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ALVAREZ
EL PRINCIPE DE HIELO
Hasta que la conoció a Ariel Kron, una mestiza y joven rebelde que entro a
su mundo y se convirtió en su fuente de calor y alegría, la única persona que
podía derretir el hielo de su alma y encender su pasión.
Capitulo 1
Mirando a escondidas
En el presente.
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Aún sentía sus labios ¿Como podía olvidar la suavidad de ellos, su dulce
presión cuando los había sentido? Cuantas noches había soñado con besarlo,
pero nada la había preparado para la pasión y dicha que sintió, su sabor, la
forma en la que la completaba, en sus brazos era una mujer bella y
deseable, no una mestiza o un marimacho. No sabía cómo sobreviviría sin él.
-¡Insolente! ¡Quiero que lo dejes de buscar! Una mestiza como tú, una mujer
que sin clase, ni porte no me sucederá, primero preferiría que mi hijo
muriera antes de que tenga algo que ver contigo. Cualquier mujer con la que
decida casarse con él será aprobada por el consejo blanco y tú nunca serás
aprobada. Aunque estoy segura de que Gregory nunca dejara su ambición de
ser Rey por ti.
Solo con pensar en eso se le rompía el corazón, no podía pedirle que
renunciara a ser Rey. Sin embargo, tampoco podía conformarse con ser su
amante, solo pensar de verlo con otra mujer la llevaba a la locura.
Recordó por un momento a su madre que para protegerla casi nunca hizo
pública su relación con su padre, no quería pasar por lo mismo, no deseaba
ser un fantasma en la vida de él.
-Está bien. Solo revisaba que se encuentre bien, si buscas a Gregory está en
su despacho con Lord Castro, el concejo Blanco lo mando a llamar, quiere
una explicación de lo que ocurrió ¡Ahora si les importa Sivcar! Aunque
cuando estaba el país en peligro se fueron a Dumar, ni siquiera hombres
para luchar mandaron.
15 años antes.
Cuando llegaron vio un hermoso palacio de cristal lleno de varias flores raras
y otras extrañas cosas, Ariel se le olvido de la picazón, lo único que quería
era explorar su nuevo hogar, mas su madre le sostenía su mano y la miraba
con atención, como sabiendo sus intenciones.
Unos hombres vestidos de blanco, con trajes elegantes y caros hablaban con
su padre ¡Que cambio de expresión! En unos minutos de alegre y encantador
a alguien peligroso y dispuesto a matar. Ariel y su madre se acercaron
preocupadas cuando estuvieron a una corta distancia alcanzaron a oír.
Un hombre calvo y con una gran barriga hablo -¡Lo sé! Sin embargo, nunca
nos especifico que su mujer fuera un ai. Pensamos que murió hace mucho,
su hija es mestiza ¿No es cierto?
Mestiza era una palabra que Ariel no había oído, pero no era bueno, su
madre estaba a punto de llorar. Ella apretó más su mano.
El hombre gruñó pero no dijo nada. Su padre dejo de hablar con el hombre
gordo y se acercó a ella y a su madre.
-¡Ten fe amor! Voy hablar con la reina aún hay una salida.
Horas más tarde estaban en el palacio real Nicolás Kron sería el tutor oficial
su alteza el príncipe Gregory. Les dieron unas habitaciones en la tercera
planta. A pesar de que había mucha gente, se sentía extraña en ese mundo
nuevo, su madre casi siempre quería que estuviera en la habitación, que no
hablara con nadie pero cuando se descuidaba ella salía a los jardines
necesitaba aire fresco.
Eran como las 5 de la tarde cuando vio a dos muchachos. Uno tenía 15 años
y el pelo negro y ojos violeta, corría con un caballo blanco hermoso pero
quien le robo el aliento parecía un príncipe de los cuentos que su madre le
leía, tenía el cabello plateado y algo en él le llamaba la atención, desde la
manera de cabalgar o hasta cuando el viento despeinaba su cabello
rebelando sus hermosas facciones, parecía un ángel.
Ariel quiso ser una artista para pintar y trazar ese bello rostro, mirar esos
ojos hasta perderse. Los vio correr, el joven de cabellos negros venció
fácilmente pero algo en la expresión de su príncipe le decía que nunca se
daba por vencido, aun seguía escondida en los matorrales cuando los oyó
hablar.
-Su madre quiere que vea al canciller - La triste mirada de Gregory ablandó
Cristian Darius, el príncipe era lo más cercano a un amigo - Bueno, pero que
sea una carrera rápida.
Desde ese día Ariel iba ver a su príncipe, el niño de cabellos plateados, era
su único consuelo ya que casi nunca podía ver a su padre, estaba demasiado
ocupados con sus experimentos y trabajo. Estaba cansada de no tener con
quien jugar o hablar, de estar siempre estudiando sola, sin embargo, lo que
más le molestaba era esconderse de la princesa Yusbel y sus amigas.
Solo una vez intentó acercarse a ellas y fue recibida con insultos y burlas,
especialmente de Elisa Castro, que cada vez que la veía la agredía diciéndole
monstruo o anormal, había llegado hasta botarle basura o escupirle. Desde
que la conoció, Ariel tuvo que aprender a pelear.
Por eso su único consuelo y alegría en ese mundo tan gris era él, esa tarde
se demoró ayudando a su madre a ordenar la ropa, salió corriendo sin ver a
donde iba cuando choco con Elisa, Ariel maldijo, hoy tendría que pelear, lo
único que esperaba fuera que no la hiciera sangrar o rompiera de nuevo su
ropa. Pero Elisa, junto a otras niñas que eran compañeras de la princesa, le
acorralaron - ¡Arruinaste mi vestido! ¿Qué voy hacerte por eso? Necesitas un
castigo, monstruo despreciable - Diciendo eso Elisa y sus amigas empezaron
romperle el vestido, mientras la sujetaban.
Ariel se soltó y lo primero que hizo fue lanzarse como una loca encima de
Elisa, las otras chicas trataron de quitarla de encima pero no podían. Gregory
estaba harto de las clases y de las horas en las que trataba asuntos de
estado, ¡Por la diosa! ¡Solo tenía 10 años! Su único alivio era montar a
caballo y su madre ya lo había amenazado que le gustaba demasiado, que
sería mejor dejarlo sin caballos por un tiempo.
Así que, con gran pesar iba dejar de montar sus dos horas y bajar solo a
una. Cuando regresaba a la caballeriza vio que se desarrollaba una pelea
aunque, no era entre niños sino con chicas, se acercó a ver qué pasaba. Miro
a Elisa tirarle tierra en los ojos a una niña muy pecosa y de cabellos rojos, su
vestido estaba completamente roto, le habían roto la nariz y tenía varias
magulladuras en la mejilla. Él se acerco ayudarla y ella lo golpeo tan fuerte
que lo tiro al piso. Ariel a pesar de que no podía ver se sentía victoriosa,
había golpeado a alguien, cuando por fin pudo ver se quedo fría ¿Cómo había
podido hacerlo?
Capitulo 2
Enfrentamientos
Siempre había deseado y temido ser Rey, sin embargo, ahora tenía confianza
en futuro mejor, sabía que podía ser el Rey que su pueblo necesitaba y más
que todo por ser el hombre que Ariel esperaba que fuera, por ella lo lograría.
Ahora que tenía su corazón, en este momento que se había atrevido amarlo,
nada podía detenerlos, nadie los separaría por más fuertes que fueran sus
enemigos.
Iba enfrentar al primero de ellos, a Lord Castro, que pidió una audiencia
urgente, lo más probable era que venía a quejarse de que habían confiscado
las propiedades y el dinero a los miembros del consejo blanco y a los nobles.
Pronto objetarían su posibilidad de ser Rey por la elección de su compañera,
desde siempre Lord Castro ha querido que su hija sea Reina y esposa de
Gregory.
-¡Lord Castro que milagro verlo! Creí que estaba escondiéndose en Dumar -
Respondió Gregory indiferente mientras se sentaba.
El hombre se puso rojo – Majestad, como uno de los líderes del consejo
blanco era mi deber protegerme.
-Yo creí que su deber, al igual que él mío era cuidar del pueblo de Sivcar,
aunque lo más probable es que sea uno de los muchos puntos en los que no
estamos de acuerdo.
-Cómo miembro del Consejo Blanco me gustaría saber que fue lo que paso
¿Cómo murió el rey Nando y si su hermana está implicada? ¿Quién era el
Kut?
Gregory se puso muy triste cuando lo oyó hablar de su hermana, había
pensado por un momento que ella era responsable de la muerte de su padre
y era en realidad había sido Marina quien los había engañado a todos. Su
hermana después de Ariel era una de las personas que más amaba, a pesar
de que su madre trató de separarlos nunca pudo. La entrada de Darius a su
despacho lo alejo de sus pensamientos.
-Majestad, Lord Castro. Es un placer verlo ahora que creía que consejo
blanco nos había abandonado.
-Un kut fue liberado y terminamos con él pero antes mato a mi padre y
estuvo a punto de conquistarnos y si lo hacía ni en Dumar hubieran estado
seguros - Gregory respondió a su pregunta anterior con desgano.
-¡Pensé que estaban extintos! ¿Ya ve? por no matar a los ai, su irresponsable
proyecto majestad casi nos cuesta Sivcar, creo que debemos seguir como
estábamos.
-¡La piedra ya ha sido restituida! De imponer el orden creo que no hay nadie
más eficiente que Ariel Kron para ello, si es que no se convierte en su Reina,
no tengo más que decir, solo esperó la decisión de su majestad y del
consejo.
-No es usted el único miembro del consejo blanco Lord Castro, mi vida
privada no se discute, quien elija de compañera es mi asunto y de nadie
más.
-¡Tenga cuidado Lord Castro ahora soy el Rey! Y no humille a Ariel Kron o
lamentara.
-Aún no es coronado majestad, puede que haya un mejor hombre para llevar
ese puesto.- contesto Lord Castro mirando a Darius.
Cristian Darius estaba satisfecho ¿Eso era lo quería o no? Ser rey era su
único propósito en los últimos años. Estaba a un paso entonces de lograrlo y
entonces no entendía la razón porque se sentía tan mal, como un traidor. Las
palabras de Gregory hicieron que volviera poner atención a la conversación.
-Sí, su majestad.
Necesitaba reponer fuerzas, estaba cansado, su único alivio era saber que
pronto se encontraría en los brazos Ariel. Cuando entro en su habitación
encontró una nota, le faltaron fuerzas, se mareó, se arrimó a la puerta y la
leyó sintiendo que su corazón dejaba de latir.
Te amo pero no puedo seguir contigo. Es mejor para los dos que me vaya.
Perdóname
Ariel.
Ariel caminó sin rumbo fijo hasta que vio donde sus pasos la habían dirigido,
se encontraba en el pasillo que daba al dormitorio de Gregory, sin saber que
hacer suspiro, no podía dejarlo, no podía seguir con él.
Capitulo 3
Viejas amistades.
Annia estaba enojada consigo misma, Razvan solo le había hecho perder el
tiempo, por lo menos saco la identidad del enmascarado, antes de irse le
agradecería que la liberó de una vida como esclava, se divirtió en pensar que
era una mujer como ella y se llamaba Ariel Kron.
-¡Lulú! ¡Entra! no te vas comer ese gato - Decía una voz familiar.
La de su amiga y prima Rebeca Zor, que era una mujer de pelo castaño
claro, bajita y con grandes lentes que cubrían unos hermosos y expresivos
ojos verdes. Ella estaba ahí gritando a un gran perro de color dorado que
estaba acorralando aun pobre gato.
Rebeca respondió a su abrazo con mucha alegría- ¿Annia qué haces aquí?
-Yo lo pregunte primero.
-Vendí unas flores y uno experimentos, creí que necesitaban mi ayuda con el
arquic y quería comprobar que las bombas que hice solo fueran utilizadas en
monstruos, así que vine con mis experimentos y mis niñas - Señalando a la
perra.
- ¿Y Algus?
Rebeca algo preocupada le respondió - Gracias ¿Pero qué haces aquí? ¿Está
enterado mi…?
-¿Qué vas hacer Annia? - Dijo Rebeca temblando por la respuesta. Su abuelo
era un desalmado. Miro a su bella perrita ladrando al gato sin hacer caso a
nadie y freno imágenes de su violento pasado.
-Es una gran hechicera, una Dama Blanca. Cual sea su significado, cometió
el error de convertirse en la mujer Arik. ¿Lo recuerdas?
-Si ese chico eran tan dulce, creo que estaba un poco enamorado de ti.
-Eso fue hace tiempo - Dijo Annia con tristeza - Ahora está enamorado de
una estúpida y desabrida blema, tanto que desafió a Ignacius y se fue con
ella.
-No, sabes que soy curadora. No puedo matar, ni deseo matar a nadie.
-¡Entonces te dejo! cuídate Beca.- Se despidió Annia un poco desilusionada. -
Tengo que cumplir una misión hoy.
-¡No puedes impedirlo! Si no quieres que Ignacius sepa que sigues viva y
donde estas ¡No me molestes prima! - Después de pronunciar esas palabras
Annia salió corriendo.
Rebeca no sabía que pensar, Annia no era una asesina, no iba dejar que su
abuelo la convirtiera en eso. Dejo un campo de fuerza protegiendo a su perra
y salió corriendo en busca de su prima.
Darius aún pensaba en la reunión que tuvo con Gregory sintiendo asco de sí
mismo, Lord Castro ya planeaba ayudarlo a ser Rey y casarlo con la mimada
de su hija Elisa, se preguntaba el motivo de porque se sentía así, ¡Debía
estar feliz! Desde el asesinato de sus padres cuando tenía cinco años por los
ai, se juró no amar a nadie más, que el destino de los demás se fuera al
caño mientras estuviera seguro, si tenía poder y riqueza nadie podía tocarlo,
nadie podía amarlo y herirlo.
Cuando caminaba decidiendo a donde ir choco con la mujer más extraña que
había visto, tenía el pelo castaño y ojos verdes, vestía un pantalón holgado
negro y una blusa de cuello tortuga negra pero aunque su ropa era fina
limpia, estaba llena de pelos dorados.
-¡Disculpe!
***************
Ariel se había sentado solo por dos minutos cuando el gato que estaba entre
sus manos se escabulló, se paró para alcanzarlo pero lo dejo ir y se quedo
mirando la puerta como hipnotizada. En ese momento se abrió mostrando a
un Gregory desencajado y angustiado.
Los dos se quedaron viéndose, evaluándose, deseándose, con miedo de
moverse.
Unos minutos después Ariel sin decir ninguna palabra se lanzó a los brazos
de Gregory, sin importarle nada, solo estar en los brazos del hombre amaba.
El príncipe le abrazo y la consoló, sin pedir explicaciones, ahora que estaban
juntos todo era posible.
Capitulo 4
Algo extrañó
Annia estaba en el pasillo, miraba hacia la puerta con la daga en las manos
sin saber qué hacer. Veía al guardia apostado en las habitaciones, soltó en
cuchillo con un suspiro, no era una asesina, sintió una respiración atrás, era
Rebeca cansada de haber corrido persiguiéndola.
-¿Lo hiciste?
-¿Qué voy hacer ahora? Ni bien lo sepa nuestro abuelo ¡Querrá matarme!
Cuando estaban a punto de irse, caminado al pasillo para bajar las gradas
hacia los pisos inferiores, oyeron un grito. Rebeca giró y fue donde oyó el
grito. Encontró el corredor totalmente congelado y a un soldado convertido
en una figura de hielo, asustada camino para ver mejor al hombre, Annia
estaba atrás de ella.
-¿Qué paso?
-¿Y que decía en él... - Annia no pudo continuar, se quedó paralizada al ver a
un hombre vestido completamente de blanco, con cabello negro y unos
impresionantes ojos violeta ir a hacia ellas.
Darius vio a las ai. Reconoció a la extraña mujer que choco con él. ¿Ella fue
la que hizo eso?. Fue a revisar a Diana para ver si se encontraba bien,
Dormía plácidamente, fue al pasillo a examinar al hombre, calculaba que solo
tenía cinco horas de vida. Lo mando a la enfermería a ver si Otto su padre
adoptivo, podía hacer algo.
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-¡Malditas mujeres! Son una raza inferior que solo sirven para dar hijos y
problemas - Se dijo. Tendría que entrar en acción y matar al híbrido.
Ariel que estaba en los brazos de Gregory, se sintió levemente mareada, un
frío recorrió su cuerpo indicándole que se acercaban problemas, se aferró
más Gregory que le dio su amor, su calor y la beso prometiéndole
protegerla.
Annia y Rebeca pudieron esquivar a los hombres que las persiguieron. Rieron
aliviadas sintiéndose a salvo, fueron a donde se hospeda la curadora
metieron a su perrita y entraron al cuarto.
Rebeca y Annia no sabían que pensar o decir. Solo estaban seguras de que
tenían un gran problema.
Capitulo 5
El encuentro
Yasmín era una de las personas que más odiaba, era una bruja tonta y
maliciosa, su hermana era una santa comparada con esa vieja insensible y
ruin quien siempre la había humillado desde pequeña y sabía que lo
intentaría de nuevo.
Gregory ardía por dentro, sin embargo, no quería mostrar debilidad a su tía.
Bostezo, se cubrió la boca y con frió desdén dijo.
-Eres todo eso y más - Dijo arrugando la nota en la que se despedía.- No voy
a de…
Fue interrumpido por un beso apasionado de Ariel, que se dio cuenta que le
importaba un pepino lo que pensara la vieja urraca.
-¡No dejaré que te vayas Ariel! -Dijo, mirándola a los ojos, hipnotizándola.
Ella con la voz ronca de deseo y un poco avergonzada contesto.
Unos ojos como plata fundida la fulminaron y con voz ronca le dijo al oído. -
Te quiero en mi cama, junto a mí como mi compañera ¡Te quiero de todas
las formas posibles que imagines y las que no puedas imaginar! Ariel no hay
momento en mi vida que no estés tú, he soñado con tocarte así desde que
tenía 13 años. Sé que debería esperar hacerlo más romántico mas no puedo
- Contesto abriendo otro botón.
-¡Es verdad! ¿Sabes que soñaba con hacer esto todas las noches? - Dijo
besando la tira de su sostén negro, luego la retiro un poco y probó su piel
blanca y pecosa.
Gregory no era el hombre frió que tomaba decisiones sin ni siquiera temblar.
Era un hombre apasionado, enamorado, con miedo de perder a la mujer que
amaba pero decidido a luchar por ella con todas las armas que poseía, contra
todos para tenerla a su lado.
Ariel sintió como lamía él su otro seno encima de su sostén, gimió cuando
fue a su cuello y luego volvió a su boca. Se retiró a besarle su cuello y aspiro
su cabello.
-Amo tu olor amor, hueles a frutillas. Te amo tanto Ariel que temo despertar.
-No estás soñando -dijo besándole la oreja y mordiéndola suavemente - ¿Lo
ves? No me dejes Gregory, no ahora que he saboreado tus besos.
Ariel temblaba, era virgen, nunca había estado con un hombre, miles de
veces se había tocado soñando con Gregory pero nunca imagino sentir tal
placer y sentir tanto miedo a la vez, era peor que enfrentarse a un kut.
-Te he amado desde siempre, no podía estar con otra, era mentirme Ariel, tú
siempre serás la única que este en mi cama, en mi vida y en mi corazón.
-¡Te deseo tanto! Hay demasiada ropa aquí ¿Puedo? - Dijo quitándole su
blusa.
-¡Eres tan bello como un ángel! Podrías tener a una mujer mejor que yo.
-Soy virgen, no tonto ¿Vamos a ver que hay aquí? - Dijo quitándole las botas
y sus armas, luego llego el turno del pantalón de cuero hasta que Ariel solo
tenía una minúscula tanga negra. Él se abalanzó sobre sus piernas y chupo
entre ellas como si degustara un manjar - Esto mejor que en mis sueños -
Susurro quitándole la tanga y volviendo a chupar su centro.
Ariel agradeció a la diosa tener un hombre tan bello en su vida, que le amara
tanto como ella a él. Toco su cuerpo con timidez, luego se acercó a su pene y
lo acaricio.
Él solo asintió.
Ella lo tomo solo como en sus sueños más lascivos. No se imaginó el placer
que se había perdido. Él gemía, si seguía así pronto se correría en su boca.
Ella leyó su pensamiento y se puso encima de él y lo monto como si
estuviera domando un animal salvaje, poseyéndolo, amándole y dándole su
alma entera.
Gregory nunca se había sentido así de feliz, tan completo, llegaron al mismo
tiempo al orgasmo, luego se abrasaron perdiéndose en los brazos del otro sin
saber que peligros asecharían mañana, pero seguros que podrían
enfrentarlos.
Capitulo 6
La pelea
15 años antes.
Con lágrimas en los ojos y llena de furia se lanzó a pegarle, quería sentir su
sangre entre sus manos, que le implorara perdón. Le lanzo un puñete que le
golpeo el ojo. Gregory se quedó sorprendido ¿Que le pasaba a esa loca? Si
quería pelea la iba tener, sin importarle que fuera mujer. Cuando intento
volverlo a pegar la golpeo en estomago, luego le jalo el pelo y la lanzo al
suelo.
Volvió a tomarla del pelo y le arranco unas mechas, luego le dio un puñete
en la nariz sacándole sangre. Ariel llena de dolor se tiró al piso. Gregory fue
a mirar como estaba, cuando ella a traición le dio un golpe en la boca que le
rompió el diente.
Dairus había estado siendo distraído por la Princesa Yasmín cuando oyó el
ruido de golpes y gritos, fue corriendo a separar a los dos niños, que a pesar
de un sin número de soldados que veían el espectáculo, nadie intento
calmarlos o distanciarlos.
Desde la ventana vio a la Reina Lilith sonreír y supo que sería alejado de
Gregory, la Reina había encontrado un nuevo reto para su hijo, con pesar
separo a los dos niños. Ordeno llevar a la pelirroja a donde su madre y él
llevo a Gregory a la enfermería.
La chica entendió que no tenía salida, protestaba aunque era en vano pero
por lo menos podía quejarse. Ya encontrarse en el palacio era malo, recibir
clases con el príncipe sería horrible, si bien solo estarían los dos en ocasiones
tendría que ver a la protegida de la princesa Yasmín, detestaba a Elisa
Castro con todas sus fuerzas y peor ahora que también sería compañera de
estudios de la princesa Yusbel.
A la mañana siguiente fue a clases con un vestido sencillo color gris, el aula
donde estudia Gregory era frente a donde estudia su hermana. Solo por unos
momentos los dos niños se veían y sonreían de lejos, por orden de la Reina
les era prohibido hablar o hasta escribirse, la Reina consideraba que Gregory
era dependiente del amor de su hermana y ese sentimiento lo haría mal Rey.
-¿Cómo pudiste entrar pequeña pordiosera? ¡Vas a ver cuál es tu lugar! Aquí
solo estudian los hijos de nobles ¡No basura como tú!
Cuando llamaron a los soldados para botarla y Ariel estaba histérica gritando.
El maestro de Ciencias de Gregory explicó que ella debía ser su nueva
alumna.
Un soldado le entrego las tareas que debía cumplir para el otro día, se quedo
sola aparte con sus libros y con rabia hizo sus deberes.
Al otro día fue a clases con un ridículo vestido amarrillo chillón con tomate y
tiras verdes, pasado de moda lleno de vuelitos y otras cosas horribles. Ariel
se sentía enferma de utilizar esa ropa pero sabía que tenía que hacerlo por
sus padres, caminó siendo objeto burlas.
Gregory estaba ansioso por ver a su hermana y por increíble que fuera
quería ver a la pequeña pelirroja. Cuando llego todos se burlaron de ella,
entro al aula con deseos de llorar, pero con la mirada altiva se sentó en
silencio.
Ariel juro que le pagaría por esa humillación y tuvo su venganza antes de lo
esperado, el príncipe se equivocó al conjugar los verbos y ella lo hizo
brillantemente tanto que el profesor la elogio. Desde ese momento, se
peleaban por ser el mejor, Ariel se pasaba todas las horas del día pensando
en cómo superarlo y si no podía lloraba de rabia y Gregory no se quedaba
atrás, era una guerra en donde pobre del que intervenía.
Así pasaron algunos meses Ariel aguantaba las burlas de Elisa, las
humillaciones de la princesa Yasmín venciendo a Gregory o intentándolo.
Gregory por más que no tenía amigos y extrañaba a su hermana y a Darius
por primera vez no se sentía solo, siempre estaba su monstruo pelirrojo
retándolo.
La niña apenas podía evadir la coses del animal y por más que intentara no
podía huir, cuando pensaba que la iba golpear y matar oyó la voz de
Gregory.
Ella con miedo, pero aun más furiosa con él, culpándolo de todo fue al
establo. Gregory la esperaba acariciando a su caballo negro, él ni siquiera
regreso a verla aunque sabía que estaba ahí.
Molesta de ser ignorada tosió a ver que hacía, él le indico que se acercara y
acariciara al animal, Ariel lo hizo con miedo, había momentos que su mano
se encontraban y un toque de electricidad recorría todo su cuerpo.
Estuvieron así un buen rato luego Gregory saco al animal a correr sin ni
siquiera despedirse.
Así pasaron tres años hasta que una noche él la tomo de la cintura y
cabalgo con ella, esa noche Gregory sabía que por su tía Yasmín convenció a
su madre que era nefasto que siguiera siendo compañero de ella.
Capitulo 7
La reunión
Ariel se despertó en brazos de Gregory, aún no podía creer que fue su mujer,
por lo que le había dicho a su tía, pronto seria su Reina. ¿Ella Reina? era una
de las cosas que más la aterraban pero ser la compañera y esposa de
Gregory era algo más allá de cualquier sueño que se había permitido, verlo
desnudo su lado era tan mágico y sensual que el mejor de sus sueños.
Ariel lo beso y se perdió entre sus brazos, dejando sus dudas para otro rato.
**********
Darius apenas había dormido, se despertó furioso con un dolor que le partía
la de cabeza, todos sus planes se le habían ido a pique. Cuando atrapo a
esas dos mujeres estaba seguro de que había cazado al responsable del
ataque y congelamiento a su soldado pero al interrogarlas solo había sacado
un dolor de cabeza, pulgas y comerse uno que otro pelo de perro suelto.
Estaba enojado con todo el mundo y lo maldecía, ¡Si pudiera matara a los ai
con el pensamiento en especial a sus mujeres! Fue a bañarse y quitarse con
la ducha la furia que le carcomía por dentro, sin embargo, su mente iba una
y otra vez a sus recuerdos de la noche anterior.
Todo comenzó muy bien, logro que las dos jóvenes se asusten al verlo
esperando en la habitación donde se escondían, solo había llegado unos
minutos antes pero el efecto que causo en las dos no tenía precio.
Annia Zor confeso rápidamente había venido dispuesta matar Diana Arauz,
aunque se acobardó, había sido mandada por su abuelo el legendario
Ignacius Zor, Darius estaba a punto de saltar de alegría, desde que tenía
cinco años quiso vengare del asesino de sus padres, recién a los 25 años
pudo saber la identidad de quien planeo matarlos y sus razones para ello.
Se dio cuenta que estaba equivocado cuando Rebeca Zor abrió la boca y se
transformo en una víbora, le reclamo que las interrogara en su casa, que se
adueñara o le hiciera algo a sus mascotas pero lo peor llegó luego, cuando
tuvo el descaro de preguntarle lo que sabía del hombre congelado.
Darius había organizado una pequeña reunión con Gregory para informarle
de lo ocurrido, sin ni siquiera invitarle a Rebeca, iba a ir con Annia, convoco
a Otto, Magda y hasta Garnier que no tenía nada que ver con el asunto a ir.
El hechicero había discutido pero Rebeca no le hizo caso, luego se resignado
fue a dormir incrédulo del comportamiento de esa mujer, nunca nadie lo
había tratado así.
Rebeca aun estaba cansada pero feliz, casi había encontrado una cura si no
hubiera sido por el insufrible hombre, que se creía la divina papaya, tal vez
la hubiera encontrado. Debía concederle que era guapo pero era un
arrogante idiota.
-Buenos días.- dijeron las dos, Annia riendo y Rebeca colorada como un
tomate viéndolo con ojos entornados.
-¿Por qué no le llamas por su nombre? ¡A ya sé! ¡No sabes su nombre! No,
me sorprende, eres tan arrogante y te importan poco los demás.
-Nestor Domínguez. ¡Que poco te importan tus hombres! Sí, fueras un gran
hechicero y curador si te importaran.
Annia resopló otra vez iban comenzar. Ayer fue así toda la noche, gracias a
la diosa llegaron Otto y Magda.
Unos minutos más tarde aprecio Gregory con el rostro alegre y en paz, como
nunca lo había visto Darius, a su lado estaba Ariel tomándolo de la mano con
timidez, aunque muy feliz. Cuando Gregory vio a Darius se puso serio.
-Buenos días ¿Qué era eso tan urgente para verme en mi despacho y citar a
tantas personas?
Dairus sin amilanarse contesto - Los he convocado por algo muy apremiante,
más que sus juegos con Ariel.
Ariel lo miro con odio, Gregory lo fulmino con esa mirada dura y gris que
congelaba todo y Arik parecía que le iba a lanzar una daga, hasta Rebeca lo
vio mal. Daruis suspiro y continúo hablando.
-Están convocados, por qué al cerrar el portar que abrió Marina, una criatura
escapó.
Darius explico el incidente, además contó como Annia intentó matar a Diana
por órdenes de Ignacius y como la chica al final no pudo hacerlo. Luego
describió lo que ocurrió al soldado e invito a verlo más tarde, Ariel temblaba,
sus peores temores se vieron cumplidos, apenas seguía las palabras de
Darius. Gregory se dio cuenta de su desasosiego pero no dijo nada, callo y
espero.
Rebeca interrumpió a Darius y les explico que ella sospecha de una sombra
mientras Darius creía que era un yit. Cuando parecían que iban discutir
nuevamente Gregory los fulmino con la mirada y dejaron de hablar.
Por orden de él Annia estaba en vigilancia pero libre, a pesar de las protestas
de Arik. Rebeca y Darius se encargarían de la investigación de la criatura, de
determinar que era y si había una cura posible, ayudados de Otto y Magda.
Arik mandaría espías para seguir a Ignacius, Diana y Ariel revisarían la
puerta por si sentía alguna presencia extraña.
Miedos
Gregory miró preocupación en los ojos de Ariel ¿Sería que se sentía insegura
de su relación con él y otra vez huiría? Un vació se le produjo en el corazón,
no podía ni pensar en perderla, no después de lo de anoche, no después de
saber que lo amaba con la misma intensidad que él a ella.
A pesar de que solo quería perseguirla y que le aclare ese miedo espero a
que ella mismo se lo cuente, sabía que tarde o temprano lo haría, hablo con
sus asesores sobre la reunión del consejo blanco de esa noche y sobre otros
asuntos de estado.
La felicidad les duro poco, cuando iban a revisar si Yusbel tenía una mejoría,
apareció la princesa Yasmín y Elisa
Ariel y Diana de mala gana las saludaron - Buenos días su alteza, lady Castro
- A Diana la ignoraron por completo, sus miradas de odio y desprecio iban
dirigidas completamente Ariel.
-¡Es una sorpresa verte Ariel por aquí! Pensaba que estabas arrastrándote
hacia la cama Gregory, con lo desesperada que estas de ser Reina. - Dijo la
princesa con desprecio.
Elisa se puso roja de la ira, parecía que iba lanzarse sobre ella y en el
proceso romper el corto vestido negro que llevaba.
-Bueno, ya que estas aquí y tienes poder por el momento, tus hombres no
me dejan pasar a ver a Yusbel, quita la guardia y hazme entrar.
-Me va disculpar, su alteza - Expreso Ariel intentado parecer contrariada -
pero no va hacer posible, El rey me lo prohibió, si quiere quejarse o que le
deje entrar hágalo con él.
-¡Es una bruja! Pensar que creía que mi padre era lo peor que se podría
esperar en la tierra ¡Pobre su majestad! ¿Quieres que te acompañe a ver la
princesa o me quedo aquí?
Un momento más tarde Ariel y Diana fueron en busca a Gregory y Arik para
almorzar, por desgracia no lo encontraron solo en su despacho, estaban Elisa
y la princesa Yasmín quejándose de no poder ver a Yusbel.
Ya no era una niña, ahora podía enfrentarlas, esa tarde planeo un sencillo y
elegante funeral, sus ideas fueron criticadas duramente por la princesa
Yasmín y el mayordomo, que querían hacer algo fastuoso en lugar de algo
muy sencillo y elegante como era el deseo de Ariel. Pero ella se les enfrentó
como una leona sin dejarse intimidar, defendiendo sus ideas hasta que
fueron aceptadas, se quedó a la noche siguiente como seria la despedida del
Rey Nando.
-Soy tan feliz a tu lado, temo que te des cuenta que no soy la Reina que
mereces.- Dijo hipando.
Ariel se sentó en medio del jardín, furiosa, aun sin saber cómo arreglar
semejante desbarajuste. Cuando estaba a punto de acudir a Gregory
apareció Rebeca junto a sus tres perros y una maleta.
-Buenos días su majestad.
-Buenos días Rebeca. Por favor, llámame Ariel ¿Pensé que estabas instalada
en el ala norte, porque te mudas?
En eso llegaron Diana y Arik y mientras Ariel les explicaba lo ocurrido Rebeca
se fue y trajo a Annia y a otras mujeres, entre ellos estaba Garnier, los
sirvientes y algunos miembros de la orden blanca y negra con ayuda de ellos
terminaron los arreglos y las cosas a tiempo.
Yasmín se quedó furiosa por eso pero le tenían preparada otra sorpresa,
cuando Ariel iba vestirse para el funeral encontró su vestido roto y entre
Annia y Diana le ayudaron a componerlo a tiempo. Ariel se sorprendió como
las mujeres se apersonaron, la apoyaron y lo cómoda que estaba en su
presencia, nunca antes había tenido amigas. Cuando fue al funeral a reunirse
con Gregory como su novia, según Diana, estaba magnifica, la cara de
sorpresa y furia de Yasmín y Elisa lo confirmaron.
Capitulo 9
Superando temores
-¡Sé nos está acabando el tiempo! Ariel no estoy para jugar, tienes que ver
con los ataques, lo puedo probar.
-¡No lo haré! ¡Ven conmigo! Tenemos mucho que hablar, tengo una teoría
que te parecerá interesante.
Pero ella no quería, ni estaba de humor para las intrigas de Darius, solo
deseaba correr un rato, ordenar sus ideas antes de contarle a Gregory su
máximo temor, que de alguna forma estaba relacionada con los ataques. Lo
empujo tirándole al piso y se fue.
-¡Muchacha idiota!
Cuando se iba a levantar, un gran perro de pelaje negro con blanco lo volvió
a tumbar y le lamió la cara. Otro perro dorado fue atrás y también pidió
atención. Rebeca sin aliento los perseguía, al verlo así empezó a reírse con
fuerza.
-Creí que íbamos a rastrear a la sombra y ellas nos pueden ayudar mucho.
Darius, se rió. – ¡Por la diosa! con eso ayudantes ya perdimos - Rebeca, lo
vio horrible.
-¡No, otra vez en mi cama! Rebeca ya te dije mil veces que no la dejes
entrar en mi habitación.
-¡Se me escapan! No sé por qué que mis niñas te quieren ¡Eres una bestia!
-¡Maldita sea! - Grito Darius sacando un papel y escribiendo algo encima del
lomo de uno de las perras.
Darius sonrió por lo menos, a veces reaccionaba como una mujer. Luego ya
serio miro al soldado.
-¡Ve por Capitán Pasha! Y lo haces pasar a mis habitaciones - Con eso volvió
a ala este. Con miedo y expectación continúo caminando, había decidido su
destino, no había vuelta atrás.
**********
Solo una vez se reunieron con un hombre a quien Zuñi llamo Lord Castro,
Arik se sorprendió ¿Que tenía que ver un hombre como Lord Castro con el
supremo líder de las tribus de los ai? El niño tomó un chocolate que Arik le
dio y siguió hablando. -Según el dueño del cisne, es muy común las
reuniones de ese Lord con Ignacius.
Arik despacho a Kum dándole una buena propina y se prometió que cuando
esto acabe velaría por el niño. Mientras iba a su casa provisional en el ala
este del palacio se acordó del algo que su hermano Nazin le había dicho.
Podía ser que Ignacius tuviera nexos con la extinta orden blanca, entonces
fue uno de los responsables de la muerte de su familia. Arik intento dispersar
esos pensamientos. Necesitaba a Diana sus brazos y consuelo, por ella había
accedido vivir temporalmente en el ala oeste, aunque odiaba a Darius. Solo
sería por poco tiempo, hasta que estuviera lista su casa encima de la cueva
donde se enamoraron, habían decido ir a la casa de la tía de Diana pero esta
los rechazo argumentado que Diana era la vergüenza de la familia.
Ariel aun seguía volando con deslizador, suspirando fue de camino regreso al
palacio a contarle sus miedos a Gregory, si él la dejaba estaba en su
derecho. Cuando regresaba por su camino predilecto, el que siempre había
tomado con Gregory, lo vio esperándola en el sendero sentado bajo la
sombra de un árbol muy enojado. Aterrizo sabiendo lo que se avecinaba.
-¡Te conozco! Sé que es especial este camino, tanto para ti como lo es para
mí.
-Después de que te diga esto tal vez ya no quieras seguir conmigo - Miro al
anillo de su madre - Gregory te amo tanto… lo hice desde la primera vez que
te vi, te amo a pesar de que eres orgulloso, cabeza dura, mandón y me
sacas de quicio, adoro tu fidelidad, tu pasión y tu corazón.
Gregory no dijo nada, le abrazo tan fuerte que casi se la ahoga. Ariel respiró.
-Lo que tengo tanto miedo de decir es que creo que soy yo la que causa los
ataques.
Gregory rió y soltó un gran suspiro de alivio.- ¿Ese tu gran miedo? ¡Pensé
que no me amabas! ¿Qué estabas arrepentida de lo que paso?.
-Amor, eres una gran hechicera y una vidente, cuantas veces nos salvo tu
visión, hay una explicación lógica.
Ella asintió.
-Y yo a ti.
Por fin habían caído las barreras que los separaban, con alivio fueron en
busca de su destino.
Capitulo 10
Despedidas
7 años antes.
Cada vez era más difícil no tomarla y besarla hasta perder el sentido, pero
Ariel siempre huía de él. No quería dejar Sivcar sin haberla besado antes, sin
haberle dicho que ya no la veía como una amiga o una hermana, ella era su
sueño de todas las noches, de todas horas, deseaba sus labios, su piel, todo
su ser aunque siempre se quedaba mudo al momento de decirlo, casi
paralizado. Luego hablaban de cosas sin importancia o peleaban.
Llegaron al castillo, con mala gana entraron al establo, nunca la había visto
más hermosa, toda mojada, con la ropa pegada al cuerpo marcando su
figura, su cabello cayéndole en a la cara y su hermosos ojos cafés mirándolo
con una extraña melancolía y deseo.
Gregory se quitó la camisa negra y le paso una toalla que tenía en sus
alforjas, con otra comenzó a secarse, Ariel trago cuando lo vio sin camisa, la
lluvia había mojado su bello y musculoso torso ¡Que ganas de ser una gota
de agua y recorrer su cuerpo!
Ariel temblaba, pero a pesar de eso no tenía frío y sin pensarlo se acercó a
él, podía oír el cómo latía su corazón, sentía su calor, Gregory veía su boca
cómo si fuera la cosa que más deseaba en su vida. El aire era eléctrico se
sentía el deseo de los dos, Ariel se acercó más hacia él con timidez y miedo.
Cuando estaba a punto de tocar sus labios apareció Darius enojado.
-¡Se los dije! ¡No voy a solapar sus citas clandestinas! ¡No son unos niños!
Gregory tu madre deseaba verte, quiere darte algunas indicaciones antes
que partamos en la madrugada, con el ridículo baile despedía que se empeñó
la princesa Yasmín no habrá tiempo de nada.
Gregory lo miro con resentimiento, mas no dijo nada. Darius, suspiro y puso
los ojos en blanco. Era un trabajo de tiempo completo intentar separar a ese
par de muchachos, prácticamente era imposible, por más que odiaba Ariel,
sentía una extraña empatía. Él también era rechazado, que solo contaba con
la amistad de Gregory.
Ariel, abordo una esfera junto a Darius maldiciéndolo mentalmente ¿Por qué
tenía que aparecer justo cuando la iba besar? ¿Cuando por fin por fin ella a
pesar de su miedo se había atrevido a dar ese paso?
Se cambió y fue a cenar, una vieja amiga de su madre había llegado la noche
anterior, era muy agradable a pesar de lo rara que era, había momentos en
que percibía algo extraño en ella, sería su imaginación que desea distraerla
del gran dolor de perder a Gregory.
Esa noche fue al baile a verlo de lejos, Gregory se veía tan guapo con su
ropa de gala, que a ella se le caía la baba. Había soñado tanto con ir a un
baile como esté con un hermoso vestido, bailar toda la noche con él
causando envidia a todo el mundo, como si fuera una princesa de los cuentos
que su madre le leía de niña. Luego salir al balcón y ver la luna y más tarde
en el balcón él la estrecharía en sus brazos y le diría que la ha amado desde
siempre.
Era un sueño tan tonto, imposible, pero nada le impedía soñarlo, a pesar de
que nunca sería una chica elegante, ni sería una princesa de cuentos de
hadas, alejando la tristeza se acercó más para verlo. Cuando lo vio salir al
balcón acompañado de una chica, casi se le parte el corazón, Gregory estaba
con Elisa charlando y riendo, la frívola y malvada muchacha lucia tan
hermosa con su vestido turquesa y su bello peinado.
Ariel se examino, no era nada comparada con ella, vestía un pantalón roto
que se le había ensuciado por sentarse en la hierba, tenía el cabello hecho un
desastre. ¿Cómo Gregory podía fijarse en ella? ¡Era una desgracia! Debía
dejar de soñar con él, solo eran amigos.
Con un suspiro y el corazón roto se paró de su escondite, no podía ver como
besaba a otra mujer, se quedó parada mirando una vez más a esa cara que
tanto amaba y deseaba cuando sintió una mano atrás era Darius.
Ariel intento soltarse pero no pudo, la presiono contra un árbol que estaba
cerca. Ella se giro confrontándolo.
-¡Me importa! ¡Más de lo que te imaginas!- Le dijo a ella mirándole con sus
atormentados ojos violeta, que mostraban una gran tristeza y una gran
soledad, estaba tan cerca que ella pensó que la iba a besar. Darius soltó una
maldición y le toco la mejilla antes de irse le dijo.
Corrió a prisa, Darius solo le acaricio la mejilla y se fue pero Gregory solo
quería matarlo y luego borrar esa caricia con sus besos, con sus caricias,
quería que ella entendiera cuanto la amaba, porque la amaba, era la mujer
de su vida, solo ella existía. Cuando llego vio a una confusa Ariel tocándose
la mejilla.
Gregory la tomo entre sus brazos, furia y pasión se veían en sus ojos.
La Reina lo dejo libre cuando solo faltaban uno cuantos minutos para
marcharse. No podía dejar que el último recuerdo entre ellos sea ese, no
podría vivir cinco años con esa pena, a pesar de las quejas de Darius entro
en la escuela de cristal y trepo hacia el cuarto de Ariel.
La beso suavemente en la boca, solo tocando sus labios con los de ella. Ariel
se quedo estática, nunca había imaginado algo tan puro y tan dulce, quería
más, deseaba perderse en ese placer pero él término el beso, la miro con
ternura y con amor.
-¡Ariel eres lo más importante en mi vida! - Gregory tenía tantas cosas que
decir y tan poco tiempo como quería besarla de nuevo. Pero un pitido le
indicaba que ya mismo tenía que irse a su nave.
No iba dejar que se vaya sin decirle que lo amaba, salió corriendo tras él.
Alcanzo la nave antes de partir, estaba cansada, llego al atracadero, habían
esferas y muchas naves que surcaban los cielos.
-Te amooooooooooooo.
Gregory se alegró de verla, ella ya no estaba molesta. Sintió, no poder oír lo
que decía.
*********
-¿Estás preparada?
Capitulo 11
Confiando
Ariel lo beso y abrazo esperando no ser el monstruo que tanto temía. Cuando
llegaron al palacio un soldado blanco que Gregory reconoció como uno de los
soldados del consejo apreso a Ariel. -Señorita Ariel Kron, esta arrestada por
los asesinatos de la princesa Yasmín Imaran, de Rodolfo Juárez y Néstor
Domínguez.
Lord Bron un hombre bajo, gordo y cara de sapo llego a los poco minutos,
era el presidente del consejo blanco. Por lo general estaba del lado de
Gregory pero siempre había temido a Lord Castro, la situación lo enfermaba
no quería enemistarse con ninguno.
Gregory estaba parado en la entrada del palacio sin poder hacer nada,
mirado a la mujer que amaba siendo arrestada, tenía que actuar fríamente
para poder salvarla. Agradeciendo a su madre su terrible educación, hablo
con su voz más fría y decidida.
-Para lanzar tal fuerte acusación debe estar seguro Lord Castro. Ariel Kron es
mi prometida y mi futura Reina, si las acusaciones son infundadas podría ser
echado del consejo blanco o hasta encarcelado.
-¡Lo sé Majestad! pero tengo pruebas su futura Reina no es más que una
asesina.
-¡No la llame así! La insulta y me insulta - Dijo Gregory que hervía por
dentro. Darius debía estar aquí, llamo mentalmente a Arik si no la liberaban
por las buenas, lo harían por la malas.
-Será mejor que la joven dama sea llevada a la cárcel para ser juzgada.
-No tan deprisa - dijo Bron poniéndose verde, lo que le daba más apariencia
de sapo y con tanto miedo que caían las gotas de sudor al suelo.
-No creo que juzgarla por parte del consejo blanco la salve de la ejecución.
-Debe ser tratada con la dignidad que se merece al ser nuestra futura Reina.
No se olvide que solo dentro de unos días será coronada Lord Castro - Dijo
la voz viril y tranquila de Cristian Darius.
-Yo no he dicho eso. Creo que debe ser presentada las pruebas al consejo
blanco para ver si debe o no ser juzgada ¿No lo cree nuestro querido
presidente del consejo blanco? - Dijo dirigiéndose a Bron.
Bron, seco el sudor con un pañuelo blanco, no sabía qué hacer, ni que decir
para quedar bien con los dos bandos. Con voz ahogada dijo. –Creo, que
debería hacer una reunión de emergencia del consejo blanco y ver que se
decide. Mientras tanto, será llevada a la cárcel.
-No creo que eso sea necesario - Dijo Gregory a punto de estallar -¿Duda del
honor de su futura Reina y del mío propio? Estará aquí, respetaremos la
decisión del consejo blanco.
Darius conciliador dijo. - No creo, que nuestra futura Reina tenga que pasar
en prisión. Ni creo, que habrá juicio hasta no ver las pruebas. Pero para que
estemos más seguros ¿Por qué no la dejan bajo jurisdicción de alguien sin
interés político, de alguien puro que no traicionara a nuestro país y ni
nuestro mundo? Me refiero a la Dama de Blanco.
Diana asintió.
Unas horas después de una reunión acalorada del consejo blanco se decreto
que Ariel Kron seria juzgada en juicio por los miembros del consejo blanco
para ver su culpabilidad, si lo era moriría en una ejecución rápida, su
acusador era Lord Castro prácticamente estaba satisfecho, ningún miembro
lo detendría, pronto sería su hija Reina.
Una oportunidad
Entro en una sala fría y amplía. El consejo blanco era una sala de debates
con mesas de madera y piso de mármol, al fondo colgaban cuadros de la
familia real, en el momento que entró, sintió la mirada de Gregory
protegiéndola, cuidándola para todos era un ser tan inaccesible, solo ella
conocía su apasionado corazón. Mirando altivamente a Lord Castro y Lord
Bron Se paró en el centro de la sala del consejo acompañada de Darius.
Esperando lo que tenían que decir.
-Ariel Gía Kron Lamar serás juzgada por los asesinatos la princesa Yasmín
Imaran, Néstor Domínguez y Rodolfo Juárez. Tu juicio empieza mañana a las
nueve ¿Algo que decir?
Examino el cuarto que tenía una cama de dos plazas, el velador con algo de
libros, una mesa pequeña de trabajo, dos sillas y un baño amplio y limpio.
Se acostó pensado en todas las cosas que había pasado.
Ariel no quería que siguiera hablando, conocía esa disculpa porque se la dio
poco después de la muerte de su madre y del asesinato de su padre, pero no
sabía cómo callarlo. Con impotencia lo miro y en voz baja le dijo - Ya se esto
Dairus ¿Que quieres?
-¡Pero no soy una Dama Blanca! ¡Tú no eres mi guardián! -Grito entre
exasperada y con lastima hacia Darius.
-No eres la dama blanca, eres la ejecutora y falle a mis padres, a tu madre y
hasta Gregory de muchas formas por negarlo, sin embargo, lo peor es que
no te prepare para tu gran poder y por esto estas ahora en prisión por eso.
Pretendo remediarlo si tú me dejas.
Capitulo 13
Explicaciones
El reino más rico y con mayor ambición era el de los hechiceros de aire, cuya
gobernante era la reina Pía, una mujer ambiciosa y arrogante que más que
nada deseaba dominar a los otros reinos. Según las leyendas que ella vendió
su alma a orlos (el diablo) para seducir al Rey los elfos Orodreth Alcarin y así
dominar su reino. Pero cuando el diablo pidió que lo matara Pía no pudo
matarlo porque se había enamorado de él, así que el diablo la castigo y la
convirtió en el primer Kut. El rey elfo al ver a Pía así la abandono. Pía en
venganza planeo tomar todo su reino y los otros 4 reinos, así empezó la gran
guerra de los reinos.
Ariel le interrumpió.- ¿Qué tiene que ver conmigo y con los asesinatos?
-Todos los reinos pelaban con los kut y otros demonios creados por Pía y su
innumerables experimentos, la guerra prácticamente acabo con la reserva de
magia y la vida de cada uno de los reinos. Por lo que decidieron un último
ataque y crearon un portal para enviar los kut y a las otras bestias a mundo
paralelo, esto requirió de toda su magia por lo que decidieron dormir
100.000 años.
Hasta que los otros 4 reinos despertaran quisieron encargar la llave del
portal a una mujer que sería la llave o la piedra para abrir provendría de su
corazón. Esta humana debía ser alguien que no fuera cegada por el poder,
los hechiceros de aire quisieron que fuera una de ellos pero las otras razas
no lo aceptaron. Los elfos pidieron que la dama blanca fuera inteligente, que
no se dejara engañar. Las sirenas pidieron un ser leal, que nunca pudiera
traicionar. Los dragones desearon a una mujer valiente. Los duendes alguien
cuya belleza fuera proveniente de su alma. Los hechiceros enojados dijeron
que esa persona o esa mujer siempre sería rechazada por su familia o esta
moriría en una forma terrible. Por esa razón los elfos mandaron a protegerla
a uno de ellos que se quedaría y tendría su familia con los humanos. Ese fue
el primer Darius. Él y su descendencia serían encargados de cuidar a la
portadora de la piedra, a la dama blanca.
Así nació la dama blanca, al ser un ser mortal sería sustituida por otra, al
igual que su protector.
Los dragones en su gran sabiduría temieron que alguien abra los portales así
que en caso que eso ocurriera, surgirá una ejecutora que con ayuda del
protector de la dama impediría eso. La ejecutora sería la única que pudiera
matar a los kut o a otros demonios, que solo sería llamada cuando haya
posibilidades de que el portal sea abierto. El protector de la dama soñaría
con ella y tendría el deber de localizarla.
Los hechiceros de aire exigieron que sea una de ellos para poderla instruir
sobre la lucha y porque al ser su sangre pura podría manejar las armas
antiguas, que eran las únicas que derrotaban a los Kut para que pudiera
luchar cada reino le envió cinco mejores armas, en cinco medallones.
Las otras razas a regañadientes aceptaron, sin embargo, tendría que tener
todas las cualidades de la dama blanca. Además de un poder especial que
solo tienen las razas antiguas como los ai de convocar a las sombras. Esos
cinco medallones no me sirven de nada a mí, ni los humanos solo los ai
pueden utilizarlos y llamar a las sombras en caso necesidad.
Aquí tienes el que tu madre robó para ti cuando tuvo oportunidad. -Dijo
Darius dándole un collar con un pequeño libro, es igual que el arma con la
que mataste a Marina, también era un arma de los reinos.
Pero con el tiempo han sido mal utilizados, Ignacius mato a mis padres con
ellas por eso, fuiste perseguida y odiada. Ignacius quiere que los medallones
se queden en el poder de los ai, específicamente en su poder.
-¡Lo es! El collar que te dio Arik si no estoy equivocado es el regalo las
sirenas ¿Podrías dármelo?
-Como ejecutora cuando estas puestas el collar, las sombras detectan por tu
sentimiento cuando te sientes amenazada y te protegen. Congelan para ti
sino es una amenaza muy fuerte, si lo es, los matan despiadadamente. Si te
sientes sola o triste se convierte en alguien que te consuele. Eso fue lo que le
paso a la princesa Yasmín y Rodolfo te sentías insegura de lo que planeaba
hacer para impedir tu boda con Gregory, Lo mismo sentías respecto a mí
pero la sombra sin querer atacó a un inocente. Eso pasa por no tener
entrenamiento.
-No es para disculparme pero recién hoy me di cuenta que las sombras son
solo convocadas por los medallones, Rebeca me confundió con su teoría de
que salió un demonio.
Ariel, sintió lastima de él. Ella, también cometió muchos errores. Lo miro,
tomo su mano y dijo.
Darius sonrió aliviado, Ariel por primera vez vio, que su mirada no tenía el
dejo de amargura que había observado desde siempre.
-Ahora trataremos el asunto de tu juicio. Tengo una teoría sobre él, creo que
es un plan de Lord Castro para presionar a Gregory o al Consejo Blanco. El
Rey Nando casi no gobernaba a Sivcar y el Consejo Blanco, entre ellos yo
nos aprovechamos de ese hecho para prácticamente gobernar y hacer lo que
nos diera en gana siendo el principal beneficiado de esa política Lord Castro.
Pero cuando el rey enfermo Gregory tomo muchas de sus responsabilidades
y freno al consejo totalmente. Un ejemplo es la ley que libero de la
esclavitud a los ai, Lord Castro quedó prácticamente la ruina por eso, la
única opción de Lord Castro es atacar ahora antes de que Gregory sea
coronado, al ser nombrado Rey el consejo blanco le toca hace un pacto de
lealtad de que no tratara de sacarlo del trono. Cuando Gregory anuncio que
se casaba contigo quisieron presionar su salida con eso pero manejó muy
bien al consejo y el grupo de lord Castro apenas tenía votos suficientes para
impedir su boda.
-Estabas muy ocupada con el funeral del Rey y cuidando tus espaldas de la
princesa Yasmín. Lo que verdaderamente me preocupa es que Lord Castro
sepa de los atentados y que Ignacius esté aquí. Me hace pensar que quiere
utilizar las sombras en el juicio de alguna forma para desestabilizarte.
-¿Cómo cuál?
-Al no tener una prueba concreta y que se haya metido en este juicio
significa que pedirá que accedas a la prueba de Fenci.
-Es una prueba que se hace para saber si una persona es demonio, Kut o
está ligada o protegida por los demonios. Se le da al sospechoso una dosis
de veneno y si sale el demonio a protegerla o impedir que muera será
probado que es un demonio.
-Es primitivo.
-Pero si se hace en tu caso puede ser efectivo, por lo que quiero que
practiques relajación y que domines tus miedos, es importante que controles
tus emociones y temperamento mañana, especialmente si eres interrogada
por Lord Castro. Mande Arik a investigar cualquier indicio de Ignacius, temo
que cuando te hagan la prueba o te interrogue Lord Castro Ignacius lance
sombras. Al poseer dos medallones es algo muy factible.
-¿Sí?
Darius, sonrió.
-La verdad, no sé. No te quiero mentir diciendo que ahora te adoro y que tú
eres la pareja perfecta para mi amigo. Lo único que sé es su amor y su
amistad ha sido siempre muy fuerte. Muchos han tratado de separarlos sin
lograrlo. Me acuerdo de innumerables veces que de joven intente hacerlo, no
he visto un amor más fuerte que el de Gregory siente por ti. Siempre te ha
amado. Me acuerdo cuando su madre lo mando estudiar ¿Sabias lo que hacía
en vez de estudiar a conciencia como su madre quería? ¿No te lo contó?
Pensé, como ahora son pareja.
-No sé si debería…
-Gracias Darius.
Él solo sonrió y se fue. Gregory entró en la habitación y Ariel se lanzó a sus
brazos.
-Yo también, todo estará bien. ¿Te gusta tu habitación?. Solo será por unos
días ¿Darius te trato bien? Si quieres puedo decirle que no te defienda, lo
puede hacer Lord Torres.
Capitulo 14
Medidas desesperadas
***********
Busco en cada habitación hasta que oyó la voz de su padre, hablaba con dos
hombres: uno viejo con barba blanca, pelo blanco, en sus ojos negros había
un gran odio. El otro un joven moreno un poco bajo de su misma edad,
cuando la vio le sonrió con lujuria. Su padre se molestó al verla.
-¿Qué haces Elisa aquí? Te dije que fuera con tus amigas.
-¡No tengo amigas! -Dijo Elisa haciendo una mueca de repugnancia al más
joven.
El viejo dijo - Que traiga algo de beber y que no sean esos vinos horribles
que tienes Castro.
***********
Unas dos horas más tarde Arik por fin llegaba a los brazos de Diana. Darius
le había mandado de aquí para allá en busca de información de sobre
Ignacius y los medallones, había conseguido suficiente información para que
expulsen y juzguen a Ignacius Zor Ahora lo único que deseaba era besar a su
Llanic (joya azul) y decirle cuanto la amaba, bañarse y dormir.
Cuando abrió la puerta vio a Diana dormida, estaba tan hermosa, toco su
cabello y ella se despertó.
Darius sintió cuando el campo sobre la casa de Lord Bron fue levemente
invadido, lo había hecho especial para sentir si entraban sombras, como
había sospechado Lord Castro había lanzado un ataque.
-Un gusto verte Arik no hay tiempo para trivialidades, Diana querida necesitó
que te concentres con la piedra en hacer un campo de fuerza en casa de
Lord Bron, que va hacer atacado por las sombras, sé que puedes hacerlo.
Rebeca tenemos trabajo que hacer, espero que ese descubrimiento tuyo en
realidad sirva.
Rebeca, hizo la pregunta que Arik temía preguntar - ¿Es un ataque de Ariel?
Llegaron minutos más tarde, Rebeca iluminaba todo con pequeñas esferas
que dispersaban a las sombras. El ataque duro poco y no hubo daños a la
casa de Lord Bron, cuando vieron llegar a los soldados del Rey como a los de
la orden, las sombras huyeron, registraron el lugar encontraron a unos
mercenarios muertos como a dos hombres que formaban parte de los
hombres de Zuñi.
-Arik vuelve al palacio con Rebeca, necesito que descanse los dos, mañana
será un día muy duro - Dijo Darius
A Ariel, no le gusto para nada el plan de Darius, era muy arriesgado pero no
había otra forma de salir de esto lo más rápido posible de ese odioso juicio.
Capitulo 15
El juicio
Gregory, aun tenia sueño, casi no había dormido y sabía que Ariel estaba tan
nerviosa como él. Se desperezó, le beso suavemente en la mejilla y luego en
los labios.
-Yo también
-Eso esperó.
Ariel le sonrió mirándolo vestirse, nunca se cansaría de ver ese cuerpo tan
perfecto, Gregory se vistió para irse a su alcoba, le estaba matando que
estuviera prisionera, de tener que confiar en Darius para defenderla.
Ariel estaba a punto de vestirse con una blusa negra, pantalón negro y sus
botas de batalla, no llevaba armas porque estaba prisionera, aunque tenía
dos escondidas pero eran invisibles. Darius insistió en que llevara los
collares, si sentía una sombra proveniente de otro collar debía avisarle, era
algo muy débil pero tenía que estar atenta.
Rebeca llego unos minutos después con Annia, que cargaba entre sus brazos
un elegante vestido de color verde agua y zapatos de tacón negro.
-Ten. -Expreso, dándole el vestido a Ariel.- Esta ropa es más apropiada para
el juicio.
Ariel y rió se cambió el vestido, le sentaba muy bien, aunque odia utilizarlos.
Este en particular le hacía verse más femenina, a pesar de sí misma se
sentía bonita, Annia tenía buen gusto.
Rebeca que la vio viéndose al espejo le dijo- ¡Estás hermosa! Tienes suerte
que intervenimos, Darius quería un vestido floreado en color rosa fuerte con
grandes flores amarillas.
Ariel se rió nuevamente, solo esas mujeres podían hacer que se ría cuando
tenía el corazón en puño.
Annia, reviso como quedo - ¡Estás preciosa! Sé que debes estar nerviosa, yo
lo estoy con mi parte, ojalá no sea necesaria y el presumido sea un buen
orador.
Rebeca alzó la ceja.- ¡Ojalá! ¡Se cree tan perfecto! ¿Te imaginas que no me
dejo oír su argumentación porque según él, lo pongo nervioso?
En ese momento tocaron a la puerta, Arik, paso acompañado de Diana,
ambos parecían muy preocupados. Él iba vestido todo de negro como cuando
trabaja para la orden y Diana de azul con un velo blanco cubriéndole el
rostro.
-Estas bellísima.
-Lo que tu digas reik (hermana) vas a ver qué atrapo a Ignacius, todo va
salir bien. Te dejo en buenas manos.
Sin muchas ganas de desayunar fue forzada por Diana y Rebeca a tomar un
poco de té de valeriana, debía estar lo más relajada posible, fue acompañada
de sus amigas hasta un majestuoso edificio blanco donde funcionaba el
consejo blanco. Tenía sesión a las nueve pero empezaron a las diez.
Lord Castro, llego todo preocupado y nervioso. No estaba tan altivo como el
día anterior. Lord Darius en cambio se veía confiado cuando ingresaron en la
sala, le sonrió Ariel. Estuvieron sentados un minuto hasta todos los
miembros del consejo blanco entraron, se pararon cuando llego Gregory,
todos le hicieron una reverencia.
Pero Lord Bron dijo con voz ahogada – ¡Tenga cuidado Lord Castro!
establezca su punto.
-¡Por favor está insultando a la defendida! ¡Que pare esta sarta de insultos y
mentiras! ¿Tiene alguna prueba?
Lord Bron se quedó mirando de reojo a Ariel que estaba cabizbaja, antes de
decir - ¡Por favor Lord Castro! remítase a los hechos.
-¡En eso estoy! Majestad, Señor presidente, miembros del consejo blanco
téngame paciencia. Como venía diciendo… su propia historia es la prueba de
que este demonio está maldito y que contamina todo lo que toca.
Lord Bron asustado mirando la cara de Gregory dijo. – Lord Castro, por favor
es mi última advertencia.
Lord Castro asintió con la cabeza - Su madre fue la Dama Blanca y su padre
uno los mejores hechiceros pero ¿Que les paso? fueron muertos y raptados
por un kut. A ella en cambio no le paso nada, hasta mato al kut luego sin
sufrir ningún rasguño. Es porque tiene poderes nunca vistos, en su sangre
hay mal, solo con verla pueden sentir el mal dentro de ella.
Darius se paro.
– ¡Esto ya es abuso! Señor presidente, que deje de insultar a mi defendida.
-Perdón - Dijo Lord Castro mirando a los miembros del consejo. Los tenía en
la palma de su mano.
-Es que estoy aquí, hablando por mi hija, por la vida de cada asistente en
esta sala. Si un simple kut hizo tanto daño ¿Que hará ella que mato al kut?
¡Hay que detenerla antes de que sea demasiado tarde! Ya ha cobrado tantas
víctimas, ayer ataco a nuestro querido presidente ¿Que esperamos?
No había como hablar por la conmoción que estaba causando, Darius dijo en
voz alta. - ¡Una prueba, solo pido eso!
-Lo haré señor presidente, Ariel Kron es una mujer humilde, mestiza, sin
mucho poder, es cierto que los ai matan a sus mestizos pero lo hacen porque
son seres sin poder, sin magia, todo lo contrario a lo que piensa Lord Castro
¡Yo si he investigado de su cultura! Que su majestad se haya enamorado de
ella es producto de la causalidad y de que estudiaron juntos. A pesar de los
pocos poderes que le dio la vida Ariel, le dio un gran espíritu, es una
guerrera, a diferencia de otros miembros del consejo blanco. Estuve las dos
veces que ataco el kut, la vez que mato a la madre de la señorita Kron y
hace pocos días. A diferencia de nuestro querido Lord Castro que la ataca sin
ver los hechos, sin tener pruebas, yo fui testigo de lo que paso, fui salvado
por ella, por su fuerza y valentía. Ella me demostró que la orden blanca no
servía, que había que mejorarla, adecuarla al nuevo tiempo para mejorar
nuestro querido Sivcar y pienso que todos los miembros de esta sala
queremos lo mismo.
Hizo toda esta farsa o más bien digamos, este falso juicio por su afán de
poder, ha creado estos atentados para usurpar el trono o menoscabar el
poder del Rey.
La sala estallo en voces, a favor y en protesta. Lord Castro estaba rojo de las
ira, protestaba pero nadie parecía oírlo. Lord Bron sudaba por volver a tener
el control de la sala. Después de cinco minutos por fin logro el silencio.
Luego dijo. – ¡Es una acusación muy seria! ¿Tiene pruebas Lord Darius? Si
no es así será amonestado por difamar a un miembro del consejo.
Darius saco unas carpetas y se las mostró a Lord Bron. Lord Castro palideció.
Lord Castro se paro y grito furioso.- ¡Por la diosa no soy el acusado! Por
favor que se atenga al juicio, ¡No es mi a quien están juzgando! ¿Cuántas
veces debo decirlo?
Bron, miro a Gregory y dijo - ¡Quiero oír sus pruebas Lord Darius!
Los amigos de Lord Castro pifiaban. Paso un momento antes de que la sala
vuelva estar en silencio.
Darius volvió a tomar la palabra. -El acusa y señala con desprecio a los ai
cuando ha tenido tratos ilegales con su líder Ignacius Zor. Lord Castro era la
fuente principal de esclavos y de información sobre los ai, eso era posible por
Ignacius Zor que, para seguir en el poder los ai, mandaba a sus enemigos a
la esclavitud. En la carpeta que le di están todos lo tratos detallados de
Ignacius Zor, parece que no confiaba mucho en mi colega. Además como si
no fuera poco tengo dos testigos, dos soldados ai que fueron atacar su casa.
Ignacius Zor es el que creo los ataques, tiene el conocimiento y el poder, no
mi defendida, que apenas puede hacer ese tipo de magia.- Señalo hacia Ariel
que intento sonreír y verse desvalida.
Lord Castro dijo - ¡Lord Bron por favor detenga esto! ¡Son solo rumores
infundados!
Lord Castro rojo de la ira volvió gritar- ¡Me opongo señor Presidente, no es
un juicio en mi contra!
-Tiene en razón - Dijo Lord Darius - Es un juicio contra una inocente que se
le pide la prueba fensi, que no solo es peligrosa para mi cliente, es insulto a
ella y a su Majestad al dudar de su palabra. Estamos de acuerdo en hacerla,
sin embargo, si sale negativa, como va ser el caso, Ariel Kron es inocente. Y
¿Como su majestad va a ver este Consejo Blanco? ¿Qué duda de su palabra
y de la futura Reina? ¿A este consejo que debería apoyarlo y más bien quiere
usurpar su puesto o chantajearlo? Cuando sea nombrado rey puede pedir al
pueblo un nuevo consejo blanco que vea por sus intereses. El pueblo está
con Gregory, quiere a este Rey que se preocupa por ellos ¿Desean
provocarlo? Después de que hayan hecho semejante prueba mostrado que
este juicio es una farsa, es algo preparado para menoscabar a nuestro Rey,
¿Van apoyar eso? Pido que el consejo vote si debe o no hacer la prueba fensi
sobre mi defendida.
Capitulo 16
Bron se puso de pie y dijo solemne. -Se pueden retirar para que el consejo
pueda deliberar.
-¡Otra admiradora que tiene ese hombre! Entre Rebeca y Diana me vuelven
loco, casi me matan cuando lo nombro así.
Lord Castro esperaba que Ignacius ataque el consejo blanco y que esos
mentecatos tuvieran tanto miedo que matarían Ariel Kron. Ignacius vio titilar
la piedra roja era su señal, estaba solo en un edificio viejo, a unas cuantas
cuadras del edificio del consejo blanco. Se concentró maldiciendo haber dado
a Zuñi uno de sus preciados collares, pero solo sería por poco tiempo. Zuñi
estaba enfrente del edificio del consejo blanco disfrazado, ya creo a sus
sombras por miedo a equivocarse, vio la señal de Ignacius y las mando,
tenían formas de panteras y lobos, todos negros se unieron a unas más
grandes convocadas por su maestro que caminaban por las calles congelado
todo o prendiendo fuego.
Zuñi vio a Razvan y lo siguió maldiciendo, recogió las sombras que convoco y
fue en busca de la Blema que parecía una diosa. Elisa fue despertada por ese
sarnoso que la miraba con deseo.
Lord Castro esperaba un ataque pero no paso nada, maldijo a Ignacius que
había fallado de nuevo, lo peor sucedió después, cuando vio a un ai vestido
de negro que saludaba a Lord Darius y llevaba a Ignacius apresado. Tras de
ellos estaba una extraña mujer que abrazo Darius mientras le decía.
Dairus se sentía extraño, nunca se había excitado tan solo por un simple
abrazo pero oliendo el perfume Rebeca, sintiendo su calor todo su cuerpo
ardió ¿Que le estaba pasando? Odiaba a esa mujer ¿Porque entonces tenía
unas ganas de hacerla callar besando salvajemente su boca? Pero no lo hizo
solo se separó y fue en busca de Lord Castro.
Gregory dijo fríamente - Les doy las gracias por su decisión pero el juicio
sobre mi prometida ha sido un ataque muy fuerte. Hoy mismo deseo que se
haga el juramento de lealtad de todos los miembros del Consejo Blanco. No
pasare por alto la traición de Raúl Castro.
Los miembros del consejo blanco estaban verdes y morados pero no dijeron
nada solo callaron. Bron en voz baja dijo. -Si majestad hoy mismo lo
haremos.
Capitulo 17
Malos recuerdos
Se bañó y miro el vestido que con sus amigas había elegido, no era tan bello
como el que su madre y la perversa Marina hicieron para ella el día del baile
en palacio de cristal. Miró al vestido y recordó con preocupación cómo las
cosas pueden cambiar en un minuto.
7 años antes.
Ariel estaba nerviosa aun leía la carta de Gregory una y otra vez. Vendría, su
madre lo había llamado, no sabía por cuánto tiempo ¿Su relación iba ser la
misma? la había besado hace tanto, nunca en sus cartas le decía que la
amaba, no directamente, pero algo en ellas le hacía sospechar o soñar que él
compartía el mismo sentimiento.
Cuando llego hablaron muy poco, solo la abrazo, se sentía un poco rara y
emocionada, Gregory ya no era el niño con el que jugaba, era un hombre y
al sentir su calor, su abrazo miles de imágenes se le ocurrieron en la cabeza
él besándola, desnudándola y amándola.
-¿Vas a ir al baile para celebrar el fin año electivo? ¿O vas hacer como el otro
año? Ariel debes divertirte, no puedes estar obsesionada ayudando a tu
madre en esos casos de mujeres desaparecidas. Ya cuenta con ayuda de ese
muchacho engreído y malcriado llamado Cristian Darius, que a pesar de
haber venido hace 6 meses se cree una autoridad en todo.
-Sí, siempre ha sido un poco extraño- dijo Ariel viendo nuevamente la carta.
No voy a ayudar a mamá, esta noche iré al baile, aunque la verdad no tengo
que ponerme.
Ariel tenía dinero ahorrado esperaba que con eso fuera suficiente, fueron a
innumerables tiendas y consiguieron un vestido verde que la no convencía
mucho. Cuando llegaron fueron recibidas por su madre, que estaba muy
alegre, tenía un nueva pista atraparía hoy al supuesto kut (monstruo) que
mataba a las mujeres.
-Hola ¿Cómo les fue? Nicolás me dijo que fueron de compras ¿Me vas a
acompañar en la caza?
Ariel miró al suelo, sintiéndose muy mal por no ayudar a su madre. En voz
baja dijo.
Ariel enrojeció.
-¿Podrás? - Dijo Marina algo nerviosa. -No te olvides que hoy ibas de caza.
Le pusieron una extraña tela negra que le regalo a su madre una amiga de
Yasumir. Luego de muchas horas quedo un vestido de cuento de hadas, era
bellísimo y raro, según su padres y Marina sería la más bella del salón. Ya
vestida y arreglada, por primera vez se sintió hermosa y capaz de conquistar
a Gregory.
Entró al baile en busca de Ariel pero no pensaba verla tan hermosa, con un
vestido negro con verde, tan bello como un ángel, contra todas las
costumbres fue en busca de ella y bailo la primera pieza, aunque le tocaba
hacerlo con la esposa o hija del presidente del consejo. Ariel temblaba
apenas conocía los pasos pero se dejó llevar por sus brazos, bailaron
causando estupor a todos.
Elisa estaba furiosa como esa mestiza apestosa, estaba tan linda y bailando
con él, algún día Gregory sería su prometido y esposo. Bailo con uno de sus
admiradores acercándose lo más posible a la pareja y en el momento menos
pensado tropezó con ellos y a propósito rasgo el vestido de Ariel,
rompiéndolo completamente. Ariel avergonzada salió del salón corriendo,
Gregory quedó estupefacto mientras Elisa y otros asistentes reían.
Gregory reaccionó y fue tras ella, la alcanzo, la estrecho en sus brazos Ariel
trataba de cubrirse y escaparse del pasillo, él se quitó la chaqueta y la
ofreció.
Ariel asintió.
-Hoy vine por ti, no me importa como estés vestida, siempre estás hermosa,
hasta con ese vestido roto eres la más bella del salón.
No pudo decir nada más por qué se desmayó. Eso lo cambio todo Ariel y
Gregory buscaron desesperadamente a la madre de Ariel que era la antigua
dama de blanco sin encontrarla. El instinto de ella la llevaba a otro lado,
estaba convencida que Gregory y Darius se equivocaban al buscar indicios
mágicos. Mientras Ariel investigaba a las a las mujeres asesinadas, como lo
hizo su madre, solo Mariana creía que estaba en lo correcto.
-¡Es tu culpa! Siempre dejas que se salga con la suya, ahora no la encuentro.
Ariel y la otra mujer estaban casi en estado de coma, Darius le indico que su
padre adoptivo Otto Fritz podía curarlas o por lo menos intentarlo. Gregory
estaba desecho, su madre murió dos días después de rescatar Ariel, Darius
se había vuelto un héroe, pero estaba enceguecido por el poder y el deseo de
venganza pero lo que más lo afectaba era que Ariel no reaccionaba, la otra
mujer ya había despertado y la mujer que amaba no lo hacía.
Habían pasado 7 meses, Gregory se sentía completamente solo, cuidaba
Ariel prácticamente todo el tiempo. Había comprado una casa, a las afueras
de la cuidad en la que residía con ella, no le importaba el reino ni su
obligaciones, solo ella. Se culpaba por no haber luchado por Ariel, por dejar
que a su madre gobierne su vida, por haber hecho tan poco.
Una noche, desesperado, se dio cuenta que Ariel no iba a reaccionar, por
más que la medicaba y cuidaba seguía sin vida, sin reaccionar, la llevo a
cabalgar como cuando eran niños pero seguía igual. Se acordó que cuando
ella se iba a ir del castillo que quería hacer un pacto de sangre y él se negó,
por considerarlo algo de niños.
Ariel había odio una leyenda que si se hacía un pacto entre amantes o
amigos, siempre estarían entrelazados para toda la eternidad, pensó que eso
la despertaría, con cuidado abrió su blusa, buscando cerca del corazón e hizo
una pequeña incisión y luego se hizo la misma herida, la abrazo para mezclar
la sangre, su magia y según Ariel su alma. Empezó a llover pero no le
importo estaba seguro que despertaría pero no lo hizo.
Gregory no sabía que ella lo amaba con la misma intensidad, cuando parecía
que todo estaba perdido, al ser invadido por los kuts se dio cuenta lo tonta
que era al mantenerlo en distancia para salvarlo. Le dijo que lo amaba sin
importarle, que podía pasar.
Capitulo 18
El regalo
- Recibí al Rey Alfonso, sabes lo aburrido que puede ser - Dijo Gregory
tratando de portarse indiferente a ella. Pronto vendría Annia con la sorpresa
de Ariel y no tendrían tiempo para nada.
-No tanto como yo, he tenido un día muy duro, Darius es un salvaje, me
mando seis rayos y me noqueo tres veces.
*************
Annia llegaba tarde y todo era por culpa de Rebeca, había momentos que
estaba súper irritada y se la tomaba contra todo el mundo y otras que se
ponía a llorar en los rincones ¿Como sucedió a ese un momento? Cuando por
fin se tranquilizó ya llevaba 10 minutos de retraso.
Desde el día del juicio de Ariel, su prima y Darius estaban extraños, antes
peleaban todo el tiempo y ahora se evitan, ni siquiera se veían a los ojos.
Annia daría lo que sea para saber que paso entre ellos dos.
Darius, con exasperación dijo. – ¡A ver! deja que te ayude. ¿Por qué estás
tan contenta? Me imagino que es por el baile y la boda de mañana.
-La verdad que no- dijo Annia pensativa - Pensar que vine a matarla pero no
pude, la admiro y a pesar del poco tiempo que la conozco le tengo cariño.
Ariel me acepto como si nada y me brindo su amistad.
-¡No hagas, eso! -Le grito incomodo y hasta grosero con ella.
-¡No te tengo miedo! - Darius la tomo en sus brazos y la estrecho hacia él.
Casi los dos caen de la silla, Rebeca lo miraba con sus ojos grandes entre
asustada y algo excitada.
-Deberías o ¿Lo que quieres es que te haga el amor? ¿Es eso Rebeca?- La
estrecho y acercó su cuerpo a de él, lamiendo su cuello y tocando sus senos
levemente.
Ella tembló llena de deseo, Darius la soltó y Rebeca hizo algo inesperado, se
acercó hacia él y lo beso en la boca, él se estremeció mientras ella se paraba
y caminaba hacia la puerta, antes de irse dijo.
-¡El único que tiene miedo aquí eres tú! Buenas noches, Darius.
Darius no pudo borrar ese beso por más que quiso, se sumergió en su papel
de defensor de Ariel, cuando por fin dijo los alegatos y estaba con Ariel
esperando los resultados, Arik y Rebeca se acercaron a ellos con su esperado
prisionero.
Solo ver a Rebeca le causo desearla aún más, cuando lo abrazo emocionada
porque su invento funcionó, Dairus estaba lleno de lujuria, solo tenía que
tomar su barbilla y besarla como lo deseaba pero no lo hizo. Rebeca era
demasiado inocente para un hombre como él, además era la nieta del
hombre que más odiaba. Se separó de ella y estuvo el resto del día mal
humorado, a pesar de su victoria, el deseo lo carcomía y no se le ocurría
nada salvo buscarla para saciarlo.
Era de noche y como de costumbre salía con las perras de Rebeca a caminar,
cuando fue a dejarlas en la habitación, la encontró a ella a oscuras, llorando.
Metió a las perras a la habitación que subieron a la cama, fue con ellas y se
sentó junto a ella.
-¿Qué te pasa?
-Vi a mi abuelo y recordé lo mucho que le temía. Volví a ser esa niña débil,
que golpeaba y humillaba.
-Ahora está arrestado, nada te pasara. ¡No dejaré que te pase nada a ti o tus
niñas!
Rebeca sonrió y lo miro, se acercó más a Darius. Él nunca la había visto sin
grandes lentes, estaba preciosa, sus ojos verdes a pesar de que estaban a
oscuras brillaban. Darius sintió un estremecimiento de placer, solo de pensar
en besarla ya estaba duro. Ella se acercó más él y toco sus labios con los
suyos muy suavemente, Darius gimió.
-Ya llegamos.
-Ten
-Gracias
Annia golpeo tres veces la puerta, de mala gana Gregory abrió, poniéndose
la camisa - Creo que iré a la otra habitación a arreglarme para la fiesta
amor.
Ariel aun tendida en la cama sonrió.- ¿Qué traes ahí? -Le dijo a Annia.
Ella se levantó, tomo la caja de las manos y la abrió. Era el mismo vestido
negro con verde que utilizo en el baile, estaba como nuevo.
Capitulo 19
El pacto.
Al principio, cuando fue a buscarla a Dunar, ella no quiso recibirlo tuvo que
contarle que había visto a Rebeca Zor y que estaba viva para accediera
ayudarlos. Estaba contento de no estar en los zapatos de Rebeca, la
venganza de Inés Victoria sería terrible. Miro a los futuros reyes llegar y se
escondió.
Vestida Ariel fue con Gregory al salón principal a recibir a sus invitados.
-No estés nerviosa amor. Eres la mujer más hermosa y maravillosa del salón.
Gregory se puso serio. Cuando Ariel percibía algo malo casi siempre sucedía.
Llamo a uno de sus guardias y le indico que estén pendientes de cualquier
cosa extraña y se lo comuniquen directamente a él.
De todas las personas alojadas en lo que fue su hogar, solo a ella y a los
animales extrañaría. Le daba mucha paz caminar acompañado de ellos, se
sentía por primera vez aceptado y como si estuviera con su familia. Cleo la
perra más pequeña y a la que más quería Darius escapo hacía la cocina.
La persiguió y le helo ver a Elisa disfrazada poner algo en las copas del
brindis que se serviría tan solo en unos minutos. Tomo al animal con cuidado
y salió para advertir a los demás de lo que ocurría. Zuñi distinguió una
sombra en la oscuridad y le lanzo una daga al corazón. Darius, cayo soltando
a la pequeña perrita.
Capitulo 20
Ataque sorpresa
Darius soltó a la perrita y cayó al suelo, Elisa se acercó haber que pasaba y
rió al verlo en suelo. Cleo escapo y fue hacia el salón a alertar a su dueña.
Zuñi molesto le dijo.
-¿Ves? Por distraerte casi nos atrapan. Ve a coger a ese animal antes que no
descubran, un soldado te vio de forma extraña, hace un momento, no quiero
tener que utilizar el plan b.
-La puta de Rebeca esta aquí. Zuñi no mintió, le haré pagar el despreciarme.
Primero voy a matar a este sucio animal de una vez por todas y luego va a
desear no haber nacido.
Lucho con el animal un buen rato hasta que Zuñi le ayudo y entre los
acorralaron a la perra. El otro animal gruñía intentado defender a su
compañera, el hombre grandote, cogió un gran cuchillo y cuando iba a tratar
de herir al perro Darius le pego un rayo derribándolo.
Las dos perritas corrieron a brazos de su dueña que las llevo a un lugar
seguro. Los hombres de Garnier actuaron rápidamente y arrestaron sin
problemas a los asesinos. Zuñi escapo por uno de los túneles que le
enseñara Elisa y fue directo a las mazmorras para seguir el plan b. Ahora
todo dependía de la tonta de Elisa y del medallón que tenía escondido.
*****
Gregory y Ariel estaban enterados de todo pero no quería causar pánico. Ella
intranquila sonría a los invitados, estaba agradecida de que su príncipe la
acompañaba porque no hubiera podido fingir y comportarse apropiadamente.
El Rey observaba, todo estaba listo actuar si los rebeldes aparecían, cuando
vieron Arik seguido de Garnier sonrientes se aliviaron. Habían atrapado
fácilmente a los hombres de Zuñi, que había escapado, ya lo estaban
rastreando en cada pasadizo, solo era cuestión de tiempo arrestarlo.
Darius estaba mal herido pero ya era atendido por Otto y se recuperaría.
Rebeca dejó la fiesta y fue a esperar que Darius salga de la intervención de
urgencia. No entendía a ese hombre, podía ser despreciable y luego hacía
cosas como salvar a sus perras ¿Que iba hacer? Estaba empezando a
enamorarse de él.
Saco sus sombras, era feroces animales negros que hacía temblar todo y
congelaban las celdas quitando el campo de fuerza, Castro y otros presos
salieron, los guardias estaban congelados, un hombre grito pidiendo ayuda
antes de caer congelado.
Gregory y sus acompañantes salieron, Ariel, Diana y Arik hicieron lo que les
enseño Darius y fácilmente doblegaron a las sombras y a los prisioneros que
intentaron escapar. Gregory, también ayudo creando un campo de fuerza
súper fuerte. Ignacius se dio cuenta que estaba casi perdido, sus sombras
tan grandes y fuertes no le haría nada a la pelirroja que estaba protegida por
dos campos de fuerza, por Arik y el hombre de cabellos plateados que no
dejaban que nadie se le acercaran. Además, la condenada creó unas
sombras feroces que eliminaban a las suyas con facilidad.
La cura
-¡No hagas eso puedes empeorar las cosas! ¿Tienes el collar con el libro?
Ariel se sacó collar y se lo dio a Rebeca que se sentó en las escaleras, leía lo
más rápido que podía, todos la miraban expectantes, casi sin respirar.
-Creo que hay que intentar las dos curas dividirnos en dos y ver cual equipo
tiene suerte.
Todos asintieron.
Ariel miró a Annia y Garnier con aire de mando que le caracterizaba dijo -
Ustedes irán en busca del medallón.
-Razvan apenas tiene poderes mágicos, sería más estorbo que ayuda.
Protestando Garnier hizo lo que se mandó y fue con Annia a las montañas.
Ariel y Diana fueron a prepararse para ir a la misión, la primera busco armas
y arquic, mientras la segunda contenedores para los elementos que
necesitarían. Rebeca daba instrucciones a Otto intentando darse coraje.
-Otto, quita las estatuas con cuidado, luego limpia bien esta habitación
Coloca incienso. Cuando este muy limpio pon las figuras piedra, busca tierra
más fértil y con cuidado las entierras en ella, luego le echas abono del más
fuerte y fino. Cuando estén las estatuas cubiertas las riegas con agua de las
montañas la más pura que encuentres, más tarde les pone un letrero para
saber donde está enterrada cada persona y podamos ayudarlas a salir.
Rebeca fue a ver a Darius y a sus niñas, las beso. Acaricio muy fuerte a los
animales y les dijo – Cuídenlo.
-Volveré.
-Entonces ¿Quien dará sangre para Elisa? No creo que en este lugar haya
alguien que la aprecie.- Dijo Ariel tratando de alegrar el ambiente.
-Son tres cosas; sangre de Kut, Frottuz necesito sus plumas y pico.
-¿Por que llevas esas cosas? - Dijo Rebeca al ver los deslizadores.
Ariel un poco molesta le dijo. -Yo te ayudare. No hay más tiempo que
perder.
Ariel y Diana miraron por última vez a sus amados y dijeron en voz alta y
decidida - Preparadas.
Capitulo 22
En el mundo Kut
Abrieron la puerta con ayuda de Diana, la más nerviosa de las tres, cuando
pasaron cayeron al vacío, el cielo era entre rojo y café, el aire era denso
apenas se podía respirar. Rebeca gritaba mientras caían al vació, Ariel se
puso el deslizador y se lo dio a Diana, que casi se cae del suyo pero mantuvo
el equilibrio, Ariel en un rápido movimiento recogió Rebeca que parecía que
la iba dejar sorda y la sujetaba apenas dejándola respirar.
-¡No tan fuerte! ¡Necesito aire! - dijo jadeante Ariel. Rebeca, solo cerró los
ojos y la agarro menos fuerte.
-¡Creo que ellos vinieron por nosotras! -Dijo Ariel, gimiendo porque Rebeca
la apretó más fuerte.
Sin abrir los ojos y con terror en la voz dijo Rebeca. -¡Con tu medallón llama
a unos dragones! Yo haré lo mismo, ¿Diana tienes el polvo de azum? ¡Lanza
el contenido de uno de los frascos! ¡Pónganse mascaras no queremos inhalar
eso! ¡No te muevas tanto Ariel!
Unos minutos más tarde se oyó un gran estruendo, como doce grandes aves
caían a un suelo gris y arenoso. Descendieron.
Rebeca daba saltos de alegría. Ariel tocándose las costillas murmuro sin
aire.- ¡Vamos! Recojamos las aves, no hay tiempo que perder.
-¿Ahora donde? -Dijo Ariel casi sin poder respirar - ¡Rebeca no tan duro!
Rebeca sin abrir los ojos dijo - Hupq o sie nueccteo o sie kuts (Guíame a los
pantanos y a los kuts) - Un gran pájaro blanco salió del medallón.
Cuando descendieron, las tres estaban asqueadas por lo que miraban y por
el olor azufre del ambiente. Rebeca y Ariel empezaron a trabajar mientras
Diana gritaba a cada insecto que veía.
Ariel exasperada dijo – No quiero que nos hallen los kut ¡Tranquilízate!
Cogieron las piedras con cuidado, Ariel se sentía entre frustrada y furiosa.
Sus dos amigas no eran unas guerreras, debía haber ido con los hombres de
Arik.
Ariel aterrorizada apenas podía hablar, quince Kuts las estaban rodeando.
-¡Yo seré la presa! - Protesto Ariel reaccionando, pero era demasiado tarde.
Diana se había marchado.
-¡Vamos! ¡No hay tiempo que perder!
Llegaron solo unos minutos antes que Diana, quien casi se cae del deslizador
algunas veces, pero no lo hizo. Diana sintió el olor a orquídea y un gran
fuego azul, casi la deja ciega por unos minutos, las explosiones cesaron vio a
ocho kuts muertos, el resto se había ido.- ¡Muévete Diana! No tenemos
tiempo pronto vendrán con refuerzos.- Dijo Ariel.
Capitulo 23
Curaciones
-Bueno, no estuvo tan mal. No estamos lejos del castillo. -Dijo Diana.
-Bueno como creo que se relaciona con los medallones, te contaré. La vieja
bruja debe tener el collar, es la única razón para que tuviera tratos con mi
abuelo, para que le dé tanto dinero e intente casar a sus nietas con ese
maldito gorila de su hijo. Si bien la vieja cumple todas nuestras costumbres,
mi abuelo le teme como todo ai y que la conoce, ella y sus seguidores tiene
un culto a un dios pagano, por eso el consejo tribal no les reconocía como ai.
Ignacius quería que vuelvan a ser considerados en las tribus, para lograrlo
iba a casar a su propia nieta Rebeca Zor, que estaba a su cargo, con el hijo
de Inés. Pietro, uno de los seres más despreciables que existe, creo que tú lo
conociste reciente, fue el hombre al que Darius casi mato esta noche.
Annia con una mueca dijo. –Estoy prácticamente segura que lo tiene esa
vieja.
-Eso les íbamos a contar, creemos que el collar lo tiene Inés Victoria.
Rebeca palideció y casi se desmayó. – ¡Esa vieja bruja, tenía que ser!
Completaré mi misión y cuando esto acabe me iré lo más rápido que pueda.
-Rebeca nadie te hará daño, no lo permitiremos -dijo Annia abrazándola.
Ariel mirando con preocupación a Rebeca pregunto - ¿Ya esta listó todo para
la ceremonia?
-Solo falta un poco de sangre. Garnier, Annia donen sangre y póngala allá.
Rebeca les pregunto a Diana y Ariel. -¿Están seguras, que quieren hacer el
ritual conmigo? verán que es un poco peligroso.
-¡Estamos seguras!
- Te pedimos por la tierra que representa aquí -Ariel tiró un puñado de tierra.
-Te lo pedimos por la sangre de nuestros enemigos, la cual fue muy difícil
conseguir - Las tres regaron unas gotas al suelo.
Luego una mano excavó de la tierra, Ariel y Diana expectantes, hasta vieron
de quien se trataba, era Lord Castro, que fue ayudado a salir por unos
soldados para ser examinado y luego puesto nuevamente en prisión. Luego
salió un soldado, Ariel miraba a la tierra ansiosa, Diana se puso de comerse
las uñas, solo Rebeca estaba tranquila.
Otra mano quiso salir, Arik fue ayudado cuando estuvo libre, Diana lo
examino y abrazo. Luego salió Elisa Castro, Gregory fue el siguiente, Ariel
estaba dichosa, lloraba sin importarle que todos la vieran.
Elisa miraba la escena muerta de ira, la voz de una mujer extraña la saco de
sus pensamientos. - ¡Cuidado toquen las espinas, son venenosas! -Les dijo a
unos soldados que iban encarcelar a Elisa, que fingió desmayarse para coger
unas espinas muy cuidadosamente.
Ariel fue examinada por Rebeca y Otto pero no había nada que hacer estaba
muerta, tuvieron que sedar a Gregory para que la soltara, perdió todo lo que
había anhelado en sus veinticinco años en apenas unos minutos.
Lo único que deseaba era morir ¿De qué le servía la vida sin ella? Miro
alrededor en su habitación, había tantos recuerdos, tantas caricias, tantas
risas y a veces también lágrimas. Habían compartido su odio, su soledad,
amistad, pasión y amor, no había nada que él no supiera de ella y nada que
Ariel no conociera de él.
Beso a su hermana y le contó todo, vació su alma, como cuando eran niños y
su madre le decía que era débil, ella era su fuente de consuelo, antes de que
Ariel llegara a su vida. Mas ahora no había palabras de consuelo tan solo el
tiempo. Recordó un poema de su infancia y se lo repitió una y otra vez en su
cabeza esperando algún día encontrar consuelo.
Pero desde ya sabía que eso nunca ocurría, Ariel estaba en su alma, en su
piel, en su corazón. Vio su imagen tan fuerte y decidida, luchando siempre,
sin rendirse aunque no la tuviera siempre estaría en su corazón, con su
recuerdo, en sus acciones.
¿Cómo iba dejar su obra? ¿Sus planes de hacer un mejor Sivcar? Solo por
ella sería Rey aunque eso matara lentamente su corazón, viviría tratando de
hacer un mundo mejor, intentado que su muerte no sea en vano, no quería
que nadie tenga que pasar por todas las pruebas que les toco vivir para
lograr su amor.
-¡Ariel!
Ella lo miro con sus profundos ojos cafés y se lanzo a sus brazos. Gregory
agradeció mentalmente a la diosa mientras la besaba – ¿Estas viva y esto no
es un sueño?
Gregory tomo de los brazos y beso fuertemente Ariel - ¿Que tengo que
hacer?
-¡Espera, Ariel los puede llamar! Es muy simple, solo ella puede al ser
nuestra legítima dueña ¡Concéntrate y llámalos!
Rebeca por fin se durmió después de haber llorado a Ariel un rato, sus tres
perros la acompañaban en el piso de su habitación, ninguno se dio cuenta
que el collar salió de su cuello e iba para la habitación de Gregory.
En una casa en Dumar, una mujer vieja que caminaba con un bastón se
enteró que su estúpido hijo fue apresado.- ¡Maldita Rebeca! vas a pagar con
tu sangre lo que le pase a Pietro -dijo tirándole a un empleada un florero.
-¡Ariel, te damos este regalo por que nos has tratado con respeto! Tu alma
es pura y el amor que se profesan también. Las sombras no podíamos darte
este gran regalo a ciegas, les hicimos una prueba su amor y es muy
profundo, su alma es pura y justa, se merecen este regalo. Ariel, volverás
con los tuyos.
-¡Te han dado un regalo invaluable Ariel! Te lo mereces, espero que seas
feliz con Gregory, ahora en tu condición podrás tener algunos problemas. Si
necesitas ayuda, estaré aquí para ti como tu guardián y tu amigo ¡Espero
que seas feliz! - Dijo cuando estaba a punto de dejarla sola.
-¡Gracias Darius! ¿Que pasara con Lord Castro, su hija, Zuñi y sus hombres?
Minutos más tarde Ariel y Gregory se casaron, había gente influyente pero a
Ariel y a Gregory apenas les importaban que estuvieran ahí, todos sus
amigos estaban presentes y los aceptaban sin importarles nada.
Era una nueva vida, un nuevo comienzo, habría muchas cosas por las que
llorar y otras por las que celebrar pero siempre estarían juntos apoyándose
día a día, paso a paso siendo muchos más que dos.
EPILOGO
7 años después
Ariel se despertó sin ganas, sintiendo el lado derecho de su cama vació, hace
cinco días Gregory partió, esperaba que volviera en su aniversario, le hacía
mucha falta. Con pereza y tristeza se quedó abrazada a su almohada
pensando o deseando que fuera su esposo.
Unos minutos más tarde alguien golpeaba a la puerta San Criff, su hijo
adoptivo de nueve años entraba con una bandeja de desayuno. Su hermano
mayor estaba atrás, aun huraño saludo a su madre solo con la cabeza,
aunque llevaba un ramo de rosas rojas y azules.
Ariel suspiró un poco tensa, a pesar de que fueron adoptados hace cuatro
años, los niños a veces tenían aun reservas, en especial Sand Grey, que fue
duramente torturado antes de ser rescatado por ellos.
Como sabiendo que hizo algo mal el muchacho la miro con sus hermosos y
fríos ojos azules se acercó, le dio un beso sin decir palabra, le ofreció el ramo
mientras su hermano acomodaba la bandeja.
Sand Grey alegre le dio una carta - Estábamos en el comedor cuando llego,
me imagino que es de papá, Tía Yusbel recibió una igual.
No era el único pensó Ariel abriendo la carta. Era una escueta nota.
Hola Ariel, espero que estés bien, la Reina Elena y su bella hija Sara te
envían saludos. Volveré el mes que viene da muchos besos y abrazos a los
niños.
Gregory.
Ariel revisó una y otra vez la nota, Gregory se había olvidado que era su
aniversario, quiso llorar pero su hijo menor se sentó a su lado, intento
respirar hondo y no mostrar sus emociones.
Como una histérica hizo lo que se había prometido no hacer en todo el día,
se puso a llorar hasta que perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer, unas
manos fuertes le sostuvieron y un olor conocido la calmo.
Toco una piedra negra y aviso a Darius para que dejara de buscar a Ariel.
-¿Aun…? - Antes que pudiera formular otra palabra Gregory le beso con gran
pasión, saboreando sus labios hasta perder la noción del tiempo. Minutos
más tarde cargo a su esposa, que estaba aun mareada y la subió a un
caballo blanco
-Pensé…
-Deberías.
-Cobarde.
-¿Me retas?
-Cobarde.
Tres horas más tarde llegaron a una nave pequeña rumbo a lo desconocido,
pero a ella no le importaba porque estaba al lado de su amor.
Fin