Jhony Alejandro Mavisoy Villota

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La marihuana no siempre es como la pintan

Estando a casi un mes de la posesión del nuevo presidente de la República Gustavo

Petro muchos temas vienen otra vez a la mesa de discusión puesto que desde su
campaña viene promulgando el ‘cambio’ para nuestra sociedad y el tema de la
legalización y regulación de la marihuana sería uno de esos tabús que podrían
tomar otro camino como ya se está viendo alrededor del mundo.

Pese a que en la región el primer país en legalizar producción, tenencia y consumo

fue Uruguay, su ejemplo no ha dado pie para que la discusión en los demás países
tome fuerza y con ello también suele prohibirse el uso medicinal de la marihuana
que en ciertos casos ayuda mucho a tratar los síntomas de enfermedades que con
la medicina común es muy difícil como el síndrome de Tourette o ataques epilépticos
entre otros.

Para nuestro caso una regulación de la venta y consumo de la marihuana podría

traer múltiples beneficios no solo pensando en los usos medicinales de esta sino
también pensado para disminuir su microtráfico y por ende quitarle terreno a los
grupos ilegales para que les sea lucrativo este negocio. Con un panorama de
posibles cambios en este aspecto debería pensarse bien de qué manera debería
regularse la posible venta de productos derivados del cannabis tratando de
mantener un orden estricto en ello y también pensando en poder llegar a la mayoría
de actuales consumidores en nuestro país, podríamos tomar de ejemplo el modelo
usado en Países Bajos, adecuar y controlar sitios en los que sea legal el consumo
de marihuana y subproductos de ella teniendo el control de quienes ingresan con un
mínimo de edad y manejando una línea de abastecimiento que también debería
manejar el gobierno, controlar las cantidades de su consumo y demás variables
para que no se abuse de ello pero también tener un margen que siga siendo
atractivo para los consumidores.

También podríamos hablar del aspecto económico en esto ya que si bien al inicio
deberá invertirse mucho dinero para dar inicio a una política de consumo legal esto
podría abrir nuevas puertas a la economía y nuevas opciones de emprender para el
futuro por ejemplo la creación de marcas que fabriquen artículos para el consumo,
produzcan alimentos cannabicos o en un lado más alejado el cultivo de cáñamo
como opción sostenible para la producción de textiles. De todo esto se podría sacar
mucho dinero en impuestos y habría mucha generación de nuevos empleos que
benefician a nuestra economía.

Aunque la creación de una legislación para el caso anterior podría no terminar con
todos los problemas que cargan por el narcotráfico y sus consecuencias, podría ser
un buen comienzo para empezar a eliminar de nuestra sociedad esos calificativos
de que ‘no se debe probar ni una sola gota de vicio porque eso le abre las puertas a
los demás’ y aunque estemos aún lejos de tratar la legalización de otras drogas
‘duras’ siempre es bueno tener en el historial la experiencia de que ya se trató de
arreglar un problema que no se podía ni mencionar.
Jhony Alejandro Mavisoy Villota
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