Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
HE VUELTO
A CASA
BY CAMILO CHAVARRIA
Partí pensando en volver. Al recordar la hora de dormir
no era tan agradable sentir el viento correr sobre el
techo de aquella habitación donde permanecía
sonámbulo; agitado y abrumado por mis pensamientos.
RECITABA:
HE VUELTO A CASA
ME HE ENCONTRADO
ME FALTABAN GANAS.
APRENDÍ CUANDO
TODO ESTABA ACABADO.
HE VUELTO A CASA
SIN FUTURO Y SIN LLANTO
ABRAZO MI ALMOHADA
AL VERME EN EL DESENCANTO.
HE VUELTO,
Y NO PIENSO NEGARLO
AMABA LA LIBERTAD
Y EN CASA
TODO ES MAS
SOLITARIO.
Maryfer,
Bajo la Luna
Recuerdas cuando sentía frío y un poco de dolor en todo el cuerpo,
cuando flagelaba mi angustia en la inesperada noche deambulando mi
corta y expresiva sensatez, de esa misma manera me recreo pensándote
como aquel catorce de noviembre donde mi último peldaño rebasó la
corriente de mis lágrimas y que por desniveles encontrados en el
corredor de mi casa llegaban hacia el lugar menos apropiado para
engalanar mi tristeza.
Soy abogada, graduada hace 2 años, todavía joven para ejercer una
candidatura para el éxito y demasiado vieja para consagrar mi lecho. Me
represento tal cual defensora de la conservación de ideas y dadora de
vida a los sueños de los cómplices moribundos. No me desvivo por
alguien, tan solo a veces sufro un delirio precoz, mi mente vaga por las
llanuras, enfurece siempre con mirada directa al cielo, esperando una
respuesta, un cometa que sirva de señal o una estrella fugaz que ilumine
mi pensar.
Estoy caminando en el andamio de la calavera, pero no me sostengo
con los pies, mucho menos con las manos, desoigo al dador de
fragancias que empalagan y detesto fríamente a la carroza de los
reinos. El pasado domingo sonaban las campanas de una iglesia
aledaña, alegrías parecían entorpecer el sigiloso camino que transitaba,
siempre se me olvida algo, por ratos hasta mi propia vida, me entristece
seguir hablando incoherencias, pero me anima creer que aún soy
capaz, que puedo resolver un problema mediático usando mis propias
manos.
Aquel día entré con mis ganas de todo en perfecto estado de pureza,
mis labios cerrados con prudencia y mis manos en mi pecho
aguardando posiblemente recibir lo esperado, entraba emocionada al
altar, tránsito glorioso de la soledad, estaba tan feliz de no saber nada,
de no sentir, y de estar presente.
Camilo Chavarría M.
2021