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REFLEXIONES 2022

AGOSTO 8

SOBRE LA SALUD INTEGRAL

1ª. Tesalonicenses 5:23-24

“Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser -espíritu, alma y cuerpo-
sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el
cual también lo hará.”

En los días pasados, hemos estado hablando acerca de temas relacionados con sanidad interior,
temas como el perdón, el rencor, el resentimiento, problemas familiares, entre otros; todos estos
temas nos adentran a algo que llamaremos salud emocional y que va dentro de la salud integral,
tema del que hablaremos esta semana.6*-

La persona que posee salud integral cuida el desarrollo de todo su ser. Se esfuerza constante y
fielmente para mantener saludables la mente, el cuerpo, el espíritu, el alma y las relaciones
sociales.

A mis 30 años, fui diagnosticada con Diabetes mellitus tipo 2, por un momento, me sentí que era
defectuosa, incapacitada, de cierto modo no me gustaba que muchos lo supieran, ya que esta
enfermedad me colocaría en una posición de vergüenza por no cuidar mi salud, honestamente me
entristecí, a pesar de que todas las demás áreas de mi vida estaban en orden, ese hecho me hacía
sentir incompleta, no plenamente satisfecha.

Con frecuencia caemos en la trampa de creer, erróneamente, que hay razones por las que no
podemos disfrutar de salud integral, al menos no por ahora. El escritor Kerr escribió que “la salud
integral no es un don que se otorga sólo a algunos afortunados; más bien, es algo que logran
aquellos que deciden encarar de frente los desafíos de la vida”.

Esta salud integral la logramos obtener cuando aprendemos a ver los obstáculos no como murallas
sino como vallas que podemos saltar y alcanzar nuestro potencial.

La salud integral inicia al reconocer nuestras limitaciones y verlas como una oportunidad o un reto.
Así que esta semana, haremos énfasis en decisiones, acciones y disciplinas que nos llevan a esa
salud integral, manteniendo una relación saludable con nosotros mismos, con el Creador, con las
otras personas y con la creación.
Aprenderemos a ver la salud integral como un regalo de Dios, pero también una decisión que
tomamos. Tenemos que tomar decisiones y realizar acciones que nos lleven de donde estamos a
donde queremos estar. Enfocarnos en el presente y futuro, no dejando de lado el pasado.
Aprovechar este tiempo, el hoy y cada momento como una oportunidad de crecimiento.

Busquemos plenitud en Dios y procuremos la salud integral en cada momento del día.

Dra. Eunice Zaragoza Leal.

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