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Este instrumento en su versión 14, dejará de utilizar el Producto Interno Bruto (PIB) en su
planificación y utilizará otras medidas que se ajusten a la realidad económica y social.
Asimismo plantea seguir aumentando el gasto en ciencia y tecnología, además de promover
el desarrollo verde.
China publicó una nueva versión de su plan quinquenal. Se trata de un plan político de alto
nivel elaborado por dos cuerpos representativos para anticipar las medidas que se adoptarán
en los próximos cinco años. Más que una guía para orientar acciones, se trata de una hoja
de ruta ajustada a tiempos específicos. En esta oportunidad, se establecen límites que
incluso llegan a 2060. Más detalles de este plan, a continuación.
Las discusiones para llegar al documento final que sirve de hoja de ruta se concretó en dos
sesiones. En los próximos cinco años China tendrá entre sus ejes principales el
desarrollo del país a través del “crecimiento sostenible” y conseguir un mayor
liderazgo en innovación. Ambas sesiones comenzaron el 4 de marzo y culminaron el
jueves 11.
El Lianghui que es el nombre popular con el que se denomina a esta reunión, congrega a los
dos principales cuerpos políticos del Estado chino: la Conferencia Consultiva Política del
Pueblo Chino (CPPCC) y el Congreso Popular Nacional (CPN). Cabe destacar que el
CPPCC es un cuerpo consultivo que incluye a más de dos mil miembros provenientes de
distintos sectores de la sociedad, desde emprendedores, intelectuales hasta artistas.
Los anuncios sobre los objetivos que marcarán los próximos cinco años
Uno de los principales lineamientos anunciados es la decisión de no establecer objetivos
anuales de crecimiento fundamentados en el Producto Interno Bruto (PIB), sino más bien
un nuevo sistema de emisión, denominado “objetivos indicativos de crecimiento
económico”, que se acondicionara y estructurará según las circunstancias económicas
y sociales reales.
Es preciso señalar que China fue junto a Turquía, el único país en conseguir crecimiento
económico positivo durante 2020, presentando un 2,3 por ciento. De igual manera, se
espera que para 2021 las cifras de crecimiento alcancen el 6 por ciento.
Dentro de esta nueva lógica económica, el 14º Plan Quinquenal propone mayor
autosuficiencia en ciencia y tecnología. Esta decisión, según Smriti Mallapaty en la revista
Nature, se explica debido a la guerra comercial con Estados Unidos y recientes tensiones
comerciales con países occidentales. Pero también gracias a esta una nueva visión
económica y social de desarrollo que se proyecta para los próximos 10 años, es decir, un
horizonte que trasciende el próximo lustro que proyecta el plan.
Entre los elementos que se desprenden de esta visión económica y social está la creación
de mayores vínculos entre la academia y la industria, con el fin de potenciar la
innovación. A esto se suma la importancia de la ciencia para el desarrollo, al punto que
si bien el plan considera un leve aumento en el gasto público en ciencia en comparación
con años anteriores, hay un aumento importante en el gasto en ciencia básica, comenta
la nota de Mallapaty.
A estos se suma que se espera que la generación de energía nuclear alcance los 70 GW para
2025. Esta medida cobra relevancia con el hecho de que en enero la Corporación Nacional
Nuclear de China comenzó las operaciones del reactor Hualong 1. Se trata del primer
reactor que es totalmente diseñado y desarrollado en China.
En relación al carbón, el plan dejó claro que se continuará con la construcción de plantas de
carbón. A través de Li Keqiang se anunció que “se promoverá el uso limpio y eficiente de
carbón”. Esto significa que se utilizará la tecnología desarrollada para reducir el sulfuro y
las partículas que generan polución y su consecuente contaminación de las ciudades.
Para Raquel León, esta decisión no es un avance significativo. "Sobre este tema, los
anuncios podríamos considerarlos como un "nos vamos a portar un poco mejor", es decir,
que van a bajar las emisiones de carbono pero no van a resolver los problemas. En este
sentido, el desafío desde el punto de vista energético está dominado principalmente por las
paraestatales chinas, por lo que se pretende tratar de estirar la cuerda lo más posible,
o hasta donde el contexto internacional les permita seguir teniendo este tipo de uso de
recursos fósiles, donde lógicamente tanto China como Estados Unidos, son los países que
lideran las emisiones de CO2. En esta situación percibo un aplazamiento para seguir
explotando recursos fósiles, principalmente por las empresas paraestatales las cuales, cabe
destacar, no quiere decir que no tengan un plan b al momento de la transición hacia las
energías renovables, simplemente es el tema de la capacidad de generación de energía, la
demanda que existe dentro de China y cómo esto ha jugado un papel clave en su proceso de
industrialización y de crecimiento económico”, sentenció.