Salesianas misioneras, 120 años, sirviendo con amor
La dimensión misionera del Instituto de Hijas de María Auxiliadora, elemento constitutivo
de nuestra identidad1, se expresa en la opción por vivir el Sistema Preventivo como respuesta a la llamada de Dios y fidelidad al carisma salesiano con el estilo del Da mihi animas cetera tolle, y del “A ti te las confío” 2 de nuestros fundadores, Don Bosco y Madre Mazzarello. La llegada de las Hijas de María Auxiliadora a tierras ecuatorianas en 1902, y el inicio de la primera obra, el 30 de noviembre, ha sido y es respuesta a las grandes necesidades del tiempo y a la audacia misionera de las hermanas Sor Teresa Taparello, sor Rosa De Valle y sor Victoria Orihuela, que con alegría y tenacidad y superando innumerables obstáculos, vinieron desde el Perú, a la que sería la Inspectoría “Sagrado Corazón” de Ecuador, para implantar el reino con un trabajo evangelizador, haciendo concreto el mandato de Jesús, “Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos” (Mt.28,19). La colaboración total a la gracia de Dios ha hecho fecunda la labor misionera de tantas hermanas y seglares, en las distintas obras fundadas a lo largo de estos 120 años de presencia educativa misionera, en favor de la iglesia y la sociedad. Es por eso que, con alegría y gratitud, Hijas de María Auxiliadora, miembros de las comunidades educativas y de la Familia Salesiana, nos disponemos a celebrar este año jubilar que hemos iniciado el 30 de noviembre de 2021, con la Solemne Eucaristía y el programa de apertura. Nos unimos en un “solo corazón y una sola alma”, para vivir nuestra misión con la fuerza del “¡ánimo, sigamos adelante con corazón grande y generoso!3.
1 cf, Const. FMA 75 2 cf. Actas del Capítulo General XXIII del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, n.66, 4 3 Carta 47,12