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En este escrito se desarrolla el por qué los niños al entrar a la pre adolescencia se
retiran de nuestras iglesias. ¿Cuáles son los factores que influyen para que ellos
se aparten? ¿Cuál es el origen del problema? También desarrolla algunas
propuestas de solución para recuperar la niñez que de una u otra razón se han ido
como el hijo prodigo. Una gran cantidad de los niños de nuestra iglesia, cresen en
ella, pero cuando entran a la pre adolescencia se apartan. Algunos de ellos se
pierden en vicios en el mundo, otros simplemente no asisten a la iglesia, sin
embargo ambos grupos urge alcanzarles para Jesucristo.
Jesús dijo: “Dejad venir a los niños a mí y no se los impidáis; porque de los tales
es el Reino de los cielos” (Mateo 19:14). Es el deseo de Jesús salvar a los niños
por lo tanto nosotros estamos llamados a cumplir la visión y el deseo de nuestro
señor de alcanzar a los perdidos; entre ellos los niños para pastorearles y
conducirlos al cielo al igual que a los adultos, solo que a ellos usando otras
estrategias y principios acorde a la edad y el contexto donde se desarrollan.
Objetivo general
Objetivos específicos
Examinar las causas que llevan a un niño preadolescente apartarse de la
iglesia local tomando en cuenta el testimonio de los padres, pero también el
punto de vista de los niños, para la restauración espiritual de la niñez.
Mostrar a grandes rasgos los peligros que la niñez de nuestra iglesia
enfrentan, con el fin de dar una respuesta concreta para la edificación de la
iglesia infantil.
I. Problema central:
Ante esta grave situación que se puede decir que enfrentan la mayoría de las
iglesias cristianas; en este escrito se desarrollan las siguientes propuestas que
ayudaran a activar tanto a los padres, los ministros, liderazgo e iglesia en general
para cuidar mejor a la iglesia infantil.
1. Estimular a los ministros a poder ver como los niños se pierden en vista de
toda la iglesia.
2. Elaborar un plan integral enfocado en ganar, consolidar, discipular a la
niñez de modo que sean ellos también parte de ese plan para ser
entrenados y ser enviados a desarrollar sus habilidades y dones, siendo
así parte de la gran comisión de la iglesia.
3. Realizar retiros, congresos, seminarios con las familias donde se les pueda
ministrar y hacer conciencia de la gravedad de esta situación.
4. hacer eco en el corazón de los padres a retomar las disciplinas morales y
espirituales y reconocer actuar con responsabilidad ante el cuidado,
atención y formación de sus hijos organizando retiros, y discipulados
especiales para padres de familia.