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Los elementos han sido desarrollados, desde Agosto del 2010, sobre las
Conciencias Elementales (Agua, Tierra, Fuego, Aire), inscritas en los
Triángulos de la Corona Radiante de la Cabeza. Encontrarán las explicaciones
detalladas de los puntos de la cabeza en el protocolo « las 12 Estrellas de
María »
1ª. POSIBILIDAD.
2ª. POSIBILIDAD.
Cualquiera que sea la práctica elegida (ya sea con los dedos o con los
cristales) conviene realizarla para cada elemento (Aire, Tierra, Agua, Fuego y
Éter).
Los esquemas siguientes indican las posiciones, los cristales, por elemento.
ELEMENTO FUEGO
Puntos de la cabeza: ATRACCION (BIEN) REPULSION (MAL) y AL
AL: Rodocrosita
REPULSIÓN: Esmeralda
ATRACCIÓN: Topacio Imperial
ELEMENTO TIERRA
VISION: Hidenita
ELEMENTO AIRE
ELEMENTO AGUA
PROFUNDIDAD: Kunzita
IS/NUNC: Peridoto
PRESICIÓN: Selenita.
ELEMENTO ETER
INFANCIA
Puerta Estrecha, vista desde vuestro lado. Puerta Real, vista desde Nuestro
lado. Lugar de Pasaje de la antigua vida a la nueva Vida. Último Pasaje donde
la Omega se convierte en el Alfa, por la acción del Fuego redimido y dado la
vuelta, encontrando su naturaleza ígnea y Unitaria. La llamada del Cristo les
compromete a que vayan hacia esta Puerta. El Fuego, llegando sobre la
antigua Tierra, viene a forjar y liberar la Nueva Tierra, haciéndoles pasar de
fallecimiento a Vida, de Ilusión a Verdad. Fundación y fundamento donde
más nada puede mentir, ya que todo es Transparente, donde todo es
liberado y donde todo es Comunión.
OD, Pilar de la Tierra, en la Nueva Tierra, curso del Fuego y Pasaje del
Fuego. Nueva Tierra que, como ustedes, bautizada en el Fuego del Espíritu,
se despliega en el Amor y en la Unidad. Último Pasaje aportando la
Conciencia, en una nueva ronda sin límite, sin opacidad, en la
Transparencia. Transición de Fuego, Alegría del Amor, consumando
perpetuamente el Amor, renovando perpetuamente el Amor, elevando eso
que está transmutado y transformado en la Respiración del Uno, en la Vida
del Uno.
Puerta OD, conectada a ICI (AQUÍ) (ndr. Punto del Sacro), elevándolos en la
nueva odisea: odisea del Uno, Fuente radiante y luminosa. Fuego del Amor
bautizando la Nueva Tierra, bautizando el Nuevo Cuerpo, en el Fuego de la
Resurrección. Amor que consume, Amor Verdadero, conduciendo el Espíritu
a la Libertad. OD que bendice el Fuego. Transubstanciación. Transgenización.
Nuevo Mundo. Nuevo Sonido y Nueva Vida. Vuestra Morada. Vuestra
fundación, forjada en el Fuego del Amor, llevándoles a consumir, en el Amor:
Fuego Perpetuo de Alegría y de Gracia. Cruzar la Puerta, al borde de la Tierra
Nueva, en el Espíritu regenerado, transmutado y elevado, quitando las
máscaras y los velos de la Sombra. Espacio no iluminado, pasando a un
espacio sin ninguna Sombra. Espacio de Alegría y de Transparencia,
consumiendo, de paso, todo lo que no es eterno, todo eso que es efímero,
liberando la Conciencia Libre donde el Fuego es el combustible y el
carburante de la dinámica eterna y del movimiento libre, más allá de tiempos
cíclicos.
METATRON les entregó y aportó el Fuego: ese de la Luz del renacimiento, la
Libertad, la Verdad. A ustedes corresponde resonar a la Llamada, pasar a ser
Verdaderos y Auténticos. Expansión de la Nueva Tierra, como la Conciencia
liberada, a fin de vivir en la Fusión de los Éteres y los Elementos, el Fuego del
Corazón. Corona Radiante eternamente encendida y luminosa, llamándoles,
por la Puerta Posterior (ndr: punto KI-RIS-TI, entre los omóplatos), a vivir en
la Respiración del Espíritu, por la animación del Fuego, el Êtreté, nueva
Morada. Morada de Verdad donde brilla el Amor, sin reflejo y sin Sombra.
El se los ha dicho: « Yo soy el Alfa y la Omega » El vuelve otra vez, por
Omega, por OD, en el bautismo del Fuego del Espíritu, bautizar la Conciencia
Una de su cuerpo de Fuego, el de Luz. Nueva densidad donde nada está
limitado, donde todo es Libertad. Como el Arcángel URIEL los ha invitado, a
escuchar y a oír el Canto de la Libertad, de la Liberación, abriendo la Puerta a
la Infancia y a la Inocencia, la del nacimiento en su propia Esencia, en la
Verdad, como Niños del Uno. Franquear la Puerta, por la acción del Fuego del
Éter, fusionando el Fuego de la Tierra y el Fuego del Cielo, abriendo la Puerta
de la Resurrección.
Niños KI-RIS-TI, Niños del Uno, la hora está a la Eternidad, por la Fusión de los
Éteres, realizada sobre la Tierra y en ustedes, por la Transmutación del
Fuego, animando y despertando el Espíritu, retornando el alma hacia el
Espíritu. Fuego que hace desaparecer la sombra de la personalidad, la
sombra de los sufrimientos y la sombra de los apegos. El tiempo del
nacimiento, el tiempo de la Resurrección ha llegado. Los Querubines
despliegan y tienden el último Capitel, ese de su Renacimiento, ese de su
Regeneración. La Puerta de la Eternidad está abierta.
Están invitados por Cristo, están invitados por la Estrella, a pasar a ser la
Estrella. La semilla ha brotado, ella ha madurado en la sombra de la
personalidad. Ella debe traslucir su Transparencia, el día del amanecer de un
Mundo Nuevo, el día de la Verdad, del Amor. OD, llamándoles a vivir el Canto
de la Resurrección, el Canto de la Eternidad, que es vuestra Morada. El Fuego
del Amor viene a calentarles y despertarles, definitivamente.
OD, les llama, por el Fuego del Elemento Fuego, el que decreta METATRON,
Véhuiah, a aflojar todo gancho de Sombra, aún presente en esta densidad
antigua, de este mundo antiguo. Niños de la Eternidad, levántense y
elévense, consumiendo, en el Fuego del Amor, las últimas Sombras de la
densidad antigua. Vuelvan a ser el Niño, Vuelvan a ser la Infancia. Su Fuente
es la Alegría. El Fuego del encuentro entre el Sol y la Tierra, el Fuego de la
Estrella está, ahora, al alcance de la mirada y al alcance de la Conciencia.
Vuelvan a entrar en ustedes. Vuelvan a entrar en la recepción de la Luz y la
Verdad de la Estrella. OD, les invita a que nazcan sobre la Nueva Tierra en los
Mundos Libres, en la Eternidad. La llamada, esa del Cielo y de la Tierra, como
la de las Estrellas y de MARIA, está, ahora, a su lado. Presencia íntima a
vuestra izquierda, prueba tangible de nuestra Unión, prueba tangible que la
Puerta les espera, llamándoles al Andrógino, llamándoles al Fuego redimido,
llamándoles a la Verdad. Sean Conscientes de la llamada, incluso antes que
sea común al conjunto de la humanidad, con el fin de resonar y con el fin de
responder presente, para que la Gracia del Fuego del Amor los abrace y los
encienda, en la Unidad del Amor.
El Fuego del Amor que fluye en OD, forjando el Pasaje, tapizándolo de Luz y
de rosas. Vía de la Infancia y de la Inocencia (ndr: OD de la punta del
esternón) fundación de la Transparencia (ndr: KI-RIS-TI, entre los omóplatos)
y fundación de la Vida Una. Consumación por el Amor, donde ningún espacio
y ningún lugar pueden persistir para la dependencia a nada, si bien,
exhortándoles a instalarse en la Autonomía, en la Libertad, en la Verdad.
TRANSPARENCIA
Por supuesto, vivir eso, requiere, precisamente, una Fusión con la Luz Blanca,
una salida del marco habitual de la vida, tal como lo concibe el humano,
siendo siempre humano. A través del Fuego del Corazón, a través de una
Conciencia que no tiene ya nada que ver con la conciencia ordinaria. Una
Conciencia que se está expandiendo hasta tocar los Cielos, tocar el origen y
tocar el final, probar el néctar de la Fuente y vivir este néctar,
permanentemente. Es a eso a lo que es llamado cada uno, en este período
particular de Transición. Como todos nosotros, Ancianos, se los dijimos, les
dimos un máximo de elementos, un máximo de prácticas y elementos,
pudiendo también permitirles acercarse de esta Transparencia. Entonces, si
lo quieren bien, vamos a explorar lo que es esta Transparencia.
El propio ser que se vuelve transparente a la Luz pasó a ser, el mismo, esta
Luz, bien más allá de la definición a la Luz, pero más por este concepto de
Transparencia. No existe ninguna alteración posible para la Transparencia
instalada. No existe ninguna posibilidad de hundirse en variaciones del
humor, en variaciones de emociones o en variaciones de cualquier cosa. En la
Unidad y en la Transparencia, la Conciencia está quieta y uniforme. No tiene
variación distinta del grado de intensidad del vivir de la Alegría, que el grado
de intensidad del vivir del Amor en sí. Vivir la Transparencia y la Luz Blanca,
es estar en Samadhi, eso se lo dije, y es también experimentar una Visión,
una Visión profundamente diferente de lo que pueden ver los ojos, de lo que
puede dar, a ver y a entender, el cerebro. Eso se llamó por otra parte la
Visión del Corazón. La Visión del Corazón ve más allá de las apariencias
porque ve, precisamente, por Transparencia. Ve, en la persona que es vista
por los ojos, más allá de lo que dan a ver los ojos. Ve el alma y, más allá de
eso, ve realmente el Espíritu que está detrás de la apariencia de una persona
que se enfrentaría. En ese momento, por supuesto, lo que gusta no es la
persona que está en frente, sino el Espíritu que devuelve al Espíritu. Así pues,
el Ser que vive la Unidad no puede ya ser otra cosa que esta Transparencia.
No puede el adherirse más a cualquiera que sea el modelo existente de este
mundo. No pertenece ya a un país, no pertenece ya a una tradición, incluso si
puede referirse, pero se volvió completamente libre y completamente
liberado de todo acondicionamiento. El acondicionamiento es por otra parte
una ausencia de Transparencia. Ya que los acondicionamientos van a definir,
hasta cierto punto, marcos, que se establecen en los distintos sectores de la
vida.
La experiencia del Corazón, una vez que se vivió, no sería más que una
millonésima de segundo, nunca puede olvidarse. Porque es una experiencia
trascendente, en el sentido más trascendente que sea, es decir es una
experiencia que viene a modificar las normas mismas del funcionamiento de
la Conciencia. Incluso si la Transparencia no se establece completamente,
entonces, en ese momento, la Conciencia se establece en un nuevo estado.
Este nuevo estado se les desarrolló, se llama Turiya o Conciencia Unitaria. Eso
se manifiesta, así como lo he dicho, por Sat-Chit-Ananda. Eso se manifiesta
por lo que se llama a Shantinilaya, vivir en toda conciencia la Residencia de
Paz Suprema, allí donde más ninguna interferencia de este mundo puede
interferir con el que es Transparente. Por el contrario, el que se volvió
Transparente tiene el deber (pero este deber no es un sentido moral, es una
aplicación lógica del estado de Transparencia) de ser, hasta cierto punto, un
testigo vivo de este acceso a la Unidad. Es en el sentido que los Arcángeles
los llamaron los Testigos de la Luz, los Ancladores de la Luz y los Sembradores
de la Luz. Ya que es su función, es su papel, es su misión. El que encuentra la
Luz, el que vive la Luz, se convierte en Transparencia de Luz y la Luz emana
de él, irradia de él y fluye de él, permanentemente. No puede ya haber, hasta
cierto punto, interrupción del raudal de la Luz, del raudal del Amor, del
raudal de la Vibración.
Así pues, pasar a ser Transparente de Luz, es aceptar que la Luz atraviese, de
parte a parte, el conjunto de la Conciencia, es aceptar ya no desear, es
aceptar dejarse llevar y extasiar por la Luz, enteramente. Es ya no interferir
por la sombra de los miedos. Es ya no interferir por la sombra de los
compromisos. Es ya no interferir por la sombra de los deseos, cualesquiera
que sean, porque la Luz viene a colmar el conjunto de los deseos de toda
alma. Eso fue llamado, por algunas de las Estrellas, consumirse en el Amor, y
es eso exactamente que se produce. Por supuesto, los testimonios de las
Estrellas fueron quizá más fuertes que las de los Ancianos. Y, por otra parte,
entre lo que se llama los sexos, presentes sobre la superficie de esta Tierra,
las mujeres siempre dieron testimonios mucho más intensos y mucho más
ricos, de su vivencia de este estado. Porque la Transparencia, en cualquier
caso, se inscribe, de manera mucho más simple, en la mujer, por lo mismo
que su recepción de la vida dentro de su seno, cosa que el hombre no puede
conocer. La mujer es pues más fácilmente una Creadora. No hablo de la
creadora genital, sino de la Creadora de Luz, como pueden serlo, como ya se
sabe, las Estrellas de María o también las Maestras Genetistas de Sirius, que
son, por Esencia y por naturaleza, de las entidades de polaridad femenina.
Aunque este femenino allí no tiene ya ningún sentido, con relación a la
feminidad de la Tierra, no obstante se inscribe en una polaridad de alma y
Espíritu.
No obstante, en este tiempo particular que viene, ahora, sobre la Tierra,
tienen todos, hombre como mujer, niño como adulto y como anciano, la
posibilidad de convertirse en una Transparencia de Luz. Pero para eso, es
necesario aceptar, como se los dio el Arcángel ANAËL, desde hace mucho
tiempo, abandonarse, enteramente, a la Luz, de aceptar ser llevado por la
Luz, de olvidarse de uno mismo, ya no existir, ya no ser cualquier cosa, en
este mundo. Eso se llama, efectivamente, la pequeña muerte y luego
después, lo que ha sido llamado por otros Ancianos, de la noche negra del
alma. Es a eso que son llamados. No pueden vivir en CRISTO, viviendo al
mismo tiempo en la personalidad. Es uno u otro. Y eso va a aparecerles, cada
vez más claramente, incluso en la conciencia de la personalidad. Esto con el
fin de hacerles decidir a dar este paso que les hará cruzar la Puerta de la
Unidad. Así como se lo demostramos, a medida de estos años, la Unidad no
es un concepto que debe aceptarse intelectualmente. Es, sobre todo, un
estado de consciencia que debe vivirse, que está bien más allá de la dualidad
del BIEN y del MAL, que está bien más allá de los juegos habituales de las
leyes de ATRACCIÓN y REPULSIÓN de este mundo, vinculados a la
ATRACCIÓN/VISIÓN del eje falsificado de la Luz. Todo eso se rectificó, lo
saben también, y cada ser humano, cada persona, cualquiera que sea lo que
podrían llamar su karma, su edad, sus sufrimientos, sus compromisos, debe,
en este último período, vivir la Transparencia.
Entonces, para los de entre ustedes que aún no vivieron este Fuego del
Corazón, y que están quizá en las primicias o en la plena cumbre de la noche
negra del alma, sepan que, del otro lado, hay la Luz y hay la Felicidad. Pero,
para eso, deben aceptar liberarse. No son ustedes sus sufrimientos. No son
sus compromisos. Son menos aún este cuerpo y con todo, es dentro que se
encierra su Conciencia. No son ustedes tampoco los juegos sociales. No son
de lo que se enteraron. No son nada de la edad que creen tener. No son esta
persona que se localiza, aquí, en este lugar. Son mucho más extensos que
eso. Pero, para eso, es necesario aceptar liberar todo lo que tienen con la
personalidad. No pueden penetrar el Cielo, como se los dijo, si no vuelven a
ser como un niño y si aceptan, solamente, morir a ustedes mismos,
enteramente.
Recuerden que la Luz nunca lucha, la Luz nunca obliga. La Luz tiene
exactamente que dejarse actuar. La Luz tiene exactamente, en lo que son,
que dejarse traslucir, es decir, ir más allá de lo que parece, más allá de la
apariencia, para que todo pase a ser claro, que todo se vuelva límpido, que
todo se vuelva ligero. La Luz les llama a un Amor inefable. Ningún amor
humano, cualquiera que sea, ninguna proyección de un amor exterior, puede
competir, de ninguna manera, con este Amor. Es por eso que muy
numerosos místicos y místicas les hablaron de esta consumación de Amor. Es
exactamente a eso que son llamados. Los Estados que vivía, por ejemplo, MA
ANANDA MOYI, pueden, hoy, totalmente vivirlos. A medida que dejen la
Transparencia establecerse, a medida que dejen la Luz actuar y trabajar, en
ustedes, vivirán eso, cada vez con más claridad y limpidez.
Entonces, no hay ningún temor que añadir a eso. Ciertamente, lo que debe
vivirse es un momento que, como todo pasaje, puede presentar algunos
relieves, algunas dificultades, pero si anticipan este pasaje, al sentido
colectivo, él pasará, para ustedes, de manera más simple, de manera más
evidente y más alegre, porque habrán aprendido a convertirse en
Transparentes y no resistirán ya el impacto último de la Luz que vendrá a
establecer su Reino. En ese momento, se convertirán en completamente
permeables y todo lo que hace la ilusión de este mundo desaparecerá bajo
sus ojos, sin ningún problema, y pasaran a ser ustedes mismos, entonces, lo
que son, de toda Eternidad, olvidando este paso en la ilusión y el olvido. Todo
será restaurado, en la Eternidad. Su Conciencia también, enteramente. Si, no
obstante, no están listos, si, no obstante, su alma ha decidido proseguir en
los mundos densos, no estarán ya jamás cortados, estarán en permanencia
reconectados. Incluso si un sentimiento de pesadez les obliga a mantener
una determinada forma de densidad, no es similar a vivir en el olvido, que
vivir, incluso en la densidad, con la conciencia de la reconexión.
Lo que viene, después del choque de la humanidad, es, por supuesto, una
reconexión total a la Fuente, donde nunca más podrá existir la separación,
dónde nunca más podrá existir el sufrimiento, cualquiera que sea su pasar a
ser Vibratorio. Pero recuerden: es ahora que es necesario convertirse en
Transparencia de Luz, antes de que la Transparencia de la Luz se establezca
definitivamente, haciendo oscilar la Conciencia de este sistema solar en su
nueva Dimensión de vida. He aquí las algunas palabras que los Ancianos me
pidieron transmitirles, en relación, efectivamente, a mi propia percepción y a
mi propio vivir, en mi última encarnación, de este concepto de Transparencia
y vivir de mi Transparencia, desde mi edad más joven, hasta mi último día
sobre esta Tierra.
Permanezcamos sobre un momento de Comunión y, después de, si están en
ustedes interrogaciones sobre esta Transparencia, entonces, si puedo
hacerles avanzar, aún más, sobre esta Puerta Estrecha, yo lo haré. Pero en
primer lugar, de mi Corazón a su Corazón, en Comunión y en Luz Blanca,
vivamos.
HUMILDAD
Conviene en primer lugar, saber que la palabra Humildad tiene la misma raíz
en la palabra humano, cuya raíz es a su vez, la palabra humus. ¿Qué es el
humus? El humus es la capa fértil de un suelo, donde se desarrolla la vida. El
humano es pues, un principio que está en vida, en una carne. La Humildad se
deriva pues de esta comprensión y esta aceptación de la vida. Esta
comprensión y aceptación de esta capa de vida, presente en la tierra y
presente en el humano, tiene sus propias leyes. Estas leyes pertenecen a lo
que se ha convenido en llamar: humano, esta humanidad, este humano se
inscribe en un marco preciso de vida, entre un principio y un final. Marco de
vida que puede definirse (como lo saben) en todos los sectores que
experimentan en la encarnación. Este principio de vida se inscribe, ustedes lo
saben, mucho más allá de lo humano, en todo lo que constituye los Universos
y las Dimensiones: tanto desde un átomo, que tiene su propia vida y su
propia Conciencia, hasta el nivel de un Sol, que tiene también su propia vida
y su propia Conciencia.
Entonces, queda por definir que es: ser Humilde. Ser Humilde, es aceptar, no
en un sentido de esclavitud, sino en un sentido de Transcendencia y Lucidez,
el marco que proporciona vuestro cuerpo y vuestra propia vida. Cualesquiera
que sean las circunstancias de este cuerpo, la edad y las enfermedades de
este cuerpo, no pueden encontrar la Transcendencia y la Unidad sino a través
de él. Por lo tanto, la Unidad no es una negación de la vida en la Dualidad,
sino su Transcendencia, y el punto de apoyo, que va a permitir desplegar la
Multidimensionalidad y en consecuencia el acceso a la Luz. La Unidad no
puede vivirse hasta que hay plena Conciencia de la Dualidad, en todos sus
componentes, en todos sus elementos, llevándoles a vivir lo que ya se
explicó, es decir, la Transparencia (ver la canalización de un AMIGO del 13 de
Septiembre), y también de poder pasar esta Puerta de la Infancia. No pueden
pasar esta Puerta de la Transparencia y la Infancia si ustedes no se apoyan en
este concepto de Humildad, es decir: reencontrar la humanidad, aceptar sus
límites, no en vuestra Conciencia, sino en el marco de vida que viven y que
vive vuestra Conciencia en el espacio de la encarnación.
Dicho de otro modo, no puede haber acceso a la Unidad por cualquier fuga
de las circunstancias propias que es vuestra vida. Tampoco puede haber y allí
está la paradoja, transformación de esta Dualidad en Unidad, aplicando las
leyes de la Dualidad. Eso quiere decir también que la ley de acción-reacción
ha sido hecha permanente, que ella se manifiesta en todos los hechos y
gestos de la conciencia humana, encerrada en este cuerpo y en esta
Dimensión. El encerramiento, requiere la toma de conciencia total y la total
Lucidez de este contexto en el cual están prisioneros. Y sólo pueden
reconocer la prisión si aceptan que están en prisión, y si conocen, los
contornos, las leyes y las aperturas. Mientras no hay reconocimiento de
vuestra condición humana, y en consecuencia de este principio de
encerramiento, están condicionados por esta Dualidad y no pueden en
ningún caso salir. La paradoja es pues, aceptar este principio de encierro, no
rechazarlo o negarlo. Sólo explorando, en totalidad y viendo con Lucidez los
límites de la vida en este mundo, pueden ustedes esperar, a través de la
Humildad, vivir la Unidad.
Eso significa, que en la Humildad, pueda existir una serie de desviaciones. Por
ejemplo, el hecho de conocer el contenido y los resultados de vuestra propia
vida (que eso sea en el conocimiento de vuestras últimas vidas, o el
conocimiento de por qué tienen tal desorden, por que encuentran tal o cual
alma), no les son estrictamente de ninguna utilidad para superar la Dualidad,
y lo que hace es reforzar e implicarlos más en dicha Dualidad. El principio
Luciferino por otra parte, del eje ATRACCIÓN - VISIÓN ha sido precisamente
(como ya lo dije) darles las leyes del alma para encerrarlos aún más, en el
alma prisionera de las leyes de la acción-reacción. No salen de la acción-
reacción, realizando acciones que son contrarias a las reacciones o que van
en el sentido de la reacción. Salen de la acción-reacción reconociendo los
límites de ésta, y colocándose en la no acción y la no reacción. Lo que no
tiene nada que ver con la pasividad. Lo que no tiene que ver con la sumisión,
o a otra cosa que las Leyes del Espíritu.
He aquí unas pocas palabras. Fueron muy cortas, pero resitúan, de algún
modo esta Humildad. Entonces, concluyen bien que mientras exista, en el
marco de la Dualidad, una pretensión de la Unidad (que sea intelectual o que
ella esté vinculada a una voluntad de Bien), no puede nunca realizarse.
Porque aceptar incluso el principio de la voluntad de Bien, traduce la falta de
Humildad: de querer dominar y tener el control sobre algo, completamente
incontrolable, porque no pertenece a este mundo y a esta realidad. Deben
pues pasar por la Puerta Estrecha de la Renuncia. Necesitan pasar por la
Puerta Estrecha del Abandono a la Luz que corresponde enteramente, a una
forma de Humildad mayor.
Los elementos que les damos ahora son los más adaptados, para permitirles
vivir lo que se llamó la Noche negra del alma o el Choque de la Humanidad.
No podíamos comunicar eso, obviamente, antes de que la Corona Radiante
de la cabeza estuviera perfectamente activa, no solamente para cada uno de
los humanos (lo que no es aún el caso), sino sobre todo mientras el proceso
de la Fusión de los Éteres no se realizara, en la Tierra. Esto se realizó
alrededor de 6 meses después de la Liberación de la Tierra y el Sol, en el mes
de Marzo y Abril, correspondiendo al período en el cual nuestro Comendador
les anunció que habían llegado al período de la Ascensión. Esta Ascensión no
corresponde a un único punto. Existe, efectivamente (diría), un haz
convergente, un nudo particular que corresponde, como ya lo saben, al
Alumbramiento final de la Tierra, y también de ustedes mismos. Pero la
Ascensión es un proceso que se desarrolla (diría) a múltiples velocidades
según, precisamente vuestra capacidad para vivir y concienciar lo que ya
hemos expresado desde hace varias semanas, correspondiendo al despliegue
de la Luz y a la apertura de la Puerta Metatrónica. Permitiendo cruzar la
Puesta Estrecha y vivir la Conciencia realmente de la Unidad, y superar pues
los límites del encerramiento en la personalidad.
He aquí lo que tenía que decir para resituar, en el marco de vuestro propio
cuerpo de carne, allí donde se sitúa lo que está en juego actualmente. Si
existen (y tenemos tiempo) preguntas con relación a lo que acabo de
expresar, les escucho con mucho gusto. Mientras reflexionan; no olviden
nunca que para vivir la Unidad, deben aceptar vuestra humanidad. Y esta
humanidad corresponde exactamente ( eso se les dijo) allí donde están hoy,
cualesquiera que sean los sufrimientos pudiendo presentarse en entre los
muros de la prisión. Observar este sufrimiento, observar lo que ustedes son,
no quiere decir desviarse, no quiere decir luchar contra, sino simplemente,
volverse Transparente con relación a eso. Y en ese momento, en la Humildad
y en la Simplicidad, la Unidad se establecerá.
SIMPLICIDAD
La primera de las cosas que va a aparecer a ustedes (es que lo que les
parecía, antes, difícil a obtener) y va a manifestarse, en su vida, de manera
más evidente, más simple, sin lucha y sin resistencia, otros, en el occidente,
llamarían eso, más fácilmente, la Divina providencia. Basta con expresar no
un anhelo o un deseo sino con pensar, por ejemplo, en la situación de vida
que sería buena para ustedes, para que esta situación de vida se presente
por sí misma, sin que haya que buscarla, sin que haya que luchar para
obtenerla. La simplicidad forma innegablemente parte de este proceso. Lo
que significa, como corolario, que si su vida manifiesta los elementos que les
parecen extremadamente duros, o eso puede significar que ustedes aún no
vivieron esta Simplicidad y esta Reversión del alma, o si su vida es aún dura
se debe a que los mecanismos que instalan la Fluidez de la Unidad no están
aun plenamente activos.
Así pues, no renieguen nunca, durante este período, contra lo que puede
parecerles pesado o contrario, a priori, a esto que llamarían la Unidad o la
Simplicidad. Si, ustedes mismos, se vuelven simples, con relación a un
acontecimiento que les aparece como complejo, constatarán, en este Pilar
particular de la Simplicidad (que está también, yo se los recuerdo, en la
cabeza, vinculado al Triángulo elemental del Agua), ustedes descubrirán
entonces que viviendo en este momento presente del Ahora, todo se aclara y
que no hay más de posibilidad, para la personalidad, de interferir con
relación a lo que se manifiesta.
Una vez más, con relación a eso, no hay que, como lo decía Hermano K,
someterse sino acoger un acontecimiento, cualquiera que sea, vivido en la
personalidad, como un elemento viniendo a estimularles en cuanto al acceso
de su Corazón. Aunque este acontecimiento pueda parecerles insuperable,
inicialmente, lo que es insuperable se sitúa, de manera formal, solamente en
el ego, pero ciertamente no en el Espíritu. Entonces, la Simplicidad consiste,
en ese momento, en aceptar un acontecimiento y en dejarle desarrollarse.
Sepan también que las acciones, que se realizan en la personalidad, durante
este período, van a conducirles a un conjunto de consecuencias que podrán
parecerles cada vez más complicadas, mientras que, precisamente, el
establecimiento, en la Unidad, se manifiesta siempre, en su vida, por
elementos de simplificación y simplicidad.
La Humildad fue uno de los elementos que se les desarrolló. El elemento que
está completamente asociado y complementario es, por supuesto, la
Simplicidad. Entonces, la mejor manera para su personalidad de aceptar esta
Simplicidad es, ya, ir hacia una forma de simplificación de su vida y de
aceptar (y de entender) que si algo no les aparece como fluido y fácil,
entonces necesariamente, es la personalidad que actúa, y no él Sí o la
Unidad, en ustedes. Todo lo que es del orden de la Unidad va a simplificar su
vida y va a ponerles en esta fluidez de la Unidad donde el conjunto de los
acontecimientos van a desarrollarse bajo la acción de la Gracia y no bajo la
influencia de la acción-reacción. A menudo, se les ha dicho no desear nada,
efectivamente, porque la que desea es la personalidad. Por el contrario, si
hicieron confianza y si tienen un acceso a esta confianza, por el Abandono, de
su personalidad, a este Êtreté, entonces, en ese momento, las circunstancias
para la simplificación de su vida, para la acción de la Divina providencia y la
acción de gracia, para que todo lo que es necesario para el establecimiento
de su Conciencia, en esta Unidad, incluso, que es el Sí, esté realizada. De no
ser así, van a encontrarse enfrentados, de manera sistemática, a oposiciones
y confrontaciones, a veces cada vez más intensos, durante este período
particular que es, como ya se sabe, un período de yuxtaposición y
confrontación entre la Ley de la Dualidad (acción-reacción) y la Ley de la
Unidad (o acción de gracia). Y estos dos principios pretenden, de una manera
como otra, consciente o no, establecer, en ustedes, su superioridad.
Conviene pues estar perfectamente lúcido y, hasta cierto punto, como eso se
les dijo, ser un perfecto observador de las circunstancias mismas de su vida
actualmente, porque la Luz les habla, ya sea que sepan reconocerla o no.
Como se lo dijimos, la Luz Adamantina está cada vez más presente, su
Inteligencia se hace cada vez más sentir, viniendo a poner, hasta cierto
punto, un término a los comportamientos vinculados a la Ilusión y a todo lo
que está vinculado a la acción-reacción. Esto se juega, por supuesto, en la
humanidad, en las sociedades, en todos los sistemas construidos por el
humano y, obviamente, dentro de su propia vida. Es a ustedes, por lo tanto,
que corresponde ver claramente, con relación a esta Simplicidad que
propone la Inteligencia de la Luz. Entonces, por supuesto, si se colocan en los
Cuatro Pilares, ustedes constatarán, por ustedes mismos, que el conjunto de
los acontecimientos que van a desarrollarse (que eso se refiere a su vida, en
sus distintos sectores) va a hacerse según el principio de la Inteligencia de la
Luz. Pero como se lo dijo el Arcángel Anaël, desde hace mucho tiempo,
mientras no hayan soltado presa, con relación a la personalidad, mientras no
se abandonen a la Luz, no pueden concientizar y difícilmente manifestar, en
su vida, el principio de la Fluidez de la Unidad y la facilidad, y de la
Simplicidad.
Así pues, lo que se les propone será de dos órdenes. De hecho, por eso, de
las modificaciones de las condiciones medioambientales profundas de la vida
del ser humano, cualesquiera que sean estos acontecimientos, si los aceptan,
ustedes vivirán la Simplicidad y la facilidad. Si los rechazan, eso se les volverá
cada vez más difícil a mantener un equilibrio, en la Unidad. Ahora, tienen la
posibilidad, desde ahora y por adelantado, de colocarse bajo esta ley de
Simplicidad, en Hic y Nunc, y de acoger esta Simplicidad y de aceptar que la
Divina providencia actúe en su lugar. Cuando la Luz actúa, actúa siempre de
manera simple, en su vida, y va a ponerles ante un nuevo acontecimiento,
para muchos entre ustedes, que es la rapidez. Este concepto de rapidez,
dentro del espacio-tiempo que viven, va ustedes a aparecer cada vez más
claramente. Un acontecimiento, que actúa bajo la Inteligencia de la Luz, será
extremadamente rápido y se colocará, en su vida, y se implicará en su vida,
de manera extremadamente rápida y fácil. Mientras que un acontecimiento
que es resultante del deseo de la personalidad, no se instala nunca también
rápidamente pero toma un determinado tiempo en su pesadez, con el fin de
obligarles a establecerse en la Simplicidad Interior.
Existe pues una doble dinámica que se aplica, actualmente, que se refiere a
su vida Interior y al conjunto de las manifestaciones de su vida exterior. La
Simplicidad, la Reversión del alma, la Reversión del Triángulo llamado
Luciferino, en el Triángulo del Fuego, esta vez, se acompaña también de la
modificación de las Aguas. Como ya se sabe, existe Aguas de la cumbre y
Aguas de abajo: las Aguas de la Matriz y las Aguas celestes. Las Aguas de la
Matriz actualmente son infundidas por las partículas Adamantinas (Agni Deva
o partículas de Fuego de la Luz Adamantina), que penetran también, por
supuesto, no sólo el aire sino también el agua, haciendo que el agua de
matrices encerradas se transforme en un agua lustral (o agua del bautismo)
que viene a revelarles, hasta cierto punto, y desviarles de la personalidad, si
la aceptan, con el fin de hacerles vivir el Fuego del Espíritu, el Fuego del
Corazón y la Simplicidad.
Les resultará cada vez más evidente que, si actúan con las personalidades,
cualesquiera que sean, todo se volverá extremadamente pesado. Por el
contrario, si dejan actuar la Luz y si se colocan, de fuerte manera, en su
Humildad y su Simplicidad, constatarán que su vida les traerá, exactamente,
lo que es necesario para mantener su conciencia en la Unidad. La simplicidad
es pues un elemento motriz de lo que va a permitir a la Fuente de
establecerse en ustedes, tocar a la Puerta y de magnificar su vida,
permitiendo el último Pasaje en el Êtreté. Las condiciones previas son, muy
exactamente, las condiciones previas que les describimos, con relación a los
Cuatro Pilares (ndr: Humildad, Simplicidad, Transparencia, Infancia). Estos
Cuatro Pilares son los garantes de la estabilidad del Corazón, del
establecimiento en el Corazón. La Humildad y la Simplicidad es un eje, hasta
cierto punto, horizontal, que va a permitir a la Puerta Estrecha ser
franqueada, pasar bajo la influencia y la acción directa de la Luz Cristo, que
viene en su espalda. Entonces, podrán constatar, por ustedes mismos, en su
vida como en su medio ambiente, que, cualesquiera que sean las
circunstancias de su medio ambiente, se convierten en cada vez más
distantes, no en una forma de distanciamiento o denegación, como lo decía
Hermano K sino, bien más, en el transcendencia de eso que se proponen para
vivir su vida. Sólo en ese momento que podrán penetrar el santuario del
Corazón, enteramente.
Aquí. Pues, van a establecerse o sobre algo que fluye de la fuente, o sobre
algo que no fluye de la fuente, en su vida como en su medio ambiente. No
sirve para nada, allí tampoco, de llevar una acusación sobre una persona o
sobre una situación ya que, como ya se sabe, todo lo que ven exteriormente
no es más que una proyección, total, de lo que existe en su Interior. No hay
pues ni verdugo, ni víctima, ni salvador. Hay simplemente el rol que aceptan
desempeñar y que proyectaron fuera de ustedes. Si hicieron cesar toda
proyección, entonces volverán a entrar en la Humildad, en la Simplicidad, es
decir, en el Fuego del Corazón. Es en este período particular, en este tiempo
que se llama reducido, donde el tiempo se deduce, de manera cada vez más
rápida, que se dan más oportunidades de vivir el acceso a la Unidad. No es
por nada. Por una parte, porque la cantidad de partículas Adamantinas y de
Luz es cada vez más densa, por otra parte (como se lo dijimos) porque nos
acercamos, al nivel Dimensional. Estamos al borde de su Dimensión. La
separación entre los planos y el período de desagregación de la trama astral y
la matriz astral se acaba casi enteramente, dándoles a vivir lo que hay que
vivir, hoy, a veces viviendo en la Conciencia ordinaria como una aceleración
del tiempo, circunstancias, acontecimientos, ocurriendo en su vida, como en
la Tierra. Este remolino no se hace para perderles: precisamente está
destinado a permitirles encontrarse. Como eso se dijo, si las circunstancias de
su vida no pueden ya controlarse ni dominarse, ¿qué es lo que permanece?
Simplemente: el Ser Interior (de volverse hacia este Ser Interior, hacia el Sí o
no). Pero lo harán en toda Conciencia. En realidad, la supresión de los
elementos de vida, tal como la Tierra se prepara a vivirlo, sólo se destina a
una única cosa: hacerles vivir el Sí. No hay ningún castigo, hay ninguna
remuneración. Hay exactamente el establecimiento de la Luz, que va a
permitirles establecerse en la Luz, o no, según su libertad.
He aquí los elementos que tenía que darles, con relación a la Simplicidad.
Muchas cosas ya se han desarrollado, que eso sea por algunas Estrellas o por
algunos otros Ancianos, en particular por el Maestro Philippe de Lyon,
Melquizedec de la Tierra. Por mi parte, venía a volverles a poner este
elemento del Agua. Recuerdan: el agua se infiltra por todas partes y el agua
es simple. El agua se pasa siempre hacia el punto el más abajo. El agua (tal
como la ven sobre este mundo) no va desde la parte baja hacia arriba. Va
desde la cumbre hacia abajo. Esto es a ustedes les corresponde, en su
Conciencia, a penetrar en vuestras profundidades, en lo que llamaría las
Aguas de su inconsciente, no para explorarlas sino para dejarles
transmutarse, por la Gracia y la Inteligencia de la Luz. Entonces, a través de lo
que se les propone, en todos los sectores de sus vidas, ustedes tienen (hoy y
en las semanas que vienen) los mejores medios de acceder a la Unidad, de
acceder al Fuego del Corazón. Cualesquiera que sean estas circunstancias,
que les estén propias o que sean colectivas, no existe mejor oportunidad que
lo que se les propone vivir en este mundo.
Aquí, mis Hermanos y mis Hermanas, las simples palabras que tenía que
pronunciar, sobre esta Unidad, esta Simplicidad, esta Humildad, esta
Simplicidad, este Ahora que les es a vivir, porque efectivamente, para
muchos entre ustedes, un acontecimiento, llamado traumatizante, bajo el
sentido de la personalidad, es lo que va a pedir a su Conciencia a colocarse,
enteramente, en el momento presente, en el Hic y Nunc, no para reaccionar
sino para apreciar el choque en sí mismo, que puede ser, para cada uno de
entre ustedes, él saludo de su Eternidad. Así presentado, van a comprender
mucho mejor este período final del Apocalipsis, de la Revelación, tal como la
había presentado cuando fui San Juan. Es muy exactamente lo que ya se
despliega, desde hace unas semanas, sobre la Tierra. Recuerden que las
circunstancias del país donde están son mucho más ligeras que las que deben
vivirse, por el momento, en otros países. Pero que, allí también, el lugar en
donde están se condiciona, por supuesto, para lo que es, para ustedes, lo
más facilitador, para vivir el Abandono a la Luz.