Naturaleza. Sean la Paz, ya que esa es su


Manifestación. Sean la Estrella, ya que esa es su Esencia. Sean Ardientes,
como él ha sido, ya que esa es su herencia.

OD, les llama, por el Fuego del Elemento Fuego, el que decreta METATRON,
Véhuiah, a aflojar todo gancho de Sombra, aún presente en esta densidad
antigua, de este mundo antiguo. Niños de la Eternidad, levántense y
elévense, consumiendo, en el Fuego del Amor, las últimas Sombras de la
densidad antigua. Vuelvan a ser el Niño, Vuelvan a ser la Infancia. Su Fuente
es la Alegría. El Fuego del encuentro entre el Sol y la Tierra, el Fuego de la
Estrella está, ahora, al alcance de la mirada y al alcance de la Conciencia.
Vuelvan a entrar en ustedes. Vuelvan a entrar en la recepción de la Luz y la
Verdad de la Estrella. OD, les invita a que nazcan sobre la Nueva Tierra en los
Mundos Libres, en la Eternidad. La llamada, esa del Cielo y de la Tierra, como
la de las Estrellas y de MARIA, está, ahora, a su lado. Presencia íntima a
vuestra izquierda, prueba tangible de nuestra Unión, prueba tangible que la
Puerta les espera, llamándoles al Andrógino, llamándoles al Fuego redimido,
llamándoles a la Verdad. Sean Conscientes de la llamada, incluso antes que
sea común al conjunto de la humanidad, con el fin de resonar y con el fin de
responder presente, para que la Gracia del Fuego del Amor los abrace y los
encienda, en la Unidad del Amor.

Han caminado y hemos caminado, en los caminos del vagabundeo. Es


tiempo, ahora, de pasar en el camino de la Vía, de la Verdad y de la Vida. Son,
todos, aguardados y esperados, sin límites, sin barreras. Solo ustedes y nada
más que ustedes pueden lanzarse en nuestros brazos y los brazos de la
Fuente: brazo de Libertad y de Amor. Para eso, estén en Alegría, en respuesta
al llamado y a esta Presencia a vuestro lado. Ella viene a recogerles como una
fruta que está madura, madura para ser consumida en el Amor.

El Fuego del Amor que fluye en OD, forjando el Pasaje, tapizándolo de Luz y
de rosas. Vía de la Infancia y de la Inocencia (ndr: OD de la punta del
esternón) fundación de la Transparencia (ndr: KI-RIS-TI, entre los omóplatos)
y fundación de la Vida Una. Consumación por el Amor, donde ningún espacio
y ningún lugar pueden persistir para la dependencia a nada, si bien,
exhortándoles a instalarse en la Autonomía, en la Libertad, en la Verdad.

La Pulsación de la Luz trabaja en sus tres Fuegos (ndr: Cabeza,


Corazón, sacro), y les pide reunirse, ustedes, en el Templo del Corazón, allí
donde el viene como un ladrón a golpear en la noche, en presencia de MARIA
(canal de Comunión, a vuestra Izquierda), con las Estrellas, también. El Fuego
del Amor se despliega sobre esta Tierra, como en el núcleo de la Tierra, sobre
su cabeza y abajo de sus pies, participando en el mismo impulso de Pasaje de
la Puerta que les conduce al Corazón.

La Estrella se los anuncia, no hay que preguntarse si están listos. Hay


simplemente que darse cuenta que están dispuestos, a no tener en cuenta
los últimos sobresaltos de las sombras, llevadas o soportadas. Se realiza el
Tiempo. Queda por realizarlos. Queda por Estar en el Todo y en la Totalidad,
para vivir la Gracia del Amor, en el Fuego del Amor, la fundación del
Corazón. La Omega, fecundada por el Alfa de la Nueva Vida, poniendo fin al
reino de YA, el que a obligado al OD por el YOD, de su mano, teniéndolos
encerrados, Se liberaron como la Tierra se liberó. El tiempo está a la
entrega. La alquimia de la transformación se concluye. Queda por realizar,
para la conciencia humana del lado del velo donde ustedes están, esta
Revelación común, caracterizada por el Fuego del Amor, el Fuego del Sol que
los desposa, como el Cristo.
Yo soy ANA. Las palabras Vibradas que pronuncié, están inscritas en lo más
profundo de la célula, en lo más profundo de la Conciencia, a fin de
perfeccionar la apertura y la rasgadura de METATRON, en vuestro Templo.
Doy a conocer pues, por parte de la asamblea de las Estrellas, en este
momento específico de la Tierra, el momento de la Puerta OD,
convirtiéndose en el Vehículo, recogiendo el Fuego del Espíritu, en la sangre
más allá de la sangre de la Tierra y de toda carne.

TRANSPARENCIA

Soy un AMIGO. De mi Corazón a su Corazón, que la Paz y la Alegría reinen


entre todos y entre nosotros. El conjunto del Antiguos me pidió volver de
nuevo entre ustedes, con el fin de expresar una serie de conceptos y
elementos relativos al Pilar de la Transparencia, que se conecta a la Puerta
Posterior del CRISTO (de la Luz KI-RIS-TI o de la Luz Blanca). Voy a exponerles
lo que es este concepto de Transparencia. Volverse una Transparencia de Luz
y ser Transparentes a la Luz, es realizar el CRISTO, es realizar, en sí, él Sí, el
Despertar, vivir la Realización. Vivir conscientemente, aquí, sobre este
mundo, estando completamente consciente de otra parte, presente en el
conjunto de los Universos, en el conjunto de las Dimensiones. Haciendo
entonces tomar Conciencia, en Verdad, y no en idea, del Maya de este
mundo, de su ilusión. Por supuesto, la Luz Blanca es Amor.

Por supuesto, vivir eso, requiere, precisamente, una Fusión con la Luz Blanca,
una salida del marco habitual de la vida, tal como lo concibe el humano,
siendo siempre humano. A través del Fuego del Corazón, a través de una
Conciencia que no tiene ya nada que ver con la conciencia ordinaria. Una
Conciencia que se está expandiendo hasta tocar los Cielos, tocar el origen y
tocar el final, probar el néctar de la Fuente y vivir este néctar,
permanentemente. Es a eso a lo que es llamado cada uno, en este período
particular de Transición. Como todos nosotros, Ancianos, se los dijimos, les
dimos un máximo de elementos, un máximo de prácticas y elementos,
pudiendo también permitirles acercarse de esta Transparencia. Entonces, si
lo quieren bien, vamos a explorar lo que es esta Transparencia.

La Transparencia es lo que les hace salir de la apariencia, es lo que les hace


salir de la ilusión de ser una persona, en este mundo, y que hace que no
pueda ya haber la menor interacción, en este mundo, vinculada a la persona,
sino una acción, lúcida y consciente, directamente conectada a la Presencia
Sí, de la Unidad, de la Verdad, de la Belleza. Pasar a ser Transparente a la Luz,
es procurar que, dentro de la Conciencia, no existan más zonas de
resistencias. La Luz puede entonces atravesarles, enteramente, sin que esté
detenida, dentro de la Conciencia, por cualquier elemento. Pasar a ser
Transparente a la Luz confiere, por supuesto, lo que ya dije, confiere un
estado de Serenidad, un estado de Paz, un estado de Alegría, a ningún otro
similar, un estado de Serenidad y Beatitud.

Vivir la Unidad y manifestar la Unidad, volverse Transparente, es estar incluso


más allá de la identificación a la Luz, es volverse uno mismo, en Conciencia, la
totalidad de la Luz. Para eso, no debe existir más el mínimo apego de la
persona, una mínima voluntad de la persona de otra cosa que de permanecer
en el establecimiento de esta Luz, en esta Transparencia. Ya que, en la
Transparencia, cuando la Luz les cruza de parte en parte y cuando se aclimata
dentro de este cuerpo físico, de este vehículo, solamente entonces a ese
momento, la Conciencia se vuelve panorámica. Ya no se limita a la conciencia
del yo, no se limita a la persona, pero va ya a venir a abarcar, bien más allá de
un proceso empático, el conjunto de todas las manifestaciones, el conjunto
de todos los Universos y el conjunto de todos los Hermanos y Hermanas. En
ese momento, el Amor se vive como realidad trascendente y no está
sometido a ninguna ley que exista en este mundo. El Amor de la Luz y vivir el
Amor Vibral no tienen nada que ver con el amor humano. Es una
transcendencia del amor humano porque este Amor está al contrario del
amor humano: vuelve libre, libera y pone al otro en la Alegría. El amor
humano es siempre condicional y condicionado. Condicionado a un juego de
interacciones, precisamente vinculado a la opacidad y a la ausencia de Luz,
no obstante, con una búsqueda de Luz.

El propio ser que se vuelve transparente a la Luz pasó a ser, el mismo, esta
Luz, bien más allá de la definición a la Luz, pero más por este concepto de
Transparencia. No existe ninguna alteración posible para la Transparencia
instalada. No existe ninguna posibilidad de hundirse en variaciones del
humor, en variaciones de emociones o en variaciones de cualquier cosa. En la
Unidad y en la Transparencia, la Conciencia está quieta y uniforme. No tiene
variación distinta del grado de intensidad del vivir de la Alegría, que el grado
de intensidad del vivir del Amor en sí. Vivir la Transparencia y la Luz Blanca,
es estar en Samadhi, eso se lo dije, y es también experimentar una Visión,
una Visión profundamente diferente de lo que pueden ver los ojos, de lo que
puede dar, a ver y a entender, el cerebro. Eso se llamó por otra parte la
Visión del Corazón. La Visión del Corazón ve más allá de las apariencias
porque ve, precisamente, por Transparencia. Ve, en la persona que es vista
por los ojos, más allá de lo que dan a ver los ojos. Ve el alma y, más allá de
eso, ve realmente el Espíritu que está detrás de la apariencia de una persona
que se enfrentaría. En ese momento, por supuesto, lo que gusta no es la
persona que está en frente, sino el Espíritu que devuelve al Espíritu. Así pues,
el Ser que vive la Unidad no puede ya ser otra cosa que esta Transparencia.
No puede el adherirse más a cualquiera que sea el modelo existente de este
mundo. No pertenece ya a un país, no pertenece ya a una tradición, incluso si
puede referirse, pero se volvió completamente libre y completamente
liberado de todo acondicionamiento. El acondicionamiento es por otra parte
una ausencia de Transparencia. Ya que los acondicionamientos van a definir,
hasta cierto punto, marcos, que se establecen en los distintos sectores de la
vida.

Ahora bien la Transparencia no tiene ya ningún marco. Se articula en torno a


un determinado número de Pilares, que están en tren de explicárseles y
revelárseles, llamados la Infancia, la Transparencia, la Humildad y la
Simplicidad (ndr: ver la rúbrica “protocolos” de nuestro lugar). Sólo
establecerse en el centro de estos 4 Pilares, que la Radiación de la Fuente,
por Transparencia total, puede aparecer, bien más allá de las simples
variaciones del Samadhi y la Alegría, donde el Ser vuelve a entrar en este
inmanencia y esta temporalidad, bien más allá de la simple persona humana.
En ese momento, la Conciencia es consciente de que vive un cuerpo que no
es la Verdad. La Conciencia es consciente de que está más allá de este
cuerpo, más allá de este mundo, presente en el conjunto de los Universos y
en el conjunto de las Dimensiones. No obstante, la Conciencia mantiene, con
felicidad y con alegría, este cuerpo de ilusión, no para sí mismo, sino sobre
todo para todos los otros, que no son más que una parte de sí mismos, aún
no revelados a su propia Verdad. La Conciencia que vive eso, en esta
Transparencia, ya no se somete, por supuesto, en la Conciencia, a los riesgos
de las acciones y reacciones, ya no se somete a los acondicionamientos y ya
tampoco a las interacciones que pueden existir en las relaciones clásicas
humanas, estando plenamente presente en toda relación, cualquiera que se
presente. Por supuesto, el cuerpo no escapa, para la mayoría de entre los
que viven eso, a los principios de corrupción de esta carne. La propia Fuente,
cuando trabaja un cuerpo, sin pasar por la encarnación, no puede subsistir en
este cuerpo creado, sino una serie de años, porque este mundo se ve privado
efectivamente de Luz, porque este mundo se ve privado efectivamente de
conexión a la Luz. Está afectado de amnesias. Está afectado de resistencias.
Está afectado de depredaciones y sufrimientos. Todo eso, lo saben. Pero
saben también que el impulso de la Luz Vibral, realizada desde hace ahora
una serie de años, les vuelve posible, de manera mucho más fácil, el acceso a
este estado. Pero acceder a este estado requiere, por eso, de hacerlo
perdurar y durar en el tiempo de su encarnación: deben estabilizar este
estado.

La experiencia del Corazón, una vez que se vivió, no sería más que una
millonésima de segundo, nunca puede olvidarse. Porque es una experiencia
trascendente, en el sentido más trascendente que sea, es decir es una
experiencia que viene a modificar las normas mismas del funcionamiento de
la Conciencia. Incluso si la Transparencia no se establece completamente,
entonces, en ese momento, la Conciencia se establece en un nuevo estado.
Este nuevo estado se les desarrolló, se llama Turiya o Conciencia Unitaria. Eso
se manifiesta, así como lo he dicho, por Sat-Chit-Ananda. Eso se manifiesta
por lo que se llama a Shantinilaya, vivir en toda conciencia la Residencia de
Paz Suprema, allí donde más ninguna interferencia de este mundo puede
interferir con el que es Transparente. Por el contrario, el que se volvió
Transparente tiene el deber (pero este deber no es un sentido moral, es una
aplicación lógica del estado de Transparencia) de ser, hasta cierto punto, un
testigo vivo de este acceso a la Unidad. Es en el sentido que los Arcángeles
los llamaron los Testigos de la Luz, los Ancladores de la Luz y los Sembradores
de la Luz. Ya que es su función, es su papel, es su misión. El que encuentra la
Luz, el que vive la Luz, se convierte en Transparencia de Luz y la Luz emana
de él, irradia de él y fluye de él, permanentemente. No puede ya haber, hasta
cierto punto, interrupción del raudal de la Luz, del raudal del Amor, del
raudal de la Vibración.

Entonces, por supuesto, la personalidad, está aún presente en esta


Dimensión, de este cuerpo, pero no está ya sobre el frente de la escena, no
está ya en la apariencia, no está ya en el yo (juego), no está ya en la
seducción de cualquier cosa y, sobre todo, no tiene ya que comprender
cualquier cosa. Porque la Luz es de verdad (cuando la Conciencia Turiya se
instala) la alimentación absoluta, la que no busca ya otra cosa que ser uno
mismo esta Luz. No hay ya respuesta, porque la Luz es la respuesta. No hay
ya investigación, porque la Luz se establece. No hay ya que sufrir, porque la
Luz está más allá del sufrimiento y la interacción del placer y el sufrimiento.
Todo eso, intento pasárselo, en palabras, a través de lo que viví de mi vivo y
lo que pude transmitir a los que se me acercaron, de distintas maneras. Es a
eso que son llamados. Es a eso que la Luz les llama. Es en eso que las zonas
de resistencias que pueden manifestarse en ustedes, actualmente (que eso
esté en forma de molestias, cualesquiera que sean, asentadas en el alma,
asentadas en lo que llaman el mental o las emociones, o también en su
propio cuerpo), no son, en definitiva, más que los estímulos para ir hacia
esta Transparencia.
Recuerden que Lord MÉTATRON abrió, en ustedes, la Puerta Posterior del
Corazón, la Puerta KI-RIS-TI, que permite a la Luz Blanca penetrar en ustedes,
enteramente (ndr: el punto KI-RIS-TI, entre los omóplatos). Este Pilar es uno
de los apoyos principales que, si lo adoptan, si lo perciben, si lo viven y lo
vibran, van a conducirles a pasar la Puerta Estrecha con más facilidad, porque
en ese momento, tendrán la prueba indeleble, que se señala en la conciencia
ordinaria, que existe un estado efectivamente de la Conciencia que no está
vinculado a la persona, que no está vinculado a la ilusión y a la proyección,
vividas en este mundo, sino que es intemporal, eterno y de un estado de
Alegría y Éxtasis, que no tiene nada que ver con lo más bonito de las alegrías
vividas en esta vida, en la ilusión.

Así pues, pasar a ser Transparente de Luz, es aceptar que la Luz atraviese, de
parte a parte, el conjunto de la Conciencia, es aceptar ya no desear, es
aceptar dejarse llevar y extasiar por la Luz, enteramente. Es ya no interferir
por la sombra de los miedos. Es ya no interferir por la sombra de los
compromisos. Es ya no interferir por la sombra de los deseos, cualesquiera
que sean, porque la Luz viene a colmar el conjunto de los deseos de toda
alma. Eso fue llamado, por algunas de las Estrellas, consumirse en el Amor, y
es eso exactamente que se produce. Por supuesto, los testimonios de las
Estrellas fueron quizá más fuertes que las de los Ancianos. Y, por otra parte,
entre lo que se llama los sexos, presentes sobre la superficie de esta Tierra,
las mujeres siempre dieron testimonios mucho más intensos y mucho más
ricos, de su vivencia de este estado. Porque la Transparencia, en cualquier
caso, se inscribe, de manera mucho más simple, en la mujer, por lo mismo
que su recepción de la vida dentro de su seno, cosa que el hombre no puede
conocer. La mujer es pues más fácilmente una Creadora. No hablo de la
creadora genital, sino de la Creadora de Luz, como pueden serlo, como ya se
sabe, las Estrellas de María o también las Maestras Genetistas de Sirius, que
son, por Esencia y por naturaleza, de las entidades de polaridad femenina.
Aunque este femenino allí no tiene ya ningún sentido, con relación a la
feminidad de la Tierra, no obstante se inscribe en una polaridad de alma y
Espíritu.
No obstante, en este tiempo particular que viene, ahora, sobre la Tierra,
tienen todos, hombre como mujer, niño como adulto y como anciano, la
posibilidad de convertirse en una Transparencia de Luz. Pero para eso, es
necesario aceptar, como se los dio el Arcángel ANAËL, desde hace mucho
tiempo, abandonarse, enteramente, a la Luz, de aceptar ser llevado por la
Luz, de olvidarse de uno mismo, ya no existir, ya no ser cualquier cosa, en
este mundo. Eso se llama, efectivamente, la pequeña muerte y luego
después, lo que ha sido llamado por otros Ancianos, de la noche negra del
alma. Es a eso que son llamados. No pueden vivir en CRISTO, viviendo al
mismo tiempo en la personalidad. Es uno u otro. Y eso va a aparecerles, cada
vez más claramente, incluso en la conciencia de la personalidad. Esto con el
fin de hacerles decidir a dar este paso que les hará cruzar la Puerta de la
Unidad. Así como se lo demostramos, a medida de estos años, la Unidad no
es un concepto que debe aceptarse intelectualmente. Es, sobre todo, un
estado de consciencia que debe vivirse, que está bien más allá de la dualidad
del BIEN y del MAL, que está bien más allá de los juegos habituales de las
leyes de ATRACCIÓN y REPULSIÓN de este mundo, vinculados a la
ATRACCIÓN/VISIÓN del eje falsificado de la Luz. Todo eso se rectificó, lo
saben también, y cada ser humano, cada persona, cualquiera que sea lo que
podrían llamar su karma, su edad, sus sufrimientos, sus compromisos, debe,
en este último período, vivir la Transparencia.

Pero el volverse Transparente y ser Transparente, es aceptar dejar caer a sus


propias sombras. Aceptar dejar caer sus propias sombras, esto no es
combatirlas, es aceptar verlas, es aceptar reconocerlas por lo que son, y no
más apegarse, y ya no darles atención, ya no darles peso y, al contrario,
dejarles reducirse, por el juego de la Luz y por, precisamente, la
Transparencia de la Luz. Eso no es un juego intelectual, pero es una acción
real, Vibratoria, que debe traducirse, en la Conciencia, después de la noche
negra del alma, por una disminución, cada vez más perceptible, de la propia
Conciencia. La Conciencia va, hasta cierto punto, a trasladarse de este
cuerpo, trasladarse de esta persona que habitan, trasladarse de todos los
apegos presentes, sin por lo tanto desviarse de lo que debe realizarse, pero
eso va a tomarse diferentemente, con una diferente mirada, que es la Visión
del Corazón, que no tiene ya nada que ver con la visión de la persona o la
visión de los ojos. Todo se vuelve transcendente.

La Transparencia a la Luz hace de ustedes un Ser de Luz, en el sentido más


noble y el más perceptible para los que se acercan a ustedes. Más ninguna
emoción puede venir a entonces alterar lo que son. Las emociones no hacen
más que pasar, son disueltas instantáneamente por la Presencia de la Luz y
por su Transparencia. Es a eso que el CRISTO viene a llamarles. Es a eso que
la Luz Blanca viene a revelarles. Pero para eso, es necesario aceptar, como él
lo decía cuando estuvo de paso sobre la Tierra, dejar los muertos enterrar a
los muertos, de aportarles todo su amor (y no una ayuda, inscrita en la
dualidad). Es necesario elevarse, para poder hacer bañarse, al conjunto de la
humanidad y al conjunto de sus prójimos y al conjunto de vuestras
relaciones, vuestras emociones y vuestros pensamientos, en esta
Transparencia. Así pues, hay una necesidad de ligereza que experimenta el
alma, en este momento último de Crucifixión llamado la noche negra del
alma, también llamado, por el amado Juan, el choque de la humanidad. Es
aquél que vive, actualmente, y que muchos entre ustedes comenzaron a
vivir, por anticipado, yo diría, he aquí algunas semanas, algunos meses.

En este tiempo extremadamente reducido, que precede el Anuncio de María,


van a ser llamados a hacer un examen de conciencia, no al sentido religioso,
sino en el sentido de aceptar verse tal como son: eso se llamó, por eso, él
cara a cara. No hay otra manera de solucionar el cara a cara que volverse
Transparente, entonces, cualquiera que sea el nombre que daban a esta
Transparencia. Ya que, efectivamente, pueden llamarle la Gracia, y también
un Perdón, pero no un perdón conceptual (vivido en las emociones y del
mental o del emocional) sino un Perdón real que permite abandonarse a la
Luz y convertirse en, realmente, Transparencia. Ese Perdón no es un perdón
de circunstancia o un perdón social. Es un Perdón Vibratorio, que se traduce,
realmente, en una ligereza real y en una Alegría total, cuando se realiza. Si el
Perdón no les libera y no les vuelve ligeros, no es el Perdón. Es simplemente
un juego del ego y la personalidad. Si el hecho de desapegarse, por la acción
de la Luz, no contribuye a aligerarlos, entonces, allí también, se trata de un
juego de la personalidad.

Recuerdan que siempre he dicho que la Conciencia es Vibración. La Luz Vibral


es Vibración. El Amor Vibral es Vibración. La Conciencia de la Unidad no
puede existir, enteramente, hasta que se despierte la Corona Radiante del
Corazón (el Fuego del Corazón). Y el que viene, como un ladrón en la noche, a
despertar el Fuego del Corazón, es el CRISTO, es la Luz Blanca, es lo que, en
mi tradición, yo llamaba Brahmán (la disolución Brahmánica). Es la que les
conduce a vivir la disolución total, allí donde desaparecen todas las señales
que hacen la vida ordinaria y el marco ordinario de la vida, en esta
Dimensión. Es a eso que, ahora, el impulso del CRISTO (que va a hacerse cada
vez más urgente) va a llamarles: a rasgar los sobres de la conciencia limitada,
con el fin de penetrar, al mismo nivel y en plena lucidez, ante éste cara a cara
y esta Transparencia.

Entonces, para los de entre ustedes que aún no vivieron este Fuego del
Corazón, y que están quizá en las primicias o en la plena cumbre de la noche
negra del alma, sepan que, del otro lado, hay la Luz y hay la Felicidad. Pero,
para eso, deben aceptar liberarse. No son ustedes sus sufrimientos. No son
sus compromisos. Son menos aún este cuerpo y con todo, es dentro que se
encierra su Conciencia. No son ustedes tampoco los juegos sociales. No son
de lo que se enteraron. No son nada de la edad que creen tener. No son esta
persona que se localiza, aquí, en este lugar. Son mucho más extensos que
eso. Pero, para eso, es necesario aceptar liberar todo lo que tienen con la
personalidad. No pueden penetrar el Cielo, como se los dijo, si no vuelven a
ser como un niño y si aceptan, solamente, morir a ustedes mismos,
enteramente.

Mientras la Crucifixión no se vive, hay Resurrección. Para eso, la Luz Vibral


viene a llamarles. Los llamó durante mucho tiempo, como lo había dicho San
Juan, por la Corona Radiante de la cabeza, haciendo de ustedes los Llamados.
Ahora, si quieren incorporarse a la Unidad, a ustedes les corresponde
decidirse, a ustedes les corresponde dar el paso, es decir, de pasar a ser
Transparencia de Luz. Para eso, es necesario abandonar razonablemente
todo lo que hace lo que creen ser ya que no son nada de todo eso. Como se
los decía también HERMANO K, es necesario liberarse, enteramente, de lo
que se conoce, y lo que se conoce, es la personalidad, con sus defectos, con
sus inclinaciones, con sus compromisos, con sus vínculos, con sus roles, con
sus funciones. Deben penetrar, completamente desnudos, en esta
Transparencia, con el fin de cruzar la Puerta Estrecha y establecerse, por la
Gracia de la Humildad y la Simplicidad, en el centro del Corazón, sobre el
punto ER, sobre la Radiación de la Fuente y convertirse en esta Fuente.

Mientras eso permanezca en ideas, mientras eso permanezca en conceptos,


su persona, en el sentido de la personalidad, va a apropiárselo. Entonces, es
necesario devolverlo todo. No pueden penetrar la Transparencia de la Luz, y
convertirse en Transparencia de Luz, mientras exista la menor zona de
sombra. Las zonas de sombra no son más que miedos proyectados
exteriormente. Las zonas de sombra no son más que sufrimientos que no se
curaron. Pero no tienen ya tiempo de curar estos sufrimientos, aplicando el
bálsamo de la personalidad. No tienen ya tiempo de curar los sufrimientos,
aplicando el bálsamo de la comprensión. En la actualidad, el único bálsamo
que es posible, es el de la Luz Vibral. Y para que actúe, basta simplemente
con dejarla actuar, enteramente. Y para eso, no es necesario obrar
recíprocamente con la Luz, no es necesario ya buscarla, no es necesario ya
pedirla, es necesario serlo y personificarlo, enteramente. Y eso sólo puede
realizarse si, precisamente, detienen, de manera deliberada, todo
pensamiento, de manera deliberada, toda emoción y, por eso, toda voluntad
y toda pretensión. Es el momento en que no aceptan, como se lo habría
dicho, quizá, la Estrella TERESA, no ser estrictamente ya nada, penetrar en la
Humildad (que no es una negación de la vida, pero la negación de la ilusión
de este mundo), con el fin de hacerles penetrar, en Verdad, la Verdadera
Vida, que es la de la Eternidad, de la Transparencia de la Luz. En ese
momento, no serán ya el testigo de esta llamada de la Luz, pero se
convertirán en el testigo de la propia Luz, porque se convertirán en
Transparentes. Pasar a ser Transparente es, por eso, vibrar más allá de toda
la problemática existiendo en este mundo, no desviándose de ellas, sino
simplemente porque ellas, a medida de su Abandono, van a desaparecer por
sí mismas por la acción de la Luz.

Recuerden que la Luz nunca lucha, la Luz nunca obliga. La Luz tiene
exactamente que dejarse actuar. La Luz tiene exactamente, en lo que son,
que dejarse traslucir, es decir, ir más allá de lo que parece, más allá de la
apariencia, para que todo pase a ser claro, que todo se vuelva límpido, que
todo se vuelva ligero. La Luz les llama a un Amor inefable. Ningún amor
humano, cualquiera que sea, ninguna proyección de un amor exterior, puede
competir, de ninguna manera, con este Amor. Es por eso que muy
numerosos místicos y místicas les hablaron de esta consumación de Amor. Es
exactamente a eso que son llamados. Los Estados que vivía, por ejemplo, MA
ANANDA MOYI, pueden, hoy, totalmente vivirlos. A medida que dejen la
Transparencia establecerse, a medida que dejen la Luz actuar y trabajar, en
ustedes, vivirán eso, cada vez con más claridad y limpidez.

Es necesario también entender y aceptar que lo que muchos de ustedes ven


en el cielo, en la Luz Adamantina, se reforzará y volverá cada vez más denso,
va, un bonito día, a invadir el conjunto de este mundo, y en ese momento, no
habrá dos soluciones: o mantuvieron las resistencias, o se convirtieron en,
Transparencia, completamente. Es mucho más fácil convertirse en
Transparente durante este período último, pero no podrán convertirse en
más Transparentes en el momento final. Es ahora que es necesario hacer eso.

He aquí el sentido de mi intervención, era mostrarles e intentar hacerles


vivir, a lo sumo cerca del Corazón, lo que es este concepto de Transparencia
de Luz. Cuando el CRISTO venga a tocar a la Puerta (no ya a su Puerta
individual, sino al nivel del mundo entero), les preguntará, en ese momento,
si son Transparentes. No se los pedirá con palabras. Se los mostrará, con
relación a lo que son. Y de la distancia que pueda existir, o de la coincidencia
que se establecerá, entre lo que creen ser y lo que son, realmente, entonces
se establecerá la Unidad. Y eso se desarrollará, en un momento, sin ninguna
pérdida, sin ningún sufrimiento, sin ningún miedo, cualquiera que sea. Eso
será, obviamente, profundamente diferente si aún ni siquiera pasaron la
noche negra del alma. Y para eso, recuerden, deben abandonarse. Eso se
repitió de múltiples maneras: esta tensión hacia el Abandono, del que
hablaba HILDEGARDE VON BINGEN, corresponde realmente a esto que
tienen que ser. No hay nada que hacer en este estado de ser. Hay
precisamente que deshacer. Hay, precisamente, ya que no querer. Hay,
precisamente, no estar identificados ya a cualquier cosa de este mundo, a
cualquier cosa de este cuerpo, a cualquier cosa de esta personalidad, muy
siendo conscientes de que están también en eso, pero que no son eso. He
aquí lo que viene a pedirles el impulso del CRISTO. He aquí lo que Lord
MÉTATRON abrió, lo que MARIA les anuncia, como Estrella anunciando la
Estrella. Todo eso se inscribe en su vivir, todo eso se inscribe en lo que tienen
que vivir, sobre este poco de tiempo de estas cuantas semanas, que tienen
para transmutar en ustedes. El mundo se transmutará, en cualquier caso. La
entrega de la Tierra, y su Ascensión, está inscrita y realizada y, como ya lo
sabes, sobre otros planos. Ustedes permanecen, en la conciencia individual
que es la suya, en esta conciencia limitada, a manifestarlo, a concretarlo, a
concientizarlo y a vivirlo.

Lo dijimos que algunos de entre ustedes, ya viviendo el Fuego del Corazón,


tenían vínculos. Que estos vínculos (en las muñecas, en los tobillos) se habían
retirado, pero que ustedes se mantienen, aún, en la superficie de este
mundo, porque sabían que tenían que actuar en la superficie de este mundo.
Muy pronto, eso les resultará, no como una obligación, no como un
conocimiento, porque la Vibración de la Luz se volverá tan intensa, sobre esta
Tierra, que los fenómenos llamados Ascensión corresponderán a la inmersión
en la Luz, a la inmersión en vuestra naturaleza, pero a condición de que,
hasta entonces, si tal es su elección, ustedes hayan realizado esta naturaleza
que son, de toda Eternidad. En cualquier caso, mantengan presente al
espíritu (y allí me dirijo al conjunto de la humanidad y no solamente a los que
vibraron y vivieron en una de las Coronas Radiantes o del conjunto de las 3
Lámparas): se liberará cada ser humano, cada Hermano, cada Hermana, del
encerramiento y eso pasa por la reconexión a la Luz. Incluso si hay una
distancia entre la Conciencia, aún encerrada, y la Luz, cada uno reconocerá la
Luz para lo que es e irá pues, como se lo dijimos, en función, estrictamente,
de su propio estado de consciencia, es decir, de su propia Vibración.

Entonces, no hay ningún temor que añadir a eso. Ciertamente, lo que debe
vivirse es un momento que, como todo pasaje, puede presentar algunos
relieves, algunas dificultades, pero si anticipan este pasaje, al sentido
colectivo, él pasará, para ustedes, de manera más simple, de manera más
evidente y más alegre, porque habrán aprendido a convertirse en
Transparentes y no resistirán ya el impacto último de la Luz que vendrá a
establecer su Reino. En ese momento, se convertirán en completamente
permeables y todo lo que hace la ilusión de este mundo desaparecerá bajo
sus ojos, sin ningún problema, y pasaran a ser ustedes mismos, entonces, lo
que son, de toda Eternidad, olvidando este paso en la ilusión y el olvido. Todo
será restaurado, en la Eternidad. Su Conciencia también, enteramente. Si, no
obstante, no están listos, si, no obstante, su alma ha decidido proseguir en
los mundos densos, no estarán ya jamás cortados, estarán en permanencia
reconectados. Incluso si un sentimiento de pesadez les obliga a mantener
una determinada forma de densidad, no es similar a vivir en el olvido, que
vivir, incluso en la densidad, con la conciencia de la reconexión.

Lo que viene, después del choque de la humanidad, es, por supuesto, una
reconexión total a la Fuente, donde nunca más podrá existir la separación,
dónde nunca más podrá existir el sufrimiento, cualquiera que sea su pasar a
ser Vibratorio. Pero recuerden: es ahora que es necesario convertirse en
Transparencia de Luz, antes de que la Transparencia de la Luz se establezca
definitivamente, haciendo oscilar la Conciencia de este sistema solar en su
nueva Dimensión de vida. He aquí las algunas palabras que los Ancianos me
pidieron transmitirles, en relación, efectivamente, a mi propia percepción y a
mi propio vivir, en mi última encarnación, de este concepto de Transparencia
y vivir de mi Transparencia, desde mi edad más joven, hasta mi último día
sobre esta Tierra.
Permanezcamos sobre un momento de Comunión y, después de, si están en
ustedes interrogaciones sobre esta Transparencia, entonces, si puedo
hacerles avanzar, aún más, sobre esta Puerta Estrecha, yo lo haré. Pero en
primer lugar, de mi Corazón a su Corazón, en Comunión y en Luz Blanca,
vivamos.

HUMILDAD

Soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas encarnados, tengan a bien recibir


todos mis homenajes. Estoy a cargo hoy, de desarrollar uno de los 4 Pilares
del Corazón, en resonancia con la Puerta Unidad. Este Pilar es el llamado
Humildad y vengo a expresarme sobre lo que es, el concepto, de ser Humilde.

Conviene en primer lugar, saber que la palabra Humildad tiene la misma raíz
en la palabra humano, cuya raíz es a su vez, la palabra humus. ¿Qué es el
humus? El humus es la capa fértil de un suelo, donde se desarrolla la vida. El
humano es pues, un principio que está en vida, en una carne. La Humildad se
deriva pues de esta comprensión y esta aceptación de la vida. Esta
comprensión y aceptación de esta capa de vida, presente en la tierra y
presente en el humano, tiene sus propias leyes. Estas leyes pertenecen a lo
que se ha convenido en llamar: humano, esta humanidad, este humano se
inscribe en un marco preciso de vida, entre un principio y un final. Marco de
vida que puede definirse (como lo saben) en todos los sectores que
experimentan en la encarnación. Este principio de vida se inscribe, ustedes lo
saben, mucho más allá de lo humano, en todo lo que constituye los Universos
y las Dimensiones: tanto desde un átomo, que tiene su propia vida y su
propia Conciencia, hasta el nivel de un Sol, que tiene también su propia vida
y su propia Conciencia.

El humano es pues quien va a experimentar el humus, es decir, una forma de


vida que es específica a una serie de normas, a una serie de límites y leyes,
que son tributarias, diría, del medio en el cual esta vida se desarrolla y se
manifiesta. Esto puede ser ilustrado por este principio fundamental descrito
en la Biblia: “eres polvo y te volverás polvo”. El polvo forma indudablemente,
parte de este concepto de humus. ¿Es qué ser Humilde, vivir su Humildad y
vivir su humanidad, puede conducir a aceptar y a vivir la Unidad? Eso
también, así como voy a mostrárselos, acerca a la frase del CRISTO
diciéndoles que “están sobre este mundo, pero que no son de este mundo”,
que este cuerpo pertenece, de manera irrefutable y lógica, a la Tierra, pero lo
que lo anima, que se llama la vida o principio de vida, no tiene nada que
hacer de este origen Terrestre. Es como, si se sirvieran de un vehículo: la
Conciencia pediría prestada una prenda de vestir que se llama el cuerpo
físico, y los distintos cuerpos presentes en la superficie de la Tierra,
constituidos ellos también, directamente en resonancia con las leyes de la
Tierra.

Ser humano conduce a la Humildad y conduce a la Unidad. Para eso es


necesario saber reconocer, de alguna manera, que la vida que viven sobre
esta Tierra (y que todos vivimos) se inscribe entre un principio y un final. Por
supuesto, la Conciencia no se inscribe en este principio y este fin, aunque
participa y es parte involucrada, de este principio y ese final (el principio
llamado el nacimiento o antes del nacimiento, y el final llamado la muerte).
La Unidad no puede obtenerse y vivirse sino hay una aceptación total de la
humanidad de lo humano. Eso quiere decir que debe haber una aceptación
de las limitaciones presentes en este cuerpo de carne. Lo que no quiere decir
que es necesario contentarse. Lo que quiero decir con eso, es que es
necesario aceptar todo lo que las condiciones de vida les dan a vivir, para
poder precisamente trascenderlos. El Transcendencia de la humanidad y el
humus no está en la negación del humus, sino en el Transcendencia misma
de lo que es humano y la humanidad. No puede haber Transcendencia (o si
prefieren Redención, Despertar, o Realización, cualesquiera que sean las
palabras que se emplean) mientras no hay aceptación total, de las
condiciones mismas de estos marcos de vida. Estos marcos de vida no se
hacen para permanecer tal cual son. Se han hecho, efectivamente para
trascenderlos. Pero no se puede trascender algo que no se aceptó. Ya que
algo que sería rechazado, en el principio de la vida del humus y del humano o
de la humanidad, no podría trascenderse puesto que la Transcendencia (la
Ascensión, así como la nombran hoy) se basa precisamente en la existencia
de un cuerpo físico limitado: como se anunció y eso se les dijo, este cuerpo es
el Templo donde se realiza la Ascensión.

Entonces, no puede haber acceso a la Unidad mientras no hay humanidad, es


decir, mientras no haya aceptación de los principios limitantes y
condicionantes de este mundo. Lo dije, aquí hace algún tiempo, que era
necesario aprender a liberarse de lo Conocido para vivir la Autonomía y la
Libertad, que pertenece a lo Desconocido (ver las canalizaciones de
HERMANO K del 1 de Abril y el 3 de Julio de 2011). Pero este Desconocido
debe basarse, para superarlo, en lo Conocido. Eso quiere decir que no
pueden refutar o negar vuestra vida, en todos sus componentes, y acceder a
la Transcendencia. Esto se puede decir de otra manera: que debe haber una
Plenitud y una Lucidez total de lo que es vuestra vida, en este espacio y este
tiempo limitado, para poder vivir la Transcendencia. Por lo tanto, acceder a la
Unidad no es una negación en absoluto de la vida, sino una transformación
del marco de la vida en algo que tuvo final, permitiendo acceder a lo Infinito.
El Infinito, en este mundo encarnado, no puede definirse sino a partir del
momento en que hay una aceptación del final. Ya que sin final hay error, hay
Ilusión, en el mismo concepto que lo que es propuesto por lo que se llaman
las fuerzas astrales o propuesto por el tiempo del sueño, por ejemplo. Así,
vivir la Conciencia Unitaria, se basa en la Conciencia Dualista con el fin de
trascenderla. No puede haber por lo tanto, una negación de la Dualidad. Si
niegan la Dualidad y si están en la negación de vuestra propia vida
(cualesquiera que sean los elementos que se les presentan), no pueden
paradójicamente, desligarse, desapegarse y vivir el Abandono a la Luz o el
acceso a la Unidad. La paradoja es que el humano, para vivir esta Unidad,
debe redescubrir su humanidad, su Humildad, y volver (o ser) Humilde.

Entonces, queda por definir que es: ser Humilde. Ser Humilde, es aceptar, no
en un sentido de esclavitud, sino en un sentido de Transcendencia y Lucidez,
el marco que proporciona vuestro cuerpo y vuestra propia vida. Cualesquiera
que sean las circunstancias de este cuerpo, la edad y las enfermedades de
este cuerpo, no pueden encontrar la Transcendencia y la Unidad sino a través
de él. Por lo tanto, la Unidad no es una negación de la vida en la Dualidad,
sino su Transcendencia, y el punto de apoyo, que va a permitir desplegar la
Multidimensionalidad y en consecuencia el acceso a la Luz. La Unidad no
puede vivirse hasta que hay plena Conciencia de la Dualidad, en todos sus
componentes, en todos sus elementos, llevándoles a vivir lo que ya se
explicó, es decir, la Transparencia (ver la canalización de un AMIGO del 13 de
Septiembre), y también de poder pasar esta Puerta de la Infancia. No pueden
pasar esta Puerta de la Transparencia y la Infancia si ustedes no se apoyan en
este concepto de Humildad, es decir: reencontrar la humanidad, aceptar sus
límites, no en vuestra Conciencia, sino en el marco de vida que viven y que
vive vuestra Conciencia en el espacio de la encarnación.

Dicho de otro modo, no puede haber acceso a la Unidad por cualquier fuga
de las circunstancias propias que es vuestra vida. Tampoco puede haber y allí
está la paradoja, transformación de esta Dualidad en Unidad, aplicando las
leyes de la Dualidad. Eso quiere decir también que la ley de acción-reacción
ha sido hecha permanente, que ella se manifiesta en todos los hechos y
gestos de la conciencia humana, encerrada en este cuerpo y en esta
Dimensión. El encerramiento, requiere la toma de conciencia total y la total
Lucidez de este contexto en el cual están prisioneros. Y sólo pueden
reconocer la prisión si aceptan que están en prisión, y si conocen, los
contornos, las leyes y las aperturas. Mientras no hay reconocimiento de
vuestra condición humana, y en consecuencia de este principio de
encerramiento, están condicionados por esta Dualidad y no pueden en
ningún caso salir. La paradoja es pues, aceptar este principio de encierro, no
rechazarlo o negarlo. Sólo explorando, en totalidad y viendo con Lucidez los
límites de la vida en este mundo, pueden ustedes esperar, a través de la
Humildad, vivir la Unidad.

La Unidad no es pues una denegación o una negación. La Unidad no es un


escape de la Dualidad (como algunos pueden considerarlo), sino una
Transcendencia del estado Dual. Entonces, la acción-reacción debe ser
sublimada, por la comprensión de su mecanismo último. Y no por la
comprensión de la totalidad de los mecanismos de la acción-reacción. A
partir del momento en que aceptan que están encerrados o atrapados, en
una vida o una forma de vida, encerrados en una Dualidad inexorable inscrita
entre el principio de vida (de nacimiento) y el principio de muerte (de otra
vida). Es necesario aceptar y estar de acuerdo, con esta condición limitada
para poder acceder a lo Ilimitado. No se accede a lo Ilimitado por la negación
de lo limitado sino, realmente, por su Transcendencia. Su Transcendencia
que, no puede realizarse por el análisis de la acción-reacción infinita y
existente en una vida. Por lo tanto se ven obligados a conocer y admitir que
existe un principio que limita, encerrando (sin colocar nombres particulares,
tal como fue comunicado por algunos Ancianos o Arcángeles refiriéndose a
las formas de Conciencia que atrapándose, los atrapó y nos atraparon en este
principio de encierro). Sólo pueden escapar a un medio aceptando las leyes
de ese medio, no sometiéndose sino observándolos con Lucidez, claramente
y con determinación. La Humildad nunca es, una dimisión de los
componentes limitada de la vida, no es en ningún caso una sumisión, sino
una aceptación de estos principios que permiten precisamente, su
Transcendencia.

Entonces, deben inicialmente, aceptar completamente el principio de


encierro, con el fin de concientizarlo, con la esperanza de poder salir de este
encerramiento. Mientras consideran que no están encerrados (que eso sea
según vuestros modelos afectivos, que sea según vuestras adhesiones a
algunos dogmas, a creencias, o a religiones), no pueden vivir y ser
enfrentados al principio de encierro puesto que no lo ven, no lo aceptan y no
lo viven. Hay pues una forma de concientización, necesaria, de vuestro marco
de vida, a través del principio general de la encarnación, llamada acción-
reacción o ley de karma. Aceptar el principio no quiere decir estudiarlo, sino
colocar como Verdad esencial, en todos los sectores de vuestra vida, en que
estén sometidos a este principio de acción-reacción. Es así que si realizan una
acción de tipo reprensible por las leyes sociales, es probable que éstas, los
pongan en un espacio encerrado, llamada prisión. De la misma forma, si
violan un principio existente en este mundo, obviamente, van a vivir lo que
se llama la retribución. ¿Pero es por lo tanto necesario detenerse, y
considerar que el conjunto de los Universos, de las Dimensiones y de la Vida
corresponde solo a eso?

Ese es el gran principio de encerramiento en el cual se basaron, yo diría, las


fuerzas opuestas a la Luz y a la Libertad, esperando hacerles encontrar una
libertad dentro de la prisión. Una vez que aceptaron y comprendieron que
viven en una prisión (no rechazándola, sino observándola comprendiendo y
viendo que es una prisión), sólo entonces pueden Trascender realmente la
prisión. Y no pueden conocer la totalidad de la prisión, sin aceptar
enteramente a la humanidad, es decir, las reglas del juego. Aceptar (una vez
más) las reglas del juego significan: reconocerlas por lo que son, pero sin
someterse. No negarlos tampoco ya que la negación no permite suprimir la
prisión. Hay mecanismos exactos, en la Conciencia, que permiten a Ésta
expurgarse, aceptando la humanidad.

En resumen, no pueden volverse Unitarios si rechazan una parte de la


humanidad: vuestra humanidad como el conjunto de la humanidad. Por
supuesto, es más seductor llamar a eso: amar a su prójimo como sí mismo.
Pero a menudo, la palabra amor (así como lo saben) está connotada por la
experiencia que vivieron, los distintos amores que enfrentaron, que
asumieron o que negaron, o que se los rechazaron. Entonces, es preferible
hablar de Conciencia de amor más bien que del amor, lo que permitirá evitar
el mal uso de esta palabra, que tendrá la huella de vuestra vivencia. La única
cosa de la cual están seguros, en este mundo, es que vuestra vida, en esta
Conciencia de este cuerpo, se limita entre un momento que se llama el
nacimiento y otro que se llama la muerte. Y que en esta prisión, la ley que
domina (visible en las leyes físicas, como en las leyes de familia y de la
sociedad) es efectivamente, la ley de acción-reacción. Pero nunca se dijo que
las leyes de acción-reacción se aplicaban a otra cosa que la conciencia
encerrada. Entonces, tomar conciencia del encerramiento logra la Lucidez, y
sobre todo les hace vivir la Humildad, que es aceptar el encierro, para poder
conocer los mecanismos, no para escaparse sino para trascenderlos.
Así actúa la conciencia. Y no puede ser de otra manera. Eso quiere decir que
no pueden escapar a la condición humana escapando a la humanidad y a
todas sus leyes. Y no pueden trascender la ley de acción-reacción, para vivir
lo que ustedes llaman la Acción de Gracia, sino aceptando enteramente las
leyes de la acción-reacción. ¿Qué quiere decir eso? Aceptar las leyes de la
acción-reacción, es precisamente ser Humilde. Saber que no tienen los
medios por la conciencia ordinaria, encerrada y encerrante, de conocer el
contenido y los resultados del conjunto de las acciones y reacciones, que les
son sometidas o a las cuales se someten (desde hace mucho tiempo, algunos
de entre ustedes). Pero reconocer el principio de acción-reacción, ésta debe
necesariamente hacerles plantear la pregunta, aceptando que existen quizá
aspectos de la vida que no están limitados por esta acción-reacción. Los
testimonios han sido muy numerosos, por seres que precisamente escaparon
a esta prisión, estando plenamente presentes y en la Humildad más total, en
su humanidad. Y que consiguieron, a través de esta humanidad,
precisamente, vivir este Transcendencia.

El atajo que lo conduce a vivir la Unidad es, obviamente, la Humildad. Y por


otra parte, el Pilar de la Humildad del Corazón, está en resonancia directa
con lo chakra de Arraigo del Espíritu, llamado punto UNIDAD o Puerta
UNIDAD. En consecuencia, vivir la Humildad, es vivir la Unidad. Porque vivir la
Humildad (es decir, aceptar las leyes limitantes de este mundo, reconocerlas
por lo que son) permite precisamente, como Pilar, abrir las Puertas del
Corazón. Así, tanto en Occidente, como en Extremo Oriente, numerosos
seres (a través de sus vivencias, de escritos, a través de su experiencia de
vida) unos y otros comunicaron, elementos permitiendo comprender, lo que
era esta posibilidad de acceder a algo que no era ya lo ordinario. Pero si
observan la vida de estos seres, conocieron necesariamente a la humanidad
en todas sus limitaciones, inicialmente. Y es precisamente el hecho de
reconocer estas limitaciones y de aceptarlas, lo que permitió precisamente su
Transcendencia. Aunque algunos quisieron encontrar la Unidad alejándose
de la humanidad, encerrándose en grutas, les recuerdo que antes de
encerrarse encontraron su humanidad, a través de una serie de experiencias
limitantes, a veces muy traumatizantes, como angustias de muerte (de sí o de
la familia) o un acontecimiento especialmente destacado que permitió, de
alguna manera, de vivir a continuación, esta Unidad. Pero, en ningún caso
puede existir un principio de fuga de un encierro, que les evitará o que les
evitaría vivir esta Dualidad.

En resumen, sólo pueden vivir la Unidad aceptando y trascendiendo la


Dualidad, completamente. Eso requiere, efectivamente, vivir lo que se llamó
de distintas maneras: la Crucifixión. Vivir la Infancia, la Transparencia, la
Humildad, y en definitiva, la Simplicidad. Porque la ley de acción-reacción, así
como lo observen, que concierne a todos los sectores de la vida (desde los
hechos científicos como los hechos del alma), es muy compleja. Se les pide,
no soltar todos los mecanismos, sino incluir el mecanismo último. Habiendo
comprendido el mecanismo último, a través del simple nombre de la acción-
reacción, eso les permite, si aceptan (es decir: la Humildad y el hecho de
convertirse en Humildes), de poder realmente, vivir la Unidad.

Les hablé de circunstancias particulares que en el pasado, algunos seres que


vivieron eso. Y la mayoría de estos seres se encontraron enfrentados, en un
momento particular de su vida, a lo que se llamó la Noche negra del alma, o
esta angustia metafísica extrema de la muerte, de la Disolución, o el final de
la vida en la prisión. Es precisamente este elemento que permitió, en la
mayoría de los casos, acceder a la Transcendencia y a la Unidad. Esto se
inscribe totalmente en lo que ha llamado, el amado Juan (ndr: SRI
AUROBINDO): el Choque de la Humanidad. Vivir este Choque es la
comprensión de la prisión, no en una comprensión intelectual, sino en una
experiencia Vibratoria de la Conciencia, que atónita en esta Dualidad ella
encuentra por si misma, debido a este impacto (llamado el Choque o la
Noche negra), el principio que le permite pasar la Puerta Estrecha, y de vivir
la Resurrección después de su propia Crucifixión. Las cosas están bien
hechas, y la Inteligencia de la Luz, siendo una Gracia total, la Gracia que se
presenta es precisamente, hacer vivir, al conjunto de la humanidad, este
proceso. No hay pues lugar a donde huir. No hay lugar donde ocultarse.
Solamente hay que aceptar plenamente, el principio de la confrontación de la
Dualidad a la Unidad. La Unidad no viene a enfrentar la Dualidad, la Unidad
viene a trascender la Dualidad. Este proceso, que es común a toda la
humanidad, atraviesa un proceso que llamaría planetario y cósmico, se
produce también al Interior de cada ser humano.

No tienen, entonces por que huir de vuestra propia vida. La Humildad no se


encontrará jamás en la fuga. La Humildad, al contrario, da la fuerza más
absoluta: la de vivir el encerramiento, para trascenderlo. Entonces, si existen
componentes en vuestra vida de los que quieren huir o que no quieren verlos
(lo que viene a ser lo mismo), no vivirán la Unidad. Eso se llamó el Frente a
Frente y la Transparencia. Hacemos hincapié en eso porque efectivamente,
como se lo señaló nuestro Comendador (ndr: O.M. AÏVANHOV), como se lo
indicaron los Arcángeles, están en el último período de posibilidad de
transformación y Transcendencia de la Dualidad en Unidad. En resumen, se
puede decir que no es porque van a practicar la Dualidad al extremo, o
extraerse de la Dualidad (por una negación o una fuga), que van a vivir la
Unidad. Por el contrario, siendo perfectamente consciente de la Dualidad,
perfectamente consciente de vuestros límites, es que van a poder descubrir
lo que es Ilimitado y lo que les es Desconocido. No pueden conocer lo
Desconocido, en lo Conocido. No pueden encontrar la Unidad, en la prisión. Y
con todo, es estando en medio de esta prisión, es decir el Corazón, que van a
poder vivir vuestra Unidad. Y eso pasa por la humanidad. Y eso pasa por la
Humildad. Es decir, reconocer precisamente los límites de esta conciencia
que es la vuestra, mientras estén sometidos a las leyes del encierro.

Eso significa, que en la Humildad, pueda existir una serie de desviaciones. Por
ejemplo, el hecho de conocer el contenido y los resultados de vuestra propia
vida (que eso sea en el conocimiento de vuestras últimas vidas, o el
conocimiento de por qué tienen tal desorden, por que encuentran tal o cual
alma), no les son estrictamente de ninguna utilidad para superar la Dualidad,
y lo que hace es reforzar e implicarlos más en dicha Dualidad. El principio
Luciferino por otra parte, del eje ATRACCIÓN - VISIÓN ha sido precisamente
(como ya lo dije) darles las leyes del alma para encerrarlos aún más, en el
alma prisionera de las leyes de la acción-reacción. No salen de la acción-
reacción, realizando acciones que son contrarias a las reacciones o que van
en el sentido de la reacción. Salen de la acción-reacción reconociendo los
límites de ésta, y colocándose en la no acción y la no reacción. Lo que no
tiene nada que ver con la pasividad. Lo que no tiene que ver con la sumisión,
o a otra cosa que las Leyes del Espíritu.

Hay de alguna manera, una revolución que hacer. Esta revolución va a


facilitarse, para los que aún no la vivieron, por el Choque de la Humanidad.
Hay pues, a través de este Pilar que se instala, desde ahora, en la apertura de
la Puerta Posterior del Corazón, la Puerta de la Humildad, uno de los ejes de
equilibrado, yo diría, del ALFA y la OMEGA. El acceso a la Unidad ha de
hacerse solamente por la Humildad más total. La Humildad es pues aceptar
que aquí mismo son polvo, que aquí mismo, no tienen ninguna posibilidad de
vivir el acceso a otra cosa, que lo que les proporciona a vivir vuestros
sentidos y vuestra conciencia limitada. Es sólo a partir de ahí (y eso requiere
una gran dosis de Humildad) que pueda vivirse la Unidad. Es ahí que la
Unidad puede desplegarse. Entonces, el Pilar de la Humildad prueba toda su
virtud y toda su eficacia en el acceso a la Unidad.

He aquí unas pocas palabras. Fueron muy cortas, pero resitúan, de algún
modo esta Humildad. Entonces, concluyen bien que mientras exista, en el
marco de la Dualidad, una pretensión de la Unidad (que sea intelectual o que
ella esté vinculada a una voluntad de Bien), no puede nunca realizarse.
Porque aceptar incluso el principio de la voluntad de Bien, traduce la falta de
Humildad: de querer dominar y tener el control sobre algo, completamente
incontrolable, porque no pertenece a este mundo y a esta realidad. Deben
pues pasar por la Puerta Estrecha de la Renuncia. Necesitan pasar por la
Puerta Estrecha del Abandono a la Luz que corresponde enteramente, a una
forma de Humildad mayor.

El Abandono a la Luz, y el acceso a la Unidad, no puede realizarse mientras la


Puerta Estrecha no se cruce y mientras la Humildad no esté presente. La
Humildad es uno de los medios (como nuestro Comendador les dijo) mayores
que permite precisamente, cruzar la Puerta Estrecha y vivir la Unidad. Tener
la Humildad de reconocer que no son nada, aquí sobre este mundo, para
convertirse en Todo. Pero no pretender ser Todo por los elementos que
están a vuestra disposición, ya que pertenecen, necesariamente, a este
mundo. Vuestro Reino no es de este mundo, y con todo están sobre este
mundo (y nosotros también estuvimos). Sólo en la comprensión de la
humanidad y su limitación, en la Humildad más total, es que se realiza la
alquimia del acceso a la Unidad.

No puede haber acceso a la Unidad, incluso por adhesión al principio de la


Unidad. No puede haber acceso a la Unidad, mientras hay una veleidad de
voluntad personal. No hay acceso a la Unidad, mientras la búsqueda llamada
espiritual, se inscriba en algo que es exterior al Ser y a sí mismo. Lo que
quiero decir con eso es también que todo sistema de conocimiento llamado
oculto (sea el más seductor, o el más apasionante para el ego) no les
permitirá nunca vivir el Conocimiento Interior, así como el Arcángel JOFIEL lo
desarrolló aquí hace varios años (ndr: ver también sobre este tema la
canalización del Arcángel JOFIEL del 7 de Julio último). El conocimiento
exterior es una trampa, ya que les lleva a rechazar los muros de la prisión,
que en realidad, no se desplazan nunca y los encierran aún más, en los restos
de la Ilusión y el encierro. Sólo hay a partir del momento en que aceptan ser
Humildes con relación a todas formas de conocimientos exteriores, que el
Conocimiento Interior del Espíritu puede llegar, no antes. El principio
Luciferino precisamente consistió en seducirles, a través de conocimientos
exteriores. Estos conocimientos exteriores, estuvieron vinculados a las leyes
del alma, a las leyes que regulan las influencias planetarias (sean
conocimientos ocultos, no importa su nombre, existen innumerables), no les
harán nunca vivir la Unidad, aunque les den la impresión de hacerles conocer
un máximo de elementos relativos a las leyes y las normas de este mundo.

La Ley del Espíritu no es la ley de acción-reacción. La Ley del Espíritu es la


Acción de Gracia. Y la Acción de Gracia sólo puede desarrollarse si aceptan
enteramente vuestra humanidad y vuestra Humildad. Sólo de esta forma la
Unidad puede desplegarse. Esto se encuentra, en lo que fue llamado (en la
cabeza) HIC y NUNC, o si prefieren, AQUÍ y AHORA. AQUÍ y AHORA se
encuentran, en los Pilares del Corazón, en la Humildad y la Simplicidad.
Humildad es por otra parte sinónimo, hasta cierto punto, de AQUÍ. HIC
corresponde a la Humildad, la Humildad de inscribirse de manera intemporal
en el Momento Eterno del Presente. Y no hace referencia a este presente con
relación a una acción-reacción, así se trate de la más gloriosa a nivel
espiritual, de una vida pasada. AQUÍ se deshace de toda proyección en
cualquier futuro: es Estar, completa y plenamente, en el centro de la prisión,
es decir, en el Corazón, para trascender esta prisión.

Así pues, el mecanismo de la Ascensión no puede vivirse sino en la carne,


cualquiera que sea la finalidad de esta carne, cualquiera que sea la finalidad
de la Conciencia. Todo se desarrolla en HIC y NUNC, es decir, AQUÍ y AHORA,
en este Eterno Presente. Es necesario para eso, efectivamente, volverse
Humilde y Simple, es decir, volver a ser completamente HIC y NUNC. Es
entonces que el Eje ALFA y OMEGA, ilustrado en vuestra cabeza por el
Circuito que va de AL a OD (que se encuentra en vuestro Corazón a nivel de
los dos Pilares del Fuego y de la Tierra, llamados OD y KI-RIS-TI), pueden
permitir realizar la Cruz de la Redención en el Corazón. Quién permitirá por la
acción de la Tri-Unidad, llamada así según vuestra lengua (se podría poner
por supuesto, otros nombres de origen más oriental), CRISTO, MARIE y
MIGUEL. La Nueva Alianza, que les hace pasar de la Tri-Unidad al Cuaternario,
les permite realizar la Unidad enteramente. Pero para eso, deben estar
inscritos, de manera total en vuestra propia vida, en el Momento Presente en
este cuerpo, en esta especie de despojo de todo lo que no es AQUÍ y AHORA.
Y eso requiere efectivamente, lo que se llama Humildad y Simplicidad.

Sin Humildad y sin Simplicidad es imposible reconocer que no conocen nada


de las Leyes del Espíritu, y no pueden conocer las Leyes del Espíritu sino
penetrando en el Espíritu, y en absoluto deduciéndolas de las leyes de la
acción-reacción, y no es así como van a vivir el acceso a la Unidad. Eso
necesita reconsiderar, vuestra propia Conciencia, en la Humildad de vuestra
humanidad y de vuestro humus: es decir que la vida que llevan en este
mundo no corresponde absolutamente a la totalidad de la vida. El acceso a la
Multidimensionalidad no es posible, sino a partir del momento en que hay,
realmente, una aceptación, una Transcendencia. Mientras no quieran otra
cosa que el momento presente, en tanto proyecten vuestra Conciencia en
una problemática (no importa cuál), mientras se proyecten en un mañana,
tanto como en un sufrimiento que viven (digamos en el momento presente,
pero que no puede venir sino de un pasado porque el momento Presente no
conoce el sufrimiento), ustedes se alejan de vuestra propia Transcendencia, y
en consecuencia de vuestra Humildad y vuestra Simplicidad. Recuerden: HIC
et NUNC, Humildad, Simplicidad.

Los elementos que les damos ahora son los más adaptados, para permitirles
vivir lo que se llamó la Noche negra del alma o el Choque de la Humanidad.
No podíamos comunicar eso, obviamente, antes de que la Corona Radiante
de la cabeza estuviera perfectamente activa, no solamente para cada uno de
los humanos (lo que no es aún el caso), sino sobre todo mientras el proceso
de la Fusión de los Éteres no se realizara, en la Tierra. Esto se realizó
alrededor de 6 meses después de la Liberación de la Tierra y el Sol, en el mes
de Marzo y Abril, correspondiendo al período en el cual nuestro Comendador
les anunció que habían llegado al período de la Ascensión. Esta Ascensión no
corresponde a un único punto. Existe, efectivamente (diría), un haz
convergente, un nudo particular que corresponde, como ya lo saben, al
Alumbramiento final de la Tierra, y también de ustedes mismos. Pero la
Ascensión es un proceso que se desarrolla (diría) a múltiples velocidades
según, precisamente vuestra capacidad para vivir y concienciar lo que ya
hemos expresado desde hace varias semanas, correspondiendo al despliegue
de la Luz y a la apertura de la Puerta Metatrónica. Permitiendo cruzar la
Puesta Estrecha y vivir la Conciencia realmente de la Unidad, y superar pues
los límites del encerramiento en la personalidad.

La Humildad y la Simplicidad son los dos elementos (si se acuerdan lo que


dije aquí hace un mes) que van a permitirles superar, completamente, las
fuerzas Ahrimianas y las Luciferinas inscritas en cada ser humano (ver las
canalización de HERMANO K del 6 de Julio). UNIDAD es de algún modo, el
Pilar de la Humildad, que mida de frente la zona de resonancia llamada
Ahriman o la Puerta de la ATRACCIÓN. De la misma forma, la Simplicidad
(que está del otro lado del Punto UNIDAD): Pilar de la Simplicidad está
vinculado al punto AL del pecho, él mismo que está mirando hacia la Puerta
VISIÓN, es decir; Puerta de Lucifer. Así la Humildad es vuestro más grande
amparo. La Humildad y la Simplicidad son las armas más potentes, que van a
impedir a Ahriman y Lucifer ejercer la menor presión en vuestra prisión y
vuestro encierro. Entonces, no pueden combatir a Ahriman y a Lucifer. Solo
pueden proponerles la Unidad. No pueden sino proponerles HIC y NUNC,
sobre los cuales Ahriman y Lucifer no tienen ninguna acción, puesto que
Ahriman está vinculado al pasado y Lucifer al futuro, en el sentido lineal del
tiempo. En el Momento Presente, Ahriman y Lucifer no tienen ningún peso,
ni ninguna densidad, y no pueden mantener los muros de la prisión. Así pues,
la Humildad y la Simplicidad son las armas más absolutas que les permiten,
trascender a Ahriman y a Lucifer. Pudiendo entonces, pasar la Puerta
Estrecha llamada la Nueva Fundación, o si prefieren, la Puerta de la Infancia.

He aquí lo que tenía que decir para resituar, en el marco de vuestro propio
cuerpo de carne, allí donde se sitúa lo que está en juego actualmente. Si
existen (y tenemos tiempo) preguntas con relación a lo que acabo de
expresar, les escucho con mucho gusto. Mientras reflexionan; no olviden
nunca que para vivir la Unidad, deben aceptar vuestra humanidad. Y esta
humanidad corresponde exactamente ( eso se les dijo) allí donde están hoy,
cualesquiera que sean los sufrimientos pudiendo presentarse en entre los
muros de la prisión. Observar este sufrimiento, observar lo que ustedes son,
no quiere decir desviarse, no quiere decir luchar contra, sino simplemente,
volverse Transparente con relación a eso. Y en ese momento, en la Humildad
y en la Simplicidad, la Unidad se establecerá.

SIMPLICIDAD

Soy Sri Aurobindo. Hermanos y Hermanas encarnados, reciban todos mis


saludos. Vengo a ustedes, hoy, como Melquizedec del Aire, a hablarles del
Triángulo elemental del agua y, por eso, de su pilar correspondiente en el
cuerpo, que es pues la Simplicidad. Elegí ilustrar esta Simplicidad a través de
una expresión que llamé: “cuando la vida fluye desde la fuente”. La
Simplicidad está vinculada al establecimiento, en las cualidades del alma, de
un proceso dinámico haciendo que el alma ya no se vuelva hacia la vida de la
personalidad pero hacia la vida del Espíritu, es decir, de la Unidad. En ese
momento, en este mecanismo (permitiendo establecer un alma vuelta hacia
la totalidad del Espíritu), se realiza una serie de elementos que van a
concientizarse, manifestarse en su vida por mecanismos diferentes de los
que regulan la vida en la personalidad. En ese momento, una serie de
elementos van a establecerse. Estos elementos se llaman, en primer lugar,
los mecanismos de sincronicidad, los mecanismos pudiendo ser llamado, por
eso, la Gracia y los mecanismos, finalmente, consiguiendo una forma de
fluidez particular, llamada la Fluidez de la Unidad y permitiendo a la vida, a su
vida, desarrollarse sin resistencia (y sobre zonas que llamaría de menor
resistencia), con facilidad, con simplicidad.

El ser humano tiene por práctica, en todas las gestiones de la personalidad,


de implicar acciones. Estas acciones no son, como lo saben todos, siempre
fáciles. Es necesario, en efecto, ganarse la vida. Es necesario, en efecto, ganar
el afecto de sus prójimos, o ejercer su autoridad parental o profesional.
Entonces, la vida en la personalidad, como se lo dijo Hermano K, presenta
una serie de normas, una serie de leyes, llamadas acción-reacción. Los
mecanismos del alma, cuando estos mecanismos conducen al alma a dejarse,
hasta cierto punto, empaparse por la energía del Espíritu, van a cambiar
completamente el desarrollo de la vida. Eso quiere decir que en ese
momento, cualquiera que haya sido, antes, su vida (en el seno mismo, hablo,
de su vida ordinaria), muchas cosas van a transformarse.

La primera de las cosas que va a aparecer a ustedes (es que lo que les
parecía, antes, difícil a obtener) y va a manifestarse, en su vida, de manera
más evidente, más simple, sin lucha y sin resistencia, otros, en el occidente,
llamarían eso, más fácilmente, la Divina providencia. Basta con expresar no
un anhelo o un deseo sino con pensar, por ejemplo, en la situación de vida
que sería buena para ustedes, para que esta situación de vida se presente
por sí misma, sin que haya que buscarla, sin que haya que luchar para
obtenerla. La simplicidad forma innegablemente parte de este proceso. Lo
que significa, como corolario, que si su vida manifiesta los elementos que les
parecen extremadamente duros, o eso puede significar que ustedes aún no
vivieron esta Simplicidad y esta Reversión del alma, o si su vida es aún dura
se debe a que los mecanismos que instalan la Fluidez de la Unidad no están
aun plenamente activos.

No obstante, conviene aceptar que, cualesquiera que sean los elementos de


su vida, en la personalidad, a medida que el alma se desvíe de la
personalidad y se deje infundir por el Espíritu, entonces, en ese momento, su
mirada (misma Interior) sobre los acontecimientos de su vida, va a cambiar.
Las circunstancias de esta vida van a cambiar pero, por eso, la forma en que
comprenden una problemática, cualquiera que sea, va a convertirse en
profundamente diferente. Eso quiere decir, por ejemplo, que ante una
problemática que existiría desde hace mucho tiempo, esta no va a presentar
más el mismo impacto en su Conciencia. Algunas situaciones, en efecto, no
pueden transformarse, a causa de la implicación de su vida, en un elemento,
que sea por ejemplo parental, educativo u otro. Entonces, en ese momento,
la vida va a simplificarles también las cosas, volviendo este peso (en cualquier
caso, vivido como tal, en su vida) mucho más fácil a vivir, haciendo que la
vida fluya de la fuente y que su Conciencia, no pudiendo modificar un
elemento que no puede desaparecer de su vida, va a encontrarse
considerablemente aligerada (desde el punto de vista de su Conciencia y las
implicaciones en cuanto a su Conciencia).

De una manera como otra, la Simplicidad es la característica incluso de la


vida establecida en la Unidad. Todo se vuelve extremadamente simple,
porque la Conciencia pasa a ser, ella misma, simple pero porque también, las
circunstancias de la vida de la personalidad van a tender a simplificarse ellas-
mismas, por la inteligencia de la Luz. Entonces, en este estado particular que
la humanidad vive, todo está hecho para prepararles a esta Unidad, se hace
todo para facilitarles la tarea aunque, inicialmente, algo que pueda aparecer
como profundamente desestabilizante (que eso esté en su cuerpo, en su
medio ambiente) va, posteriormente, a aparecer en toda su inteligencia, que
es, en realidad, la Inteligencia de la Luz. Ser simple, es también, recuerden
(aunque algunas circunstancias pueden parecer, bajo el ojo de la
personalidad, como difíciles), aceptar que en definitiva, desembocarán
necesariamente en una simplificación en cuanto al ojo de su Conciencia y en
cuanto al vivir de su Conciencia, con relación a este acontecimiento
(cualquiera que sea el sector que se refiere en su vida).

Entonces, estamos allí, por eso, en un proceso que, en occidente, se llamó la


fe o la confianza. No pueden, efectivamente, tener la fe en la Luz y querer
actuar, por ustedes mismos, contra lo que la Luz establece para ustedes.
Porque en ese momento, van a ponerse en falso y van a alejarse del principio
de Simplicidad (el Pilar de la Simplicidad) y van a alejarse del momento
presente. Toda situación que se les presenta, cualquiera que sea, en este
tiempo particular, es innegablemente la acción de la Luz, aunque no lo
perciban en el momento en que lo viven. Es necesario pues tener la
Humildad y la Simplicidad de aceptar el acontecimiento que se les propone,
sabiendo que a largo plazo, contribuirá a permitirles y a facilitarles el acceso
con el Encuentro con el Cristo.

Así pues, no renieguen nunca, durante este período, contra lo que puede
parecerles pesado o contrario, a priori, a esto que llamarían la Unidad o la
Simplicidad. Si, ustedes mismos, se vuelven simples, con relación a un
acontecimiento que les aparece como complejo, constatarán, en este Pilar
particular de la Simplicidad (que está también, yo se los recuerdo, en la
cabeza, vinculado al Triángulo elemental del Agua), ustedes descubrirán
entonces que viviendo en este momento presente del Ahora, todo se aclara y
que no hay más de posibilidad, para la personalidad, de interferir con
relación a lo que se manifiesta.

Una vez más, con relación a eso, no hay que, como lo decía Hermano K,
someterse sino acoger un acontecimiento, cualquiera que sea, vivido en la
personalidad, como un elemento viniendo a estimularles en cuanto al acceso
de su Corazón. Aunque este acontecimiento pueda parecerles insuperable,
inicialmente, lo que es insuperable se sitúa, de manera formal, solamente en
el ego, pero ciertamente no en el Espíritu. Entonces, la Simplicidad consiste,
en ese momento, en aceptar un acontecimiento y en dejarle desarrollarse.
Sepan también que las acciones, que se realizan en la personalidad, durante
este período, van a conducirles a un conjunto de consecuencias que podrán
parecerles cada vez más complicadas, mientras que, precisamente, el
establecimiento, en la Unidad, se manifiesta siempre, en su vida, por
elementos de simplificación y simplicidad.

Entiendan que la ley de Atracción, la ley de gracia, el principio de similitud,


que va a hacerles vivir, muy exactamente, lo que es necesario para
establecerles en la Simplicidad. Y el elemento que va a presentárseles (que
eso se refiere a una persona o a una situación, cualquiera que sea) va
necesariamente a desembocar en ese momento, si lo aceptan, directamente
sobre un mecanismo de simplificación de su vida, que contribuye a
establecer la Simplicidad y a establecer el Pilar de la Simplicidad. Sólo en ese
momento es que podrán comprobar, por ustedes mismos, que la vida, su
vida, fluye de la fuente y que esta vida, fluyendo de la fuente, no tienen ya
nada que ver, ni pueden presentar cualquier aspereza, con lo que va a
presentarles la vida, en su conjunto, a nivel colectivo, es decir, en la sociedad,
de las condiciones físicas de vida y las condiciones cósmicas de vida sobre la
Tierra, para las semanas que vienen. La Simplicidad va a contribuir, hasta
cierto punto, a favorecer su expansión, en el Abandono a la Luz, va, hasta
cierto punto, favorecer el establecimiento de esta Simplicidad del Corazón y
a contribuir, hasta cierto punto, al establecimiento del Fuego del Corazón.
Sólo a través de su capacidad, hasta cierto punto, para demostrar su Unidad
y la aceptación de los Pilares de la Unidad, que la Unidad podrá instalarse. Así
pues, la simplificación y la Simplicidad participan, de manera innegable, en el
establecimiento en su propia Unidad, permitiendo entonces el paso de la
Puerta Estrecha y, al impulso Cristo posterior, de penetrar en su pecho.

La Simplicidad es, difícil a veces, extremadamente, para la personalidad, a


concebir, integrar y a manifestar. En efecto, se acostumbra a la personalidad,
desde el primer día, en esta encarnación, a manifestar una serie de acciones-
reacciones. Desde los primeros gestos en la cuna del niño, como llorar para
tener que comer, hay, a partir de las primeras tomas de respiración, en este
mundo, la instalación de esta famosa ley llamada acción-reacción, que
corresponde a su prisión y, como se los dijo Hermano K, ustedes no puede
transcenderla mientras no lo hayan aceptado, enteramente.

La Humildad fue uno de los elementos que se les desarrolló. El elemento que
está completamente asociado y complementario es, por supuesto, la
Simplicidad. Entonces, la mejor manera para su personalidad de aceptar esta
Simplicidad es, ya, ir hacia una forma de simplificación de su vida y de
aceptar (y de entender) que si algo no les aparece como fluido y fácil,
entonces necesariamente, es la personalidad que actúa, y no él Sí o la
Unidad, en ustedes. Todo lo que es del orden de la Unidad va a simplificar su
vida y va a ponerles en esta fluidez de la Unidad donde el conjunto de los
acontecimientos van a desarrollarse bajo la acción de la Gracia y no bajo la
influencia de la acción-reacción. A menudo, se les ha dicho no desear nada,
efectivamente, porque la que desea es la personalidad. Por el contrario, si
hicieron confianza y si tienen un acceso a esta confianza, por el Abandono, de
su personalidad, a este Êtreté, entonces, en ese momento, las circunstancias
para la simplificación de su vida, para la acción de la Divina providencia y la
acción de gracia, para que todo lo que es necesario para el establecimiento
de su Conciencia, en esta Unidad, incluso, que es el Sí, esté realizada. De no
ser así, van a encontrarse enfrentados, de manera sistemática, a oposiciones
y confrontaciones, a veces cada vez más intensos, durante este período
particular que es, como ya se sabe, un período de yuxtaposición y
confrontación entre la Ley de la Dualidad (acción-reacción) y la Ley de la
Unidad (o acción de gracia). Y estos dos principios pretenden, de una manera
como otra, consciente o no, establecer, en ustedes, su superioridad.

La personalidad, por lo tanto, observa, de manera muy consciente, lo que se


juega. Lo que es propuesto por la personalidad formará parte todavía del
ámbito de lo difícil, del ámbito de lo no realizable, o del ámbito de lo
conflictual. Mientras que lo que establecido, en la Unidad, por la ley de la
acción de gracia, será siempre fácil, extremadamente fácil y extremadamente
gratificante, en el sentido del alma y el Espíritu. Lo que es al revés
exactamente, cuando viven, efectivamente, una frustración de la
personalidad cuando, por ejemplo, se ha programado un acontecimiento o
un encuentro, o cualquier otro acontecimiento de la vida ordinaria. Si este
acontecimiento de la vida ordinaria no se realiza, eso quiere decir
simplemente que no está de acuerdo con la ley de la Unidad, la ley de gracia
y la Fluidez de la Unidad.

Eso quiere decir, simplemente, que están ante un deseo de la personalidad.


Así pues, algunos seres van, por ejemplo, a experimentar los impulsos del
alma o el Espíritu para cambiar de lugar. Esto es un impulso, real, del Espíritu
que puede, incluso en este tiempo extremadamente reducido, realizarse para
ustedes (tomo un ejemplo, yo se lo recuerdo, que no es la Verdad,
ciertamente, para todo el mundo). Entonces, en ese momento, la vida, la
Divina providencia, la fluidez de la Unidad, va a ponerles en la realización de
este objetivo, sin que haya cualquier esfuerzo para proporcionar. Por el
contrario, si este impulso viene de usted, en un deseo de la personalidad, la
ley de Fluidez va a oponerse, enteramente, por la acción misma de su
Espíritu, en el alma, para que se realice este cambio (o este traslado, en este
caso, en el ejemplo del que les hablo).

Conviene pues estar perfectamente lúcido y, hasta cierto punto, como eso se
les dijo, ser un perfecto observador de las circunstancias mismas de su vida
actualmente, porque la Luz les habla, ya sea que sepan reconocerla o no.
Como se lo dijimos, la Luz Adamantina está cada vez más presente, su
Inteligencia se hace cada vez más sentir, viniendo a poner, hasta cierto
punto, un término a los comportamientos vinculados a la Ilusión y a todo lo
que está vinculado a la acción-reacción. Esto se juega, por supuesto, en la
humanidad, en las sociedades, en todos los sistemas construidos por el
humano y, obviamente, dentro de su propia vida. Es a ustedes, por lo tanto,
que corresponde ver claramente, con relación a esta Simplicidad que
propone la Inteligencia de la Luz. Entonces, por supuesto, si se colocan en los
Cuatro Pilares, ustedes constatarán, por ustedes mismos, que el conjunto de
los acontecimientos que van a desarrollarse (que eso se refiere a su vida, en
sus distintos sectores) va a hacerse según el principio de la Inteligencia de la
Luz. Pero como se lo dijo el Arcángel Anaël, desde hace mucho tiempo,
mientras no hayan soltado presa, con relación a la personalidad, mientras no
se abandonen a la Luz, no pueden concientizar y difícilmente manifestar, en
su vida, el principio de la Fluidez de la Unidad y la facilidad, y de la
Simplicidad.

En resumen, se puede decir que a medida que su Conciencia se acerque a la


Puerta Estrecha, a medida que se acerquen al instante y el momento en que
van a volver a entrar, plenamente, en el momento presente, en Hic y Nunc,
en ese momento, constatarán la Inteligencia de la Luz en acción en su vida
(en las circunstancias de su vida, como en el conjunto de sus relaciones).
Todo lo que va a presentárseles, en su Conciencia, no será ya lo mismo. Y lo
que, no obstante, debe permanecer en su Conciencia (por obligación, por
responsabilidad) no tomará ya el mismo relieve, no tendrá ya la misma
densidad, ni el mismo peso, con relación a lo que tienen que solucionar, con
relación a este elemento.

Entonces, la Simplicidad les permite llevar su vida de manera


incomparablemente más ligera. Cuando el alma se vuelve hacia el Espíritu, no
hay más atracción vinculada al alma, no hay más deseos en el cuerpo de
deseo, y todo se vuelve extremadamente simple ya que todo pasa a ser
extremadamente claro. Todo lo que se desarrolla, en ese momento, se hace
por la Inteligencia de la Luz, sin manifestar cualquier voluntad o ningún
deseo. Es en ese momento (y solamente en ese momento) que pueden darse
cuenta de la Inteligencia de la Luz. No hay que pues, simplemente, que
aceptar un principio o un concepto sino aplicarlo en su vida. Los momentos
actuales, que se inscriben en un tiempo extremadamente reducido (que
viven sobre Tierra y que anuncié, he aquí varios meses, y desarrollados), son
ahora la ocasión, diría soñada, de aplicar esta Simplicidad en su vida y ver si
la vida fluye de la fuente, para ustedes, o no. Pero aunque fluya de la fuente,
no es para eso que es necesario ni desesperarse ni decirse que no se llegará
sino, más bien, aceptar, en ese momento, ustedes mismos, de ponerse en
Simplicidad con relación a este acontecimiento (fuera él más difícil a vivir),
para manifestar, entonces, esta vez, de su propia Interioridad, esta
Simplicidad.

Y constatarán entonces, real y concretamente, que su Conciencia, que tiene


que vivir este acontecimiento (fuera él más doloroso), lo vivirá con una forma
de desapego correspondiendo, allí también, a la acción de la Inteligencia de
la Luz. Y esto se refiere, incluso, a la posible desaparición de su cuerpo a
través de una enfermedad o de algo que desaparece de su vida, porque eso
forma parte de su acceso, privilegiado, a la Luz. Existe una necesidad de
despolarizarse, de alguna manera, del punto de vista de la personalidad y el
cuerpo de deseo, para penetrar el Êtreté. Eso podría llamarse, en otras
palabras, de salir de la visión de la oruga para penetrar en la visión de la
mariposa. Aunque las circunstancias de la oruga no pueden cambiar, porque
eso forma parte de su proyecto de vida, constatarán que su Conciencia se
transferirá, poco a poco, en esta visión de mariposa y pasará a ser, ella
misma, la mariposa.

Así pues, lo que se les propone será de dos órdenes. De hecho, por eso, de
las modificaciones de las condiciones medioambientales profundas de la vida
del ser humano, cualesquiera que sean estos acontecimientos, si los aceptan,
ustedes vivirán la Simplicidad y la facilidad. Si los rechazan, eso se les volverá
cada vez más difícil a mantener un equilibrio, en la Unidad. Ahora, tienen la
posibilidad, desde ahora y por adelantado, de colocarse bajo esta ley de
Simplicidad, en Hic y Nunc, y de acoger esta Simplicidad y de aceptar que la
Divina providencia actúe en su lugar. Cuando la Luz actúa, actúa siempre de
manera simple, en su vida, y va a ponerles ante un nuevo acontecimiento,
para muchos entre ustedes, que es la rapidez. Este concepto de rapidez,
dentro del espacio-tiempo que viven, va ustedes a aparecer cada vez más
claramente. Un acontecimiento, que actúa bajo la Inteligencia de la Luz, será
extremadamente rápido y se colocará, en su vida, y se implicará en su vida,
de manera extremadamente rápida y fácil. Mientras que un acontecimiento
que es resultante del deseo de la personalidad, no se instala nunca también
rápidamente pero toma un determinado tiempo en su pesadez, con el fin de
obligarles a establecerse en la Simplicidad Interior.

Así pues, la Simplicidad no es un mecanismo solamente de la Conciencia


Interior pero es, por eso, un mecanismo exterior. Lo comprendieron, los dos
actúan y actuarán, de manera cada vez más evidente, de manera sincrónica,
en sus vidas y en su Conciencia. Así pues, un acontecimiento (fuera
extremadamente duro) manifestándose en su vida, si aceptan que éste, se
desarrolle, para hacerles vivir la Unidad, ustedes verán, en ese momento,
que aceptan este acontecimiento con un desapego y una Simplicidad Interior
cada vez más grande. Y eso reducirá el impacto de la Conciencia, el impacto
de este acontecimiento, en la Conciencia, en el cuerpo de deseo y la
personalidad. Ya que no vivirán ya este acontecimiento, en la personalidad,
pero lo vivirán, directamente, en el Corazón. Habrá pues una diferente
especie de visión, consciente diferente que les permitirá ya no ser afectado
por un acontecimiento que, antes, les habría parecido insuperable. Eso se
refiere tanto a la pérdida de un prójimo como la irrupción, en su vida, de un
acontecimiento, cualquiera que sea. Hay pues una doble simplicidad que
aplicar: la Simplicidad de la Inteligencia de la Luz, a condición de someterse, a
condición de aceptar vivir este desconocido de la Luz pero, por eso, ante un
acontecimiento, cualquiera que sea acerca de su vida o del conjunto de las
vidas que los rodean, va a conducirles, allí también, a su manera, a que se
establezcan en la Simplicidad y la Conciencia del Corazón.

Existe pues una doble dinámica que se aplica, actualmente, que se refiere a
su vida Interior y al conjunto de las manifestaciones de su vida exterior. La
Simplicidad, la Reversión del alma, la Reversión del Triángulo llamado
Luciferino, en el Triángulo del Fuego, esta vez, se acompaña también de la
modificación de las Aguas. Como ya se sabe, existe Aguas de la cumbre y
Aguas de abajo: las Aguas de la Matriz y las Aguas celestes. Las Aguas de la
Matriz actualmente son infundidas por las partículas Adamantinas (Agni Deva
o partículas de Fuego de la Luz Adamantina), que penetran también, por
supuesto, no sólo el aire sino también el agua, haciendo que el agua de
matrices encerradas se transforme en un agua lustral (o agua del bautismo)
que viene a revelarles, hasta cierto punto, y desviarles de la personalidad, si
la aceptan, con el fin de hacerles vivir el Fuego del Espíritu, el Fuego del
Corazón y la Simplicidad.

Humildad y Simplicidad son el par que, en el Corazón, les permite acercarse


de esta Puerta Estrecha, en toda facilidad. Una vez más, aunque ustedes
viven este período, como una noche negra del alma, recuerden que no hay
que luchar contra una noche negra del alma, cualesquiera que sean las
manifestaciones sino, simplemente, aceptar observarlas con Humildad, con
Simplicidad y, en ese momento, constatarán, por ustedes mismos, que la Luz
va a modificar, completamente, su Conciencia. Van pues a extraerse del
juego y de la personalidad. Van a cruzar la Puerta Estrecha acogiendo lo que
se presenta a ustedes y vivir, en ese momento, la dimensión del Fuego del
Corazón: vivir la Humildad y la Simplicidad. Entonces, a ustedes pertenece no
dar la lata contra las circunstancias de su vida y de acoger las circunstancias
(las más ligeras como las más pesadas) con el mismo humor, la misma
Humildad, la misma Simplicidad. Ya que, una como la otra, son muy
exactamente lo que les hace falta para manifestar y vivir el Fuego del
Corazón. Lo importante no es solucionar el problema sino lo importante es
vivir, de manera ligera, el problema. Por el contrario, si tienen la
oportunidad, de vivir una Fluidez de la Unidad (y que el conjunto de las
circunstancias de su vida se manifiesta según esta ley de Simplicidad),
entonces eso les reforzará en el establecimiento de su Simplicidad.

Les resultará cada vez más evidente que, si actúan con las personalidades,
cualesquiera que sean, todo se volverá extremadamente pesado. Por el
contrario, si dejan actuar la Luz y si se colocan, de fuerte manera, en su
Humildad y su Simplicidad, constatarán que su vida les traerá, exactamente,
lo que es necesario para mantener su conciencia en la Unidad. La simplicidad
es pues un elemento motriz de lo que va a permitir a la Fuente de
establecerse en ustedes, tocar a la Puerta y de magnificar su vida,
permitiendo el último Pasaje en el Êtreté. Las condiciones previas son, muy
exactamente, las condiciones previas que les describimos, con relación a los
Cuatro Pilares (ndr: Humildad, Simplicidad, Transparencia, Infancia). Estos
Cuatro Pilares son los garantes de la estabilidad del Corazón, del
establecimiento en el Corazón. La Humildad y la Simplicidad es un eje, hasta
cierto punto, horizontal, que va a permitir a la Puerta Estrecha ser
franqueada, pasar bajo la influencia y la acción directa de la Luz Cristo, que
viene en su espalda. Entonces, podrán constatar, por ustedes mismos, en su
vida como en su medio ambiente, que, cualesquiera que sean las
circunstancias de su medio ambiente, se convierten en cada vez más
distantes, no en una forma de distanciamiento o denegación, como lo decía
Hermano K sino, bien más, en el transcendencia de eso que se proponen para
vivir su vida. Sólo en ese momento que podrán penetrar el santuario del
Corazón, enteramente.

Acuérdense de mis palabras. Cualquiera que sea la dureza aparente de un


acontecimiento que llega en su vida, el Abandono a la Luz deberá probarse,
en ese momento. Cuando digo dar la prueba del Abandono a la Luz, el
acontecimiento que se les propone sólo tiene este último objetivo y esto solo
objetivo. Allí no vean cualquier sufrimiento, no hay cualquier remuneración
pero, para ustedes, es la ocasión de probarse, a ustedes mismos y a la Luz,
que se abandonan a la Luz. Recuerden que están en un tiempo particular,
que es el último, por lo que se refiere a la posibilidad del acceso al Êtreté.
Entonces, sea que ustedes se colocan, ustedes mismos, bajo la ley de Fluidez,
es decir, bajo la acción de la Simplicidad, volviéndose humildes y simples, y la
Unidad se establecerá. O sea que estén aún (por razones que les están
propias) encerrados en las leyes y el deseo de la personalidad, y la vida les
presentará, muy precisamente, el acontecimiento que conviene para
permitirles encontrar la Fluidez, la Unidad, la Gracia y la Unidad. Eso se llamó,
como lo dije, la noche negra del alma. Así pues, si algunos de entre ustedes
viven la noche negra del alma, allí no vean un castigo o un cierre de Puerta
sino, bien más, una Puerta que se abre aún mayor, para ustedes. Todo
depende de los mecanismos de Conciencia que adoptarán, en ese momento.
O se identifican a lo que les parece ser terrible y negro. O se elevan. Y la Luz
viene a elevarles, no viene a rebajarlos. Lo que se rebaja, será todavía el ego.
Entonces, si viven y aceptan la Humildad, la Simplicidad, con relación a lo que
su vida les propone, vivirán la Unidad. Si se establecen, ya, en la Unidad, su
vida van a pasar de manera más fluida y la más fácil, a medida de los días que
van a pasarse. No tendrán nada que temer, no tendrán nada que esperar
porque se insertarán, cada vez más, en la realidad del Corazón y en la Alegría
del Corazón. Viviendo entonces Samadhi cada vez más intensos, Alegrías
cada vez más intensas, que les permitirán pasar este período, cualesquiera
que sean los acontecimientos exteriores (para su vida o de este mundo), en
la más grande de las facilidades.

No les oculto que en torno ustedes, en lo que llaman sus prójimos, me


encuentro no a sus enemigos sino a los más grandes enemigos de su Unidad.
Por supuesto, como ya se sabe y como lo experimentan, todos los seres
humanos no llegaron a mismo nivel Vibratorio en el mismo momento. Esto
también debe aceptarse, estar de acuerdo e integrarse. Es necesario dejar,
libre, a cada uno y es, precisamente, dejando libre, a cada uno, que
demostrarán, allí también, su capacidad para establecerse en el Corazón, en
la Unidad, en la Simplicidad y en la Humildad. Les es necesario pues, como lo
decía Hermano K ayer, y confirmado por mis propias palabras, ya no
pretender entender el conjunto de las situaciones a las cuales se enfrentan
sino comprender la ley primaria de la acción-reacción, en comparación con la
ley primaria de la acción de gracia.

Una es facilidad. La otra es dificultad. Una es Alegría. La otra es sufrimiento.


Una es Luz del Espíritu. La otra es noche negra del alma. Entre las dos no hay
más lugar. Y, entre las dos, habrá cada vez menos lugar. Y ello, una vez más,
no es ni un castigo ni una remuneración sino, simplemente, los elementos y
mecanismos que se destinan, para cada humano, para cada Hermano, cada
Hermana (dónde esté, que haya leído o que no haya leído nada, que haya
vivido o que no haya vivido nada), a vivir según las circunstancias de la Luz o
según las circunstancias de la carne. Y cada uno verá claramente dónde lo
llevan sus propias elecciones y sus propias decisiones. No podrá haber, cómo
decir, ambigüedad, en lo que manifestarán como decisiones y la
consecuencia de estas elecciones y estas decisiones. Eso a ustedes les
aparecerá en plazos de tiempos extremadamente cortos, diría, casi
inmediatos.

Hasta ahora, el ser humano evolucionaba en un espacio/de tiempo que era, a


pesar de todo, diferente. No saboreaban inmediatamente a las reacciones de
sus propias acciones. Era necesario esperar a veces meses, años, o incluso
ciclos enteros antes de ver aparecer las consecuencias de sus actos. En la
actualidad, eso es instantáneo. Entonces, por supuesto, para algunos
Hermanos y Hermanas, eso puede dar la impresión que todo va muy
rápidamente o que todo va demasiado deprisa. Pero, precisamente, si todo
va muy rápidamente, es precisamente para darles la ocasión de situarles y de
colocarles o según la ley de acción-reacción, o según la ley de Unidad. Y, en
ese momento, su vida se volverá o simple, o complicada, cualesquiera que
sean los elementos de su humor, cualesquiera que sean los elementos de su
mental, cualesquiera que sean los elementos de sus comportamientos,
distintos y variados, que manifiesten en sus empleos, cualesquiera que sean.
Es precisamente en estas actividades, estos empleos, que va a presentarse, a
ustedes, este principio de elección que es, de verdad, decidir, en lucidez y en
Conciencia, si van hacia la Simplicidad o la dificultad. Tras saber
pertinentemente que, aunque vivan, el conjunto de las circunstancias sólo
consigue una única cosa y una sola: hacerles vivir el encuentro con la Luz, que
se promete para todos.

Aquí. Pues, van a establecerse o sobre algo que fluye de la fuente, o sobre
algo que no fluye de la fuente, en su vida como en su medio ambiente. No
sirve para nada, allí tampoco, de llevar una acusación sobre una persona o
sobre una situación ya que, como ya se sabe, todo lo que ven exteriormente
no es más que una proyección, total, de lo que existe en su Interior. No hay
pues ni verdugo, ni víctima, ni salvador. Hay simplemente el rol que aceptan
desempeñar y que proyectaron fuera de ustedes. Si hicieron cesar toda
proyección, entonces volverán a entrar en la Humildad, en la Simplicidad, es
decir, en el Fuego del Corazón. Es en este período particular, en este tiempo
que se llama reducido, donde el tiempo se deduce, de manera cada vez más
rápida, que se dan más oportunidades de vivir el acceso a la Unidad. No es
por nada. Por una parte, porque la cantidad de partículas Adamantinas y de
Luz es cada vez más densa, por otra parte (como se lo dijimos) porque nos
acercamos, al nivel Dimensional. Estamos al borde de su Dimensión. La
separación entre los planos y el período de desagregación de la trama astral y
la matriz astral se acaba casi enteramente, dándoles a vivir lo que hay que
vivir, hoy, a veces viviendo en la Conciencia ordinaria como una aceleración
del tiempo, circunstancias, acontecimientos, ocurriendo en su vida, como en
la Tierra. Este remolino no se hace para perderles: precisamente está
destinado a permitirles encontrarse. Como eso se dijo, si las circunstancias de
su vida no pueden ya controlarse ni dominarse, ¿qué es lo que permanece?
Simplemente: el Ser Interior (de volverse hacia este Ser Interior, hacia el Sí o
no). Pero lo harán en toda Conciencia. En realidad, la supresión de los
elementos de vida, tal como la Tierra se prepara a vivirlo, sólo se destina a
una única cosa: hacerles vivir el Sí. No hay ningún castigo, hay ninguna
remuneración. Hay exactamente el establecimiento de la Luz, que va a
permitirles establecerse en la Luz, o no, según su libertad.

Si quieren ir hacia la Luz, entiendan que deben permanecer en la Humildad y


en la Simplicidad, convertirse en ser cada vez más transparentes en sus
acciones, es decir, aceptar ir hacia lo que propone la Luz, de ir, sin juicio, a
enfrentar y vivir lo que propone la vida, su vida, sin ninguna excepción. No
existe ninguna circunstancia (de su cuerpo, sus relaciones, su familia, su
profesión, sus actividades, de un accidente, cualquiera que sea o de una gran
Gracia, cualquiera que sea) que no esté destinada a hacerles vivir la Luz, sin
ninguna excepción. Sólo la personalidad puede creer el revés y hacerles vivir
el revés. A ustedes pues, una vez más, les corresponde como siempre, de
elegir. A ustedes, por lo tanto, les corresponde cruzar esta Puerta Estrecha,
sabiendo que las circunstancias de la vida, llamadas Crucifixión y
Resurrección, no van en el mismo sentido, no tienen el mismo plazo de
tiempo ni la misma intensidad, para cada Hermano y cada Hermana. Algunos
van a vivir la Crucifixión, de manera extremadamente rápida, sin siquiera
acordarse. Otros van a retrasarse sobre la Crucifixión porque no piensan
poder acceder a la Resurrección. Pero, en un caso como en otro, la
Resurrección será real. 

He aquí los elementos que tenía que darles, con relación a la Simplicidad.
Muchas cosas ya se han desarrollado, que eso sea por algunas Estrellas o por
algunos otros Ancianos, en particular por el Maestro Philippe de Lyon,
Melquizedec de la Tierra. Por mi parte, venía a volverles a poner este
elemento del Agua. Recuerdan: el agua se infiltra por todas partes y el agua
es simple. El agua se pasa siempre hacia el punto el más abajo. El agua (tal
como la ven sobre este mundo) no va desde la parte baja hacia arriba. Va
desde la cumbre hacia abajo. Esto es a ustedes les corresponde, en su
Conciencia, a penetrar en vuestras profundidades, en lo que llamaría las
Aguas de su inconsciente, no para explorarlas sino para dejarles
transmutarse, por la Gracia y la Inteligencia de la Luz. Entonces, a través de lo
que se les propone, en todos los sectores de sus vidas, ustedes tienen (hoy y
en las semanas que vienen) los mejores medios de acceder a la Unidad, de
acceder al Fuego del Corazón. Cualesquiera que sean estas circunstancias,
que les estén propias o que sean colectivas, no existe mejor oportunidad que
lo que se les propone vivir en este mundo.

Aquí, mis Hermanos y mis Hermanas, las simples palabras que tenía que
pronunciar, sobre esta Unidad, esta Simplicidad, esta Humildad, esta
Simplicidad, este Ahora que les es a vivir, porque efectivamente, para
muchos entre ustedes, un acontecimiento, llamado traumatizante, bajo el
sentido de la personalidad, es lo que va a pedir a su Conciencia a colocarse,
enteramente, en el momento presente, en el Hic y Nunc, no para reaccionar
sino para apreciar el choque en sí mismo, que puede ser, para cada uno de
entre ustedes, él saludo de su Eternidad. Así presentado, van a comprender
mucho mejor este período final del Apocalipsis, de la Revelación, tal como la
había presentado cuando fui San Juan. Es muy exactamente lo que ya se
despliega, desde hace unas semanas, sobre la Tierra. Recuerden que las
circunstancias del país donde están son mucho más ligeras que las que deben
vivirse, por el momento, en otros países. Pero que, allí también, el lugar en
donde están se condiciona, por supuesto, para lo que es, para ustedes, lo
más facilitador, para vivir el Abandono a la Luz.

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